Santoral del 13 de Octubre



INDICE

San Rómulo Obispo
Magdalena Panattieri, Beata Virgen
Chelidonia (Celidonia o Quelidonia), Santa Eremita
Beato GERARDO TUM "el Bienaventurado". (c. 1040 - 1120)
San GERALDO DE AURILLAC. (c.856 - 909)
Alejandrina María da Costa, Beata Apóstol del sufrimiento reparador
Pierre-Adrien Toulorge, Beato Sacerdote y Mártir
Tomás Pallarés Ibáñez y Salustiano González Crespo, Beatos Mártires Vicencianos
San Eduardo, rey de lnglaterra
San Teófilo, obispo de Antioquía, s. II
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de éste día


SAN ROMULO, Obispo
Venid, benditos de mi Padre, a tomar posesión
del reino que os está preparado desde
(Mateo, 25, 34).

No hay información cierta sobre el tiempo en que vivió, pero por deducción puede pensarse que fue en el V, porque el «Arca Tofea», donde el santo fue enterrado y de la que se habla en una biografía anónima del siglo X, es una forma de ataúd utilizado en la Liguria, precisamente en el siglo quinto.

Sucedió en el obispado de Génova a los gloriosos san Félix y san Siro. Nota característica de su ministerio era la bondad, «parecía más como padre que un señor ... era el padre de los pobres ... verdaderamente competente para acabar con discordias de todo tipo». Se encontraba de visita en la región más occidental de la Liguria, que en aquella época era parte de la diócesis de Génova, en Matuta, la actual San Remo, cuando fue alcanzado por la muerte y enterrado en la iglesia de San Siro, donde inmediatamente se convirtió en objeto de gran veneración por los milagros que realizaba.

Según la tradición local de San Remo, Rómulo había recibido educación en la tierra de Matuta, fue luego elegido obispo de Génova, y más tarde, para escapar de la invasión de los longobardos, se retiró en estricta penitencia al interior de Matuta, en una zona llamada aun hoy «de san Rómulo», a una gruta llamada Bauma, donde murió, y que se convirtió en lugar de peregrinación.

Siglos después, durante el episcopado en Génova de Sabatino (930), a causa de las incursiones de los sarracenos en la Riviera di Ponente, las reliquias del santo fueron trasladados solemnemente escoltadas por mar a Génova, y se colocaron en la Catedral de San Lorenzo, donde en 1188 se les hizo un reconocimiento canónico.

A lo largo de la Edad Media, el santo patrono fue venerado como patrono especial de Matuta (Sanremo). Se cuenta un gran número de hechos milagrosos en defensa de la tierra contra los invasores extranjeros, por lo que se lo representa vestido de obispo con una espada desnuda en la mano. Desde el siglo XI Matuta cambió su nombre: San Romolo, que pasó luego a pronunciarse en el siglo XV Sanremo, probablemente como un derivado dialectal. Recibió siempre gran culto en Génova y, después de san Siro, es el obispo con mayor veneración. Su fiesta se celebraba el 13 de octubre, tradicionalmente la fecha de su muerte, pero en la actualidad la arquidiócesis de Génova lo conmemora el 6 de noviembre, junto con los santos obispos Félix y Valentín.

MEDITACIÓN SOBRE LA FELICIDAD DEL HOMBRE EN ESTA VIDA

I. Tres cosas pueden hacernos felices, tanto al menos cuanto lo podemos ser en este lugar de destierro. La primera es la buena conciencia: sin ella, ni los placeres, ni los honores, ni el cumplimiento de todos nuestros deseos podrían contentarnos. Si tienes el alma pura, todo lo desagradable que pueda sucederte no debe turbarte. ¡Qué consuelo poder decirse: Hago lo que depende de mi para estar bien con Dios! ¿Puedes, tú, con verdad, decirlo? ¿No te reprocha nada tu conciencia?

II. La segunda condición para ser feliz es abandonarse generosamente a la providencia de Dios, consagrarse a Él sin reserva, no querer sino lo que El quiere y recibir de su mano con agradecimiento el bien y el mal, pues lo uno y lo otro son efectos de su bondad. Las aflicciones, el ayuno, las enfermedades, no son penosos para los que los soportan, sino solamente para los que los reciben a disgusto. (Salmo).

III. La tercera condición es considerar cuál es voluntad de Dios en todo lo que nos acaece. Dios tiene sus designios y el demonio los suyos. ¿Cuál es designio de Dios en esta enfermedad que te envía? Que la soportes con resignación, mediante el pensamiento de la muerte y del paraíso. El demonio, por lado, quiere arrojarte en la impaciencia y en la murmuración. Dios es tan bueno que no permitiría más que sucediese ningún mal en el mundo, si no fuese Lo suficientemente poderoso como para sacar bien del mal. (San Agustín).

Conformidad con la voluntad de Dios
Orad por los que os gobiernan.


ORACIÓN

Oh Dios, que habéis coronado con la gloria eterna al bienaventurado rey Eduardo, vuestro confesor, haced, os Lo suplicamos, que honrándolo en la tierra, podamos reinar un día con él en el cielo. Por J. C. N. S. Amén.



San Eduardo Rey
Año 1066

Que Dios santísimo nos conceda
muchos gobernantes tan virtuosos
como San Eduardo rey.
Dichoso el que teme ofender al Señor.
Le irá bien (Salmos).

Nuestro Señor Jesucristo en la CruzEduardo quiere decir: el que protege la propiedad (Ed = propiedad. Uard: el que protege).

Este fue el más popular de los reyes ingleses de la antigüedad. Tres cualidades le merecieron su fama de santo: era muy piadoso, sumamente amable y muy amante de la paz.
Era hijo de Etelredo y a los diez años fue desterrado a Normandía, Francia, de donde no pudo volver a Inglaterra sino cuando ya tenía 40 años.
Dicen que conservó perpetua castidad.

San Eduardo tuvo unos modos de actuar que lo hicieron sumamente popular entre sus súbditos y lo convirtieron como en un modelo para sus futuros reyes. Lo primero que hizo fue suprimir el impuesto de guerra, que arruinaba mucho a la gente. Luego durante su largo reinado procuró vivir en la más completa armonía con las cámaras legislativas (que el dividió en dos: cámara de los lores y cámara de los comunes). Se preocupó siempre por obtener que gran cantidad de los impuestos que se recogían, se repartieran entre las gentes más necesitadas.

Un autor que vivió en ese tiempo nos dejó los siguientes datos acerca de San Eduardo: "Era un verdadero hombre de Dios. Vivía como un ángel en medio de tantas ocupaciones materiales y se notaba que Dios lo ayudaba en todo. Eran tan bondadoso que jamás humilló con sus palabras ni al último de sus servidores. Se mostraba especialmente generoso con los pobres, y con los emigrantes, y ayudaba mucho a los monjes. Aún el tiempo en que estaba en vacaciones y dedicado a la cacería, ni un solo día dejaba de asistir a la santa misa. Era alto, majestuoso, de rostro sonrosado y cabellos blancos. Su sola presencia inspiraba cariño y aprecio".

Cuando Eduardo estaba desterrado en Normandía prometió a Dios que si lograba volver a Inglaterra iría en peregrinación a Roma a llevar una donación al Sumo Pontífice. Cuando ya fue rey, contó a sus colaboradores el juramento que había hecho, pero estos le dijeron: "el reino está en paz porque todos le obedecen con gusto Pero si se va a hacer un viaje tan largo, estallará la guerra civil y se arruinará el país". Entonces envió unos embajadores a consultar al Papa San León Nono, el cual le mandó decir que le permitía cambiar su promesa por otra: dar para los pobres lo que iba a gastar en el viaje, y construir un buen convento para religiosos. Así lo hizo puntualmente: repartió entre la gente pobre todo lo que había ahorrado para hacer el viaje, y vendiendo varias de sus propiedades, construyó un convento para 70 monjes, la famosa Abadía de Westminster (nombre que significa: monasterio del occidente: West = oeste u occidente. Minster = monasterio). En la catedral que hay en ese sitio es donde sepultan a los reyes de Inglaterra.

En el año 1066, desgastado de tanto trabajar por su religión y por su pueblo, sintió que le llegaba la hora de la muerte. A los que lloraban al verlo morir, les dijo: "No se aflijan ni se entristezcan, pues yo dejo esta tierra, lugar de dolor y de peligros, para ir a la Patria Celestial donde la paz reina para siempre".
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Fuente: Somos.Vicencianos.org
Tomás Pallarés Ibáñez y Salustiano González Crespo, Beatos
Mártires Vicencianos
Martirologio Romano
: En distintos lugares de España, Beatos Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe († 1934-1936)
Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.

Es “la octubrada”. Trágico ensayo de la gran hecatombe, que empezó en julio de 1936 y terminó en marzo de 1939.

Allí, en la “Asturias Roja”, nació la consigna “U. H. P.”. Allí, el apelativo “rojo” surgió como denominador común de los sin Dios y los sin Patria. Allí comenzó a ser bandera el puño en alto. Allí el saqueo y la destrucción se impusieron como sistema. Allí la persecución a muerte de sacerdotes y religiosos fue empeño característico.

En Oviedo, “la ciudad mártir”, junto a sacerdotes, religiosos y seminaristas ejemplares y beneméritos de la Religión y de España, sucumbieron víctimas de la triste y vergonzosa revolución; que venía cegando la centella de la dignidad humana, ahogando la luz del espíritu y sofocando los últimos vestigios de la gracia en las almas, tres miembros dignísimos de la Congregación de la Misión: los PP. Vicente Pastor y Tomás Pallarés y el Hermano Coadjutor Salustiano González.

Sobre las ruinas sagradas del Seminario Diocesano de Oviedo, semillero de hombres ilustres, brilla, desde octubre de 1934, la aureola del martirio. Regíanlo a la sazón, y desde 1900, los PP. Paúles. Ante el horrible tiroteo con que lo envolvieron en la tarde del día 6 las vanguardias rojas, que asaltaban la ciudad, se impuso la desbandada. La mayor parte de los seminaristas cayeron en poder de los revolucionarios. A punto de ser fusilado un grupo de los mismos, el Hermano González se interpuso diciendo a los verdugos: “Matadme a mí, que no sirvo para nada; pero no matéis a estos jóvenes, que pueden hacer mucho bien”. Conducta tan heroica amansó a las fieras, o, mejor, aplacó momentáneamente sus iras; la perpetración de sus crímenes no toleró largo plazo: aquellos seminaristas que tan al filo estuvieron de la muerte, sufriendo, es verdad, insultos, vejámenes y cárcel (en Mieres), en compañía del Rector (Padre Churruca, C. M.) y algunos profesores, salvaron, al fin, sus vidas; mas otros cayeron (José Méndez, Angel Cuartas, Mariano Suárez, Jesús Prieto, José María Fernández, Gonzalo Zurro y Juan, Castañón) y no lejos de ellos, cual espiga que el vendaval rojo, con sus ardores, acabó de madurar, tronchóse al golpe de la bala mortífera el venerable anciano y santo Hermano Salustiano González Crespo. El P. Vicente Pastor Vicente no abandonó, a lo que parece, el Seminario y en él le asesinaron vilmente los rojos. El P. Tomás Pallarés Ibáñez estuvo encarcelado en el Instituto, donde continuó ejercitando, con notable edificación, su oficio de Padre Espiritual del Seminario. Cuando el edificio iba a ser volado con dinamita, como todos los demás prisioneros, trató de salvarse descolgándose por una ventana, con tan mala fortuna que, al caer (tal vez se desvaneciera en el aire, pues a ello era propenso) quedó muerto.

Los cadáveres del P. Pallarés y del H. González desaparecieron incinerados; el del P. Pastor reposa, en compañía de los de los seminaristas, en el cementerio de Oviedo. Las seis sepulturas están bajo el cobijo de una cruz majestuosa al par que sencilla, y en lápida de mármol, que le sirve de pedestal, la expresiva dedicatoria: “SALVETE, MARTYRES CHRISTI”.

Pues éste es su propio lugar, completemos aquí mismo las presentes notas con los apuntes biográficos de estos protomártires de los Paúles españoles.

1) El P. Tomás Pallarés Ibáñez (1890-1934)

Era natural de la Iglesuela del Cid (Teruel); nació el 6 de marzo de 1890. Sus padres se llamaron Jenaro y María Amparo. Ingresó en la Congregación el 8 de septiembre de 1906. Recibió las sagradas Órdenes en 1915 y fue destinado a la residencia de la Orotava, desde la cual salió a misionar durante varios años muchos pueblos y pagos de la Isla de Tenerife. Por los años 1925, 1926 y 1927 estuvo en Guadalajara como profesor del Colegio Apostólico; desde este último año vivió en, la Casa Central de Madrid de ayudante del Procurador Provincial de la Congregación, hasta 1930; en dicho año fue destinado a Oviedo, de cuyo Seminario fue primero mayordomo y después Director Espiritual.

Siempre tuvo el P. Pallarés fama de santo, sobresaliendo en la práctica de la humildad alimentada de continuo en una piedad poco común.

2) El H. Salustiano González Crespo (1871-1934)

Era de carácter sencillo y pacífico, con temperamento linfático. Había nacido en Tapia de la Ribera (León) el 1 de mayo de 1871. Estuvo dos años de enfermero en, el Hospital Civil de León y fue admitido en el Noviciado de los Paúles, en Madrid, el 28 de octubre de 1894. Hechos los santos votos, fue destinado a Canarias; más de veinte años estuvo por allá, en La Laguna, y pasando por Cuenca —1928-1929— llegó a Oviedo en 1930, donde le esperaba la palma del martirio y la corona del triunfo.

No era un gran talento, ni le hacía falta; Dios no le había llamado a la Congregación de la Misión para ser lumbrera de ciencia humana; la divina le ilustró, y, de ahí, su ferviente anhelo de acabar esta vida en, gracia y como testigo fiel del Autor de ella.

Las terribles y sangrientas escenas desarrolladas en Asturias durante quince días llenaron de espanto a España y al mundo y su interés espeluznante subió de punto al comprender que lo que tal vez alguien estimó momentáneamente obra completa y terminada, no era en realidad de verdad más que el prólogo die un drama infernal; en las páginas siguientes vamos a iluminar con pinceladas propias sus escenas de horror insospechado.

Elías Fuente, Año de publicación original: 1942



1. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 06 Marzo1890 en Iglesuela del Cid, Teruel (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

2. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 01 Mayo 1871 en Tapia de la Ribera, León (España)
martirio: 13 Octubre 1934 en Oviedo, Asturias (España)

3. LUIS AGUIRRE BILBAO
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 13 Septiembre 1914 en Murguía, Vizcaya (España)
martirio: 30 Julio 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

4. LEONCIO PÉREZ NEBREDA
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 18 Marzo1895 en Villarmentero, Burgos (España)
martirio: 02 Agosto 1936 en Las Planas de Oliete, Teruel (España)

5. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Noviembre 1886 en Salazar de Amaya, Burgos (España)
martirio: 03 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

6. ANTONIO CARMANIÚ MERCADER
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 17 Agosto 1860 en Rialp, Lérida (España)
martirio: 17 Agosto 1936 en Llavorsi, Lérida (España)

7. FORTUNATO VELASCO TOBAR
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 31 Mayo 1906 en Tardajos, Burgos (España)
martirio: 24 Agosto 1936 en Alcorisa, Teruel (España)

8. RICARDO ATANES CASTRO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Agosto 1875 en Cualedro, Orense (España)
martirio: 14 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

9. PELAYO JOSÉ GRANADO PRIETO
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 30 Julio 1895 en Santa María de los Llanos, Cuenca (España)
martirio: 27 Agosto 1936 en Gijón, Asturias (España)

10. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 29 Abril 1903 en Moscardón, Teruel (España)
martirio: 24 Octubre 1936 en Gijón, Asturias (España)

11. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 10 Febrero 1879 en Los Balbases, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

12. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 09 Mayo 1874 en Sitios, Zaragoza (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

13. VICENTE VILUMBRALES FUENTE
sacerdote de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 05 Abril 1909 en Reinoso de Bureba, Burgos (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)

14. NARCISO PASCUAL y PASCUAL
hermano de la Congregación de la Misión (Vicenciano)
nacimiento: 11 Agosto 1917 en Sarreaus de Tioira, Orense (España)
martirio: 06 Diciembre 1936 en Guadalajara (España)
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Beata ALEJANDRINA MARÍA DA COSTA. (1904-1955)
Martirologio Romano: En el poblado de Balasar cercano a Braga en Portugal, beata Alejandrina María Da Costa: que se quedó paralítica en todo el cuerpo para huir de las malvadas intenciones de un hombre que quería mancillarla, ofreció todos sus dolores al Señor y por amor de Dios y de los hermanos necesitados en la contemplación de la Eucaristía
Nació en Balasar, Oporto (Portugal), en el seno de una familia trabajadora. Después de hacer los estudios primarios en Póvoa do Varzim, volvió a su pueblo y con 12 años se puso a trabajar en el campo, pues tenía una constitución robusta, pero una enfermedad (se piensa que el tifus) estuvo a punto de costarle la vida, pero superó el peligro, pero después de esto su físico quedó marcado para siempre.

En 1918, tres hombres intentaron violarla a ella y a su hermana Deolinda, Alejandrina, para salvar su pureza se tiró de la ventana a una altura de cuatro metros. Las consecuencias fueron terribles. Hasta los 19 años pudo arrastrarse hasta la iglesia, donde, totalmente contrahecha, permanecía gustosa, siendo la admiración de sus vecinos. Después la parálisis fue progresando cada vez más hasta que los dolores fueron terribles, y se quedó completamente paralítica. En 1925 tuvo que guardar cama para no levantarse más en los restantes 30 años de su vida.

Hasta 1928 no dejó de pedirle a María la gracia de la curación con la promesa de hacerse misionera hasta que comprendió que el sufrimiento era su vocación: “Nuestra Señora me ha concedido una gracia aún mayor. Primero la resignación, después la conformidad completa a la voluntad de Dios, y en fin el deseo de sufrir”. En esta época comenzó a recibir los primeros fenómenos místicos, uniéndose a Jesús en los Sagrarios, por medio de María. Fue la lámpara de los sagrarios, y pasaba las noches peregrinando por los sagrarios, ofreciéndose al Padre como víctima por los pecadores, junto con Cristo y sus intenciones. Hizo el voto de hacer siempre lo que fuera más perfecto.

De 1938 a 1942, vivió todos los viernes la pasión de Cristo. “Amar, sufrir, reparar” fue el programa que le indicó Cristo. Su director espiritual el jesuita Mariano Pinho le indicó que escribiera todas sus revelaciones místicas. En 1936, le pidió al Papa que consagrase al mundo al Corazón Inmaculada de María, y en 1942, Pío XII accedió a sus súplicas. Desde 1942 dejó de alimentarse viviendo sólo de la eucaristía. En 1944 su nuevo director espiritual, el salesiano Humperto Pasquale, la animó para que siguiera escribiendo. En este mismo año se inscribió en la Unión de Cooperadores Salesianos. Rezó y sufrió por los cooperadores de todo el mundo. Los últimos años de su vida los pasó aconsejando a todas las personas que iban a visitarla, guiadas por su fama de santidad. Sus restos están enterrados en la parroquia de Balasar, y sobre su tumba se lee su epitafio que ella misma escribió: “¡Pecadores, si las cenizas de mi cuerpo pueden ser útiles para salvaros, acercaos, pasad sobre ellas, pisadlas hasta que desaparezcan. Pero ya no pequéis; no ofendáis más a Jesús!”.
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San TEÓFILO DE ANTIOQUÍA. (c.120 - c.181)

Martirologio Romano:
Conmemoración de san Teófilo, obispo de Antioquía, varón muy erudito, que ocupó esta sede como sexto sucesor de san Pedro y compuso un libro para defender la fe ortodoxa contra el hereje Marción


Había nacido pagano cerca de los ríos Tigris y el Eufrates en Asiria. Recibió una educación helenística. Se convirtió observando las costumbre de los cristianos, claramente superiores a la de los paganos, y leyendo la Biblia. De su experiencia de convertido y de su conocimiento de la cultura helenística se sirvió para polemizar contra los filósofos paganos de su época y aquellos cristianos helenizantes. Luchó contra las herejías que fueron surgiendo en su época. Fue un apologistas que tuvo como misión la fe cristiana y a la vez ganarse nuevos cristianos.

Fue elegido sexto obispo de Antioquía en el 169. Como tal fue autor de muchos escritos de los cuales el más conocido este fragmento de la defensa de la fe cristiana “A Autólico”: "Pero si tu me dices: - Muéstrame tu Dios, yo te diré: Muéstrame tu hombre, y yo te mostraré mi Dios. Muéstrame que ven claro los ojos de tu alma, y que entienden bien los oídos de tu corazón... Dios se muestra a aquellos que lo pueden ver, cuando han abierto los ojos del alma. Todos tienen sus ojos, pero alguno los ha velado, incapaces de ver la luz del sol. El hecho es que los ciegos no ven, no demuestran por qué la luz del sol no aparece. Los ciegos se enfadan consigo mismos y con sus ojos. Del mismo modo, muchacho, si tu tienes los ojos del alma velados de tus culpas y de tus malos hábitos, no podrás ver la luz. Como un espejo limpio: así es como el hombre debe ver su propia alma pura. Si el espejo está oxidado, la faz del hombre no aparece sobre la superficie. Del mismo modo, si el hombre es pecador, este hombre no puede contemplar a Dios".

Fue el primero que utilizó el término “Trias” (Trinidad), y una doctrina del “logos” precozmente elaborada. También escribió “Contra la herejía de Hermógenes” y “Contra Marción”.
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San GERALDO DE AURILLAC. (c.856 - 909)

Martirologio Romano: En Cierges, en la región de Auvernia, en la Galia, san Geraldo, que, siendo conde de Aurillac, fue un ejemplo para los demás príncipes por haber vivido como monje con hábito secular, procurando el bien de las regiones que tenía encomendadas

Nació en el suroeste de Francia en el seno de una familia de la nobleza; su padre era conde. Recibió una educación conforme a las exigencias de la nobleza de su tiempo, pero también, tras unos problemas de salud, una instrucción literaria y religiosa que tendrá gran importancia en su vida. Conde de Aurillac en 875 a la muerte de su padre; llevó una vida virtuosa en un periodo donde esto era muy difícil para una persona de su rango. Pensó en recibir una orden sagrada, pero siguió el consejo del obispo Gozberto de Rodez de permanecer laico llevando una vida humilde y piadosa, casi monástica. Fundó (hacia el 895) la abadía benedictina de San Padro en sus tierras de Aurillac, bajo la autoridad directa de la Santa Sede y para el que obtuvo, en el 899, la inmunidad y protección real y la dotó con gran generosidad. Geraldo destacó por sus peregrinaciones, en particular a San Pedro de Solignac, a San Martín de Tours, a San Marcial de Limoges, pero sobre todo a Roma (siete veces) de donde recogió muchas reliquias para su monasterio. En el 902 se quedó ciego, y llevó una vida cada vez más monástica. Murió en su propiedad de Saint-Cirgues en Quercy, y fue enterrado e la abadía de Aurillac, que tomará su nombre.

Gerarldo resistió las tentaciones del mundo; luchó contra la injusticia, pero sin atacar a nadie, se puso voluntariamente al servicio de la paz, protegió a la Iglesia y se sometió a la autoridad papal. Es un de los pocos laicos canonizados en el Medioevo
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Beato GERARDO TUM "el Bienaventurado". (c. 1040 - 1120)

Nació posiblemente en Amalfi, o de acuerdo a otras cuentas en Martigues, en Provenza, mientras que alguna autoridad incluye Chateau d'Avesnes, en Hainaut; nació en el seno de una familia noble. Ya sea como soldado o como comerciante, encontró su camino hacia Jerusalén, donde había existido un hospicio durante algún tiempo para la comodidad de las personas que deseasen visitar los lugares sagrados cristianos. Era guardián de un albergue de peregrinos que iban a visitar el Santo Sepulcro y así decidió fundar la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén (hoy Orden de Malta) para asistencia de los enfermos y defensa de los santos lugares.

Gerardo se hizo cargo de esta se convirtió en una fecha no posterior a 1100, y aquí organizó la Orden religiosa dedicada a San Juan, que recibió el reconocimiento papal de Pascual II en 1113, por la bula “Geraudo institutori ac praeposito Hirosolimitani Xenodochii”. Ésta fue renovada y confirmada por Calixto II poco antes de la muerte de Gerardo en 1120.
Durante el califato de Egipto su obra de misericordia no presentó dificultades. Pero en 1071, cuando la batalla de Macincurt y después la de Jerusalén fue suspendida en Egipto y pasó bajo el dominio de los turcos seleúcidas. 30.000 iglesias (entre ellas la del Santo Sepulcro en Jerusalén) fueron destruidas durante el reinado del califa loco Hakim. Este doloroso estado provocó la I Cruzada, guiada por Godofredo de Bouillon que conquistó Jerusalén en 1099. Gerardo se volcó en dar comida e información a los cruzados. La leyenda narra que arrojaba desde las murallas de la ciudad pan para los cristianos que la asediaban; cuando fue descubierto los panes se transformaron en piedras.

Gerardo poseía un extraordinario talento organizativo: construyó una casa para los peregrinos y la iglesia en honor de San Juan Bautista; gestionó la administración, la acogida, la comida y la asistencia pastoral para muchos peregrinos; se ocupó del cuidado de los enfermos y los indigentes; fue, como entonces se le definió “el Señor de los enfermos". Parece que para este menester reclutó a cruzados, para la defensa de los peregrinos.

El punto de partida de su comunidad parece que fueron las sedes establecidas en Italia y en el sur de Francia, y con el tiempo alcanzaron dimensiones europeas. En 1113 el papa Pascual II colocó el Hospital de Jerusalén bajo la protección de la Santa Sede. Los reyes de Jerusalén, Portugal, Castilla y León ayudaron a Gerardo, y también muchos príncipes y obispos.

Sus indicaciones y su ejemplo constituyeron la base de la primera Regla escrita para la Orden, por Raimundo de Puytra en el 1145 y el 1153. La tradición atribuye a Gerardo la profecía: "Nuestra confraternidad será eterna, porque en el terreno en el cual está plantada ahonda sus raíces, es la miseria del mundo; nuestra confraternidad durará hasta que le plazca a Dios y haya hombres dispuestos y empeñados en reducir esta miseria y hacer más soportable el sufrimiento".
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Santa CELEDONIA. (c.1077 - 1152)

artirologio Romano: Cerca de Subiaco, en el Lacio, santa Quelidona o Celedonia, virgen, que, como dice la tradición, durante cincuenta y dos años condujo vida solitaria y austera, dedicada únicamente a Dios

Natural de Cicoli en los Abruzzos. Hacia el 1092, deseando dedicarse solamente a Dios, abandonó la casa paterna y se retiró a vivir vida eremítica en una gruta de los montes Simbruni, a dos millas de Subiaco. El lugar era conocido como Mora Ferogna, aquí vivió 59 años en soledad, dedicada a la oración y el ayuno, soportando heroicamente las inclemencias del tiempo, durmiendo en el suelo, desafiando la ferocidad de los lobos, comiendo solamente lo que le llevaban los fieles, atraídos por su fama de santidad y sus milagros, y a veces, era alimentada milagrosamente por Dios. Una sola vez interrumpió su soledad y fue entre el 1111 y el 1122, que marchó en peregrinación a Roma.

De regreso a Subiaco, en la basílica de Santa Escolástica, recibió del cardenal Conón, obispo de Palestrina, el hábito benedictino. Retomó su vida eremítica, que no abandonó hasta su muerte; de la gruta apareció una columna luminosa que llegaba hasta el cielo y que fue vista por numerosos testigos. Su cuerpo se encuentra en el monasterio de Santa Escolástica. Patrona principal de Subiaco.
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Beata MAGDALENA PANATTIERI. (c.1443 - 1503)

Martirologio Romano: En la localidad de Trino, en el Monferrato, beata Magdalena Panatieri, virgen, hermana de Penitencia de Santo Domingo

Nació en Trino-Vercellese (Montferrato). Fue Terciaria dominica tomando como modelo a santa Catalina de Siena. En un principio sus obras de caridad fueron, sobre todo, para los niños, pero su profundidad espiritual, en las catequesis que impartía, hicieron que la pequeña ciudad de Trino se convirtiera en lugar de peregrinación de los sacerdotes y gentes que buscaban un consejo espiritual. Intentó las reformas de las costumbres y como Savonarola, fue profeta de las desgracias que iban a suceder en Italia.

Gracias a los esfuerzos de la beata, los dominicos empezaron, a practicar más estrictamente la observancia. El año de 1490, la beata Sebastián Maggi fue de Milán a Vercellese para ratificar ese movimiento de reforma. Por entonces, los dominicos estaban envueltos en un pleito con uno de los miembros del consejo de Milán. El consejero abusó tanto de su poder, que fue excomulgado por Roma. En la terrible confusión que produjo esa sentencia, un joven abofeteó públicamente a Magdalena, la cual le presentó la otra mejilla, cosa que no hizo sino enfurecer más al agresor. Los habitantes de Vercellese vieron una especie de señal del cielo en el hecho de que el violento joven, que se llamaba Bartolomé Perduto, murió trágicamente un año más tarde, y el consejero de Milán falleció también a consecuencia de una terrible enfermedad. La beata lloró esas muertes sinceramente. Según parece, Magdalena profetizó las calamidades e invasiones que iban a abatirse sobre el norte de Italia en el siglo XVI. Los habitantes de Vercellese, que inexplicablemente no sufrieron daño alguno, atribuyeron a la intercesión de la beata ese favor. Sin embargo, en 1639, la población fue cañoneada por los españoles y los napolitanos, y las reliquias de Magdalena fueron destruidas.

Cuando Magdalena comprendió que se aproximaba el momento de su muerte, mandó llamar a todas las terciarias, a las que se unieron muchas otras personas, y les prometió orar por ellas en el cielo, diciendo: "No podría ser feliz en el cielo, si vosotras no estuviérais ahí." La beata entregó apaciblemente el alma a Dios, en tanto que los presentes entonaban el Salmo 30.
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Beato PEDRO ADRIÁN TOULORGE. (1757-1793)

Martirologio Romano: En Coutances (Francia), Beato Pierre-Adrien Toulorge, sacerdote profeso de los Canónigos regulares Premostratenses, asesinado por odio a la fe

Nacido en Muneville-le-Bingard, en la península de Cotentin, en el seno de una familia de propietarios agrícolas. Hacia 1776, le admiten en el seminario mayor de Coutances, regentado por los eudistas. Tras ser ordenado sacerdote en 1782, Pedro Adriano Toulorge es nombrado vicario de Doville, parroquia de seiscientos habitantes cuyo párroco es un canónigo premonstratense. La situación material de ambos sacerdotes les permite vivir modestamente, aunque con decencia. La parroquia cuenta con muchos indigentes, como consecuencia de la guerra de independencia norteamericana, que ha arruinado los oficios del mar. El párroco y su vicario ponen todo de su parte para asistirlos.

Pedro Toulorge acude con frecuencia a la abadía premonstratense de Blanchelande, que se halla muy cerca. Pedro Adriano pide al prior que lo admita en su comunidad; su objetivo es doble: dedicarse al ministerio sacerdotal en el medio rural y practicar la vida comunitaria a fin de hallar un apoyo espiritual. Una vez admitido, realiza el noviciado en la abadía de Beauport, en Bretaña. Hasta junio de 1788 el canónigo Toulorge no regresa a Blanchelande, donde profesa sus votos religiosos. Su ministerio lo ejerce en las parroquias vecinas, en especial mediante la predicación.

En julio de 1790, la Asamblea Nacional promulga la «Constitución Civil del Clero», acto cismático que coloca a la Iglesia de Francia bajo la tutela del poder civil. El 26 de agosto de 1792, cuando la «máquina revolucionaria» avanza inexorablemente, una ley condena a la deportación a todos los eclesiásticos funcionarios que no hayan prestado juramento. En adelante, lo que anima abiertamente a los perseguidores es el odio hacia el sacerdote y la religión. Los «rebeldes» que permanezcan en Francia, o que regresen después de haber emigrado, serán pronto reos de muerte. El clero que se mantiene fiel toma en masa el camino del exilio. El padre Toulorge comete entonces un error de cálculo: se considera afectado por la ley de destierro, cuando ésta sólo concierne a los sacerdotes funcionarios. Solicita sus pasaportes y se embarca el 12 de septiembre rumbo a la isla anglonormanda de Jersey, muy próxima. Allí coincide con más de quinientos sacerdotes de la diócesis de Coutances, llevando durante cinco semanas la existencia precaria de un emigrado sin recursos. No obstante, un compañero de exilio le indica su error sobre el alcance de la ley de destierro. Pedro Adriano, pensando en su país que está desprovisto de sacerdotes fieles, decide entonces regresar cuanto antes, con la esperanza de que su ausencia haya pasado desapercibida. Desembarca clandestinamente en una playa de Cotentin y enseguida se oculta en el monte; desde noviembre de 1792 hasta septiembre de 1793, vive en la clandestinidad desplazándose de un pueblo a otro, disfrazado, para celebrar Misa en casas particulares y administrar los sacramentos.

El sacerdote es arrestado de inmediato y las pruebas (ornamentos sagrados, cáliz«) requisadas. Dos días después, los acusados son conducidos al directorio del distrito de Carentan para ser juzgados. Con el fin de escapar de la sentencia de muerte decretada contra los «emigrados regresados», Pedro Adriano oculta que ha abandonado Francia. El 22 de septiembre de 1793, Pedro Adriano comparece ante la Comisión administrativa de Coutances, encargada de decidir si debe ser declarado «emigrado regresado». Tras un largo interrogatorio a pesar de su agotamiento físico, reconoce su breve emigración a Jersey. Algunos jueces están incluso dispuestos a responder en lugar del padre a las preguntas del presidente, con objeto de que no tenga un cargo de conciencia; le bastará con guardar silencio. Pero él prefiere morir antes que dejar de decir toda la verdad, incluso ante un tribunal revolucionario.

Un silencio impresionante sigue a la lectura del fallo. Entonces, Pedro Adriano pronuncia las siguientes palabras: «¡Deo gratias! (gracias, Dios mío)« ¡Que se haga la voluntad de Dios y no la mía! ¡Adiós, señores, hasta la Eternidad, si es que son dignos de ella!». El pueblo de Cotentin otorgó al padre Toulorge el título de «mártir de la verdad».
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OTROS SANTOS DEL DIA
San Eduardo, Rey de los Ingleses y Confesor, que descansó en el Señor el día 5 de Enero, pero es venerado principalmente en este día, a causa de la Traslación de su cuerpo.
Más información:
Santoral del Padre Grosez, S.J.
Meditación sobre la felicidad del hombre en esta vida.
En Tróade, ciudad del Asia Menor, el triunfo de san Carpo, que fue discípulo de san Pablo Apóstol.
En Córdoba de España, el suplicio de los santos Mártires Fausto, Jenaro y Marcial; los cuales, atormentados primero en el ecúleo, raídas luego las cejas y arrancados los dientes, cortadas las orejas y la nariz, en el suplicio del fuego consumaron por fin el martirio.
En Salónica, san Florencio, Mártir, que al cabo de varios tormentos, fue consumido en la hoguera.
En Stokerau de Austria, san Colmano, Mártir.
En Antioquía, san Teófilo, Obispo, el sexto después de san Pedro Apóstol que ocupó la silla Pontifical de aquella Iglesia.
En Tours de Francia, san Venancio, Abad y Confesor.
En Subiaco del Lacio, santa Celedonia, Virgen.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.