Santoral del 12 de Octubre



Nuestra Señora del Pilar Patrona de la Hispanidad
Nuestra Señora de Aparecida Patrona de Brasil
Nuestra Señora de Zapopan
Edwin de Northumbria, Santo Mártir y Rey
Santos FÉLIX, CIPRIANO y 4966 compañeros
San FÉLIX IV. Papa
San SERAFÍN DE MONTEGRANARO
Beato TOMÁS BULLAKER
Beato JOSÉ GONZÁLEZ HUGUET
Beato ROMÁN SITKO
Otros santos del día


San Maximiliano de Celeia
Trabaja como buen soldado de Jesucristo;
el que se ha alistado al servicio de Dios,
no se embaraza en los negocios seculares.
(2 Tim, 2,)

M. c. 284
En la provincia del Nórico, junto al Danubio, san Maximiliano, venerado como obispo de Lorch.
Natural de Nórica, fundó la iglesia de Lorch y fue martirizado en Celeia en Estiria durante la persecución de Numerario. Según la leyenda, nació en Cilli, Estiria, habría sido obispo de Lorch, a orillas del Danubio y padeció martirio en Nórica, la actual Estiria.

MEDITACIÓN SOBRE LAS CUALIDADES
QUE HA MENESTER UN BUEN SOLDADO DE JESUCRISTO


I. Para ser verdadero soldado de Jesucristo, hay que resistir generosamente al demonio, que es su enemigo capital, oponerse en todas partes a sus designios, declarar abiertamente la guerra a sus partidarios. ¿Eres tú enemigo del demonio? Antes bien, ¿no te alistas en su partido? ¿No obedeces a todos los malos pensamientos que te sugiere? Cuando buscas tus placeres y comodidades, cuando trabajas únicamente en vista de adquirir gloria, a ese espíritu soberbio es a quien obedeces.

II. Es menester sufrir las persecuciones de los hombres sin oponerles resistencia y sin quejarte. Si quieres marchar siguiendo los pasos de Jesucristo. saldrás victorioso cediendo en esas circunstancias, soportando con resignación las burlas y los oprobios de que se te hace objeto. Si amas a Jesús, lo imitarás sufriendo como Él hasta el fin de tu vida. Si se amase la cruz, se pasaría una vida crucificada. (San Crisóstomo).

III. Es menester que te venzas a ti mismo: es la victoria más gloriosa, más difícil y más agradable a Dios que puedes obtener. Hazte violencia en las cosas pequeñas tanto como en las grandes. ¿No podrías acaso privarte de los pequeños halagos, que tu molicie te hace buscar con tanto afán? Sacrifícalos a Jesús crucificado, no sea que te rehúse Él la gloria preparada para los que llevan valientemente la cruz. Renuncia a ti mismo para no ser negado por Cristo; huye de ti mismo a fin de ser recibido por Cristo; piérdete a fin de ser salvado. (Salviano).

La fortaleza
Orad por los Pastores de la Iglesia.

ORACIÓN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Wilfrido, vuestro confesor pontífice, aumente en nosotros el espíritu de devoción y el deseo de la salvaci6n. Por J. C. N. S. Amén.


http://www.aciprensa.com/podcast/santo/octubre12-07nuestrasenoradelpilar.mp3


Santos FÉLIX, CIPRIANO y 4966 compañeros. M. 484.

Martirologio Romano: Conmemoración de los santos cuatro mil novecientos sesenta y seis mártires y confesores de la fe: obispos, sacerdotes y diáconos de la Iglesia de Dios y una muchedumbre de fieles, durante la persecución vándala en África, por orden del rey arriano Hunnerico, fueron exiliados por odio a la verdad católica en un terrible desierto y celebraron, al final, el martirio después de diversas torturas. Entre ellos se encontraban Félix y Cipriano, obispos, insignes sacerdotes del Señor

Eran dos obispos africanos, jefes de una multitud de cristianos; fueron exiliados por el rey vándalo Hunnerico al desierto del Sahara para que se murieran de hambre. Víctor de Utica nos cuenta sus sufrimientos:

Cuando llegó finalmente la orden de partir al desierto, los cristianos salieron de aquella mazmorra cantando salmos y desfilaron entre el coro de lamentaciones de sus correligionarios que estaban aún en libertad. Algunos de estos últimos, entre los que se contaban muchas mujeres y niños, siguieron voluntariamente al destierro a los confesores de la fe.

Los guardias, viendo que San Félix, obispo de Abbir, era ya muy anciano y estaba casi paralítico, sugirieron a Hunerico que le dejase morir en la prisión, pero el salvaje tirano respondió que si Félix estaba demasiado débil para cabalgar, le atasen a una yunta de bueyes para que éstos le llevasen a rastras al desierto. San Félix hizo el viaje atado al lomo de una mula. Muchos de los más jóvenes y vigorosos murieron en el camino. Cuando alguno caía extenuado, los guardias le levantaban a punta de lanza y, si veían que no podía continuar el viaje, le echaban a un lado del camino para que pereciese de sed y de fatiga. San Cípriano, que era también obispo, dedicó todas sus energías a asistir y alentar a los cristianos, hasta que fue aprehendido y desterrado; murió en el destierro, víctima de los malos tratos que había recibido.
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San FÉLIX IV. Papa (526-530). M. 530.



Martirologio Romano: En Roma, san Félix IV, papa, que convirtió dos templos paganos del Foro romano en la basílica dedicada a los santos Cosme y Damián, y trabajó mucho en favor de la fe católica
Originario de Sannio e hijo de un tal Castorio. Se distinguió por su amistad y saber tratar a los reyes godos que invadieron Italia, entre ellos Teodorico que influyó en su elección al pontificado, pero Félix fue aceptado por el clero romano al considerarlo un hombre de virtud y equilibrio. Gozó de la protección de Atalarico y la reina Amalasunta, y con ello pudo crear los tribunales eclesiásticos como los únicos competentes de juzgar los casos de herejía. Construyó la iglesia de Santos Cosme y Damián, gracias a la donación que le hizo Amalasunta de dos edificios en la Vía Sacra y el templo de Rúmulo en Roma. Fue un hombre piadoso pronto a perdonar a todos los que querían regresar al seno de la Iglesia. Mantuvo estrechas relaciones de colaboración con el obispo san Cesáreo de Arles, apoyándolo en su lucha contra el semipelagianismo; los textos que le envió sivieron para condenar en el concilio de Orange del 529, esta doctrina herética.

Poco antes de su muerte, Félix, preocupado por la posibilidad de cismas con ocasión de su sucesión, designó como su sucesor al archidiácono Bonifacio, estrecho colaborador suyo. Fue sepultado en San Pedro del Vaticano. En su epitafio se recuerdan su generosidad para con los pobres, su humildad y su prudente administración económica.  
Tradicionalmente se le da el número de orden IV entre los papas llamados Félix, pero se trata en realidad del III, puesto que el antipapa Félix II (año 365) no tiene derecho a figurar en el número de la sucesión (y por tanto Félix III -también santo- es en realidad II, y IV es III). Como al antipapa Félix II se lo ha retirado de las listas recientemente, se prefiere seguir nombrando a éste como Félix IV (III) y al segundo Félix III (II), para evitar confusiones al consultar listados más antiguos.
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San EDWIN. (584 - 633).

Nació en Deira, en Northumbria, Inglaterra, en un periodo histórico en que se libraban guerras por la evangelización de la Gran Bretaña. A la fecha del nacimiento de Edwin, el reino de Northumbria, que corresponde básicamente a los actuales territorios de Northumbria y Yorkshire, estaba constituido por dos reinos: Deira y Bernicia.

En su juventud, durante el reinado de Etelfrido de Bernicia, Edwin vivió muchos años en el exilio. Sin embargo, en 616, cuando Etelfrido fue derrotado en batalla, Edwin fue nombrado rey de Northumbria, gobernó durante 17 años. Edwin extendió su reino por casi toda la actual Inglaterra. Su gobierno lo ejerció prácticamente de manera itinerante, pues iba viajando de lugar en lugar para gobernar mejor.

En el 625 e casó en segundas nupcias con santa Ethelburga de Lyminge, la hija del rey cristiano de Kent. Ella mandó llamar a Inglaterra a san Paulino de York, quien bautizó a Edwin en 627, y fue de gran ayuda para extender el cristianismo por Northumbria, como capellán del rey. El historiador cristiano Beda el Venerable se refiere a Edwin de Northumbria como una persona prudente que meditaba largo rato antes de tomar una decisión importante, como lo fue su conversión, pero luego actuaba con completa seguridad. Según este cronista, durante el reinado de Edwin “una mujer podía viajar a través de la isla con un bebé en su pecho sin temor de ser insultada”. Edwin nombró a san Paulino obispo de York en 627, encomendándole la construcción de iglesias y la difusión de la fe. Estos años se caracterizaron por ser un breve periodo de paz que no se había vivido en mucho tiempo en la conflictiva Northumbria.

No obstante, para el año 633 los enemigos de Edwin se habían fortalecido, y en la batalla de Hatfield Chase fue derrotado por el rey pagano Penda de Mercia y el príncipe celta Cadwallon de Gales, quienes asolaron Northumbria, y por esta razón fue venerado como mártir. Su viuda, junto con sus hijos y con san Paulino tuvieron que huir a Kent, y la cristianización de la Gran Bretaña tuvo que esperar algunos años más.

En Inglaterra se originó muy pronto un culto popular a san Edwin de Northumbria, considerado mártir, y se le empezó a venerar como santo a partir de que sus restos mortales fueron trasladados a la abadía de Whitby. La ciudad de Edimburgo perpetúa su memoria.
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San SERAFÍN DE MONTEGRANARO. (1540-1604).


Martirologio Romano:>En Ascoli, ciudad del Piceno, en Italia, san Serafín de Monte Granario (Félix) de Nicola, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que se distinguió por su humildad, pobreza y piedad

Se llamaba Félix. Nació en Montegranaro, en las Marcas, hijo de Jerónimo Rapagnano y Teodora Giovannuzzi, de humilde condición pero fervorosos cristianos. A causa de la pobreza familiar trabajó cierto tiempo en calidad de mozo en casa de un campesino para cuidar el rebaño, en la soledad de los campos supo aprender a leer, siendo analfabeto, en el gran libro de la naturaleza y elevar su alma a Dios. Con la muerte de sus padres, sufrió un tratamiento duro y cruel por parte de su hermano mayor.

A los 18 años tocó a la puerta del convento de Tolentino. Después de algunas dificultades, fue aceptado como religioso no clérigo en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, hizo el noviciado en Jesi. Peregrinó, puede decirse que por todos los conventos de las Marcas, porque, a pesar de su buena voluntad y su máxima diligencia que ponía en el cumplimiento de los oficios que le encomendaban, no lograba satisfacer ni a superiores ni a cohermanos, que no le ahorraban reproches y castigos, pero él siempre mostró gran bondad, pobreza, humildad, pureza y mortificación. En los oficios que ejercitó de portero y limosnero, en contacto con las más variadas personas, sabía encontrar palabras oportunas y una exquisita delicadeza de sentimientos para conducir las almas a Dios.

Amó la naturaleza, que le hablaba al corazón y lo elevaba a Dios. Desde 1590 Serafín permaneció en Ascoli Piceno. La ciudad se aficionó de tal manera a él, que en 1602, al difundirse la noticia de un traslado suyo, las autoridades escribieron a los superiores para evitarlo. Verdadero mensajero de paz y de bien, ejercía un influjo grandísimo entre todos los estratos sociales y su palabra lograba componer situaciones alarmantes, apagar odios inveterados, enfervorizar para las virtudes, mitigar las costumbres, logrando una eficaz reforma en el espíritu del concilio de Trento.

Oración, humildad, penitencia, trabajo y paciencia, mucha paciencia porque los reproches siempre eran abundantes para él. Y Dios se encargó de ayudarlo supliendo sus capacidades, en la cocina, en la portería, en el huerto, en la limosna, con milagros, intuición de corazones, el don de saber consolar a todos en forma inimitable. Por su parte siempre permaneció contento de amar a Dios, conociendo y estudiando sólo dos libros: el crucifijo y la corona del rosario. Él, que no había leído nunca un libro, leía en las conciencias. Quien sólo servía para plantar coles en el jardín, explicaba el Evangelio como si el Espíritu Santo hubiese venido a comentárselo. Aunque favorecido por tantas gracias extraordinarias, fue probado durante largos años con desconsuelos interiores que cesaron en la recta final de su vida.

Tenía 64 años y ya la fama de su santidad se difundía por Ascoli, cuando él mismo pidió con insistencia el viático, pero nadie creía en su próximo fin. Después que expiró, simple también en la muerte, la voz del pueblo que lo llamaba santo, llegó hasta los oídos del Papa Pablo V, el cual autorizó que se encendiera una lámpara sobre su tumba. Fue canonizado por Clemente XIII el 16 de julio de 1767.
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Beato TOMÁS BULLAKER. (1602-1642).
Martirologio Romano
En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Bullaker, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que detenido en tiempo del rey Carlos I mientras celebraba la Misa, por razón de su sacerdocio fue ahorcado en Tyburn, siendo descuartizado cuando estaba aún con vida
Nació en Chichester (Sussex). Era el único hijo de un tan piadoso como buen médico de Chichester. Sus padres eran católicos fervientes, y, siguiendo su ejemplo, Bullaker creció en los caminos de la inocencia y la piedad. A temprana edad fue enviado al Colegio Inglés en St-Omer, y desde allí se trasladó a Valladolid, en España, para completar sus estudios. Convencido de su vocación a la Orden Franciscana, previa una muy inquieta deliberación, recibió el hábito en Abrojo, y unos años después, en 1628, fue ordenado sacerdote. Habiendo salido de España para trabajar en la misión inglesa, desembarcó en Plymouth, pero fue detenido inmediatamente y puesto en prisión. Liberado luego de dos semanas del inmundo calabozo donde había sufrido las dificultades más adversas, Bullaker -por orden del Padre Tomás de San Francisco, Provincial en Inglaterra- trabajó durante casi doce años, con mucho celo y devoción, entre los católicos pobres de Londres.

Sacerdote franciscano de corazón ardiente, defensor de la fe, el 12 de octubre de 1642, después de haber recibido la absolución de un cohermano, El 11 de septiembre de 1642, fue capturado mientras celebraba el Santo Sacrificio en la casa de una benefactora piadosa. Él mismo ha dejado un relato parcial y conmovedor de su detención y juicio. Fue condenado a ser arrastrado hasta Tyburn y al canto del Te Deum subió al patíbulo, donde fue ahorcado y horriblemente despedazado en la plaza londinense de Tyburn.

Se cuenta que cuando iba a salir de la cárcel se encontró con el beato Arthur Bell, religioso de su propia orden, que le dijo: «Hermano, he profesadi antes de ti, ¿por qué tienes prioridad?» A lo que Bullaker respondió: «Es la voluntad de Dios, pero tú me seguirás». Bell recordó las palabras proféticas del piadoso Bullaker cuando su propio día del martirio estaba cerca. Bullaker fue beatificado el 22 de noviembre de 1987.
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Beato JOSÉ GONZÁLEZ HUGUET. (1874-1936).
Martirologio Romano: En la aldea Ribarroja de Turia, en la región española de Valencia, beato José González Huguet, presbítero y mártir, que en la persecución contra la fe combatió un egregio certamen en favor de Cristo
Nacio en Alaquàs, Valencia. Se doctoró en Teología en el Seminario de Valencia y fue ordenado en 1898. Fue vicario en Sueca y Paterna, regente de Puzol y cura de Cheste durante 25 años. Su labor pastoral fue inmensa, tanto en la ayuda a los pobres como en la restaurar el templo parroquial destruido por un incendio. El 19 de marzo de 1936, tras las elecciones en que se alzó con la victoria el Frente Popular, fue conminado a abandonar la parroquia y hubo de hacerlo el 6 de abril, tras ser ésta asaltada. Luego de un tiempo refugiado en la Masía de Baló, se escondió en una casa de la feligresía. Pero el 5 de julio de 1936 pudo celebrar misa rodeado de sus feligreses.

Llegada la Revolución, se escondió, pero, amenazada la familia que lo amparaba, se presentó voluntariamente a la autoridad. Encerrado en la cárcel y liberado al poco a condición de no ausentarse, fue posteriormente detenido de nuevo y llevado ante el Comité. Paseó por toda la población mientras lo insultaban, le rasgaban los vestidos y las carnes y lo pinchaban con navajas. Le cortaron las orejas y lo sometieron a otras torturas en la plaza mayor del pueblo. Él, mientras tanto, callaba y oraba. En la madrugada del 12 de octubre de 1936 junto a la vía del tren le dispararon dieciocho tiros y llevaron su cadáver al cementerio de Ribarroja. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II.
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Beato ROMÁN SITKO. (1880-1942).
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beato Román Sitko, presbítero y mártir, que durante la ocupación militar de Polonia fue maltratado por perseguidores contrarios a la dignidad de los hombres y de la religión, hasta pasar a la visión de la eterna bienaventuranza

Román Sitko era un sacerdote polaco, de la diócesis de Tarnów, creada en 1783 con parte del territorio del arzobispado de Cracovia. Había nacido en 1880. Una vez ordenado sacerdote estuvo dedicado al ministerio pastoral en el que fue un fervoroso pastor de almas, hasta que el obispo le confió el cargo de rector del seminario, en el que supo ser un excelente formador de los jóvenes aspirantes al sacerdocio. La Santa Sede lo había honrado con el título de prelado doméstico de Su Santidad.

Al ocupar los nazis Polonia el seminario fue cerrado, pero él continuó en la clandestinidad las actividades propias del seminario, lamentando mucho la prisión de tantos hermanos sacerdotes por cuya liberación decía él que ofrecía su vida. La policía nazi lo arrestó el 22 de mayo de 1941. Fue sentenciado a prisión en el campo de concentración de Darlewitz donde se comportó como ángel de consuelo de los otros presos, animando a los que sacaban para ser ejecutados. Incapaz de seguir realizando los duros trabajos forzados que desempeñaba, el 12 de octubre de 1942 cayó al suelo exhausto; al verlo, un guardia del campo lo pisó con su bota, le partió el cuello y le produjo la muerte. Fue beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.
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OTROS SANTOS DEL DIA

Santa Domnina. M. 303.
Martirologio Romano: En Anazarbo, de Cilicia, santa Domnina, mártir, que bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Licias, después de haber sufrido muchos tormentos, entregó en la cárcel su espíritu a Dios

San Edistio M. 303/8.
Martirologio Romano: En Roma en la vía Laurentina, san Edistio, mártir
Según la “Passio” legendaria había sido bautizado por el apóstol san Pedro y era escudero de Nerón. Mientras el emperador se encontraba en Laurento, conoció al presbítero Prisco, a la mujer de éste, Termancia, la hija Criste (Cristina) y la sierva Victoria. Con ellos, Edisto, participaba en la liturgia que se celebraba de noche en un arenario, pero, descubierto por la traición de un siervo suyo, fue, junto a sus amigos, sepultado vivo en el arenal, mientras Victoria, que había conseguido huir, fue ejecutada en un bosque cercano.

Santos Félix, Cipriano y 4966 compañeros. M. 484.

Martirologio Romano: Conmemoración de los santos cuatro mil novecientos sesenta y seis mártires y confesores de la fe: obispos, sacerdotes y diáconos de la Iglesia de Dios y una muchedumbre de fieles, durante la persecución vándala en África, por orden del rey arriano Hunnerico, fueron exiliados por odio a la verdad católica en un terrible desierto y celebraron, al final, el martirio después de diversas torturas. Entre ellos se encontraban Félix y Cipriano, obispos, insignes sacerdotes del Señor
Eran dos obispos africanos, jefes de una multitud de cristianos; fueron exiliados por el rey vándalo Unnerico al desierto del Sahara para que se murieran de hambre. Víctor de Utica nos cuenta sus sufrimientos.



San Opilio M. c. s. V.
Martirologio Romano: En Piacenza, ciudad de la Emilia, san Opilio, diácono
 
San Rotobaldo de Pavia. M. 1254.
Martirologio Romano: En Pavía, de la Lombardía, san Rotobaldo, obispo, varón ejemplar por su espíritu de penitencia, que se distinguió por su interés hacia el culto divino y las reliquias de los santos
Archidiácono de la catedral de Pavía, en el 1230, fue elegido y consagrado por el papa Gregorio IX, 53º Obispo de Pavía. Fue muy activo en la caridad. Junto con el Papa, predicó la cruzada contra Federico II, cosa que le valió la cárcel. Después trabajó para reconciliar al emperador con Inocencio IV. Sus reliquias se conservan en la catedral de Pavía.

Tomás Bullaker. Beato. (1602-1642).
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Tomás Bullaker, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que detenido en tiempo del rey Carlos I mientras celebraba la Misa, por razón de su sacerdocio fue ahorcado en Tyburn, siendo descuartizado cuando estaba aún con vida
Nació en Chichester (Sussex). Sacerdote franciscano de corazón ardiente, defensor de la fe, el 12 de octubre de 1642, después de haber recibido la absolución de un cohermano, al canto del Te Deum subió al patíbulo, donde fue ahorcado y horriblemente despedazado en la plaza londinense de Tyburn.

José González Huguet. Beato. (1874-1936).

Martirologio Romano: En la aldea Ribarroja de Turia, en la región española de Valencia, beato José González Huguet, presbítero y mártir, que en la persecución contra la fe combatió un egregio certamen en favor de Cristo
Nacio en Alaquàs, Valencia. Se doctoró en Teología en el Seminario de Valencia y fue ordenado en 1898. Fue vicario en Sueca y Paterna, regente de Puzol y cura Cheste durante 25 años. Su labor pastoral fue inmensa, tanto en la ayuda a los pobres como en la restaurar el templo parroquial destruido por un incendio. Párroco de Cheste. Murió fusilado en Ribarroja, por ser sacerdote.
Pacífico de Valencia (Pedro Salcedo Puchades). Beato. (1874-1936).


Martirologio Romano: En la aldea de Massamagrell, en Valencia, beato Pacífico (Pedro) Salcedo Puchades, religioso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que en la misma persecución fue conformado a la Pasión de Cristo
Nació en Castellar-Valencia. Profesó en la Orden Capuchina el 21 de junio de 1900. Durante 37 años fue limosnero para el convento de Massamagrell, en el que estaba el Seminario Seráfico de la Provincia, edificando a todos con su ejemplo de bondad y sencillez. Cuando se cerró el convento, se refugió en casa de un hermano suyo. Allí llegaron los milicianos la noche del 12 de octubre de 1936, y ante los requerimientos de los verdugos se presentó fray Pacífico diciendo: “Soy yo”. Se lo llevaron a empujones y culatazos de fusil, mientras ”él rezaba el Rosario, a lo largo del camino del azud de Monteolivete en La Punta-Valencia. En la orilla del río Turia, cerca de la presa, lo fusilaron.

Román Sitko. Beato. (1880-1942).
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beato Román Sitko, presbítero y mártir, que durante la ocupación militar de Polonia fue maltratado por perseguidores contrarios a la dignidad de los hombres y de la religión, hasta pasar a la visión de la eterna bienaventuranza
Sacerdote diocesano, murió en el campo de concentración de Auschwitz-Oswincim, Alemania (hoy Polonia), después de ser cruelmente torturado a causa de su fe.
Martirologio Romano (1956)
  • En Roma, los santos Mártires Evagrio, Prisciano y sus Compañeros.
  • En Milán, san Monas, Obispo, el cual, tratándose de elegir Obispo, rodeado de luz celestial, por esta señal maravillosa fue creado Pontífice de aquella Iglesia.
  • En Verona, san Salvino, Obispo.
  • En Siria, san Eustaquio, Presbítero y Confesor.
  • En Áscoli del Piceno, san Serafín, Confesor, de la Orden de Menores Capuchinos, señalado en santidad de vida y humildad; a quien el Sumo Pontífice Clemente XIII puso en el catálogo de los Santos.Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
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Fuentes: Hagiopedia y Tradicion católica