Santoral del 18 de Mayo



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Juan I, Santo LIII Papa y Mártir
San Guillermo de Tolousse
Beato Estanislo Kubsky
Erik IX de Suecia, Santo Rey
Félix de Cantalicio, Santo Capuchino Mártir
Blandita Merten, Beata Ursulina
Beato MARTÍN OPRZADEK.
OTROS SANTOS DEL DÍA
Potamión, Félix, obispos; Dióscoro, Teódoto, Erico, Eufrasia, Faína, Matrona, Cristiano Arsenio, Anastasón, Basilica, Teocusa, Alejandra, Claudia, Julita, mártires; Félix, confesor; Agnelo, abad; Rafaela María, fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón; Mª Josefa del Corazón de Jesús, fundadora de las siervas de Jesús.


SAN VENANCIO, Mártir
Lo que es agradable a Dios, es que, con la mira de
agradarlo, suframos los males y las penas que se nos
hace sufrir injustamente.
(1 Pedro, 2, 19).


San Venancio, después de haber sufrido los tormentos más espantosos, fue arrojado a un esterco lero. Curado milagrosamente por un ángel, se presentó nuevamente ante el juez que lo había condena do. Mientras el santo hablaba, cayó el juez boca arriba y expiró exclamando: "El Dios de Venancio es el solo Dios verdadero, destruid vuestros ídolos". Los leones a los que fuera arrojado como alimento, en seguida, posternáronse a sus pies, mientras el santo predicaba la fe a los espectadores. En fin, después de haber sido arrastrado por entre zarzales y precipitado desde lo alto de una roca sin que sufriese mal alguno, fue decapitado a la edad de 17 años.

MEDITACIÓN UN MÁRTIR ES UN
EXCELENTE PREDICADOR


I. El cristiano que sufre generosamente por la causa de Jesucristo es motivo grande de júbilo para Dios y los elegidos. Es un espectáculo digno de toda la Corte celestial, ver un hombre que desafía las amenazas, los suplicios, los halagos de los tiranos, e imita, tanto cuanto puede, a Jesús crucificado. ¿No se abrieron acaso los cielos para que los bienaventurados fueran espectadores del martirio de San Esteban? No depende sino de mí proporcionar a Dios este espectáculo tan agradable a sus ojos: basta, para esto, sufrir con alegría todo lo molesto que me acaece.

II. El mártir tiene oyentes en la tierra: son los infieles a quienes su heroísmo atrae a la verdadera fe. Así fue como Menas convirtió a Hermógenes. ¡Gran Dios! ¿Se puede acaso dudar de vuestra bondad, cuando se ve a los mártires colmados de consuelos en medio de los tormentos? ¿Se puede por ventura dudar de vuestro poder, cuando se contemplan los milagros que realizan? Si los mártires no experimentasen alivio alguno en sus suplicios, no soportarían con tanta paciencia la amargura de sus tribulaciones; todos podian comprender la violencia de sus torturas, muy pocos la dulzura de sus consolaciones. (San Agustín) .

III. En fin, este excelente orador toca y conmueve los corazones de los fieles. Los cristianos más cobardes, a la vista de la sangre de los mártires, sentían renacer su coraje. Y aun hoy, ¿se puede acaso leer las vidas de estos ilustres atletas sin desear servir a un Dios tan bueno, y sufrir algo por su amor? Los mártires nos hablan todavía desde el cielo; nos advierten no perdamos, en la tranquilidad de la paz, la fe y la amistad de Dios que conservaron ellos en medio de las pruebas de la persecución.

La paciencia
Orad por los países infieles.

ORACIÓN

Oh Dios, que habéis consagrado este día por el triunfo del bienaventurado Venancio, vuestro mártir, escuchad las plegarias de vuestro pueblo, y haced que honrando sus méritos, aprendamos a imitar su constancia. Por J. C. N. S. Amén

http:// www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo18juanpapa.mp3



San JUAN I. Papa (523-526). M. 526.Martirologio Romano: San Juan I, papa y mártir, quien, habiendo sido enviado por el rey arriano Teodorico en embajada al emperador Justino de Constantinopla, fue el primer pontífice romano que ofreció la Víctima Pascual en aquella Iglesia, pero a su regreso, detenido de manera indigna y arrojado en la cárcel por el mismo Teodorico, pereció como víctima por Cristo Señor en Rávena.

Nació en Florencia o Siena, Toscana y fue ordenado para formar parte del clero de Roma: fue archidiácono. En Roma mantuvo una estrecha amistad con el filósofo el beato Severino Boecio. Es muy probable que fuera simpatizante del partido filo-oriental del antipapa Lorenzo, aunque en el 506 hizo un acto de sumisión al papa san Símaco. Fue cardenal-presbítero y elegido Papa, sucediendo a san Hormisdas.
Gobernó la Iglesia sólo tres años y medio. Durante este tiempo fue el que introdujo el nuevo calendario de contar los años desde el nacimiento de Cristo, aconsejado por el monje Dionisio el Exiguo; así como la celebración de la Pascua tal como la conocemos hoy y la introducción del canto gregoriano. Se distinguió por una ferviente actividad administrativa y pastoral, y por la convocatoria de varios concilios provinciales; entre ellos fue célebre el de Orange (529), que puso fin a la controversia sobre "la Gracia", condenando las doctrinas pelagianas y semipelagianas.

La causa de su martirio se debe a una embajada forzada por el rey arriano de los lombardos, Teodorico, en el año 524, que lo mandó a Constantinopla a defender ante el emperador católico Justino la causa de los godos arrianos de Oriente oprimidos por los católicos (conversiones coaccionadas, sustracciones de iglesias, leyes inquisitorias romanas). Según una crónica contemporánea, el Papa fue recibido con todos los honores y reconocido incluso por el patriarca con motivo de la sucesión de la cátedra de Pedro. Coronó al emperador (526) Justino, provocando las iras del rey Teodorico (con sospechas de alta traición), el cual consideraba escasos los resultados de la misma misión papal (sólo restitución de iglesias, pero se les siguió prohibiéndoles que practicasen su fe), y por ello le hizo encarcelar en Rávena. El Papa murió de hambre y sed en la cárcel. Lo mismo había sucedido con dos ilustres senadores, Símaco y Severino Boecio, a quién Teodorico había mandado decapitar por lealtad al Papa.
Refiere el historiador Procopio que, durante los tres años que sobrevivió Teodorico "hasta en los peces que le servían a la mesa, creía ver las miradas de las ilustres victimas, reprochándole su crueldad". Está enterrado en la basílica de San Pedro del Vaticano. MEMORIA FACULTATIVA.
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San ERICO IX JEDVARDSSON "el Legislador". M. c. 1160.Martirologio Romano: En Upsala, en Suecia, san Erico IX, rey y mártir, quien durante su reinado gobernó sabiamente al pueblo, veló por los derechos de las mujeres y envió a Finlandia al obispo san Enrique para que propagase la fe de Cristo, pero, finalmente, cayó en un ataque bajo las espadas de sus enemigos daneses mientras asistía a la celebración de la Misa.

Descendía de una de las más ilustres familias suecas los Jedvardsson. Se casó con Cristina, hija de Ingo IV, rey de Suecia. Rey de Suecia en el 1150 o 1141 elegido por los estados según la tradición de aquel reino. Su primera preocupación en este cargo fue velar por su propia alma, de manera que hizo muchas penitencias y ayunos según la costumbre de la época. Emprendió leyes para mejorar la situación de la mujer casada y difundió el evangelio por todo el país y fracasó al querer convertir Finlandia, aunque construyó muchas iglesias en este país y envió a san Enrique, obispo de Upsala, para que los evangelizara.
Impartió el mismo la justicia especialmente a los pobres a cuyas quejas estuvo siempre atento. Con frecuencia visitó a los pobres y enfermos y les hizo dadivosas limosnas. Contento con su propio patrimonio, no cobró impuestos. Entre sus subditos estaban los hijos de Belial que le escarnecieron por su piedad, ya que ellos eran idólatras. Apresado por los daneses después de una batalla librada cerca de Upsala, Magnus Henriksson lo asesinó, decapitándole, después de que dejara la iglesia donde había asistido a la Misa. Cuando le avisaron que habían entrado los daneses, él estaba en misa y dijo: “Dejadnos terminar el sacrificio, el resto de la festividad lo tendré en cualquier otra parte”. No está canonizado, pero es venerado por los suecos como tal. Patrón de Suecia y de Upsala.
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Beato GUILLERMO DE TOULOUSE. (c.1297 - 1369).
Martirologio Romano: En Toulouse, junto al río Garona, beato Guillermo, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín.

Guillermo de Naurose nació en Toulouse, en el seno de una noble familia. Con 19 años ingresó en los Ermitaños de San Agustín de su ciudad natal. Fue enviado a París para proseguir sus estudios, y allí obtuvo el título de Lector en Teología. De regreso a su tierra, fue ordenado presbítero, y encargado de la predicación y pronto fue célebre por su celo como sacerdote misionero, orador, director espiritual, discernimiento de espíritus y promotor de la devoción a las almas del purgatorio.

Su actividad preferida fue “orar o contemplar o hablar de Dios”; fue un hombre celoso, de ayunos rigurosos y gran luchador contra el demonio, como persona y como exorcista; tuvo auténticos ataques diabólicos. Tuvo dones taumatúrgicos. En una ocasión, una rica dama le regaló cierta cantidad de oro y le suplicó que pidiese por sus parientes difuntos. El beato pronunció en voz alta la oración: «Dales, Señor, eterno descanso; haz brillar sobre ellos tu luz inextinguible y concédeles la paz». La dama quedó muy decepcionada, pues pensaba que su dinero valía más oraciones. Entonces el siervo de Dios le dijo que escribiese en un papel la oración que él acababa de pronunciar y que pusiese en un platillo de la balanza el papel y en el otro el oro que le había dado. La dama obedeció y quedó asombrada al ver que la oración pesaba más que el oro.
Excepto durante un breve periodo en el que fue prior del convento de Pamiers, parece que la mayor parte de su vida, después de sus estudios parisinos, se desarrolló en el convento tolosano del barrio de Saint’Etienne, donde en aquellos días, en 1341, se celebró el Capítulo General de la Orden de San Agustín. Murió con fama de santidad y fue enterrado en la iglesia del convento. Su culto fue confirmado en 1893.
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San FÉLIX DE CANTALICIO. (c.1515 - 1587).
Martirologio Romano: En Roma, san Félix de Cantalicio, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, el cual, de admirable austeridad y sencillez, ejerció el trabajo de recaudar la limosna en la ciudad eterna durante cuarenta años, sembrando al mismo tiempo a su alrededor paz y caridad.

Félix Porro nació en Cantalicio (Rieti) en el seno de una familia de campesinos pobres. Era analfabeto, pero con un gran sentido del humor y gran candor. Muy jovencito fue acogido por la rica familia Picchi de Cittaducale, donde fue mozo de labranza y pastor durante 20 años, hasta que un día oyó la lectura de unas vidas de santos y entendió que él quería ser como ellos. Al preguntar dónde era posible vivir como un anacoreta, le dijeron que en el convento de capuchinos que había en Cittáducale, e ingresó como hermano lego en el 1543 en el noviciado capuchino de Anticoli de Campagna (actual Fiuggi). Fue su maestro de novicios un hermano lego de gran talla espiritual, fray Bonifacio de Fiuggi. Emitió sus votos en 1545 en el convento de Monte San Giovanni Campano (Frosinone), donde dejó en testamento la parte que le correspondía de los bienes paternos a aquellos de sus hermanos más necesitados.

Pasó los cuatro primeros años en la provincia romana en los conventos de Tívoli y de Palanzana (Viterbo) y más tarde fue enviado a Roma (1547) al convento de San Buenaventura en el Quirinal, donde fue limosnero durante 40 años hasta su muerte.
Sintió predilección por los niños, a quiénes enseñó el catecismo atrayéndoles con sus chanzas y las cancioncillas que improvisaba; fue proverbial su sentido del humor, su humildad y su paciencia. Se hizo popular pidiendo limosna, de manera que siempre respondía: "Deo Gratias", y por ello fue conocido como "Fra Deogracias". Fue un hombre que cuando alguien le contradecía en asuntos sin importancia, siempre daba la razón al otro, así evitaba discusiones inútiles.

Cuando santos Felipe Neri y Carlos Borromeo, le pidieron consejo sobre la proyectada reforma del clero, recomendó que los sacerdotes rezaran con devoción el Oficio Divino: "Los ojos en la tierra, el espíritu en el cielo y en las manos el rosario". San Felipe Neri, cuando le encontraba por las calles de Roma, le paraba para pedirle consejo (llegaron a ser grandes amigos). San Carlos Borromeo, le tuvo en una grande consideración por su humildad y don de consejo. En 1580 acudió a Frascati para pedirle al papa Gregorio XIII que levantase a los ciudadanos de Cittaducale la excomunión y el enterdicto en el que habían caído por maltratar a su obispo Pompilio Pirotti. Murió sin haber poseído una sola moneda en toda su vida. Es el primer capuchino canonizado, junto con san Fidel de Sigmaringen. Su cuerpo yace en la iglesia de los capuchinos de la Inmaculada, en Barberini en Roma.
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Beata BLANDINA MERTEN. (1883-1918).
Martirologio Romano: En Marienau, en Alemania, beata Blandina (María Magdalena) Merten, virgen de la Orden de Santa Úrsula, que unió el cuidado de la formación humana y cristiana de las niñas y adolescentes con la vida contemplativa.

Nació en Düppenweller de Saarland (Tréveris, Alemania). Fue bautizada con el nombre de María Magdalena. Recibió la primera comunión en 1886 y pocos días después la confirmación. Desde este momento la comunión y la piedad eucarística fueron el fundamento de su vida de fe. Estudió para maestra en el Instituto Magisterial de Marienau, donde recibió su título profesional. Mientras estudiaba magisterio fallecieron sus padres.
Iniciósu labor pedagógica en Tréveris. Enseñó en diversas escuelas desde 1902 hasta 1907. Siempre se distinguió por su misticismo y devoción a la Eucaristía, a la Pasión del Señor y a María. En el magisterio unía la formación intelectual con la espiritual. A las alumnas les instruía con notable afecto. Dedicaba especial cuidado a la educación de pobres, a quienes les procuraba alimento y vestido.
En 1908 ingresóen las ursulinas de Calvarienberg y tomó el nombre de sor Blandina del Santísimo Corazón de Jesús. Se le ordenó ir a la escuela de Saarbrucken, donde al poco tiempo se enfrentó con la enfermedad que le ocasionará la muerte: la tuberculosis. A causa de su mal regresó a Tréveris, donde -con la admiración de sus discípulas y hermanas- continuó su ardua y fecunda labor docente hasta su muerte. Por disposición médica fue trasladada a Tréveris, donde emitió la profesión perpetua en 1913. De 1913 a 1916 trabajó en la enseñanza. Murió de tisis, sin haber perdido nunca la sonrisa y transcurrió su vida en continuo coloquio con Dios.
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Beato ESTANISLAO KUBSKI. (1876-1942).
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, de Baviera, en Alemania, beato Estanislao Kubski, presbítero y mártir, que durante la guerra entregó su espíritu por Cristo en una cámara de gas.

Nació en Ksiaz, Polonia, en el seno de una modesta familia campesina. Ingresó en el seminario archidiocesano de Gniezno-Poznan y fue ordenado sacerdote en 1900. Fue enviado como vicario a Srem, en 1910 fue nombrado párroco de San Lorenzo de Gniezno, donde se distingue por su celo apostólico y caridad con los pobres. Siete años más tarde (1917) pasó a la parroquia de la Santísima Trinidad de la misma ciudad, en 1933 fue destinado como párroco a Inowroclaw.
Se distinguió por su celo apostólico, su caridad con los pobres, y su atención a la juventud. Se preocupó por hacer comprender la doctrina social de la Iglesia entre el mundo obrero. Construyó una nueva iglesia parroquial y restauró otra. En 1938 fue arrestado en cuanto las tropas nazis entraron en la ciudad. Fue deportado a Pila, luego a las canteras de Buchenwald y por fin al campo de concentración de Dachau, Alemania, donde luego de pasar muchas miserias, que soportó con paciencia cristiana, fue eliminado en la cámara de gas. Beatificado el 13 de junio de 1999.
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Beato MARTÍN OPRZADEK. (1884-1942).Martirologio Romano: En el lugar de Hartheim, cerca de Linz, en Austria, beato Martín Oprzadek, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, quien, de nacionalidad polaca, contemporáneamente y del mismo modo alcanzó el reino celestial.

Juan nació en Koscielec (Cracovia, Polonia), en el seno de una familia campesina. Enviado a la escuela elemental, debió, sin embargo, dejarla cuando era aún un adolescente porque, al no tener padre, debía trabajar para ayudar a su madre y a su hermano enfermo. A los 28 años, habiendo muerto su madre y su hermano, pudo seguir su vocación religiosa, que desde la adolescencia sentía, entrando en la Orden Franciscana, en la Provincia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la parte meridional de Polonia, entonces bajo dominio austríaco. Hizo el postulantado en el convento de San Casimiro de Cracovia, donde recibió el hábito religioso el 11 de noviembre de 1912 con el nombre de fray Martín (Marcin). Pasó luego a Wieliczka y más tarde a Sadowa Wisznia, y sin haber hecho aún la profesión religiosa, fue llamado a filas al estallar la I Guerra Mundial.

Encuadrado en el XIII regimiento, llamado «cracoviano», participó en la guerra hasta su final.
Terminada ésta, volvió en febrero de 1919 al convento de Cracovia. Enviado a Wieliczka, aquí hizo el noviciado a partir del 11 de septiembre de 1920 y un año más tarde podía hacer la profesión religiosa. Ya profeso, fue enviado otra vez al convento de Cracovia, en el que perseveró como hermano portero durante los años que faltaban para su profesión solemne, emitida el día de San Francisco, 4 de octubre de 1924. Más tarde fue enviado, sucesivamente, a los conventos de Przemusl, Konin, Lvov, Wloclawek, Kasimierz Dony y nuevamente a Wloclawek, siendo en todos estos sitios un hombre de intensa oración, humilde, paciente y confiado en la Providencia divina.
Ocupada Polonia por los nazis, lo arrestaron el 26 de agosto de 1940 junto con el beato P. Cristino Gondek y lo encerraron en Dachau. Aquí, por su debilidad, fue declarado inválido y llevado a Linz (Austria), donde fue eliminado en la cámara de gas. Fue beatificado el 13 de junio de 1999.
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OTROS SANTOS DEL DÍA
San Venancio de Camerino. M. 250.
Según la tradición era un muchacho, que vivía en Camerino, cuando san Porfirio, le convirtió al cristianismo. Cuando se inició la persecución de Decio, el prefecto Antioco llamó a Porfirio y Venancio, y los dos como defendieran su fe, fueron decapitados. Sus reliquias se conservan en Camerino (Italia), de donde es patrón. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales.



San Félix de Split. M. c. 300.
Martirologio Romano:
En Salona, de la Dalmacia, san Félix, mártir en la persecución bajo el emperador Diocleciano.
Obispo de Salona (hoy Split) (Dalmacia, Croacia); fue martirizado durante la persecución de Diocleciano.

Santos Teódoto de Ancira y compañeras. M. 303.
Martirologio Romano:
En Ankara en Galazia, hoy en Turquía, el martirio de los santos Teódoto, su tía Tecusa y las vírgenes Alejandra, Claudia, Faina, Eufrasia, Matrona y Julita; éstas últimas fueron condenadas por el Prefecto a la prostitución y después ahogadas en un pantano con piedras atadas al cuello.
Según la leyenda era un tabernero de Ancira martirizado en esta ciudad, durante la persecución de Diocleciano, por haber dado sepultura a los cuerpos de siete jóvenes: Tecusa, que era su tía, Alejandra, Claudia, Faina, Eufrasia, Matrona y Julita, nombradas junto a él, y también martirizadas en Ancira, arrojadas al agua con piedras atadas al cuello, por negarse a ser violadas. Se dice que se negó a entregar el vino de la Misa, para los dioses, y por ello, después de terribles tormentos, murió decapitado. El bolandista padre Delahaye sostiene que estas Actas no son otra cosa que un relato moral.

San Dióscoro de Alejandría. M. c. 305.
Martirologio Romano:
En Egipto, san Dióscoro, mártir, quien, hijo de un lector, después de muchos y variados tormentos consumó el martirio con la decapitación.
Lector de la Iglesia de Cinópolis en Egipto, durante el gobierno del emperador Constancio. Arrestado por negarse a sacrificar a los dioses y entregar los libros sagrados, fue llevado a Alejandría de Egipto. Como defendiera firmemente su fe, sufrió crueles torturas hasta que murió aplicándole placas ardientes, y según otras hagiografías, murió decapitado.



Santos Potamón, Ortasio, Serapión y compañeros. M. c. 340.
Martirologio Romano:
En Alejandría siempre en Egipto, santos Potamón, Ortasio, Serapión, sacerdotes y sus compañeros, mártires.
Potamón era obispo de Heracleópolis Magana en Egipto (hoy Ehnasya el-Medina). En el 310, durante la persecución de Maximiano Daia, fue condenado a las minas, le dejaron cojo y tuerto. Fue liberado después del decreto de tolerancia de Constantino. Participó en el Concilio de Nicea; se puso de parte de san Atanasio y por esto fue ferozmente perseguido por los arrianos, que lo mataron, junto con Ortasio, Serapión y otros compañeros en Alejandría.

Burcardo de Beinwil. Beato. (c.1140 - c.1192). Martirologio Romano: En la región de Argovia, entre los helvecios (hoy Suiza), beato Burcardo, presbítero, que, siendo párroco del pueblo de Beinwil, cuidó del rebaño a él confiado con asidua diligencia pastoral.
Nació en Langenmat en Muri (Suiza). Presbítero y párroco de Beinwil (Argovia, Suiza) que se dedicó con tesón pastoral a sus fieles. desempeñando con gran celo todos los ministerios propios del párroco, sobresaliendo enseguida por la digna y piadosa celebración de la misa y los sacramentos, por la asidua predicación de la palabra divina y la catequesis, por la visita a los enfermos, por la acogida a los pobres y humildes, y por la vida mortificada y piadosa que llevaba, dando ejemplo de todas las virtudes. Fue autorizado su culto en 1814; permanece viva su memoria.
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