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La Cátedra del Apóstol San Pedro Fiesta
San Maximiano de Ravena
Santos 9 hermanos de Kola
Beata Isabel de Francia, Fundadora
Santa Margarita de Cortona, Laica Franciscana
Beato Diego Carvalho
Beata María de Jesús, D"OltremontFundadora
Otros Santos y Beatos Completando santoral de este día
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LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO EN ANTIOQUÍA
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia;
y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella;
y a ti te daré las llaves del reino de los cielos
(Mat., 16, 18-19).
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia;
y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella;
y a ti te daré las llaves del reino de los cielos
(Mat., 16, 18-19).
La Iglesia celebra en este día la toma de posesión, por San Pedro, del obispado de Antioquía. Bien merecido tenía esta ciudad de que su primer obispo fuese el Príncipe de los apóstoles y Vicario de Jesucristo, pues en ella los fieles hacíanse cada vez más numerosos, y allí, por vez primera, tomaron el bello nombre de cristianos que han conservado después. San Pedro trasladóse posteriormente a Roma y estableció en ella su sede episcopal definitiva.
MEDITACIÓN SOBRE LA SANTA IGLESIA
I. Hay una sola Iglesia, porque hay un solo Dios, y tú tienes la dicha de estar en esta Iglesia. ¿Has agradecido a Dios esta merced ? Puesto que hay una sola Iglesia, es menester que los hijos de esta Iglesia tengan un solo corazón y una sola alma, a imitación de los primeros cristianos. ¿Qué haces tú para mantener la paz y la caridad con tu prójimo? En el amor al prójimo es donde se conocerá si eres discípulo de Jesucristo.
II. La Iglesia es santa, porque Jesucristo su cabeza es santo, porque sus primeros fundadores son santos, porque un gran número de sus miembros son santos, en fin, porque su doctrina, sus ceremonias, sus sacramentos son santos. He aquí una buena cantidad de medios y de motivos para que te hagas santo. ¿Eres digno hijo de esta Iglesia? Compara tu vida con la de los primeros cristianos que, perseveraban noche y día en oración, y entregaban sus bienes a los apóstoles para que los distribuyesen a los pobres.
III. Se la llama católica, es decir, universal, por que está esparcida por toda la tierra y porque admite en su seno a toda clase de personas. Se la llama apostólica, porque viene de los apóstoles que la establecieron en el mundo mediante su santidad, su doc trina y la efusión de su propia sangre. Si quieres ser digno hijo de la Iglesia católica, abre tu corazón, ama a todos en Jesucristo. Jamás hagas algo que deshonre el título que llevas. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. (San León).
El celo por la salvación de las almas
Orad por toda la Iglesia.
ORACIÓN
Oh Dios, que al confiar a San Pedro, vuestro Apóstol, las llaves del reino de los cielos, le disteis el poder de atar y desatar, concedednos por su intercesión la gracia de ser librados de las cadenas que nos sujetan al pecado. Vos, que siendo Dios, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Por J. C. N. S. Amén.
CÁTEDRA DE SAN PEDRO
Martirologio Romano: Fiesta de la Cátedra de san Pedro Apóstol, al cual le dijo el Señor: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. En el día en que los romanos solían hacer memoria de sus difuntos, se venera la sede del nacimiento al cielo de este Apóstol, que trae la gloria de su victoria en la colina vaticana y está llamada a presidir la comunión universal de la caridad. La fiesta de la cátedra de San Pedro ya aparece en la "Depositio martyrum" (el más antiguo calendario romano del año 354) el 22 de Febrero ("Natale Petri de cathedra"), es decir, el día en que en Roma se conmemoraba el recuerdo de los difuntos. Parece que la fiesta no tuvo en su origen un carácter sepulcral, sino familiar, en honor del fundador del "Colegio de los cristianos"; y que posteriormente se convertirá en memoria del comienzo del "episcopado de Pedro", que en algunos textos está referida a la "verdad evangélica difundida por todos los reinos del mundo". Esta es la única festividad que permanece de las dos referida al príncipe de los Apóstoles, que en el calendario jeronimiano estaba fechada el 18 de Enero, para la Cátedra de Roma y el 22 de Febrero para la Cátedra de Antioquía (que Pedro había ocupado antes de la romana). Esta festividad refloreció en Roma en los siglos XI-XII.La cátedra, literalmente, es la sede fija del Sumo Pontífice y de los Obispos. Es colocada de modo permanente en la iglesia madre de la diócesis (de ahí su nombre de "catedral") y es el símbolo del obispo y de su magisterio ordinario en la iglesia local. La Cátedra de san Pedro, entonces, indica su posición de preeminente en el Colegio Apostólico, como lo demuestra la voluntad explícita de Jesús, quien le dio la tarea de «apacentar» la grey (Mt 16,18), es decir, guiar al nuevo pueblo de Dios, la Iglesia. Esta investidura por Cristo, que fue confirmada después de la resurrección (Jn 21,15ss), se hace efectiva en la comunidad: vemos a Pedro desplegar, después de la ascensión, el papel de guía. Preside la elección de Matías, y habla en nombre de todos, ya sea a la muchedumbre que acude a oírles ante el Cenáculo el día de Pentecostés, ya sea más tarde ante el Sanedrín. El propio Herodes Agripa considera infligir un golpe mortal a la Iglesia naciente con la eliminación de su líder, san Pedro. FIESTA.
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San MAXIMIANO DE RÁVENA. M. 556
Martirologio Romano: En Ravena, en la provincia de Flaminia, san Maximiano, obispo, que cumplió con fidelidad su función episcopal y luchó contra los herejes de la época en favor de la unidad de la Iglesia. Natural de Pola en Istria (hoy Croacia) donde era diácono. El afortunado hallazgo de un «tesoro» por él mismo o por su padre le permitió acercarse a la corte imperial de Constantinopla, donde podría ganarse el aprecio del emperador Justiniano. En el 545, después de la muerte del obispo de Ravena, los fieles de la ciudad pidieron al emperador adjudicar el palio a un candidato propuesto por ellos, pero éste, en cambio, aconsejó al Papa Vigilio asignar la sede vacante a Maximiano. Así fue designado obispo por el mismo emperador Justiniano y consagrado por el papa Vigilio, pero no fue aceptado por los raveneses por la humildad de su cuna. Se fue ganando el afecto de sus fieles construyendo monumentos, iglesias y otras edificaciones como la basílica de San Vital, joya del arte bizantino. San Maximiano fue el vigésimo octavo obispo de Ravena, así como el primer obispo de Occidente en llevar el título de «arzobispo», como titular de una diócesis metropolitana (546-556). Proclamó la unidad de la Iglesia contra los herejes.Llegó a ser una de las figuras más importantes de Italia en el siglo VI. Su episcopado representó la edad de oro de la Iglesia de Ravena. Fue elevada la cantidad de libros de los que fue autor: crónicas, descripciones de Ravena, catálogos de los obispos de la ciudad y doce volúmenes de sus sermones. También preparó una cuidada edición de la Biblia acompañada de notas marginales y escribió un “Sacramentario” (misal) sobre el que supuestamente se basó al poco tiempo el Leonino. Su actividad se extendió por toda Italia, de la cual fue a todos los efectos el Primado durante la larga ausencia de Roma del papa Vigilio, y sus esfuerzos se centraron en particular en la restauración de la armonía y la unidad dentro de la Iglesia, dividida por el cisma de los «Tres Capítulos». Su biógrafo Agnello lo describe como un pastor que «acogía a los extranjeros, reconvenía a los que caían en el error, daba a los pobres lo que necesitaban y consolaba a los sufrientes».
Maximiano murió en Ravena el 22 de febrero del 556, y sus restos fueron sepultados en la basílica de San Andrés, donde permanecieron hasta 1809, cuando fueron trasladados a la catedral, tras la secularización del templo por la administración napoleónica de la ciudad. En la basílica de San Vital, que se inauguró con gran pompa en presencia de los emperadores Justiniano y Teodora, Maximiano es retratado junto al emperador en el gran mosaico del lado norte del santuario, con una cruz salpicada de piedras preciosas.
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Santos NUEVE HERMANOS DE KOLA. s. VI. (Iglesia ortodoxa georgiana)
La Iglesia Ortodoxa de Georgia celebra nueve santos mártires niños, en el siglo VI en el pueblo de Kola, la fuente del río Mtkvari (Georgia).Sus nombres son: Guram, Adarnerse, Baqar, Vache, Bardzim, Dachi, Juansher, Ramaz y Parsman. Eran 9 hermanos georgianos, nacidos en una familia pagana de Kola, pero un día, mientras jugaban junto con los niños cristianos, sonó la campana de la iglesia para la oración, los niños cristianos, dejaron el juego y se encaminaron hacia la iglesia, y los 9 hermanos paganos los siguieron. Al llegar a la puerta del templo, un cristiano que estaba en la entrada, los detuvo y les dijo: “Vosotros sois hijos de paganos y por lo tanto no podéis entrar en la casa de Dios”. Se marcharon cabizbajos y tristes. Otro día, de nuevo intentaron entrar por la fuerza en la iglesia, pero nuevamente fueron expulsados: “Si queréis entrar en la iglesia, hay que creer en nuestro Señor Jesucristo y ser bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y añadieron “es necesario recibir la Sagrada Comunión y unirse a la comunidad de creyentes cristianos”. Ellos decidieron recibir el bautismo y esto trajo la alegría de la comunidad cristiana.
El presbítero de la iglesia local, valientemente, sin temor a las represalias paganas, llevó a los niños en una noche fría de invierno y los bautizó en el río helado. Según la leyenda, mientras eran bautizados, el agua fría se puso caliente y una multitud de ángeles se hicieron presentes en la celebración. Muy firmes en su fe, los 9 hermanos, decidieron quedarse en la comunidad cristiana y no regresar con sus padres. Cuando sus progenitores se enteraron que se habían bautizado en la fe cristiana, fueron a buscarlos y los golpearon e insultaron. Durante 7 días, sin comer ni beber, soportaron heróicamente los maltratos, y permanecieron firmes en la fe, hasta que fueron enterrados vivos en el lugar donde fueron bautizados, allí les arrojaron piedras hasta que los sepultaron con ellas.
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Beata ISABEL DE FRANCIA. (1225-1270)
Martirologio Romano: En Longchamp, suburbio de París, en Francia, beata Isabel, virgen, que, siendo hermana del rey san Luis IX, renunció a matrimonio de realeza y a ventajas mundanas y fundó un monasterio de Hermanas Menores, con las que sirvió a Dios en humildad y pobreza. Única hermana de san Luis IX, rey de Francia. Isabel se cría en la corte paterna bajo los cuidados de su madre, la beata Blanca de Castilla, que infundió en ella, como en su hermano Luis, los más fervorosos sentimientos religiosos. Ya de pequeña aprendió a amar a los pobres y a emplear mucho tiempo en los actos de piedad y culto divino.Solicitó su mano el príncipe Conrado, hijo y heredero del emperador Federico II. La propuesta fue acogida con satisfacción por la reina viuda beata Blanca de Castilla y por su propio hermano san Luis, y al papa Inocencio IV, a quien se había dado noticia de la petición, le pareció buena para soldar la paz entre los príncipes cristianos y le escribe a Isabel diciéndole que contaría con su bendición. Pero Isabel contesta al Papa que ella ha hecho voto de virginidad y que desea mantener su consagración a Dios. Inocencio IV contesta a la princesa que no puede menos que alabarla por esta deliberación y que la animaba a proseguir en tan santo propósito. Isabel prosigue entonces en medio de la corte llevando una vida dedicada a la caridad y a la piedad y puede ver cómo su hermano Luis, llevado de un alto idealismo, marcha a las Cruzadas, donde sus armas no consiguen el triunfo esperado sino que incluso es apresado y a gran precio recupera la libertad. Estando su hermano ausente, muere su madre Blanca.
A partir de entonces ya no se cree necesaria en la Corte y piensa poner en práctica el propósito concebido de fundar un convento de clarisas en el que pasar el resto de sus días. Su hermano le da la oportuna licencia y surge así el convento de Longchamp el año 1257, que ella coloca bajo la advocación de la Humildad de Nuestra Señora. Parece claro que, aunque la Orden Franciscana presenta a Isabel como monja de la Segunda Orden y con ese título se confirmó su culto, en realidad ella nunca profesó ni emitió los votos religiosos. Vivió en un ala del convento, en una especie de casa aparte, no en las celdas de las monjas, y continuó su costumbre de generosidad extrema con los pobres. De esta forma además evitó el que las monjas la pudieran elegir abadesa. Su vida fue santa: toda ella dedicada a la oración, la penitencia y las buenas obras, pudiendo ser vista en éxtasis con que el señor la favorecía. Murió con fama de santidad.
Santa MARGARITA DE CORTONA. (1247-1297)
Martirologio Romano: En Cortona, de la Toscana, santa Margarita, que profundamente conmovida por la muerte de su amante, borró los pecados de su juventud con una penitencia saludable, pues recibida en la Tercera Orden de San Francisco, se entregó a la contemplación de Dios y fue favorecida por especiales carismas. Margarita de Bartolomeo nació en Laviano, cerca de Cortona, y fue hija de un labrador; perdió a su madre a los seis años, y poco después, una madrastra amargó su niñez con celos y desdenes. Era una muchacha de extraordinaria hermosura, en la comarca decían que parecía una princesa, y que desde luego era digna de un príncipe. Encontró a un joven y apuesto caballero de Montepulciano, llamado Arsenio, que era marqués y que la convenció para compartir su vida, prometiéndole que algún día sería su esposa. Margarita tenía 16 años y durante nueve años más fue la amante del marqués a quien dará un hijo. En 1273, el caballero murió apuñalado, su perro fue quien le enseñó el lugar donde estaba el cadáver de su amante, y esto la convirtió. Margarita lo dejó todo y volvió con su hijo a casa de sus padres, que le cerraron las puertas, después de confesarse públicamente en la iglesia de su ciudad de todos sus pecados.En Cortona encontró la protección de unas piadosas damas: Marinaria y Romería Moscari, que la encaminaron hacia los franciscanos, uno de los cuales, fray Giunta Bevegnati, será su director espiritual. Se hizo Terciaria franciscana en 1276, edificó a todos con sus mortificaciones y su caridad, fundó el hospital de Santa María de la Misericordia (1278), cuidó a parturientas y enfermos, trabajó para los pobres, mientras que a su alrededor se daba el chisme y la calumnia. Murió a los 50 años dejando la síntesis de su experiencia mística en una frase: "la salvación es fácil, basta amar". En los últimos años, en sus ansias de soledad, se encerró en una ermita que había al pie del pueblo, pero antes había confiado a su hijo a un preceptor de Arezzo, y siguió su vida y estudios en la lejanía, hasta que se hizo fraile franciscano. En su habitación no había más que un montón de juncos que le servían de lecho. Su cuerpo está incorrupto y sobre su tumba se produjeron muchos milagros. Patrona de Cortona.
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Beato DIEGO CARVALHO. (1578-1624)
Martirologio Romano: En la ciudad de Sendai, en Japón, beato Diego Carvalho, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que, después de soportar injurias, cárceles y caminatas realizadas en pleno invierno, con fe intrépida confesó a Cristo, junto con sus compañeros, en el suplicio del agua helada. Nació en Coimbra (Portugal). Ingresó en los jesuitas en el 1594 y en el 1600 fue enviado a la India, donde fue ordenado sacerdote. En el 1609 se trasladó al Japón y allí trabajó incansablemente en los alrededores de Kioto, o de Miyako como se le llamaba entonces, hasta 1614, cuando estalló la terrible persecución. No se sabe a ciencia cierta si el padre Diego fue deportado o si se retiró por órdenes de sus superiores, pero el caso es que, al finalizar aquel año, partió de Macao con el padre Buzomi para iniciar una misión en Conchinchina. Pero en 1617, regresó al Japón y pasó el resto de su vida bajo condiciones muy arduas, en los distritos más boreales de la isla central. Por lo menos en dos ocasiones llegó hasta Yezo (llamada ahora Hokaido) y fue el primer sacerdote cristiano que ofició la misa en aquel lugar. También allí tuvo contacto con los aínos, de quienes dejó una interesante descripción en una de sus cartas.La persecución hizo crisis en el invierno de 1623 a 1624. El padre Diego y otros cristianos fugitivos, escondidos en un remoto valle entre las colinas, fueron al fin descubiertos por las huellas que dejaron sobre la nieve. Existe un terrible relato sobre la brutalidad con que aquellos hombres fueron tratados después de su captura. A pesar de que se había desatado una tormenta de nieve y el frío era muy intenso, se les despojó de sus ropas hasta dejarlos medio desnudos, aguardando durante horas a la intemperie. Se les reunió atándolos en cuerda y fueron arriados para caminar a pie durante varios días, hasta Sendai. Dos cristianos del grupo, incapaces de seguir adelante, fueron decapitados allí mismo, y los soldados de la escolta probaron el filo de sus espadas cortando en pedazos los cadáveres desnudos.
Cuando llegaron a Sendai, el frío era intensísimo. El 18 de febrero, el padre Diego y unos nueve japoneses fueron despojados de las escasas vestiduras que aún les cubrían y les ataron sus manos por detrás a unas estacas clavadas dentro de agujeros llenos de agua helada. El tormento consistía en obligar a los mártires a sentarse en el agua y volverse a levantar a fin de que el hielo se formara sobre sus carnes. Al cabo de tres horas de este suplicio, se les sacaba de los agujeros y se les invitaba a renegar de su religión. Después de la primera etapa, dos de los mártires, imposibilitados para moverse, murieron sobre el suelo, a donde habían caído agonizantes. El padre Diego, quizá por habérsele dispensado algunas consideraciones durante la jornada, mostró mayor resistencia que los demás. Tras de aquella primera prueba, se puso en cuclillas a la manera japonesa y se concentró en la oración. Durante los cuatro días siguientes se hicieron nuevos intentos para convencer a los mártires de que renunciaran al cristianismo, pero sin resultado alguno.
El 22 de febrero se reanudó el tormento. Durante toda la mañana estuvieron en los charcos, rezando lo más alto que podían, alentados por el sacerdote, que no cesaba de consolarlos con sus palabras. En el curso de la tarde, siete cadáveres colgaban de las estacas y, al caer el sol, únicamente el padre Diego seguía con vida. De acuerdo con el testimonio de algunos fieles que osaron acercarse a contemplar la horrible escena, murió a la medianoche. A la mañana siguiente, los cuerpos de las víctimas fueron cortados en pedazos y arrojados al río, pero la cabeza del padre Diego y las de otros cuatro mártires fueron recuperadas y conservadas como reliquias.
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Beata MARÍA DE JESÚS D'OULTREMONT (Emilie D'Oultremont). (1818-1878)
Martirologio Romano: En Florencia, de la Toscana, beata María de Jesús (Emilia d'Oultremont d'Hooghvorst), la cual, nacida en Bélgica y madre de cuatro hijos, al quedar viuda, sin descuidar sus deberes maternos fundó y rigió la Sociedad de Hermanas de María Reparadora, confiando en el auxilio divino, y superando no pocas enfermedades, cuando regresaba a su patria terminó su terrena peregrinación, descansando en el Señor. Nació en Wégimont (Bélgica), en el seno de una familia de la nobleza, su padre era hijo del conde de Wégimont y de Warfusée y era el embajador belga ante la Santa Sede; ella misma describió en su autobiografía como se sintió llamada por Dios en un salón de baile de un palacio romano, durante una de las muchas galas a las que asistió. Su pareja de baile, el conde de Seyselle, estaba elogiando los frescos que decoraban la estancia cuando ella oyó la voz de Dios que la solicitaba para escoger entre el camino del mundo y el de Jesús. "Señor, mi vida eres tu solamente", respondió Emilie. El conde, entre tanto, intentaba devolverla a la realidad sin poder explicarse que le había sucedido a su pareja de baile.La respuesta a la llamada no llegó para Emilie sino muchos años después, cuando después de quedar viuda a los 29 años, al cuidado de cuatro hijos, decidió fundar una Congregación sin dejar de ocuparse de la formación de su familia. Tenía una gran devoción al Sagrado Corazón, a la Eucaristía y a María. Después de una visita al Papa, en 1831, escribió lo que pensaba de los pontífices de su tiempo, con los que se muestra crítica por su excesiva politización y falta de sintonía con los hombres y la ciencia. "En Roma el papa no debería ser más que padre y pontífice".
Estaba en Francia, con sus hijos, cuando fue testigo de la programación de la Inmaculada Concepción. Fundó así la Congregación de María Reparadora, en la ciudad de Estrasburgo, en 1857. Tuvo que sufrir la incomprensión de su familia por el ingreso en la vida religiosa de dos sus hijas. Durante su generalato, se expandió la Congregación. Tuvo que padecer la segregación de dos comunidades, una en Córdoba, España: las Franciscanas Misioneras de María, y otra en Wexford, Irlanda: Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Vivió la incomprensión de sus hermanas de religión, la muerte de dos de sus hijas, y una gran aridez espiritual, que consiguió superar con gran fortaleza de ánimo. Murió en Florencia a los 59 años.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Papías de Hierápolis. (70 - c.150). Martirologio Romano: En Hierápolis, en Frigia, san Papías, obispo, de quien se dice que había escuchado al anciano Juan, que fue compañero de san Policarpo, y que comentó los discursos del Señor. Obispo de Hierápolis de Frigia. Contemporáneo y amigo de san Policarpo de Esmirna y de Juan el presbítero, del que fue “oyente”. Escribió un libro llamado "Exégesis de las palabras del Señor", que es un apócrifo lleno de leyendas y profecías fabulosas. Según Eusebio, su principal biógrafo, Papías fue un hombre de limitada inteligencia, divulgador de ciertas enseñanzas de Cristo y de relatos fabulosos recibidos de la tradición oral, como la alusión al milenarismo que influyó mucho entre los escritores eclesiásticos y los montanistas. Entre estos relatos estaría la horrible muerte de Judas, que, según él, sobrevivió a la horca. Está considerado como Padre Apostólico.San Pascasio de Vienne. M. 312. < Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Pascasio, obispo, célebre por su erudición y la santidad de sus costumbres.
Fue el XIº obispo de Vienne, en Francia, luego de san Simplicio. Uno de los hechos importantes de su episcopado fue el hallazgo de algunas reliquias de san Mauricio en el Ródano, adonde habían sido arrojados muchos cuerpos de los mártires de la legión tebana. El obispo, que había recibido aviso del cielo de estas reliquias, las depositó en la iglesia de los Santos Macabeos, que pasó a llamarse de San Mauricio, y desde entonces la diócesis tiene a san Mauricio como patrono. Aunque no se han conservado escritos del obispo, en los martirologios antiguos es unánime la apreciación de su alto grado de santidad, parejo con su erudición. Sus reliquias se conservan en la iglesia de Saint-Pierre de Vienne.
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http://www.aciprensa.com/podcast/santo/febrero22catedradepedro.mp3
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