Santoral del 30 de Abril



INDICE

Pío V, Santo CCXXV Papa
San GUALFARDO
Beato BENEDICTO DE URBINO
Beata MARÍA DE LA ENCARNACIÓN GUYART MARTIN
San JOSÉ BENITO COTTOLENGO
Beata PAULINA VON MALLINCKRODT
OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Mariano, Mártir -Santiago, Mártir-Beato Benito de Urbino-Beato Francisco Dickenson, Mártir -Beato Miles Gerard, Mártir-Beata Hildegarda-Eutropio, Donato, Encorvaldo, Pulcronio, Quirino, Silvio, Cirilo, obispos; Máximo, Pedro, Luis, mártires; Helias,Ullex, presbíteros y mártires; Pablo, Isidoro, monjes y mártires; Lupino, Sabina,, confesores; Amador, Afrodisio, Lorenzo, presbíteros; Genesto, monje; Sofía, virgen y mártir


Pío V, SantoCCXXV Papa
Donde está vuestro tesoro,
allí también estará vuestro corazón.
(Lucas 12, 34)



Se le recuerda principalmente como “el Papa de la victoria de Lepanto”, no porque fuera un hombre belicoso, sino porque con su autoridad y con su prestigio personal logró imponer una tregua en las discordias caseras de los Estados europeos y llevarlos a una “santa alianza” para detener la amenazadora avanzada de los turcos. El 7 de octubre la armada Cristiana obtuvo en las aguas de Lepanto una definitiva victoria contra la flota turca. Ese mismo día Pío V, que no disponía de los rápidos medios de comunicación de hoy, ordenó que tocaran todas las campanas de Roma, invitando a los fieles a darle gracias a Dios por la victoria obtenida.

Michele Ghisleri elegido Papa en 1566 con el nombre de Pío V, nació en Bosco Marengo, Provincia de Alessandria (Italia) en 1504. A los 14 años entró a la Orden de los dominicos. Una vez ordenado sacerdote, atravesó todas las etapas de una carrera excepcional: profesor, prior del convento, superior provincial, inquisidor en Como y en Bérgamo, obispo de Sutri y Nepi, cardenal, grande inquisidor, obispo de Mondoví, y Papa. Pío V fue sobre todo un gran reformador. Entre las reformas que promovió, siguiendo el concilio de Trento,Pío V, Santorecordamos la obligación de residencia para los obispos, la clausura de los religiosos, el celibato y la santidad de vida de los sacerdotes, las visitas pastorales de los obispos, el impulso a las misiones, la corrección de los libros litúrgicos, la censura de las publicaciones.

La rígida disciplina que el santo Pontífice impuso a la Iglesia fue también norma constante de su vida. Vivía el ideal ascético del fraile mendicante. Condescendiente con los humildes, paterno con la gente sencilla, pero sumamente severo con cuantos comprometían la unidad de la Iglesia, no dudó en excomulgar y decretar la destitución de la reina de Inglaterra, Isabel I, a sabiendas de las consecuencias trágicas que esto acarrearía a los católicos ingleses. Pío V murió el 1 de mayo de 1572, a los 68 años de edad. Fue canonizado 22 de mayo de 1712 por el Papa Clemente XI


MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA Y MUERTE DEL PECADOR

I. El pecador vive en tinieblas y en ceguera. Las pasiones oscurecen en él las luces de la razón y de la fe. No consulta como a regla de su conducta, sino su placer, su interés y los deseos de su corazón desordenado. Si siguiese las luces de la razón, ¿se expondría acaso a suplicios eternos por placeres tan breves y tan vanos? ¿Si se comportase según las luces de la fe, buscaría por ventura con tanto afán las riquezas, que son tan grande obstáculo para la salvación de muchos?

II. El pecador recobra en el momento de la muerte estas hermosas luces de la razón y de la fe que durante su vida se habían oscurecido. Entonces la razón le hace ver cuán insensato fue en trabajar toda la vida para amontonar riquezas perecederas, para hacerse de amigos que no quieren o no pueden socorrerlo. La fe le representa, en todo su horror, los suplicios del infierno en los cuales no quiso pensar cuando gozaba de perfecta salud. Despabílase entonces del profundo adormecimiento en el que vivió; abre los ojos a esta horrible realidad que no quiso prever.

III. En esta diferencia que existe entre la muerte y la vida del pecador, hay sin embargo un punto en que concuerdan: ha vivido como impío, muere como impío. Los santos mueren santamente, porque han vivido santamente; los malvados perseveran en el crimen en el momento de la muerte porque en él perseveraron durante la vida. ¿Quieres saber cómo morirás? Mira cómo vives.

La constancia
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN

Dios omnipotente, haced benignamente que imitemos con un celo digno de Vos la fe del bienaventurado Pedro, vuestro mártir, quien, por la propagación de esta misma fe, mereció recibir la palma del mar tirio. Por J. C. N. S

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/abril30piov.mp3

San PÍO V. Papa (1566-1572). (1504-1572).Martirologio Romano: San Pío V, papa, de la Orden de Predicadores, que, elevado a la sede de Pedro, se esforzó con gran piedad y tesón apostólico en poner en práctica los decretos del Concilio de Trento acerca del culto divino, la doctrina cristiana y la disciplina eclesiástica, promoviendo también la propagación de la fe. Se durmió en el Señor en Roma, el día primero del mes de mayo.

Se llamaba Antonio Ghislieri y nació en Bosco Marengo en Alessandría (Italia), en el seno de una humilde familia de campesinos. A los 14 años ingresó en los dominicos observantes de Voghera y tomó el nombre de Miguel Alejandrino; fue enviado a Bolonia, donde se doctoró y, fue ordenado sacerdote en 1528, en Génova. Enseñó Teología en varios lugares, durante 16 años de éxitos; se distinguió en el gobierno de la provincia dominicana lombarda; fue nombrado inquisidor en la diócesis de Como y tuvo que huir para salvar su vida porque lo quería matar un mercader al que había denunciado por difundir libros protestantes. Marchó a Roma en 1550, donde consiguió la destitución del obispo de Bérgamo por falta de ortodoxia, y una vez más tuvo que huir de Roma para salvar su vida. Fue nombrado inquisidor de toda Lombardía por el papa Julio III. Con 50 años, fue elegido obispo de Sutri y Nepi. En el 1557, fue creado cardenal (denominado el "cardenal alejandrino") e Inquisidor general del mundo cristiano por Pablo IV (más tarde cayó en desgracia bajo Pío IV). Fue trasladado a la sede de Mondoví donde llevó a cabo las reformas tridentinas: restableció la paz, reformó los abusos y restauró el esplendor de aquella Iglesia.
A pesar de su oposición, fue elegido Papa en 1566, tras una agitado cónclave en el que patrocinó su elección san Carlos Borromeo, sobrino del difundo Pío IV. Le ayudaron en su pontificado los santos Pedro de Alcántara, Felipe Neri, Francisco de Borja, Juan de Dios, Catalina de Ricci y Teresa de Jesús.

De carácter austero y severo, fue el hombre justo para combatir la falta de disciplina de muchos ambientes eclesiásticos e incluso de la curia romana. Emprendió en la ciudad de Roma una reforma de las costumbres, inspirada al par en la caridad con los humildes y la justicia inflexible con los poderosos, imponiéndose a sus adversarios por su severidad, intransigencia y santidad personal. Fundó nuevos montes de piedad y favoreció los que había fundado el franciscano Bernabé de Terni. Aplicó con energía los decretos del concilio de Trento (que él concluyó), publicó el famoso Catecismo que lleva su nombre, mientras, vivió como un religioso en el Vaticano: celebrando misa diaria (cosa inusual para la época), muy caritativo y rezando el rosario. Decidió que las sumas que se gastaban en las fiestas fueran a parar a los pobres: "Los bienes de las iglesia, son de los necesitados". Abolió las corridas de toros en Roma por considerarlas una diversión pagana; desterró de la misma ciudad a los vagos y castigó con severidad la profanación de los días festivos y las blasfemias. Invalidó y decretó nulos los testamentos hechos por eclesiásticos a favor de sus hijos bastardos; revocó el permiso que tenían los alemanes para comulgar bajo las dos especies; ordenó quitar las sepulturas que se alzaban en forma de mausoleo en medio de las iglesias. Su reforma litúrgica, con la publicación del "Misal Romano" y el "Breviario", implicaba todas las demás en los diferentes sectores: prescribió la residencia de los obispos, la clausura de los religiosos, las visitas pastorales de los obispos, el celibato y la castidad de la vida del clero y, por fin, la "Summa Theologica" de santo Tomás como texto para las universidades. Fundó la Congregación para el Índice. Ayudó generosamente a los caballeros de Malta cuando fueron sitiados por los turcos. En una época de escasez en Roma, importó grano a sus propias expensas desde Sicilia y Francia

En su gobierno chocó con soberanos católicos como el emperador Maximiliano II de Alemania, por la cuestión luterana; igualmente con Carlos IX, por la cuestión de los hugonotes; por fin, con Isabel I de Inglaterra, a la que envió un decreto de destitución en 1569 y el apoyo a María Estuardo (provocando la reacción de la reina contra los católicos, con la consecuencia de la excomunión por parte del Papa: "Regnans in excelsis", 1570. También fue inflexible en la lucha contra las herejías, pero al mismo tiempo delicado con las personas: por ejemplo, con Bayo, a quien condenó, 79 proposiciones (sin citar expresamente ni su nombre ni su obra) en 1567. Sus oraciones y su confianza en María, Auxilio de los Cristianos, acompañaron el triunfo de Lepanto (1570), y desde entonces se extiende la advocación del rezo del Rosario en todo el mundo católico. El mismo Solimán decía: "Tengo más temor de las oraciones del Papa que del ejército del emperador Maximiliano". Tuvo una dolorosa muerte, a causa de unos cálculos renales, que supo vivirla con paciencia. Está enterrado en la basílica romana de Santa María la Mayor. MEMORIA FACULTATIVA.
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San GUALFARDO. M. 1127.Martirologio Romano: En Verona, en la región de Venecia, san Gualfardo, quien, oriundo de Alemania y guarnicionero de profesión, después de pasar varios años en la soledad fue recibido por los monjes del monasterio de San Salvador, cerca de la ciudad.

Nació en Augsburgo, y de profesión guarnicionero (talabartero), Gualfardo, obedeciendo a su deseo interior de una vida todo entregada a Dios, después de haber transcurrido algún tiempo en Verona, se apartó en soledad eremítica, como hicieron muchos jóvenes hombres de la Edad Media, en un lugar cerca del Adige.

Sobre el ejemplo de san Remedio de Trento, ermitaño en el Val di Non en Trentino, pasó en este lugar solitarios veinte años de aislamiento, luego algunos barqueros que navegaron por el río lo descubrieron, obligándolo así a trasladarse a Verona cerca de la iglesia de San Pedro. Después de cierto tiempo, pasó a la iglesia de la Santísima Trinidad fuera de los muros de la ciudad y por fin fue acogido caritativamente como oblato, por los monjes camaldulenses de San Salvador de Corteregia en Verona, con los que permaneció durante diez años hasta su muerte.

Mediante la oración incesante, las vigilias nocturnas, los ayunos, las penitencias, logró llegar a los más altos grados de la contemplación y santidad; todo lo anterior estaba entretejido con gracias tales como equilibrio, serenidad, modestia y prudencia, que reflejaban su paz interior y su íntima unión con Dios. Un monje contemporáneo, que fue el autor de la primera hagiografía de san Gualfardo, describió el fervor que aquel ponía en la santa conversación con los fieles y con los camaldulenses; además relató muchos milagros que obró en vida y después de muerto. Murió en el convento de Verona.
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Beato BENEDICTO DE URBINO (Marco Passionei). (1560-1625).Martirologio Romano: En Fossombrone, del Piceno, en Italia, beato Benedicto de Urbino, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que fue compañero de san Lorenzo de Bríndisi en la predicación entre husitas y luteranos.

Marco nació en Urbino, miembro de la ilustre familia de los Passionei. Quedó huérfano a los diez años; de carácter reflexivo, fue enviado a las universidades de Perusa y de Padua, donde obtuvo las licenciaturas en Filosofía y en Leyes. De ahí se dirigió a Roma a la corte del cardenal Juan Jerónimo Albani; pero pronto debió regresar a Urbino a causa de dificultades familiares. Entretanto maduraba su vocación religiosa, de modo que a los veintitrés años pidió ser admitido en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Su constitución frágil y delicada creó serios obstáculos, que fueron superados por su tenaz insistencia y las óptimas condiciones morales del postulante.

Finalmente en 1585 fue admitido a la profesión religiosa, en la cual tomó el nombre de Benedicto. Realizados los estudios sagrados fue ordenado sacerdote y aprobado para el ministerio de la predicación, al cual se dedicó con fervor de alma y simplicidad de palabra. Escogido como compañero por san Lorenzo de Brindisi para la misión entre los husitas y los luteranos en Bohemia en 1599, debió pronto regresar a la patria a causa de la delicada salud y la dificultad para aprender la lengua local. Prosiguió la predicación, dedicándose especialmente a la educación de los jóvenes, y sobre todo al empeño ascético. Desempeñó los oficios de guardián de los conventos Cagli, Fano, Pesaro, Osimo e Fossombrone y definidor de la Provincia.

Profundamente humilde, evitaba cuanto pudiera producirle honores. Hablaba poco y cuando lo hacía primero pedía perdón por sus faltas. No toleraba que nadie hablara mal de los demás, especialmente si estaban ausentes. Con paciencia y resignación toleró las enfermedades que martirizaban su frágil cuerpo hasta reducirlo a piel y huesos. Se flagelaba con disciplinas de hierro y llevaba a la cintura el cilicio. Se alimentaba escasamente, siempre viajaba descalzo, dormía poco, muchas las horas consagradas a la oración, a la predicación y al confesionario. Para él, el sufrir era gozar, el sufrimiento lo asemejaba al Crucificado. “El dolor es prenda segura de eterna felicidad”. Con tiempo predijo su muerte, que esperó sereno y gozoso como su seráfico Padre para volar al cielo.
Al acercarse la última hora, pidió el viático y la unción de los enfermos, que recibió piadosamente; entregó su alma en manos del Señor, en Fossombrone, en el convento de Montesacro, donde se conserva su cuerpo. Sus funerales fueron una solemne manifestación de piedad y de veneración. Los milagros hicieron glorioso su sepulcro.
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Beata MARÍA DE LA ENCARNACIÓN GUYART MARTIN. (1599-1672).Martirologio Romano: En Québec, en Canadá, beata María de la Encarnación (María Guyart Martin en el mundo), la cual, siendo madre de familia, después de la muerte de su esposo confió a su hijo, aún pequeño, a los cuidados de su hermana e, ingresando en las Ursulinas, estableció la primera casa de este Instituto en Canadá, distinguiéndose por su actividad.

Nació en en Tours, en el seno de una familia muy humilde y, a pesar de sentir muy pronto la vocación religiosa, fue en 1617 dada en matrimonio al comerciante Claudio Martin, que murió a los dos años, dejándole un hijo, también llamado Claudio. Y aunque todavía hubo de trabajar un tiempo como administradora de una empresa de su cuñado, ya en 1621 hizo voto de virginidad perpetua.
En esos mismos años, de trabajos y ajetreos, tuvo notables visiones de la Trinidad y de Cristo, recibiendo en 1627 la gracia mística del matrimonio espiritual. En 1631, después de muchas incomprensiones familiares, ingresó, por fin, en las Ursulinas de Tours, en donde su vida mística alcanzó más altos vuelos. Tomó el nombre de María de la Encarnación.

En 1639, con la joven María de San José, pasó a América para fundar en Quebec (Canadá). Guardando allí clausura conventual, fue desde entonces el alma de las misiones en la Nueva Francia. Son años de altísima vida mística, reflejada en admirables escritos y en miles de cartas. María de la Encarnación, en medio de guerras y revueltas, incertidumbres y martirios, avances misionales y retrocesos, fue como el corazón de la Iglesia naciente, ayudando a unos, aconsejando a otros, y animando a todos.
Para entrar mejor en la vida misional, aprendió pronto las lenguas nativas, el iroqués, el montañés, el algonquino y el hurón, hasta el punto de que compuso diccionarios y catecismos. Uniendo a la oración y a la penitencia su palabra encendida, convertía con la gracia de Dios a las personas, llamándolas a perfección. Su mismo hijo Claudio llegó a ser un excelente benedictino, y escribió más tarde la biografía de su madre. En una ocasión confesaba la Beata: "Gracias a la bondad de Dios, nuestra vocación y nuestro amor por los indígenas jamás han disminuido. Yo los llevo en mi corazón e intento, muy dulcemente, mediante mis oraciones, ganarlos para el cielo. Existe siempre en mi alma un deseo constante de dar mi vida por su salvación". María de la Encarnación murió en Quebec con gran fama de santidad.
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San JOSÉ BENITO COTTOLENGO. (1786-1842).Martirologio Romano: En Chieri, cerca de Turín, en el Piamonte, san José Benito Cottolengo (Giusseppe Benedetto Cottolengo), presbítero, que, confiando solamente en el auxilio de la Divina Providencia, abrió una casa para acoger a toda clase de pobres, enfermos y abandonados.

Nació en Bra, Piamonte. Hijo de una familia de clase media, recibió de su madre el amor a los pobres. Ingresó en el seminario de Asti en 1805 y logró vencer su carácter iracundo convirtiéndose en un joven humilde y modesto. Fue ordenado sacerdote en 1811 y fue destinado a su pueblo natal, pasando luego como coadjutor a Corneliano d’Alba, donde se dedicó a obras caritativas y sociales.

Marchó a Turín, donde se doctoró en Teología y en 1818 fue nombrado canónigo de la iglesia de Corpus Domini en Turín. En esta etapa (1825-1827), experimentó una fuerte crisis interior: el temor al castigo eterno y la exigencia de plantearse la vida en la vivencia radical del cristianismo, todo ello le llevó a despegarse de lo material, para buscar, mediante la oración y la ascesis personal, de una nueva espiritualidad. Se inscribió en la Tercera Orden Franciscana. Un día fue llamado para atender a una moribunda, y al conocer su historia llena de miseria, le hicieron vender todo lo que tenía. De su casa hizo un lugar donde recoger a todos los enfermos que eran rechazados de los hospitales; y en 1831, fundó en Valdocco, la "Piccola Casa della Divina Providenza", que era una casita muy pobre con el fin de recoger a todos aquellos que el mundo rechazaba: los enfermos incurables, los niños idiotas, sordomudos, tullidos, epilépticos, cancerosos, viejos con males sin solución. Atender a los que nadie quería, sólo porque eran hijos de Dios. Puso su obra, el Pío Instituto de la Divina Providencia, bajo el patrocinio de san Vicente de Paúl y el lema era “La caridad de Cristo nos urge”. Muy pronto una joven intrápida, María Nasi Pullini, con otras compañeras se dedicó al servicio de los acogidos, y de ahí surgirían las Hermanas Vicencianas o Damas de la Caridad.

No contaba con ningún medio y se dejó llevar por la Providencia, de manera que esta empresa se convirtió en una de las empresas de caridad más importante de los tiempos modernos. La asistencia medica fue en un principio totalmente gratuita: se vivía al día, no se llevaban cuentas, se aceptaban todos los enfermos que llegaban, no había más previsión que la idea fija de que Dios no descuida a sus hijos. Aquella "pequeña casa" llegó a ser una villa, después una aldea y por último un pueblo. Aquello era un milagro todos los días. José solía decir que el "Banco de la Providencia no quiebra"; y que lo mismo le da a Dios cuidar de 500 que de 5.000. Le parecía que ser previsor era una ofensa a Dios, que cuida de los pobres mejor que nosotros.
Dentro de la Casa de la Providencia formó varias congregaciones religiosas femeninas: activas, de clausura, penitentes; varias masculinas, como los Padres de la Santísima Trinidad, los Hermanos de San Vicente, el seminario de Santo Tomás. La Casa tuvo reconocimiento civil del rey Carlos Alberto que le estimaba muchísimo. Murió agotado en Chieri.
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Beata PAULINA VON MALLINCKRODT. (1817-1881).Martirologio Romano: En Paderborn, en Alemania, beata Paulina von Mallinckrodt, virgen, fundadora de las Hermanas de la Caridad Cristiana, para atender a los niños pobres y ciegos y auxiliar a los enfermos y pobres.

Nació en Minden, Westfalia. Es la mayor de los hijos de Detmar von Mallinckrodt, de religión protestante y alto funcionario de gobierno del estado de Prusia y de su esposa, la baronesa Bernardine von Hartmann, de religión católica, originaria de Paderborn. De su madre hereda una fe profunda, un gran amor a Dios y a los pobres y una férrea adhesión a la Iglesia católica y a sus pastores. Herencia paterna son la firmeza de carácter, los sólidos principios, el respeto hacia los demás y el cumplimiento de la palabra empeñada.
Parte de su niñez y juventud pasa Paulina en Aquisgrán, adonde fue trasladado su padre. Por la temprana muerte de su madre, Paulina, cuando sólo cuenta 17 años de edad, toma en sus manos la dirección de su casa y la educación de sus hermanos menores. En Aquisgrán, con sus amigas, cuida enfermos, niños y jóvenes.
Cuando su padre se retira del servicio estatal y se instala con su familia en Paderborn, prosigue Paulina su actividad caritativa. Invita y entusiasma a señoras y jóvenes a colaborar en el cuidado de enfermos pobres; pero ante todo le parece necesaria la educación e instrucción de los niños pobres.

Funda para ellos una guardería y acoge niños ciegos para cuidarlos e instruirlos. Impulsada por la fuerza de la gracia, organiza la Liga Femenina para el cuidado de los enfermos pobres. Luego funda un jardín de infantes para atender a los niños de las madres que deben trabajar fuera de su hogar para ganar el sustento diario de la familia. La fundación de este “kindergarten” en 1840 fue una idea novedosa y de avanzada para proteger y dar un ambiente de contención y afecto a estos niños que no podían ser cuidados por sus madres.
Llega hasta las chozas de los pobres para aliviar sus miserias; los ayuda, consuela, exhorta y ora con los enfermos, sin temer ni la suciedad ni los contagios, sino por el contrario, lo afronta todo con una sonrisa dedicando gran parte de su vida en un incansable servicio en favor de los que sufren. "Nunca he encontrado a una persona como ella; es difícil describir la imagen tan atrayente y emotiva de su vivir en Dios" escribe en una carta su prima Bertha von Hartmann.

En 1842 poco después de la muerte del señor von Mallinckrodt, le confían a Paulina el cuidado de unos niños ciegos muy pobres. Ella los atiende con la exquisita afabilidad que la caracteriza. Y como Dios sabe guiar todo según sus planes, son los niños ciegos los que darán origen a la Congregación, porque a Paulina la admiten en distintas congregaciones religiosas pero no así a los ciegos. Paulina pide una vez más consejo a Monseñor Antonio Claessen quien después de escucharla atentamente y de hacer mucha oración le hace ver que ella está llamada por Dios a fundar una Congregación. Y obtenida la aprobación del Obispo de Paderborn Monseñor Francisco Drepper, el 21 de agosto de 1849 funda la Congregación de las Hermanas de la Caridad Cristiana, Hijas de la Bienaventurada Virgen María de la Inmaculada Concepción con tres compañeras más. Pronto se abren otros campos de actividad: hogares para niños y escuelas.
Bendecida por la Iglesia, la Congregación florece y se extiende rápidamente en Alemania; pero como toda obra grata a Dios, debe ser probada por el sufrimiento; la prueba no tarda en llegar. El Canciller von Bismark emprende en 1871 una dura lucha contra la Iglesia católica. Una tras otra ve la Madre Paulina cómo se van cerrando y expropiando las casas de la Congregación en Alemania. Las casas de la joven Congregación fueron confiscadas, las Hermanas expulsadas, la fundación parecía llegar a su fin. Pero justamente así produjo frutos, se extendió por Estados Unidos e Hispanoamérica. En América se las conoce como Hijas de la Inmaculada Concepción.
A fines de década de 1870 la persecución religiosa terminó en Alemania y las Hermanas pudieron volver desde Bélgica a su patria donde prosiguieron con su obra. La Comunidad había crecido en integrantes y en misiones durante los años de opresión. La Madre Paulina volvió a Paderborn después de su viaje a América en 1880. A los pocos meses, ante el dolor de las Hermanas, la Madre Paulina enfermó gravemente de neumonía y murió.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Eutropio de Saintes. s. III.
Martirologio Romano:
En Saintes, en Aquitania, san Eutropio, primer obispo de esta ciudad, que había sido enviado a la Galia, según la tradición, por el Romano Pontífice.
Dicen que habló con Jesús y que fue uno de los presuntos compañeros de san Dionisio de París. Nació en Persia, habría asistido a la multiplicación de los panes y peces realizado por Jesús y a la entrada de Cristo en Jerusalén. Después de la muerte de Jesús viajó a Roma donde fue recibido por el papa san Clemente I que lo envió a predicar a la Galia. Consagrado obispo de Saintes, consiguió convertir y bautizar a la hija del gobernador llamada santa Estela. El padre hizo que lo mataran. Fue dilapidado; otros autores dicen que le cortaron la cabeza. Saintes guarda su cráneo hendido. Su leyenda es una compilación hagiográfica copiada de la pasión de otros mártires.

Santa Sofía de Fermo. M. c. 250. Martirologio Romano: En Fermo en las Marcas, santa Sofía, virgen y mártir.
Mártir en Fermo (Italia), durante la persecución de Decio. Investigaciones reciente piensa que es la misma santa Sofía, madre de santas Fe, Esperanza y Caridad celebrada el 30 de septiembre.


Santos Diodoro y Rodopiano. s. IV.
Martirologio Romano:
En Afrodisia en Caria, en la actual Turquía, santos Diodoro y Radopiano, mártires, que, durante la persecución del emperador Diocleciano, fueron lapidados por sus conciudadanos.
Dos diáconos martirizados en la provincia de Caria en Asia Menor, durante la persecución de Diocleciano.

San Mariano de Acerenza. M. 303.
Era un joven diácono de la iglesia de Acerenza (Italia) en la época del santo obispo Marcelo, amigo de san Laviero del que imitó su corage en la predicación del Evangelio. Fue martirizado en Grumentum (la actual Grumento Nova en la provincia de Potenza) donde fue decapitado durante la persecución de Diocleciano. Sus restos se encuentran en la catedral de Acerenza. El patrono menor de Acerenza.

San Donato de Evorea. s. IV.
Martirologio Romano: En Evorea, en el Epiro, san Donato, obispo, que en tiempo del emperador Teodosio brilló por su eximia santidad.
Obispo de Evorea de Epiro (Albania); de su santidad dan testimonio Sozomeno y algunos escritores griegos. Vivió en época del emperador Teodosio. Se le atribuyen muchos milagros asombrosos.
En Venecia fue muy venerado y se dice que sus reliquias están depositadas en la isla de Murano.

San Pomponio de Nápoles. M. 536.
Martirologio Romano:
En Nápoles, de la Campania, san Pomponio, obispo, que construyó una iglesia dedicada a la Santísima Virgen dentro de la ciudad y, en tiempo de la ocupación por los godos, defendió a su grey contra la herejía arriana.
Obispo de Nápoles (508-536); fue un ferviente adversario del arrianismo, entonces protegido por el rey Teodorico. Construyó la iglesia de María Madre de Dios en Nápoles.

San Augulo de Viviers. s. VII.
Martirologio Romano:
En Viviers a lo largo del Ródano en Neustria, hoy Francia, san Aulo o Augulo, obispo, que se dice abrió en esta ciudad el primer hospital y liberó a muchos esclavos.
La tradición nos ha transmitido que san Augulo o Aulë, obispo de Viviers, consoló a los cautivos y redimió a los esclavos, algo inusual en aquellos tiempos que en una diócesis se aboliera la esclavitud.
Después de la muerte de san Augulo, se construyó una iglesia en el lugar donde había estado su casa, pero en 1567, a causa de las guerras de religión, la iglesia fue destruida. Sus reliquias se depositaron en la catedral y según el "Canon de Banne", un manuscrito del s. XIV, que narra una leyenda de nuestro santo, nos muestra que tuvo una veneración por el pueblo.

San Erconwaldo. M. 693.
Martirologio Romano
En Barking, en Inglaterra, muerte de san Earconvaldo, Erconvaldo o Earconvald, obispo de Londres, que fundó dos monasterios, uno de varones, que presidió él mismo, y otro de mujeres, que puso bajo la autoridad de su hermana, santa Ethelburga.
Hijo de unos de los heptarcas ingleses. Se retiró al reino de los sajones orientales donde fundó dos casas religiosas: la abadía de Christsey en Surrey para varones y el convento de Barking en Essex para mujeres. Fue abad de la primera y su hermana santa Ethelburga abadesa de la segunda. En el 675 fue elegido obispo de de Londres por san Teodoro de Tarso. Fue un varon pruduente en el gobierno. Su tumba en la catedral de San Pablo fue punto de devoción de los londinenses hasta que fue destruida durante la Reforma.

Santa Hildegarda de Vintzgau. M. 783.
Un historiador del siglo IX la califica de “nobilissiman piissimanque reginam” (nobilísima piísima reina). Descendiente de Godofredo, duque de Alemania y de la alta nobleza suaba, Hildegarda era hija de Pabo, conde de Thurgan (otros textos dicen que lo era de Hildebrando, conde de Suabia). Era todavía una adolescente cuando se casó con Carlomagno (771), después de que hubiera roto su tercer matrimonio con la hija de Desiderio, rey de los Longobardos, y cuyo matrimonio no había sido aprobado por el papa Esteban IV.
Hildegarda fue ejemplar en la vida cristiana, sea en familia que en la Corte, tuvo 9 hijos, de los cuales tres murieron muy temprano, durante los doce años de su matrimonio. Fue fiel compañera de Carlomagno, al que acompañósiempre en sus viajes llegando hasta Roma. Fue amiga del monacato y especialmente de santa Lioba. Se la considera fundadora de la abadía de Kempten, en Suabia, donde depuso las reliquias de los santos mártires Gordiano y Epímaco. Donó una importante cantidad de bienes a la abadía de Saint-Arnoul de Metz, donde fue enterrada según su voluntad. Hay muchas leyendas sobre las curaciones acaecidas sobre su tumba.


Santos Amador, Pedro y Luis. M. 855.Martirologio Romano: En Córdoba en Andalucía en España, santos mártires Amador, sacerdote, Pedro, monje, y Luis, que durante la persecución de los moros, fueron cruelmente ejecutados por no dejar de predicar abiertamente el Evangelio de Cristo.
Amador nació en Martos, Jaén; marchó a Córdoba para cursar estudios. Ordenado sacerdote. Junto con el monje Pedro y el seglar Luis, se presentaron ante el juez y confesaron su fe cristiana, lo que les valió la decapitación en Córdoba. Sus cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir. El de Amador nunca apareció, el de Pedro fue enterrado en Peñamelaria y el de Luis en Palma del Río.

San Forannán. M. 982.
Fue un obispo irlandés que dejó su país y llegó a la abadía de Waulsort en el Mosa, se hizo benedictino, y en el 962, fue elegido abad. Marchó a Gorze para estudiar la regla monástica instaurada por el abad san Juan con intención de introducirla en Waulsort, cosa que hizo con mucho éxito.

San Adyutor de Vernon. M. 1131. 
Martirologio Romano: En Vernon, cerca del río Sena, san Adyutor, que, hecho prisionero en una guerra y martirizado por razón de su fe, al regresar a su patria se retiró a un lugar apartado para llevar vida penitente.
Caballero normando, señor de Vernon-sur-Seine, que fue a las cruzadas con Godofredo de Buillon, allí fue apresado y huyo a nado, pero volvieron a capturarle y estuvo preso durante 17 años. Después de pedir auxilio a santa Magdalena y a san Bernardo de Tiron se adormeció, y durante el sueño se le trasladó, encadenado, desde la prisión a un bosque próximo a Vernon. Se hizo monje en la abadía de Tiron; regresó a su señorío donde llevó una vida de ermitaño. Murió en Tirón.
Esta leyenda es resultado de una contaminación con la de santa Magdalena: el arrebatamiento de la santa inspiró al hagiógrafo la fábula de san Adyutor, liberado de la prisión por los ángeles y transportado por el aire desde Palestina hasta Normandia. Patrón de Vernon.

Guillermo Southerne. Beato. (c.1569-1618). 
Martirologio Romano: En Newcastle upon Tyne, en Inglaterra, beato Guillermo (William) Southerne, presbítero y mártir, que, después de haber estudiado en Lituania, España y Douai, tras ser ordenado sacerdote entró en Inglaterra, y por esta razón, en tiempo del rey Jacobo I, sufrió atroces suplicios que le causaron la muerte.
Nació en Ketton junto a Darlington (condado de Durham), en el seno de una familia de la nobleza. Presbítero. Estudió en Lituania, España y Douai, tras ser ordenado sacerdote entró en Inglaterra, y por esta razón, en tiempo del rey Jacobo I, sufrió atroces suplicios que le causaron la muerte, en Newcastle upon Tyne, en Staffordshire.

San José Tuan. (1821-1861).
Martirologio Romano: En la aldea de An Bái, en Tonquín, san José Tuan, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que, denunciado en tiempo del emperador Tu Duc, fue detenido mientras administraba a su madre enferma los sacramentos, siendo degollado.
Nació en Tranxé, Vietnam. Sacerdote dominico vietnamita. Cuando tenía 50 años, un falso cristiano lo llamó para que administrara los últimos sacramentos a su madre. Fray José fue detenido, conducido a la cárcel, donde dio testimonio de amor a Cristo y a la Iglesia, y fue condenado a muerte por ser cristiano. Cuando caminaba al lugar del suplicio, le tiraron una cruz ante sus pies para la que la pisara. Juan le dijo: “Apartad esa cruz, y yo seguiré caminando”. Llegado al lugar del martirio, se postró de rodillas invocando el nombre de Jesús, y encomendando su espíritu al Señor. Los verdugos lo decapitaron.

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