Santoral del 11 de Mayo



INDICE

Mayolo, Santo Abad de Cluny
San ANTIMO y compañeros
San MAMERTO DE VIENNE
San FRANCISCO DE GERÓNIMO
San IGNACIO DE LACONI
Beato CEFERINO NAMUNCURÁ
OTROS SANTOS DEL DÍA
San Ansfrido de Utrech -San Gandulfo -Beato Ladislao de Gielniow-Antimo, Fabio, Anastasio, Susana, Esteban, Longinos, Demetrio, Atico, Tadeo, Florencio, Evelio, Poncio, Pons, mártires; Ticiano, obispo; Iluminado, Cirilo, Eleuterio, Mariano, Dorotea, Eliseo, Justino, Gualterio, Bertila, confesores; Berta, abadesa.



SAN MAJELO o MAYOLO,Abad
Jesús crecía en sabiduría,
en edad y en gracia delante
de Dios y de los hombres.
(Lucas, 2, 52).

San Majelo, habiendo terminado sus estudios en Lyon, fue nombrado, a pesar de su resistencia, arcediano de Macón. Con posterioridad fue propuesto para ocupar el arzobispado de Besanzón, pero rehusó esta dignidad y se retiró al monasterio de Cluny, donde sucedió a San Aimardo en calidad de abad. Llamado a París para el arreglo de algunos asuntos en el monasterio de San Dionisio, cayó enfermo en el camino y murió en Souvigny, en el año 994. Su admirable virtud le granjeó el amor de Dios y el de los hombres.


MEDITACIÓN
SE HA DE CONTENTAR A DIOS, A LA CONCIENCIA Y A LOS HOMBRES


I. Dios quiere salvarte, pero no lo hará sin tu cooperación. No persigas, pues, otro objetivo que el de agradarle y cumplir su santa voluntad. Nada hagas contrario a sus mandamientos, ni a los de su Iglesia. ¿De qué te serviría haber pasado como honesto en este mundo, haberte conquistado el favor y la estima de todos los hombres, si eres objeto del desprecio y del aborrecimiento de Dios?

II. Condúcete según las luces que Dios te da, nunca obres en contra de lo que tu conciencia y tu razón te dicten; es el primer director a quien debes obedecer. Escucha también las inspiraciones particulares del Espíritu Santo; no las resistas nunca si quieres conservar la paz en tu interior. Si Dios y tu conciencia dan testimonio de tu inocencia, deja a los insensatos que digan lo que quieran. (San Gregorio).

III. No tengas una virtud excesivamente rígida, sobre todo si tu condición te obliga a vivir en el mundo. La afabilidad, la dulzura, la bondad, no son incompatibles con la virtud aun más perfecta; se puede ser un santo y un hombre amable a la vez. Ten cuidado; lo que tú llamas austeridad no es a menudo sino secreta vanidad y dureza de corazón, contrarios al espíritu de mansedumbre que Jesucristo nos recomienda.

La pureza de intención
Orad por por el acrecentamiento de la caridad.

ORACIÓN

Haced, Señor, os lo suplicamos, que la intercesión de San Majelo, abad, nos haga agradables a vuestra Majestad, a fin de que obtengamos, por sus oraciones, lo que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo11franciscodejeronimo.mp3




San MÁYOLO DE CLUNY. (906-994). 
Martirologio Romano: En Souvigny, de Borgoña, san Mayolo o Mayeul, abad de Cluny, quien, firme en la fe, seguro en la esperanza y repleto de una doble caridad, renovó numerosos monasterios de Francia e Italia. Nació en Aviñón o en Valensolle, estudió en Lyon y cuando todavía era muy joven fue elegido archidiácono de Macon; poco tiempo después quisieron hacerle obispo de Besançon, pero huyó a Cluny y allí se hizo monje. En el 954 o 948, fue elegido abad coadjutor de Cluny por san Aymard; en el 965, era ya abad de pleno derecho. Bajo su mandato la reforma se desarrolló y difundió por toda Europa occidental. Fue amigo de Hugo Capeto, consejero de Otón el Grande, director espiritual de la emperatriz santa Adelaida; rechazó varias veces el solio pontificio.

Máyolo poseía cualidades de excepción. En Francia, sometió a la regla de Cluny a las abadías de Saint Benigne de Dijon, Saint Germain de Auxerre y Marmoutier, y fundó la abadía de Souvigny en el Borbonesado. Ya de estudiante, decía de él un panegirista suyo: "Era más blanco que la flor del lirio, era más puro que la nieve. Sabía agradar a Cristo, y descollaba por la dignidad de su vida". Si san Odón había sido un asceta, Máyolo fue un místico y tenía pasión por la lectura, tanto de los Santos Padres como de los filósofos. Los contemporáneos contemplaron en Máyolo una suprema elegancia, un gesto exquisito, una suave gravedad, una fisonomía noble, una elocuencia sublime, un acento aristocrático, un mirar firme y lleno de dulzura. En el momento de su muerte animaba a los suyos: "Valor, amigos, demos gracias al Señor. Os pido a todos que esta muerte inevitable sea para vosotros un motivo de alegría, como lo es para mí". Mantuvo estrechas relaciones con Italia adonde viajó en seis oportunidades, entre los años 953 y 987, para ocuparse del priorato que había fundado en Pavía, y reorganizar los monasterios cluniacenses del norte de Italia. En Rávena, donde reformó el convento de San Apolinar in Classe, volvió a encontrarse con el emperador Otón el Grande. En ocasión de su último viaje, llevó consigo a Cluny a san Guillermo de Dijon que se convertiría en abad de Saint Bénigne de Dijon. Murió en Souvigny, Hugo Capeto se hizo cargo de los gastos de su funeral. Patrón de Cluny y de Souvigny.
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San ANTIMO y compañeros. M. c. 303. 
Martirologio Romano:
En Roma en el XXIIº miliar de la vía Salaria, san Antimo, mártir. Presbítero y mártir en Roma, junto con Fabio. Nació en Bitinia en Nicomedia, fue sacerdote y predicó en Roma. Prisionero una vez, sanó milagrosamente al procónsul Piniano, por intercesión de su mujer Lucina; este hecho llevó a la conversión de toda la familia del procónsul, que no sólo liberó a los prisioneros cristianos sino que además los escondió. Capturado por segunda vez, fue tirado al río Tíber. Los soldados lo encontraron orando y lo decapitaron. Junto a él, pero lapidados en Ósimo de las Marcas, murieron: Sisinio, Dioclecio y Florencio. También se unen a su leyenda: Máximo, Basso y Fabio. Mártires en Roma, durante la persecución de Diocleciano. Faltonio Piniano estaba casado con Anicia Lucina, bisnieto del emperador Galieno, fue enviado por los emperadores Diocleciano y Maximiano como proconsul en Asia. Allí enfermó y su mujer para lograr la curación acudió a los cristianos que estaban en prisión. Entre ellos se encontraba el sacerdote Antimo, el diácono Sisinio y Máximo, Basso, Fabio, Dioclecio y Florencio. Antimo le aseguró que curaría si se convertía al cristianismo como así hizo.

  S. Máximo y cia. Piniano liberó a todos los cristianos que pudo, escondiéndoles en sus propiedades que tenía en Sabina y en Piceno. Un terreno en Ósimo fue entregado a Sisinio, Dioclecio y Florencio, los cuales, tres años después, porque no quisieron sacrificar a los dioses fueron lapidados por el furor del pueblo. Antimo, escondido en una villa de Piniano, en la vía Salaria, como curase a un sacerdote del dios Silvano y destruyera la estatura de esta divinidad, fue acusado al procónsul Prisco que ordenó tirarlo al Tíber con una piedra al cuella de lo que salió indemne. Fue decapitado poco tiempo después y fue sepultado en el oratorio donde oraba a menudo. Máximo, heredero de su celo apostólico, fue degollado poco tiempo después. Basso, que animaba a los fieles para que afrontasen las duras pruebas con valor, fue arrestado, al rechazar sacrificar a Baco y Ceres, fue masacrado por el pueblo en el mercado de Forum Novum. Fabio, fue entregado al consul, y después de ser torturado, fue decapitado en la susodicha vía. Piniano y Anicia Lucina murieron de muerte natural en Roma.
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San MAMERTO DE VIENNE. M. 475. 
Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Mamerto, obispo, que, con motivo de una inminente desgracia, instituyó en esta ciudad unas solemnes letanías para el triduo preparatorio de la fiesta de la Ascensión del Señor. Parece que pertenecía a una opulenta familia de la ciudad de Galo en la provincia de Lyon. Fue reconocido por su conocimiento de asuntos profanos como también en Teología, y parece que estaba casado. Obispo de Vienne, en el Delfinado (461-475). Fue ayudado en la administración de la diócesis por su hermano Claudiano, persona de gran formación. La actividad de los hermanos se describe en una carta de san Sidonio Apollinar, en otra en cuyas cartas van dirigidas al obispo Mamerto. En el año 463 Mamerto se involucró en una discusión con el papa san Hilario en referencia a los privilegios del obispo de Arles. El Papa san León I Magno había regulado los limites de las provincias eclesiásticas de Arles y Vienne: dejo a las diócesis de Valencia, Tarantasia, Genova, y Grenoble, pero todas las otras diócesis en ese distrito fueron hechas subordinadas a Arles. A pesar de esta decisión e infringiendo en los derechos de sus colegas en Arles. Mamerto consagró en el año 463 un obispo para la ciudad de Dea.

El rey Gundiac de Borgoña se quejó con el papa san Hilario por su proceder, por ende el Papa le escribió al obispo Leoncio de Arles el 10 de Octubre de 463, pidiéndole que convocara un sínodo de obispos de las diferentes provincias para investigar este asunto. En una carta subsiguiente a los obispos de la provincia de Lyon, Vienne, Narbonnensis I y II y Alpina, el también hace referencia al asunto, y les exonera a asistir regularmente a las convocatorias establecidas sinodales de Leoncio. El sínodo estaba en contra de Mamerto, como nos enteramos en otra carta del Papa fechada el 25 de Febrero de 464. En esta Hilario declara que Mamerto y el obispo ilegalmente consagrado por él debería realmente ser destituidos; deseando, aun sin embargo que se le conceda clemencia, Hilario envió al obispo san Verano a informarle esto a Mamerto, si él no lo aceptaba y no se remitía a los ordenes del papa san León, también se le depravaría de las cuatro diócesis sufragáneas. Todavía dependientes de Vienne.

La invalidez obispal dictaminada a Mamerto debía ser confirmada en su oficina por Leoncio, después de lo cual él podía retener la diócesis. Mamerto naturalmente cedió, ya que no encontramos mas referencias subsecuentes de este incidente. Durante su episcopado, los restos de san Ferreol de Vienne fueron descubiertos, y fueron llevados por Mamerto en una Iglesia en Vienne, construida en honor de este santo mártir. Creador de las "Rogativas" precedentes a la Ascensión (474), después de la invasión de los hunos y los godos. Decía al respecto: "Nosotros rezamos al Señor que nos libere de nuestra enfermedad, de quitarnos sus flagelos, de preservarnos de todos los males, de guardarnos de la peste, del granizo, de la sequía, del furor de los enemigos; de darnos un tiempo favorable para la salud del cuerpo y para la fertilidad de la tierra; de hacernos gozar de la paz y de la tranquilidad perdonando nuestros pecados". Esta noticia nos viene por medio del testimonio de san Sidonio Apollinar, y su segundo sucesor, san Avito de Vienne. En conexión con estas procesiones intercesoras, Mamerto convoca un sínodo en Vienne entre los años 471 y 475. Aproximadamente en el año 475 él asistió a un sínodo en Arles, que trataba acerca de las enseñanzas predestinadas de Lucidus, un sacerdote Galo. Como esta es la ultima información que tenemos con respecto a el, podemos asumir que pudo haber muerto poco tiempo después. Después de su muerte fue venerado como santo Su nombre aparece en el "Martyrologium Hieronymianum" y en el "Martyrologium" de Florus de Lyon.
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San FRANCISCO DE GERÓNIMO. (1642-1716). 
Martirologio Romano: En Nápoles, de la Campania, san Francisco De Gerónimo, presbítero de la Compañía de Jesús, que se dedicó a predicar misiones populares y al servicio pastoral de los marginados. Nació en Grottaglie, Taranto, en el seno de una familia burguesa. Con 11 años sus padres lo confiaron a la Congregación eclesiástica, fundada por el arzobispo Caracciolo, en la propia Grottaglie. Se dedicó a la catequesis de niños y estudió Filosofía en el colegio jesuita de Tarento, y después al colegio napolitano de la Compañía donde estudió Teología y Derecho civil y canónico. Ordenado sacerdote en 1666, pidió y obtuvo una plaza de prefecto de disciplina en el napolitano Colegio de Nobles. En su cargo de prefecto supo asumir la autoridad necesaria con la paciencia más clara, como cuando el hermano de un alumno, arrestado por una falta grave, a la queja por ello añadió una bofetada. Mansamente Francisco ofreció la otra mejilla, y su acto de humildad desarmó al agresor y cundió como un ejemplo excelente. Ingresó en los jesuitas en 1670 donde desempeñó el cargo de prefecto auxiliar en el colegio de la Compañía en Nápoles. Misionero popular del sur de Italia. Se le llamó “el sacerdote santo”. Al no caber en los templos las multitudes que acudían a sus misiones y ejercicios espirituales abiertos, tenía que predicar en las plazas y calles. Pidió continuamente ser destinado a misiones en el Japón y la India, a pesar del fruto de su predicación en Nápoles y Campania.

Desde el primer momento, la predicación de Francisco le conquistó gran popularidad. Los resultados que obtuvo fueron tan notables, que pronto empezó a preparar a otros misioneros para la tarea. Predicó por lo menos cien misiones en las regiones de los alrededores, pero los habitantes de Nápoles no le dejaban ausentarse por mucho tiempo. A donde quiera que iba, su confesionario y las iglesias en que predicaba estaban siempre llenos. Se dice que por lo menos cuatrocientos pecadores endurecidos se reconciliaban anualmente con la Iglesia, gracias a sus esfuerzos. Francisco visitaba las prisiones, los hospitales y aun las galeras; en una de ellas, que pertenecía a la flota española, convirtió a veinte prisioneros turcos. Ni siquiera vacilaba en seguir a los pecadores hasta los antros del vicio, donde algunas veces fue brutalmente maltratado. Con frecuencia predicaba en las calles, según la inspiración del momento.

En cierta ocasión, en medio de una furiosa tempestad que se desató durante la noche, se sintió irresistiblemente movido a salir a predicar en un barrio aparentemente desierto. Al día siguiente, se presentó en su confesionario una joven de mala vida que se había sentido tocada por la gracia al oír, desde su ventana, la conmovedora predicación de san Francisco. Sus penitentes pertenecían a todas las clases sociales. Tal vez la más notable de ellas era una francesa llamada María Elvira Cassier, quien había asesinado a su padre y había servido en el ejército español, disfrazada de hombre. El santo la movió a penitencia y, con su dirección, la condujo a un alto grado de perfección. A la elocuencia de san Francisco se añadía la fama de sus milagros; pero él negaba siempre que Dios le hubiese concedido poderes sobrenaturales y atribuía todos sus milagros a la intercesión de san Ciro (31 de enero), de quien era muy devoto.

Fundó por todas partes Círculos Católicos de Obreros. Estableció un montepío para contrarrestar a los usureros y fundó una Caja de enfermedad (antepasado de nuestras mutuas sanitarias). Inauguró la comunión mensual. Francisco murió a los setenta y cuatro años de edad, al cabo de una penosa enfermedad. Sus restos se encuentran en la iglesia de los jesuitas de Grottaglie en Nápoles. Su canonización tuvo lugar en 1839. Se conserva todavía el interesante documento que el santo escribió a sus superiores para darles cuenta de las extraordinarias manifestaciones de la gracia que había visto en sus cincuenta años de misionero.
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San IGNACIO DE LACONI. (1701-1781). 
Martirologio Romano: En Cagliari, en Cerdeña, san Ignacio de Láconi, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, quien por plazas y tabernas del puerto pedía incansablemente limosnas para socorrer las miserias de los pobres. Dios le enriqueció con especiales dones sobrenaturales que le atrajeron el aprecio de todas las clases sociales. Francisco nació en Laconi (Cerdeña), en el seno de una familia humilde. Desde su niñez era extraordinariamente devoto de manera que solía esperar en oración delante de la iglesia antes del alba. No pudo estudiar y su salud no era muy buena. A los 18 años enfermó gravemente e hizo voto de entrar entre los Capuchinos si se curaba. Más tarde escapó a otro peligro mortal y por esto mantuvo su voto. En 1721, cuando contaba 20 años marchó a Cagliari se presentó al convento de los capuchinos de Buoncammino, donde, rechazado en un principio por su débil constitución, finalmente fue recibido. Pronunció su profesión en 1722 como hermano converso, cambió su nombre por el de Ignacio. Al final del año de noviciado fue transferido al convento de Iglesias, donde tuvo el encargo de despensero y al mismo tiempo se le encargó el pedir la limosna en los campos de Sulcis. Después de haber transcurrido 15 años en diversos conventos, fue enviado de nuevo a Cagliari, al convento de Buoncammino, destinado primero al telar donde se confeccionaba el paño para los religiosos, luego limosnero en la ciudad desde 1741, oficio de gran importancia y responsabilidad. Cagliari fue durante 40 años el campo de su maravilloso apostolado desarrollado con infinito amor, entre los pobres y los pescadores.

Era venerado por todos por el esplendor de sus virtudes y por los muchos milagros por él realizados hasta el punto de llegar a ser llamado “el padre santo”. Pedía en los barrios populares, pedía y daba, pedía dinero para ayudar a los necesitados y daba consejos o unas buenas palabras o una corrección de virtud. Fue conocido por todos, amado y respetado. No sabía leer, pero amaba escuchar las lecturas del Evangelio, sobre todo la Pasión de Cristo; había recibido el don de profecía y de hacer milagros. Habiendo quedado ciego en 1779, pasó los últimos años de su vida en profunda oración hasta el día de su muerte, que tuvo lugar en Cagliari. Tenía 80 años. Su cuerpo se conserva en la iglesia de Buoncammino de Cagliari, muy venerado en toda Cerdeña. Fue canonizado por SS. Pío XII el 21 de octubre de 1951.
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Beato CEFERINO NAMUNCURÁ. (1886-1905). Mártirologio Romano: En la isla Tiberina, Italia, beato Ceferino Namuncurá, laico. Nació en Chimpay, Río Negro, Argentina y era hijo del cacique tehuelche (no mapuche como se ha sostenido hasta ahora ignorando la verdad histórica sobre los mapuches que es un invento inglés) Manuel Namuncurá y de la cautiva Rosario Burgos. Estudió en los padres salesianos, inteligente y aprendiz de latín, castellano e italiano. Era un gran admirador de santo Domingo Savio. Pero sobre todo se sentía hijo de su pueblo tehuelche, a cuya evangelización quería dedicarse una vez fuera sacerdote. Ingresó en el colegio Pío IX de Artes y Oficios de Buenos Aires, regido por los salesianos, donde fue compañero de Carlos Gardel. En 1903, el joven decidió su vocación sacerdotal, pero por razones de salud los salesianos lo trasladaron a Viedma, en donde fue pupilo del colegio San Francisco de Sales.

Allí monseñor Juan Cagliero, fundador de la obra de Don Bosco en la Patagonia, tomó a Namuncurá como ahijado en 1898. El religioso llevó a Namuncurá a Italia para que fuera tratado de tuberculosis y para completar su formación teológica. Estudió en el colegio salesiano de "Villa Sora" (Frascati, Roma). En Turín, el beato Miguel Rua, el primer sucesor de san Juan Bosco, conversó varias veces por semana con el buen indiecito, pero el acontecimiento de su vida fue el 27 de septiembre de 1904, Ceferino visitó al Papa san Pío X, junto con monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos. A Ceferino le encomendaron la tarea de pronunciar un breve discurso con unas emocionadas palabras y obsequia al Papa un Quillango Tehuelche. San Pío X se conmovió, lo bendijo y le obsequió la medalla destinada a los príncipes. Ni el propio médico del Papa pudo evitar su muerte. Sus restos reposan en Fortín Mercedes, provincia de Buenos Aires, y junto a su tumba se produjeron numerosos milagros.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
 San Evelio. M. 69. Mártir romano que, a pesar de estar relacionado con la familia de Nerón, se atrevió a profesar el cristianismo en presencia misma del Emperador. Fue decapitado en Pisa. Según la leyenda, Evelio era consejero del emperador Nerón y estuvo presente en el proceso de san Torpetes y viendo la confesión de la fe y como salió milagrosamente incólume de varias pruebas y tormentos, quedó impresionado y “creyó en Cristo”. Dejó la corte de Nerón y huyó a Roma, pero aquí fue arrestado y decapitado. Santa Estela de Saintes (Eustelle). s. III. Convertida por el obispo de Saintes, san Eutropio, fue decapitada al mismo tiempo que éste en las Arenas, donde, según la leyenda, hizo brotar una fuente. Patrona de Saintes.
  San Mavilo. M. 212. Martirologio Romano: En Bizacena, san Mavilo, mártir en Hadrumeto, que fue condenado a ser devorado por las fieras. Mártir en Hadrumeto (Bizacena, Norte de África), durante el imperio de Caracalla; fue arrojado a las fieras. Su culto se difundió ampliamente por África.

  Santos Anastasio, Teopistes e hijos. M. 251. Anastasio era tribuno del ejército del emperador Decio, se convirtió al cristianismo asistiendo al martirio de los cristianos, entre los que se encontraba su paisano el joven san Venancio de Camerino; fue bautizado por el sacerdote san Porfirio, junto a toda su casa; al poco tiempo de su conversión fue capturado y martirizado junto con sus familiares: su mujer santa Teopistes y sus hijos Aradio, Evodio, Calixto, Félix, Eufemia y Primitiva, y servidores. Todos fueron llamados a elegir entre su vida terrena o la muerte. Optando por lo segundo, fueron ejecutados en la vía Lata, fuera de la puerta oriental de Camerino. Sus reliquias se conservan en Camerino en Italia central.

  San Mocio. M. 304. Martirologio Romano: En Bizancio, san Mocio, presbítero y mártir. Natural de Bizancio. Había nacido en una familia patricia y había ejercido su ministerio sacerdotal en Anfípolis en Macedonia. Finalizada la persecución de Diocleciano dio testimonio público de su fe, al derribar un altar pagano en Bizancio, pero el pueblo decidió matarlo. Fue decapitado, pero antes fue sometido a crueles torturas.

  San Gangulfo. M. 760. Martirologio Romano: En Varennes, de la región de Langres, también en la Galia, san Gangulfo. Conde burgundo, gobernador de Bassigny, duante el reinado de Pipino el Breve, estaba casado y su mujer cometió adulterio con un clérigo; en un principio pensó en vengarse de los dos, pero acordándose de la sentencia del Deuteronomio. “Déjame a Mí la venganza, que yo la tomaré”, decidió dejarlo en manos de Dios. Cuando tuvo la certeza del adulterio, decidió repudiarla, dejándola la mitad de sus bienes. Se retiró para vivir como recluso en un lugar llamado Anabense, donde vivió santamente en oración y contemplación. Pero el clérigo y la mujer decidieron darle muerte, y el amante, cuando Gandulfo dormía, lo asesinó a golpe de espada. Fue llevado a Verennes, región de Langres, donde con gran pompa fue sepultado. En su tumba se obraron muchos milagros, y según cuenta su biografía, los dos amantes, que no se habían arrepentido, sufrieron el castigo divino. Gangulfo fue considerado como mártir porque había reprendido el adulterio de su mujer. La distribución de las reliquias del santo y la fama de sus milagros popularizaron, más tarde, su culto en Holanda, Bélgica y Saboya.

  San Iluminado de San Severino. M. c. 1000. Según la tradición no nació en San Severino Marche, pero vivió y murió como monje en el monasterio benedictino de San Martín (hoy Santa Caterina) en cuya iglesia fue sepultado. Célebre por su santidad, las gracias y milagros, ha tenido un culto antiguo que se ha mantenido vivo y constante en el tiempo hasta nuestros días, de tal manera que fue nombrado protector de la ciudad en 1702.

  Gregorio Celli. Beato. (c.1225 - 1343). 
Martirologio Romano: En Verucchio, cerca de Forlí, en la Romaña, beato Gregorio Celli, presbítero de la Orden de los Ermitaños de San Agustín, de quien se dice que, después de haber sido rechazado por sus hermanos de religión, se retiró al monte Carnerio con los Hermanos Menores, en donde murió. Nació en Verrucchio (Rímini); ingresó en los ermitaños agustinos en el monasterio que había fundado su madre en esta ciudad; después de un tiempo fue expulsado por un motivo injusto, ya que no aceptaban su vida ascética, frente al relajamiento de los monjes; pero fue aceptado por los franciscanos de Monte Carnerio (Rieti) y allí murió; otros autores dicen que vivió como ermitaño en Fonte Colombo, Rieti, donde murió.

  San Mateo Le Van Gam. (1813-1847). 
Martirologio Romano: En Saigón, en Conchinchina (hoy Vietnam), san Mateo Lê Van Gâm, mártir, que fue detenido por introducir con su pequeña embarcación a los misioneros europeos y, al cabo de un año transcurrido en la cárcel, fue decapitado por orden del emperador Thiêu Tri.
Nació en Go-Gong, en Vietnam. Estaba casado. Con su junco llevó a los misioneros de las Misiones Extranjeras de París de Singapur al Vietnam, en medio de la persecución. En el 1846, después de su segundo viaje, fue arrestado, por encontrarse en su junto al vicario apostólico Lefebvre, a un sacerdote y a un grupo de seminaristas, así como diferentes objetos de culto. Fue llevado a la cárcel de Troi-Ya-Ta, donde fue torturado para que apostatase, lo que no consiguieron. Fue condenado a muerte, pero los mandarines, le pidieron al rey que le suspendiera la sentencia, pero el rey, molesto con las incursiones francesas, mandó que fuera decapitado en Troi-Ya-Ta, durante la persecución del emperador Thieu Tri. Fue canonizado el 19 de junio de 1988.
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