INDICE
Valentina, Tea y Pablo, Santos Mártires
Santa OLIMPIA.
San MAGNERICO DE TRÉVERIS.
Santiago el Mayor, Santo Apóstol
Pedro de Mogliano, Beato Presbítero
Cristóbal de Licia, Santo Mártir
Beato RODOLFO ACQUAVIVA y compañeros
Juan Soreth, Beato Sacerdote Carmelita
Santa MARÍA DEL CARMEN SALLÉS Y BARANGUERAS
Beato ANTONIO LUCCI
Beato DARÍO ACOSTA ZURITA
Beatos DEOGRACIAS PALACIOS, LEÓN INCHAUSTI, JOSÉ RADA, JULIÁN BENIGNO MORENO y JOSÉ RICARDO DÍEZ
Beato DIONISIO PAMPLONA POLO.
Beata MARÍA TERESA KOWALSKA.
OTROS SANTOS DEL DÍA:
SANTIAGO EL MAYOR Apóstol y Mártir
La paz os dejo, mi paz os doy:
no os la doy Yo como la da el mundo.
No se turbe vuestro corazón, ni tema.
(Filipenses 2, 21)
La paz os dejo, mi paz os doy:
no os la doy Yo como la da el mundo.
No se turbe vuestro corazón, ni tema.
(Filipenses 2, 21)
† hacia el año 44 en Jerusalén
Patrono de quienes sufren artritis y reumatismo; peregrinos; farmacéuticos; herreros; jinetes; caballeros; peleteros; obreros; soldados; veterinarios; Santiago de Chile; Compostela, España.
Protector contra el reumatismo y el artritis.
Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo y hermano de San Juan, predicó el Evangelio en Jerusalén inmediatamente después de la ascensión de Jesucristo. Llevó después la antorcha de la fe a España; mas, no correspondiendo el éxito a sus esperanzas, volvió a Jerusalén donde, entre otras personas, convirtió al mago Hermógenes. Irritados los judíos, excitaron contra él a Herodes Agripa, y éste para complacerlos, hizo decapitar al santo Apóstol. Su cuerpo, enterrado en Jerusalén, fue después transportado a España; descansa en la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, y todos los años atrae a un número prodigioso de peregrinos.
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SANTIAGO APÓSTOL
I. Santiago dejó su barca, sus redes, su padre y todo lo que poseía, al primer llamado del Salvador. Jesús te llama a ti desde hace muchos años a una vida más santa, y todavía estás en medio de los estorbos del mundo. Tus inclinaciones, tus riquezas, tus empresas, son otras tantas redes que te impiden ir a Dios. Rompe tus ataduras; esas ocupaciones que te divierten y cautivan son indignas de un corazón hecho para amar a Dios.
II. Este santo Apóstol no vio siempre el éxito responder a sus esperanzas; pero sus decepciones no lo abatían, porque regulaba su conducta según la de Dios. Haz todo lo que esté en tu poder para cumplir dignamente la tarea que Dios te ha confiado. Si el éxito corona tus trabajos, bendice al Señor por ello y a Él refiere toda la gloria que provenga. Si no obtienes lo que esperas, no te quejes, es cosa de Dios proporcionar el éxito que a Él le plazca. Acaso te perdería la vanidad si llevases a buen fin todas tus empresas.
III. Santiago volvió a Jerusalén, su patria; y sus conciudadanos, como recompensa a sus trabajos, le dieron muerte. Prepárate a recibir el mal por el bien que haces a tu prójimo. Los sufrimientos y las aflicciones nunca faltarán a los que buscan a Dios; es una señal infalible de que Dios quiere recompensarlos en el otro mundo. No puede faltar la gloria a los justos que soportan el sufrimiento y las tribulaciones; espérales la corona eterna.
El celo por las almas.
Orad por los peregrinos.
Señor, santificad y proteged a vuestro pueblo, a fin de que ayudado por la asistencia de vuestro Apóstol Santiago, os sea agradable por su conducta y os sirva en perfecta tranquilidad de espíritu. Por J. C. N. S.
SANTIAGO "el Mayor". M. c. 44.
Martirologio Romano: Solemnidad del apóstol Santiago, hijo del Zebedeo y hermano de san Juan Evangelista, que con Pedro y Juan fue testigo de la transfiguración y de la agonía del Señor. Decapitado poco antes de la fiesta de Pascua por Herodes Agripa, fue el primero de los apóstoles que recibió la corona del martirio.
Uno de los apóstoles predilectos de Jesús. Hermano mayor de san Juan Evangelista. Nació en Betsaida, Galilea o en Yafia, Galilea. Era hijo de Zebedeo y de santa María Salomé (Mc 15,40; Mt 27,59). Era pescador y fue llamado por Jesús, junto con su hermano Juan para que fueran discípulos suyos. Gozó de la intimidad de Jesús; escogido como testigo de la curación de la suegra de san Pedro (Mc 1, 29-31), de la resurrección de la hija de Jairo (Mc 5, 37-43), de la transfiguración de Jesús (Mc 9, 2-8) y de la agonía en el Getsemaní (Mt 26,37).
Por su temple y energía, Jesús le llamó "Bonaerges" (hijo del trueno). Su carácter extremista nos lo detalla el Evangelio cuando pasaban, un día, de Samaria a Jerusalén. Los samaritanos no quisieron recibirles. Irritados Santiago y Juan, dijeron a Jesús: “¿Quieres que mandemos que baje fuego del cielo y los consuma?” Cristo les reprendió por aquella dureza. Otra vez se dejaron llevar por la ambición. Se presentaron con su madre, para pedirle los primeros puestos en el reino prometido. De nuevo Jesús les reprendió. “¿Podéis tomar el cáliz que yo voy a beber?”.
La respuesta de los hermanos fue un sí rotundo. Se piensa que era primo de Jesús, porque su madre Salomé sería hermana de María, de ahí la pretensión de este relato.
Después de la Resurrección, predicó el Evangelio fuera de Jerusalén; donde regresó en el año 42. Y fue decapitado por orden de Herodes Agripa, en el año 44, en Jerusalén, convirtiéndose en el primer apóstol mártir (At 12,2). San Juan Crisóstomo nos dice: "Santiago no vivió por mucho tiempo; ya desde el principio se dejó llevar de su gran vehemencia y, dejando a un lado toda aspiración humana, obtuvo bien pronto la gloria inefable del martirio".
Se piensa que vino a predicar a España y se le debe la conversión de los hispano-romanos. Su tumba en Compostela es el origen de uno de los centros más importantes de peregrinación de la historia del cristianismo y fuente de unión de los pueblos de Europa. Patrón de España, Guatemala, Chile, Nicaragua y de otras muchas ciudades. FIESTA.
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San CRISTÓBAL. M. c. 258.
Martirologio Romano: En Licia, san Cristóbal, mártir.
Debe afirmarse la existencia histórica de un mártir llamado “Cristóbal”, de origen oriental, que murió en Samón, Licia, durante la persecución de Decio, según el “Martirologio Jeronimiano”. El “Martirologio Romano” dice: “En Licia, san Cristóbal, mártir, el cual, en el imperio de Decio, magullado con varas de hierro y preservado por la celestial virtud de Cristo de la voracidad de las llamas, finalmente acribillado a saetas y cortada la cabeza consumó el martirio”.
Dicen que nació en Siria o Palestina y que fue bautizado por san Babilás de Antioquía; otros dicen que era hijo de un rey cananeo. Se llamaba Adocino, Relicto o Réprobo, este último nombre es porque pertenecía a la raza de los fabulosos cinocéfalos, es decir, los seres humanos con cara de perro, pero al ser bautizado se le cambió la cara de perro por la cara normal.
Sobre él se ha escrito una leyenda: se le representa como un hombre apuesto, de estatura colosal, con gran fuerza física, y tan orgulloso que no se conformaba con servir a unos amos que no fueran dignos de él; primero al rey más poderoso de la tierra (el emperador Gordiano), pero al advertir que éste tenía miedo al diablo, se puso al servicio de Satán. Defraudado una vez más, puesto que a la vista de una cruz en el camino bastó para derrotar al diablo; y por indicación de un ermitaño, se comprometió a servir a Cristo crucificado.
¿Quién podría ser este ser que después de muerto aterroriza hasta el mismo diablo? Se acercó a la orilla de un río, donde ayudaba a pasar a los viajeros para que le informasen por unas monedas quién era ese Cristo; y al mismo tiempo ayudarles, ya que un ermitaño le había dicho que Cristo ayudaba a los pobres, hasta que un día cruzó a un niño, a quién no le preguntó, y la travesía se le hizo pesadísima y se ahogaba, y entonces se dio cuenta que llevaba en sus hombros al universo entero. El niño le dijo: “No sólo llevas el mundo, sino a su creador; a partir de ahora te llamarás Cristóbal”. Por fin había encontrado a quién buscaba. La palmera que usaba como bastón dio frutos y ese fue el milagro de que era a Cristo a quien portaba. Luego fue encerrado en una cárcel con dos prostitutas para que lo sedujeran: santas Niceta y Aquilina, pero fue el quien las convirtió y murieron, como él, mártires. Fue apresado y martirizado, donde la leyenda se ceba en todo lujo de tormentos. Patrón de Braunschweig, Hildesheim, Stuttgart y Würzburgo.
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Santos VALENTINA, TEA y PABLO. M. 308.
Martirologio Romano: En Cesarea en Palestina, santos Valentina, Tea y Pablo, mártires en la persecución del emperdor Maximiano, bajo el gobernador Firmiliano. La virgen Valentina, que había tirado a patadas un altar dedicado a los ídolos paganos, después de varias torturas crueles, corrió al encuentro del Esposo arrojada al fuego junto a la virgen Tea; Pablo, en cambio, fue condenado a muerte, después de obtener un breve tiempo para la oración e implorar con todo el corazón a Dios por la salvación de todos, recibió la corona del martirio con la decapitación.
Mártires en Cesarea de Palestina durante la persecución de Maximino II. Firmiliano, el sucesor de Urbano en el gobierno de Palestina, llevó adelante con gran crueldad la persecución contra los cristianos.
Entre los cristianos arrestados en Gaza durante una reunion en la que leían la Sagrada Escritura, figuraba una doncella llamada Tea -o Dea-, originaria de dicha ciudad. El juez la amenazó con prostituirla en un lupanar. Tea echó en cara al tirano su indecencia y Firmiliano, enfurecido, la mandó azotar y torturar.
Dice Eusebio, refiriéndose a Valentina: "otra mujer, que como la primera, había abrazado el trabajo de la virginidad, de apariencia exterior completamente mezquina y de vista despreciable, pero de alma robusta y de decisión más firme que su cuerpo, no pudiendo soportar lo despiadado, lo cruel, lo inhumano de aquel espectáculo; ¿Hasta cuando- le gritó al juez de en medio de la muchedumbre- estarás tan cruelmente atormentado a mi hermana?". El juez mandó que se la detuviera, y ella, cuando llegó al estrado de un puntapié tiró el incensario y fue torturada y condenada a morir quemada. Según Eusebio: "era de Cesarea, era de muchos conocida y se llamaba Valentina".
También en Gaza, este mismo día, fue decapitado por causa de la fe un cristiano llamado Pablo. En el sitio de la ejecución oró por sus compatriotas, por la propagación de la fe, por todos los presentes, por el emperador, por el juez y por el verdugo.
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Santa OLIMPIA. (c.368 – c.408).
Martirologio Romano: En Nicomedia, de Bitinia, tránsito de santa Olimpíada, que, habiendo enviudado siendo aún joven, pasó el resto de su vida piísimamente en Constantinopla entre las mujeres consagradas a Dios, sirviendo a los pobres, y permaneció siempre fiel a san Juan Crisóstomo, a quien acompañó cuando el santo fue desterrado.
Natural de Constantinopla, de familia noble, pronto se quedó huérfana y fue cuidada por su tío Procopio, después fue criada por Teodosia, hermana de san Amfiloquio, que le hizo la vida feliz. Se casó con el prefecto de la ciudad, Nébrido, que la dejó viuda a los seis meses del matrimonio, ella tenía 16 años. El emperador Teodosio, quiso casarla de nuevo pero ella respondió: "si mi Rey, hubiera querido que yo viviese con un hombre no me habría quitado el primero". El emperador se enfadó y mandó que le confiscaran los bienes. Más tarde le fueron restituidos y fue entonces, cuando una lluvia de dones se derramó en Constantinopla.
Con su gran patrimonio organizó un hospital para asistencia de enfermos y peregrinos, así como una "comunidad doméstica" de mujeres consagradas, en su propia casa. San Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla la consagró diaconisa y la puso al frente de una gigantesca obra de ayuda a los pobres en Constantinopla. Entre los amigos de la santa se contaban san Anfiloquio, san Epifanio, san Pedro de Sebaste y san Gregorio de Nissa. Paladio de Helenópolis califica a Olimpia de «mujer extraordinaria», como «vaso precioso lleno del Espíritu Santo». Pero el amigo más íntimo y afectuoso de santa Olimpia era san Juan Crisóstomo.
Las luchas entre san Juan Crisóstomo y la emperatriz Eudoxia, hicieron que éste fuera al exilio, mientras que la fundación de Olimpia fue suprimida y sus compañeras dispersas. Ella fue arrestada y acusada con graves calumnias. Se retiró a Cízico, después a Nicomedia, buscando el consuelo por carta, con su director espiritual, Juan Crisóstomo. En una carta escribe el santo: «No puedo dejar de llamaros bienaventurada. La paciencia y dignidad con que habéis soportado vuestras penas, la prudencia y sabiduría con que habéis sabido tratar los asuntos más delicados, y la caridad que os ha movido a arrojar un velo sobre la malicia de los que os persiguen, os han merecido un premio de gloria que, en adelante, os harán encontrar vuestros sufrimientos leves y pasajeros en comparación del gozo eterno».
Las cartas de Juan Crisóstomo indican también que solía confiar a santa Olimpia misiones muy importantes. No sabemos dónde se hallaba la santa cuando supo que Juan Crisóstomo había muerto en el Ponto, el 14 de septiembre de 407. Santa Olimpia murió en Nicomedia, el 25 de julio del siguiente año, poco después de haber cumplido los cuarenta años. Su cuerpo fue trasladado a Constantinopla, donde «llegó a ser tan famosa por su bondad, que todos la consideraban como un modelo y los padres esperaban que sus hijos se le asemejasen».
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San MAGNERICO DE TRÉVERIS. M. 596.
Martirologio Romano: En Tréveris, ciudad de Renania, en Austrasia, san Magnerico, obispo, discípulo de san Nicecio, a quien acompañó fielmente cuando éste fue desterrado y al que emuló, al sucederle en el episcopado, en el celo por la salvación de los almas.
Franco de origen. Fue educado por san Nicecio, obispo de Tréveris, quien le ordenó sacerdote e hizo de él su hombre de confianza. Cuando el rey Clotario I desterró a san Nicecio porque éste le había excomulgado a causa de su vida de vicio, Magnerico le siguió al exilio. Al año siguiente, Sigeberto levantó la pena de destierro y, seis años más tarde, Magnerico sucedió a Nicecio en la sede de Tréveris, siendo el primero de su etnia en ser obispo de Tréveris.
San Magnerico era muy devoto de san Martín de Tours, en cuyo honor erigió varias iglesias y fundó un monasterio. En el curso de sus peregrinaciones a Tours, se hizo muy amigo de san Gregorio, obispo de dicha ciudad, quien dio testimonio de la santidad de Magnerico en sus escritos.
El año 585, san Gontrán de Borgoña desterró al obispo de Marsella, san Teodoro; éste se refugió en Tréveris, y san Magnerico, lo mismo que san Gregorio, fueron a defender la causa del obispo de Marsella ante el rey Childeberto II, quien profesaba gran veneración al obispo de Tréveris. También otro santo, Venancio Fortunato, conoció íntimamente a Magnerico y alabó su piedad y saber como el ornato de la Iglesia. San Magnerico tuvo numerosos discípulos; entre ellos se contaba a san Gauguerico, uno de sus diáconos, quien llegó a ser obispo de Cambrai. San Magnerico murió ya muy anciano, fue uno de los más ilustres obispos de su tiempo.
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Beato JUAN SORETH. (1394-1471).Martirologio Romano: En Angers, ciudad de Francia, beato Juan Soreth, presbítero de la Orden de los Carmelitas, en la que introdujo una observancia más estrecha y la amplió con conventos para monjas.
Natural de Caen en Normandía. Desde muy niño se sintió llamado a la vida religiosa e ingresó en los carmelitas de su misma ciudad. En el noviciado fue modelo de observancia religiosa y sus mismos compañeros intentaban imitarlo. Hacia 1417 fue ordenado sacerdote. Estudió en la universidad de París llegando a ser doctor en 1438. Fue elegido provincial de los carmelitas de Normandía por los que trabajó con ahínco para reformarles y devolverles su primitivo fervor religioso. Y en 1440 fue elegido superior de la provincia religiosa de Francia. Fue elegido prior general de la Orden en el 1451, y los gobernó durante 20 años con gran celo y suma prudencia hasta su muerte.
Una cosa se propuso desde el primer momento: reformar a los carmelitas. Así nacieron conventos llamados de "observancia o reformados" en los que se observaba la regla con total entrega. Durante su tiempo se propagó mucho la así llamada congregación o reforma Mantuana, que aunque dependiendo de la cabeza de la Orden, gozaba de cierta autonomía. En ella se observaba rigurosamente la regla y las propias “Constituciones”. Él mismo compuso un comentario a la regla de san Alberto que es la que hoy observan los carmelitas llamada “Expositio paraenetica in Regulam Carmelitarum”. Quiso mantener la pureza carmelitana y su unidad. Intentó crear en las provincias de la Orden al menos un convento de estricta observancia, antes de la reforma de Teresa de Jesús, y esta reforma tuvo cierto éxito, entre otras cosas, empezaron a florecer los conventos femeninos, llamados "Beguinas", difundiéndose pronto por toda Europa. En este quehacer encontró una valiosa ayuda en la beata Francisca de Amboise. En 1452 consiguió del papa Clemente V la aprobación canónica de la Segunda y Tercera Orden del Carmelo.
Estando en Lieja durante la devastación de la ciudad por parte de Carlos el Temerario, duque de Borgoña y conde de Flandes: desafiando a la muerte, Juan recogió las sagradas formas que el populacho había arrojado y esparcido por el suelo y las llevó a la iglesia de la Orden.
El beato murió en Angers, el 25 de julio de 1471. Se ha dicho que fue envenenado por un fraile que se oponía a la reforma; pero tal acusación es falsa. El P. Juan Soreth, consumido por el trabajo y los viajes, falleció a causa del cólera que contrajo al comer fresas poco maduras. Desde su muerte, el pueblo cristiano comenzó a venerarle. El proceso de beatificación de la beata Francisca de Amboise renovó, en 1863, la memoria del P. Soreth, y el papa beato Pío IX confirmó su culto en 1865.
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Beato PEDRO CORRADINI DE MOGLIANO. (1442-1490).
Martirologio Romano: En Camerino, del Piceno, en Italia, beato Pedro de Mogliano Corradini, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que brilló por su evangélica predicación, el ejemplo de sus virtudes y la fama de sus milagros.
Pedro Corradini nació en Magliano, provincia de Macerata. De Magliano pasó a Perugia para estudiar en la universidad. A los veinticinco años se dejó convencer por un predicador franciscano, el Padre Domingo de Leonissa. No lo siguió inmediatamente, pero después de madura reflexión decidió abrazar también él la vida de pobreza y de apostolado propuesta por los franciscanos. Suspendió su carrera inicial de abogado, cuya láurea había obtenido en la universidad de Perugia. Pero conquistado por la predicación de fray Domingo de Leonisa, decidió hacerse franciscano, abandonó sus sueños de grandeza y se deshizo de todo lo que podía distraerlo en la nueva forma de vida y tomó el hábito de San Francisco en 1467 en el eremitorio de las Cárceles, de los Hermanos Menores.
Terminado el noviciado y ordenado sacerdote se dedicó con particular empeño a la predicación, inicialmente como compañero de Santiago de la Marca por no menos de 20 años, en los cuales su palabra docta, clara y fervorosa resonó en las principales ciudades de la Italia central.
El principal propósito de los franciscanos de la época era el de la predicación popular; precisamente con Santiago de la Marca, medio siglo mayor que él, fue jefe de un verdadero equipo de predicadores volantes, Pedro Corradino de Mogliano fue colaborador y discípulo, antes de llegar a ser predicador en propiedad y afectuoso director de almas. Con esta ocasión trabó amistad con el Señor de Camerino, Julio César Varano y con su hija la beata Camila Baptista de Varano, clarisa en el monasterio de la ciudad, a quien fray Pedro orientó con santos consejos.
Su palabra docta y persuasiva penetraba las mentes y tocaba los corazones más endurecidos, hasta inducirlos a la conversión. Predicador en la isla de Creta, tres veces ministro provincial de los franciscanos de las Marcas, una vez Ministro provincial en Roma, tuvo una vida rica de satisfacciones humanas, además del gozo espiritual. Un día estuvo a punto de morir sofocado en medio de una turba festiva que quería expresarle su simpatía.
Murió murmurando los nombres de Jesús y de María sereno y feliz. La primera y más célebre biografía suya fue escrita por la beata Camila Baptista de Varano, la más preciosa gloria espiritual de Camerino. Ella subraya la serenidad del beato al acercarse la muerte, que se lo llevó después de una muy dolorosa enfermedad que él soportó con paciencia y alegría, tanto que un cohermano suyo presente exclamó: “¡Padre Pedro, tú te mueres riendo!”. El culto del beato Pedro de Mogliano fue confirmado en 1760 por el papa Clemente XIII.
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Beato RODOLFO ACQUAVIVA y compañeros. M. 1583.
Martirologio Romano: En Salsette en India, beatos mártires Rodolfo Acquaviva, Alfonso Pacheco, Pedro Berno, Antonio Francisco, sacerdotes y Francisco Aranha, religioso, de la Compañía de Jesús, ejecutados por los infieles por haber exaltado la cruz.
Rodolfo nació en Atri (Italia); era hijo de Girólamo Acquaviva, duque de Atri (Téramo); su familia estaba emparentada con las más nobles familias de Italia, entre las que estaban los Gonzaga de Mántua. Dos de sus hermanos: Julio y Octavio fueron cardenales de la Iglesia y era sobrino de Claudio Acquaviva, quinto Prepósito general de los jesuitas.
Después de vencer la resistencia de su padre ingresó en la Compañía de Jesús en 1568, en el célebre noviciado romano de los jesuitas. En Roma tuvo como compañero de estudios a san Estanislao de Kostka.
En 1576 fue enviado a las misiones de la India; frecuentó el curso de preparación en Lisboa, donde, en 1578, recibió la ordenación sacerdotal y partió para la India en marzo de aquel año.
Tenía sólo 28 años, pero sus superiores le tenían gran estima y confianza, tanta que le pusieron a la cabeza de la pequeña expedición, encargada de llegar a la corte del Gran Mogol, Akbar, el cual había pedido insistentemente el envío de algunos misioneros. Fue recibido por el soberano en 1580 y supo conquistarse la simpatía y confianza de Akbar, hombre deseoso de formarse una cultura.
Pero a pesar de todos sus esfuerzos, el soberano musulmán, de temperamento ecléctico, no se convenció de cambiar el tenor de su disoluta vida y las esperanzas de una gradual conversión se desvanecieron; así el padre Acquaviva fue llamado a Goa y nombrado superior de las misiones de la península de Salsette.
Allí los misioneros sufrieron los insultos de algunos paganos y brahamanes, que consideraban la península como un territorio casi sagrado, y sus ataques habían producido la intervención armada de los portugueses y esto aumentó la intolerancia y un creciente peligro para los misioneros. Los jesuitas, reunidos con su superior Rodolfo Acquaviva, decidieron emprender un trabajo de persuasión a partir de Coculin, centro del paganismo intolerante; allí colocaron una cruz, cuando la población sublevada por el brujo Pondú, les agredió y fueron bárbaramente martirizados. Eran los misioneros: Alfonso Pacheco, Antonio Francisco, Francisco Aranha y Pedro Berno.Junto con los misioneros, murieron Gonzalo Rodríguez y catorce cristianos indígenas, entre los que se contaban dos niños. No sabemos por qué razón Mons. Menezes, arzobispo de Goa, omitió los nombres de estos mártires en la lista de causas de beatificación que presentó en 1600. Su martirio dio un gran fruto apostólico en conversiones. Sus cuerpos fueron recuperados por los portugueses y se les trasladó a Goa.
La causa de los cinco jesuitas se dilató más de lo normal, pues el promotor de la fe arguyó que la destrucción de las pagodas hindúes había provocado un estado de guerra, de suerte que la causa del asesinato había sido la cólera de los nativos y no la fe de los misioneros. En 1741, el Papa Benedicto XIV declaró que se trataba de un martirio auténtico, pero la beatificación formal no tuvo lugar sino hasta 1893.
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Beato ANTONIO LUCCI. (1632-1752).
Martirologio Romano: En Bovino, en la Apulia, beato Antonio Lucci, obispo, de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, que, brillando por su singular doctrina, de tal modo se entregaba a ayudar a los pobres que se olvidaba de atender las más mínimas necesidades de sí mismo.
Ángelo Nicola nació en Agnone en Treviso, dentro de una familia de vida cristiana ejemplar. Entró en la Orden de los franciscanos menores conventuales y emitió sus votos en el 1698; completando estudios humanísticos y filosóficos, inició Teología que continuó en Asís. Recibió la ordenación sacerdotal en 1705. Fue doctor en Teología y enseñó esta materia en los estudios generales de San Lorenzo de Nápoles y de San Buenaventura en Roma, transmitiendo la riqueza a sus alumnos, los cuales admiraban su sabiduría y su ejemplo de vida religiosa.
A la caridad para con los hermanos unía un intenso amor a Dios, a María y a los santos franciscanos; era un gran devoto de la Eucaristía; practicaba la regla con meticulosa diligencia. Elegido ministro provincial, promovió la fidelidad a la vocación franciscana y a la formación espiritual y cultural. Regente y rector del colegio de San Buenaventura en Roma; fue consultor de varios dicasterios de la curia romana; el estudio, la oración, la predicación y la formación de sus alumnos fueron los pilares de toda su vida.
Nombrado obispo de Bovino en 1729 por Benedicto XIII. el Papa, dirigiéndose a los cardenales presentes dijo: «He escogido para obispo de Bovino a un profundo teólogo y un gran santo». El nuevo prelado comenzó por abrir una escuela pública y concentró todo su celo en la formación del clero. En los 23 años que rigió la diócesis, Lucci defendió a su sacerdotes de los abusos de quienes pretendían interferir en sus actividades pastorales y no dudó en excomulgar a algunos señores prepotentes.
Su constante preocupación fueron las visitas pastorales y la formación del clero. Pedía a su clero «santidad de vida y rectitud en el comportamiento». Se dedicó a la búsqueda de la salvación de todos, especialmente de los pobres, mediante la promoción humana, la pastoral sacramental y el ejercicio de su autoridad episcopal; era un hombre lanzado en lo social, resuelto en defensa de sus pobres hasta el punto de pedir al rey de Nápoles que permitiera a los necesitados sembrar inclusive en terrenos patrimonio público. A él se debe también la reconstrucción de la catedral de Bovino, que hacía tiempo estaba deteriorándose. Murió en Bovino con 70 años de edad. Fue beatificado por el papa san Juan Pablo II el 18 de junio de 1989.
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Santa MARÍA DEL CARMEN SALLÉS Y BARANGUERAS. (1848-1911).
Martirologio Romano: En Madrid, capital de España, santa María del Carmen Sallés y Barangueras, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción, para la educación de mujeres piadosas e incultas.
Nació en Vich, Barcelona, en el seno de una familia burguesa profundamente cristiana. Estudió en el colegio de la Compañía de María en Manresa, donde vivía desde 1856. Sus padres le concertaron el matrimonio, pero ella tenía vocación religiosa y desarrolló las dos virtudes que la caracterizaron: discernimiento y fortaleza. Consiguió que se rompiera aquel compromiso matrimonial, afrontó las circustancias políticas de la revolución de 1868 y supo que realmente tenía vocación religiosa.
Valiendose de mediaciones humanas, ingresó en el noviciado de las Adoratrices de Barcelona, y allí descubrió su vocación de la educación desde la infancia. Ingresó en las dominicas donde se formó como religiosa y educadora, y se inició en las tareas de responsabilidad y gobierno. Con la ayuda del arzobispo de Burgos, don Manuel Gómez de Salazar, fundó en 1892, la Congregación de Concepcionistas de Santo Domingo, hoy Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, que se dedican a la educación y promoción de la mujer, dotándola de la mayor formación humana y religiosa posible en todas las clases sociales. Tomó el nombre de María del Monte Carmelo. Dijo: “Monjas encongidas no las quiero”. Puso la nueva fundación bajo la protección de María Inmaculada, quiso que se las conociera como “Hijas de María Inmaculada”. Murió en Madrid, después de ver realizada su misión: tener una casa propia en Madrid, tener en ella un noviciado y levantar un templo en honor de María Inmaculada. Murió, como predijo el día de la festividad de Santiago. Fue canonizada por SS Benedicto XVI el 21 de octubre de 2012.
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Beato DARÍO ACOSTA ZURITA. (1908- 1931). Martirologio Romano: En Veracruz, México, beato Darío Acosta Zurita, presbítero y mártir.
Nació en Naolinco, Veracruz (Méjico), en el seno de una modesta familia campesina y se llamaba Ángel Darío. La revolución anticlerical mejicana no le impidió ingresar en el seminario, como alumno externo y ordenarse sacerdote en 1931. Su primer destino fue la parroquia de la Asunción de Veracruz, como vicario cooperador.
Desde su llegada a Veracruz, fue notable para la gente su fervor y su bondad, su preocupación por la catequesis infantil y dedicación al sacramento de la reconciliación.
Cuando arreció la persecución no quiso esconderse para poderse dedicar a sus deberes sacerdotales. En aquellos días se promulgó el decreto 197, “ley Tejeda”, referente a la reducción de los sacerdotes en todo el Estado de Veracruz, para terminar con el “fanatismo del pueblo”. De parte del gobernador, fue enviada a cada sacerdote una carta exigiéndole el cumplimiento de esa ley. El día que entró en vigor la ley, los sacerdotes de la parroquia de la Asunción, permanecieron en sus puestos, dedicándose a sus labores pastorales. Los soldados entraron en el templo, abarrotado de gente y empezaron a disparar a los curas, el único que murió fue el padre Ángel, que acababa de administrar el bautismo a un niño, cayó acribillado a balazos y exclamó: “¡Jesús!”.
Todo era confusión y caos, gritería de los niños y de las personas mayores, que de manera atropellada, trataban de refugiarse bajo las bancas o corrían buscando la puerta de salida. Al escuchar los disparos, salió de la sacristía el párroco pidiendo que a él también lo mataran, pero los asesinos ya habían huido. El párroco se acercó para darle los últimos auxilios al P. Darío. El cadáver fue conducido a la Cruz Roja para seguir los procedimientos legales. Fue beatificado por SS Benedicto XVI el 20 de noviembre de 2005.
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Beatos DEOGRACIAS PALACIOS, LEÓN INCHAUSTI, JOSÉ RADA, JULIÁN BENIGNO MORENO y JOSÉ RICARDO DÍEZ. M. 1936.
Martirologio Romano: En la ciudad de Motril cercana a Granada en la costa española, beatos mártires Deogracias Palacios, León Inchausti, José Rada, Julián Benigno Moreno, sacerdotes, y José Ricardo Díez, religioso, que, involucrados activamente por Cristo en la Orden de los Agustinos Recoletos, durante la misma persecución fueron capturados por las gentes y rápidamente fusilados en la carretera.
Del 25 de julio al 15 de agosto de 1936, siete agustinos recoletos, encabezados por su prior, y un sacerdote diocesano murieron asesinados por Cristo en Motril, Granada. Desde 1931, con la proclamación de la República la comunidad vive en continua zozobra; las monjas recoletas tuvieron que abandonar sus conventos y no pudieron volver hasta unos meses después. Con el triunfo en las elecciones del Frente Popular, en 1936, se inicia una auténtica persecución religiosa.
En Motril, unas 7000 personas se agolparon a las puertas del convento de los agustinos, impidieron el culto en la iglesia y el 16 de julio fueron clausuradas las iglesias, se prohibieron las misas. Al padre Julián le arrojaron de las agustinas recoletas, a donde iba a celebrar misa.
El padre Vicente Soler tuvo que advertir a las monjas recoletas del peligro que corrían y a animarlas sobre todo aquello que les pudiera acaecer. Los padres Juan Benigno Moreno y Vicente Pinilla se refugiaron en casa de un policía; el hermano Jorge Hernández, en el hospital. Pero días más tarde los dos primeros regresaron al convento y, a pesar de que se les aconsejó que se marcharan por el peligro que corrían, la comunidad decidió permanecer en la ciudad. También don Manuel Martín Sierra pudo ir a un refugio seguro, pero consideró la propuesta como una tentación y juró no abandonar nunca su parroquia. También lo hicieron la comunidad de los agustinos recoletos en pleno: la conciencia no les reprochaba culpa alguna y creyeron que su presencia en Motril podría ser útil para la ciudad.
A primeras horas del 25 de julio de 1936, cinco de sus miembros: los padres Deogracias Palacios, León Inchausti, José Rada y Julián Benigno Moreno, más el hermano José Ricardo Díez, fueron acribillados a balazos en la vía pública. En ella permanecieron dos horas expuestos a la curiosidad pública, sin que nadie se atreviera a retirar los cadáveres hasta que llegaron los camilleros de la Cruz Roja.
Al día siguiente, ametrallaron al padre Vicente Pinilla, en el atrio de la iglesia de la Divina Pastora, en la que se había refugiado la noche anterior en compañía de su párroco, Manuel Martín Sierra, a quien mataron unos metros más adelante.
Deogracias Palacios nació en Baños de Valdearados, Burgos. Agustino recoleto. Trabajó en parroquias de Brasil y Argentina hasta que, siendo muy joven, fue llamado a tareas administrativas.
En 1936 era superior de la comunidad de Motril, a la que mantuvo unida y serena en el momento de la prueba. De acuerdo con sus miembros optó por permanecer en Motril a pesar de ser bien conscientes de los peligros que corrían.
León Inchausti nació en un caserío de Ajánguiz, en Vizcaya. Agustino recoleto. Misionero en Filipinas y Brasil. Como su compañero Vicente Pinilla estaba enamorado de su sacerdocio misionero. Pertenecía al convento de Motril cuando fue martirizado.
José Rada nació en Tarazona, Zaragoza. Agustino recoleto. Misionero en Filipinas y Brasil. Fue un párroco sensible a las necesidades espirituales y materiales de sus feligreses. En Filipinas mereció el aplauso del obispo diocesano por su celo catequético, y construcción del templo y casa parroquial. El gobierno le otorgó la medalla del Mérito Civil por su interés en promover los recursos del pueblo. Los mismos rasgos revisten su actuación en Brasil, sobre todo durante 6 años que trabajó en Fazenda do Centro (Espíritu Santo), un ministerio que combinaba la cura pastoral con la atención de las necesidades materiales de los emigrantes italianos. Junto con su compañero Julián Benigno Moreno, fueron honrados por el obispo y puestos de ejemplo del buen hacer pastoral.
Julián Benigno Moreno nació en Alfaro, La Rioja. Era sobrino del beato Ezequiel Moreno, porque su madre era su hermana. Agustino Recoleto. Trabajó en Filipinas y Brasil como sacerdote misionero. Era un hombre culto, de fácil palabra y sentimientos delicados. Amigo de la pluma, publicó centenares de artículos periodísticos en revistas religiosas de España y Venezuela.
Trabajó en Venezuela, donde su temperamento versátil le atrajeron el cariño del pueblo, el aprecio de la jerarquía, la estima de las autoridades y la familiaridad con el reducido círculo literario de la nación, convirtieron estos años (1902-04 y 1907-20) en el período más fecundo y feliz de su vida. Ejerció el sacerdocio en La Victoria, Valencia del Rey, Coro, Maracaibo y Caracas. En todas desarrolló una intensa labor pastoral, con especial atención a la predicación, a la catequesis y a la enseñanza. En La Victoria contó con el apoyo del presidente de la República, Cipriano Castro, que admiraba sus dotes literarias.
José Ricardo Díez nació en Camposalinas, León. Hijo de madre soltera y deficiente mental, tuvo que afrontar los prejuicios sociales de la época y un drama interior, que expresó en una copla que tarareaba con cierta frecuencia: “Yo no puedo llamar madre/ en la tierra a una mujer;/ no ha querido ser mi padre/ el hombre que me dio el ser”. De todo salió airoso. Agustino recoleto en 1934, pero no pudo llegar a ser sacerdote, porque le llegó la muerte antes.
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Beato DIONISIO PAMPLONA POLO. (1868-1936).
Martirologio Romano: En la ciudad de Monzón (Huesca), beato Dionisio Pamplona, presbítero de la Orden de Clérigos Regulares de las Escuelas Pías y mártir, que, en tiempo de persecución, por ser sacerdote fue llevado al glorioso martirio
Nació en Calamocha, Teruel, en el seno de una familia profundamente cristiana. Ingresó en los escolapios en 1882 en Peralta de la Sal, Huesca. Cursó los estudios filosóficos en Irache, pasando después a San Pedro de Cardeña para cursar estudios de Teología y donde en 1889, hizo la profesión perpétua. En 1893 fue ordenado presbítero, y se dedicó a la docencia en los distintos lugares por donde pasó: Zaragoza, Alcañiz, Jaca, Peralta de la Sal, Buenos Aires, donde estuvo entre 1919 y 1922, Pamplona, Barbastro y finalmente en Peralta de la Sal. Ejerció el cargo de maestro de novicios y rector de algunos colegios. Fue un religioso austero por temperamento y por convicción, observante, perseverante, piadoso y obediente. Entre sus méritos se cuenta el haber instituido los “Turnos Eucarísticos”, cuya finalidad era promover la comunión frecuente.
En 1936 fue destinado a la casa de Daimiel (Guadalajara). Ejercitaba con todos, especialmente con los enfermos, una gran caridad. Desde hacía tiempo deseaba ardientemente el martirio. Tenía 22 de profesión religiosa como pasionista, y era hermano coadjutor, cuando fue fusilado en Urda (Toledo).
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Beata MARÍA TERESA KOWALSKA. (1902-1941).
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dzialdowo, en Polonia, beata María Teresa Kowalska, virgen de la Orden de las Clarisas Capuchinas y mártir, la cual, encarcelada durante la ocupación militar de Polonia, permaneció firme en la fe, alcanzando la vida eterna
Mieczyslawa nació en Varsovia, Polonia, parece que sus padres pudieron ser hermanos. Siendo ella joven, su padre fascinado por el socialismo ateo, emigró de Varsovia a la Unión Soviética con parte de la familia, pero ella permaneció en Polonia.
Ingresó ella en las Clarisas Capuchinas de Przasnysz en 1923, "con la conciencia de reparar la culpa de su familia, contagiada por el ateísmo", y tomó el nombre de Sor María Teresa del Niño Jesús. Hizo la profesión simple el 15 de agosto de 1924 y la profesión solemne el 26 de julio de 1928. En el convento ejerció sucesivamente estos oficios: portera, sacristana, bibliotecaria, maestra de novicias y consejera.
El 2 de abril de 1941 los alemanes irrumpieron en el convento y arrestaron a las 36 religiosas, que fueron llevadas al campo de concentración de Dzialdowo. Para entonces sor María Teresa estaba ya enferma de tuberculosis. "Yo no saldré ya de aquí; ofrezco mi vida para que las hermanas puedan retornar al convento". Las 36 monjas capuchinas fueron recluidas en un único local y sometidas a condiciones horribles de vida. La tuberculosis de sor Teresa avanzó de forma rápida e inexorable, sobreviniéndole numerosas hemorragias pulmonares, hasta que murió el 25 de julio de 1941, siendo su cuerpo retirado de la sala, sin que se sepa qué se hizo con él. Dos semanas después, el 7 de agosto, las hermanas fueron dejadas libres pero no pudieron volver al monasterio hasta el final de la guerra. Fue beatificada el 13 de junio de 1999 por el papa san Juan Pablo II.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Cucufate M. c. 304.
Martirologio Romano: En Barcelona en España, san Cucufate, mártir, que, decapitado con la espada durante la persecución del emperador Diocleciano, subió vencedor al Cielo
Se dice que Cugat o Cucufate, nació en Scilli en el norte de África, en el seno de una familia distinguida de origen cartaginés. Estudió en Scilli en lo que hoy es Argel. Siguió a san Félix de Gerona en Mauritania y luego pasaron a Barcelona, como mercader y durante la persecución de Diocleciano enseñaba a unos, animaba a otros, y convertía a los más obstinados paganos. Un día fue arrestado y pasó por las manos de tres gobernadores (Galerio, Maximiano y Rufino), que después de crueles torturas y largos interrogatorios, murió decapitado junto con una mujer, santa Semproniana a la que había bautizado
Sobre su tumba se levantó el monasterio benedictino de San Cugat del Vallés. Sus reliquias recorrieron toda Europa y se levantaron iglesias y parroquias en su honor. Es muy venerado. Patrón de Cataluña, de Barcelona.
Santos Beato y Banto. s. VI o VII.
Martirologio Romano: En Tréveris, santos Beato y Banto, sacerdotes, que, en tiempos de san Magnerico, hicieron vida eremítica
Hermanos y presbíteros, que hicieron vida eremítica en la zona de Hunsrûck y Hochwald pertenecientes a la diócesis de Tréveris (Alemania) en tiempos del obispo san Magnerico. Fueron tenidos en gran estima por su piedad y servicio a la Iglesia. Fueron enterrados en el monasterio benedictino (al que probablemente pertenecían) de Santa María de Tréveris, posteriormente los restos fueron trasladados a Coblenza y a causa de la invasión napoleónica fueron dispersados por varias parroquias. Los restos de Banto se conservan en una capilla prerománica cercana a la catedral de Tréveris.
Santa Glodesindis. (578-608).
Martirologio Romano: En Metz, ciudad de la Galia Bélgica, santa Glodesindis, abadesa
Vivió durante los reinados de Childeberto II y Teodeberto II. Hija del duque Wintrom y de Godila, siendo muy joven consagró a Dios su virginidad. La muerte en el patíbulo de su prometido Oboleno, impuesto por la familia, y arrestado el día de su boda, la salvó de un primer matrimonio. Rechazó una segunda boda y se refugió en Metz, en la iglesia de San Esteban, asilo sagrado. Finalmente con el consentimiento de sus padres, se marchó a Tréveris con su tía Rotilde, abadesa e inició bajo su dirección la vida monástica.
Regresó a Metz, donde construyó, en un terreno donado por sus padres, un monasterio, al que le dio la regla de san Benito, llamado San Pedro, después tomó su nombre. Glosinda fue abadesa durante seis años y murió a los 30 años. Su cuerpo reposa en la iglesia de Santa Glosinda de Metz.
San Teodomiro de Carmona. M. 851.
Martirologio Romano
Al estallar la guerra civil era rector de la casa de Peralta de la Sal y párroco de la villa, y tuvo el coraje de celebrar misa en la iglesia parroquial después del estallido de la revolución. Un día fue obligado a interrumpir la eucaristía y a abandonar el templo. La oración sería su fuerza en aquellos momentos de dolor, asesinado por odio a la fe en Monzón, Huesca, durante la guerra civil española.
Beatos FEDERICO RUBIO ÁLVAREZ y 3 compañeros. M. 1936.
Martirologio Romano: Cercano a Talavera de la Reina en el territorio de Toledo, España, beatos mártires Federico (Carlos) Rubio Álvarez, sacerdote, Primo Martínez de San Vicente Castillo, Jerónimo Ochoa Urdangarín y Juan de la Cruz (Eloy) Delgado Pastor, religiosos y mártires, que, todos miembros de la Orden de San Juan de Dios, en la misma persecución consiguieron merecidamente la corona de la gloria
El centro de Talavera de la Reina en Toledo era una Escuela Apostólica misionera hospitalaria fundada el año 1935. La comunidad estaba compuesta por 4 miembros a parte de los estudiantes. Hasta el 23 de julio de 1936 no se deja sentir directamente la persecución religiosa. El 25 de julio por la mañana son arrestados con gran atropello los 4 hermanos y son llevados ante un tribunal; por la tarde los sacaron de la ciudad y junto al Santuario de la Virgen del Prado los fusilaron bárbaramente.
Federico Rubio Álvarez nació en Benavides de Órbigo (León) en 1862. Ingresó en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios a los 19 años, profeso en 1899. Estudió en la universidad Gregoriana de Roma, y fue ordenado sacerdote. Fue nombrado superior en Gibraltar, Granada y San Rafael, de Madrid, maestro de novicios, provincial de España y director espiritual de las Escolanías de Ciempozuelos y Talavera. Sobresalió por su devoción y confianza en la Providencia, sencillez, mortificación y devoción a la Sagrada Familia y al Sagrado Corazón de María.
Cuando fue arrestado, junto con sus hermanos, le obligaron a vestir de paisano. Les manifestó que era sacerdote y que deseaba ir vestido de religioso a donde quiera que le llevasen. Esto irritó a los que le custodiaban, y lo insultaron. Ante el tribunal su declaración fue: “Me llamo Federico y soy sacerdote, y como no sé el tiempo que hemos de estar aquí, traigo unas hostias por si puedo celebrar Misa”. Murió fusilado en Talavera de la Reina.
Primo Martínez de San Vicente Castillo nació en San Román de Campezo (Álava) en 1869. Ingresó en la Orden Hospitaria en 1885. Su vida la transcurrió en una continua entrega de fidelidad a Dios y a su vocación dentro de la Orden, en centros psiquiátricos y de niños lisiados. En 1915 fue destinado a Méjico.
Era superior de la comunidad de Talavera de la Reina. De su bondad habla el gesto de ofrecer un refresco a los milicianos, aunque no lo aceptaron, después del primer registro. Al pedirle declaración dijo que era el superior y dio cuenta del centro con sencillez. En su agonía dijo: “Virgen del Carmen, ten piedad de mí; Señor, perdónalos como yo los perdono”.
Jerónimo Ochoa Urdangarín nació en Goñi (Navarra) en 1904. Profesó como Hermano Hospitalario en 1923. De índole buena y carácter sencillo, se transparentaba un alma noble, de buen humor, con alegría contagiosa y capacidad para quitar penas de alrededor, pero al mismo tiempo era de temperamento fuerte y vehemente.
Cuando fue detenido, estando en la plaza de Talavera, incitados a levantar el puño y proferir vivas al comunismo, que lógicamente refutaron, el H. Jerónimo con voz vigorosa dio un “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Viva España!” que se oyó en toda la plaza. Esto le acarreó golpes e insultos por su osadía.
Juan de la Cruz Delgado Pastor nació en Puebla de Alcocer (Badajoz) en 1914. Ingresó como Hospitalario en 1929. En Talavera de la Reina era profesor de la Escolanía Misionera Hospitalaria. Su disposición para el martirio la expresó la noche anterior, cuando al oír los disparor en la ciudad y estando temerosos los escolares, el H. Juan, muy animoso, les dijo: “Debemos estar contentos; contentos y prontos a dar nuestra vida, si Dios nos la exige”.
Beatos PEDRO LARGO REDONDO, FÉLIX UGALDE IZURZUN BENITO SOLANA RUIZ. M. 1936.
Martirologio Romano: En Urda en la provincia de Toledo en España, beatos mártires Pedro Largo Redondo, sacerdote, Félix Ugalde Izurzun y Benito Solana Ruiz, religiosos de la Congregación de la Pasión, que, fusilados por su fe cristiana durante la gran persecución, fueron coronados con la palma del martirio
Pedro del Sagrado Corazón Largo nació en 1907 en Alba de los Cardaños (Palencia), en el seno de una humilde familia campesina. En 1922 ingresó en los pasionistas de Corella (Navarra). Tenía un genio fuerte y una inteligencia bastante pobre, pero gozaba de una fuerte voluntad que le hizo salir a delante y poder ordenarse sacerdote en 1932 en Zaragoza. Añoraba marcharse a América pero su destino fue el servicio militar en Melilla como ayudante del capellán militar y de allí, cuando terminó su servicio, en 1935, marchó a Daimiel.
Religioso muy humilde, sencillo, trabajador y amantísimo de su vocación. Tenía 13 años de profesión religiosa. Fue fusilado en Urda (Toledo).
Félix de las Cinco Llagas Ugalde nació en Mendigorría (Navarra) en 1915. Se ha escrito de él: "Fue bueno de niño, un santo en flor de novicio y de estudiante templó su espíritu en la gran lucha por Cristo". Ingresó en el noviciado pasionista de Corella (Navarra) en 1932. De conciencia delicada, observaba con cuidado hasta los mínimos detalles. Tenía 3 años de profesión religiosa con el fin de terminar pronto el noviciado y ser sacerdote pasionista. Fue fusilado en Urda (Toledo).
Benito de la Virgen del Villar Solananació en 1898 en Cintruénigo (Navarra) y era hijo del carpintero del pueblo. A pesar de la oposición de sus padres ingresó en el noviciado pasionista de Corella (Navarra) en 1913. Tuvo dificultades con los estudios y por ello pidió ser solamente hermano. En 1914 fue destinado a Daimiel como cocinero y sastre; luego pasó a Santa Clara (Cuba) en 1919, también como sastre y portero; en 1922, nos lo encontramos en Tacubaya en Méjico y, cuando se inició la persecución religiosa, huyó del país, y fue trasladado a Daimiel, y de allí a Zaragoza, como enfermero y sastre. Durante varios años sufrió molestias reumáticas que soportó con paciencia. Después fue destinado a Valencia como hermano postulante de puerta en puerta, oficio que desempeñó en grado heróico por las dificultades que desentrañaba.
En Córdoba, ciudad de la región hispánica de Andalucía, san Teodomiro, monje de Carmona, martirizado, siendo aún joven, durante la persecución desencadenada por los sarracenos
San Teodomiro nació en Carmona, Sevilla (España), aunque no se conoce el año exacto de su nacimiento. La principal fuente por la que se sabe algo de la vida de éste santo es el “Memorialis Sanctorum”, publicado por su coetáneo san Eulogio de Córdoba, que cita a Teodomiro como «un joven monje carmonense».
Las noticias de la vida de este santo son algo escuetas, aunque sabemos varios datos esclarecedores.
Teodomiro era un carmonense que se marchó joven a Córdoba, atraída por el ambiente eclesiástico de ésta. Allí, vivió en el Convento de San Zoilo, como monje benedictino. Al poco después de llegar, fue llevado ante el Kadí, quien lo condenó a pena de azotes, para que luego fuera alanceado, y por último degollado. Esto ocurrió durante el emirato de Abderramán II. Sus restos se enterraron en el mismo convento donde vivió, en el Convento de San Zoilo. Patrón de Carmona.
Martirologio Romano
En una nave anclada ante la costa de Rochefort, en Francia, beato Miguel Ludovico Brulard, presbítero de la Orden de los Carmelitas Descalzos, mártir, el cual, durante la Revolución Francesa, por ser sacerdote fue encerrado en dicha nave en condiciones inhumanas, muriendo en ella consumido por la enfermedad
Nació en Chartres. Pertenecía al convento de los carmelitas descalzos de Charenton, cercano a París y fue ordenado presbítero. Llegada la Revolución se suprimieron los conventos, volvió a su casa paterna, donde procuró llevar una vida de religioso todo cuanto le era posible, viviendo con gran recogimiento austeridad y piedad. Se negó a seguir las directrices religiosas de la Revolución y a prestar el juramento de “Libertad-Igualdad”.
Junto a sus otros compañeros fue enviado a Rochefort, por negarse a prestar juramente constitucional y sufrió toda clase penurias por la vida miserable que llevaban a causa de los maltratos, ya que el fin era eliminarlos clandestinamente. De él se sabe que fue deportado en 1794 a La Rochelle y embarcado, como los otros sobre las naves, que después se quedaron en la isla de Aix; murió consumido por el hambre con la piel en los huesos solamente y fortalecido por la fe, siendo enterrado en la isla de Aix. Fue beatificado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995.
Miguel Peiró Victorí Beato. (1887-1936).
Nació en Aiguafreda, provincia de Barcelona, diócesis de Vic; al morir su padre en 1894 ingresó en el colegio de huérfanos de Sant Juliá de Vilatorta (Barcelona), dirigido por los Padres de la Sagrada Familia. Después se trasladó a residir con su madre en Roda de Ter (Barcelona). Trabajó en la fábrica de tejidos "Tecla Sala"; en 1913 esta misma propietaria le confió un puesto de responsabilidad en otra fábrica en Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Contrajo matrimonio en 1915 con Francisca Ribes Roger. Ingresó en la orden seglar dominicana y colaboró en un círculo de obreros católicos vinculado a la misma; era aficionado al fútbol; entre sus hijos estaba fray José, estudiante dominico muerto a consecuencias de la persecución religiosa en 1938.
El 24 de julio de 1936 se trasladó a Barcelona en busca de noticias sobre su hermano, el hoy beato mártir Ramón Peiró, O.P.; en el recorrido observó incendios y profanaciones de iglesias y casas religiosas; volvió a Hospitalet de Llobregat al atardecer profundamente apenado, rezó el rosario en familia y, apenas finalizado, hacia las 11 de la noche, lo apresaron en su propia vivienda; buscaban también a su hijo fray José. Se despidió de su esposa con estas palabras: "Hasta el cielo". Poco después se oyeron unos disparos que le ocasionaron la muerte; tenía 49 años de edad: su mujer exigió que en el ataúd se colocara el crucifijo.
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