INDICE
• Lea, Santa Abadesa
• Bienvenido Scotivoli, Santo Obispo
• Clemens August von Galen, Beato Obispo
• Nicolás Owen, Santo Mártir Jesuita
Beato ANTONIO COCQ
Beatos MARIANO GORECKI y BRONISLAO KOMOROWSKI
OTROS SANTOS DEL DIA
SANTA LEA, Virgen
Los que se rigen por el Espíritu de Dios,
ésos son hijos de Dios.
(Rom., 8, 14).
SANTA LEA (¿?-384) nació probablemente en Roma, en una familia de patricios, en una época en la que el número de cristianos se multiplicaba en esa ciudad.La vida de Santa Lea nos llega exclusivamente a través de los escritos de San Jerónimo, quien en una carta la menciona elogiosamente como superiora de una comunidad femenina de tipo casi monástico en una residencia en el Aventino.Santa Lea era de familia noble, y quedó viuda a muy joven edad.
Al parecer debía contraer nuevas nupcias con un ilustre personaje que estaba a punto de recibir el alto cargo de cónsul.Sin embargo, Lea renuncia al matrimonio, prefiriendo ingresar a la comunidad de Marcela, donde se estudiaban las Escrituras y se rezaba en comunidad, y donde se vivía en castidad y pobreza. Esta decisión significó un giro completo en su vida.Marcela encuentra en Santa Lea total fidelidad, tanto que le encomienda la formación de los jóvenes en la vida de la fe y en la práctica de la caridad. A la larga, Lea llegaría a dirigir el instituto.Dice San Jerónimo: “Fue tan grande su humildad y sumisión, que la que había sido señora de tantos criados parecía ahora criada de todos.”SANTA LEA nos enseña que la viudez puede abrir caminos inesperados para encontrar a Dios.
San Jerónimo nos ha dejado un hermoso elogio de Santa Lea en una carta a Santa Marcela. Lea, que había tenido muchos esclavos, abandonó el mundo y se hizo sierva de todos. Dirigió un monasterio de vírgenes, a las cuales enseñó en la virtud por sus ejemplos, mejor todavía que por sus palabras.
MEDITACIÓN SOBRE LOS HIJOS ADOPTIVOS DE DIOS
I. Jesucristo es el Hijo de Dios por naturaleza; todos los cristianos son sus hijos por adopción y gracia. Tienen a Dios por padre, a Jesucristo por hermano, al cielo por herencia. Alma mía, elevémonos a Dios, y despreciemos todo lo que no es Dios. He nacido para grandes cosas, puesto que soy hijo de Dios; no debo, pues, rebajarme hasta amar los bienes del mundo. Puedo poseer a Dios y reinar en el cielo: ¿no es bastante, acaso, para satisfacer mis ambiciones y colmar la totalidad de mis deseos? Hijos y herederos del Padre celestial, no os dejéis seducir por las riquezas de este mundo, ni por el brillo mentiroso de sus grandezas. En lo que a mi se refiere, he aprendido a pisotear la tierra y no a adorarla. (San Clemente de Alejandría).
II. Para mantener dignamente este carácter de hijo de Dios, impreso en mi alma por el santo bautismo, es menester que todas mis acciones estén animadas del espíritu de Dios. Dios no trabaja sino por su gloria; mis acciones no deben tener otra finalidad que la gloria de mi Padre celestial. Descaezco, si tengo en vista un fin menos elevado. Examinemos nuestras acciones: ¿por quién trabajamos? Si es por los hombres, perdemos nuestro tiempo. El mundo, de ordinario, es demasiado ingrato para que nos recompense dignamente de nuestros afanes, ¿acaso es agradecido?, y aunque lo fuere no puede hacerlo. (Santo Tomás Moro).
III. Si estás animado del espíritu de Dios, trabajarás con celo por su gloria, sin temer el menosprecio de los hombres, sin buscar su estima. Te bastará tener por testigo de tus acciones a Dios que debe recompensarte. En todo tiempo y lugar serás fiel al Señor, porque Él te ve siempre en cualquier parte que estés. Sea cual fuere el resultado de tus empresas, ello no te turbará; te será suficiente que Dios conozca tu buena intención. ¿Cuál es el espíritu que te anima? ¿El del mundo, es decir, el deseo de riquezas? ¿El del demonio, es decir, el orgullo? ¿El espíritu de la carne, es decir, el amor de placeres y de comodidades de la vida ? Todo esto es incompatible con el espíritu de Dios.
La obediencia a los superiores
Orad por los parientes fallecidos.
ORACIÓN
Escuchadnos, oh Dios que amáis nuestra salvación, y haced que regocijándonos con la fiesta de la bienaventurada Lea, seamos también instruidos por los sentimientos de una tierna devoci6n. Por J. C. N. S. Amén.
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/marzo22epafrodito.mp3
San BIENVENIDO SCOTIVOLI. (1188 - 1282).Martirologio Romano: En Osimo, del Piceno, en Italia, san Bienvenido Scotivoli, obispo, que, elegido por el papa Urbano IV para esta sede, trabajó por la paz entre los ciudadanos y, según el espíritu de los Hermanos Menores, quiso morir sobre tierra desnuda.
Nació en Ancona, estudió Derecho en Bolonia, junto a san Silvestre Gozzolini. Nombrado capellán pontificio, luego arcediano de Ancona. El 1 de agosto de 1263 fue nombrado administrador de la diócesis de Ôsimo, que había sido unida a la Numana por Gregorio IX en castigo por su adhesión al partido del emperador Federico II. Restablecida la sede el 13 de marzo de 1264 Urbano IV le confió su gobierno a Bienvenido, que en 1267 fue también encargado por Clemente IV del gobierno de la Marca de Ancona.
En este período ordenó sacerdote a san Nicolás de Tolentino. Fue devotísimo de san Francisco, acogió en su diócesis a los Hermanos Menores y pidió pertenecer a la primera Orden. Vistió con fervor el hábito y se empeñó en vivir el espíritu seráfico. Su penetración y afabilidad se igualaron con su paciencia y constancia, así como su espíritu de sencillez franciscana, sin dejar de lado la firmeza en la reforma que aplicó a la vida de su diócesis. Bienvenido fue un gran reformador. Por una disposición del 15 de enero de 1270 prohibió al monasterio de San Florencio de Pescivalle, del cual era administrador, enajenar los bienes. En un sínodo habido el 7 de febrero de 1273 prohibió la venta de las propiedades eclesiásticas y en 1274 puso en marcha las reformas del Capítulo de la catedral y defendió los derechos de la diócesis sobre la ciudad de Cingoli. En su ministerio episcopal siempre tuvo como única meta promover la gloria de Dios, despreciar las riquezas y las cosas del mundo, trabajar intensamente por el bien de su alma y de las almas confiadas a sus cuidados.
En su actuación sabía unir la fortaleza y la suavidad de los modales, para el triunfo de la justicia y de la paz en el vínculo del amor. Fue un verdadero y buen pastor de su rebaño y vigilante custodio de las leyes de Dios y de la Iglesia. Celoso en la predicación evangélica y en la instrucción catequística, muchas veces visitó la diócesis, celebró un sínodo diocesano en el cual dictó sabias normas para promover la disciplina eclesiástica. Promovió la cultura y la formación de los nuevos levitas, que preparaba para el sacerdocio, con palabra inspirada, con el buen ejemplo, y con su vida santa. Bienvenido murió a los 94 años de edad. Fue sepultado en la iglesia catedral de Osimo en un noble mausoleo, por disposición del clero y el pueblo. Sobre su sepulcro tuvieron lugar gracias y milagros. Patrón de Ôsimo.
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Santa LEA. M. c. 384.
Martirologio Romano: Conmemoración de santa Lea, viuda romana, cuyas virtudes y tránsito a Dios alabó san Jerónimo.
Era una dama romana, casada con un rico patricio. Vivía en un gran palacio con muchos siervos. No conocía otra cosa que la abundancia y el lujo. Al quedarse viuda, conoció a san Jerónimo y las conversaciones que tuvo con él, la llevaron a una profunda conversión y se retiró, joven todavía, a un monasterio de Roma, en la comunidad de santa Marcela. Fue una abadesa ejemplar. Cuando san Jerónimo viajaba a Roma, les explicaba las Escrituras, y desde Belén seguía la formación de aquella comunidad por medio de sus escritos.
Su mejor elogio lo hace Jerónimo en su "Carta XXIV": "¿Quién podrá alabar a santa Lea, como ella merece?. De tal manera se convirtió a Dios que mereció ser cabeza de un monasterio y madre de tantas vírgenes. Después de las ropas delicadísimas, que en el mundo había vestido, se viste ásperamente, para domar su carne; pasa noches en oración; y enseña a sus compañeras, más con su ejemplo que con sus palabras. Tan grande fue su humildad y tan sujeta, que habiendo sido antes señora de sus criados, después la tenían por criada de todos. Pero tanto más era sierva de Cristo, cuanto menos era tenida por señora entre los hombres. Su vestido era pobre y sin ningún esmero, comía cualquier cosa, llevaba los cabellos sin peinar, pero todo eso de tal manera que huía en todo de la ostentación".
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Beato ANTONIO COCQ. (1390-1458).
Antonio Le Cocq (o Le Coq) nació en Avigliana (Turín), en el seno de una noble familia. A los 20 años decidió hacerse cartujo. Ingresó en la Grande Chrartreuse de Grenoble y se distinguió por el respeto a la Regla; fue ordenado sacerdote y profesó solemnemente. Como sus cohermanos acompañó la soledad del cuerpo con la total unión con Dios.
Su ejemplo comenzó a ser seguido y su nombre fue conocido fuera de la cartuja. A pesar de su joven edad tenía frecuentes visitas de gentes del común y de nobles. Transcurridos seis años, para no molestar la quietud del monasterio, el Capítulo General lo trasladó a Italia, entre las montañas de Chiuda Pesio, en Mondovì. Sus días transcurrían entre la oración, la austeridad y el estudio. Amaba pintar. La humildad de Antonio aumentaba como crecía la estima de cuantos le conocían. Cuando celebraba la misa se conmovía y a veces entraba en éxtasis. Tenía el don de discernimiento de espíritus y el don de profecía.
Los duques de Saboya y el Rey de Francia lo buscaban por su doctrina y santidad. A Yolanda de Francia, le dedicó un tratado sobre el libro de Job. Contra la duquesa, futura regente, se desatará el odio de sus cuñados. Yolanda tenía por el beato una gran estima y le pidió que hospedara a su hermano Luis. El heredero quería desde hacía tiempo el trono y su padre ordenó su arresto.
Una situación así obligó al delfín, con poca escolta, a refugiarse en la cartuja con nuestro beato, que le dijo que no era correcto ambicionar la corona antes de tiempo. Le predijo la reconciliación con su padre y su subida al trono, como sucedió en 1461. Luis XI pasó a la historia por reunir bajo su dominio la mayor parte del territorio francés, prosiguiendo el trabajo de su padre de unidad y estabilidad después de la terrible Guerra de los Cien Años.
Antonio fue un fecundo escritor aunque sus obras nunca fueron editadas. Escribió un “Liber consolationis”. También compuso un estudio sobre la cartuja que también se perdió. Después de 48 años de vida religiosa murió con fama de santidad. Como era norma de los cartujos fue sepultado sin ningún monumento. En la Orden Cartuja se la ha dado el título de beato, no confirmado porque los cartujos por humildad no lo pidieron a Roma.
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San NICOLÁS OWEN. (1560-1606).
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, san Nicolás Owen, religioso de la Compañía de Jesús y mártir, que durante muchos años estableció escondites para reparo de sacerdotes, por lo cual, bajo el rey Jacobo I, fue encarcelado y cruelmente torturado en el potro hasta exhalar el espíritu, habiendo confesado gloriosamente a Cristo Señor.
Nació en Inglaterra y era carpintero y bajo de estatura, era conocido familiarmente como «pequeño Juan» y «pequeño Miguel», y también se hacía pasar con los nombres de Andrews y Draper. Su confesor, quien lo había conocido desde su infancia, asegura solemnemente que conservó su inocencia bautismal, sin mancilla, hasta la muerte.
Cuando comenzó la persecución de los católicos durante el reinado de Jacobo I se dedicó a esconder sacerdotes perseguidos, gracias a sus cualidades artesanales y su destreza para encontrar lugares seguros. Salvó la vida a incontables sacerdotes católicos ocultándolos detrás de muros, en cámaras subterráneas y pasajes inaccesibles.
Cuando hacía ya algunos años que prestaba esos servicios, el padre Garnet lo admitió en la Compañía de Jesús por el año de 1580. Nicolás fue el primer inglés entre los hermanos legos, aunque por razones obvias, su relación con la orden se guardó en secreto.
Eludió a las autoridades durante casi 20 años, hasta que finalmente consintió en ser capturado en lugar de un sacerdote al que había ocultado. Fue torturado para que revelara el escondite de los católicos, se le aplicó el potro de forma brutal, pero sus labios permanecieron sellados. Nicolás fue puesto en libertad, mediante una suma de dinero que pagó un caballero católico, porque según testimonio del padre Gerard, sus servicios como inventor de escondites para los sacerdotes eran indispensables para ellos y muchos otros.
Pronto demostró Nicolás que podía hacer algo más que esconder católicos: podía sacarlos de la prisión. Por dos veces fue detenido y torturado, y cuando fue arrestado por tercera vez se negó a dar información sobre la "Conjura de las pólvoras"; fue enviado a la Torre de Londres, cuyo carcelero, Wade, profesaba un odio fanático hacia la fe católica. Wade mantuvo a su víctima colgado, día tras día, a veces durante seis horas seguidas, a pesar de que Owen se encontraba enfermo y tenía una hernia, la cual le ceñían con una banda de acero. Owen rehusó firmemente contestar a las preguntas de Wade y afirmó que únicamente hablaría a Dios, invocando la ayuda de Jesús y de María. Al fin, el prolongado esfuerzo a que fue sometido estiró tanto el cuerpo del mártir, que sus entrañas se rompieron en forma espantosa. La banda de acero rasgó y ensanchó la herida y, en medio de terrible agonía, el hermano Nicolás pasó a recibir su recompensa eterna.
Al fin, después de haber servido fielmente durante 20 años, Se hicieron intentos para vilipendiarlo y atribuir su muerte al suicidio, pero su valor era conocido demasiado bien y la calumnia no fue aceptada.
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Beatos MARIANO GORECKI y BRONISLAO KOMOROWSKI. M. 1940.
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Stutthof en Danzing en Polonia, beatos Mariano Gorecki y Bronislao Komorowski, sacerdotes y mártires, que, durante la ocupación militar de la patria de parte de secuaces de una doctrina hostil a la religión, murieron fusilados por odio a su fe.
Mariano nació en Poznan, hijo de Tomás y Petronila. Fue ordenado sacerdote en 1928. Trabajó como vicepárroco en Leszno, Komin y Wolsztyn, trasladándose en 1933 a Gdansk, cuyo obispo le confió la parroquia polaca de Nuestra Señora de Czestochowa de Gdansk-Nowy Port, para la atención pastoral de los muchos polacos que la frecuentaban. Allí realizó una magnífica labor sacerdotal. El mismo día de la invasión nazi de Polonia en 1939 fue arrestado y llevado al Victoria Schule, donde fue torturado sin piedad. Al día siguiente lo llevaron al campo de concentración de Stutthof, siendo tratado con la mayor brutalidad, lo que sobrellevó con gran paciencia. El Jueves Santo de 1940, junto con Bronislao Komorowski fue fusilado en el campo de concentración.
Bronislao nació en Barlozno (Polonia) en el seno de una familia de campesinos. Estudió en el seminario de Peplin y fue ordenado sacerdote en 1914. Entre 1915 y 1924 estuvo destinado en la parroquia de San Nicolás en Gdansk, la entonces ciudad libre extraterritorial. En 1937 el obispo de Gdansk erigió una parroquia personal, la de San Estanislao Obispo y Mártir, que encomendó a Bronislao, quien tuvo que ocuparse de la construcción del templo parroquial. Pero hubo una fuerte protesta por parte del sector alemán de la ciudad, prevalente en el senado de la ciudad, que hizo que el obispo diera marcha atrás. De todos modos nuestro beato trabajó a favor de los polacos de la ciudad, fundando y dirigiendo asociaciones de fieles, incluso en el campo universitario granjeándose el amor de todos los polacos de Gdansk. Fue arrestado el mismo día de la invasión de la Alemania nazi a Polonia, y al día siguiente lo enviaban al campo de concentración de Stutthof, donde sufrió toda suerte malos tratos y humillaciones, hasta que fue fusilado junto con Mariano Gorecki.
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Beato CLEMENTE AUGUSTO GRAF VON GALEN. (1878-1946).Martirologio Romano: En Münster, Alemania, beato Clemente Augusto Graf von Galen, obispo de Münster.
Nació en el castillo de Dinklage, en Oldenburg (Alemania), en el seno de una noble familia. Ordenado sacerdote en 1904. Durante un breve período fue vicario cooperador de la catedral de Münster; luego fue nombrado vicario cooperador de la iglesia de San Matías en Berlín. Comenzó así una actividad sacerdotal en Berlín que duró 23 años. Trabajó durante algunos años como cooperador en la parroquia de San Clemente, luego fue nombrado párroco de San Matías en Berlín-Schöneberg. Allí vivió los años terribles de la I Guerra Mundial. En 1929 fue nombrado párroco de la iglesia de San Lamberto en Münster.
Fue elegido obispo de Münster en 1933 al comienzo del periodo nazi. Eligió como lema: “Nec laudibus, nec timore” (Ni por alabanzas ni por amenazas me desviaré de los caminos de Dios). En su primera carta pastoral, en 1934, desenmascaró la ideología nazi. En los años siguientes defendió la libertad de la Iglesia y de las asociaciones católicas, así como la enseñanza de la religión. En un sermón de la catedral de Xanten, en 1936, acusó abiertamente al régimen nazi de discriminar a los cristianos, encarcelarlos y hasta matarlos.
Firmísimo en los derechos de la Iglesia y de la moral cristiana frente al nazismo, fue nombrado cardenal en 1946. Denunció con firmeza desde un primer momento -Le llamaban “el León de Münster”- la política contra la Iglesia del régimen, así como la introducción de ritos neopaganos. En 1934 confutó las tesis del ideólogo nazi Alfred Rosenberg y, en 1937, se dedicó con todas sus energías a difundir la encíclica de Pío XI contra el nazismo "Con viva preocupación". A partir de 1941 se pronunció en varias ocasiones contra la eutanasia de personas con enfermedades mentales, así como la política racial del régimen nazi. Murió al poco tiempo después de una operación quirúrgica. Está sepultado en la capilla de San Ludgero de la catedral de Münster.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Epafrodito. s. I.
Martirologio Romano: Conmemoración de san Epafrodito, al que san Pablo apóstol llama hermano, cooperador y compañero de los combates.
San Pablo, dice que era un apóstol enviado a los filipenses (Fil 2,25); por esta razón se piensa que Epafrodito fue el primer obispo de Macedonia. Parece que había nacido en Filipos, donde Pablo le habría convertido.
Cuando Pablo se encontraba prisionero en Roma, los filipenses le enviaron a Epafrodito con el dinero de una colecta, además de ropa y otros menesteres que necesitaba Pablo en su prisión; pero lo mejor de todo es que Epafrodito se presentaba como ayudante de la evangelización.
Conmovido Pablo les escribió una carta que les llevaría Epafrodito; a su regresó enfermó gravemente, pero una vez curado, Pablo volvió a enviarle con la Carta a los Filipenses, que es la que se conserva. Después regresó con Pablo.
En los antiguos catálogos aparecen otros dos santos del mismo nombre, uno obispo de Andriacia en Licia y el otro obispo de Terracina, y todos parece ser que son la misma persona.
San Pablo de Narbona. M. 250.
Martirologio Romano: En Narbona, al sur de la Galia, en la vía Domitia, fuera de la ciudad, sepultura de san Pablo, obispo y mártir.
San Gregorio de Tours escribió que Pablo fue ordenado sacerdote en Roma y enviado a la Galia a predicar el evangelio, obteniendo muchos frutos en Narbona, y organizador de la iglesia de las Galias. Es el apóstol de Narbona y primer obispo de la ciudad. Habría fundado la iglesia de Béziers a cuya cabeza puso a su discípulo san Afrodisio de Béziers. Parece que murió mártir.
Una leyenda posterior le identifica con el procónsul Sergio Paulo convertido por san Pablo (At 13). Esta identificación se explica por el deseo de hacer remontar la fundación de la iglesia de Narbona a los tiempos apostólicos, como ya ocurriera con otras diócesis. Patrón de Narbona y de Rochecuouart, en Limousin, donde son veneradas sus reliquias.
Santos Calínico y Basilisa. M. 251.
Martirologio Romano: En Galacia, hoy Turquía, santas Calínico y Basilisa, mártires.
Estos dos santos recibieron culto desde antiguo, tanto en Oriente como en Occidente. Sin embargo, la tradición textual en torno a ellos es muy confusa: en muchos martirologios (incluida la versión anterior del Romano) aparecen como dos mujeres: Calinica y Basilisa, pero en los menologios más antiguos (y conforme a ellos fue corregido en el Romano actual), el primero de los dos es varón:
También con la fecha de inscripción hubo algunas vacilaciones, encontrándose el 21 de marzo, el 22, e incluso el 26. En los actuales Menologios ortodoxos aparecen como dos mujeres.
Eran dos ricas matronas de Galacia que gastaron su fortuna para socorrer a los cristianos encarcelados y animarlos, hasta que, descubierta su actividad, las degollaron.
No hay una "Vita" de estos mártires, pero en un menologio griego transmite la pequeña anécdota de que Basilisa era una viuda acaudalada, que daba de su dinero al joven Calinico para que alimentara y ayudara a los cristianos encarcelados que esperaban el martirio. La obra de estos dos llegó a oídos de las autoridades, y fueron apresados y -dado que no quisieron apostatar- muertos por decapitación. Esto ocurrió posiblemente en época de la persecución de Decio.
San Basilio de Ancira. M. 362.
Martirologio Romano: En Ancira, en Galacia, san Basilio, presbítero y mártir, que, al ser designado emperador Constancio, resistió enérgicamente a los arrianos, y bajo el emperador Juliano rogó a Dios para que ningún cristiano se apartase de la fe, por lo cual, apresado y entregado al prefecto de la provincia, hubo de padecer mucho hasta consumar su martirio.
Fue un presbítero de Ancira en Galacia, cuando era el obispo Marcelo; se distinguió por su oposición al arrianismo de forma que en el 360 los obispos arrianos le prohibieron mantener asambleas eclesiásticas; pero no hizo caso de la injusta orden y defendió la fe católica ante el mismo emperador Constancio. Cuando, años más tarde, Juliano el Apostata, restableció la antigua religión romana, Basilio predicó contra esta medida en todas la comunidades cristianas.
Fue detenido y torturado. Mientras tanto, Juliano se marcho de Constantinopla hacia Antioquía con el fin de preparar su expedición persa. Cuando llegó a Ancira, Basilio fue conducido ante el emperador y fue cruelmente martirizado, porque reprendió a Juliano por su paganismo y le profetizó que pronto perdería el trono. Sus Actas parecen auténticas, aunque en el relato de su martirio hay mucha imaginación.
San Octaviano y compañeros. M. 484.
Archidiácono de la iglesia cartaginesa; sufrió martirio en esta ciudad junto a varios miles de compañeros, durante la invasión del rey vándalo arriano Unnerico.
Hugolino Zefiniri. Beato. (c. 1320 - c. 1367).
Natural de Cortona. Todavía adolescente, a causa de unas disputas ciudadanas, fue exiliado a Mantua donde, en el 1336, ingresó en los agustinos del convento de Santa Inés. De regreso a su tierra, en el 1354, Hugolino se consagró a Dios en la reciente Orden de los Ermitaños de San Agustín, querida del papa Alejandro IV como la unión de grupos de ermitaños en vida cenobítica según la espiritualidad de san Agustín. Aquí recibió una formación específica intensa en santidad de vida, en el amor por el estudio, de manera particular de la Sagrada Escritura, en empeño de la evangelización y de la formación espiritual y cultural, en la busca de la soledad, ascesis, oración y penitencia.
Después de dedicarse al apostolado, sus superiores le enviaron a Cortona, donde llegó precedido de una fama de santidad, pero pensando en que podía caer en la vanagloria se retiró a un lugar solitario llamado de San Onofre, donde vivió en soledad. Sus restos mortales se veneran en la iglesia de San Agustín de Cortona.
Francisco Luis Chartier. Beato. (1762-1794)Martirologio Romano: En Angers en Francia, beato Francisco Chartier, sacerdote y mártir, que durante la revolución francesa murió guillotinado por su sacerdocio.
Nació en Marigné (Mayenne), Francia. Presbítero, vicario en la parroquia de Soeurdres, cargo que tuvo que abandonar cuando se negó a jurar la Constitución Civil del Clero. Arrestado y encarcelado, liberado con la llegada del ejército vandeano, y se dedicó en la clandestinidad a sostener la fe de los católicos y distribuir los sacramentos.
En 1794 es aprehendido nuevamente, y esta vez condenado a muerte como rehusante. Su martirio por decapitación en la guillotina se consumó el 22 de marzo de 1794, precedido y también seguido por otros mártires de la región de Angers, que han sido beatificados por SS Juan Pablo II en 1984.
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