Santoral del 7 de Mayo


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Santa FLAVIA DOMITILA
San JUAN DE BEVERLEY
San ANTONIO PECHERSKY
Santa ROSA VENERINI
San AGUSTÍN ROSCELLI
OTROS SANTOS DEL DÍA:
Santos: Benedicto II, papa; Juvenal, Augusto, Cuadrato, Rufino, Saturnino, mártires; Domiciano, confesor; Inocencio, diácono-San Sereno


SAN ESTANISLAO, Obispo y mártir
Va a venir tiempo en que quien os matare se persuada
hacer un obsequio a Dios.
(Juan, 16, 2).


San Estanislao, obispo de Cracovia, reprendió valientemente al rey Boleslao por su mala vida. Este príncipe, para vengarse, sobornó a dos falsos testigos y los hizo declarar que el santo poseía un terreno que no le pertenecía. San Estanislao resucitó a quien se lo había vendido, y con este testimonio irrecusable confundió a sus acusadores. Este milagro no convirtió a Boleslao; irritado éste porque el santo lo había excomulgado, le dio muerte con sus propias manos en momentos en que celebraba el Santo Sacrificio de la misa. Sucedió en 1079.

MEDITACIÓN SOBRE LOS PELIGROS QUE SE HALLAN EN EL MUNDO

I. Ese hombre a quien San Estanislao resucitara, prefirió morir nuevamente volviendo al purgatorio antes que vivir entre tantas ocasiones de condenarse. Y, en verdad, tenía razón, pues hay peligro de condenarse en todas las edades y en todas las condiciones. ¿Cuál es tu edad, cuál es tu condición? ¿En qué estado de vida te alistaste? Ten cuidado con los peligros que te amenazan. Si aún estás libre de todo compromiso, elige el género de vida más seguro y más libre de las ocasiones de ofender a Dios.

II. No hay sitio en este mundo donde no se pueda ofender a Dios. Adán pecó en el paraíso terrenal, y los ángeles pecaron en el cielo. Se ofende a Dios en los poblados, en la soledad, en las cabañas de los pastores, en los palacios de los magnates, en las iglesias y en las casas consagradas a Dios. En todas partes encuéntrase al demonio, en todas partes se llevan sus cadenas. Y nos holgamos en este camino en el que estamos siempre expuestos a caer en el precipicio; en este mar, en el que somos incesantemente azotados por la tempestad, sin saber a qué puerto arribaremos, ni en qué escollo naufragaremos.

III. Para estar seguro entre tantos peligros, apártate de la multitud, gusta de la soledad: es el ambiente de la virtud. Si no puedes llegar a tanto, frecuenta a los hombres lo menos posible, y acuérdate que Dios está en todas partes. Si quieres cometer pecados busca un lugar en donde no te pueda ver Dios, y haz entonces lo que quieras. (San Agustín).

La huida del pecado
Orad por por las almas del purgatorio.

ORACIÓN
Oh Dios, en cuyo honor sucumbió el glorioso obispo Estanislao bajo la espada de un impío, haced, , os lo suplicamos, que todos los que imploren su socorro consigan el saludable efecto de su pedido. Por J. C. N. S. Amén.


http://www.aciprensa.com/podcast/santo/mayo07betamariadesanjose.mp3



Santa FLAVIA DOMITILA. M. 98.Martirologio Romano: En Roma, conmemoración de santa Flavia Domitila, mártir, que sobrina del cónsul Flavio Clemente, fue acusada durante la persecución de Domiciano por renegar de los dioses paganos, por su testimonio de fe en Cristo fue deportada junto a otros a la isla de Ponza, donde consumó un largo martirio.

Después de la persecución de Nerón contra los cristianos, la Iglesia vivió una temporada de paz con los emperadores Galba, Otón, Vitelio y los primeros Flavios: Vespasiano y Tito. Al amparo de este viento favorable, prosperó la conversión al cristianismo de muchas personas de las clases altas y de la aristocracia romana. Entre las familias consulares que abrazaron el cristianismo, estaban los Flavios, estrechamente emparentados con los emperadores. Flavia Domitila era una sobrina de los emperadores Domiciano y Tito, era hija de santa Plautila que era hermana de san Flavio Clemente, patricio romano que detentaba el cargo de cónsul; ambos se hicieron cristianos. Según otro relato, Flavia Domitilia estaría casada con Flavio Clemente.
Al subir al poder del imperio, Domiciano, asustado por el auge que tenían los cristianos decretó una persecución contra ellos, acusándolos de ateísmo y de atentar contra las leyes de la República. Por lo cual Flavio Clemente fue condenado a muerte y Flavia Domitila, deportada a la isla Pandataria, y otros relatos dice que en Ponza en el Lacio, para después morir mártir en Terracina con sus hermanas adoptivas santas Eufrosina y Teodora.

Según la leyenda, la virgen Domitila, prometida de un joven pagano llamado Aureliano, tenía como esclavos a santos Nereo y Aquiles, convertidos por el apóstol san Pedro. Estos esclavos, en su celo por proteger a su señora, se empeñaron en hacerle ver la supremacía de la virginidad sobre el matrimonio, y la incongruencia de que aceptase casarse con un pagano. Convencieron a la joven, y el papa san Clemente, sobrino del cónsul Clemente, impuso a Domitila el velo de la vírgenes. En la realidad, Nereo y Aquiles fueron martirizados doscientos años después.

Aureliano, el pretendiente, furioso por sus frustrados amores, consiguió de Domiciano que Domitila fuera desterrada a la isla de Ponza, a la que se marchó acompañada con sus dos esclavos. Aureliano, que no renunciaba a Domitila, se dirigió a la isla, y al no poder conseguir la ayuda de Nereo y Aquiles, por muchas promesas que les hizo, los desterró a Terracina. Aureliano no cejó en su esperanza de ganarse a Domitila, y preparó una estratagema: envió junto a Domitila a sus dos amigas, Teodora y Eufrosina, que iban a casarse con los santos Sulpicio y Serviliano. Pero Domitila las convenció de las excelencias de la virginidad, y sus dos pretendientes renunciaron a ellas e incluso se convirtieron al cristianismo. Aureliano murió desesperado después de una bacanal de dos noches, en la que intentó olvidar la derrota.
Sulpicio, Serviliano, Nereo, Aquiles, Teodora y Eufrosina murieron junto a Domitila, dando su vida por su fe. Los hagiógrafos no se ponen de acuerdo si ha habido dos santas Flavia Domitila, o es una sola.
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San JUAN DE BEVERLEY. M. 721.Martirologio Romano: En Berveley, en Northumbria, san Juan, obispo de Hexham, y después de York, en Inglaterra, que unió el trabajo pastoral a la oración en soledad y, después de haber renunciado a su cargo, transcurrió los últimos años de su vida en el monasterio que él mismo había fundado.

Nació en Harpham en Yorkshire. Estudió en Canterbury cuando fueron obispos san Adrián de Canterbury y san Teodoro de Tarso. De vuelta a su país, ingresó como monje en el monasterio de Whitby, bajo la dirección de su abad Gildas. Fue ordenado obispo de Hexham, al inicio del reinado del rey Alfredo. El tiempo que le quedaba libre de sus funciones lo dedicaba a la oración y a la contemplación, retirándose a la iglesia de San Miguel. Acostumbraba a llevar con él a algún pobre a quien servir durante el tiempo de Cuaresma. En su afán de caridad, llegó, para sanar a un sordomudo, a descubrir un modo de paciente vocalización.

Al morir el obispo de York, fue nombrado como metropolitano de la ciudad. San Beda el Venerable, que recibió de él el diaconado y el sacerdocio, dio amplios testimonios de su santidad y de su fama de taumaturgo. Es el fundador de la abadía de Beverley, de acuerdo con las costumbres del tiempo, la erigió para el uso de los dos sexos y la puso bajo el gobierno de su discípulo san Brithun. Cuando se sintió debilitado por la edad, renunció a su obispado en beneficio de su capellán, san Wilfrido el Joven, y habiéndolo ordenado obispo de York, se retiró a Beverley, donde pasó los últimos años de su vida, realizando puntualmente todos los deberes monásticos. La abadía sería destruida en el 721 por los daneses, aunque sobre sus ruinas se fundó una iglesia colegiata de canónigos.
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San ANTONIO PECHERSKY. (983-1073).Martirologio Romano: En Kiev, en Rusia (hoy en Ucrania), san Antonio, ermitaño, que inició su vida monástica en el monte Athos y después la prosiguió en el monasterio de esa ciudad, denominado de las Grutas.

Nació el año de 983, en Lubeck, cerca de Chernigov. En su juventud vivió algún tiempo en la soledad, según el ejemplo de los anacoretas de Egipto. Pero pronto comprendió que esa forma de vida, como cualquier otra, exigía cierta preparación. Así pues, emprendió el viaje al Monte Athos, donde practicó la vida eremítica con los monjes del monasterio de Esfigmenu. Al cabo de algunos años, su abad le mandó que regresase a su patria, a pesar de la repugnancia de Antonio, diciéndole: "El Señor te ha fortalecido en el camino de la santidad, y ahora te toca guiar a otros por ese camino. Vuelve a tu patria, con la bendición del Monte Santo; ahí serás padre de muchos monjes."

Antonio obedeció. Sin embargo, como no encontrase paz ni soledad suficientes en los monasterios fundados por los príncipes, se refugió en la cueva de un acantilado a orillas del Dniéper, en Kiev. Se alimentaba de pan, verduras y agua, cultivaba una parcela de tierra y pasaba el resto del tiempo en oración. Algunas personas acudían a consultarle o a pedirle su bendición; de cuando en cuando, le hacían algún regalo, que el santo distribuía inmediatamente entre los pobres. Algunos de esos visitantes acabaron por quedarse con él. El primero fue el monje Nikon, que era sacerdote; a éste siguieron otros aspirantes a la vida religiosa, los cuales vivían en celdas excavadas en la roca. Ampliaron algunas cuevas para instalar la capilla y el refectorio. Al contrario de otros abades de la época, san Antonio aceptaba a todos los candidatos que poseían las cualidades necesarias, ya fuesen ricos o pobres, libres o esclavos. La comunidad creció tanto, que empezó a faltar el sitio. Entonces, el príncipe Syaslav les ofreció las tierras situadas en lo alto del acantilado, y ahí construyeron los monjes un monasterio y una iglesia, dedicados a la Dormición de la Santa Madre de Dios.
San Antonio confió pronto la dirección de la comunidad a un monje llamado Barlaam. Después, para no verse mezclado en las disensiones de los nobles de Kiev, se retiró a Chernigov, donde fundó otro monasterio. Sin embargo, más tarde volvió a Pecherskaya Lavra y ahí murió, en su cueva, a los noventa años de edad.
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Santa ROSA VENERINI. (1656-1728).Martirologio Romano: En Roma, santa Rosa Venerini, virgen, que nació en Viterbo y fundó las Maestras Pías, con las cuales abrió en Italia las primeras escuelas para la educación de las niñas.

Nació en Viterbo, Italia. En su juventud quiso dedicarse a la vida religiosa, pero se enamoró de un joven y sintió dudas de su vocación, hasta que el joven murio, y entonces no tuvo dudas de su verdadera vocación.
En 1673 ingresó en el monasterio de dominicas de Santa Catalina de Viterbo, donde permaneció sólo algunos meses, porque tuvo que atender a su madre viuda y gravemente enferma. Por las tardes reunió en su casa a señoras y jóvenes para rezar el rosario y enseñar el catecismo. Había invitado a su casa a las jóvenes y a las mujeres de su barrio para rezar juntas el rosario y se dio cuenta que ninguna de ellas sabía rezar. Comenzó a hacer algunas preguntas de catecismo y todas se quedaron mudas por la sorpresa. Rosa comprendió que la mujer de su tiempo era esclava de la ignorancia y de la pobreza, destinada a los trabajos más pesados y que nadie se preocupaba por su bienestar. Entonces, rezó mucho para comprender la voluntad de Dios y, con dos amigas, decidió abrir una escuela para las niñas pobres. La primera de estas escuelas se abrió en 1685, alentada por el padre jesuita Ignacio Martinelli.

Cada día, por las callecitas de Viterbo pasaba una niña tocando una campana y llamando a todas las muchachas y niñas de la ciudad. Las lecciones comenzaban con la oración, seguía la catequesis, los trabajos manuales femeninos y aprender a leer y escribir bien. En poco tiempo la escuela de Rosa cambió fisonomía y recibió peticiones para fundar otras escuelas de parte de Obispos y Cardenales. Las Maestras no eran religiosas pero vivían como tales y fueron llamadas Maestras Pías, incluso en Roma las llamaron Maestras Santas.
En el año 1713 Rosa abrió una escuela en Roma y el Papa Clemente XI le hizo el honor de una visita. El Papa se quedó toda la mañana en la escuela, junto con ocho cardenales, escuchó la lección de catecismo e interrogó a las alumnas. Al final llamó a Rosa y a sus compañeras, les agradeció por su precioso trabajo, les dio una medalla de plata y les dijo: “Deseo que estas escuelas se difundan en todas nuestras ciudades”. En poco tempo se abrieron escuelas por todas partes.

El cardenál Marco Antonio Barbarico la invitó a fundar algo similar en Montefiascone, que quedó encomendada a santa Lucía Filippini y evolucionó de forma autónoma con el nombre de Maestras Pías de Santa Lucía Filippini. El papa Clemente XI, le prestó todo su apoyo. Aunque su obra evolucionó en una Congregación religiosa ella nunca emitió votos. Siempre llevó una vida de intensa oración, y profunda confianza en la Providencia. Murió en Roma.
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San AGUSTÍN ROSCELLI. (1818-1902).Martirologio Romano: En Génova, en Italia, san Agustín Roscelli, presbítero y fundador de la Congregación de Hermanas de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, para la formación de las niñas.

Nació en Bargone de Casarza Ligure (Génova, Italia). Pertenecía a una familia de campesinos: inició sus estudios eclesiásticos en Génova, gracias a los consejos de san Antonio María Gianelli. San Antonio María le dio el cargo de clérigo-sacristán y guardián de la iglesia del conservatorio de las Hijas de San José en San Rocchino, del que era director el propio santo. Fue ordenado sacerdote en 1846. Como sacerdote encarnó la figura del "pastor", del educador en la fe, del ministro de la Palabra, del guía espiritual.

Se dedicó al trabajo parroquial, primero como vicepárroco en San Martín de Albaro; en 1854, fue nombrado párroco de la Consolación, donde se distinguió por el cumplimiento de sus deberes pastorales, especialmente como confesor. Siempre dispuesto a donarse en la obediencia, en la humildad, en el silencio y en el sacrificio, buscó sólo la voluntad de Aquél que lo había llamado y enviado. En el desarrollo de su ministerio sacerdotal siguió el ejemplo de Cristo, armonizando la vida interior con la intensa acción pastoral y su obra fue fecunda porque estuvo alimentada por la continua oración y por un gran amor hacia la Eucaristía.

En 1858 se dedicó con gran entusiasmo a la obra de los Pequeños Obreros y se estableció en Carignano, zona en la que dirigió espiritualmente numerosos monasterios de clausura. En 1872, se dedicó por completo a la citada Obra y se interesó por los presos de la cárcel de San Andrés, ingresando en la Compañía de la Misericordia, para acompañar y asistir a los condenados a muerte. Supo leer las situaciones de su tiempo e intervenir concretamente en favor de los más indefensos, y en particular se empeñó para salvar a la juventud, de las insidias y de los peligros morales.

En 1874, Capellán del nuevo Horfanatorio Provincial en la calle "delle Fieschine", se dedicó a los recién nacidos administrándoles el Bautismo por un lapso de 22 años (de los registros resulta que los bautizados fueron 8.484). Trabajó también con las madres solteras, creando para ellas casas-taller y proporcionándoles cultura y fomación religiosa, y de aquí surgió su fundación del Instituto de las Religiosas de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María para la formación de las niñas en 1864.

La tímida idea de dar vida a una Congregación religiosa fue estimulada por Mons. Salvador Magnasco y por las colaboradoras del Padre Roscelli, las maestras de las Casas-Taller, las que estaban convencidas que la Consagración a Cristo y el empeño de santificación en la vida comunitaria, son la fuerza del apostolado. El Padre Agustín, interpeló incluso al Papa el beato Pío IX y después de haber recibido la respuesta "Deus benedicat te et opera tua bona" (Dios te bendiga a ti y a tu buena obra), se sometió totalmente a la voluntad de Dios y el 15 de octubre de 1876 realizó su sueño, y el 22 del mismo mes, entregó el hábito religioso a sus primeras Hijas a las que llamó Hermanas de la Inmaculada, indicando a las mismas el camino de santidad, señalado particularmente por las virtudes propias de Quien es el modelo de la vida consagrada. Después de las primeras incertezas, su obra se consolidó y se dilató más allá de los confines de Génova y de Italia. Al final de su vida se vio afectado por la ceguera; murió en Génova.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Flavio de Nicomedia y 4 compañeros. M. 300.
Martirologio Romano: En Nicomedia, de Bitinia, san Flavio y cuatro compañeros, mártires.
Obispo de Nicomedia. Mártir en Nicomedia, junto con sus hermanos Agustín y Augusto, durante la persecución de Diocleciano.
El Martirologio Romano conmemora el martirio de los tres hermanos. Este recuerdo proviene del “Martirologio de Floro” que, a su vez, la tomó del “Martirologio Hyeronimianum”. Aquí aparece solamente el nombre de Flavio y los de Agustín y Augusto parece que son un único mártir que no está identificado. También este Martirologio afirma que eran "tres hermanos", pero posiblemente decía "y tres hermanos" con lo que se asemeja al “Martirologio Siriaco” que recuerda a Flavio con otros cuatro mártires. Pero no es posible afirmar cual de las dos formas es la correcta.

El “Nuevo Martirologio” ha optado por retomar la inscripción más antigua de todas, la del “Martirologio Siríaco”, que habla de cuatro compañeros de Flavio, aunque lamentablemente ni ese documento ni la tradición posterior identifica a ninguno de ellos por nombre. Lo único que podemos afirmar sobre todos ellos es que fueron mártires, posiblemente en la persecución de Diocleciano, a inicios del siglo IV.

San Maurilio de Ferrara. M. 644.
Hijo de un rey pagano de Edesa, se convirtió, renunció al trono en favor de uno de sus hermanos, y se consagró a Dios; viajó a Roma y después de varias peripecias fue designado obispo de Ferrara. Cuando supo que otro de sus hermanos había mandado asesinar al rey y había regresado al paganismo, regresó a Edesa, su hermano, que había accedido al trono, lo hizo decapitar. Esto es lo que podemos sacar de un cúmulo de leyendas sobre este obispo de Voghera, primigenia sede antes de la de Ferrara.





San Cenérico. M. c. 669.
Martirologio Romano
: En Cenomano (hoy Le Mans), en la Galia, san Cenérico, diácono y monje, quien, después de visitar los sepulcros de san Martín de Tours y de san Julián de Le Mans, pasó el resto de su vida en la soledad y en la austeridad.
Junto con Sereno. Eran hermanos nacidos en Spoleto y decidieron hacerse benedictinos en Roma. No se quedaron mucho tiempo en esta ciudad por su aversión a los honores personales. El papa Eugenio les consagró diáconos y cardenales. Pasaron a Francia donde visitaron la tumba de san Martín de Tours y la de san Julián. En la diócesis de Mans, buscaron un lugar inhóspito, pero a Cenérico le pareció demasiado frecuentado y se separó de su hermano yendo a vivir a la soledad en Séez. Como se le añadieran muchos discípulos fundaron la abadía de San Martín bajo la regla benedictina. Sereno vivió siempre como solitario; en el 630 se retiró en Saulges, en Maine, en la diócesis de Mans, donde se le acercaron muchos enfermos, e hizo mucha penitencia para aliviar sus males.

Gisela de Hungría. Beata. M. c. 1060. Martirologio Romano: En el monasterio de Niedernburg, cercano a Passau, de Baviera, en Alemania, beata Gisela, que estuvo casada con san Esteban de Hungría, a quien ayudó en la propagación de la fe, pero a la muerte del rey fue privada de sus bienes y de su reino, retirándose al citado monasterio, que gobernó después como abadesa.
Reina de Hungría. Hija de Enrique II el Litigioso de Baviera y de Gisela de Borgoña, hermana del emperador san Enrique II. Esposa de san Esteban rey de Hungría (996) y madre de san Emerico. Promovió la vida cristiana en este reino, y según la tradición alemana, desempeñó un papel fundamental en la conversión de los húngaros; contribuyó a la fundación de numerosas iglesias y monasterios. Fue privada de sus bienes por el sucesor de san Esteban, Pedro Orseolo, y tuvo que abandonar Hungría en 1045. Se retiró al monasterio benedictino de Niedernburg, en Passau, Alemania, de donde fue abadesa. Su culto aparece en el Martirologio benedictino, aunque no ha sido canonizada oficialmente.

Alberto de Bérgamo. Beato. (c.1214 - 1279). Martirologio Romano: En Cremona, de Lombardía, beato Alberto de Bérgamo, labrador, el cual, después de soportar con paciencia las reprensiones que su mujer le hacía por su gran generosidad hacia los pobres, abandonó sus tierras y vivió como hermano de penitencia de santo Domingo.
Nació en Villa d'Ogna (Bérgamo, en el seno de una familia de modestos campesinos. Fue un campesino que ayudó a los pobres. Trabajador y devoto se casó sin descuidar la piedad y la caridad. A causa de su generosidad fue perseguido por su esposa y parientes celosos. Sufrió presiones de parte de algunos poderosos, se piensa que de sus cuñados, dejó sus tierras y se trasladó a Cremona, donde continuó trabajando como agricultor para vivir y ayudar a otras personas más necesitadas que él.

Para vivir mejor su vida interior se hizo Terciario dominico. Se dedicó sin pausa a las obras de misericordia, ya que sostenía que siempre es tiempo de hacer el bien, si hay voluntad de hacerlo. Peregrinó a Roma, Santiago de Compostela y Tierra Santa. Murió en Cremona, cuya diócesis, como la de Bérgamo celebra su fiesta el 11 de Mayo.
Mucha gente se acercó a venerar el cuerpo, atraídos -según dice la tradición popular- por el milagro de las campanas, que sonaron sin ser tocadas. El papa Benedicto XIV, el 9 de mayo de 1748, aprobó el culto «ab immemorabili».
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