Santoral del 28 de Agosto



INDICE


San AGUSTÍN DE HIPONA
San JULIÁN DE BRIOUDE
San ALEJANDRO DE CONSTANTINOPLA
San VIVIANO DE SAINTES
Santa FLORENTINA DE CARTAGENA
Beatos GUILLERMO DEAN y 7 compañeros
San EDMUNDO ARROWSMITH
Beato JUNÍPERO SERRA
Santa JOAQUINA DE VEDRUNA
Beata CELIA GUÉRIN
Beatos JUAN BAUTISTA FAUBEL CANO y ARTURO ROS MONTALT
Beato ALFONSO MARÍA MAZUREK
OTROS SANTOS DEL DÍA
San Hermes, Mártir-San Julián de Brioude, Mártir-Santos Alejandro, Juan III, Patriarcas de Constantinopla




SAN AGUSTÍN, Obispo, Confesor y Doctor
Por la gracia de Dios soy lo que soy,
y su gracia no ha sido estéril en mí.
(1 Corintios, 15, 10)

San Agustín, hijo de un pagano de Numidia, que se convirtió al final de su vida, enseñó primero brillantemente retórica en Cartago, Roma y Milán, don de la lectura de un pasaje de San Pablo lo convirtió y donde San Ambrosio lo bautizó. De vuelta a África, después de haber perdido a Santa Mónica, su madre, en Ostia, retiróse a la soledad, y después fue ordenado sacerdote y llegó a ser obispo de Hipona. Entró en correspondencia con San Jerónimo y fue el azote de los herejes. Toda su vida lloró su juventud hasta humillarse por ella en el libro de las Confesiones. Su poderoso genio y su maravillosa ciencia brillan sobre todo en su célebre obra la Ciudad de Dios. Murió en su ciudad episcopal cercada por los vándalos, en el año 430, a la edad de 75 años.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN AGUSTÍN

I. Este gran santo resistió hasta la edad de 32 años las inspiraciones de la divina gracia. ¿Acaso yo mismo no he resistido a la gracia? ¿Cómo pasé yo mi juventud? ¿He comenzado por fin a amar a Dios con amor profundo y sincero? ¡Cuántas veces he endurecido mi alma y he menospreciado el llamado del Señor! Comencemos a darnos a Dios. Ah Señor, tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé. (San Agustín).

II. San Agustín, primero pecador y hereje, llegó a ser después un gran santo; renunció a sus errores y fue durante todo el resto de su vida, el hijo dócil de aquélla gracia que había perseguido. ¿A qué se debe que no imite yo a San Agustín en su penitencia, ya que lo imité en sus desórdenes? ¿Qué he de esperar de los afanes que me tomo por lucir en el mundo? Habré de morir y abandonar esos honores y esas riquezas; y ¿en qué pararé si no estoy en estado de gracia cuando Dios me llame para dar cuenta de mi vida? ¿A qué fin tienden todos nuestros trabajos? ¿Qué buscamos? (San Agustín).

III. San Agustín fue el doctor de la gracia; la defendió contra los herejes, explicó su naturaleza y descubrió sus maravillosos efectos. Enseña tú a los demás por qué medios podrán recuperar la gracia de Dios: trabaja en la conversión de los peca dores. Sé tú, a tu vez, discípulo de la gracia, si no puedes ser su doctor; estudia los movimientos que imprime a tu corazón, escucha lo que ella te inspira, obedécela fielmente. Si no haces a la gracia inútil en ti, producirá frutos abundantes. (Orígenes).

El deseo de la conversión
Orad por las órdenes religiosas.

ORACIÓN

Dios omnipotente, escuchad benigno nuestras súplicas y puesto que os servís permitirnos esperar en vuestra bondad, dignaos, por la intercesión del bienaventurado Agustín, vuestro confesor pontífice, derramar sobre nosotros la abundancia de vuestra inagotable misericordia. Por J. C. N. S. Amén.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/agosto28-07agustindehipona.mp3







San AGUSTÍN DE HIPONA. (354-430). Doctor de la Iglesia.
Martirologio Romano: Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, el cual, después de una adolescencia inquieta por cuestiones doctrinales y libres costumbres, se convirtió a la fe católica y fue bautizado por san Ambrosio de Milán. Vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en África, siendo modelo de su grey, la instruyó con abundantes sermones y escritos, con los que también combatió valientemente contra los errores de su tiempo e iluminó con sabiduría la recta fe.

Aurelio Agustín nació en Tagaste (Numidia, la actual Souk Ahras, en Argelia). Su padre -Patricio- era pagano (se hizo cristiano antes de morir) y su madre cristiana -santa Mónica- quiso siempre que su hijo se convirtiera. Tuvo dos hermanos, Navigio y una hermana cuyo nombre desconocemos.
Recibió primero una formación cultural clásica en Madaura (la lectura del “Hortensio” de Cicerón le inspiró el amor a la sabiduría) donde se sintió atraído por las seducciones de la ciudad de Apuleyo hasta el punto de que, de joven retórico latino, lloraba leyendo en Virgilio la muerte de Dido, mientras abominaba de las Escrituras bíblicas, horriblemente duras e incultas, según él. Al mismo tiempo se dedicó al juego, y a los amores prematuros "No amaba todavía -nos dice él mismo- pero amaba el amar y ser amado".
 Agustín se marchó de casa a los 14 años hacia Cartago (371) donde inició estudios en Filosofía. Enseñó gramática en Tagaste (374) y retórica en Cartago (375-83) y llegó a recibir galardones. Abrazó primeramente el maniqueísmo, con 19 años, que desde hacía dos siglos se había difundido desde Asia por el área mediterránea y que se presentaba, como una derivación del viejo gnosticismo; esto es, como una explicación del mundo para resolver el problema del mal con el dualismo del cuerpo (sede del mal) y del espíritu (sede del bien). Se convirtió en uno de sus teóricos más encumbrados.

Se trasladó a Roma, con su segunda amante, de la que tuvo un hijo (Adeodato). Agustín decepcionado del maniqueísmo, se refugió en el escepticismo. "Me negaba a prestar ciego asentimiento a cualquier cosa por temor a los precipicios, pero la cuerda que me mantenía suspenso me estrangulaba". Leyó la “Vida de San Antonio Abad”, que le causó una gran impresión.

De Roma se trasladó a Milán para ocupar una cátedra de Elocuencia (384). Allí recibió la visita de su madre y tuvo ocasión de escuchar a san Ambrosio de Milán, cuyas explicaciones alegóricas de la Escritura le cautivaron y... un día tomó y leyó las cartas de san Pablo "Revestíos de nuestro Señor Jesucristo y no hagáis caso de la carne en sus deseos". En la búsqueda de la verdad, estuvo perplejo por el origen del mal y encontró dificultad en concebir que Dios fuera un espíritu puro. Y se fue dejando penetrar de la luz que le brindaron las obras de Platón y el neoplatonismo, pero no encontró nada en ellas acerca de la redención humana, y por ello se puso a leer los escritos de san Pablo. "Padre, haz que yo te busque... Nos has hecho, Señor, para Ti y está inquieto nuestro corazón hasta que descanse en Ti". Poco a poco se entregó todo a Dios, y a su divina sabiduría. "Por la libertad de mi alma, me sujeté a no tomar mujer".

Tenía 32 años cuando lo bautizó san Ambrosio en el 387, junto con su amigo san Alipio y su hijo san Adeodato. Tardó años en renunciar a su amante. "Señor enséñame la castidad, pero no ahora" dirá con cierto humor. Su hijo murió a los 15 años. Fundó una comunidad religiosa, pero él tuvo sus dudas y luchas. Dejó a su amante y vivió en régimen monástico desde el 388 al 391 en Tagaste. En el 390, fue ordenado presbítero por el obispo de Hipona, Valerio, a quien sucedió en el cargo. Santa Melania "la Joven" le pidió consejo para fundar un monasterio en África y tuvo relaciones epistolares con santos Jerónimo, Paulino de Nola, Fabiola y muchos otros. En el 395, fue nombrado obispo de Hipona (hoy Annaba, Argelia), y vivió comunitariamente vida de perfección, dedicando su vida a la defensa de la ortodoxia cristiana y a la lucha contra la herejía y cismas especialmente el donatismo, el maniqueísmo y el pelagianismo. Escribió: “La ciudad de Dios”, “De Trinitate”, “Las Confesiones”, “Sobre la predestinación de los Santos” y “Sobre el don de la perseverancia”. Es uno de los teólogos y filósofos que más han influido en la historia de la Iglesia. Una de sus frases más famosas es “si has entendido, entonces lo que has entendido no es Dios”. Se le conoce como el Doctor de la Gracia.
 MEMORIA OBLIGATORIA.
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San JULIÁN DE BRIOUDE. M. c. 304.
Martirologio Romano: En Brivet, en el territorio de los arvernios, en Aquitania, san Julián, mártir. La tradición refiere que habiendo ido, por consejo de san Ferreol, a aquel territorio en tiempo de persecución, alcanzó allí la palma del martirio.

Nació en Vienne, en el Delfinado y fue legionario de la Sexta Legio Gallicorum. San Ferreol fue su tribuno, su superior mayor dentro de la milicia romana. Pasado algún tiempo, Julián se bautizó, dejó la milicia y se hizo anacoreta, dedicándose desde entonces a la oración y la penitencia.
Cuando la persecución de Diocleciano llegó a su punto más alto de virulencia, Julián al sentirse perseguido huyó aterrorizado; no quería la muerte (según otra leyenda, el cónsul residente en Vienne, Crispino, inició la persecución, y fue su amigo san Ferreol, quién aconsejó a Julián que buscase refugio). Durante un tiempo se escondió en casa de una viuda. En este lugar reflexionó sobre su fe y su coraje... se sintió un cobarde incapaz de dar su vida por Cristo. Su conversión fue radical, venció sus temores y se entregó a las autoridades confesándose cristiano; murió decapitado en Brioude. Su cabeza la arrojaron al río Aller. Unos cristianos recuperaron sus restos y se los llevaron a su antiguo tribuno Ferreol, el cual, viendo el coraje de su antiguo subalterno, confesó también su condición de cristiano. El martirio no se hizo esperar.
Se dice que es el único Julián que haya padecido martirio, así los demás pueden ser una duplicación. Sus restos fueron enterrados juntos. Su devoción se extendió por todo el Camino de Santiago.
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San ALEJANDRO DE CONSTANTINOPLA. M. 336.
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Alejandro, obispo, cuyas apostólicas súplicas, según escribe san Gregorio Nazianceno, lograron vencer al jefe de la herejía arriana.

Alejandro contaba ya con setenta y tres años cuando fue elegido obispo de Constantinopla (317-336) sucedió a san Metrófanes. Combatió el arrianismo. Se dice que participó como presidente en el I Concilio de Nicea, pero parece que no es cierto y que se equivoca con otro Alejandro. Tomó posiciones contra Arrio, que según escribió san Gregorio Nacianceno, lo llamó "jefe de la impiedad". El año 336, Arrio entró triunfalmente en Constantinopla. Llevaba una orden del emperador para que Alejandro le admitiese a la comunión. Se cuenta que el santo patriarca se encerró entonces en la iglesia a orar, junto con Santiago de Nísibis, para que Dios lo iluminara en el momento en que aquel hereje se aproximase a comulgar. Como quiera que haya sido, la víspera de la recepción de Arrio en la iglesia, el heresiarca falleció repentinamente. Los cristianos vieron en ello una intervención divina debida a las oraciones de Alejandro.

Tenemos pocas noticias de él, se sabe que gozó de un gran prestigio moral y espiritual. Poco después de su elección, el emperador Constantino organizó una reunión de teólogos cristianos y filósofos paganos: pero, como todos los filósofos quisiesen hablar al mismo tiempo, la reunión se convirtió en un desorden. Entonces, Alejandro les aconsejó que eligiesen a los más autorizados de entre ellos para exponer su doctrina. Cuando uno de los oradores estaba en la tribuna, el santo exclamó: "En el nombre de Jesucristo, te mando que te calles". Según se dice, el pobre filósofo perdió el habla hasta que Alejandro se la devolvió. Este prodigio impresionó más a los filósofos que todos los argumentos de los cristianos.

El antiguo Martirologio decía "Por el poder sus oraciones (las de Alejandro), Arrio, condenado por el juicio de Dios se partió por el medio y le salieron la vísceras".
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San VIVIANO DE SAINTES. M. 460.
Martirologio Romano:En Saintes en Francia, san Viviano, obispo

Obispo de Saintes en Francia occidental. Protegió a su pueblo durante la invasión de los visigodos. Su festividad se celebra junto a la de su predecesor san Ambrosio.

Natural de Saintes, su padre era pagano y su madre cristiana. Fue nombrado administrador de la región de Saintes por el emperador Honorio. Abandonó esta vida y se puso a disposición del obispo san Ambrosio de Saintes, que lo ordenó sacerdote, cuando murió Ambrosio, fue elegido para sucederle como obispo de Saintés.
Su episcopado transcurrió en los tiempos difíciles de las incursiones de los godos y le llevaron a defender, de forma directa, a sus fieles. Cuando el rey de los visigodos, Teodorico, invadió la región, acompañó a los prisioneros a Toulouse para apoyarles en su aflicción. Consiguió, tiempo después, el aprecio de Teodorico y consiguió su liberación así como recortes en los impuestos que sus conciudadanos no podían pagar y la ayuda de los visigodos para defenderse de las incursiones de los piratas sajones y para reconstruir la catedral de la ciudad.
En Luzeret, cerca de Argenton-sur-Creuse, hay una iglesia parroquial dedicada a san Viviano donde está representado en una estatua y en una vidriera.
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Santa FLORENTINA DE CARTAGENA. (c.550 - c.633).
Martirologio Romano: En Sevilla, en la región hispánica de Andalucía, santa Florentina, virgen, a la que, por su gran conocimiento de las disciplinas eclesiásticas, sus hermanos San Isidoro de Sevilla y Leandro le dedicaron tratados de alta doctrina.

Nació en Cartagena en el seno de una familia hispanorroamana. Hermana de santos Fulgencio, Isidoro y Leandro, que fue su maestro en los estudios clásicos y sagrados y, ella a su vez, fue la formadora de su hermano pequeño san Isidoro. La familia tuvo que ir al destierro (en el 554) en dirección a tierras andaluzas. Ingresó en el monasterio de Santa María del Valle de Écija donde era obispo su hermano san Fulgencio. Fue abadesa de este monasterio, y además tuvo a su cargo otros varios monasterios de la comarca, con un total de mil monjas.

Sobresalió por su espíritu de penitencia y por su constante atención a las jóvenes que, en gran número, se añadían a las monjas del convento. Para ella y sus religiosas, san Leandro, escribió "La institución de las vírgenes". San Isidoro escribió, por insinuación suya, dos libros sobre la fe cristiana en su relación con los judíos. Tuvo la tentación de dejar el monasterio de Écija y volver a Cartagena con su hermano Fulgencio, pero su hermano Leandro, le disuadió de ello.

San Leandro le dijo a su hermana: "No quieras irte del tejado en donde la tórtola tiene sus pequeñuelos. Eres hija de la inocencia, del candor, tú precisamente que tuviste a la tórtola por madre (se refiere a la abadesa Turtula). Pero ama mucho más a la Iglesia, tórtola mística que todos los días te engendra para Cristo. Descanse tu ancianidad en su seno, como antaño descansabas y tu ardor mecías en el regazo de la que cuidó tu infancia.
¡Ah, hermana mía querida, comprende si puedes el ardiente deseo que inflama el corazón de tu hermano de verte unida con Cristo!. Tú eres lo mejor de mí mismo. ¡Desgraciado de mí si otro pretendiese despojarte de tu corona! Tu eres delante de Cristo mi baluarte, tú mi prenda querida, mi hostia santa por la que he de merecer salir del abismo de mis pecados...". Fue enterrada junto con su hermano Leandro.
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Beatos GUILLERMO DEAN y 7 compañeros. M. 1588.
Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beatos Guillermo Dean, sacerdote, y siete compañeros, mártires, que, bajo la reina Isabel I, en el mismo día, pero en distintos lugares de la ciudad o en las cercanías, por el reino de Dios padecieron el martirio con el ahorcamiento

Sus nombres son: Guillermo GunterRoberto MortonTomás Holford y Jaime Claxton, presbíteros; Tomás Felton, clérigo de la Orden de los Hermanos Menores;Enrique Webley y Hugo More, seglares.

Guillermo Dean nació en Linton of Craven, Yorkshire, (Inglaterra). Era hijo de padre católico, que, como criado del noble católico Ricardo Norton, siguió a su señor al destierro a que fue condenado junto con toda la familia. Pero, el joven Guillermo se quedó en Inglaterra.Vino entonces su periodo anglicano. Alejado de su padre y sometido a otras presiones sociales, se hizo anglicano, y fue ordenado pastor regentando la parroquia de Monk Fristone.

Pero su amistad con el beato Tomás Alfield lo llevó a la conversión al catolicismo y fue ordenado sacerdote en Reims en el 1587. Nada más volver a Inglaterra fue arrestado por ser sacerdote católico. Sometido a tortura, declaró los sitios donde había dicho misa y las personas que habían asistido. Se arrepintió de su debilidad y lloró amargamente durante los tres años que estuvo preso en Newgate y Clink. En 1585 fue condenado al destierro. De regreso a Inglaterra, fue detenido de nuevo y enviado a la carcel de Gatehouse. Vista su causa fue condenado y ejecutado a la salida de Londres en Mile End Green.

Guillermo Gunter nació en Raglan, Monmoutshire, (Gales) hacia 1555. Estudió en Reims y allí recibió la ordenación sacerdotal en el 1587. Regresó a Inglaterra y en apenas unos meses pudo administrar los sacramentos a los católicos ocultos, y convertir a algunos anglicanos. En 1587 fue descubierto y encarcelado en Newgate. Un año más tarde comparecía ante el tribunal que lo condenaba como traidor por ser sacerdote ordenado en el extranjero y propagar el catolicismo. Pidió que se le juzgara sin jurado, sin duda para evitar que nadie tuviera que condenarlo a mala conciencia, y se le otorgó lo que pedía, siendo condenado por el doble motivo de haber permanecido en el reino siendo sacerdote ordenado en el extranjero y de haber reconciliado a compatriotas suyos con la Iglesia católica. Fue ahorcado y descuartizado en Holywell Lane, Shoredith, al norte de Londres.

Roberto Morton nació en Bawetry en York en 1547. En 1568 dejó Inglaterra y pasó tres años con su tío Nicolás Morton en Roma. Comenzó los estudios sacerdotales en Douai en 1573, pero al año siguiente murió su padre y él volvió a Inglaterra, y contrajo matrimonio con Úrsula Thurland. Ambos vendieron sus propiedades y decidieron salir del reino inglés pero fueron encarcelados en Gatehouse. Era el año 1578. Como había estado con su tío en Roma al tiempo que se preparaba la excomunión de la reina Isabel, fue rigurosamente interrogado por el obispo de Londres, lo que le hacía a él muy sospechoso, pero pese a ello consiguió la libertad. Posteriormente su esposa murió.

Decidió entonces ir a Roma, donde ingresó, en abril de 1586, en el Colegio Inglés. El 14 de junio del año siguiente era ordenado sacerdote en Reims. Marchó a Inglaterra, y nada más llegar fue descubierto y arrestado, encarcelado en la cárcel de Newgate, donde se encontró al seminarista el beato Hugo More, con el que padeció martirio en Lincoln's Inn Fields en Londres. Fue ahorcado y descuartizado.


Tomás Holford nació en Aston, Cheshire, en 1541, en el seno de una familia anglicana; fue maestro en Herefordshire en la casa de unos señores de Home Lacy, donde abrazó la fe católica, después de conocer al sacerdote Richard Davis. Después de estudiar en Reims, fue ordenado sacerdote en el 1583 en Laon.

Vuelto a Inglaterra, bajo los nombre supuestos de Acton y Bude, pudo escapar de sus perseguidores dos veces, en 1584 y en 1586, siendo arrestado poco tiempo después. Pero cuando lo trasladaban a una cárcel de Londres logró escaparse, refugiándose en el castillo de Uxedon con su amigo Richard Bellamy.

Trabajó en Cheshire y el Gloucestershire, rehuyendo siempre Londres donde las pesquisas eran más firmes. Pero en una visita a Londres, donde decía misa en casa de san Esvituno Wells, fue sorprendido y arrestado. Pocos días después fue juzgado y condenado a muerte. El que lo delató fue a la cárcel a pedirle perdón, que Tomás se lo concedió. Fue ahorcado y descuartizado en Clerkenwell.

Jaime Claxton, cació en Yorkshire, hacia el 1555. Estudió en Reims, y fue ordenado sacerdote en el 1582 en Soissons. Marchó a Inglaterra donde hizo su apostolado, y en 1585, dos años más tarde, ya estaba preso, y al cabo de un año fue juzgado y condenado a destierro perpetuo.

Pero regresó a Inglaterra para continuar su labor pastoral. Fue arrestado y encarcelado en Marshalsea. En el juicio fue condenado como traidor. Su compañero de martirio fue un joven novicio de la Orden de los minimos, beato Tomás Felton, hijo del mártir beato Juan Felton. Fueron ahorcados y descuartizados en Isleworth en Londres.


Tomás Felton nació en Bermondsey en 1568, hijo del beato Juan Felton, que fue martirizado en 1570. Educado con mucho esmero por la familia Lowell que lo había acogido, ingresó en el colegio inglés de Reims y en 1583 recibió la tonsura clerical y las órdenes menores. Pero se decidió por la vida religiosa e ingresó en la Orden de los Mínimos, cuya regla, como es sabido, es muy austera y ello trajo consigo que el joven enfermara, por lo que decidió volver a Inglaterra a restablecerse. Cuando ya se sentía mejor, mientras embarcaba para volver al continente, fue arrestado por los espías de la corona y llevado a la cárcel de Brideweil, donde pasó los dos años siguientes. Pasado este tiempo, su tía, la señora Blount, logró su libertad, lo que fue aprovechado por él para intentar de nuevo la salida de Inglaterra, siendo nuevamente arrestado y encarcelado, y esta vez fue su antigua bienhechora lady Lowell la que consigue su liberación, estando ella también recluida por causa de la religión en la cárcel de Fleet. Pero pocas semanas más tarde otra vez estaba preso en Bridewell. Esta vez hubo de padecer ayunos y tormentos pues lo tuvieron tres días y tres noches en la tortura llamada «Little ease» y no le daban sino un poco de pan y agua, porque se quería de él la lista de los sacerdotes que trabajaban en Inglaterra. El joven se mantuvo firme y no delató a nadie. Lo pusieron también a moler en un molino. Fue llevado por la fuerza a la capilla de Bridewell para que asistiera al culto anglicano pero él se tapó los oídos con los dedos. Entonces le ataron las manos a la silla baja en que lo tenían sentado, pero él dio tantas patadas en el pavimento e hizo tanto ruido con la boca que era imposible oír lo que el ministro decía. Se negó en absoluto a cambiar de religión.

Juzgado en la sesión de juicio de Newgate del 26 de agosto de 1588, fue condenado a muerte. Se le preguntó si estaba de parte de la reina o del papa y de España, y él dijo que estaba de parte de Dios y de su país. Fue sacado para la ejecución junto con el beato Jaime Claxton. Rechazó la gracia que se le hacía poco antes de salir para la ejecución porque contenía condiciones inaceptables. Fue ahorcado y descuartizado. Su hermana, la señora Francés Salisbury, escribió una narración de su martirio.

Enrique Webley era un seglar originario de Gloucester, del que se sabe que había sido protestante pero se había convertido al catolicismo y había sido amigo del beato Guillermo Dean, y lo había apoyado en su apostolado. En abril de 1586 con otros cuatro compañeros intentó marchar en un barco a Francia, pero él y sus compañeros fueron arrestados en el puerto de Chichester cuando ya estaban a bordo, y llevados a Marshalsea. Se le calificó de persona pobre e ignorante pero astuto y despierto. Juzgado el 26 de agosto de 1588 y acusado de traición, fue ejecutado con Guillermo Dean en Mile End Green.

Hugo More nació en Grantham (Inglaterra) en 1565, y era hijo de un gentilhombre anglicano; estudió en Broadgates Hall y en Gray's Inn en Oxford, donde conoció al jesuita Tomás Stephenson que le llevó al catolicismo en 1585. Cuando su padre lo supo lo desheredó. Estudió en el seminario de Reims, pero dos años más tarde una enfermedad le obligó a dejar el seminario y volver a Inglaterra, sin por ello renunciar a su vocación sacerdotal. No hizo más que llegar a Londres en 1587, cuando fue arrestado con la acusación de haberse hecho católico y haber ingresado en un seminario extranjero. Juzgado y condenado se le ofreció la libertad a cambio de volver al anglicanismo, a lo que se negó rotundamente. Compartió cárcel con el beato Roberto Morton en Newgate, y con él sufrió martirio. Fue ahorcado y descuartizado en Lincoln's Inn Fields en Londres.
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San EDMUNDO ARROWSMITH. (1585-1628)
Martirologio Romano: En Lancaster, en Inglaterra, san Edmundo Arrowsmith, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, oriundo del mismo ducado, que, después de pasar muchos años entregado al cuidado pastoral en su patria, por ser sacerdote y haber llevado a muchos a la fe católica, con la oposición de los mismos protestantes del lugar, murió en la horca durante el reinado de Carlos I

Nació en Haydock en el seno de una familia de pequeños propietarios que no aceptaron la religión protestante. Sus padres sufrieron mucho por ser católicos, y él mismo conservaba desde niño el recuerdo de una noche en que tuvo que huir en ropa de dormir, cuando los perseguidores llevaron a sus padres a la cárcel de Lancaster. Ingresó en 1605 en el Colegio de Douai, pero la mala salud le obligó a interrumpir los estudios. Sin embargo, fue ordenado sacerdote en 1612. En 1613 regresó a Inglaterra, donde se dispuso a cumplir con entereza y decisión su vocación misionera. Trabajó en Lancaster y celebraba la misa (en un altar que aún se conserva, procedente de la casa de la familia Burgess en Bolton-le-Sands); sobresalió por su «fervor, entusiasmo y gran discresión».

Capturado, posiblemente en 1622, fue llevado ante Bridgeman, obispo protestante de Chester, y mantuvo con él y sus ministros una animada discusión. Recuperó su libertad e ingresó en 1623 a los Jesuitas, e hizo el noviciado en la Misión, retirándose a Essex para un retiro espiritual. Fue traicionado por falsos hermanos, y juzgado en Lancaster en 1628, y fue encontrado culpable de alta traición por ser sacerdote jesuita y un «seductor religioso»- Su compañero de prisión, el san Juan Southworth, después también mártir, lo absolvió antes de que el santo fuera ahorcado y descuartizado, durante el reinado de Carlos I, en Lancaster.
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Beato JUNÍPERO SERRA. (1713-1784).
Martirologio Romano: En Monterrey, en California, beato Junípero (Miguel) Serra, Apóstol y Paladín de California, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que pasó por muchas dificultades y pesares predicando el Evangelio entre las tribus todavía paganas de aquella región, en su propia lengua, y defendió con gran valentía los derechos de los pobres y de los humildes.

Nació en Petra, Mallorca. Se llamaba Miguel José. Hijo de agricultores, desde niño comenzó a frecuentar el convento de San Bernardino de los Menores de los franciscanos menores. En 1730 ingresó en la Orden en Palma de Mallorca y asumió el nombre de Junípero. Enseñó Filosofía en el Colegio Real de San Francisco de Palma; se doctoró en Teología y fue profesor en la universidad Lulliana, al mismo tiempo que ejercitaba un intenso apostolado.
Ordenado sacerdote partió para América en la expedición franciscana que salió de Cádiz en 1749, en un barco inglés que, después de muchos incidentes, llegó a Vera Cruz (Méjico). Hizo a pie el largo trayecto desde Vera Cruz a la ciudad de Méjico, junto al padre Francisco Palou. De tanto andar, se le abrió una llaga en la pierna que le acompañó toda su vida (algunos dicen que durante el viaje le mordió algo venenoso); con ella anduvo después miles de kilómetros. En Méjico estuvo trabajando durante 18 años en el Colegio de San Fernando, que era el centro desde donde se irradiaba toda la labor misionera.
Trabajó primero en las misiones de Sierra Gorda, donde aprendió la lengua pame de los indios para hacerse entender mejor. Levantó una iglesia y organizó la vida de las comunidades indígenas.

 Fue destinado a Texas, entre los apaches, pero nunca llegó a este destino, por razones políticas del momento y estuvo en Méjico esperando. Pero su labor se desarrolló sobre todo en California, (después de la supresión de los jesuitas por Carlos III) donde realizó la gran empresa evangelizadora al sustituir los franciscanos a los misioneros jesuitas, fray Junípero fue el encargado de esta misión. En 1769, a sus 56 años, fundó la primera misión: San Diego de Alcalá, luego Monterrey, San Francisco, Santa Mónica, San Luis Obispo, Santa Clara, Santa Bárbara, Nuestra Señora de Los Ángeles (la futura ciudad de Los Ángeles)... Y así, hasta nueve misiones durante 15 años. Muchas veces se vio atacado por los indios cuando acababa de implantar una misión. Tres veces le quemaron las iglesias recién estrenadas. Pero la acción de Junípero iba reduciendo los recelos de los nativos, a quiénes había ido a evangelizar, y que mataron a algunos misioneros. También tuvo que luchar contra los intereses políticos de los gobernadores y del virrey de Nueva España. Junípero quería la paz, y que los nativos aprendieran la doctrina en su propia lengua, sin necesidad de que se les obligase hablar castellano, como quería la política de la época. En aquella durísima tarea que se impuso no faltaron detalles que luego han dado pie a una leyenda negra en torno suyo. La noche en que se estaba muriendo caminó hasta la capilla de la Comunión en Monterrey.
En 1931 llegaba al Capitolio de Washington, la estatua de fray Junípero, colocada en la Galería de la Fama entre los próceres y héroes de cada uno de los Estados, California, le eligió a él. Fue beatificado por SS. Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988.
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Santa JOAQUINA DE VEDRUNA. (1783-1854).
Martirologio Romano: En Barcelona en España, santa Joaquina de Vedruna, que, madre de familia, educó piadosamente a nueve hijos y, al enviudar, fundó el Instituto de las Carmelitas de la Caridad, soportando serenamente todo tipo de sufrimientos, hasta que murió golpeada por el cólera.

Nació en Barcelona, en el seno de una familia burguesa; tuvo una formación intelectual muy alta para ser mujer en aquella época. Desde su infancia deseó ser religiosa carmelita descalza, pero una serie de acontecimientos familiares le hicieron contraer matrimonio a los 15 años con Teodoro Mas, hacendado de Vich y procurador de los tribunales en 1799. Siguieron 17 años, durante los cuales nacieron nueve hijos (cuatro hijas suyas fueron religiosas de clausura), tuvo que soportar la incomprensión de la familia de su marido, que no la aceptaron y la guerra de Independencia, en la que su marido participó activamente, corrió peligros y tuvo de ocultarse en el macizo del Montseny. Su marido murió tísico en 1816.

A los 32 años se quedó viuda y recibió la revelación de Dios: “...ahora te elijo por esposa”. Regresó a Vich, a su propiedad de “Manso Escorial” y, una vez orientados sus hijos (aunque había perdido a tres de ellos), bajo la dirección del capuchino, fray Esteban de Olot, le orientó su vida religiosa a una forma más activa, dedicada a la realidad sufriente: los pobres del hospital y las niñas y mujeres marginadas. La revolución liberal de 1820 frenó todos sus planes y tuvo que emigrar a Prades, su patrimonio quedó incautado. Desde entonces los pleitos y las persecuciones formarán parte de su vida.
Hasta 1823 no pudo regresar a España, y se instaló en Igualada, en casa de José Estrada, que era administrador del hospital y pudo colaborar con él. Cuando en 1825, se encontró de nuevo con fray Esteban, su vida estaba más libre, ya que tenía colocados a todos sus hijos. La situación política parecía apaciguada y así fundó en Vich, en 1826 el Instituto de las hermanas Carmelitas de la Caridad, para la promoción cristiana de la juventud; la primera casa se abrió en su propia casa. Enseguida obtuvo grandes frutos, sus religiosas entraron todas como personal sanitario en los hospitales, y serán las primeras maestras rurales religiosas que contará la Iglesia española. Deseó y pidió ir a las misiones; especialmente quiso pasar a África. Y al no poder personalmente exclamó: "Yo quiero que mis hijas vayan a muchas partes; yo quisiera remediar las necesidades de todos los pueblos". El centro de su vida espiritual se centró en el misterio de la Trinidad, que inculcó a sus hijas, por medio de la dovoción del santo trisagio.

Sufrió la persecución de ciertos ambientes liberales de manera que conoció la cárcel, y durante la guerra carlista (porque su hijo José Joaquín era carlista), la comunidad fue disuelta y ella tuvo que exilarse a Francia sin recursos: "Viviremos a costa de la señora más poderosa que hay en el mundo, la divina Providencia". Vivió en Perpignán y tres años después volvió a España. Fue un momento de esplendor para el Instituto, pero el obispo Casadeval, quiso nombrar un director general del Instituto que compartiera con la fundadora el gobierno de la Institución, era una injerencia que Joaquina, ya enferma, no admitió y se retiró a la casa de Caridad de Barcelona. Murió en Barcelona, victima del cólera y de un precedente ataque de apoplejía.
La Orden de los Carmelitas Descalzos celebra su festividad el 22 de mayo, mientras la Iglesia Universal el 28 de agosto, día de su muerte. Fue canonizada por san Juan XXIII el 12 de abril de 1959.
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Beata CELIA GUÉRIN. (1831-1877).
Martirologio Romano: En Burdeos, Francia, beata Celia Guérin, esposa de Luis Martin y madre de santa Teresa del Niño Jesús, beatificada conjuntamente con su marido, cuya memoria se celebra el 29 de julio, como ejemplo de matrimonio cristiano.

Nació en Gandelain, departamento de Orne (Normandía), en el seno de una familia de militares. Celia, inteligente y comunicativa por naturaleza, dice en una de sus cartas que su infancia y juventud fueron tristes "como un sudario".
Cuando se jubiló su padre, la familia se estableció en Alençon en 1844. La señora Guérin abrió un café y una sala de billar, pero su carácter intransigente no favoreció el desarrollo del negocio. La familia salía adelante con dificultad, gracias a la pensión y a los trabajos de carpintería del padre. En pocos años, la situación financiera se hizo muy precaria y no mejoró hasta que las hijas contribuyeron con su trabajo a cuadrar el balance familiar. Esta situación económica influyó en los estudios de las hijas.
Celia piensa en la vida religiosa, al igual que su hermana mayor, que llegará a ser sor María Dositea en la Visitación de Le Mans. Pero la superiora de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, a quien Celia solicita su ingreso, le responde sin titubear que no es ésa la voluntad de Dios. La joven se inclina ante tan categórica afirmación, aunque no sin tristeza. Pero un hermoso optimismo sobrenatural la hace exclamar: «Dios mío, accederé al estado de matrimonio para cumplir con tu santa voluntad. Te ruego, pues, que me concedas muchos hijos y que se consagren a ti». En 1851, después de una novena a la Inmaculada Concepción, escuchó interiormente las palabras: "Hacer punto de Alençon". Con la ayuda de su hermana comenzó esta empresa y ya a partir de 1853 era conocida como fabricante del punto de Alençon. En 1858 la casa para la que trabajaba recibió una medalla de plata por la fabricación de este encaje y Celia una mención de alabanza.

Un día, al cruzarse con un joven de noble fisonomía, de semblante reservado y de dignos modales, se siente fuertemente impresionada, y una voz interior le dice: «Este es quien he elegido para ti». Pronto se entera de su identidad; se trata de Luis Martin. En poco tiempo los dos jóvenes llegan a apreciarse y a amarse, y el entendimiento es tan rápido que contraen matrimonio el 13 de julio de 1858, tres meses después de su primer encuentro. Luis y su esposa se proponen vivir como hermano y hermana, siguiendo el ejemplo de San José y de la Virgen María. Diez meses de vida en común en total continencia hacen que sus almas se fundan en una intensa comunión espiritual, pero una prudente intervención de su confesor y el deseo de proporcionar hijos al Señor les mueven a interrumpir aquella santa experiencia. Celia escribirá más tarde a su hija Paulina: «Sentía el deseo de tener muchos hijos y educarlos para el Cielo».

De su unión nacieron nueve hijos. Los esposos Martin experimentan esa verdad al recibir a sus numerosos hijos: «No vivíamos sino para nuestros hijos; eran toda nuestra felicidad y solamente la encontrábamos en ellos», escribirá Celia. Sin embargo, su vida conyugal no está carente de pruebas. Tres de sus hijos mueren prematuramente, dos de ellos eran los varones; después fallece de repente María Helena, de cinco años y medio. Plegarias y peregrinaciones se suceden en medio de la angustia, en especial en 1873, durante la grave enfermedad de Teresa y la fiebre tifoidea de María. En medio de los mayores desasosiegos, la confianza de Celia se ve fortificada por la demostración de fe de su esposo, en particular por su estricta observancia del descanso dominical: Luis nunca abre la tienda los domingos. Es el día del Señor, que se celebra en familia; primero con los oficios de la parroquia y luego con largos paseos; los niños disfrutan en las fiestas de Alençon, jalonadas de cabalgatas y de fuegos artificiales.

Entre las cinco hijas que sobrevivieron, Teresa, la futura santa patrona de las misiones, es una fuente preciosa para comprender la santidad de sus padres: educaban a sus hijas para ser buenas cristianas y ciudadanas honradas. Pero la intensa felicidad familiar de los Martin no debía durar demasiado tiempo. A partir de 1865, Celia se percata de la presencia de un tumor maligno en el pecho, surgido después de una caída contra el borde de un mueble. Tanto su hermano, que es farmacéutico, como su marido no le conceden demasiada importancia; pero a finales de 1876 el mal se manifiesta y el diagnóstico es concluyente: «tumor fibroso no operable» a causa de su avanzado estado. Celia lo afronta hasta el final con toda valentía; consciente del vacío que supondrá su desaparición, le pide a su cuñada, la señora Guérin, que, después de su muerte, ayude a su marido en la educación de los más pequeños. Su muerte acontece el 28 de agosto de 1877.
Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz llegará a decir: «El Señor me concedió un padre y una madre más dignos del Cielo que de la tierra». Los esposos fueron beatificados por SS Benedicto XVI el 19 de octubre de 2008, en Lisieux (Francia).
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Beatos JUAN BAUTISTA FAUBEL CANO y ARTURO ROS MONTALT. M. 1936.
Martirologio Romano: En el territorio de Valencia, España, beatos mártires Juan Bautista Faubel Cano y Arturo Ros Montalt, que, padres de familia, durante la persecución contra la Iglesia recibieron de los hombres la muerte y de Dios la vida eterna.

Juan Bautista nació en Lliria (Valencia). Casado con Patrocinio Olba Martínez, padre de tres hijos. Pirotécnico de profesión. Cuando llegó la República, pensó que había que defender los derechos de la comunidad católica dentro de la acción política y social y colaboró en la fundación de la Derecha Regional Valenciana junto con el sacerdote Miguel Alba, que sería fusilado el mísmo día que él. Con este interés fundó en su pueblo escuelas católicas. Era miembro de la Acción Católica.
Cuando estalló la guerra civil, salvó el copón con las formas consagradas cuando la iglesia fue incendiada. Recogió en su casa a dos religiosas del monasterio de San Miguel, que fue clausurado. Fue detenido y llevado a Els Olivarets, donde lo torturaron con una aguja para hacer esteras, de allí fue llevado a la cárcel, donde le pudieron visitar sus familiares. Fue llevado al Gobierno Civil de Valencia y también a San Miguel de los Reyes, donde se pasó el tiempo orando. Junto con otros doce detenidos fue llevado al camino de Paterna, y Juan Bautista gritó “¡Viva Cristo Rey!” y fue fusilado.

Arturo nació en Vinalesa, en el seno de una familia modesta. Desde joven trabajó en la yutera para ayudar a su numerosa familia. Casado con María Llopis Sirer y padre de siete hijos. Fue un hombre de una gran espiritualidad interior y de conducta moral intachable. Su apostolado se desarrolló dentro de la Acción Católica y fue uno de sus fundadores en su pueblo. Se ocupó también de la acción social y fundó el Sindicato Católico para trabajadores de la fábrica de sacos. Cuando la República suprimió la enseñanza religiosa, batalló para que en su pueblo se fundara una escuela católica.
El comité republicano decidió arrestarlo por ser uno de los puntales católicos del pueblo. Durante su detención fue maltrado. Fue ejecutado en el camino de Moncada durante la guerra civil por pertenecer a la Acción Católica, junto con diez compañeros. Fue arrojado vivo al horno de cal.
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Beato ALFONSO MARÍA MAZUREK. (1891-1944).
Martirologio Romano: En la ciudad de Nawojowa Góra, en Polonia, beato Alfonso María Mazurek, carmelita presbítero y mártir, que durante la guerra, por su confesión cristiana, recibió la muerte a manos de los invasores de su patria

Nació en Baranówka (Lublin), Polonia. En 1908 recibió el hábito carmelitano en Wadowice, con el nombre de Alfonso María del Espíritu Santo. En Viena (Austria) recibe la ordenación sacerdotal el 16 de julio de 1916.

Conocido por sus dotes organizativas y, estimado como educador de la juventud, fue hasta 1930 prefecto y profesor en el Seminario Menor de Wadowice. Elegido, en 1930, Prior del convento de Czerna, cumplió este oficio hasta la muerte, a excepción del trienio 1936-1939, durante el cual fue ecónomo del mismo convento. Organizó particulares devociones conforme al carisma del Carmelo y se dedicó a la dirección del coro del Carmelo Seglar.

Al acercarse el fin de la segunda guerra mundial, se incrementaron notablemente la hostilidad de los nazistas y sus represalias en Polonia., El 28 de agosto de 1944, a los 53 años, es asesinado martirialmente. Murió en Nawojowa Góra (Krzeszowice). Fue beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
Ezequías. M. 697 a. C. (Antiguo Testamento).
Rey de Judá, que siguiendo el camino de su abuelo David, se unió fundamentalmente al Señor, esperó en él, no se apartó de sus mandamientos y restituyó el culto en el Templo.



San Hermes. M. c. 120.
Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Basila, en la vía Salaria Antigua, san Hermes, mártir, del que dice el papa san Dámaso: «Grecia lo envió y Roma lo retuvo después de padecer por el santo nombre».
Mártir con otros muchos cristianos en Roma, bajo el juez Aureliano. Según la leyenda, Hermetes era un rico personaje y prefecto de la Roma pagana, y además era un liberto, que contaba en su hacienda familiar con doscientos esclavos varones, más sus esposas e hijos, hasta 1.200 personas. Conoció el mensaje cristiano, de labios del papa san Alejandro I. Al bautizarse concedió a todos los que de él dependían, no sólo la libertad plena, sino la subsistencia holgada en el trabajo. Y tras el sacrificio de su propia economía, entregó más tarde la vida en el martirio.
Todo esto es la leyenda porque sobre la realidad de su vida no conocemos nada más que, según el papa san Dámaso, fue enviado a Grecia. Roma lo venera como mártir y está enterrado en las catacumbas de Basilisa en la vía Apia de Roma. Su culto se ha limitado a los calendarios locales desde 1969. Sus reliquias fueron trasladadas a Salzburgo de donde es patrón.

San Pelagio de Constanza. M. c. 283.
Martirologio Romano: En Constanza, de Suabia, conmemoración de san Pelagio, mártir.
Joven martirizado en Istria, durante el imperio de Numeriano. Sus reliquias fueron llevadas a Constanza. Patrón de la diócesis de Constanza.




San Justo. s. III. F. Último domingo de Agosto.
Mártir en Cágliari (Cerdeña), parece que durante las últimas persecuciones, pero cualquier otra noticia no tiene veracidad histórica. Venerado en Misilmeri (Sicilia) y Cágliari.


Santos Fortunato, Cayo y Antés. M. 303.
Mártires en Salerno, durante la persecución de Diocleciano. Su pasión no tiene fundamente histórico. Fortunato podría ser el mártir incluido en los "Doce Hermanos" y ser un desdoblamiento del mártir de Lecce. En la diócesis de Salerno su festividad se celebra el 30 de agosto con el grado de “Fiesta”.


San Vicinio. M. 330.
Martirologio Romano: En Sarsina, de la Romagnola, san Vicinio, primer obispo de esta ciudad.
Natural de la Liguria (Italia). Empujado por el amor a la soledad, se dedicó a la oración, a la meditación y a la penitencia en el actual Monte San Vicinio ubicado en la localidad de Musella.
Su vida penitencial hizo que el pueblo lo eligiera primer obispo de la ciudad de Sarsina. Vicinio se dedicó a la extructuración de la diócesis, difundiendo el evangelio en todas las zonas de su territorio, haciendo que todos recibieran la luz de la gracia. Patrón de la ciudad de Sarcina y copatrono de la diócesis de Cesena-Sarsina.


San Restituto de Cartago. M. 373.
Martirologio Romano: En Cartago, san Restituto, obispo, en cuya festividad pronunció san Agustín un sermón al pueblo hablando de él.
Obispo de Cartago (352-373). Murió mártir y san Agustín pronunció en su honor un sermón hoy perdido. El episodio más significativo recordado por las fuentes es su participación en el concilio de Rímini en el 359 y su misión en Constantinopla. Durante el sínodo rimenense, como exponente más cualificado de la Iglesia africana, sostuvo la doctrina del concilio de Nicea y por esto fue nombrado jefe de una delegación episcopal que debía tratar en Constantinopla con el emperador Constanzo, favorable al arrianismo. En ciudad imperial su misión se desarrolló con notables dificultades, porque una análoga delegación arriana había partido de Rímini anticipando los coloquios con Constanzo. Entre las dos delegaciones hubo tratos y charlas; Restituto se dejó convencer para aceptar la tercera fórmula del concilio de Sirmio firmando un protocolo. Durante algún tiempo fue fiel al homeismo, después regresó a la ortodoxia, pero no se conoce la época. Se ignora cualquier actividad desarrollada en Cartago.

Moisés "el Etíope". M. c. 395.
Martirologio Romano: En Egipto, san Moisés Etíope. Después de haber sido un conocido ladrón, se hizo anacoreta, convirtió a muchos de los suyos y los llevó con él al monasterio.
Era un negro abisinio que nació esclavo y era de inclinación malvada, de manera que su patrón lo expulso de la casa y se hizo jefe de una banda de malhechores. Para huir de la justicia se refugió entre los anacoretas de Scete en el Bajo Egipto, pero éstos le convirtieron; Moisés se quedó con ellos, fue ordenado sacerdote y fue famoso por sus dones sobrenaturales. El patriarca de Alejandría le confió el gobierno de un monasterio. Anciano fue asesinado por los beduinos, contra los cuales no quiso defenderse. Fue sepultado en el monasterio llamado Dair al-Baramus, que todavía existe.

Carlos Arnaldo Hanus. Beato. (1723-1794).
Martirologio Romano: Cerca de la costa frente a Rochefort, en el litoral francés, beato Carlos Arnaldo Hanus, presbítero y mártir, que, encerrado en una nave destartalada en tiempo de la Revolución Francesa por ser sacerdote, débil de fuerzas y atacado prontamente por una enfermedad, consumó el martirio.
Nació en Nancy. Era el deán de los canónigos de la iglesia colegial de la diócesis virodunense. Llegó al martirio en Rochefort cuando era muy anciano y murió de hambre y de peste.




Aurelio de Vinalesa (José Ample Alcaide). Beato. (1896-1936).
Martirologio Romano: Cerca de la localidad de Vinalesa, en Valencia, España, beato Aurelio (José) Ample Alcaide, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que, en la misma persecución, dio un fruto de gloria a través de la prueba de su fe.
En el siglo, José Ample Alcaide, nació en Vinalesa (Valencia. Profesó en la Orden Capuchina el 10 de agosto de 1910, y fue ordenado sacerdote en Roma el 26 de marzo de 1921. 

A lo largo de su vida religiosa fue Director del Estudio filosófico-teológico que los capuchinos tenían en Orihuela (Alicante), profesor en el Seminario, director de la Tercera Orden Franciscana, confesor y predicador. Bien pudo decir: “¡Siempre he cumplido mi misión, como religioso y como sacerdote!” Cuando las circunstancias le obligaron a dejar el convento, se refugió en casa de sus padres, donde fue detenido por los milicianos el 28 de agosto de 1936. Conducido de madrugada al Barranco del Carraixet, confortó y exhortó a los laicos compañeros de martirio a morir en paz, les impartió la absolución sacramental y luego añadió: “Gritad fuerte: ¡Viva Cristo Rey!” . Beatificado por SS Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.
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