INDICE
Digna, Anastasio y Félix, SantosMártires en Córdoba
San MetodioPatriarca de Constantinopla
Beata FRANCISCA DE PAULA DE JESÚS “Nhá Chica”
Otros Santos del día
San Eliseo, profeta
Notre Dame de la Treille,San Rufino, Mártir,Beata Castora Gabrielli,Eterio, Quinciano, Gerásimo, confesores; Valerio, Rufino, mártires; Marciano, Fortunato, Gervoldo, obispos; Ricardo, abad.
Digna, Anastasio y Félix, Santos Mártires
Fueron martirizados en Córdoba el 14 de Junio
No tenemos aquí ciudad permanente, sino que vamos
en busca de la que ha de venir.(Hebreos, 13, 14)
Ella era una religiosa contemplativa; Félix un monje de un convento de la capital y natural de Alcalá de Henares; y Anastasio estudió en la Iglesia de San Acisclo, donde ejerció de diácono. Luego se ordenó sacerdote. Se presentó voluntariamente a confesar su fe ante el Cadí.
Después de degollados, sus cuerpos fueron quemados y las cenizas arrojadas al río Guadalquivir.
Sufrieron el martirio como tantos cristianos significativos en la era de persecución cordobesa.
MEDITACIÓN: EL MUNDO ES UN EXILIO
I. El mundo es un destierro y el cielo nuestra patria. De esta verdad saco tres conclusiones: la primera es que debemos tener gran deseo de ir al cielo. Los exilados emplean sus riquezas, su influencia y el crédito de sus amigos para volver a su patria; imítalos, emplea todos los bienes que poseas, tu espíritu y tu salud, para llegar a la casa de tu bienaventurada eternidad: allí está Dios tu Padre, Jesucristo tu Hermano mayor, Maria tu bondadosa Madre, con incontables santos, acaso con muchos de tus parientes y amigos. Dirijamos todos nuestros esfuerzos en esa dirección. Miremos al cielo y no podremos menos que exclamar: ¿Cuándo llegaré y apareceré ante la Faz del Señor? (Salmo).
II. Puesto que el mundo entero es un exilio, debe serte indiferente habitar en un lugar más bien que en otro. Tu patria debe estar allí donde la gloria de Dios y el bien de tu alma te reclaman. Por todas partes encontrarás la tierra que te sostiene y alimenta, por todas el sol que te alumbra. No te afanes, pues, por el lugar donde habrás de habitar; esta inquietud podría justificarse, dice San Agustín, si se te pudiese enviar a algún lado donde Dios no estuviera. No puede ser exilado quien a Dios tiene en su corazón (San Cipriano).
III. Si en este mundo, que es un lugar de destierro, hay tantas cosas que agradan, ¿qué no será en el paraíso? Si los bienes, que Dios ha otorgado indistintamente tanto a sus amigos como a sus enemigos, tienen ya tanto atractivo, ¿qué no será de los bienes que Él ha preparado a sus amigos e hijos? Por el contrario, si los elegidos y amigos de Dios deben sufrir tanto en este mundo, ¿cuáles no serán los tormentos que el Señor reserva en el infierno para sus enemigos?
El pensamiento del paraíso
Orad por la conversión de los infieles.
ORACIÓN
Os suplicamos, Señor, escuchéis las oraciones que os dirigimos en la solemnidad de vuestro confesor pontífice, el bienaventurado Basilio, a fin de que la intercesión y los méritos de quien tan dignamente os ha servido, nos obtengan el perdón de nuestros pecados. Por J. C. N. S. Amén.
San METODIO "el Confesor". (c.789 - 847). Martirologio Romano: En Constantinopla, san Metodio, obispo, que siendo monje viajó a Roma para encontrarse con el papa Pascual I, para defender la veneración de las imágenes, y, elegido obispo, pudo celebrar solemnemente el triunfo de la fe ortodoxa. Nació en Siracusa en el seno de una familia acomodada; recibió una esmerada educación en su ciudad natal, y más tarde se trasladó a Constantinopla para iniciar su carrera. Parece que el encuentro que tuvo con san Eutimio de Sardes (del que Metodio escribió su "Vita") le hizo descubrir su vocación monástica. Ingresó como monje en el monasterio de Chenolaccco en Bitinia, donde pudo perfeccionar su cultura religiosa y espiritual, y donde llegó a ser hegúmeno. Colaboró con el patriarca san Nicéforo I, defensor de la imágenes, cuando el emperador León V el Armenio comenzó la persecución iconoclasta y tuvo que huir a Roma. Permaneció en estrecho contacto con los perseguidos en Constantinopla, en particular con san Teodoro Estudita, mientras tanto en Roma, ante el papa san Pascual I abogó por los defensores de las imágenes. Fue ordenado sacerdote en Roma, después de haber resistido a fuertes insidias por su castidad. En el 821 regresó a Constantinopla para entregar al nuevo emperardor Miguel II, un documento del Papa en favor de la libertad del culto a las imágenes y conseguir que san Nicéforo fuera reintegrado en su cargo como patriarca. El emperador se negó y después de flagelar a Metodio lo encarceló en compañía de criminales comunes. Parece que estuvo encarcelado en los años 829 al 838. Primero estuvo en un calabozo con san Eutimio en una isla de San Andrés y después en una tumba en Antigoni, en el archipiélago de los Príncipes. Durante el reinado del emperador Teófilo gozó de un período de libertad vigilada. A la muerte de este emperador en 842, Metodio recuperó su libertad, y se retiró al convento de los Eligmoi. En el 843, la emperatriz santa Teodora le convenció para que aceptara el cargo de patriarca de Constantinopla, y en este cargo restableció la verdadera fe, después de 30 años de dominio de los iconoclastas. Metodio tuvo un comportamiento conciliador; en su discurso de entronización pidió perdonar a los vencidos. Decidió sustituir a todos los obispos y abades iconoclastas y esto le supuso muchas dificultades, y tuvo que soportar la calumnia de una mujer, instigada por el sustituido patriarca Juan, que Metodio había mantenido relaciones carnales con ella; también los monjes estuditas le exigieron mayor rigor con los iconoclastas. En el 844 hizo trasladar los restos de san Teodoro Estudita a Constantinopla y se vio obligado a anatemizar sus escritos, provocando una violenta reacción de los monjes estuditas y un grave cisma. Pero, como se deduce de su testamento, se arrepintió de ello. Aquejado de una grave enfermedad murió en Constantinopla y fue sepultado en la iglesia de los Santos Apóstoles. De Metodio nos han llegado varios escritos de carácter hagiográfico y numerosos himnos; fue también un reputado copista de manuscritos. INDICE ELISEO. M. c. 790 a. C. (Antiguo Testamento) Martirologio Romano: En Samaría o Sebaste, en Palestina, conmemoración de san Eliseo, que fue discípulo de Elías y profeta en Israel, desde el tiempo del rey Jorán hasta los días de Joás. Aunque no dejó oráculos escritos, con sus milagros anunció la salvación que había de llegar para todos los hombres. Sabemos que su padre se llamaba Safat y que nació en Abel Meholah, al sur de Bewt-Shan, en el seno de una familia acomodada (1 Re. 19, 16-19). Dios lo eligió directa y especialmente para que fuera discípulo de Elías (1 Re 19, 19 ss) al que sucederá después de su misteriosa desaparición (entre el 850 y 800 a. J.C.); heredó su espíritu en la media establecida por la Ley para los primogénitos. Su vida es más llamativa que la de Elías por los prodigios que obró pero su influjo fue menor, solamente una vez se le nombra en el Nuevo Testamento (Lc 4,27) mientras a Elías se le nombra 30 veces. Su vida la recogen los dos libros de los Reyes. Gozó de la estimación de los reyes Josafat (2 Re 3,12) y Joas (2 Re 13, 14-19). Una síntesis de la vida de Eliseo, tal como nos la presenta la Biblia, podría ser esta: a).- Es el Profeta de los milagros: parece que el autor de los relatos intenta presentarlo como enviado de Dios y predicador de Dios verdadero, ya que sólo el que viene de Dios es capaz de hacer milagros. b).- El discípulo de Elías: estaba con los bueyes de su padre cuando Elías le invitó a seguirle. A su lado aprendió la fe en Yahvé y la fidelidad en su servicio. Siguió sus pasos y trató siempre de serle fiel. Cuando Elías subió al Cielo, los discípulos vieron en él una continuación del espíritu de Elías. c).- En las guerras y revoluciones: llegó a todos los rincones del reino donde su presencia era necesaria. Intervino en varios litigios entre reyes pero nunca tomó parte en los sangrientos ajustes de cuentas. d).- Con los hermanos profetas: llevó vida en común. Parece que guardaban el celibato, se tonsuraban, llevaban una vida austera y de oración continua. Los carmelitas tomaron a Elías y Eliseo como "padres espirituales" de la Orden y su fiesta se observa litúrgicamente entre los carmelitas y en todo el Oriente. INDICE Santos ANASTASIO, FÉLIX y DIGNA. M. 853. Martirologio Romano: En Córdoba, en la provincia hispánica de Andalucía, santos mártires san Anastasio, presbítero, san Félix, monje, y santa Digna, virgen, que murieron el mismo día. Anastasio, por confesar su fe cristiana ante los jueces musulmanes, fue degollado, y con él murió también Félix, de la región de Getulia, en África del Norte, que había propagado la fe católica y la vida monástica por Asturias. Digna, aún joven, por haber reprendido al juez por la muerte de los dos anteriores, fue degollada de inmediato. Anastaso hizo sus estudios en la iglesia de San Acisclo, donde fue ordenado diácono, para terminarlos en el monasterio tabanense, donde fue ordenado sacerdote. Mártir en Córdoba, al día siguiente de santa Fandila; fue decapitado después de confesar su fe cristiana ante los jueces musulmanes; junto con Félix, religioso tabanense, natural de Alcalá de Henares, bereber de nacimiento (originario de Getulia en África), que había abrazado la fe católica en Asturias y conocido la vida monástica; el ideal de su vida era ser mártir. En la tarde de ese mismo día, martirizaron igualmente a la jovencísima Digna, religiosa del doble convento de Tábanos. Esta que, a causa de su profunda humildad, se consideraba la última de todas sus hermanas, decía con frecuencia de la manera más emocionante: «No me llaméis Digna, sino Indigna, porque mi nombre debe expresar lo que soy». Durante un sueño vio a santa Ágata deslumbrante de belleza y con lirios y rosas en sus manos. La santa mártir le dio una rosa roja, exhortándola a combatir valerosamente por Cristo. Desde entonces, Digna sintió un vivo deseo de martirio y, cuando los rumores de la ejecución de Anastasio y de Félix llegaron hasta ella, comprendió que su hora había llegado. Salió secretamente del monasterio y se presentó ante el juez para reprocharle abiertamente los asesinatos que acababa de cometer con hombres sin más culpa que la de adorar al verdadero Dios y de confesar a la Trinidad Santísima. A su vez, Digna fue decapitada y colgada, como los mártires que le precedieron. Los tres fueron los primeros en confesar a Cristo en Córdoba y fueron decapitados por orden del califa. INDICE Beata FRANCISCA DE PAULA DE JESÚS “Nhá Chica”. (1808-1895). Martirologio Romano: En Baependi, Minas Gerais, Brasil, beata Francisca de Paula de Jesús, conocida popularmente como Nhà Chica, laica que dedicó su vida al servicio de los necesitados. Francisca de Paula de Jesús, conocida como “Nha Chica” o “Santinha de Baependi”, es la primera mujer brasileña negra en haber sido elevada a los altares como beata. Nació en la aldea de Santo Antônio do Rio das Mortes Pequeno, uno de los cinco distritos de São João del-Rei, un municipio del estado brasileño de Minas Gerais, donde también fue bautizada. Poco después su familia se trasladó a la ciudad de Baependi en el sur de este estado. Hija y nieta de esclavos, Francisca Paula de Jesús, negra, a los diez años quedó huérfana de madre y se crió con su hermano quien al morir le dejó de herencia una fortuna que distribuyó a los pobres. Nha Chica no leía la Biblia por ser analfabeta pero diariamente sabía aplicar qué amor al prójimo. Dedicó toda su vida haciendo el bien, y siempre vivió en libertad, nunca fue esclava. A pesar de que nunca perteneció a una organización religiosa era considerada "la madre de los pobres", era respetada por todos los que la conocieron, desde las personas más humildes hasta los hombres más poderosos de su tiempo, “sirviendo a las personas, especialmente en la noble tarea de escuchar y aconsejar”, Nunca se casó pues decidió dedicarse por completo al Señor. Siendo analfabeta, gozaba cuando alguien le leía las Sagradas Escrituras. Nhá Chica también rechazó varias propuestas de casamiento para dedicarse a los demás. En vida ya era tratada como santa, daba consejos y oraba por quien se lo pidiese. Una de las cosas que se destaca en vida es la novena que compuso a Nuestra Señora de la Concepción, de quien era devota. Asimismo, en honor a ella, construyó al lado de su casa una pequeña iglesia donde veneraba una imagen de esta advocación mariana y ante la cual oraba piadosamente por todas las personas que se le encomendaban. Durante 30 años, fue reuniendo donaciones para construir la capilla de Nossa Senhora da Conceição, donde hoy es el Santuario de la Inmaculada Concepción, en la ciudad de Baependi En 1954 esta iglesia fue confiada a la Congregación de las Hermanas Franciscanas del Señor. Actualmente al lado del templo se lleva a cabo una obra de asistencia para los niños necesitados que es mantenida por los devotos de Nhá Chica. Finalmente, luego de una vida dedicada a la oración y al servicio a los más necesitados, Nhá Chica falleció y desde entonces las personas piden su intercesión para ser curados de enfermedades. INDICE OTROS SANTOS DEL DÍA: Santos Valerio y Rufino. M. c. 287. Martirologio Romano: En Soissons en la Galia bélgica, hoy en Francia, santos Valerio y Rufino, mártires. De acuerdo con algunos de los relatos, eran dos misioneros que formaban parte del grupo enviado desde Roma para evangelizar aquella región de las Galias. Pero otras narraciones afirman que fueron dos muchachos galoromanos que desempeñaban el cargo de guardianes en los graneros de alguno de los puestos del Imperio a lo largo del río Vesle. De cualquier manera, lo que interesa es que Valerio y Rufino eran cristianos y practicaban su religión abiertamente en Sissons. Al desatarse la persecución de Diocleciano, los dos jóvenes, al tanto de que eran hombres marcados para un destino fatal, huyeron a esconderse en una cueva de alguno de los bosques vecinos. Ahí se les descubrió y fueron aprehendidos. Después de haber confesado sus creencias, fueron brutalmente azotados y sometidos a diversas torturas que soportaron con entereza; al fin, se les condenó a morir degollados. En el sitio donde fueron sepultados se erigió una iglesia y, con el tiempo, surgió ahí la ciudad francesa de Bazoches. San Fortunato de Nápoles. s. IV. Martirologio Romano: En Nápoles, en la Campania, san Fortunato, obispo. Obispo de Nápoles, Campania en el momento más álgido de la herejía arriana. Hizo todo lo posible para preservar a su diócesis de esta herejía, a pesar de los esfuerzos de los obispos orientales que eran favorables y habían huido del Concilio de Sárdica, y querían arrastrar a la población de su lado. Se sabe que construyó una basílica con cementerio, que tomó su nombre, en el valle de Sanità, no muy lejana de las catacumbas de San Gaudioso y que tuvo una gran importancia. En esta basílica fue sepultado. San Proto de Aquileya. M. c. 304. Martirologio Romano: En Aquileya, en la región de Venecia, san Proto, mártir. Mártir en Aquileya. Proto aparece mencionado en las «Actas» de Cancio, Canciano y Cancianila, tres hermanos martirizados en la persecución de Diocleciano. En la leyenda Proto es el preceptor de los jóvenes, quien los ayuda a escapar, y quien finalmente muere mártir con ellos. San Eterio de Vienne. s. VII. Martirologio Romano: En Vienne, en Burgundia, san Eterio, obispo. XXVIIIº obispo de Vienne, sucesor de san Domnolo. Trasladó el cuerpo de san Desiderio, obispo de Vienne, a la catedral hacia el 620. INDICE