Santoral del 29 de Abril



INDICE

Santa Catalina de Siena
San Torpetes
San Severo de Nápoles
San Hugo, Abad de Cluni
Otros santos del día
San Wilfrido El Joven
Santos: Paulino, Severo, obispos; Agapio, Secundino, Tíquico, Torpetes, Emiliano, mártires; Roberto (Bob, Boby), monje; Tértula, Antonia, vírgenes.


SAN PEDRO DE VERONA, Mártir
Estad vosotros apercibidos, porque a la hora que
menos penséis ha de venir el Hijo del hombre.
(Mateo, 24, 44).


San Pedro de Verona renunció desde su infancia a los errores de los cátaros. Las promesas y amenazas de sus padres fueron impotentes para hacerlo vacilar en la constancia de su fe. Entró en la orden de Santo Domingo, y vivió en ella con tanta inocencia que se asegura que jamás cometió ningún pecado mortal. Ardientemente pedía a Dios la corona del martirio. Sus deseos fueron escuchados. Nombrado inquisidor de la fe, se atrajo el odio de los herejes, y uno de ellos, que lo acechó en el camino de Como a Milán, le hendió la cabeza con un mandoble de espada, en 1252.


MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTA CATALINA

l. El corazón de Santa Catalina ardía del fuego del amor de Jesucristo. Abrasaban las llamas de este amor en su celo por la salvación de las almas, en su compasión por los pecadores, los pobres y los enfermos y tu corazón ¿a quién pertenece? ¿A las riquezas y a los placeres? Entonces es insensible al lamento de los pobres y a las inspiraciones del amor divino. ¡Señor! haced que os ame a Vos solo, y si amo algo más que lo haga por Vos. Dadme un corazón que Os ame. (San Agustín).


II. Presentóle el Señor dos coronas, una de oro y otra de espinas, y la Santa eligió la de espinas, diciéndole que quería reproducir en ella la Pasión de su divino Maestro y gozarse en las penas y sufrimientos. Tú, en cambio, quieres en esta vida rosas y placeres; pronto se marchitarán las rosas y te quedarán espinas para toda la eternidad; porque es difícil gozar los bienes de este mundo y los del cielo. (San Jerónimo

III. El pensamiento continuo de la presencia de Dios la hizo salir victoriosa de todas sus tentaciones. Recogíase interiormente pensando en la Pasión de Jesucristo, en los castigos de los condenados y en su propia nada; estas consideraciones tornábanla insensible a las persecuciones de los hombres y hacíanla invencible a los asaltos del demonio. Piensa en Dios y en las verdades eternas, y nada temas ni desees en este mundo. Ahora no piensas sino en la tierra, por que tu tesoro y todas tus esperanzas están en la tierra y no en el cielo. Tu corazón y tu espíritu estarían en el cielo si allí estuviese tu tesoro. (San Euquerio).

Meditar sobre la Pasión
Orad por vuestro obispo.

ORACIÓNEscuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y haced que la fiesta de la bienaventurada Catalina, vuestra virgen, al mismo tiempo que regocija nuestra alma, la enriquezca con sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/abril29catalinadesiena.mp3



Santa CATALINA DE SIENA. (c.1347 - 1380). Doctora de la Iglesia.
Martirologio Romano
: Fiesta de santa Catalina de Siena virgen y doctora de la Iglesia, patrona de Europa y de Italia, que habiendo entrado en las Hermanas de la Penitencia de Santo Domingo, deseosa de conocer a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, se esforzó en asemejarse a Cristo crucificado y trabajó también enérgica e incansablemente por la paz, para que el Romano Pontífice regresara a la Urbe y por la unidad de la Iglesia, dejando espléndidos documentos llenos de doctrina espiritual.

Fue la penúltima de 25 hermanos, de la familia Benincasa, y había nacido en Siena el mismo año que irrumpió la “peste negra” (1347-1352) en toda Europa. Una tarde volviendo a su casa tuvo una visión de Cristo vestido de pontífice acompañado de santos Pedro y Pablo. En el transcurrir de los años, esta visión la acompañará siempre en su amor aposionado a la Iglesia y en concebirla como una institución apostólica.

A los 15 años, para evitar el matrimonio concertado por su madre (Monna Lapa), se hizo Terciaria dominica en las Hermanas de la Penitencia (Mantellate) de Santo Domingo. Por consejo de su confesor, que en la infancia le leía la "Leyenda Áurea", de la que le había impresionado la vida de santa Eufrosina, decidió cortarse los cabellos y vestir un hábito particular que (por revelación de santo Domingo) constaba de vestido blanco, velo blanco, manto negro y cinturón de cuero. A lo largo de cuaresmas enteras su único alimento fue la Eucaristía; los superiores dominicos pensando que era una penitencia que ella misma se imponía le obligaron a comer y ella con gran sencillez respondió: "comeré pero no puedo evitar que mi cuerpo expulse la comida ya que no admite nada mas que la Eucaristía". Vivió en sí la pasión de Cristo con una frase: "Amar y padecer por Ti". Tenía una gran veneración por santa Inés de Montepulciano, y a su tumba realizó varias peregrinaciones. Dio muestras de gran abnegación durante la peste de 1374. Por espacio de tres años no abandonó su celda, salvo para ir a la iglesia, y no habló con nadie ni una palabra excepto con su confesor. En la soledad de su retiro experimentó la amorosa ternura de Cristo, que se presentaba en sus contínuos éxtasis.

En el 1377 fundó en su ciudad un convento, en el cual permaneció, sin embargo, poco tiempo, después que contempló que su misión estaba en la restauración de las almas y de la Iglesia. Se impuso la reforma de la Iglesia a base de corregir a sus ministros por el excesivo lujo, la simonía y la corrupción. Su vida tiene importancia trascendental en la historia de la Iglesia, ya que luchó denodadamente para procurar el regreso de los papas de Aviñón, contribuyó a convencer al papa Gregorio XI para que abandonase Aviñón y regresara a Roma. Llamaba al Papa "el dulce Cristo en la tierra". Sus buenas dotes consiguieron la vuelta del Pontífice a su sede de Roma; luchó contra el Cisma de Occidente reuniendo a toda Italia en torno del papa san Urbano V. "Animo padre, que yo os digo que no hay necesidad de temblar". Uno de sus mayores éxitos fue que el papa Gregorio XI levantara el interdicto a la ciudad de Florencia y que se restableciera la comunión y la paz entre la ciudad toscana y el papado.

Sus escritos, "Los Diálogos de la Divina Providencia", lo que tuvo que dictar, ya que no sabía escribir (aunque este particular parece que no es cierto, y que si tenía sabía leer y escribir por un don divino); aunque Dios le concedió el don de poder interpretar lo escrito, sin conocer el significado de las letras, todo ello para confundir los distintos tribunales de la Inquisición a la que fue sometida por sus superiores dominicos. En momentos de gran tribulación, pues los tenía muchísimos, por las grandes purificaciones que padecía decía: "¿Donde estabas, Esposo Mío, que así me dejaste sola con mis pruebas? -Dentro de tu corazón estaba yo, esforzándote y complaciéndome con tu fidelidad". Ante la duda que muchas veces supone no saber qué camino elegir, ya que el diablo se mete por donde puede, Catalina aconsejaba: " Si cuando voy a acometer una acción siento que mi corazón conserva su paz sin la más leve sombra de duda, entonces mi acción goza del beneplácito de Dios, en cambio si hay duda, o justificación o una cierta inquietud, entonces no es de Dios".

Tuvo que defenderse en el Capítulo general de los dominicos (1374), celebrado en Florencia, por esa actividad político-religiosa; por eso fue sometida al control y dirección de su confesor, el beato Raimundo de Capua. Este, al redactar su biografía, nos habla de los estigmas invisibles impresos en su cuerpo, que sólo fueron conocidos tras su muerte (los autores dicen que la estigmatización fue un invento de los dominicos para competir con san Francisco de Asís); así como su desposorio místico con Cristo, que es una copia del de santa Catalina de Alejandría. Pese a sus esfuerzos los resultados de su acción fueron aparentemente escasos. Aunque una de las anécdotas de su vida está en la conversión del condenado a muerte Nicolás Tulco, al que consiguió, en el momento de subir al patíbulo, dándole todo el amor que fue capaz (en la sociedad de la época no se comprendió su abrazo y gestos de afectividad), convertirle de su desesperación y hacerle morir en paz. Murió en la soledad de Roma, en un éxtasis de amor, después de ocho semanas de fuertes dolores y tentaciones diabólicas. Su cuerpo reposa en la iglesia dominica de Santa María sopra Minerva, cerca de la tumba de fra Angélico. Pero su cabeza está en Siena. Es copatrona de Europa y patrona de Italia. FIESTA.
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San TORPETES M. c. 68.Martirologio Romano: En Pisa, de la Toscana, san Torpetes, mártir.

Oficial de la guardia de Pisa. Parece que murió decapitado durante la persecución de Nerón. Las leyendas que hay sobre su vida no son fiables. Su cuerpo fue echado al mar y llegó hasta Saint-Tropez. Se dice que san Pablo lo nombra en la Epístola a los Filipenses, cuando dice: "os saludan los hermanos que están conmigo, sobre todo aquellos de la casa de Cesar".
Según la leyenda, Torpetes era un patricio del grado ecuestre durante la época del emperador Nerón. Su nombre completo era Caius Silvius Torpetius y era nativo de Pisa.
Se convirtió al cristianismo gracias a san Pablo. Profesó su fe durante una ceremonia en la que se rebeló contra Nerón por considerar que Diana no era la creadora del universo y después se profesó cristiano. Nerón, que parece le tenía estima, le pidió a su asistente que le convenciera para que volviera a la religión de sus padres. Cuando Torpetes se negó a hacerlo, Nerón le mandó decapitar. Otra variante de la leyenda es que Torpetes abandonó Roma y viajó a Pisa, pero fue reconocido como cristiano por el prefecto local, Satellicus, que le ejecutó.

La cabeza de Torpetes fue lanzada al río Arno (y más tarde fue reclamada por Pisa). Su cuerpo fue colocado en un barco abandonado con un gallo y un perro, para que se comieran el cadáver. El barco flotó hacia Liguria.
Una santa mujer llamada Celerina tuvo una premonición, en un sueño, de la llegada del cuerpo del santo a la población donde ella habitaba. El barco llegó a la ubicación actual de Saint-Tropez (San Torpes), no muy lejos del cementerio de los marineros. El cuerpo estaba intacto. El gallo se fue volando hacia el pueblo más tarde llamado Cogolin y el perro se dirigió hacia el pueblo llamado más tarde en su honor Grimaud
La gente del lugar llamaron Saint-Tropez a su pueblo en honor a él. Sus reliquias se transportaron al mar en un barco pequeño, igual que otras leyendas de los santos de la región, tales como santa Reparata y santa Devota. Lugares en las costas de España y Portugal también se declararon los lugares donde había arribado el barco de San Torpetes. Torpetes fue venerado en Pisa, Génova y Portugal. También es considerado patrón de los marineros.
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San SEVERO DE NÁPOLES. M. 409.Martirologio Romano: En Nápoles, de la Campania, san Severo, obispo, al que san Ambrosio amó como a un hermano y su Iglesia como a un padre.

Obispo de Nápoles, fue un célebre taumaturgo, alabado por san Ambrosio de Milán; según la leyenda resucitó a un hombre para que pudiera testimoniar en favor de su viuda.
En el catálogo de los obispos napolitanos ocupa el duodécimo lugar; de su vida anterior a su ministerio episcopal, no se sabe prácticamente nada.

San Severo sirvió su episcopado de febrero de 363 al 29 de abril de 409, por lo tanto algunas décadas después de la libertad de culto establecida por Constantino a favor de los cristianos; fue ciertamente un período en que las dos religiones, pagana y cristiana, fueron obligadas a convivir, y los retrocesos al paganismo fueron frecuentes.
Su obra se desarrolló después de estos retornos al paganismo y los violentos ataques de los heréticos arrianos. La Iglesia de Nápoles, con la guía iluminada de san Severo, refloreció en la fe auténtica del cristianismo; restableció en la ciudad las obras de su predecesor san Máximo quien murió en el destierro en Oriente, durante la persecución arriana.
Hace falta decir que san Máximo fue el décimo obispo de Nápoles y san Severo el duodécimo, entre los dos estuvo el usurpador arriano Zosimo, quien durante sus seis años de episcopado, retornó a la fe original, por lo que si está legítimamente considerado como el 11° obispo.

Varios documentos antiguos confirman que se ganó, no sólo consideración y cariño de los cristianos, sino también la de los paganos. Fue amigo de san Ambrosio obispo de Milán, a quien tuvo ocasión de conocer durante el Concilio plenario realizado en el 392 en Capua.
Le son atribuidas la construcción de cuatro basílicas: una de ellas, fue dedicada al Salvador, de esta antigua basílica llamada luego San Giorgio el Mayor, ha quedado tan sólo la cúpula. A Severo es atribuida también la construcción del célebre Baptisterio de Nápoles, siendo el más antiguo de occidente. Fuera de los muros de la ciudad, Severo hizo construir una basílica cementerial, dónde hizo colocar las reliquias del obispo san Máximo y que parece fue incluso su primera sepultura.
San Severo también es patrono de la ciudad y diócesis de San Severo, en la provincia de Foggia.
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San HUGO DE CLUNY. (1024-1109).Martirologio Romano: En el monasterio de Cluny, en Borgoña (hoy Francia), san Hugo, abad, que gobernó santamente su cenobio durante sesenta y un años, mostrándose entregado a las limosnas y a la oración, mantenedor y promotor de la disciplina monástica, atento a las necesidades de la Iglesia y eximio propagador de la misma.

Nació en Semur en Brionnais, y descendía de la casa ducal de Borgoña. Su padre, Dalmacio, señor feudal, sin ley y sin conciencia, intentó formar a su hijo en sus mismos principios, pero Hugo, formado por su santa madre, logra primero irse al lado de su tío, el Obispo de Châlons. Después de servir brevemente en la guerra, entró al servicio del Papa. Frecuentó la escuela catedralicia de Auxerre o de Châlons-sur-Saône (1030-1035). Ingresó en la abadía de Cluny en 1039. El señor de Semur, que había visto en su hijo un joven despierto, de buena presencia y dotes envidiables, montó en cólera ante aquella decisión. No obstante, y contra la voluntad paterna, Hugo quedóse en Cluny. Aquel espíritu bravío y despótico llegó, sin embargo, a sentirse luego orgulloso de su hijo, pues pasando una vez cerca de la Abadía, quiso por curiosidad verlo con el áspero sayo monacal. Y su amor paternal, renacido, vio tantas gracias en el joven Hugo, que confesó no haberlo visto nunca tan digno de aprecio. Desde entonces no volvió a molestarle con reflexiones ni reprimendas.
A los 20 años fue ordenado sacerdote y a los 25 elegido Abad General para toda la Orden por los monjes (y no designado por su predecesor). A partir de aquel momento y durante una muy larga existencia, se consagró por entero a las dos obras fundamentales de su vida: la defensa y pureza de la fe y la organización definitiva cluniacense.

Durante su mandato mandó construir la iglesia abacial y organizó la peregrinación a Santiago de Compostela. Ejerció este cargo entre 1049 al 1109, durante este tiempo fue consejero de Papas; fue consultado y respetado por todos los soberanos de Europa y gobernó más de mil monasterios y casas sufragáneas con gran severidad y justicia, a pesar de que en aquel tiempo había una gran depravación de costumbres entre el clero. Le encontramos en los Concilios, en las elecciones pontificias, animando la cruzada, poniendo paz entre los emperadores y los pueblos que se agitan en la frontera oriental del imperio; al lado de los reyes y príncipes, confundiendo a los herejes, recorriendo en su mulilla abacial todos los países, para implantar los principios renovadores, emanados de Roma, deponiendo, si era preciso, a los abades y obispos indignos. Cluny se convirtió en un centro de reforma de toda la Iglesia.

La iglesia abacial de Cluny, la iglesia más grande de su época, fue bendecida por el papa san Urbano II (también monje de esta abadía). Hugo y el papa san Gregorio VII, (también monje cluniacense) contribuyeron a promover el profundo renacimiento de la vida religiosa que caracterizó el siglo XI en toda Europa occidental; estuvo con el papa en Canossa, cuando el emperador de Alemania, Enrique IV, se humilló ante el Pontífice, gracias a la mediación de Hugo que tenía grandes y estrechas relaciones con el Imperio. El emperador Enrique III le miraba con veneración profunda: “Recibir tus cartas -le escribía- es uno de mis mayores contentos y satisfacciones. Sé muy bien el ardor con que te entregas a las cosas divinas; nada tengo que decir a tu negativa de venir a la Corte, alegando las distancias; te disculpo, con la condición de que vengas a Colonia para sacar de pila y dar tu bendición paternal al hijo que me acaba de nacer”. Accedió Hugo: santificó al niño en las fuentes bautismales y éste, más tarde Enrique IV, lo llamará, por ello, su padre. Tales eran las relaciones del Abad de Cluny con el perseguidor de san Gregorio VII; mas tal amistad no le hizo jamás vacilar en su deber, hasta el punto de poder asegurarse que, aparte de san Pedro Damián, su gran amigo, no tuvo el Papado más poderoso auxiliar y generoso defensor. Gregorio VII lo invitaba por ello para consultarle en sus grandes apuros y recibir el consuelo en sus tribulaciones.

Fundó el hospital de Marcigny, donde amaba curar él mismo a los leprosos y en el mismo lugar el monasterio para religiosas “para que las mujeres pecadoras que quisieran escapar de los lazos del mundo y arrepentirse de sus faltas, tuvieran también abierta la entrada en el cielo”. Hacia 1105, hizo construir y decorar con pinturas la capilla del priorato cluniacense de Berzé la Ville en Mâconnais.
Sus mejores sentimientos de gratitud fueron, en todo momento, para Alfonso VI de Castilla, que se había mostrado espléndido con la gran Abadía borgoñona. Había anexado a ella las principales abadías de su reino, como Nájera, Dueñas y Carrión, y había colocado monjes cluniacenses en casi todas las sillas episcopales de León y Castilla. Durante su reinado, los cluniacenses del abad Hugo eran dueños de los monasterios, obispados y casi hasta de la Corte del monarca. Todo ello era posible porque nuestro Santo, de un espíritu muy superior a su época, sabía dominar a los más fuertes caracteres; vigilar la vida de miles de monjes; y hacerse cada día más merecedor del apelativo de “Grande”.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Tíquico. s. I.
Martirologio Romano:
Conmemoración de san Tíquico, discípulo de san Pablo apóstol, al que, en sus epístolas, llama hermano carísimo, ministro fiel y consiervo en el Señor.
Discípulo de san Pablo (At 20, 4; 21, 29) y su colaborador (Col 4,7; Ef. 6, 21 ss). Se dice que murió mártir como obispo de Pafos en Chipre.

San Cristino. s. III-IV.
En 1661, el “cuerpo santo”de este mártir fue descubierto en las catacumbas de Priscilla en Roma. Las reliquias fueron donadas por el Papa Alejandro VII a la Confraternidad de la Misericordia de Portoferraio.
El sagrado depósito llegó a este pueblo un 29 de abril y desde entonces en este día se celebran las fiestas patronales. En 1764, el papa Clemente XIII concedió que san Cristino fuera festejado como patrono de Portoferrario con todos los privilegios inherentes a las fiestas de los Protectores y según la costumbre de la época fue sancionado también por el emperador Francisco I.

San Acardo de Saint-Victor. M. 1172.Martirologio Romano: En el monasterio de Lucerna, en Normandía, san Acardo, obispo de Avranches, que, siendo abad de San Víctor de París, escribió varios tratados de vida espiritual para conducir el alma cristiana a la perfección, falleciendo y siendo enterrado en esa abadía de la Orden Premonstratense, que visitaba a menudo.
Nació en Normandía, en el seno de una noble familia. Fue educado entre los canónigos regulares de Bridlington (diócesis de York), luego pasó, para perfeccionarse en los estudios, a París; aquí abrazó la vida religiosa en la nueva abadía de San Víctor. En 1155 fue elegido segundo abad de San Víctor. Escribió varios tratados de vida espiritual, para llevar a las almas a la perfección. Se le reconoce la paternidad del tratado “De discretione animae, spiritus et mentis”, falsamente atribuido con anterioridad a Adán de San Víctor.
En 1157 fue elegido obispo de Séez, pero Enrique II de Inglaterra se opuso a su consagración porque, según santo Tomás Beckett, el papa Adrián IV había favorecido la elección. En 1161 fue nombrado obispo de Avranches. Piadoso y benéfico, por su amistad con el monarca inglés obtuvo muchos favores para su diócesis y para la región entera de Normandía. Murió y fue sepultado en la abadía premonstratense de La Lucerne, de la cual había sido el principal benefactor, y quien en 1164 había bendecido la primera piedra..

San Antonio Kim Song-U. (1795-1841). Martirologio Romano: En Seúl, en Corea, san Antonio Kim Song-U, mártir, que acostumbraba a reunir en su casa a varios fieles hasta que, encerrado en prisión, fue estrangulado.
Coreano. Tenía 46 años de edad. Cuando se convirtió al catolicismo, decidió acoger en su casa a los fieles que no tenían dónde reunirse para leer las Escrituras y orar en común y así poderles ayudar durante la persecución que se desencadenó a partir del edicto de 1802 y que explotó definitivamente en 1839. Aquel año su hermano san José Chang Song-jib, boticario, había sido martirizado.
Dos años después murió mártir en Seúl, Corea, por haber reunido en su casa a grupos de cristianos. Fue estrangulado por sus verdugos en la cárcel sin tener un juicio justo. Fue canonizado en 1984.
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