Santoral del 28 de Mayo




INDICE


San Guillermo de Gelonia
Germán de París, Santo Obispo
Santa ubaldesa
San Pablo Hanh Mártir
San Justo de Urgel Obispo
Santa Helicónides Mártir
Beato LANFRANCO DE CANTERBURY
Beato HERCULANO DE PIEGARO
Beata MARGARITA POLE
Beata MARÍA BARTOLOMEA BAGNESI
Beatos TOMÁS FORD, JUAN SHERT y ROBERTO JOHNSTONE



SAN GERMÁN, Obispo y Confesor
Era peregrino, y me hospedasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisión, y vinisteis a Mí.
(Mateo, 25, 35-36).

San Germán, obispo de París, tenía tanta compasión por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberación de los hombres, pedíala a Dios y rompía sus cadenas mediante sus plegarias. Su casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes servía de padre. Siempre tenía varios pobres a su mesa, donde nada veíase que no fuese simple y frugal. Fue advertido del día de su muerte y lo hizo escribir en la cabecera de su lecho. Puesto que tú no sabes el día de la tuya, piensa en ella todos los días.

MEDITACIÓN SOBRE
LAS OBRAS DE MISERICORDIA


I. Estás obligado a hacer obras de misericordia: no es sólo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que te impone; y si no lo observas, no hay paraíso para ti. En el día del juicio, te salvarás por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarás por haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehúsas a tu prójimo, a Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehúsas. Da poco para recibir mucho, da un pedazo de pan para recibir el paraíso. (San Pedro Crisólgo).

II. Da ropa a los pobres que carecen de ella; tú estás cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los pobres, y ayúdalos cuanto puedas. Vete a las cárceles, ocúpate de los desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas piedad; si son culpables, acaso tú lo seas más que ellos. Si hubiera de encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no seria más que una dilatada prisión.

III. Si tu pobreza no te permite asistir con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una cari dad espiritual: visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin, graba bien en tu espíritu este pensamiento: Espera en vano misericordia aquél que, a su vez, no usó de misericordia. (San Pedro Crisólogo).

La práctica de las obras de misericordia
Orad por los prisioneros.

ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Germán, vuestro confesor t pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvación. Por J. C. N. S. Amén.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo28beatoluisbiraghi.mp3




San Germán de París Abad, Obispo (siglo VI)
Se celebra la festividad de San Germán de París el día 28 de Mayo

Murió en 576. París, Francia.
En París, en la Galia, san Germán, obispo, que habiendo sido antes abad de San Sinforiano de Autún, fue llamado a la sede de París y, conservando el estilo de vida monástico, ejerció una fructuosa cura de almas.

Gran parte de su vida la conocemos por el testimonio de su colega el obispo Fortunato que asegura estuvo adornado del don de milagros.

Nació Germán en la Borgoña, en Autun, del matrimonio que formaban Eleuterio y Eusebia en el último tercio del siglo V. No tuvo buena suerte en los primeros años de su vida carente del cariño de los suyos y hasta estuvo con el peligro de morir primero por el intento de aborto por parte de su madre y luego por las manipulaciones de su tía, la madre del primo Estratidio con quien estudiaba en Avalon, que intentó envenenarle por celos.

Su pariente de Lazy -con quien vive durante 15 años- es el que compensa los mimos que no tuvo Germán en la niñez. Allí sí que encuentra amor y un ambiente de trabajo lleno de buen humor y de piedad propicio para el desarrollo integral del muchacho que ya despunta en cualidades por encima de lo común para su edad.

Con los obispos tuvo suerte. Agripin, el de Autun, lo ordena sacerdote solucionándole las dificultades y venciendo la resistencia de Germán para recibir tan alto ministerio en la Iglesia; luego, Nectario, su sucesor, lo nombra abad del monasterio de san Sinforiano, en los arrabales de la ciudad. Modelo de abad que marca el tono sobrenatural de la casa caminando por delante con el ejemplo en la vida de oración, la observancia de la disciplina, el espíritu penitente y la caridad.

Es allí donde comienza a manifestarse en Germán el don de milagros, según el relato de Fortunato. Por lo que cuenta su biógrafo, se había propuesto el santo abad que ningún pobre que se acercara al convento a pedir se fuera sin comida; un día reparte el pan reservado para los monjes porque ya no había más; cuando brota la murmuración y la queja entre los frailes que veían peligrar su pitanza, llegan al convento dos cargas de pan y, al día siguiente, dos carros llenos de comida para las necesidades del monasterio. También se narra el milagro de haber apagado con un roción de agua bendita el fuego del pajar lleno de heno que amenazaba con arruinar el monasterio. Otro más -y curioso- es cuando el obispo, celoso -que de todo hay- por las cosas buenas que se hablan de Germán, lo manda poner en la cárcel por no se sabe qué motivo (quizá hoy se le llamaría incompatibilidad); las puertas se le abrieron al estilo de lo que pasó al principio de la cristiandad con el apóstol, pero Germán no se marchó antes de que el mismo obispo fuera a darle la libertad; con este episodio cambió el obispo sus celos por admiración.

El rey Childeberto usa su autoridad en el 554 para que sea nombrado obispo de París a la muerte de Eusebio y, además, lo nombra limosnero mayor. También curó al rey cuando estaba enfermo en el castillo de Celles, cerca de Melun, donde se juntan el Yona y el Sena, con la sola imposición de las manos.

Como su vida fue larga, hubo ocasión de intervenir varias veces en los acontecimientos de la familia real. Alguno fue doloroso porque un hombre de bien no puede transigir con la verdad; a Cariberto, rey de París -el hijo de Clotario y, por tanto, nieto de Childeberto-, tuvo que excomulgarlo por sus devaneos con mujeres a las que va uniendo su vida, después de repudiar a la legítima Ingoberta.

El buen obispo parisino murió octogenario, el 28 de mayo del 576. Se enterró en la tumba que se había mandado preparar en san Sinfroniano. El abad Lanfrido traslada más tarde sus restos, estando presentes el rey Pipino y su hijo Carlos, a san Vicente que después de la invasión de los normandos se llamó ya san Germán. Hoy reposan allí mismo -y se veneran- en una urna de plata que mandó hacer a los orfebres el abad Guillermo, en el año 1408.
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San Guillermo de Gelona Monje (siglo IX)

Se celebra la festividad de San Guillermo de Gelona el día 28 de Mayo

San Guillermo nació en Francia. Murió en 28 de Mayo de 812. Gelona.
En el monasterio de Gelona, en la Galia Narbonense, san Guillermo, monje, el cual, habiendo sido personaje muy brillante en la corte imperial, se unió luego con verdadero afecto de amor a san Benito de Aniano y vistió el hábito monástico con gran honestidad de costumbres.

Se desconoce la fecha del nacimiento de Guillermo. De los pocos datos de su vida consta que era conde de la ciudad de Tolouse, en Francia, y más tarde fue nombrado duque de Aquitania por Carlomagno.

La fe y la cultura cristiana fueron gravemente amenazadas por la invasión de los árabes a Francia del Sur, en el año 793. Guillermo organizó la formación de un ejército que con grandes sacrificios detuvo la ola invasora de los musulmanes. No sólo esto, sino que preparó también una contraofensiva.

No hubo muchos príncipes y caballeros cristianos que acompañaran a Guillermo, porque creyeron que las fuerzas limitadas de los cristianos no eran capaces de realizar un ataque a las fuerzas invasoras. Pero él confiaba en la ayuda de Dios y supo animar a sus tropas con tal fervor, que los árabes tenían que retirarse.

Las crónicas refieren que Guillermo de Aquitania ayudó más tarde a los católicos en España y cooperó con su ejército en la reconquista de Barcelona en el 801. Regresando a su patria, el duque se dedicó a reedificar su ducado remediando las grandes destrucciones que había dejado la guerra, particularmente en las pequeñas poblaciones y en el campo. El emperador Carlomagno quiso dar a Guillermo otros terrenos en recompensa por su lucha heroica, pero éste le manifestó su intención de dejar el mundo y retirarse a la vida monástica. No quiero honores, ya que nada más cumplí con mi deber. Como los árabes han sido definitivamente rechazados de nuestras tierras, quiero ponerme ahora la armadura de Dios. En el año 806 se retiró Guillermo al convento, que él mismo había fundado algunos años atrás, vivió como fraile sencillo y buscó los trabajos más humildes.

Murió el 28 de mayo de 812 y fue canonizado por el Papa Alejandro II.

El poeta Wolfram von Escenbach, autor de la poesía de Pársifal, vio en Guillermo una de las figuras ideales de un caballero cristiano. El ejemplo de Guillermo de Aquitania movió en el tiempo de las Cruzadas a muchos hombres nobles europeos a dejar la familia y la patria para luchar y morir en Tierra Santa.

A pesar de los errores históricos y abusos que hubo en las Cruzadas, no se puede negar que luce también en esta época el auténtico ejemplo de heroicos caballeros cristianos.

La fiesta de este Guillermo (hay también otros santos con el mismo nombre) se celebra, particularmente en Francia y Alemania, el 28 de mayo.
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Santa Ubaldesca Taccini. (c.1130 - 1206).
Martirologio Romano: En Pisa, de la Toscana, santa Ubaldesca, virgen, quien durante cincuenta años, desde los dieciséis de edad hasta su muerte, realizó de forma constante y perfecta obras de misericordia en el hospital de su ciudad.

Nació en Calcinaia, cerca de Pisa. Era de origen humilde, hija de agricultores. Era hija única y desde joven siempre se mostró humilde y devota. Solícita en la práctica de la oración, acompañada a menudo del ayuno, se distinguió sebretodo por la caridad hacia los pobres. Ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén (instituida pocos años antes en el 1099 en Jerusalén en la iglesia de San Juan Bautista, con la regla de san Agustín) con 15 años, para el cuidado de los enfermos, y se santificó en este cometido en total silencio durante 55 años en la iglesia del Santo Sepulcro.

Ubaldesca practicó en el monasterio y en el “hospital” de la ciudad la humildad y la caridad,
mortificando continuamente su cuerpo con ayunos continuos y prolongados. La santa pisana obró milagros en vida y después de su muerte se multiplicaron las curaciones extraordinarias.
El culto a Ubaldesca no ha sido confirmado por la Santa Sede, pero se le viene dando desde su muerte por parte de la Orden sanjuanista y del pueblo de Pisa. Su nombre ha sido incluido en la última edición del Martirologio Romano, lo que puede considerarse como una práctica aprobación.
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San Pablo Hanh Mártir (siglo XIX)

Se celebra la festividad de San Pablo Hanh el día 28 de Mayo

San Pablo nació en Vietnam. Murió en 1859. Cho Quan.
En el lugar de Cho Quan, en Conchinchina, san Pablo Hanh, mártir, quien, habiendo olvidado las costumbres cristianas, dirigió una banda de ladrones, pero apresado en tiempo del emperador Tu Duc, confesó que era cristiano, y no siendo apartado de su fe por halagos, azotes, ni por laceraciones con tenazas, culminó su glorioso martirio con la decapitación.

Fue beatificado el 2 de Mayo de 1909 por Pío XFue canonizado el 19 de Junio de 1988 por Juan Pablo II
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San Justo de Urgel. M. c. 547.
Martirologio Romano: En Urgel, en la Hispania Tarraconense, san Justo, obispo, quien expuso de forma alegórica el Cantar de los Cantares y tomó parte en los concilios hispanos.
Primer obispo de Urgel en el 525. Hermano de Justiniano, obispo de Valencia, de Nebridio, obispo de Egara (la actual ciudad de Tarrasa) y de Elpidio que, en opinión de algunos historiadores, había sido obispo de Huesca. Asistió al II concilio de Toledo en el 527.

Estuvo también presente en el Concilio provincial de Lérida (546) donde firmó las actas en segundo lugar, lo cual hace suponer en nuestro prelado una edad relativamente avanzada, ya que era costumbre que la suscripción de los obispos en los concilios siguiera el orden de ancianidad en el gobierno de la diócesis; y en el de Valencia en el 547. Las fechas, pues, de su episcopado van desde antes del 527 hasta el 547.
Como escritor eclesiástico, fue muy estimada su glosa al Cantar de los Cantares. Queda todavía otra obra de carácter oratorio: una bella y corta oración panegírica en honor de san Vicente, mártir. Sirvió a la diócesis de Urgell durante 12 años hasta que falleció santamente. San Isidoro de Sevilla escribió su biografía.
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Santa Helicónides Mártir


Santa Helicónides. M. 250.
Martirologio Romano: En Corinto, en Acaya, santa Helicónides, mártir, que en tiempo del emperador Gordiano, bajo el gobernador Perenne y después bajo su sucesor Justino, fue probada con muchos tormentos, consumando finalmente el martirio con la decapitación.
Mujer de Tesalónica que fue arrestada en Corintio y decapitada en la persecución de Decio o Gordiano.

Según la leyenda griega, poco histórica, era una virgen cristiana de Tesalónica, que durante la persecución de Gordiano, exhortó a los habitantes de Corintio a abrazar la verdadera fe. Fue arrestada por el procónsul Perinio el cual, admirado por su belleza, buscó persuadirla para que adorase a los dioses: al no conseguirlo, recurrió a la tortura. Tampoco consiguió nada después de que sucedieran hechos fantásticos y milagrosos. A Perinio le sucedió otro procónsul no menos cruel, Justino: tampoco su crueldad hizo mella en nuestra santa que estaba asistida por el Cielo. Al final fue decapitada.
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Beato LANFRANCO DE CANTERBURY. (c.1005 - 1089).
Martirologio Romano: En Canterbury, en Inglaterra, beato Lanfranco, obispo, que como monje de Bec, en Normandía fundó una célebre escuela y disputó contra Berengario acerca de la verdad del Cuerpo y la Sangre de Cristo en el sacramento de la Eucaristía, y más tarde fue promovido a la sede de Canterbury, donde se afanó en reformar la disciplina de la Iglesia en Inglaterra.

Nació en Pavía en el seno de una familia de rango senatorial y juristas. Se dice que estudió en Bolonia, y enseñó Derecho civil en su ciudad natal, pero parece que este dato no se puede corroborar totalmente. Hacia 1030, en una época de agitación política en Italia, se dirigió a Francia, donde vivió durante muchos años. Fue experto Sagrada Escritura y Derecho.
En Francia, pasó algún tiempo en la escuelas de Chartres y Tours y enseñó en Avranches. En Tours tuvo como director a Berengario, que luego fue un encarnizado rival. En 1042, se hizo benedictino en Le Bec, Normandía, donde fundó la escuela que la hizo famosa en todo el mundo y donde estudiaron los santos Anselmo de Aosta, Ivo de Chartres y Gilberto de Saint-Crespin. Fue elegido prior de Le Bec; y durante estos años escribió los comentarios a los Salmos y a las Cartas de san Pablo.

En 1063, dejó Le Bec al ser elegido abad del monasterio de Saint-Etienne en Caen, durante este tiempo dejó una huella en la historia de la Iglesia como escritor de Teología, sobre todo en su escrito sobre la presencia real de Cristo en la Eucaristía, contra Berengario de Tours, que la negaba, y con sus términos teológicos preparó el camino para la definición dogmática de la Transubstanciación. Le unió una estrecha amistad con el duque Guillermo de Normandía, que en 1060, fue coronado rey de Inglaterra, y en el 1070, Lanfranco fue elegido arzobispo de Canterbury, en este cargo sufrió la incomprensión y rechazo de los suyos, especialmente de los obispos filoanglosajones. Promovió la reforma eclesiástica y empleó muchas energías por la comunidad de Christ Church de Canterbury, que se transformó en el centro monástico intelectualmente más fructífero de Inglaterra. Murió en Canterbury. No ha sido formalmente canonizado, aunque se ha permitido su apelativo de "beato" por su defensa de la Eucaristía.
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Beato HERCULANO DE PIEGARO. (1390-1451).
Martirologio Romano: En Castelnuovo de Garfagnana, también en la Toscana, beato Herculano de Piegaro, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, el cual, predicador eximio por su austeridad de vida, resplandeció por su constante abstinencia y la fama de sus milagros.

Natural de Piegaro (Perugia). A los veinte años vistió el hábito franciscano, proponiéndose imitar a san Francisco de Asís en el ardor de la caridad y en el celo apostólico. Tuvo como maestro al beato Alberto de Sarteano, quien con san Bernardino de Siena, Santiago de la Marca y san Juan de Capistrano fueron las columnas de la Observancia, de aquel providencial movimiento para volver la Orden del los Hermanos Menores a la pureza genuina de la Regla. Consagrado sacerdote, ejerció el ministerio de la predicación recorriendo pueblos y ciudades con gran provecho de las almas que volvían a Dios con la práctica de la vida cristiana. Uno de los argumentos que desarrollaba con preferencia era la Pasión de Cristo. Un viernes santo predicando en Aquila representó tan vivamente a Cristo sufriente y muerto en la cruz, que los fieles prorrumpieron en llanto.

Después de haber anunciado con valor y ardor el Evangelio, llegaba a los conventos de retiro y soledad, donde en perfecto silencio, en oración asidua, en penitencia austera, se recargaba su espíritu de nuevo fervor. Destacó por la austeridad de vida e increíble abstinencia.
En 1429 su ilustre maestro, beato Alberto de Sarteano lo tomó como compañero en una misión especial en Palestina, donde, por orden del papa Eugenio IV iba para tomar posesión de los Lugares Santos en nombre de la Orden de los Hermanos Menores. La visita a los lugares santificados por la vida de Jesús, de María y de los Apóstoles dejó en el corazón de Herculano una marca imborrable. Después de algunos meses volvió a su patria completamente trasformado, listo a reemprender su camino apostólico.

En 1430, mientras predicaba la cuaresma en el duomo de Lucca, los florentinos asediaron la ciudad. Herculano se ofreció como mediador de paz, se interesó en socorrer a los sitiados, y faltando los víveres, ocultamente hizo introducir en el cerco de la ciudad cuanto era necesario para sostener la población. Predijo el retiro de las fuerzas enemigas y la victoria de los Lucenses. La ciudadanía en señal de agradecimiento cedió al beato el convento de Pozzuolo. Construyó otros dos conventos en Toscana: en Barca y en Castelnuovo en Carfagna, donde fue sabio y celoso superior. Murió en Castronovo (Toscana) a los 61 años de edad. Los milagros glorificaron su vida apostólica y también su tumba.
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Beata MARGARITA POLE. (1471/73 - 1541).

Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beata Margarita Pole, madre de familia y mártir, que siendo condesa de Salisbury y madre del cardenal Reginaldo, bajo el rey Enrique VIII, cuyo divorcio había reprobado, descansó en la paz de Cristo al ser decapitada en la cárcel de la Torre de Londres.

Margarita Plantagenet era sobrina del Eduardo IV y de Ricardo III, era hija del duque de Clarence. Se casó con sir Reginald Pole, con el que tuvo cinco hijos; al quedarse viuda, fue nombrada condesa de Salisbury, dama de Catalina de Aragón y aya de la princesa María, hija de Enrique VIII. Pero la beata desaprobó abiertamente el matrimonio de Enrique con Ana Bolena, lo cual le costó la pérdida de su puesto en la corte y del favor del rey.

Cuando Sir Henry Neville se levantó en armas en el norte, el rey envió a algunos emisarios a interrogar a Margarita, con la esperanza de mezclarla en la conspiración; pero, aunque el interrogatorio duró desde el mediodía hasta la noche, los emisarios no consiguieron descubrir la menor huella de culpabilidad. Cuando su hijo, el cardenal Pole (luego legado papal en el Concilio de Trento), se opuso a la supremacía religiosa del rey y se negó a regresar a Inglaterra, Enrique se vengó en su madre, encerrándola durante dos años en la Torre de Londres, donde en su ancianidad sufrió muchísimo.

Fue condenada a muerte por alta traición en un acto en la que se la privaba de sus bienes y derechos civiles, y en la que no tuvo juicio alguno. Como no existían pruebas para condenarla en un juicio legal, el rey obligó al Parlamento a declararla culpable de alta traición. El 28 de mayo de 1541, Margarita fue conducida al patio de la Torre para ser decapitada. Lord Herbert cuenta que se negó a arrodillarse y a reclinar la cabeza en el tronco porque no se consideraba culpable de traición. El verdugo, que carecía de práctica en el oficio, erró varias veces el golpe. Según el relato del embajador francés, Margarita no se negó a arrodillarse pero el verdugo principal se hallaba ausente, y el substituto manejó el hacha con suma torpeza. Por lo demás, casi todos los historiadores de peso consideran muy poco probable la versión de Lord Herbert. Margarita murió a los setenta años de edad. Es la última Plantagenet de la historia. En la National Portrait Gallery de Londres hay un interesante retrato de la beata. Varias diócesis de Inglaterra celebran su fiesta.
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Beata MARÍA BARTOLOMEA BAGNESI. (1514-1577).
Martirologio Romano: En Florencia, de la Toscana, beata María Bartolomea Bagnesi, virgen, hermana de la Penitencia de Santo Domingo, que soportó muchos y muy duros dolores durante casi cuarenta años.

Nació en Florencia en el seno de una noble familia. Su infame aya le hizo padecer tanta hambre en sus primeros años, que la salud de la beata se resintió para siempre, hasta el grado de que jamás pudo volver a comer normalmente. Desde muy pequeña, María Bartolomea, que era muy piadosa, había resuelto seguir al convento a sus dos hermanas mayores. Pero la madre de la beata murió cuando ésta tenía diecisiete años, y ello la obligó a permanecer al lado de su padre. Según parece, la idea de casarse no había pasado por la mente de María; así pues, cuando su padre le dijo que le había escogido ya un marido, la joven sufrió una depresión nerviosa que no sólo le impidió casarse, sino que la tuvo inmovilizada en el lecho durante 45 años, con terribles dolores.

María soportó con gran resignación todas las complicaciones de su enfermedad y se sometió, con paciencia, a las prescripciones absurdas y dolorosas de los charlatanes que su padre llamó para que la curasen. Desde su lecho de enferma, María Bartolomea ejerció una influencia bienhechora sobre las numerosas personas que iban a visitarla: reconciliaba a los enemigos, consolaba a los tristes, convertía a los pecadores y curaba a los enfermos, totalmente olvidada de sus propios sufrimientos. Ingresó en las terciarias dominicas en el 1544 o 1547 he hizo voto de celibato privado. Escribió numerosas cartas y aconsejó con verdadera sabiduría. La paciencia con la que soportó su difícil enfermedad creó en su entorno una estima unánime.
El sacerdote, Agustín Campi, le atendió como confesor y celebraba la misa en su cuarto, siendo él principal testigo de la intensa vida de oración y de las grandes virtudes de humildad, paciencia, mansedumbre, caridad... que practicaba en el lecho del dolor. La enfermedad era muy dolorosa; María Bartolomea recibió ocho veces la extremaunción. Estuvo muy relacionada con el monasterio carmelitano de Santa María de los Ángeles en Florencia; y hasta su muerte tuvo que soportar muchos sufrimientos, especialmente los signos diabólicos. Está enterrada en dicho monasterio, donde se veneran sus restos. Santa María Magdalena de Pazzi, que fue monja de ese monasterio, atribuyó su curación a la intercesión de la beata María Bartolomea.
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Beatos TOMÁS FORD, JUAN SHERT y ROBERTO JOHNSTONE. M. 1582.
Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beatos Tomás Ford, Juan Shert y Roberto Johnstone, sacerdotes y mártires, que, condenados a muerte por la falsa acusación de conjura contra la reina Isabel I, fueron ahorcados todos juntos en el patíbulo de Tyburn.

Tomás Ford nació en Devon (Inglaterra); estudió en el Trinity College de Oxford, donde en el 1567 se doctoraba en letras, siendo anglicano, pero con grandes simpatías hacia el catolicismo, simpatía que no disimulaba ni siquiera en público, lo que le trajo la expulsión del colegio.
En 1570 se convirtió al catolicismo; estudió para ser sacerdote en Douai donde fue ordenado en el 1573; y fue uno de los primeros que recibieron las sagradas órdenes en dicha institución. En el 1576 fue enviado a la misión inglesa. Trabajó en Oxfordshire. Había personas que sabían su condición de sacerdote católico pero no lo denunciaron por su bondad y mansedumbre. Sin embargo la persecución fue cada vez más dura y estando escondido con el beato Edmundo Campión fueron arrestados en el Berkshire. Encarcelado en la Torre de Londres, fue condenado a muerte, en base a las deposiciones de testigos que jamás le habían visto. El P. Ford declaró, ya en el carro que le llevaba al sitio de la ejecución en Tyburn, Londres: «Soy católico y muero como católico». En el cadalso proclamó que reconocía a la reina como soberana y que jamás había hecho nada que pudiese ofenderla.

Juan Shert nació en Cheshire y estudió también en Brasenose, en Oxford. Después de terminar sus estudios universitarios, ejerció el oficio de maestro, en Londres. Entristecido por las condiciones religiosas de su país, fue, como el P. Ford, a hacer sus estudios sacerdotales en Douai y recibió las órdenes en Roma. En 1579, fue enviado a Inglaterra, donde trabajó dos años, hasta que fue detenido, el 14 de julio de 1581. Aunque no se le pudo probar ningún crimen, fue condenado a la horca. En Tyburn le obligaron a presenciar la ejecución y el descuartizamiento de Tomás Ford. En vez de amilanarse por ello, gritó al mártir: «¡Feliz de ti, alma bendita! ¡Ruega por mí!» Aunque podía haberse salvado con sólo pedir perdón y declarar que Isabel era la cabeza de la Iglesia en Inglaterra, proclamó terminantemente: «La Reina no es ni puede ser la cabeza de la Iglesia; ese título pertenece exclusivamente al Supremo Pastor».

Roberto Johnstone nació en Shropshire. Después de servir en una casa particular, pasó a Douai, donde se ordenó sacerdote en 1576. Trabajó unos cuatro años en la misión de Inglaterra, hasta que fue arrestado. Tres veces sufrió la tortura del potro en la Torre de Londres. En noviembre de 1581, fue condenado a muerte por las mismas razones que sus dos compañeros de martirio. Cuando el verdugo le echó la cuerda al cuello, el P. Johnson empezó a orar en voz alta, en latín. Como alguien le indicase que debía orar en inglés, el mártir respondió: «Rezo la oración que el Señor nos enseñó, en una lengua que conozco bien». Uno de los presentes le gritó entonces: «Ora como Cristo nos enseñó a orar». A lo cual el P. Johnson replicó hábilmente: «¿Acaso creéis que Cristo nos enseñó a orar en inglés?» En el momento en que el carro se retiró para dejarle colgado, el mártir seguía orando en latín. Todos fueron beatificados el 30 de julio de 1886.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Carauno. s. V.
Martirologio Romano: En Chartres, en la Galia Lugdunense, san Carauno, mártir.
Romano que predicó el evangelio en la Galia y fue asesinado por los bandidos en Chartres. Sobre su tumba se construyó una iglesia y un monasterio. Es posiblemente idéntico a san Cerauno de París.
Su leyenda es un calco de la que se adjudica a san Dionisio: a pesar de las insistencias de su padre que lo presionaba para que se casase, se negó a ver a su futura novia y se consagró al servicio de la Iglesia, donde informado el Obispo de aquel distrito de su mérito lo ordeno diácono. Hizo varios milagros.

Entonces determinó consagrarse enteramente al ministerio de la Palabra de Dios, y habiendo predicado en diferentes provincias de las Galias, paso del territorio de Chartrain, donde encontro muy corto numero de cristianos, descendiente de aquellos que habían sido antiguamente convertidos por san Potenciano, y san Altino. Habiendo hechos rapidos progresos en el Evangelio con su admirable celo, hizo eleccion de algunos discipulos para que le ayudasen en la propagación del conocimiento de Jesucristo y salio para París.
Asaltado por una banda de ladrones en la ruta de Chartres a París, fue decapitado. A la manera de san Dionisio llevó su cabeza decapitada en las manos hasta el lugar que eligió para su martirio, cerca de una fuente milagrosa, allí se levantó la abadía de Saint-Chéron, en el valle del Eure. Se le atribuyó la curación del hijo del rey Clotario.

Beato LADISLAO DEMSKI. (1884-1940).
Martirologio Romano: En Sachsenhausen, en Alemania, beato Ladislao Demski, mártir, el cual, siendo polaco de nacimiento, fue internado en el campo de concentración y cruelmente torturado por defender su fe ante los sectarios de las doctrinas que negaban toda la dignidad humana y cristiana.

Nació en Sztum, Prusia del Este. Fue ordenado sacerdote en Frombork en 1910. Fundó la Asociación de los Polacos de la Prusia del Este, y a ellos dedicó su trabajo pastoral. En esta región tuvo lugar un referéndum hacía que Prusia del Este pertenecía a Alemania, por ello tuvo que abandonar el país porque no quiso renunciar a su nacionalidad polaca. En 1924 es acogido en la diócesis de Gniezno, y se le destinó a Inowroclaw como profesor. Aquí desarrolló una gran labor entre los jóvenes. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Poznan y por ello fue profesor de lenguas clásicas. Siempre se mostró como un hombre de fe.

Al inicio de la guerra mundial se le destinó como párroco a la iglesia de la Santísima Virgen, ya que su párroco había sido arrestado. En 1939 se le ordenó presentarse en las oficinas de la policía junto con los demás sacerdotes, pues se les iba a notificar las condiciones en las que podían ejercer su ministerio. Pero la reunión concluyó con su arresto y enviado al campo de concentración de Stutthof, de donde pasó a comienzos de abril de 1940 al de Sachsenhausen. La causa de su muerte fue que se opuso a la profanación de un rosario, por lo que fue torturado hasta que murió. Era de carácter abierto pero equilibrado, su valor ante las dificultades, que mostró tan claramente en el campo de concentración, se alimentaba de su profunda fe. Fue beatificado el 13 de junio de 1999.

Beato ANTONIO JULIÁN NOWOWIEJSKI. (1858-1941).
Martirologio Romano: En la ciudad de Dzialdowo, en Polonia, beato Antonio Julián Nowowiejski, obispo de Plock, quien, habiendo sido recluido en un campo de concentración durante la guerra, emigró al encuentro del Señor consumido por el hambre y las crueles vejaciones.

Nació en Lubienic, (Opatów), Polonia. Ingresó en el seminario diocesano de Plock en 1874. En 1882 pasó a Petersburgo, en cuya Academia de Teología obtuvo los grados. Fue ordenado sacerdote en 1881. Fue destinado al seminario, donde fue profesor, vicerrector y rector. Su tema preferido era la Sagrada Liturgia, tema al que dedicó varias publicaciones. En 1902, fue vicario general de su diócesis.
En 1908, fue consagrado obispo de Plock. Desarrolló una vasta labor episcopal en los terrenos de la pastoral, administrativo y doctrinal, logrando frutos abundantes de vida cristana. El papa Pío XI le nombró arzobispo en 1930. Fue un obispo humilde y sencillo, con una gran vida espiritual interior, procurando siempre hacer el bien a todos.

Al llegar la invasión alemana, no pensó en huir sino que se quedó con los suyos, y siguió con su labor pastoral hasta que en 1940, fue arrestado. Estuvo recluído en Slupno durante un año, hasta que en 1941 lo llevaron al campo de exterminio de Dzialdowo, donde fue maltratado y torturado, y soportó con buen ánimo y mansedumbre evangélica todo el odio que le demostraban. Consumido por el hambre e incapaz de resistir más torturas, falleció sin haber mostrado odio, ni queja para sus torturadores. Su cadáver transportado en un carro, no ha sido jamás recuperado.
Fue beatificado el 13 de junio de 1999 y encabeza a la lista de 108 mártires polacos beatificados en grupo por san Juan Pablo II en ese día.
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