Lorenzo de Brindisi, Santo Doctor de la Iglesia
Víctor, San Mártir
Alberico Crescitelli, Santo Mártir
Daniel, SantoP rofeta del A.T
Práxedes, SantaVirgen y Mártir
Santa Práxedes, virgen, hermana de Santa Pudenciana, Roma, 164.
San Daniel, profeta, Babilonia, hacia 626 a. de J. C.
San Lorenzo de Brindis, predicador y doctor de la Iglesia, 1619
Santa Severa de Aquitania, virgen
San Víctor, con tres compañeros mártires: Alejandro, Feliciano y Longinos. Marsella, 290
San Abrogasto de Estrasburgo, Beata Angelina de Marsciano, Beato Odino de Fossanozo de Brindis, presbítero y doctor; Abamón, Adrián, Elio, Julia, Claudio, Justo, mártires; Arbogasto, abad; Domnino, Ignacio, Crimoaldo, Gondulfo, confesores; Zótico, obispo; Reinilda, virgen; Juan, monje
SANTA PRÁXEDES. Virgen
Quien se avergonzare de Mí y de mis palabras,
de ese tal se avergonzará el Hijo del hombre,
cuando venga en su majestad.
(Lucas, 9, 26).
Quien se avergonzare de Mí y de mis palabras,
de ese tal se avergonzará el Hijo del hombre,
cuando venga en su majestad.
(Lucas, 9, 26).
Santa Práxedes, hermana de Santa Prudenciana, edificó a Roma por su gran piedad. Los cristianos en carcelados por orden de Marco Antonio eran, sobre todo, el objeto de su solicitud. Los visitaba y les procuraba socorro y consuelo. Deseaba vivamente compartir sus sufrimientos, pero Dios lo había dispuesto de otro modo. Viendo que la persecución seguía encarnizándose, pidió a Dios la hiciera morir. Su ruego fue escuchado: fue al cielo a recibir la recompensa de su caridad.
MEDITACIÓN SOBRE TRES TENTACIONES
I. Muchos cristianos se dejan apartar de la práctica de la virtud por dificultades puramente imaginarias. Para ser santo, no es menester poseer ni un gran espíritu ni una larga experiencia; tampoco es preciso sufrir las fatigas que temes. En un momento, si quieres, puedes ser amigo de Dios. Tu vida es demasiado corta para que llegues a ser un gran filósofo; pero es suficientemente larga como para llegar a ser un gran santo, Si ya el mundo tuvo la primera parte, que la última al menos esté consagrada al Señor . Respeta tu vejez, reconoce a Dios al término de tu existencia, y que el fin de tu vida sea el comienzo de tu salvación. (San Clemente de Alejandría).
II. No te dejes detener por el cúmulo de dificultades que se presentarán a tu imaginación; piensa en hacer bien la acción que has comenzado. Para vivir santamente, hay que emplear bien el tiempo presente, y hacer sin demora lo que Dios quiere que hagas. A cada día le basta su malicia; no pienses en el mañana; vive como si hubieras de morir hoy.
III. Pero, ¿qué dirán si cambio de vida? Qué dirá Jesucristo si temes más las palabras de los hombres que sus amenazas? ¿Qué dirán los santos de verte temer una burla, más que lo que ellos temieron los suplicios? ¿Qué dirás tú, en el día del juicio, si eres condenado por haber temido exponer te menosprecian y te hacen burla ahora, te envidia- hacer el bien y deja que hablen los impíos. Los que te menosprecian y te hacen burla ahora, te envidiarán y te respetarán durante toda la eternidad.
ORACIÓN
La confianza en Dios
Orad por los que vacilan en la virtud.
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Práxedes, vuestra virgen, regocijando nuestra alma, la enriquezca con sentimientos de tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.