Santoral del 21 de Agosto



INDICE


Pío X, Santo CCLVII Papa
San SIDONIO APOLINAR
Santos BERNARDO, MARÍA y GRACIA
San JOSÉ DANG DINH (Nien) VIEN
Beata VICTORIA RASOAMANARIVO
Beato LADISLAO FINDYSZ
OTROS SANTOS DEL DÍA



SANTA JUANA FRANCISCA FRÉMYOT DE CHANTAL, Viuda
Bendito sea Dios, que nos consuela
en todas nuestras tribulaciones.
(2 Corintios 1, 3-4)

28 de enero de 1572 Dijon (Borgoña), Francia; † 13 de diciembre de 1641 en Moulins, Francia
Patrona de las viudas; padres separados de sus hijos; personas abandonadas por familiares o amigos; personas que han perdido sus padres.
Se la invoca para resolver problemas con la familia política.
Santa Juana, durante su matrimonio, se dedicó al ejercicio de todas las virtudes: enseñaba en persona la religión a sus hijos y servidores, los formaba en la piedad y les daba ejemplo de una caridad sin limites. Jamás rehusaba una limosna pedida en nombre de Jesucristo. Después de la muerte de su marido, hizo voto de castidad y, para permanecer fiel, inscribió en su pecho con un hierro candente el nombre de Jesús. Resuelta a romper todo lazo con el mundo, se sometió a la dirección espiritual de San Francisco de Sales, y estableció con él la Orden de la Visitación. Afligida, al final de su vida, por espantosas penas interiores, soportó esta prueba con tanta resignación, que Dios la recompensó con un aumento de consolaciones. Murió el 13 de diciembre de 1641, casi a los setenta años de edad.

 MEDITACIÓN SOBRE LAS CONSOLACIONES DIVINAS
I. Dios ha consolado a los mártires y a los penitentes en medio de sus suplicios y austeridades. Ha querido con ello hacerles gustar, ya desde esta vida, una partícula de los gozos que les preparaba en el cielo. Si tuviste tú la dicha de gozar de estas consolaciones alguna vez, reconocerás la verdad de estas palabras de San Agustín: Las lágrimas que se derraman en la oración aventajan sobremanera al gozo de los espectáculos profanos.

 II. Si nunca experimentaste cuán dulce es el Señor para con aquellos que desprecian los placeres del mundo, haz la prueba. Pero recuerda siempre que, para gustar el placer que hay en pertenecer a Dios, es preciso renunciar a las vanas satisfacciones del mundo. No te puedes regocijar con el mundo y con Dios; hay que renunciar a uno o a otro.

III. Si después de haberte dado a Dios enteramente no experimentas consuelos sensibles, que Él da o retira a su voluntad, no te aflijas. Dios te ha concedido esas dulcedumbres para atraerte a su servicio: Él te las retira porque te has hecho indigno de ellas por tu vanidad o por tu negligencia en sacar provecho de sus gracias. Por tu bien Jesús te consuela; también por tu bien te retira sus consuelos. Viene a ti y se retira; viene para tu consuelo, se retira por tu interés, no sea que la grandeza de las consolaciones te enorgullezca (San Bernardo).
 La resignación.
Orad por las almas afligidas.

ORACIÓN
Oh Dios omnipotente y misericordioso, que, después de haber abrasado con vuestro amor a la bienaventurada Juana Francisca, la habéis dotado de admirable fortaleza para recorrer la vida por el sendero de la perfección, y habéis querido, por su intermedio, enriquecer a la Iglesia con una nueva familia, haced, por sus méritos e intercesión que, convencidos de nuestra debilidad y confiados en vuestro poder, lleguemos, con vuestra gracia a vencer todos los obstáculos que se oponen a nuestra salvación.
Por J. C. N. S.




San PÍO X. (1835-1914). Papa. (1903-1914).
Martirologio Romano: Memoria del papa san Pío X, que fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza, promoviendo entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la sagrada liturgia y la integridad de la doctrina.

José Sarto nació en Riese (Treviso, Italia) en el seno de una familia campesina. Con el calzado al hombro para no romperlo, hacía a pie diariamente 7 kms de ida y de vuelta porque quería estudiar en la escuela de Castelfranco Veneto. Después de los estudios en el seminario de Padua, fue ordenado presbítero en Treviso en 1858.

Estuvo nueve años de coadjutor en Tombolo, donde su celo pastoral, su amabilidad y caridad le hicieron muy querido por sus feligreses. Siguió continuamente estudiando. Dios le dio el carisma de saber traducir a la praxis pastoral la teología y, de hablar a las almas en lenguaje inteligible.
Fue párroco y arcipreste de Salzano, donde a parte de restaurar el templo, y de impartir la catequesis, se dedicó especialmente a los enfermos de cólera de 1873; llevando siempre una vida modesta y humilde. En 1875, fue nombrado canónigo de Treviso, después fue canciller de la curia. Al mismo tiempo desempeñó la dirección espiritual del seminario. En 1879, fue elegido vicario capitular de la diócesis, cargo que ejerció durante seis meses y que mostró su habilidad para el episcopado.

En 1884, fue elegido obispo de Mantua, cargo que aceptó como una cruz, pues se creía incapaz e indigno. Mejoró el seminario, dio sólidas orientaciones sobre catequesis y liturgia, impulsando la espiritualidad sacerdotal. Realizó una visita pastoral por toda la diócesis. En 1888, convocó un sínodo diocesano que daba respuesta a las necesidades pastorales de la comunidad cristiana. Para promover estas reformas hizo su segunda visita pastoral. En 1891, celebró el III Centenario de la muerte de san Luis Gonzága, aprovechando el evento para pedir a sus fieles la intensificación del espíritu religioso.
En 1893, el papa León XIII le nombró cardenal y patriarca de Venecia, después de haber esperado el "exequátur" gubernativo dieciséis meses por cuestiones políticas debidas a la reunificación italiana. Estuvo nueve año como Patriarca de Venecia, desarrollando una gran labor pastoral, como ya había hecho en Mantua. En el cónclave de 1903, (después del veto de Austria a la elección del cardenal Rampolla) fue obligado a aceptar la elección de Papa, pese a sus protestas de incapacidad: "Soy incapaz e indigno. Olvidadme, ¡ayudadme!". En la fórmula de aceptación dijo: "Accepto in Crucem".
Pensando en lo mucho que habían sufrido los papas llamados Pío durante la Revolución Francesa, se eligió el nombre de Pío X, tomando como lema de su pontificado el de “Instaurar todas las cosas en Cristo”.

Su pontificado fue uno de los más fecundos, no sólo por las obras de reforma de litúrgica (sobre todo el breviario, de la misa, del canto gregoriano, de la participación litúrgica más activa y de la comunión eucarística de los niños, negando la legitimidad a su retraso más allá de la aparición del uso de razón), sino también por las orientaciones de la vida pastoral de la Iglesia con su "Catecismo" (predicado por él mismo todos los domingos) y con la promulgación de la leyes canónicas: reformas de la curia romana, simplificación de las normas burocráticas, edición de las "Acta apostolicae sedis", iniciación de la codificación canónica con nuevas leyes matrimoniales, promoción de los estudios y de la formación del clero. Dio cauces legítimos a la Acción Católica. Eligió como cardenal secretario de Estado al venerable Rafael Merry del Val.

Hubo de enfrentarse con no pocas dificultades a causa de su desinterés por la diplomacia y de su intransigencia contra toda clase de progresismo, que le ocasionaron graves conflictos con Rusia, Alemania (contra las asociaciones interconfesionales), Estados Unidos (rechazó la visita del presidente Teodoro Roosevelt), España y Portugal. Actualmente se considera un error su condena intransigente del modernismo, pero era hombre de su tiempo y suya es la frase: "el mal existe, pero antes de combatirlo en los demás tenemos que destruirlo en nosotros mismos". Pío X creyó en conciencia que procedía una condenación pura y simple y global del modernismo, por lo que en el decreto "Lamentabili" (1907), condenó 65 tesis modernistas y en el mismo año publicó su famosa encíclica "Pascendi" en la que calificaba el modernismo como el conjunto de todas las herejías. En 1910, impulsó el famoso juramento antimodernista, que debían prestar los candidatos al sacerdocio y a los cargos pastorales de la Iglesia. Su proceso de beatificación se retrasó, porque se consideró “falta de prudencia” su política antimodernista, pero sus virtudes personales, hicieron que saliera adelante el proceso y que sea, junto con san Pío V, los dos únicos papas canonizados por la Santa Sede, hasta ahora.

Se cuenta que antes de rechazar el Concordato con la república francesa, puso el documento a los pies del Crucifijo y exclamó: "Non possumus. No podemos traicionar al Señor". Sin nostalgia alguna del poder temporal, sino más bien defendiendo la neta separación entre los poderes (hasta prohibir la política al clero), se sentía padre espiritual de todos. A raíz del asesinato de Sarajevo, el Emperador de Austria le suplicó una bendición para sus batallones y él respondió "yo bendigo la paz, no la guerra". Presintiendo la proximidad de la I Guerra Mundial en 1914 ("La guerra se acerca", solía repetir a menudo). Su testamento decía: "He nacido pobre, he vivido pobre y deseo morir pobre". Moría 22 días después del estallido de las hostilidades, pronunciando en su agonía estas palabras: "¡Pobres hijos míos! Ofrezco mi vida. Millones de hombres van a morir. Me hubiera gustado evitarla, pero no he podido". Está enterrado en la basílica de San Pedro del Vaticano.

El Pontificado de Pío X no fue tranquilo y el papa mostró resolución en su política. Si no tuvo enemigos -porque para eso se necesitan dos- hubo muchos que le criticaron, lo mismo dentro que fuera de la Iglesia. Pero, al morir, todas las voces fueron una; desde todas partes, desde todas las clases surgió un llamado para que se reconociera la santidad de Pío X, el que fuera Giuseppe Sarto, el niño del cartero. En 1923, los cardenales de la curia decretaron que se había abierto su causa, firmada por veintiocho prelados. En 1954, el Papa Pío XII canonizó solemnemente a su predecesor ante una enorme multitud que llenaba la plaza de San Pedro, en Roma. Aquel fue el primer papa al que se canonizaba desde Pío V, en 1672. MEMORIA OBLIGATORIA.
INDICE


San SIDONIO APOLINAR. (c.431 - c.489).
Martirologio Romano: En Auvernia, en Aquitania, san Sidonio Apolinar. Era prefecto de la ciudad de Roma cuando fue ordenado obispo de Clermont, y muy bien formado en lo divino y lo humano, y dueño de gran fortaleza cristiana, se enfrentó a la ferocidad de los bárbaros, como padre de la Iglesia y doctor insigne.

Cayo Solio Apolinar nació en Lyon, en el seno de una familia de la aristocracia galo-romana. Se dice que en su juventud, un día descubrió a unos individuos excavando cerca de la tumba de su abuelo, Sidonio se lanzó contra ellos a caballo y los golpeó como castigo por la profanación. Terminados sus estudios en Lyon y se casó con su prima Pampiniela, la hija de Avito, emperador de Occidente. Sirvió al Estado como jefe del Senado y prefecto de Roma (468-469) y al terminar su mandato se retiró a sus tierras de la Galia, en Lyon y recibió el título de conde. En este retiro se dedicó al estudio y compuso la mayor parte de los “Carmina”.

Aunque era laico, fue elegido obispo de Arvernum (hoy Clermont-Ferrand) hacia el 472; se separó de su esposa, renunció a sus cargos civiles, se bautizó y comenzó una nueva vida; se distinguió por su caridad; como tal salvó al pueblo de la furia de los invasores godos mandados por Alarico. Fue hecho prisionero en el castillo de Livia, de donde fue liberado gracias a la intervención de uno de sus amigos, el poeta y retórico León. A este fin, no sólo usó de una fina diplomacia, sino que introdujo en su diócesis, reorganizándola, los días de pública oración llamados "Días de Ruego".

Entregó a los pobres su gran fortuna y fundó varios monasterios. También fue un hombre de letras: escribió versos latinos con gran habilidad. Tuvo que sufrir la hostilidad de algunos miembros del clero y los avatares de su hijo Apolinar que se había aliado con los godos. Sidonio se vio arrastrado por los acontecimientos y exiliado a Milán, donde huyó para regresar a Galia. Se le considera el último representante de la auténtica cultura clásica, el último de los grandes galo-romanos, antes que las invasiones bárbaras alterasen el clima intelectual de Occidente. Dejó en todos lo que le trataron la sensación de haber procurado, en la medida de lo posible, el bien de cada uno o, al menos, el menor de los males. En esto, dice G. Cremascoli: “habrá de buscarse, si no nos engañamos, la señal de su santidad, que va unida a una hora difícil y trágica en la evolución de la civilización occidental”.
INDICE



Santos BERNARDO, MARÍA y GRACIA. M. 1180.
Martirologio Romano: En Alcira, en el territorio de Valencia en España, conmemoración de los santos mártires Bernardo, antes llamado Mohamed, monje de la Orden Cisterciense, y sus hermanas, María (Zaida) y Gracia (Zoraida), que desde la religión mahometana él las condujo a la fe en Cristo.

Eran cuatro hermanos: Almanzor, Mohamed, Zaida y Zoraida. Habían nacido en el pueblo de Pintarrafes en el reino de Valencia. La familia era mahometana de nacimiento, vida y profesión y vivían en Carlet de donde su padre era el señor de Carlet, su madre posiblemente fuera una esclava cristiana.
Un día fue enviado por sus padres a la corte del rey moro de Valencia. Servía con dedicación a su señor, y éste le envió como embajador de Valencia a Barcelona para tratar el rescate de prisioneros moros, otros autores afirman que acompañó a su señor en 1156 a Cataluña por asuntos diplomáticos y que durante el camino se extraviaron al cruzar el Ebro; en el viaje, Mohamed se durmió por el camino. Unos cánticos celestiales le despertaron; eran los monjes de Poblet. Entró en el cister con el nombre de Bernardo. Su virtud hizo que le nombraran cillerero o administrador del monasterio, su generosidad con los pobres era mucha de manera que algunos monjes se quejaron al abad, pero éste encontró las despensas totalmente llenas.

Pasado algún tiempo, en el 1181, volvió a su casa, y se encontró con sus tres hermanos. Sus dos hermanas se hicieron cristianas y las bautizó con los nombres de María y Gracia, (que fueron vinculadas a la Orden del Cister). Quisieron convertir a su hermano Almanzor, pero éste enfurecido les arrojó de su casa. Llegaron a Alcira y se escondieron dos días en el bosque. Al cabo de los cuales, fueron sorprendidos por los soldados del hermano y allí, por el propio Almanzor, fueron martirizados "in odium fidei". Son patronos de Alcira.
INDICE


San JOSÉ DANG DINH (Nien) VIEN. (1787-1838).
Martirologio Romano: En la ciudad de Hung Yen, en Tonquín, san José Dang Dinh (Niêm) Viên, presbítero, mártir en tiempo del imperio de Minh Mang.

Nació en Tien-Chu, Tonkin. Hijo de una familia cristiana, estudió en el seminario de Luc-Thuy, conocido como la “Casa de Dios”. Fue ordenado sacerdote en 1821. Su primer destino fue la comunidad cristiana de Dong-Bai, donde ejerció su ministerio con rectitud y santidad.
Las cartas que envió a un catequista que estaba en Au-Lien fueron interceptadas y fue la causa de la orden de su arresto, que se ofreció una recompensa a quien lo delatara. Tuvo que huir de un lugar a otro sin sentirse seguro en ninguna parte a causa de los apóstatas convertidos en delatores; fueron dos parientes suyos quienes lo delataron, consiguió huir a una plantación, pero torturaron a un muchacho y al oir sus gritos, nuestro santo se presentó voluntariamente.

Lo condujeron a la ciudad de Hung-Yen, capital de la provincia septemtrional, que lo encadenaron y le añadieron una pesadísima canga. Se le ordenó que tradujese al vietnamita las cartas interceptadas, y no encontraron más delito del que era cristiano. Se le intimó a que denunciara el paradero del obispo san Jerónimo Hermosilla, pero él mantuvo silencio a pesar de la paliza que le propiciaron. Se le ofreció la libertad si pisoteaba la cruz, y se negó.
Los jueces le condenaron por escribir en una lengua distinta a la del país, y por ser cristiano, fue condenado a la decapitación. Fue llevado a Ba-Tóa, sus parientes delatores le pidieron perdon, y él les contestó que era Dios a quién tenían que pedir perdón y los abrazó emocionado. Se arrodillo, oró y fue decapitado. Los mandarines permitieron que su cuerpo fuera llevado a su pueblo natal, donde está enterrado.
INDICE


Beata VICTORIA RASOAMANARIVO. (1848-1894).
Martirologio Romano: En Antananarivo, en la isla de Madagascar, beata Victoria Rasoamanarivo, que, después de enviudar de un matrimonio con un hombre violento, y habiendo sido expulsados de la isla los misioneros, socorrió con toda solicitud a los cristianos y defendió a la Iglesia frente a los magistrados públicos.

Nacida en Tananarive (hoy Antananarivo) en Madagascar, en una de las principales familias de su país. Fue educada en las Hermanas de San José de Cluny, quiénes la llevaron a la fe cristiana; se bautizó a los 15 años en 1863, con el nombre de Victoria.

Cuando fue destronado el rey Radama II, hubo una reacción antifrancesa que se volvió anticristiana, y a Victoria se le pidió en su casa que renegase a su fe y se hiciera anglicana, pero ella se mantuvo firme, sin que las amenazas y los malos tratos consiguieran doblegarla. Penso en ingresar en un convento religioso, pero las religiosas la disuadieron pues era más útil en la corte que en la vida conventual. En 1864 se casó ante un sacerdote católico (fue la condición para casarse) con el hijo del primer ministro Madagascar, Radriaka, que era un hombre que no compartía sus creencias y que era alcóholico y licencioso, hasta que ella con infinita paciencia y oración, consiguió su conversión. Su marido la hizo sufrir tanto que sus suegros le dijeron que se divorciara de él, pero ella prefirió mantenerse fiel al matrimonio que había contraído. Se quedó viuda en 1887.

Estuvo siempre ligada al amor de Dios. Pertenecía a las Hijas de María, y luchó denodadamente por ser una autentica cristiana dentro de la sociedad no cristiana que vivía en Madagascar. Después de ser expulsados los misioneros de la isla, en 1883, ella misma socorrió a los cristianos, confortándoles en la fe, y defendió a la Iglesia ante los poderes públicos. Logró que las iglesias siguieran abiertas y las instituciones misionales no se cerrasen aunque no tuvieron misioneros. Estos pudieron volver en 1886 y hallaron una comunidad cristiana viva y operante gracias a la obra de Victoria. Admiró a todos por su entrega a los pobres, los enfermos, especialmente los leprosos. Murió con fama de santidad en Tananarive. Es la primera santa malgache.
INDICE


Beato LADISLAO FINDYSZ. (1907-1964).
Martirologio Romano: En Nowy Zmigród, Polonia, beato Ladislao Findysz, presbítero y mártir, que murió a causa de la cárcel y los padecimientos soportados a causa de la fe, bajo un ´regimen contrario a la dignidad humana y cristiana.

Nació en Kroscienko Nizne cerca de Krosno (Polonia), en el seno de una familia campesina de profunda tradición católica. En 1927 ingresó en el seminario mayor de Przemysl, donde estudió Filosofía y Teología. Su formación sacerdotal tuvo lugar bajo la dirección del rector, el beato Juan Balicki. En 1932 fue ordenado sacerdote.
Asumió el cargo de segundo vicario parroquial en la parroquia de Boryslaw (en la actual Ucrania). En 1935 fue nombrado vicario parroquial de Drohobycz (hoy pertenece a Ucrania), y en 1937 fue trasladado, también como vicario, a la parroquia de Stryzow, donde en 1939 fue nombrado administrador de la misma. En 1940 fue nombrado vicario en Jaslo y en 1941 el de administrador de la parroquia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Zmigrod Nowy, siendo párroco de la misma al año siguiente. Durante la guerra, en 1944, como todos los habitantes del pueblo fue expulsado por los alemanes. A su regreso en 1945, se dedicó a reorganizar su parroquia.

Después de la guerra, bajo el gobierno comunista, fueron tiempos difíciles para su misión pastoral, a la que se entrega para salvar a los jóvenes del adoctrinamiento ateo; ayudó a sus expensas a familias de cualquier nacionalidad o confesión y salvó a muchos greco-católicos de Lemki, perseguidos por los comunistas.

Sus actividades fueron incómodas para las autoridades soviéticas y en 1946 fue vigilado por los servicios secretos. En 1952, las autoridades académicas lo suspendieron del ejercicio de la enseñanza de la catequesis de la escuela; además no se le permitió trabajar en el territorio parroquial que estaban al otro lado de la frontera. Fue nombrado en 1962 arcipreste de Nowy Zmigrod. En 1963 inició la actividad pastoral de las "obras conciliares de bondad" (para el mantenimiento espiritual del Concilio Vaticano II), enviando cartas a los feligreses en situación religiosa y moral irregular. Las autoridades comunistas lo acusaron de obligar a los fieles a prácticas y ritos religiosos. En 1963 fue arrestado y conducido al castillo de Ezeszow y fue condenado a dos años y seis meses de prisión. Fue públicamente desacreditado, calumniado y condenado a través de publicaciones falsas en la prensa. En la cárcel fue sometido a malos tratos, humillaciones físicas, psiquicas y espirituales. En 1964 fue trasladado a la cárcel central de la calle Montelupich de Cracovia. En la cárcel se le operó de tiroides que le dejó mal parado, y que se le complicó con un carcinoma de exófago que no le trataron, y le dejaron que se muriera lentamente sin asistencia médica.

La curia episcopal, de varios e infroctuosos intentos, logró su liberación en 1964 y regresó a su parroquia de Nowy Zmigrod. Con gran paciencia y sumisión a la voluntad de Dios entregó su alma a Dios en su querida parroquia. Se le considera un mártir de la fe.
INDICE


OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Euprepio de Verona. s. III - IV.
Martirologio Romano: En Verona, en los confines de Venecia, san Euprepio, que es tenido como primer obispo de esa ciudad.
Se cree que fue el primer obispo de Verona; según la tradición fue enviado por el mismo san Pedro.



Santa Ciriaca de Roma. M. 249.
Martirologio de Roma: En Roma, en el campo Verano, santa Ciriaca, que dio su nombre al cementerio de la vía Tiburtina, que ella misma había donado a la Iglesia.
Era una rica viuda romana que refugiaba a los cristianos perseguidos, entre ellos se encontraba san Lorenzo, y allí distribuía sus limosnas. Dio nombre al cementerio de la vía Tiburtina por haberlo donado a la Iglesia.

San Privado de Mende. M. d. 260.
Martirologio Romano: En el territorio de los gábalos (hoy Mende), en la Galia, san Privado, obispo y mártir, que, en la invasión de los vándalos, fue encontrado en una cripta, donde se entregaba a la oración y al ayuno, y por negarse a entregar a sus ovejas y sacrificar a los ídolos, murió destrozado a golpes.
Obispo de Mende y apóstol de Gévaudan. San Gregorio de Tours, le describió como un hombre de oración, que alternaba el celo pastoral con su retiro en la soledad de una gruta. Fue victima de la superstición de un soberano de Aquitania, todavía pagano. Fue detenido mientras hacía oración en su gruta, y forzado a sacrificar a los ídolos; ante su rechazo se le mató a golpes.

Santos Agatónico, Zótico y compañeros. s. III.
Martirologio Romano: En Tracia, santos Agatónico, Zótico y otros mártires, que, según la tradición, sufrieron el martirio en Selimbria y en otros lugares.
Agatónico era un patricio, fue ejecutado en las cercanías de Constantinopla, bajo Maximino Hercúleo; al mismo tiempo fue martirizado Zótico, un filósofo de Bitinia, y varios de sus discípulos.



San Luxorio. M. 303.
Martirologio Romano: En Forolongianus en Cerdeña, san Luxorio, mártir.
Fue un soldado que se convirtió con la lectura de la Biblia y en particular de los Salmos. Fue denunciado al prefecto de Cagliari, Delasio (Delfio), que en el interrogatorio le invitó a apostatar. Su rechazo le llevó a la cárcel y a la condena a muerte por decapitación en los Foros Trajanos (la actual Fordongianus). Al mismo tiempo fueron denunciados como cristianos dos adolescentes, Ciselo y Camerino; también ellos, por su fidelidad a la fe, fueron decapitados.
Mártires sardos decapitados en el Foro de Trajano de Cerdeña, durante la persecución de Diocleciano; según la Pasión, Luxorio era un soldado del ejército imperial, y los otros, dos adolescentes, a los que él animó para que afrontaran con coraje el martirio.

Santos Basa, Teogonio, Agapio y Pisto. M. 304.
Martirologio Romano: Conmemoración de los santos mártires Basa y sus tres hijos, Teognio, Agapio y Pisto. Sufrieron el martirio, según la tradición, Basa, la madre, en la isla de Halona, y los hijos en Edessa, de la Hélade.
Bassa, esposa de un sacerdote pagano, fue martirizada con sus hijos en Edessa (Larissa) en Grecia, durante la persecución de Diocleciano; como la madre de los Macabeos eligió morir la última para animarlos en su agonía. El culto es muy antiguo aunque sus Actas no son dignas de fe. Algún autor dice que Bassa murió en la isla de Halona, y no incluye a Fidel entre los hijos.

Santos Bonoso y Maximiano. M. 362.
Oficiales de la cohorte Hercúlea en Antioquía, durante la persecución de Juliano el Apóstata; fueron torturados y decapitados por haberse negado cambiar el estandarte cristiano de Constantino (lábaro) con una nueva insignia pagana.
La crítica histórica dice que murieron en Antioquía, de Siria, pero la Iglesia de Jaén los considera martirizados en la ciudad de Arjona.




San Cuadrado de Útica. s. IV.
Martirologio Romano: En Útica, en Africa, san Cuadrado, obispo y mártir, que, después de haber dado todo su pueblo, clérigos y seglares, fiel testimonio de Cristo, al cabo de cuatro días siguió, como pastor, a la grey que había apacentado.
San Agustín predicó varios sermones en Cartago, en distintos años, en la fiesta de san Cuadrato, obispo de Útica, quien -según el mismo san Agustín menciona en su sermón 306 referido a los mártires llamados «De la masa cándida»- exhortó a sus fieles al martirio, y cuatro días después sufró, como ellos, el martirio. Efectivamente, el 21 de agosto sirve como referencia para fijar la fecha de los mencionados, que en la actualidad se celebran el 18. San Agustín escribe: "Enseñó a todo su pueblo, clérigos y laicos, a confesar a Cristo". Su culto está muy difundido en África.

San Natalio. s. VI.
Nació en Benevento, se hizo sacerdote y trabajó en Casale en el Piamonte.
En la catedral de Casale, desde tiempos inmemorables, se veneran las reliquias de Natalio y se festeja el 21 de Agosto. Los martirologios antiguos lo ignoran, mientras el “Acta Santorum” nos ofrece una leyenda sin ningún valor histórico.
No se puede sostener como un santo inventado por los hagiógrafos, en cuanto el culto de sus reliquias y conmemoración anual son válido testimonio de su existencia. Está asociado a la leyenda de san Evasio, hipotético obispo de Asti, que habría llegado a Casale junto con Natalio desde Benevento. Se puede por tanto afirmar que se trata de dos santos meridionales, cuyas reliquias, el rey longobardo Liutprando, trasladó de Benevento a la catedral de Casale.

Ramón Peiró Victorí. Beato. (1891-1936).
Martirologio Romano: En el lugar del Morrot, cerca de Barcelona, también en España, beato Ramón Peiró Victorí, presbítero de la orden de Predicadores y mártir, que, en la misma persecución, siguiendo con fidelidad las palabras de Cristo, pasó a través de la muerte a la vida de la gloria.
Nació en Aiguafreda (Barcelona). Cursó la instrucción primaria con los Padres de la Sagrada Familia de su pueblo. Cuando cumplió 15 años se dirigió al convento de San Juan Bautista de Corias (Asturias) donde vistió el hábito de la Orden y en 1911 hizo la profesión solemne. Recién asignado al convento de San Esteban de Salamanca pidió formar parte del grupo de restauradores de la Provincia de Aragón. Estudió los cursos de teología y fue ordenado de sacerdote en 1915.
Enseñó humanidades a los apostólicos de Solsona y superior después en Calanda. Trasladado a Barcelona incrementó las funciones del culto divino y embelleció la capilla del Santísimo Sacramento.
Abandonó el convento en 1936 y encontró refugio en casas de familias muy afectas a la Orden. Fue fusilado en El Morrot (suburbio de Barcelona).

Salvador Estrugo Solves. Beato. (1862-1936).
Martirologio Romano: En la localidad de Alberic, en la región de Valencia, en España, beato Salvador Estrugo Solves, presbítero y mártir, que, en tiempo de persecución, soportó toda clase de adversidades por amor a Cristo, hasta alcanzar la palma del martirio.
Nació en Alcira, Valencia. Capellán del hospital de Alberic. Sintió la vocación sacerdotal desde niño gracias al ambiente familiar. Estudió en el Seminario de Valencia y fue ordenado en 1888. Estuvo de coadjutor en Tous, Guadassuar, Alberic y Siete Aguas y, por último regresó a su pueblo, donde trabajó mucho en el hospital con los enfermos. Murió mártir en Alberic, por ser sacerdote.

Bruno Zembol. Beato. (1905-1942).
Martirologio Romano: Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Bruno Zembol, mártir, que, sometida Polonia bajo un régimen hostil a Dios, a causa de su fe fue llevado al campo de concentración de Dachau, donde, destrozado por las torturas, murió para entrar en la gloria.
Nació en Letownia (Cracovia), Polonia. Religioso profeso en la Orden de los Hermanos Menores desde 1922. Fiel observante de la Regla franciscana. Fue arrestado el 19 de noviembre de 1939, llevado a la cárcel de Lublin y luego al campo de concentración de Sachsenhausen y finalmente a Dachau, donde murió agotado por las condiciones inhumanas del campo. Sus compañeros de prisión lo calificaron como «un hombre de bondad angelical».
INDICE