INDICE
San BONIFACIO DE MAGUNCIA
San FRANCO DE ASSERGI
Beato FERNANDO DE PORTUGAL
Beata MARGARITA LUCÍA SZEWCZYK.
Otros Santos del día
Sancho, Florencio, Julián, Ciriaco, Marcelino, Nicanor, Faustino, Apolonio, Marciano, Zenaida, Ciria, Valeria, Marcia, Claudio, Adalaro, Lupercio, mártires; Eutiquio, obispo; Félix, monje
SAN BONIFACIO o WINFRIDO, Obispo y Confesor
Quien ama al padre o la madre más que a mí, no es
de mí, quien ama a su hijo o a su hija más que
a mí, no es digno de mí.
(Mateo, 10, 37).
Quien ama al padre o la madre más que a mí, no es
de mí, quien ama a su hijo o a su hija más que
a mí, no es digno de mí.
(Mateo, 10, 37).
El padre de San Bonifacio, habiéndose opuesto a dejar entrar a su hijo en religión, cayó enfermo, y no se sanó hasta que le hubo permitido seguir su vocación. Partió el santo de Inglaterra y fue a predicar el Evangelio a Alemania, cuyo apóstol ha sido. Recorrió Frisia, Baviera, Turingia, Hese y Sajonia: por todas partes convirtió a gran número de paganos y edificó iglesias sobre las ruinas de los templos de los ídolos. Gregorio III lo hizo arzobispo y primado de toda Alemania. Cultivó esta naciente Iglesia y la regó con sus sudores durante más de treinta años; después de lo cual, habiendo elegido a su sucesor con permiso del Sumo Pontífice, fue a recibir en Frisia la corona del martirio, el 5 de junio del año 754.
MEDITACIÓN ACERCA DEL AMOR DE DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
I. Hay que amar a Dios; es una verdad que la razón nos enseña, es un precepto que Dios nos impone. Él nos ha amado desde toda la eternidad, no cesa de co1marnos de beneficios; ¿cómo respondemos nosotros a su amor? ¿Por qué, Señor, ordenarme que lo ame? ¿No era ya bastante permitírmelo? Sin embargo, lo hacéis objeto de un mandamiento expreso. Vos me atraéis con la promesa de recompensas eternas, me hacéis fuerza mediante la amenaza del infierno, y yo, ¡yo no os amo todavía!
II. Si, por lo menos, amases tú a Jesucristo como amas a tus padres, a tus amigos, a tus riquezas y placeres, no darías tanto motivo de queja contra ti. Pero es que todo haces tratándose de tus padres y tus amigos; tienes iniciativas, sufres todo para conservar tus riquezas, ¡Y nada haces por Jesús! Reflexiona en esta verdad, y te avergonzarás por tu poca fe, y del poco amor que tienes para Dios y para Jesucristo. Prestos estamos a sufrir por los hombres lo que no queremos sufrir por Dios. (Tertuliano).
III. No basta amar a Dios, no basta amarlo tanto como a los amigos y a los bienes, es preciso amarlo sobre todas las cosas; estar prontos a sacrificar las más dulces inclinaciones para agradarle, y antes que desobedecerle. Es menester, además, no amar nada sino por amor a Él; no deben amarse las riquezas, la salud, sino porque podemos servirnos de ellas para la gloria de Dios. ¿Tenemos estas disposiciones? Si no las tenemos, en vano será que pretendamos amar a Dios, nuestros actos desmienten a nuestras palabras. Muy poco os ama, oh Dios mío, quien con Vos ama algo que no ama por Vos. (San Agustín).
El amor de Dios
Orad por vuestros padres.
ORACIÓN
Omnipotente Dios, mirad nuestra flaqueza, ved cómo el peso de nuestras obras nos abruma, y fortificadnos por la gloriosa intercesión del bienaventurado Bonifacio, vuestro pontífice mártir. Por J. N. S.
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/junio05sanbonifacio.mp3
San BONIFACIO DE MAGUNCIA. (c.672 - 755). Martirologio Romano: Memoria de san Bonifacio, obispo y mártir, que era monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, pero, llegado a Roma, el papa san Gregorio II le ordenó obispo, cambiándoselo a Bonifacio y enviándolo a Germania para anunciar a aquellos pueblos la fe de Cristo, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia y hacia el final de su vida, al visitar a los frisios, en Dokkum fue asesinado por los paganos, consumando así su martirio.
Anglosajón de Crediton en Devon (Wessex) que al hacerse benedictino cambió el nombre de Wynfrid por el de Bonifacio en 719. A los cinco años entró en un monasterio de Exeter, donde fue discípulo de san Aldelmo, y luego en Nutshulling, dedicado al estudio, a la enseñanza y a la predicación; donde fue director de la escuela abacial, encargo recibido por el abad Wulfhardo, y ordenado sacerdote en el 710. Fue nombrado abad de Nutshulling en el 715. Compuso la primera gramática latina escrita en Inglaterra, pero inspirada en la obra de san Isidoro de Sevilla, y tuvo justa fama en las islas británicas de hombre de gran saber; en la paz y el retiro del monasterio edificó a todos con su saber y su caridad. Siguiendo el ejemplo de otros monjes ingleses e irlandeses, deseó marchar al continente europeo, para evangelizar en la Galia, Germania, y también en Italia. En el 716, el papa san Gregorio II le envió a evangelizar a los germanos (para que continuase la misión de san Willibrordo); desembarcó en Frisia y quiso reunirse con san Willibrordo en Utrecht, pero no lo encontró. Su primera misión fue un desastre. En el 718 marchó a Roma con la intención de obtener del Papa el permiso para continuar con su empresa. En el 723 el pontífice san Gregorio II le ordenó "obispo regional" (dependiendo directamente de la Santa Sede, sin diócesis particular).
Animado por Gregorio II y ayudado por un grupo de monjes, Bonifacio se dirigió al Rhin y allí se lanzó a una aventura que parecía desesperada, pero que conoció un éxito verdaderamente prodigioso. Estuvo 40 años en tierras germanas, adentrándose siempre más hacia el interior: Frisia (724), Turingia (725), Baviera (731)... Donde iba con su predicación y ejemplo obtenía la conversión en masa de los germanos, que abandonaban ritos y supersticiones paganas para abrazar con entusiasmo la nueva fe, en esta misión le acompañó un joven clérigo que se llamaba Ratgerio. En el 744 fundó la célebre abadía de Fulda, que gozó de la inmunidad pontificia, y que representa el primer privilegio de exención de la historia. En el 747 fue nombrado por beato Gregorio III, arzobispo de Maguncia y fue encargado por el Pontífice de la organización eclesiástica de toda la Germania. Se dedicó con todo su empeño a esta obra colosal. Hizo llegar de Inglaterra a santos Lulo, Wigberto, Albino, Wilebaldo y Wunibaldo, así como un grupo de vírgenes, a saber, santas Walburga, Lioba, Tecla, Guntilde, Bertgitta y Kunitrudis. Estableció diócesis en Frisia, Hesse (donde taló el roble sagrado que cuenta la leyenda), Turingia y Baviera; designó obispos, fundó monasterios, organizó el clero y formó misioneros; presidió concilios y ungió, en nombre del Pontífice, al rey Pipino el Breve. Como metropolitano de las iglesias de Alemania y de la Galia, Bonifacio fue el primero que intentó la fusión espiritual y cultural entre las dos regiones, en nombre de la civilización romana y cristiana, pero fue marginado por los círculos francos porque era anglosajón, y por tanto extranjero. Cuando Carlomán heredó Austrasia, después de la división del reino de Carlos Martel (741), se sirvió de Bonifacio para eliminar los abusos en la concesión de beneficios y honores y la relajación de la disciplina del clero y también de ciertos monjes celtas aventureros, reuniendo un concilio general de los obispos francos (744-747) en Soissons.
Este concilio decretó reformas importantes para aquellas Iglesias. Basta recordar el nombramiento del abad san Fulrado y de san Crodegango, obispo de Metz (748), que trabajó eficazmente en la reforma del clero y en la institución de los canónigos regulares. Su apoyo a la Santa Sede fue proverbial como lo demuestra el epistolario dirigido a la abadesa de Bischofsheim, santa Lioba, (que había abandonado Inglaterra por indicación suya) donde se revela la humanidad de su alma y al mismo tiempo la devoción particular al Sumo Pontífice, al cual sometió constantemente las menores dificultades. Tenía 70 años cuando realizó una campaña misionera en Holanda, al frente de 52 monjes apóstoles fueron martirizados en Dokkum por los frisios o frisones que le hundieron una lanza en la espalda mientras sostenía su "Evangeliario" a dos manos encima de la cabeza, a manera de escudo contra los mandobles. Su cuerpo fue trasladado a la abadía de Fulda. Patrón de Alemania. MEMORIA OBLIGATORIA. Santos Eoban, Adalaro y compañeros. M. 754. Martirologio Romano: En Dokkum, en Frisia, santos Eoban, obispo, Adalaro y nueve compañeros, que, junto con san Bonifacio, terminaron su vida con el martirio. Sus nombres: Vintrungo y Gualterio, presbíteros; Amundo, Sevibaldo y Bosa, diáconos; Vaccaro, Gundecaro, Elluro y Adulfo, monjes. Fueron 52 los mártires.
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San FRANCO DE ASSERGI. (c. 1154/59 - c. 1275). Martirologio Romano: Cerca de Assergi, en la región de los vestinos, san Franco, eremita, quien se construyó una celda en una cueva entre montes abruptos, llevando una vida áspera y sencilla. Natural de Roio (L’Aquila, Abruzzos), en el seno de una familia de campesinos ricos. Bajo la dirección de un sacerdote de su pueblo, Palmerio, realizó los primeros estudios. Ingresó como benedictino en el monasterio de San Giovanni Battista de Lucoli, donde vivió 20 años, después se retiró para vivir como eremita. El primer periodo lo paso en los bosques de Lucoli, comiendo "herbulis, glandulis et agrestibus pomulis". En el segundo, el más incierto, vagó aquí y allá sobre la cadena montañosa del Apenino abrucese, que culminó en las faldas del Velino; después pasó a la cadena montañosa del Gran Sasso.
El tercer período lo pasó sobre los montes de Assergi: cinco años en Vasto, quince sobre los montes Sabinos. En Vasto eligió un lugar pintoresco, pero árido y sin refugios, construyó una choza, según el sistema tradicional de los pastores y por sus oraciones manó agua de la roca; hoy esta fuente, a 1800 m. sobre el mar, se la conoce como "el agua de san Franco"; los peregrinos la beben para obtener la curación de las enfermedades, especialmente de la piel. Pasó a los montes Sabinos para huir de los visitantes, y se quedó en la localidad cercana de Assergi, más agreste, donde, según la leyenda, una osa con tres oseznos lo guió a una gruta y durante mucho tiempo le hizo compañía. En las fiestas principales del año se acercaba a Assergi para recibir la Comunión, quizás en la iglesia de Santa Maria en Silice. Aquí sucedió el episodio en el que salvó a un niño de las fauces de un lobo. Cuando el eremita por su mala salud, presintió su próximo fin, quiso recibir los últimos sacramentos, después se le dejó solo con los brazos en cruz. Por la noche, las campanas de Santa Maria en Silice repicaron solas antes de la hora señalada y los gallos del pueblo cantaron al mismo tiempo. La población se despertó, miró en dirección de la gruta y vio una luz: allí se encontraron al eremita muerto. Con gran veneración su cadaver fue llevado al pueblo y sepultado en la cripta de la iglesia del monasterio.
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Beato FERNANDO DE PORTUGAL. (1402-1443). Nació en Santarem, Portugal. Hijo de Juan I de Avis, rey de Portugal y de Felipa de Lancaster. Su inclinación a la vida religiosa le llevó a ser el Gran Maestre de la Orden militar de Avis en 1434. Rehusó al capelo cardenalicio que le ofreció el papa Eugenio IV. En 1437, durante el reinado de su hermano Eduardo I, Fernando y su otro hermano Enrique el Navegante, persuadieron a Eduardo para que lanzara un ataque en Marruecos para conseguir una base mejor con vistas a las futuras expediciones africanas. La expedición no contó con un apoyo unánime ya que algunos nobles se mostraron en contra. El ataque a Tánger fue un éxito pero costó un gran número de bajas entre los soldados portugueses. Fernando, fue hecho prisionero y murió en la prisión de Fez. Parte en 1434, con su hermano Enrique el Navegante a una expedición contra Marruecos, entonces en manos de una dinastía de piratas. ¿Acaso sería una premonición sobre la situación actual? Nada nuevo hay bajo el sol.
Lo cierto es que la expedición fue un fracaso y la armada lusitana hubo de rendirse y dejar a Fernando como garantía del pago de enormes cantidades de dinero, con la promesa del retorno de la plaza de Ceuta a los moros, pero las cortes portuguesas se negaron. Las Cortes de Portugal, después de nueve años de negociaciones, dejaron morir de disentería y en manos del enemigo a su príncipe. Fernando vivió como esclavo, encadenado y obligado a los más sucios trabajos. Soportó su desdicha con dignidad y puso su esperanza en Dios con enorme entereza, sin renunciar a la fe ni a unos compatriotas tan olvidadizos de su terrible suerte. Las fuentes históricas musulmanas hablan de su vida edificante y de la veneración que suscitaba en los más piadosos habitantes de Fez; no se lamentó nunca en estos años de prisión, y mantuvo siempre una gran mansedumbre y humildad, mostrandose siempre una gran confianza en la Providencia. Fernando optó por la pobreza, castidad y obediencia, en radical fidelidad a su propia conciencia. Su cadáver descuartizado se pudrió colgado en las torres de las murallas. Es el "Principe Constante" del drama de Calderón.
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Beata MARGARITA LUCÍA SZEWCZYK. (1828-1905). Martirologio Romano: En Nieszawa, Polonia, beata Margarita Lucía Szewczyk, fundadora de la Congregación de las Hija de la Bienaventurada Virgen María de los Dolores.
Lucía Szewczyk nació en el seno de una familia polaca en Szepetówka, (hoy Ucrania). En su primera infancia perdió a sus padres y fue criada por su hermanastra mayor. Desde muy joven sintió la llamada a la vida religiosa pero debido a la situación política de la Polonia ocupada, no pudo unirse a ninguna congregación religiosa; así que a la edad de 20 años, entró en la Orden Terciaria de San Francisco de Asís. Para fortalecer su fe y amor a Dios, en 1870 emprendió una peregrinación a Tierra Santa. Ella se conmovió profundamente por esta experiencia y decidió dedicar su vida a ayudar a los pobres, los ancianos y los enfermos. Ella declaró su deseo a su confesor, el beato capuchino fray Honorato de Biala Podlaska, que aprobó su decisión y la animó a comenzar su trabajo. El primer paso que hizo fue invitar a dos ancianas pobres y enfermas a vivir en su apartamento. Ella cuidaba de ellas en secreto, porque cualquier actividad de caridad o de la iglesia estaban estrictamente prohibido por los decretos del zar de Rusia, que en ese momento gobernaba Polonia. No pasó mucho tiempo antes de que algunas mujeres más jóvenes fueran a vivir con ella y se unieran a su obra. Más tarde, para dar cabida al mayor número de necesitados y poderles servir mejor, Lucía decidió comprar una casa con un jardín.
Como resultado, en 1881, siguiendo el consejo de fray Honorato, Lucía formalmente fundó una nueva Congregación religiosa, cuyo objetivo era ayudar a los necesitados, los pobres, los enfermos y la mayoría de la sociedad. Se convirtió en la cabeza de la Congregación de las Hijas de la Bienaventurada María Virgen Dolorosa, llamadas “Serafitki” y tomó el nombre de Madre Margarita. Como religiosa, la Madre Margarita llevó una vida muy ascética ayunando mucho y nunca renunció a sus funciones. Dirigió la creciente Congregación durante 20 años. La vida de la Madre Margarita Szewczyk se puede definir como una vida de amor infinito de Dios, confianza en Su providencia, y la completa dedicación al servicio de los más necesitados. Ella realmente creía en la presencia real de Cristo en la Eucaristía y reconocía la Santa Misa como el tesoro más importante de su Congregación. Los últimos meses de su vida los pasó en Nieszawa (Polonia). Los muchos años de servicio cobraron su parte en ella y hacia el final de su vida afrontó problemas de salud. Con un permiso especial de las autoridades de la Iglesia, su cuerpo fue trasladado a Oswiecim y enterrado en la iglesia de su Congregación. Desde su muerte, la gente continuamente acudía a orar delante de su tumba presentando sus peticiones y pidiendo su intercesión. Fue beatificada el 9 de junio de 2013 en Cracovia.
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OTROS SANTOS DEL DÍA: San Gregorio de Lilibeo. M. c. 303. En la Vita de san Gregorio de Agrigento escrita por Leoncio abad de San Saba en Roma, se lee que este obispo “fue encarcelado en este lugar en el que había estado prisionero un san Gregorio obispo de Lilibeo, que sufrió el martirio condenado a que se le cortara la cabeza por el tirano Tircano” (Lanzoni, pg. 643). Este mártir, obispo de Lilibeo, antigua diócesis de Sicilia, hoy Marsala, no es conocido por otras fuentes, ni podemos indicar el tiempo en el que vivió, aunque el tirano Tircano vivió en la época de la persecución de Diocleciano. Santos Marciano, Nicanor, Apolonio y compañeros. M. 304. Martirologio Romano: En Egipto, santos Marciano, Nicanor, Apolonio y compañeros, mártires, que como se narra, por profesar la fe cristiana, después de atroces suplicios, fueron encerrados en un recinto cerrado y expuestos al ardiente sol, muriendo de insolación, sed y hambre. Según el antiguo Martirologio Romano es un grupo de mártires egipcios muertos durante la persecución de Diocleciano; pero sus Actas son muy poco fiables. Se dice que fueron emparedados y expuestos al sol ardiente, murieron de sed y hambre. Probablemente Marciano y Nicandro (no Nicanor) fueran los mismos del 17 de Junio.
San Doroteo de Tiro. M. 362. Martirologio Romano: En Tiro, de Fenicia, san Doroteo, obispo, que siendo aún presbítero, padeció mucho bajo el emperador Diocleciano, y en tiempo del emperador Juliano, con más de ciento siete años de edad, honró su ancianidad con el martirio, que consumó en Odyssopolis (Varna), Tracia (actual Bulgaria). Presbítero de Tiro. Fue desterrado en tiempos de Diocleciano y luego volvió a la ciudad, y elegido obispo de Tiro y como tal participó en el Concilio de Nicea. Pero en cuanto Juliano el Apóstata ocupó el trono, se reanudó la persecución y entonces Doroteo huyó de nuevo para refugiarse en Odyssópolis, en la Tracia, donde ahora se encuentra el puerto búlgaro de Varna. Sin embargo, hasta ahí le acosaron sus perseguidores, que le descubrieron, le aprehendieron y le apalearon tan brutalmente, que murió a consecuencia de los golpes. Se dice que, por entonces, tenía 107 años. Todos estos datos son hipotéticos. No hay que confundir a este santo con otro del mismo nombre, que también murió martirizado durante el reinado de Diocleciano y cuya fiesta se celebra el 12 de marzo en el Martirologio Romano.
San Ilidio de Clermont M. c. 385. Martirologio Romano: En Arvernia, en Aquitania, san Ilidio, obispo, quien, llamado por el emperador a Tréveris para liberar a su hija de un espíritu inmundo, falleció al regreso del viaje. Nació en Auvernia. Cuarto obispo de Clermont (Auvernia). Según la leyenda habría muerto de regreso de un viaje a Tréveris, a donde lo envió hacia el 385 el emperador Maximiano, para que curase a su hija, que estaba poseída por un demonio. El emperador le regaló columnas de mármol para adornar un santuario; el santo forzó al diablo a llevar estas columnas desde Tréveris a Auvernia. Esta leyenda está forjada con el fin de explicar la cantidad de columnas que había en el monasterio de Clermont que está bajo su advocación. San Gregorio de Tours tenía una gran veneración por él. Ha sido confundido con una santa del mismo nombre llamada Elidia, Helidia, Ilidia o Alira, martirizada en Auvernia en el siglo XI.
San Eutiquio de Como. (482-539). Martirologio Romano: En Como, san Eutiquio, obispo, insigne por su vida de oración, su amor a Dios y a la soledad. VIIIº Obispo de Como, Lombardía. Hombre de oración e ilustre por sus dotes pastorales, fue elegido obispo de Como en el 525, pero no quiso renunciar a la vida contemplativa. Insigne por su solicitud hacia la oración y amor de Dios. Vivió en un eremo fuera de la ciudad, honrado y amado, atento a los fieles de su diócesis. Murió con 57 años. Fue sepultado en la iglesia de San Abundio, pero fueron tantos los milagros que se produjeron por su intercesión que hubo disputas por la posesión de sus reliquias y hubo varios traslados. Hoy se conservan en una capilla de la iglesia de San Jorge de Como.
San Doroteo de Gaza. M. c. 640. Nació en Palestina. Se hizo proverbial la aversión que sintió por las letras y por cualquier género de estudio durante su niñez y juventud. Pero habiendo ingresado en calidad de hermano lego en el monasterio del abad Seridio, situado en el torrente entre Gaza y Ascarón, se puso bajo la dirección del monje Juan, llamado “el profeta” y de san Barsanufio. Fue tan grande el amor que le hicieron sentir estos maestros por el estudio, que acabó siendo éste su mayor pasión. Pero no prosperó sólo en sabiduría, sino también en virtud. Siendo su misión en el monasterio cuidar a los monjes ancianos y enfermos, tuvo la mejor ocasión de practicar con ellos una exquisita caridad cristiana. Muertos sus maestros, él mismo tomó el relevo: formó a san Dositeo, que brilló por su santidad. Fundó el monasterio situado entre Gaza y Majuma, del que fue abad. Escribió un tratado ascético dedicado a la vida monástica, que se conserva en versión griega y latina; sus escritos fueron muy admirados por el abad de Rancé.
San Sancho de Córdoba. M. 851. Martirologio Romano: En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Sancho, mártir, el cual, oriundo de Albi, en la Galia, aún adolescente fue hecho cautivo, siendo educado en el palacio real, pero en la persecución suscitada por los musulmanes, no dudó en sufrir por Cristo. Era muy joven y era natural de Albí; antiguo "prisionero liberto y alistado en el ejército del Emir, y comensal en el palacio de éste". En un momento de su vida estuvo escuchando lecturas de san Eulogio. Al presenciar la muerte de Isaac se sintió confortado al ver la fuerza que puso hasta que murió; esto hizo que se sintiera conmovido por su actuación con lo que se presentó ante el cadí y manifestó su fe, haciendo que éste le quitara de sus privilegios reales y fuera condenado a muerte como el propio Isaac, degollado y quemado en las cercanías del Guadalquivir.
San Igor II. M. 1147. (Iglesia ortodoxa rusa). El príncipe Igor de Cheróigov subió al trono en el año 1146. Los ciudadanos de Kiev al no querer a los de la familia Olgovich, lo traicionaron y lo entregaron a Isiaslav, príncipe de Pereiaslavl, el cual fue proclamado como el gran príncipe. Igor renunció al la vida mundana y en el monasterio Teodoro de Kiev tomó los hábitos de monje con el nombre de Ignacio. El 19 de septiembre del año 1147, la muchedumbre amotinada, lo sacó del templo, mientras él rezaba ante la imagen de María, brutalmente lo mataron y arrastraron su cuerpo por todas las calles de Kiev. Sus reliquias están en el templo de la Transfiguración del Señor de Chernigov.
San Pedro Spanò de Ciano. s. XII. Martirologio Romano: En Ciano, cerca de Mileto, en Calabria, san Pedro Spanò (Spina), eremita, célebre por su pobreza y espíritu de compunción. Su lugar de nacimiento es incierto; se indican Arena, Ciano (diócesis de Mileto), e incluso Torre Spatola (diócesis de Squillace). Fue un asceta basiliano que vivió entre la mitad del siglo XI y la del siglo XII; se distinguió en la práctica de las virtudes propias del monaquismo cálabro-griego: vida solitaria, pobreza absoluta, acentuado espíritu de mortificación, oración. En retribución de la curación milagrosa de Juan Conclubet, Conde de Arena, Pedro recibió varias concesiones, con las cuales fundó el monasterio de Ciano, que luego fue intitulado con su nombre. El “Mennaion” basiliano asegura que murió el 15 de enero de 1105, pero esta fecha no es posible, sino que murió en un año no precisado del siglo XII, y recibió culto público en la iglesia abacial, con fiesta litúrgica el 5 de junio.
Bartolomé Plácido de Recanati. Beato. M. 1473. Nació en Fermo. Fue religioso Apostolino en la iglesia de Santa Maria Piccola de Fermo. En 1432 nos lo encontramos en Recanati, donde se estaba constituyendo, en la iglesia de San Giovanni in Pertica, una comunidad Apostolina. Después de 1452, es nombrado Vicario o Padre espiritual de la comunidad religiosa, que en el 1496 se unirá a la Congregación de San Bernabé de Milán. El beato Bartolomé fue un religioso de gran santidad. Murió en Recanati y en su sepulcro se manifestaron muchos milagros, que fueron registrados notarialmente y que constituyen un regular proceso de canonización. Pío VII concedió el oficio y la misa.
Adán Arakawa. Beato. (c.1551-1614). Martirologio Romano. En Shiki, de Amakusa, Japón, beato Adán Arakawa, catequista mártir, que decapitado por la noche y en clandestinidad, mostró más ánimo que sus verdugos. Nació en Arima, Japón. Era catequista de Tomioka, diócesis de Funai, y murió mártir con, 60 años, en Dojuku. Se trata de un hombre del pueblo, casado con esposa cristiana, de fe sencilla y bien formada, siempre contento, catequista ("kambó") y, al marchar los misioneros, responsable de la comunidad cristiana, dedicado a ella con gran celo. Se alimentaba de libros espirituales: la "Imitación de Cristo", libro impreso en japonés en Amakusa y Nagasaki. Fue encarcelado y repetidamente torturado desde el 21 de marzo de 1614. Afirmó su fidelidad a las autoridades civiles, pero también la independencia de su fe. En medio de las torturas, después de anunciar a Cristo, permanecía continuamente en oración. Fue decapitado el 5 de junio del mismo año (por la noche y en clandestinidad, mostrando más ánimo que sus verdugos) por no querer apostatar de su fe y por su calidad de animador catequista de la comunidad, que constaba de varios miles de cristianos. Su cuerpo, envuelto en redes y con piedras, fue arrojado al mar. Los cristianos sólo pudieron recoger algo de su sangre. La investigación fue dirigida por el futuro mártir san Francisco Pacheco, según orden del provincial padre Carvalho, elegido como sucesor de monseñor Cerqueira, que había muerto en febrero de 1614. Fue beatificado en el 2008 por SS Benedicto XVI junto a un grupo de 187 mártires japoneses.
San Lucas Vu Ba Loan. (1756-1840). Martirologio Romano: En Hanoi, en Tonquín, san Lucas Vu Ba Loan, presbítero y mártir, degollado en tiempo del emperador Minh Mang por su fe en Cristo. Era un viejo sacerdote vietnamita. Fue apresado y llevado ante los mandarines a quienes confesó su fe cristiana y su sacerdocio y se negó a pisotear la cruz en signo de apostasía y por ello fue decapitado en Hanoi, Tonkin oriental, durante la persecución del emperador Minh Manh. Fue canonizado el 19 de junio de 1988.
Santos Domingo Toai y Domingo Huyen. M. 1862. Martirologio Romano: En la ciudad de Tang Gia, en Tonkín, santos Domingo Toai y Domingo Huyen, mártires, que, padres de familia y pescadores, en tiempos del emperados Tu Duc fueron sometidos a varias maneras de tortura durante su larga prisión, con gran fuerza de ánimo exhortaron a sus compañeros de cárcel a conservar la fe, concluyendo con el fuego el martirio. Domingo Toai nació en Dong-Thang (Vietnam) hacia 1810. Estaba casado y tenía hijos y se ganaba la vida como pescador. No tenía buena salud. Arrestado en 1861, parece ser que pudo conseguir la libertad sobornando a alguno de los guardias, pero no quiso y prefirió el martirio. Estuvo nueve meses en la cárcel de Tang-Ya, manteniéndose firme en la fe. Animó a sus compañeros de prisión. Junto con Domingo Huyen murió en Tang-Ya, introducidos en cabañas de cañas secas, a las que prendieron fuego por orden del emperador Tu Duc en Tonkín. Domingo Huyen nació en Dong-Thang hacia el 1810. Era pescador. Era padre de familia. Arrestado con su amigo Domingo Toai, sufrió con él la dureza de la cárcel y el martirio dando continuos testimonios de fe. Murió quemado en Tang-Ya en el Vietnam. Los dos fueron beatificados, al igual que los otros mártires de la persecución en Vietnam, el 19 de junio de 1988
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