INDICE
Juan de Ávila, SantoSacerdote
Santos ALFIO, FILADELFO y CIRINO
Santa ISIDORA “la Estúpida”
San COMGALL
San AMALARIO FORTUNATO DE TRÉVERIS
Santa SOLANGE
Beato NICOLÁS ALBERGATI
Beato IVÁN MERZ
Beato ENRIQUE REBUSQUINI.
OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Onésimo, Mártir-Santa Benedicta, Mártir-San Calepodio, Mártir-San Epímaco, Mártir-Nuestra Señora de los Desamparados-Nuestra Señora de la Alharilla-Aureliano, Agatón, obispos; Afrodisio, Gordiano, Epímaco, Palmacio, Simplicio, Félix, Blanda, Silvio, Filadelfio, Cuarto, Quinto, Dioscórides, mártires; Concesa, confesor; Calepodio, presbítero; Damián de Molokai, beato.
SAN ANTONINO o ANTOLÍN,Obispo y Confesor
No queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra,
donde la herrumbre y la polilla los consumen,
y donde los ladrones los desentierran y roban.
(Mateo, 6, 19).
No queráis amontonar tesoros para vosotros en la tierra,
donde la herrumbre y la polilla los consumen,
y donde los ladrones los desentierran y roban.
(Mateo, 6, 19).
Antonino, que entró en la orden de Santo Domingo a la edad de doce años, fue un modelo de humildad, de recogimiento y de mortificación. Jamás comió carne, y, enfermo o sano, dormía sobre una tabla. Fue menester que el Papa Eugenio IV lo amenazase con excomunión para hacerle aceptar el arzobispado de Florencia y se supo ganar el cariño de sus gentes por su bondad y caridad, pues daba a los pobres todo lo que caía en sus manos.
Pero también sabía exigir, y combatió los juegos de azar, la usura y la brujería que se practicaba en esta ciudad. No quiso mas riquezas que la virtud; todo lo que poseía dábalo a los pobres, llegando al ex tremo de vender, para socorrerlos, parte de los muebles y de la ropa. Fundó el famoso convento de San Marcos en Florencia y encargó a Fray Angélico, su compañero de noviciado y afamado pintor, la pintura de todos los ahora célebres cuadros en este convento. A pesar de su mala salud, fue nombrado Arzobispo de Florencia Murió en mayo de 1459, a los 70 años de edad.
MEDITACIÓN SOBRE LOS BIENES DEL MUNDO
I. Los bienes de la tierra, las riquezas, los placeres, los honores, no merecen tus afanes, pues no podrían hacerte mejor de lo que eres; por lo contrario, son los instrumentos de todos los crímenes. Más humilde serías, más sobrio y más casto, si fueses menos rico. La aflicción, la enfermedad y las humillaciones te hacen practicar muchas virtudes en las que ni siquiera pensarías faltándote aquéllas.
II. Por otra parte, esos bienes no te pueden hacer dichoso, porque están inficionados del temor de perder1os, y porque son imperfectos y no pueden, en consecuencia, satisfacer plenamente tus deseos. Estuviste acaso alguna vez contento, verdaderamente, aun en el momento de mayor prosperidad? ¿Tus placeres más dulces no tuvieron amargura, tus más hermosas rosas sus espinas? Salomón poseyó inmensas riquezas, gustó todos los placeres, y exclama: Vanidad de vanidades, y todo vanidad. (Eclesiastés).
III. Busca, pues, los tesoros del paraíso: son perfectos, no tienen mezcla de amargura alguna, no hay temor de perderlos y satisfacen plenamente nuestros deseos en toda su amplitud. Los Ángeles se ríen de nosotros cuando nos ven afanarnos tanto por edificar casas de barro que deberemos abandonar al día siguiente. Se sobrecogen de tristeza cuando ven que nos entregamos a placeres que nos rebajan al nivel de los animales. ¡Oh cristiano, espera y busca bienes más grandes! Coheredero de Jesucristo, ¿cómo regocijarte asociándote a los placeres del irracional? Eleva tus esperanzas hacia el soberano bien. (San Agustín).
El desprecio del mundo
Orad por las congregaciones religiosas.
ORACIÓN
Señor, haced que seamos ayudados por los méritos de San Antonino, vuestro confesor pontífice, a fin de que os encontremos misericordioso con nosotros, así como os reconocemos admirable en vuestro proceder con él. Por J. C. N. S. Amén.
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo10beatoivanmerz.mp3
San JUAN DE ÁVILA. (1499-1569). Doctor de la Iglesia.
Martirologio Romano: En Montilla, de la región de Andalucía, en España, san Juan de Ávila, presbítero, el cual recorrió toda la región de la Bética predicando a Cristo y, después de haber sido acusado injustamente de herejía, fue recluido en la cárcel, en la que escribió una parte importante de su doctrina espiritual. Patrón del clero español.
Fue conocido como “El Maestro”. Nació en Almodóvar del Campo, Ciudad Real, en el seno de una familia de ricos propietarios y judíos conversos. Cursó los estudios universitarios de Filosofía y Derecho en Salamanca hasta que en 1517 regresó a Almodóvar donde llevó una vida retirada movido por un toque de la Providencia que sufrió en Salamanca. Parece que llegó a ingresar en una Orden mendicante, pero no llegó a profesar y se salió. A los 20 años marchó a Alcalá donde escuchó a Domingo de Soto que le animó a estudiar Teología y llegó a ser bachiller. Los libros de Erasmo le influyeron mucho y no llegó a terminar sus estudios. A los 25 años fue ordenado sacerdote (1526) y dijo su primera misa en su pueblo natal junto al sepulcro de sus padres. Su herencia paterna la repartió entre los pobres porque quería ser un sacerdote pobre y se entregó a una vida de continua oración y penitencia. Decidido a ser misionero en América, pero la obediencia al obispo de Sevilla, Alonso Manrique le obligó a permanecer en Andalucía (entre otras cosas no pudo emigrar porque era de familia de cristianos nuevos). En Sevilla termino sus estudios de Teología. Predicó en Écija, Alcalá de Guadaira, Lebrija, Jerez…
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Fue un predicador austero, fogoso, que arrebataba con fuerza la conversión de sus oyentes. En 1532 el Santo Oficio se alarmó ante la vehemencia de su celo, y considerando que tal vez perturbaba el orden social e incurría en algún aspecto en la herejía luterana; por ello sufrió cárcel por algunos meses hasta que se descubrió su ortodoxia. Se piensa que en este periodo inquisitorial le obligaron a no firmar la traducción del Kempis, que por algún tiempo se atribuyó a fray Luis de Granada. La Inquisición le dijo que procurase que sus expresiones no se presentasen a malas interpretaciones. Se encardinó en la diócesis de Córdoba, donde inició una profunda amistad con fray Luis de Granada. Recorrió los púlpitos de Ecija, Priego, Montilla, Granada, Baeza, Zafra... Renunció a canonjías, al obispado de Segovia, al arzobispado de Granada, a ser confesor de Felipe II y al capelo cardenalicio. Su modelo fue san Pablo. "He oído a san Pablo, explicando a san Pablo", exclamó un teólogo dominico después de oírlo. En Granada, predicando en 1539 convirtió a san Juan de Dios, del que sería su director espiritual y ayudaría en su proyecto hospitalario.
Tuvo también otra dirigida que murió en olor de santidad, y fue la joven Sancha Carrillo. Comenzó a tener en su entorno sacerdotes que seguían su mismo género de vida y componían un grupo estable que cultivaba la espiritualidad sacerdotal y se dedicaba al apostolado de la predicación y el confesionario. Sus discípulos quisieron formar una sociedad estructurada, pero Juan pensaba que ya existía la Compañía de Jesús; muchos de ellos ingresaron en los jesuitas, entre ellos san Francisco de Borja, al que conoció en Granada cuando acompañaba el catafalco de la emperatriz Isabel. San Ignacio de Loyola mantuvo correspondencia con él, e intentó por todos los medios que ingresara en la Compañía, pero él, después de pensárselo mucho, decidió ser sacerdote secular, y apóstol de Andalucía.
Trabajó mucho con su escuela sacerdotal, por la reforma del clero. Fundó 15 colegios, entre ellos el colegio que luego será el seminario conciliar de San Carlos en Granada, y la universidad de Baeza. "Encallecer las rodillas en la oración más que gastar los ojos en el estudio" recomendó. Edificó a todos con la celebración Eucarística. "Trételo bien, que es Hijo del buen Padre", se acercó a decir un día a un sacerdote presuroso. Profesó una gran devoción a María: "más quisiera estar sin pellejo que sin devoción a María". Fue muy austero. "Con ese ruido espantaré las ovejas" dijo a un sacerdote por el fru-fru de la seda de su sotana. Escribió tratados de teología: "Sermones", "Audi, filia", "Epistolario", "Tratados del amor de Dios y del sacerdocio", "Pláticas Espirituales", "Tratados de reforma" para el concilio de Trento y el "Catecismo", en el que se basaron los textos de los padres Astete y Ripalda. En Montilla pasó los últimos años, enfermo, casi ciego, entregado a la oración, a la penitencia, al confesionario; tenía nefritis, fiebres y dolores agudos. En este período estuvo relacionado con todos los personajes de su época: san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús, san Pedro de Alcántara, san Juan de Ribera, san Francisco de Borja, san Luis Bertrán, Luis de Granada. está enterrado en la iglesia de los jesuitas. Es patrón del clero secular de España y Doctor de la Iglesia Universal.
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Santos ALFIO, FILADELFO y CIRINO. M. 251.Martirologio Romano: En Lentini en Sicilia, santos Alfio, Filadelfio y Cirino, mártires.
Los tres hermanos nacieron en Vaste, provincia de Lecce, el padre Vital pertenecía a una familia patricia y la madre, Benedicta, fue mártir. El prefecto Nigelión, cuando llegó a Vaste para indagar sobre la presencia de cristianos, realizó los primeros interrogatorios y, vista la constancia y la firmeza de los tres hermanos, decidió enviarlos a Roma, junto a Onésimo, su maestro, Erasmo, su primo y otros catorce más.
Después de los primeros suplicios fueron enviados a Puzzuoli, por el prefecto Diómedes, que mandó ejecutar a Erasmo, Onésimo y los otros catorce y envió a los tres hermanos a Sicilia al prefecto Tértulo, que estaba en Taormina; aquí fueron interrogados y atormentados y después enviados a Lentini, lugar de residencia del prefecto, con la orden que durante el camino llevaran un grueso madero en la espalda. Los tres jóvenes fueron liberados de este madero por una fuerte tempestad de viento; al llegar a Catania fueron encarcelados, y según una antigua tradición pasaron por Trecastagni, porque la vía normal a lo largo de la costa era impracticable a causa de una erupción del Etna.
En el camino hacia de Catania a Lentini obraron varios milagros y conversiones: se convirtieron los 20 soldados de escolta y su jefe Mercurio, que Tértulo hizo ejecutar. En Lentini liberaron a un niño judío poseído y enfermo y convirtieron a muchos de esta nación que fueron luego lapidados. Presentados Tértulo intentó ganárselos con lisonjas y luego con torturas y por fín fueron martirizados de modos distintos.
Todo esto ocurrió durante la persecución de Valeriano. Las hermanas Tecla y Justina les dieron sepultura en una gruta. Muy venerados en Sicilia (principalmente en Lentili de donde son patronos) y también entre los griegos.
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Santa ISIDORA “la Estúpida”. M. 365.
Su hagiografía está llena de sucesos milagrosos que la hacen poco creíble en el campo histórico y no nos ofrece información antes de su vida religiosa. Parece que era de buena familia y que se consagró al Señor en el monasterio de Tabenna, Egipto. Una vez admitida en el monasterio simuló que era idiota para poder entregarse mejor a un recogimiento absoluto, sin que la tuviesen como santa. Rechazó comer con sus cohermanas, se cubrió con trapos y se nutría sólo con el agua con el que lavaban los platos. A causa de sus acciones, sus compañeras comenzaron a despreciarla y a regañarla por cualquir pequeñez, sin que fueran capaces de hacerla cambiar de comportamiento.
Todas las hagiografías nos refieren que Isadora no se enfadó nunca, resignándose gozosa de ser juzgada como loca. La leyenda dice que Pitrim, un monje asceta del desierto, tuvo una visión en la que un ángel le ordenaba de ir al monasterio de Tabenna, y buscar a una monja que soportaba los insultos de sus hermanas sin lamentarse, acercándose con sus actos a la Pasión de Cristo. El monje se acercó al monasterio y no encontró a la religiosa, porque las monjas la tenían escondida a los visitantes con el pretexto de que estaba poseída del demonio. A pesar de esto, Isidora consiguió presentarse ante el monje y se arrodilló ante él, que como respuesta se postró en tierra y la pidió que lo bendijera. Ante las preguntas de las cohermanas, Pitrim relató su visión y les dijo: "Ojalá que todos nosotros tuviésemos la idiotez de esta mujer." e ”Isidora está en lo más alto, cercana a Dios, más que nosotros”. Después de estas palabras, según cuenta la hagiografía, las monjas le pidieron perdón por su comportamiento.
Se cuenta que un gran número de peregrinos comenzó a llegar al monasterio para hablar con Isidora y ella para evitar recibir los honores del claustro huyó a un eremo solitario donde murió.
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San COMGALL. (c.516 - c.603).Martirologio Romano: En Irlanda, san Comgall, abad, que fundó el célebre monasterio irlandés de Bangor y fue un padre sabio y un guía prudente de numerosos monjes.
Nació en el Ulster. Parece que primero sirvió como soldado, y al final de ese servicio militar dice él que estudió con san Finnian en Clonard, y en Clonmacnoise con san Kieran. Se hizo monje en el monasterio de Clonenagh. San Fintano, abad del monasterio, fue tan severo, que muchos protestaron contra sus prescripciones, sólo Comgall las acató con absoluta obediencia, de manera que pronto se convirtió en el preferido del abad y poco a poco éste le fue iniciando en las tareas de la dirección monacal. Lo encontramos luego en el Ulster, en una isla del Lago Erne, acompañado de unos pocos compañeros, siguiendo una muy severa forma de vida monástica.
Intentó pasar a Bretaña, pero fue disuadido por Lugidio, el obispo que lo ordenó, por cuyo consejo permaneció en Irlanda y se dedicó a difundir la vida monástica por todo el país.
El rey le nombró abad y fundador de la abadía de Bangor (Ben-Chor), en el golfo de Belfast (Down) en el 555, donde fue maestro de san Columbano, san Galo y del grupo de monjes que evangelizó Europa central. Redactó una de las reglas más ascéticas y severas del monacato irlandés, de manera que con frecuencia los hermanos maldecían en secreto la severa regla que tenían que obedecer. Solía decirse que la fama de Bangor venía de los santos y no de los impresionantes edificios. Parece que vivió algún tiempo en Gales, Cornualles y en Escocia.
Tuvo una gran influencia en la organización de la vida monástica irlandesa. En los últimos años de su vida padeció enfermedades muy dolorosas. Quienes se burlaban del monje decían que era el castigo de Dios por la disciplina exagerada que él siempre había ordenado y practicado. Pero Comgall llevaba sus sufrimientos con humildad y daba gracias a Dios por heberle elegido para participar del sufrimiento de Cristo.
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San AMALARIO FORTUNATO DE TRÉVERIS. (775-850/853).
Fundador de la ciencia litúrgica medieval y teólogo. Nació en los alrededores de Metz (Francia). Fue escolar de Alcuino en Aquisgrán y en Tours. Nunca fue monje, pero después del 800 fue elegido abad comendador de Hornbach; en el 809-13 fue corepíscopo de Tréveris, con jurisdicción también fuera de la ciudad (en el 811, consagró la primera iglesia en Hamburgo). En el 813 fue legado de Carlomagno en Constantinopla; a su regreso, se retiró a Nonántola, pero participó en los concilios de Aquisgrán (816) y de París (825). Dirigió la diócesis de Lyon en el 825-38, durante la ausencia del arzobispo Agobardo, y quiso introducir su reforma litúrgica, pero fue perseguido por el diácono Floro y condenado por el concilio de Kiersy (838), sobre la base de una expresión “Triforme est corpus Christi”, a la que se le dio una interpretación tendenciosa. Se tiene noticias de sus viajes a Roma durante los pontificados de León III y Gregorio IV. Murió con fama de santidad en Metz. Fue sepultado en la iglesia de San Arnolfo.
Se le identifica con Fortunato, arzobispo de Tréveris. El nombre de Fortunato sería un pseudónimo literario que añadió a su nombre. Ha habido una larga controversia, ya solucionada, de la creencia que hubo dos santos Amalario, uno arzobispo de Tréveris y el otro corepíscopo de Metz, y los dos liturgistas. Sus escritos teológicos se han perdido, pero su nombre está ligado a las obras de liturgia entre las que sobresale: “Liber officilis” o “De Officis ecclesiasticis”, enciclopedia en 4 volúmenes, dedicado a Ludovico Pío. “De Ordine antiphonarii”. Es celebrado por la Orden benedictina y la diócesis de Tréveris.
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Santa SOLANGE. (865?-c. 880).Martirologio Romano: En Bourges, en Aquitania, santa Solange, virgen, de la cual la tradición ha transmitido que sufrió el martirio en defensa de su virginidad.
Nació en la aldea de Villemont, cerca de Bourges, en Francia; pertenecía a una familia de campesinos pobres. En aquella época todo el pueblo estaba sometido a la dependencia del conde de aquel lugar.
Solange, era una pequeña pastora que creció siendo muy devota, al grado de consagrarse completamente a Cristo desde tierna edad. Cuando llegó a la adolescencia se convirtió en una joven muy hermosa, además de ser robusta y sana.
Todas las mañanas Solange sacaba a pastorear a sus ovejas. En una ocasión pasaba por ahí en su caballo Ranulfo, el joven hijo del conde de Bourges, quien al verla quedó prendado de ella y quiso hacerla su esposa, pero Solange se le rehusó terminantemente, aduciendo que ya estaba casada con Cristo.
La negativa sólo encendió más al muchacho, quien por la fuerza intentó poseerla. Todo fue infructuoso, pues además de su fortaleza física de muchacha campesina, santa Solange demostró que sus convicciones eran inquebrantables.
Derrotado y furioso, Ranulfo sacó entonces su espada, y diciéndole: “¡Si no eres mía no habrás de ser de nadie!”, de un tajo le cortó la cabeza.
La leyenda cuenta que el cuerpo decapitado se levantó, se colocó nuevamente la cabeza en su lugar, y antes de salir corriendo y perderse en la maleza, le respondió a su violador: “¡Jesús será siempre mi único marido!”
El lugar cercano a Bourges donde ocurrió este suceso se conoce todavía como Campo de Santa Solange. Patrona de Berry y Bourges.
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Beato NICOLÁS ALBERGATI. (1375-1443).Martirologio Romano: En Siena, de la Toscana, beato Nicolás Albergati, obispo de Bolonia, quien ingresó de joven en la Orden Cartujana y, una vez ordenado obispo, prestó un gran servicio a la Iglesia con su celoso servicio pastoral y con su participación en legaciones pontificias.
Era natural de Bolonia y pertenecía a la potente familia de los Albergati. Después de estudiar jurisprudencia decidió hacerse cartujo en su ciudad (1418); fue prior del monasterio de Casara. Trabajó por conseguir la unidad de toda la orden en tiempos del cisma de occidente. En 1427, fue nombrado contra su voluntad obispo de Bolonia. Fue siempre justo y caritativo. Visitó la diócesis y reformó las costumbres del clero y pueblo; se preocupó de manera especial de la formación del clero y contribuyó a la renovación de las órdenes religiosas, y de la catequesis popular. Conservó durante toda su vida la austeridad monástica. Vivía en una modesta casita e iba, con frecuencia, a visitar a los pobres. El papa Martín V y sus sucesores en la Cátedra de San Pedro le confiaron varias misiones diplomáticas de importancia, que el beato desempeñó con gran éxito.
El papa Martín V le creó cardenal de la Santa Cruz de Jerusalén y el papa Eugenio IV, le quiso siempre al lado suyo, nombrándole su limosnero e impidiéndole volver a Bolonia, por lo mucho que lo necesitaba. Secretario de Tommaso Parentuccelli (después Nicolás V). Se le llamó para que hiciera de mediador entre el emperador y el Papado, entre éste y el rey de Francia, y tuvo un papel importante en los concilios de Basilea y de Ferrara-Florencia, éste último lo presidió; fue un generoso protector de los intelectuales. El éxito con que ejerció sus funciones le mereció el título de «el ángel pacificador». Murió en Siena de un cólico de riñón durante una visita a un convento de los agustinos, de los que era protector. Aunque era inaudito que un papa acudiese a las exequias de un cardenal, Eugenio IV asistió al entierro del purpurado Albergati en Bolonia. El beato escribió varios libros. Patrón de Bolonia.
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Beato IVÁN MERZ. (1896-1928).
Martirologio Romano: En la ciudad de Zagreb, en Croacia, beato Ivan Merz, laico, que, dedicado al estudio de las letras y a la enseñanza, dio a los jóvenes el ejemplo de un maestro fiel a Cristo y de un laico creyente entregado al bien de la sociedad.
Nació en Banja Luka, la Bosnia ocupada por el imperio austro-húngaro, en una familia liberal. Por voluntad de sus padres, y no suya, entró en la Academia militar de Wiener Noustadt, que abandonó después de tres meses, molesto por la corrupción del ambiente. En 1915 inició los estudios en la universidad de Viena, aspirando a ser profesor, para poder dedicarse a la instrucción y educación de los jóvenes en Bosnia, siguiendo el ejemplo de su profesor Ljubomir Marakovic, hacia el que sentía una profunda gratitud por haberle ayudado a descubrir las riquezas del catolicismo.
En marzo de 1916 tuvo que enrolarse en el ejército. Fue enviado al frente italiano, donde pasó la mayor parte de los años 1917 y 1918. Al concluir la I Guerra mundial se encontraba en Banja Luka, donde vivió el cambio político y el nacimiento del nuevo Estado yugoslavo. La experiencia de la guerra le hizo madurar espiritualmente, pues, impresionado por los horrores de los que fue testigo, poniéndose en las manos de Dios, se propuso tender con todas sus fuerzas a la perfección cristiana.
Se puede seguir su desarrollo espiritual gracias a su diario íntimo, que comenzó a escribir durante sus estudios de secundaria y prosiguió en el ejército, en el frente y durante los estudios universitarios. En él se aprecia que su santidad no fue fácil, que tuvo que luchar mucho por su ideal. Lo atormentaba el problema del amor y luego el del dolor y la muerte, que resolvía a la luz de la fe. "No tengo la santa Eucaristía -escribe el 9 de septiembre de 1917-. Vivo aquí como un pagano o una fiera, como si el Agnus no fuera ya el centro del cosmos, como si no existiera para nada. Dios Consolador, ven a compenetrar mi naturaleza con átomos de eternidad, para que, más semejante a ti, comprenda el curso de mi existencia". Vió que su vida tenía que estar unida a la oración, a la eucaristía y en una inmensa confianza en la Providencia. Hizo votos privados de castidad perpétua.
Después de la I Guerra mundial prosiguió sus estudios de Filosofía en Viena (1919-1920); luego se trasladó a París, donde estudió en la Sorbona y el Instituto Católico (1920-1922). Con su tesis sobre "la influencia de la liturgia en los escritores franceses desde Chateaubriand hasta nuestros días", obtuvo el doctorado en Filosofía en la universidad de Zagreb (1923). Durante el resto de su breve vida fue profesor de Lengua y Literatura francesa y alemana en el Instituto arzobispal de Zagreb, realizando con entrega ejemplar sus deberes de estado. Fue un ejemplar profesor. También estudió Teología y profundizó en los estudios del Magisterio de la Iglesia.
Era laico, pero fue el protagonista del movimiento litúrgico en Croacia y pionero de la Acción Católica en su país. Colaboró como apóstol de los jóvenes, primero en la Liga de los jóvenes católicos croatas, y luego en la Liga croata de las Águilas, que impulsó y con la que inauguró en Croacia la Acción católica promovida por el papa Pío XI. Según él, la Organización debía contribuir ante todo a formar una élite de apóstoles de la santidad. Con ese fin debía servir también para la renovación litúrgica, de la que fue uno de los primeros promotores en Croacia, anticipando cuatro décadas las directrices del concilio ecuménico Vaticano II en esa materia.
Quería formar jóvenes apóstoles cuya meta fuera la santidad. Intentó enseñarles el amor a la Iglesia y al Papa. Fue un hombre de gran paciencia ante las dificultades. En su trabajo no le faltaron incomprensiones y dificultades de diversos tipos, que afrontaba con una serenidad admirable, fruto de su continua unión con Dios en la oración. En opinión de quienes lo conocían bien, "con su mente y su corazón se hallaba inmerso en lo sobrenatural". Con gran carisma, fue un auténtico punto de referencia para la juventud croata.
Convencido de que el medio más eficaz para la salvación de las almas es el sufrimiento ofrecido al Señor, ofrecía sus penas físicas y morales para obtener la bendición de sus actividades apostólicas, y, ya cerca de su muerte, ofreció también su joven vida por sus Águilas. Murió en Zagreb, a los 32 años de edad, con fama de santidad.
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Beato ENRIQUE REBUSQUINI. (1860-1938).Martirologio Romano: En Cremona, en Italia, beato Enrique Rebusquini, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos), que sirvió con sencillez a los enfermos en sus dolencias.
Nació en Gravedona, Como, introducido al comercio, de repente mostró que su naturaleza no se adaptaba y tenía repugnancia para aquella actividad. Se inscribió en el colegio lombardo en Roma y estudió Teología en la universidad Gregoriana. A los 26 años tuvo su primera crisis depresiva. Volvió en familia y por 8 meses estuvo en silencio. De tal crisis Enrique aprendió a confiar más en la infinita bondad y misericordia de Dios que sobre sus fuerzas, sus méritos y su perfeccionismo.
Al año siguiente ingresó en la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (camilos). Fue ordenado sacerdote por el futuro san Pío X, obispo de Mantua (1889). Cuando a los 35 años le dieron la responsabilidad educativa (vicemaestro de los novicios y la docencia en teología), reapareció el espectro de la depresión. Los superiores decidieron así de destinarlo al hospital civil de Verona como capellán y aquí halló de nuevo serenidad y equilibrio. En los sucesivos 32 años trabajó en modo generoso e incansable para sus enfermos, primero en Verona y luego en Cremona. Organizó el voluntariado caritas en hospital y para las visitas a domicilio, fue ecónomo de la clínica y superior en varias etapas para un total de 12 años, el todo sin ningún problema. Verdadero hombre de Dios vivió siempre a la luz de la fe. En la noche obscura de su enfermedad depresiva veía como única luz, el valor del servicio al enfermo "hasta morir por él". Su empeño llegaba hasta el extremo de sus fuerzas en el crecer en el amor de Dios.
Fue un capellán heroico en el quehacer diario, fue un religioso siempre fiel a Dios y a los prójimos a él confiados; se distinguió cuando el hospital de San Camilo de Cremona en la primera guerra mundial se volvió hospital militar acogiendo muchos jóvenes heridos que venían del frente. A los 73 años escribió que sentía perder las fuerzas, en breve un resfrío se transformó en bronconeumonia, pidió el óleo de los enfermos, el perdón de todos y de rezar por él, en la noche recibe también el viático luego entra en la oración con los brazos cruzados y en esta posición murió.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
Job. A. T. (Antiguo Testamento).
Martirologio Romano: Conmemoración del santo Job, varón de admirable paciencia en el país de Hus. El Diablo le puso a prueba con permiso de Yavhé cauándole desgracias como enfermedades, muertes de su ganado, pobreza, e incluso la muerte de sus hijos; y todo lo aguantó sin perder la fe.
Probado por Dios para descubrir la virtud del ser humano. Hombre que hace preguntas a Dios que no tienen respuestas, el hombre de la virtud probada, porque su unión está en aquel que le ha creado. El "Libro de Job" fue escrito probablemente hacia el 400 a. C; es un discurso sobre el hombre y sobre Dios. Una reflexión sobre la existencia humana y una investigación sobre los proyectos de Dios. Es un intento de defender a Dios y de defender las causas de los hombres, su dignidad y su misterio, su drama y su más íntima esperanza. Es también un crítica a la “teoría de la retribución” judía, de que el mal del hombre es porque es un castigo de Dios por algo que hizo mal o sus padres hicieron mal. Este personaje se convirtió para la Iglesia antigua en el anunciador de la resurrección de los muertos. También se ve en su sufrimiento una profecía de los padecimientos de Cristo. Este personaje tiene un valor simbólico y se ha retirado del calendario romano.
Santos Calepodio, Palmacio, Simplicio, Félix, Blanda y compañeros. M. 222.
Es un grupo de romanos que sufrieron el martirio durante el imperio de Alejandro Severo, durante el pontificado de san Calixto. Calepodio, un presbítero, fue el primero en morir (ha dado su nombre a una catacumba de Roma junto a la vía Aurelia, que fue el lugar de su enterramiento por orden del papa san Calixto). Palmacio, de rango consular, murió junto a su mujer, hijos y 42 de sus siervos; Simplicio, un senador, fue martirizado junto a 75 parientes y siervos. Félix y Blanda eran esposos. Todos fueron víctimas de la furia de las muchedumbres.
San Dioscórides de Mira. M. 249/51.
Martirologio Romano: En Mira, de Licia, san Dioscórides, mártir.
Mártir en Mira de Licia (Asia Menor) durante la persecución de Decio.
Santos Cuarto y Quinto. s. IV.
Martirologio Romano: En el mismo lugar (en Roma en la vía Latina), conmemoración de los santos Cuarto y Quinto, mártires.
Eran dos ciudadanos de Capua que fueron martirizados en Roma.
San Gordiano. M. 362.
Martirologio Romano: En Roma, en la vía Latina, san Gordiano, mártir, que fue sepultado en la cripta de una iglesia, donde se veneraban ya las reliquias de san Epímaco.
Oficial romano mártir en Roma, durante la persecución de Juliano el Apóstata. Se le asocia con san Epímaco, pero no murió con él, sino que fue enterrado junto a él, cuando trasladaron los restos de san Epímaco de Alejandría. Sus Actas no son creíbles y desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.
San Cataldo de Taranto. M. 685.
Martirologio Romano: En Táranto, en la Apulia, san Cataldo, obispo y peregrino, de origen irlandés, como dice la tradición.
Nació en Irlanda. Alumno y maestro en el monasterio de Rachau en Lismore, y luego obispo de Lismore (Irlanda), otra tradición dice que fue obispo de Rachau, fue acusado de brujería por sus milagros, pero consiguió demostrar su inocencia. Después de gobernar santamente su obispado, se embarcó, en peregrinación a Tierra Santa (c.666). Pero un naufragio le obligó a quedarse en Tarento, donde el pueblo lo eligió como su pastor, aunque este nombramiento parece que es más una devoción que una certeza histórica.
En el 1094, durante la reconstrucción del sacro edificio, que había sido destruido por los sarracenos, se encontró su cuerpo, como indicaba claramente una cruz de oro que tenía grabado su nombre y el de su sede episcopal. Este hallazgo, que se conserva junto con el cuerpo, permitió establecer el siglo en el que vivió el santo, pero, erróneamente, los tarantinos lo consideraron su obispo, incluso su primer obispo, ordenado por el propio san Pedro. Por ello su culto se extendió no sólo en Irlanda, su tierra natal, sino también en Italia, no sólo en Taranto sino en otras ciudades. En Módena, por ejemplo, da título a una iglesia. Patrón de Taranto.
San Guillermo de Pontoise. M. 1195.
Martirologio Romano: En Pontoise, cerca de París, en Francia, san Guillermo, presbítero de origen inglés, que ejerció su ministerio de párroco resplandeciendo por su entrega a las almas y por su fervor religioso.
Ermitaño inglés que vivió en Pontoise (Francia); según algunos escritores fue un benedictino de la abadía de San Martín. Según otros autores, ejerció su ministerio pastoral en un barrio de Pontoise. En su tumba se obraron muchos milagros.
Beatriz I de Este. Beata. (c.1200 - 1226).
Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia, beata Beatriz de Este, virgen, que restauró el monasterio de Gémmola, situado en los montes Euganeos, de Padua, y aunque su vida fue breve, recorrió hasta el final el arduo camino de la santidad monástica.
Hija del marqués Azzone VI del Este y de Sofía de Saboya; nació en Este en la provincia de Pádua. Se quedó huérfana a los seis años; con 14 años dejó secretamente su casa y, contrariamente a los deseos de sus parientes, se hizo benedictina en la abadía de Salarola (Padua). Poco tiempo después (1221) fue trasladada a Gemmola, en un monasterio que ella misma se encargó de restaurar, donde murió ofreciéndose como víctima de amor.
Aplicó para ella y para las numerosas cohermanas que la siguieron, la regla benedictina; para dedicarse más eficazmente en la práctica de la virtud cristiana, renunció al gobierno del monasterio, a favor de la monja Desiderata. Murió muy joven. Su sepultura en la iglesia de San Juan Bautista en Gemmola fue muy venerada. Su cuerpo está incorrupto y ahora reposa en la iglesia de Santa Sofía de Pádua.
El papa Clemente XIII, el 19 de noviembre de 1763 confirmó el culto y el título de beata que desde hacía siglos se le venía dando, concediéndole misa y oficio propios.
San Miro de Canzo. (c.1306-1381).
Nació en Canzo (Como, Italia). Siendo joven donó todo lo que poseía a los pobres y comenzó a vivir vida eremítica, primero en los alrededores del pueblo y luego en Sorigo en la diócesis y provincia de Como. Algunos estudiosos piensan que perteneció a la Tercera Orden Franciscana, otros lo niegan. Después de 75 años, en gran parte dedicada a la vida eremita y a la mortificación en la pobreza murió en Sorigo donde es venerado. Fue sepultado en la iglesia de San Miguel (hoy llamada de San Miro). Tiene culto local.
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