INDICE
Santos NEREO y AQUILES M. c. 98
San PANCRACIO (290 - c.304)
San EPIFANIO DE SALAMINA (c.310 - c.403)
Santa RICTRUDIS DE MARCHIENNES (612 - c.688)
San GERMÁN DE COSTANTINOPLA (c. 635 - 733)
Santo DOMINGO DE LA CALZADA (1019 - 1109)
Beata IMELDA LAMBERTINI (1322 - 1333)
Beata JUANA DE PORTUGAL (1452 - 1490).
OTROS SANTOS DEL DÍA
VIDEOS
-Santa Rictrudis-San Madoaldo de Treveris -Beata Gema de Solmona- Dionisio, Casto, Casio, Ciriaco, Baroncio, Tutela, Máximo, Grato, mártires; Germán, Epifanio, Emilio, Deseado, Modoaldo, obispos; Felipe, confesor
SANTOS NEREO, AQUILEO, DOMITILA y PANCRACIO, Mártires
Si complaciese todavía a los hombres,
no sería yo siervo de Cristo.
(Gálatas 1, 10).
Si complaciese todavía a los hombres,
no sería yo siervo de Cristo.
(Gálatas 1, 10).
Nereo y Aquilea aconsejaron a Flavia Domitila que consagrase su virginidad al Señor, y fueron denunciados como cristianos por Aureliano, pretendiente de esta princesa. Domiciano los desterró, con Domitila, a la isla de Ponti, donde mucho padecieron por la causa de Cristo. Después fueron conducidos a Terracina. Allí, Nereo y Aquileo fueron decapitados, y Domitila pereció en la hoguera junto con las vírgenes Teodora y Eufrosina, sus dos hermanas de leche.
Pancracio fue decapitado en Roma a los catorce años de edad, después de haber confesado con entereza a Jesucristo.
MEDITACIÓN SOBRE
LA MALA COMPLACENCIA
I. No te imagines que podrás agradar a todo el mundo; ni nuestro Señor lo ha logrado. ¿Acaso no se murmura todos los días contra Dios? El que va a viajar quiere un día sereno y el hortelano lluvioso; Dios no puede contentar a todo el mundo: ¿cómo lo podrías tú? Haz tu deber y deja que hablen. Las cosas que se digan de ti no harán daño a tu felicidad, si tienes suficiente entereza de espíritu como para menospreciarlas.
II. A menudo censurarán tus acciones aun las más santas y alabarán las más imperfectas. Si eres humilde, se te calificará de cobarde; tu virtud será tenida por hipocresía. El pródigo pasará por generoso y el hipócrita por virtuoso. ¡Fíate ahora del juicio de los hombres, que alaban el vicio y desacreditan la virtud! ¿Es por ventura razonable que te alegres con los elogios de los necios y te aflijas por sus desaires?
III. No cometas pecado alguno, por pequeño que sea, ni omitas ninguna buena obra por agradar a los hombres. Si ellos son razonables, quedarán en cantados viendo que eres fiel a Dios; si no lo son, su estima debe serte indiferente. Es más fácil agradar a Dios que a los hombres, porque Dios es inmutable y los hombres son inconstantes. Cuán dichosos sería mos, si hiciéramos tanto caso de los mandamientos de Dios como hacemos de las burlas de los hombres. (San Paulino).
El desprecio al respeto humano
Orad por por vuestros
superiores eclesiásticos.
ORACIÓN
Señor, que la dichosa festividad de vuestros mártires Nereo, Aquileo, Domitila y Pancracio, nos sea siempre propicia y nos haga dignos de vuestras mercedes. Por J. C. N. S. Amén.
Santos NEREO y AQUILES. M. c. 98
(Nerio, Nerina, Nerio, Nerisa). Consejo luminoso. Correr, fluir, bañarse.
(Aquileo de Terracina). Relativo al río Achéloos. De bellos labios.
Martirologio Romano: San Nereo y san Aquileo, mártires, los cuales, según refiere el papa san Dámaso, eran dos jóvenes que se habían enrolado como soldados y que, coaccionados por el miedo, estaban dispuestos a obedecer las órdenes impías del magistrado. Sin embargo, después de convertirse al Dios verdadero, abandonaron el servicio y, arrojando sus escudos, armas y uniformes, aceptaron el sacrificio contentos de su triunfo como confesores de Cristo. Sus cuerpos fueron sepultados en este día en el cementerio de Domitila, situado en la vía Ardeatina de Roma.
Se dice que eran dos soldados pretorianos que fueron bautizados, por san Pedro y que, según la leyenda, eran dos eunucos que servían en la casa de santa Flavia Domitila, de origen patricio, y convencieron a la muchacha, santa Flavia Domitilia, que era también cristiana, que no se esposase con un cónsul romano y pagano, éste en venganza, ordenó su búsqueda y captura, después de una larga odisea, murieron mártires en Terracina, después de sufrir crudelísimos tormentos. Otras leyendas dicen que cuando Flavia Domitila se decidió hacerse cristiana se fueron a ver al papa san Clemente I.
La existencia de estos mártires está probada documentalmente, -san Dámaso hizo referencia a ello- («Los mártires Nereo y Aquileo habían entrado voluntariamente en el ejército y desempeñaban el cruel oficio de poner en práctica las órdenes del tirano. El miedo les hacía ejecutar todos los mandatos. Pero, por milagro de Dios, los dos soldados abandonaron la violencia, se convirtieron al cristianismo y huyeron del campamento del malvado tirano, dejando tras de sí los escudos, las armaduras y las lanzas ensangrentadas. Después de confesar la fe de Cristo, se regocijan ahora al dar testimonio del triunfo del Señor. Que estas palabras de Dámaso te hagan comprender, lector, las maravillas que es capaz de hacer la gloria de Cristo.»).
Su verdadera historia son conjeturas, aunque su culto resale desde el principio del cristianismo, y su muerte, según las últimas investigaciones, fue bajo Nerón. Su culto unido al de Flavia Domitila, se debe a que la iglesia que se les dedicó en el siglo VI, con el título de "Fasciola", administraba el cementerio de Domitila, en la vía Ardeatina; esta proximidad dio origen a la leyenda. MEMORIA FACULTATIVA.
San PANCRACIO. (290 - c.304)
Totalmente agradable. Todo fuerza; que lo supera todo.
Martirologio Romano: San Pancracio, mártir, que, según la tradición, murió también en Roma en plena adolescencia por su fe en Cristo, fue sepultado en la vía Aurelia, a dos miliarios de la Urbe. El papa san Símaco levantó una célebre basílica sobre su sepulcro y el papa san Gregorio I Magno convocaba a menudo al pueblo en torno al mismo sepulcro, para que recibiera el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano.
No sabemos nada de él, la leyenda dice que, al morir sus padres de origen noble y paganos, llegó, junto a su tío san Dionisio fue Roma desde Sinnada, Frigia (lugar de su nacimiento), allí se hicieron cristianos gracias al papa san Cornelio, que vivía escondido cerca de su casa. Durante la persecución contra los cristianos se acercaron a ellos. Su tío Dionisio murió al poco tiempo de ser bautizado, y Pancracio al no querer renegar de su fe fue decapitado cuando apenas tenía a los 14 años, durante la persecución de Diocleciano, en la vía Aurelia. Los cristianos le dieron sepultura en un cementerio cercano.
Existe un anacronismo entre el papado de Cornelio con el imperio de Diocleciano, por ello algunos autores, afirman que el papa fue san Marcelino, y los emperadores Valeriano y Galieno.
Muy famoso en la antigüedad; sobre él se hizo toda un relato fantástico. En la baja Edad Media fue contado entre los catorce santos "Auxiladores". Fue muy venerado en Alemania, como patrón de los caballeros. Lo mismo en Francia, como abogado de los niños. En Inglaterra se hizo muy popular, y en España es abogado del trabajo. Patrón de Albano (Italia). MEMORIA FACULTATIVA.
San EPIFANIO DE SALAMINA. (c.310 - c.403)
Ilustre. Aparición de Dios.
Martirologio Romano: En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, que sobresalió por su vasta erudición y conocimiento de las ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de vida, por su celosa defensa de la fe católica, por su generosidad para con los pobres y por su poder taumatúrgico.
Natural de Bezandulk, en Palestina. Sabemos que conocía desde su juventud el griego, siríaco, hebreo, copto y parcialmente el latín. Fue un judío convertido por san Hilarión de Gaza que ingresó en el monacato muy joven; hacia el 335 estuvo entre los monjes de Egipto; al regresar a su patria, fundó un monasterio y fue nombrado abad de Eleutherópolis, donde escribió y predicó contra todos los herejes. Escribió contra el arrianismo del círculo imperial y la doctrina de Orígenes. Las obras que son su mejor aportación a la causa católica son los dos tratados: el "Ancoratus" y el "Panarion".
Fue aclamado "oráculo de Palestina" y se decía que cuantos le visitaban salían espiritualmente consolados. En el 367 fue nombrado obispo de Constantia (actual Salamina) en Chipre (367-403), Sin embargo, siguió gobernando su monasterio de Eleuterópolis, al que iba de vez en cuando. La caridad del santo con los pobres era ilimitada, y numerosas personas le constituyeron administrador de sus limosnas. Santa Olimpia le confió con ese fin una importante donación de tierras y dinero. La veneración que todos le profesaban le libró de la persecución del emperador arriano Valente; prácticamente fue el único obispo ortodoxo en las riberas del Mediterráneo a quien el emperador no molestó para nada. En 376, san Epifanio emprendió un viaje a Antioquía para convertir a Vital, el obispo apolinarista; pero sus esfuerzos fueron vanos.
Continuó su defensa de la ortodoxia de la fe de Nicea, viviendo como un monje y realizando frecuentes visitas a los monasterios de Palestina e impulsando la fundación de nuevos monasterios. Su personalidad, unida a las obras de misericordia hacia los más pobres y su gran penitencia, le hicieron muy conocido y venerado por el pueblo. En el 382 acompañó a san Paulino de Antioquía a Roma, donde asistieron al Concilio convocado por san Dámaso. Ambos se hospedaron en casa de una amiga de san Jerónimo, la viuda Paula, a la que san Epifanio encontró tres años más tarde en Chipre, cuando se dirigía a Jerusalén para reunirse con su padre espiritual.
San Epifanio era un santo, pero era también un hombre apasionado, y sus prejuicios de hombre de edad le llevaron en algunas ocasiones a excesos lamentables. Así, por ejemplo, después de que el obispo Juan de Jerusalén le había acogido honrosamente como huésped, tuvo el mal gusto de predicar en la catedral un sermón contra el prelado, a quien sospechaba contagiado de origenismo. Como si esto no hubiera sido suficiente, en Belén, que no era su diócesis, se atrevió a ordenar, contra todos los cánones, a Pauliniano, el hermano de san Jerónimo. Las quejas del obispo de Jerusalén y el escándalo provocado por su conducta, le obligaron a llevar consigo a Pauliniano a Chipre. En otra ocasión, furioso al ver una imagen de Nuestro Señor o de un santo sobre la cortina que cubría la puerta de una iglesita de pueblo, desgarró la tela y dijo a los presentes que se sirviesen de los harapos para limpiar el suelo. Cierto que después pagó otra cortina, pero tal vez los habitantes del lugar no quedaron muy contentos. El malvado Teófilo de Alejandría se sirvió de san Epifanio, enviándole a Constantinopla para acusar a los cuatro «hermanos altos», quienes habían escapado de la persecución de Teófilo por apelación al emperador. Al llegar a Constantinopla, san Epifanio se negó a aceptar la hospitalidad que le ofrecía san Juan Crisóstomo, porque éste había protegido a los monjes fugitivos; pero, cuando san Epifanio compareció junto con los cuatro hermanos ante el juez, y éste le exigió que probase sus acusaciones, el santo debió reconocer que no había leído ninguno de sus libros ni conocía nada de sus doctrinas. Muy humillado, sé embarcó, poco después, con rumbo a Salamis, pero falleció en el camino.
Santa RICTRUDIS DE MARCHIENNES. (612 - c.688)
(Rictruda. fr.: Rictrude).
Martirologio Romano: En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, de origen vasco, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en el citado monasterio.
Nació cuanto en Gascuña (Francia) en el seno de una familia tan rica como devota. En joven edad tuvo como director espiritual san Amando de Elnone, desterrado justamente a aquella región por el rey Dagoberto, a quien condenó su conducta licenciosa.
Amando vivió en aquel período como huésped de la familia de Rictrudis y desde este lugar el santo francés emprendió la obra de evangelización en Gascuña. Otro noble francés, san Adalbaldo, solía visitar aquella casa, ganándose el favor del rey Clodoveo II y logrando, a pesar de la oposición de los aristócratas gascones, que Rictrudis fuera su esposa. Los dos fueron a vivir cerca a Ostrevant, en la región de Flandes, y tuvieron cuatro hijos, también todos ellos venerados como santos: Adalsinda de Marchiennes, Closenda, Maurante y Eusebia de Hamay.
Amando los visitaba frecuentemente, ellos llevaban una vida "Devota y encantadora", como afirma su biógrafo. Sin embargo esta feliz existencia no estaba destinada a durar y en el 652 san Adalbaldo fue asesinado por gascones, presumiblemente todavía hostiles a la boda celebrada con Rictrudis.
A causa de la trágica desaparición del marido, Rictrudis expresó el deseo de hacerse monja, pero san Amando le aconsejó esperar todavía, al menos hasta que su hijo Maurante tuviera edad suficiente como para ser introducido en la vida de la corte.
Clodoveo II tenía otros proyectos para ella, pensaba entregarla como esposa de uno des protegidos. Amando logró dichosamente persuadirlo a dejarla libre y así ella pudo felizmente ir a Marchiennes, donde fundó un monasterio masculino y uno femenino. Fue abadesa de él por muchos años y las suyas dos hijas mayores, Adalsinda y Closenda, fueron también monjas en ese monasterio. Más tarde también ingresó Maurante. La primera hija murió joven, mientras en cambio la segunda fue la sucesora como abadesa cuando Rictrudis murió. La última hija, Eusebia, vivió con la abuela. Tiene culto local.
San GERMÁN DE COSTANTINOPLA. (c. 635 - 733)
Hermano. Semilla superior. Hombre que se defiende.
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Germán, obispo, el cual, insigne por su doctrina y virtudes, refutó con gran persuasión el edicto contra las imágenes sagradas promulgado por el emperador León Isáurico.
Su padre fue un prestigioso patricio, llamado Justiniano, muerto alrededor del 669 por orden del suspicaz o envidioso emperador Constantino IV Pogonato. Eclesiástico de rango senatorial. Por protestar por la ejecución de su padre, fue mutilado por Constantino IV Pogonato.
De la vida y actividad de Germán antes de obtener su primera prelacía apenas sabemos nada. Dos documentos antiguos (un menologio y un sinaxario) nos ponderan su afición a las Escrituras y a la contemplación, su viveza de ingenio y experiencia de los negocios. En todo caso parece que ya antes del 711 era obispo de Cízico, en el Helesponto. Poco después el monotelismo (herejía defensora de una sola voluntad en Cristo), aunque ya recibido el golpe de muerte en el VI Concilio Ecuménico de Constantinopla del 681, revivió por corto espacio con el emperador Filipo, el cual presionó de tal modo a Germán, que el anciano prelado tuvo la debilidad de ceder en el sínodo de Constantinopla, año 712. Pero su reacción en pro de la ortodoxia fue rápida. Al subir al trono de Oriente el católico Artemio (Anastasio II) mejora la situación.
Depuesto Juan VI, patriarca heterodoxo de Constantinopla, es nombrado sustituto suyo, en 715, Germán, que cuenta ya unos ochenta años, pero cuyo espíritu joven sabrá resistir los embates de sus adversarios en la época subsiguiente. Se suele colocar al comienzo de su patriarcado un sínodo de 100 obispos, donde habrían sido anatematizados los fautores del monotelismo, entre otros los antecesores de Germán en la sede constantinopolitana, Sergio, Pirro y Pablo. Pero, según Grumel, el documento de las Actas es, por lo menos, dudoso. Sin embargo, el repudio de aquella herejía se manifiesta en la carta del santo a los armenios, sobre la doble naturaleza de Cristo. Trabajó por la unidad de los cristianos, y por la defensa de la ciudad frente a los árabes.
De todos modos, la gloria más excelsa de Germán es su actitud indomable ante la herejía iconoclasta, denominada así por propugnar la destrucción de las imágenes (de Cristo y de los santos). El furor de este movimiento, avivado por cierta tendencia oriental, idealista y antiplástica, data del siglo VIII. Sea por influjo de la actitud hostil de los árabes (para quienes el culto cristiano de tales representaciones sensibles equivalía al idolátrico de los paganos), sea por motivos religiosos de reforma (ante algunos abusos de la época en lo tocante a este culto), tal vez por razones políticas de cesaropapismo, o mejor aún por la educación del emperador León III el Isáurico (716-741) en un ambiente de paulicianismo maniqueo, lo cierto es que este príncipe desencadena una violenta lucha contra las imágenes en 725 con la adhesión de algunos obispos (sobre todo de Constantino de Nicolia, en Frigia), que quizá veían en el culto de los iconos un estorbo para la conversión de los infieles. Germán resiste desde el principio. Debió de ser bien doloroso para el santo recordar la escena (a. 717) donde él mismo había coronado a León, conforme al ceremonial católico, y donde el príncipe había jurado retener la fe verdadera, decisión reiterada por él en carta al papa san Gregorio II. Ahora, en 724-725, León cambia por completo y da comienzo a su campaña iconoclasta. Germán pone en guardia al Pontífice y le informa de su resistencia al emperador; el texto de la carta se ha perdido, pero se conserva la respuesta del Papa, lleno de admiración ante la actitud vigorosa del patriarca, que contaba entonces unos noventa años: "cada hora me acuerdo de tu entrega y considero mi más sagrado deber el saludarte como a hermano mío y propugnador de la Iglesia".
También se conservan otras tres cartas del santo referentes a esta misma controversia. Una a Juan, metropolitano de Synades, a propósito del ya citado Constantino de Nicolia, hostil al culto de las imágenes; otra a éste, recordándole las promesas hechas a Germán de cesar en su actitud iconómaca, y la tercera a Tomás de Claudiópolis: en esta última principalmente se esfuerza el patriarca en demostrar por la Escritura y los Padres que la honra tributada a las imágenes de Cristo, la Virgen y los santos no es idolatría, sino culto dirigido al prototipo a través de la representación sensible.
Más emotiva es la admonición al mismo emperador (17 de enero del 730), donde el casi centenario prelado se declara dispuesto a morir en defensa del culto de las imágenes: hermoso es dar la vida por el nombre de Cristo, impreso en su efigie externa. Tal grandeza de alma, junto con el apoyo que el Papa y san Juan Damasceno prestaban al patriarca, contiene a León de tomar decisiones demasiado violentas, pero manifiesta su deseo de que Germán señale sucesor en la sede constantinopolitana. Finalmente, en una reunión celebrada por el emperador, el noble anciano, despojándose de su ropaje episcopal, concluye un largo discurso con estas palabras: "Si soy como Jonás, que se me arroje al mar; pero haría falta un concilio ecuménico para que yo cambiara mis creencias". Después se retira a Platanión, finca de familia, cercana a la capital, y allí muere.
Varios de sus escritos todavía existen como "De vitae termino", "De vera et legitima retribucione", "De haeresibus et synodis". Defendió la figura de María como Madre de Dios y su Asunción y tuvo hacia ella una ferviente devoción.
Santo DOMINGO DE LA CALZADA. (1019 - 1109)
Nacido el día del Señor.
Martirologio Romano: En la región de Castilla, en España, en la localidad posteriormente designada con su nombre, santo Domingo de la Calzada, presbítero, que construyó puentes y caminos para uso de los peregrinos jacobeos y, movido por su inmensa piedad, edificó también un hospital de peregrinos, provisto de salas destinadas a socorrerlos.
Sobre el lugar del nacimiento de Domingo García, no se sabe nada, mientras unos dicen que era vasco, otros de Vilora, en Burgos, otros aseguran que nació en Italia y que allí vendió todo su patrimonio y se lo dio a los pobres y partió para España donde se instaló. Se sabe que cambió varias veces de apellido y que de ser Domingo García, pasó a ser Domingo de La Rioja; era un pastor por las márgenes del Ebro en la Rioja, y que cuando hacia el 1050, decidió hacerse monje benedictino le rechazaron en dos monasterios, en Santa María de Valvanera y en San Millán. Se retiró entonces a las soledades de la Bureba para vivir como ermitaño, hasta que conoció a san Gregorio de Ostia del que fue discípulo y paje y le confirmó en su vocación, además de ordenarle presbítero. Murió san Gregorio en Logroño, y entonces Domingo se quedó en La Rioja en el paso de peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Hay que destacar que era un simple laico, que no tenía patrimonio ninguno, aunque parece que en los monasterios aprendió a ser constructor.
Llegaban los peregrinos de Francia, por Pamplona, Estella, Logroño, Nájera. Al pasar adelante, se encontraban en medio del camino sin amparo ni guía. Lo decía un viejo cantar: "Vos que andáis a Santiago, mire vostra mercé, non ay puentes nin posadas nin cosa para comer". Domingo concibió entonces que un servicio resultaba necesario: mejorar los caminos, preparar albergues.
Nuestro santo no ahorró esfuerzos para facilitar el paso a los romeros, movido únicamente por su deseo de ayudar a los peregrinos. Construyó primero una ermita dedicada a Santa María, desde la que exploraba el horizonte para acudir en ayuda de cualquier hermano en apuros. Edificó después un albergue para peregrinos enfermos, en el que hizo de albañil, enfermero y hospedero; arregló la vieja calzada romana. Luego buscó recursos y levantó el famoso puente sobre el Oja, que todavía subsiste después de diez siglos. Más tarde taló montes y construyó una "calzada", que llegará a ser su apellido. Se le agregaron muchos y empezó a nacer la ciudad de Santo Domingo de la Calzada. San Juan de Ortega y santo Domingo de Silos, que lo conocieron, atestiguaron las múltiples obras de caridad llevadas a cabo durante más de sesenta años por este benefactor de la humanidad. Se le atribuyen varios milagros como el del peregrino falsamente acusado y sostenido en el patíbulo, y el de los pollos resucitados, que atestiguaron la inocencia del peregrino. Murió a los 90 años.
Beata IMELDA LAMBERTINI. (1322 - 1333)
Guerrera.
Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, beata Imelda Lambertini, virgen, aceptada desde muy pequeña como monja en la Orden de Predicadores, donde, siendo aún joven, después de haber recibido de modo admirable la Eucaristía, entregó inmediatamente su espíritu.
Nació en Bolonia. Hija del conde Egano Lambertini de Bolonia. Ingresó muy joven en el convento de las dominicas de Santa María Magdalena de Val di Pietra en Bolonia. Allí se ganó Imelda el cariño de todos, y su fervor edificó mucho a las religiosas. La joven tenía especial devoción a la presencia eucarística de Cristo en la misa y en el tabernáculo. Imelda deseaba ardientemente hacer la primera comunión, pero, según la costumbre de la época, ésta no podía tener lugar antes de cumplir los doce años. Imelda exclamaba algunas veces: «¿Cómo es posible recibir a Jesús y no morir de gozo?».
Se cuenta de ella que hablaba con los pájaros y flores para que le explicasen como era Dios, ese Dios, que no podía recibir (entonces se recibía la comunión a los 12 años). Fue dispensada y cuando a los nueve años recibió a Cristo, fue hallada muerta en un éxtasis. Sobre este hecho se relata una piadosa leyenda: Imelda asistió, con el resto de la comunidad, a la misa de la Ascensión. Como era la más joven, fue la única que no recibió la comunión. Las religiosas se disponían ya a salir de la capilla, cuando vieron que una hostia volaba hasta Imelda, quien se hallaba absorta en oración, cerca del tabernáculo. Inmediatamente le hicieron notar al sacerdote que había celebrado la misa, el cual, impresionado por el milagro, dio inmediatamente a Imelda la primera comunión, que fue también la última. La emoción que produjo a la beata la presencia de Cristo fue demasiado grande. Fulminada por un ataque al corazón, Imelda cayó por tierra; cuando las religiosas acudieron a levantarla la encontraron muerta.
Su fama se extendió por todos lados y su culto se fue extendiendo. Muchos milagros se cuentan desde entonces. Su cuerpo se halla en la iglesia de San Segismundo de Bolonia. León XIII confirmo su culto el 20 de diciembre de 1826. Por voluntad de san Pío X, Imelda es Patrona y modelo de los niños de Primera Comunión. También se le ha nombrado "Abogada de la Infancia".
Beata JUANA DE PORTUGAL. (1452 - 1490).
(por.: Joana de Portugal).
El Señor es su gracia.
Martirologio Romano: En Aveiro, en Portugal, beata Juana, virgen, hija del rey Alfonso V, que renunció a contraer matrimonio en varias ocasiones y prefirió servir en la Orden de Predicadores e ingresar en el monasterio de Aveiro. Se convirtió, así, en refugio de pobres, huérfanos y viudas.
Nació en Lisboa, era hija del rey Alfonso V de Portugal, y legítima heredera del trono de Portugal. Ella sobresalió principalmente por el coraje y la persistencia con que se opuso a todos los intentos de su padre y hermano de hacer que se casara. Ella había decidido desde la infancia ser la esposa de Cristo y, cuando fuese posible convertirse en religiosa; pero siendo la siguiente heredera del trono, lo cual era por defecto un asunto de hombres, su deseo era particularmente intolerable para su familia y su país. Juana era muy hermosa y su mano fue pedida por varios príncipes. Una vez, en la ausencia de su padre, ella tuvo que encargarse del reino, y en ese oficio se dice haber demostrado gran capacidad.
Sintiéndose llamada a la vida religiosa, en el 1473, ingresó en el convento dominico de Jesús de Aveiro donde las reglas eran severas y estrictamente guardadas. El rey mandó que le privaran del hábito al enfermar gravemente. La llevaron a la Corte cuando arreciaba una peste; logró, sin embargo, que la acompañaran seis religiosas con las que continuó sus prácticas monásticas. A la muerte del rey en 1481, cuando la sucesión portuguesa estaba asegurada, en 1485 pudo emitir sus votos religiosos y volver al monasterio dominicano; por esta causa familiar Juana sufrió muchísimo, y la vuelta al monasterio le devolvió el consuelo. Murió con el olor de la santidad, y los milagros siguieron a su fallecimiento. El papa Inocencio XII, el 31 de diciembre de 1692, confirmó su culto.
OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Cirilo de Mesia y 6 compañeros. s. III.
Señorito. Referente al señor.
Martirologio Romano: En Galatz, en Mesia, san Cirilo, mártir, que fue martirizado junto con seis compañeros.
Mártires en Axiópolis en Rumanía. En los sinaxarios griegos aparece san Cirilo junto a dos compañeros: Kindeas y Dasio.
La versión española del Martirologio Romano del 2007, entre las varias adaptaciones -no siempre adecuadas- que hace de los nombres geográficos, dice "En Galatz, en Mesia, san Cirilo...", pero la noticia latina, la inscripción antigua, e incluso la propia versión española de 2003, hablan siempre de Axiópolis, no de Galatz, que es una ciudad a casi 300 Km del antiguo campamento militar; posiblemente el revisor español de la última edición le quiso dar una referencia moderna, pero ha deslocalizado lo poco que sabemos sobre estos mártires.
San Crispolito y compañeros. s. IV.
(Crispolto).
Según una “passio” del s. XII, bastante fantástica, parece que nació en Jerusalén y fue enviado por san Pedro a predicar a Italia, en la ciudad de Bottona, donde realizó varios milagros y por lo cual fue consagrado obispo por Brizio, que era obispo de Massa Martana y según otros autores de Spoleto o de otras ciudades umbras.
Crispolito fue arrestado por el emperador Maximiano (4 siglos más tarde), fue conducido ante el prefecto Asterio e invitado a sacrificar a los ídolos y ante su rechazo, fue ejecutado después de ser torturado. Junto a él fue también martirizado Baroncio, que fue decapitado. La narración continúa con la hermana de Crispolito, Tutela que con otras 12 mujeres quería sepultar los cuerpos de los dos mártires, pero fueron todas arrestadas y después de que rechazaran sacrificar a los dioses, fueron martirizadas. Su martirio acaeción un 12 de mayo.
En honor a nuestro santo se edificó una iglesia dedicada a María; en el lugar de su martirio existen las ruinas del antiguo monasterio benedictino de San Crispolto perteneciente a la diócesis de Asís. Sus restos reposan en la iglesia de Santa Maria Maggiore en Bettona. Patrón de Bettona en Umbría (Italia).
San Felipe de Agira. (396 - 453).
Amigo de los caballos o del alto.
Martirologio Romano: En Agira, lugar de Sicilia, san Felipe, presbítero, el cual, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad.
Es un santo venerado en la ciudad de Agira en Sicilia, como el primer misionero enviado a la provincia; su historia está llena de contradicciones.
Se dice que nació en Tracia y, fue instruido en las disciplinas eclesiásticas y también en la lengua siriaca, a los 21 años recibió el diaconado y luego llegó a Italia junto al monje Eusebio, quien le sirvió de intérprete en Roma. Después de haber sido ordenado sacerdote, recibió el encargo de evangelizar la Sicilia centro-occidental, dónde los habitantes, aterrorizados por la actividad eruptiva del Etna, seguían viendo en el volcán una manifestación del demonio, cuando llegó a la isla se estableció en Agira, provincia de Enna, siempre con la compañía del monje Eusebio.
Desarrolló con fervor apostólico su ministerio sacerdotal entre las poblaciones sicilianas, volviéndose célebre por los numerosos milagros que obró, especialmente por liberar a posesos de los demonios que los atormentaban. Sobre el lugar de su sepulcro, fue edificada una iglesia y posteriormente un monasterio, alrededor de los que el antiguo “Agyrium” resurgió con el nombre de San Felipe de Agira, nombre conservado hasta el 1939, (actualmente se llama tan sólo Agira).
San Modoaldo. M. c. 647.
(fr.: Modoald).
El que gobierna con valor.
Martirologio Romano: En Tréveris, en el territorio de la Renania, en Austrasia, san Modoaldo, obispo, que fundó y enriqueció varias iglesias y monasterios, y constituyó también diversas agrupaciones de vírgenes. Fue sepultado junto a su hermana Severa.
Nació en Aquitania, tenía lazos de sangre y de amistad con la mayor parte de los santos del periodo merovingio. Tío de santas Gertrudis de Nivelles y de Bega de Andenne. Fue consejero del rey Dagoberto I y, en el 614 o 622, fue elegido obispo de Tréveris, que gobernó con éxito hasta su muerte. Fundó varios monasterios. Atendió al Concilio de Reims en el 625. Habló tan fuertemente contra la inmoralidad de la corte real franca, que el rey Dagoberto en persona experimentó una profunda conversión. El rey le concedió terrenos y dinero para la fundación de nuevos monasterios. Ordenó presbítero al futuro mártir san Germán de Moótier Granval, que era su discípulo. Fue amigo de san Desiderio, obispo de Cahors.
Su episcopado duró probablemente unos 20 años. Murió en Tréveris (Alemania). Sus reliquias se trasladaron a Paderborn, en Alemania, el 1107 y está sepultado junto a su hermana santa Severa.
San Leopoldo de Castelnuovo (Bogdan Mandic). (1866-1942). Capuchino. (Ver) 30 de julio..
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo12domingocalzada.mp3