Santoral del 6 de Octubre



INDICE

Bruno, Santo Fundador de los Cartujos
Fe (Foy), SantaVirgen y Mártir
María Francisca de las Cinco Llagas de Jesús, SantaReligiosa
Magno de Oderzo, SantoObispo
Isidoro de San José De Loor, BeatoPresbítero Pasionista
Maria Rosa Durocher, Beata Virgen, Fundadora
Artaldo de Belley, Santo Monje y Obispo
San Adalberón de Würzburgo, Obispo
San Ságar de Laodicea, obispo y mártir
San Ywio, monje
Beato Francisco Hunot, presbítero y mártir
San Renato de Sorrento, obispo
Otros Santos y BeatosCompletando el santoral de éste día
Bruno, fundador; Sagar, Barto, Balduino, Probo, Renato, Román, Térico, Artaldo, Apolinar, Fraterno, Magno, obispos; María Francisca de las cinco llagas, confesores; Godofredo, abad; Alberta, Marcelo, Casto, Emilio, Saturnino, beato; Diego Luis de S. Vitores, mártires.

SAN BRUNO, Confesor
Estos hombres -de quienes el mundo
no era digno- anduvieron errantes,
extraviados por desiertos y montañas,
en cuevas y cavernas de la tierra.
(Hebreos, 11, 37-38).


San Bruno, nacido en 1035 en Colonia, de padres nobles y virtuosos, llegó a ser rector de las escuelas de Reims, donde brilló como orador, poeta, filósofo y teólogo; se propuso después, con seis amigos suyos, ir a pedir un retiro a San Hugo de Grenoble, que les dio la Cartuja, donde puso los cimientos de la Orden fervorosa, austera y sabia de los Cartujos. Murió en un retiro de Calabria en 1101.

MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN BRUNO

I. Resolvióse San Bruno a prepararse para la muerte mediante una vida santa, dejó el mundo y se retiró a la soledad, El mundo es uno de los más grandes enemigos de nuestra salvación, y la soledad nos proporciona el medio para triunfar de él, alejándonos de los objetos que nos incitan al pecado, ¡Oh amable soledad! si los hombres conociesen la inefable alegría de que colmas a tus dichosos moradores, las ciudades se despoblarían y los hombres irían a buscar a Jesús en el seno de los desiertos más inhóspitos. La soledad es la morada habitual del Salvador. (Terrtuliano)

II. Después de haber vencido al mundo, hay que someter a la carne, este enemigo que nos sigue a todas partes y lleva contra nuestra virtud asaltos incesantes. Para hacerse señor de ella, San Bruno se sirvió del cilicio, del ayuno y otras austeridades. No creas
que la penitencia Conviene sólo a los religiosos: tú que estás en el mundo, la necesitas más que ellos, sea para expiar tus pecados, sea para resistir las tentaciones que continuamente te atacan.

III. Al demonio, que es el tercer enemigo que debemos vencer, este ilustre ermitaño opuso la oración. Gran parte del día y de la noche la pasaba en oración y contemplación; los consuelos que gustaba en estos piadosos ejercicios trocaban su soledad en un verdadero paraíso. Retírate, siguiendo su ejemplo, para escapar al peligro del mundo y gustar los encantos del amor de Dios. Encontré la contradicción en la ciudad y me alejé de ella huyendo y habité en la Soledad. (El Salmista).

El amor a la soledad
Orad por la Orden de los Cartujos.

ORACIÓN

Haced, os lo suplicamos, Señor, que los méritos de San Bruno, Vuestro confesor, acudan en nuestra ayuda, y que su intercesión nos obtenga el perdón de las graves ofensas que hemos cometido contra vuestra Majestad. Por J. C. N. S. Amén.



Fuente: Santiebeati.it
Artaldo de Belley, Santo Monje y Obispo
Martirologio Romano
: En la Cartuja de Arvières, en la Borgoña, fundada por él mismo, san Artaldo, obispo de Belley, que tenía cerca de noventa años cuando, a pesar suyo, fue elegido obispo, pero a los dos años renunció, volviendo a la vida monástica, y falleció a la edad de ciento seis años (1206).

Fecha de canonización: 2 de junio 1834.

El "Martyrologium Romanum" lo recuerda al 6 de octubre con el nombre de Artaldo, en Francia se lo conoce como Arthaud o Arthold. Nació hacia el 1101 en el castillo de Sothonod, parroquia de Songieu, en Valromey (Departamento francés de Ain cuya capital es Bourg-en-Bresse).

Artaldo transcurrió su juventud en la corte de Amadeo III de Saboya, 1095 -1148, quien murió en Chipre durante la segunda Cruzada. Con casi veinte años, en el 1120, entró en la Cartuja de Portes (Lione) y cuando tuvo 31 años fue enviado a la diócesis de Ginebra, para fundar allí un monasterio de la orden cartuja, fundado en el 1084 por San Bruno.

Pero la primera casa, levantada cerca de Mont Colombier, fue destruida un año después por un incendio; entonces Artaldo se desplazó a la meseta de Arvièrs donde fundó una nueva cartuja convirtiéndose en su prior.

En aquellos días debía ya de tener una reputación de santidad, dado que el papa Alejandro III (1159 -1181) le hacía confidencias en epístolas escritas después de sus confrontaciones con el emperador Federico Barbirrojo.

Muy a su a pesar, Artaldo fue elegido obispo de Belley, ciudad francesa y capital de un condado en la Edad Media, siendo el sucesor del obispo Reginaldo; para evitar asumir el cargo se escondió, pero por poco tiempo, en 1188 se vio obligado a aceptar el nombramiento.

Tan sólo estuvo a cargo de la diócesis por dos años, porque en el 1190 consiguió que el Papa Clemente III (1187 -1191) aceptara su renuncia y por lo tanto pudo regresar a su cartuja en Arvières, dónde vivió santamente hasta los 105 años, su muerte ocurrió el 6 de octubre 1206.
Sus reliquias, reconocidas oficialmente en 1640, durante la Revolución francesa, fueron confiadas a la parroquia de Lochieu, y luego de algunos entierros y exhumaciones, el 13 de abril de 1830 regresaron de nuevo a la susodicha iglesia parroquial.

Su fiesta celebrada por los cartujos el 6 de octubre, fue extendida a toda la diócesis de Belley y luego a toda Europa, de papa Gregorio XVI, mediante decreto confirmó su culto el 2 de junio 1834.
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San Adalberón de Würzburgo, Obispo
Martirologio Romano: En el monasterio de Lambach, en Baviera, muerte de san Adalberón, obispo de Würzburgo, que, por defender la Sede Apostólica, tuvo que sufrir mucho por parte de los cismáticos y, expulsado varias veces de su sede, pasó en paz sus últimos años en dicho monasterio de Lambach, que él mismo había fundado. (c.1010/45 - 1090).

Hijo del conde Arnoldo de Leimbach. Estudió en París, junto con san Altmann de Passau. Obispo de Würzburgo, como tal se puso al lado del papa san Gregorio VII contra el emperador Enrique IV.

Por esta razón fue expulsado de su sede (1085) y se retiró a la abadía de Leimbach en Austria, que había contribuido para su fundación. Parece que perteneció a la capilla real; construyó en Würzburgo una nueva sede para los canónigos (el nucleo de Neumünster).

Murió en la abadía benedictina de Leimbah, dos años después de renunciar a su sede. Su tumba se convirtió en lugar de peregrinación por la serie de milagros que se realizaban, según cuentan las crónicas.
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Autor: Xavier Villalta
Maria Rosa Durocher, Beata
Virgen Fundadora
de la Congregación de Hermanas de los Santos Nombres de Jesús y María

Martirologio Romano: En la localidad de Longueuil, en Canadá, beata María Rosa (Eulalia) Durocher, virgen, fundadora de la Congregación de Hermanas de los Santos Nombres de Jesús y de María, para la formación humana y cristiana de las jóvenes (1849).

Fecha de beatificación: Fue beatificada por el Santo Padre Juan Pablo II el 23 de mayo de 1982.

Bautizada con el nombre de Eulalie Durocher nació en San Antoine-sur-Richelieu (Canadá) el 6 de octubre de 1811.

Cuando era joven, quiso hacerse religiosa, pero su precaria salud le impidió llevar a cabo sus proyectos. Entonces decidió hacer de su casa un santuario, viviendo consagrada al Señor y dedicando su existencia a obras de caridad y de servicio a los demás. Ayudadaba a su hermano, que era párroco de San Benito, dirigiendo las labores domésticas de la casa rural, acogiendo a sacerdotes y seminaristas que allí deseaban hospedarse y fomentando obras de caridad. Así sirvió a la Iglesia durante 13 años.

Ella veía la gran necesidad de instrucción para la juventud. Sobre todo las jóvenes recibían muy poca instrucción.

Por solicitud del Obispo Ignace Bourget, ella fue a Longueuil para fundar una nueva comunidad dedicada a la instrucción de la juventud. Dicha comunidad, inspirada en la fundación de los hermanos lasallistas, recibió el nombre de Hijas de los Sagrados Nombres de Jesús y María.

Por su fe, su juicio y su creatividad apostólica, esta mujer tenía una gran influencia en la sociedad y la Iglesia de Quebec. Nacida para educar, supo desarrollar los dones de las personas a su alrededor y logró abrir su congregación al futuro.

El 8 de diciembre de 1844, junto con Henriette Cérré y Mélodie Dufresne, hicieron su profesión religiosa en la iglesia de Longueuil. El 6 de octubre de 1849, el Obispo Ignace Bourget presidió al entierro de Madre Marie-Rose que había fallecido ese mismo día a la edad de treinta y ocho años
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Fuente: Passiochristi.org

Isidoro de San José De Loor, BeatoReligioso Pasionista
Martirologio Romano
: En Courtrai, en Bélgica, beato Isidoro de San José de Loor, religioso de la Congregación de la Pasión, que cumplió con fidelidad las funciones que se le encomendaron y, habiendo enfermado, fue ejemplo para sus hermanos al soportar terribles dolores (1916).

Fecha de beatificación: 30 de septiembre de 1984, por S.S. Juan Pablo II.

Los santos pueden parecer todos iguales, pero al final vemos que no existe uno igual a otro. También Isidoro ofrece su vida al Señor en sacrificio y escribe a los suyos: "Los he dejado para vivir solo para el Señor y trabajar mucho por la salvación de mi alma, de la de ustedes y de las de muchos otros".

Se le puede definir como el campesino santo. Nace en Vrasene (Bélgica) el 8 de abril de 1881 de una familia de campesinos. Es doblemente afortunado, primero porque sus padres se distinguen por la piedad, la rectitud moral y una conducta irreprensible. En segundo lugar porque "La agricultura ha sido creada por el Altísimo" (Sir. 7,15) y el trabajo de los campos es agradable a Dios. También en el convento se dedicará con pasión al trabajo del campo y escribirá: "Trabajar y plantar en el huerto me hace maravillosamente bien".

Es un joven robusto, activo y sociable; ayuda a la familia trabajando en el campo y el invierno con el tico como obrero de la empresa de pavimentación de las calles; canta en el coro de la parroquia y también es catequista. Participa asiduamente en la vida de la parroquia, se inscribe a la "Pía unión por el Vía Crucis semanal" y ama meditar la pasión de Jesús. Mientras va madurando la idea de ser religioso. Un sacerdote redentorista lo encamina hacia los pasionistas por su amor a Jesús Crucificado. En abril de 1907, a los 26 años de edad entra en el noviciado pasionista de Ere como religioso hermano.

Sufre mucho por la separación de su familia y padece un malestar, él que habla flamenco, debe hablar en francés, la lengua oficial en el convento. El 8 de septiembre de 1907 toma el hábito pasionista y un año después emite la profesión religiosa.

Está feliz por su vocación. Escribe a sus padres: "Aquí todos somos iguales, del superior al más pequeño; todos en una misma mesa, en una misma oración, en un mismo reposo, en una misma recreación. Todos juntos trabajamos, según la condición de cada uno. Nos damos un servicio recíproco"

Su vida no cambia mucho; habituado desde su familia a ser un apóstol continúa a serlo también en el convento. "Cumpliendo todo por la gloria de Dios, escribe, "colaboro en la conversión de los pecadores y a difundir la devoción a la Pasión de Jesús y a los dolores de María. Mientras los sacerdotes van a predicar, nosotros los hermanos trabajamos para la comunidad; también el trabajo más insignificante se convierte en mérito para Dios y nuestra salvación. No anhelo, ni deseo otra cosa que sacrificarme enteramente por la salvación de las almas".

Humildad y paciencia son sus virtudes. "El trabajo, dice bromeando, me hace bien. Así cuando viene el diablo y me encuentra ocupado, se convence que no tiene nada que esperar de mi... y no le queda más que irse".

Su vida es una continua búsqueda de la voluntad de Dios; sobre ella extiende su jornada y en ella encuentra paz y serenidad, en una continua acción de gracias. En la víspera de sus votos escribe: "Estoy por hacer mi profesión, únicamente para hacer la voluntad de Dios". Lo llaman "el hermano bueno, el hermano de la voluntad de Dios, la encarnación de la regla pasionista".

Vive una rígida pobreza y escribe: "No poseo muchas cosas; solo tengo un crucifijo, una navaja de afeitar, un sacapuntas, un lápiz, pero no se como hacerles comprender la grande alegría que me llena viéndome libre de todo, para que mi corazón no ame sino a Jesús".

No falta el sufrimiento físico. En Junio de 1911, por un cáncer, le es extirpado el ojo derecho. Soporta todo con grande fuerza, tanto que el médico que lo opera exclama: "Este hombre deber ser un santo". Él escribe: "Me he confesado y en la comunión he ofrecido a Dios mi ojo por la expiación de mis pecados, por el bien espiritual y material de ustedes y por otras muchas otras intenciones. Me he abandonado cómodamente a la voluntad de Dios, sin entristecerme".

El mal continúa su curso. Padece cáncer en el intestino y el médico advierte al superior las consecuencias fatales de la enfermedad. El superior hace conciente a Isidoro, el cual acoge la noticia con la habitual serenidad. Padece dolorosas operaciones. Exclama: "Debemos aceptar nuestros sufrimientos en unión con Jesús, que es para nosotros el modelo de abandono a la voluntad del Padre". Los familiares no podrán estar siempre con él para asistirlo, porque lo impiden los alemanes que han ocupado Bélgica. Estamos en plena 1ª guerra mundial. Muere en octubre de 1916, de 35 años.

El humilde y silencioso hermano pasionista se convertirá en una de las figuras más amadas y populares de Bélgica. Juan Pablo II lo ha declarado beato el 30 de septiembre de 1984.
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Magno de Oderzo, SantoObispo
Martirologio Romano:
En Venecia, conmemoración de san Magno, obispo, que, al tomar los lombardos su sede episcopal de Oderzo (Opitergium en latín), con la mayor parte de su grey se trasladó junto a la laguna véneta, fundando la nueva ciudad de Heraclia o Eraclea, así como varias iglesias en el lugar donde más tarde se levantó la ciudad de Venecia (c. 670).

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Según la tradición, Magno nació en Altino en una familia noble, probablemente en el último cuarto del siglo VI. Después de realizar estudios humanísticos en su ciudad natal, se retiró para hacer vida eremítica a una isla de una laguna cercana, donde se preparó para el sacerdocio. Fue ordenado en la ciudad de Oderzo, donde ejerció su sacerdocio combatiendo a los últimos propagadores del paganismo y a la infiltración arriana proveniente de la diócesis (Ceneda), ocupada por los Lombardos.

En 630 sucede a San Tiziano en la sede episcopal de Oderzo. La Ciudad y parte de la diócesis todavía está sujeta a Bizancio, de la que constituía el último contrafuerte de resistencia en tierra firme contra el reino lombardo. No es extraño que Rotari, aprovechando la circunstancia de que las fuerzas bizantinas estaban comprometidas en Oriente, en 638-39 asaltó y ocupó la ciudad. La mayor parte de los habitantes, bajo la guía de su jefe político y especialmente del obispo, se refugió en la isla vecina de la laguna véneta, que formaba parte de la diócesis de Oderzo. Magno obtiene del Papa Severino (28 maggio - 2 agosto 640) y de Primigenio, patriarca de Grado, la transferencia de la sede episcopal, aunque conservando el nombre de Oderzo. Allí construye la catedral dedicada al apóstol San Pedro, de modo que la tradición también lo hace fudador, por divina inspiración, de otras ocho iglesias en la zona en donde surgirá Venecia. En 665-667, Oderzo fue reocupada y casi destruida por los Lonbardos. El santo sobrevive pocos años a este triste evento: muerenonagenario alrededor de 670 y fue sepultado en su catedral.

Cuando debido al hundimiento de la laguna circundante, Eraclea fue abandonada por sus habitantes, Pietro Ziani (1205-29), el 6 de octubre de 1206, hizo trasportar los restos de San Magno Venecia, a la iglesia de San Jeremías. El 21 de dicembre de 1459 el senado veneciano decretó que ese día fuera festivo para toda la ciudad; el 28 de septiembre de 1563, un nuevo decreto del senado permite que un brazo del santo sea llevado a la basílica de San Marcos y que todos los años, el día 6 de octubre sea expuesto a la veneración de los fieles dentro de un rico relicario.

En Venecia se sigue venerando a San Magno a pesar de que después de el 22 de abril de 1956 sus restos volvieron a la nueva Eraclea para ser conservados en la iglesia parroquial de Santa María Inmaculada.
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Santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, virgen
n.: 1715 - †: 1791 - país: Italia
otras formas del nombre: Ana María Gallo, María Francisca de Nápoles
canonización: B: Gregorio XVI 12 nov 1843 - C: Pío IX 29 jun 1867
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

En Nápoles, de la Campania, santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo (Ana María) Gallo, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que soportó muchas y continuas pruebas, mostrando gran paciencia, penitencia y amor a Dios y a las almas.

Bárbara Basinsin, la madre de nuestra santa, sufrió mucho antes de darla a luz, debido a los malos tratos de su iracundo marido y a una serie de sueños espantosos que tuvo. Para consolarse, abrió su corazón al franciscano san Juan José de la Cruz y al jesuita Francisco de Jerónimo. Ambos santos la reconfortaron y profetizaron la santidad de la niña que estaba por nacer. Vio ésta la luz en Nápoles, en 1715 y fue bautizada con los nombres de Ana María Rosa Nicolasa. Cuando Ana tenía dieciséis años, su padre, Francisco Gallo, intentó casarla con un pretendiente de buena familia que estaba enamorado de la belleza y virtud de la joven. Pero Ana, que había determinado ya consagrarse a Cristo, desafió la cólera de su padre y se negó a contraer matrimonio. Dejándose llevar de su carácter brutal, Francisco Gallo golpeó a su hija y la encerró en su habitación a pan y agua. La joven aprovechó con gran gozo esa ocasión de sufrir por Dios. Entre tanto, su madre hacía cuanto podía por persuadir a su marido a que permitiese a la joven seguir su vocación e ingresar en la tercera orden de San Francisco. Para ello mandó llamar a un fraile de la observancia, llamado Teófilo, quien logró hacer ver a Francisco que su conducta era injusta y poco razonable, de suerte que éste desistió de obligar a su hija a contraer matrimonio.

El 8 de septiembre de 1731, Ana tomó el hábito de la tercera orden en la iglesia de los franciscanos de la reforma alcantarina, en Nápoles. En prueba de su devoción a la Pasión de Cristo, tomó el nombre de María Francisca de las Cinco Llagas. Según se acostumbraba entonces, la joven vivió en su casa, entregada a la piedad y el trabajo. Durante los últimos treinta y ocho años de su existencia, fue ama de casa de un sacerdote secular llamado Juan Pessiri. La hermana Francisca María se vio sujeta a una serie de fenómenos místicos extraordinarios.

Cuando rezaba el Viacrucis, especialmente los viernes de cuaresma, sufría los diferentes dolores de la Pasión del Señor: la agonía del huerto, la flagelación, la coronación de espinas, etc. Cada semana se veía sometida a una tortura diferente, en el mismo orden en que las sufrió Cristo y, el último viernes de cuaresma, entraba en un trance semejante a la muerte. También se cuenta que tenía grabados en su carne los estigmas de la Pasión. Pero los fenómenos más extraordinarios estaban relacionados con la comunión, que recibía diariamente con permiso de su confesor. Se cuenta que en tres ocasiones la hostia voló a posarse en los labios de la santa; una vez se escapó de las manos del sacerdote en el momento en que éste recitaba el «Agnus Dei», otra vez voló desde el copón y, en la tercera ocasión, voló la partícula que el sacerdote se disponía a depositar en el cáliz durante la misa. Por otra parte, el barnabita Francisco Javier Bianchi dio testimonio de otros milagros aún más sorprendentes, relacionados con la Preciosa Sangre. En la Navidad de 1741, María Francisca llegó a las alturas del matrimonio místico. Hallábase orando ante el nacimiento y le pareció que el Niño Jesús extendía la mano y le decía: «Esta noche serás mi esposa». Tal experiencia le produjo una ceguera que duró hasta el día siguiente. Las visiones y éxtasis de la santa eran tan frecuentes que sería imposible enumerarlos.

A los sufrimientos que mencionamos arriba, se añadían la mala salud y la pena que le causaban su padre y otros miembros de su familia con su actitud agresiva. Como si ello no fuese suficiente, la hermana María Francisca se imponía severas penitencias y pedía a Dios que le permitiese compartir las penas de las almas del purgatorio (también pedía por su padre cuando murió) y las de sus vecinos enfermos. Un día, el confesor de la santa le dijo que él se preguntaba algunas veces si «había realmente almas en el purgatorio, dada la cantidad de penitencias que María Francisca hacía por ellas». Se cuenta que los muertos se aparecieron a la santa en varias ocasiones para pedirle que orase por ellos. María Francisca confesó al P. Cayetano Laviosa, provincial de los teatinos, que había sufrido en su vida cuanto podía sufrir. Los sacerdotes, los religiosos y los laicos acudían a ella en busca de ayuda y consejo. En cierta ocasión, dijo la santa a fray Pedro Bautista, franciscano de la reforma alcantarina: «Tened cuidado de no fomentar los celos entre vuestras penitentes. Nosotras, las mujeres, somos muy inclinadas a ello, como lo sé por propia experiencia. Yo me vi atacada de celos, pero doy gracias a Dios de que mi confesor se haya portado como se portó, ya que me ordenó que me confesase después de todos los otros penitentes y, cuando me acercaba yo al confesonario, me decía bruscamente: 'Id a comulgar'. Entonces el diablo me metió en la cabeza la idea de que mi confesor no me apreciaba y de que no se daba cuenta de lo que me hacían sufrir mi padre y mis hermanas cuando volvía yo a casa de la iglesia. Pero lo que más me angustiaba eran los comentarios de las vecinas, porque me confesaba yo con demasiada frecuencia. Os cuento esto para que seáis amable y bondadoso y también para que sepáis tratar con cierta severidad a quienes lo necesitan».

Santa María Francisca vivió hasta el principio de la Revolución Francesa y predijo claramente el desarrollo general de los acontecimientos. Más de una vez dijo: «Lo único que veo son desastres en el presente y desastres todavía mayores en el porvenir. Pido a Dios que no permita que yo los presencie». Dios la llamó a sí el 6 de octubre de 1791. Fue sepultada en la iglesia de Santa Lucía del Monte, en Nápoles. La santa había prometido a san Francisco Javier Bianchi que se le aparecería tres días antes de la muerte de éste y así lo hizo, el 28 de enero de 1815. Fue canonizada en 1867.

Poco después de la muerte de la santa, el P. Laviosa, que la había conocido personalmente, publicó una breve biografía que, corregida y aumentada, fue publicada de nuevo en 1866, con motivo de la canonización, que tuvo lugar al año siguiente; llevaba por título Vita di Santa Maria Francesca delle Cinque Piaghe di Gesú Cristo. L. Montella publicó otra biografía en 1866. Acerca de los fenómenos místicos, cf. H. Thurston, The Physical Phenomena of Mysticism (1952).

fuente: El Testigo fiel
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P. Felipe Santos
Fe (Foy), Santa
Virgen y Mártir
Martirologio Romano: En Agen, ciudad de Aquitania, santa Fe, mártir (s. IV).

Etimología: Fe = fiel. Viene de la lengua latina.

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

La versión francesa de su nombre es Foy, con el que es conocida por muchos

Cuando esta doncella compareció ante los procuradores Daciano y Ageno por ser cristiana, hizo primero la señal de la cruz y pidió ayuda celestial, después se volvió hacia Daciano, quien le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Ella respondió: "Me llamo Fe y espero estar a la altura de mi nombre". Daciano le preguntó: "¿Cual es tu religión? Fe replicó: "Desde niña he servido a cristo y a Él me he consagrado". Daciano, que se sentía inclinado al perdón, le dijo: "Hija mía, piensa en tu juventud y tu belleza. Renuncia a tu religión y ofrece sacrificios a Diana. Es una diosa de tu sexo y te concederá toda clase de bienes". Pero la santa respondió: "Todos los dioses de los gentiles son malos. ¿Cómo, pues, me pides que les ofrezca sacrificios?" Daciano exclamó: "Si no ofreces sacrificios, morirás en el tormento". La joven replicó: "Estoy pronta a sufrir todos los tormentos por Cristo. Ardo en deseos de morir por Él". Daciano ordenó a los verdugos que trajesen una parrilla y tendiesen a Fe sobre ella. Los verdugos vertieron aceite en el fuego para avivar las llamas y hacer más violenta la tortura. Algunos espectadores, horrorizados gritaron: "¿Cómo te atreves a atormentar a una doncella cuyo único crimen es adorar a Dios?" Daciano mandó arrestar al punto a algunos de los que habían lanzado ese grito. Como éstos se negaron a ofrecer sacrificios, fueron decapitados junto con Santa Fe.

La leyenda que acabamos de reproducir no es fidedigna, ya que se confunde en algunos puntos con la de San Caprasio (20 de octubre). Pero el culto de Santa Fe era muy popular en la Edad Media en Europa. La capilla del costado oriental de la cripta de la Catedral de San Pablo, en Londres, lleva todavía el nombre de la santa. Antes del Gran Incendio, existía en Faringdon Ward Withinuna parroquia consagrada a Santa Fe, que fue derribada en 1240 para ensanchar el coro de la catedral.

En Conques, existe una estatua relicario de Santa Fe con una historia muy particular:

Resulta que un monje fue un día a robar sus reliquias en la iglesia de santa Fe de Agen.

La razón que aducía acerca de su robo era que en su abadía no había reliquias para que los peregrinos se detuvieran a verlas y, de camino, ganar algún dinero con las visitas.

Por lo visto era una costumbre extendida en la Edad Media. No era por el hecho de robar sino para incrementar la santidad de los fieles.

Desde que se realizó el traslado de las reliquias, la abadía tuvo una época de prosperidad muy grande.

Además, como se encontraba en la ruta del Camino de Santiago de Compostela, los peregrinos se paraban para rezar ante la bella estatua de roca que contenía el cráneo de la santa mártir.

Su fama se extendió por Francia, España y Portugal. Y su fama llegó hasta la misma América cuando los conquistadores descubrieron el Nuevo Mundo.

Hay muchas ciudades que llevan su nombre en varias naciones americanas.
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Fuente: EWTN
Bruno, SantoFundador de los Cartujos
Martirologio Romano
: San Bruno, presbítero, que, oriundo de Colonia, en Lotaringia, enseñó ciencias eclesiásticas en la Galia, pero deseando llevar vida solitaria, con algunos discípulos se instaló en el apartado valle de Cartuja, en los Alpes, dando origen a una Orden que conjuga la soledad de los eremitas con la vida común de los cenobitas. Llamado por el papa Urbano II a Roma, para que le ayudase en las necesidades de la Iglesia, pasó los últimos años de su vida como eremita en el cenobio de La Torre, en Calabria (1101).

Fecha de canonización: Su culto fue aprobado por el Papa León X y luego confirmado por el Papa Gregorio XV en el año 1623.

Bruno significa: "fuerte como una coraza o armadura metálica" (Brunne, en alemán es coraza).

Este santo se hizo famoso por haber fundado la comunidad religiosa más austera y penitente, los monjes cartujos, que viven en perpetuo silencio y jamás comen carne ni toman bebidas alcohólicas.

Nació en Colonia, Alemania, en el año 1030. Desde joven demostró poseer grandes cualidades intelectuales, y especialísimas aptitudes para dirigir espiritualmente a los demás. Ya a los 27 años era director espiritual de muchísimas personas importantes. Uno de sus dirigidos fue el futuro Papa Urbano II.

Ordenado sacerdote fue profesor de teología durante 18 años en Reims, y Canciller del Sr. Arzobispo, pero al morir éste, un hombre indigno, llamado Manasés, se hizo elegir arzobispo de esa ciudad, y ante sus comportamientos tan inmorales, Bruno lo acusó ante una reunión de obispos, y el Sumo Pontífice destituyó a Manasés. Le ofrecieron el cargo de Arzobispo a nuestro santo, pero él no lo quiso aceptar, porque se creía indigno de tan alto cargo. El destituido en venganza, le hizo quitar a Bruno todos sus bienes y quemar varias de sus posesiones.

Dicen que por aquel tiempo oyó Bruno una narración que le impresionó muchísimo. Le contaron que un hombre que tenía fama de ser buena persona (pero que en la vida privada no era nada santo) cuando le estaban celebrando su funeral, habló tres veces. La primera dijo: "He sido juzgado". La segunda: "He sido hallado culpable". La tercera: "He sido condenado". Y decían que las gentes se habían asustado muchísimo y habían huido de él y que el cadáver había sido arrojado al fondo de un río caudaloso. Estas narraciones y otros pensamientos muy profundos que bullían en su mente, llevaron a Bruno a alejarse de la vida mundana y dedicarse totalmente a la vida de oración y penitencia, en un sitio bien alejado de todos.

Teniendo todavía abundantes riquezas y gozando de la amistad de altos personajes y de una gran estimación entre la gente, y pudiendo, si aceptaba, ser nombrado Arzobispo de Reims, Bruno renunció a todo esto y se fue de monje al monasterio de San Roberto en Molesmes. Pero luego sintió que aunque allí se observaban reglamentos muy estrictos, sin embargo lo que él deseaba era un silencio total y un apartamiento completo del mundo. Por eso dispuso irse a un sitio mucho más alejado. Iba a hacer una nueva fundación.

San Hugo, obispo de Grenoble, vio en un sueño que siete estrellas lo conducían a él hacia un bosque apartado y que allá construían un faro que irradiaba luz hacia todas partes. Al día siguiente llegaron Bruno y seis compañeros a pedirle que les señalara un sitio muy apartado para ellos dedicarse a la oración y a la penitencia. San Hugo reconoció en ellos los que había visto en sueños y los llevó hacia el monte que le había sido indicado en la visión. Aquel sitio se llamaba Cartuja, y los nuevos religiosos recibieron el nombre de Cartujos.

San Bruno redactó para sus monjes un reglamento que es quizás el más severo que ha existido para una comunidad. Silencio perpetuo. Levantarse a media noche a rezar por más de una hora. A las 5:30 de la mañana ir otra vez a rezar a la capilla por otra hora, todo en coro. Lo mismo a mediodía y al atardecer.

Nunca comer carne ni tomar licores. Recibir visitas solamente una vez por año. Dedicarse por varias horas al día al estudio o a labores manuales especialmente a copiar libros. Vivir totalmente incomunicados con el mundo... Es un reglamento propio para hombres que quieren hacer gran penitencia por los pecadores y llegar a un alto grado de santidad.

San Hugo llegó a admirar tanto la sabiduría y la santidad de San Bruno, que lo eligió como su director espiritual, y cada vez que podía se iba al convento de la Cartuja a pasar unos días en silencio y oración y pedirle consejos al santo fundador. Lo mismo el Conde Rogerio, quien desde el día en que se encontró con Bruno la primera vez, sintió hacia él una veneración tan grande, que no dejaba de consultarlo cuando tenía problemas muy graves que resolver. Y aun se cuenta que una vez a Rogerio le tenían preparada una trampa para matarlo, y en sueños se le apareció San Bruno a decirle que tuviera mucho cuidado, y así logró librarse de aquel peligro.

Por aquel tiempo había sido nombrado Papa Urbano II, el cual de joven había sido discípulo de Bruno, y al recordar su santidad y su gran sabiduría y su don de consejo, lo mandó ir hacia Roma a que le sirviera de consejero. Esta obediencia fue muy dolorosa para él, pues tenía que dejar su vida retirada y tranquila de La Cartuja para irse a vivir en medio del mundo y sus afanes. Pero obedeció inmediatamente. Es difícil calcular la tristeza tan grande que sus monjes sintieron al verle partir para lejanas tierras. Varios de ellos no fueron capaces de soportar su ausencia y se fueron a acompañarlo a Roma. Y entonces el Conde Rogerio le obsequió una finca en Italia y allá fundó el santo un nuevo convento, con los mismos reglamentos de La Cartuja.

Los últimos años del santo los pasó entre misiones que le confiaba el Sumo Pontífice, y largas temporadas en el convento dedicado a la contemplación y a la penitencia. Su fama de santo era ya muy grande.

Murió el 6 e octubre del año 1101 dejando en la tierra como recuerdo una fundación religiosa que ha sido famosa en todo el mundo por su santidad y su austeridad. Que Dios nos conceda como a él, el ser capaces de apartarnos de lo que es mundano y materialista, y dedicarnos a lo que es espiritual y lleva a la santidad.
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San Ságar de Laodicea, obispo y mártir
†: c. 170 - país: Turquía
otras formas del nombre: Sagaris
canonización: pre-congregación
hagiografía: Abel Della Costa
En Laodicea, de Frigia, san Ságar, obispo y mártir, que padeció en tiempo de Servilio Paulo, procónsul de Asia.
refieren a este santo: San Trásea de Eumenia
Conocemos a san Ságar (o Sagaris) de Laodicea más bien tangencialmente, ya que no nos han llegado obras o relatos extensos; sin embargo aparece en algunas citas de Eusebio en su Historia Eclesiástica y se verá que, por el modo de introducir el nombre, habrá sido en su epoca un personaje destacado. En efecto, Eusebio cuenta (H.E. IV,26,3)) que Melitón de Sardes (al que conocemos por su preciosa homilía sobre la Pascua, que se lee en el oficio de la Semana Santa) escribió una obra sobre la Pascua (en realidad eran dos libros); esta obra se ha perdido, pero Eusebio cita el comienzo: «Bajo el procónsul de Asia Servilio Pablo, tiempo en que Sagaris sufrió martirio, hubo en Laodicea muchas disputas acerca de la Pascua, que precisamente caía en aquellos días, y se escribió esto...». Esta es la primer mención que tenemos, y con cierta precisión, ya que nos dice en qué consulado ocurrió el martirio.

Lamentablemente, como suele suceder, la mención de Servilio Paulo no es nada clara, ya que no hubo en esa época ningún cónsul llamado así; pudo ser un tal L. Sergio Paulo, cónsul en Asia en el 168 (que por supuesto carece de relación con el Sergio Paulo de Hech. 13,7, un siglo y cuarto anterior), o bien un tal Q. Servilio Pudens, cónsul en Asia en el 166. El error podría ser del propio Eusebio al transcribir el párrafo de Melitón. De todos modos, sea como sea, queda situado el martirio en Laodicea, entre el 166 y el 168. El Martirologio Romano ha aceptado el nombre incorrecto de Servilio Paulo, ya que transcribe directamente lo que dice Eusebio.

Podría acabar aquí todo lo que sabemos de san Sagaris, y no estaríamos peor que con otros mártires antiguos, sin embargo nos ha llegado aun otra referencia, trambién transcripta por Eusebio, aunque esta vez de una carta de Polícrates al papa san Víctor, donde el obispo de Asia se queja al de Roma porque Víctor pretende imponerles el modo de establecer la fecha de celebración de la Pascua, siendo que desde antiguo estaba en uso en Asia la práctica llamada «cuartodecimana», que entendía que debía celebrarse el 14 Nisán, como la pascua judía, es decir, al primer día de luna llena luego del equinoccio de primavera, cayera en el día de la semana que fuere. En Roma, y en muchas otras iglesias, ya se usaba lo que vino a ser luego la práctica general -la misma que la actual-, es decir, el domingo posterior a la primer luna llena del equinoccio de primavera. Tal como acostumbraban a rodear de caridad las discusiones, cada uno de los grupos consideraba, no sólo que el otro estaba equivocado, sino que era hereje. Así que san Víctor trató a los obispos de Asia de herejes, y Polícrates le responde con una punzante carta, donde le refuta la práctica romana, y va señalando cuáles obispos famosos habían sido «cuartodecimanos», añadiéndole con ironía que, aunque no celebraron como en Roma, «resucitarán el día de la venida del Señor».

La cuestión puede leerse más extensamente en el artículo referido a san Víctor, pero lo que os importa aquí es que precisamente uno de los obispos que cita Polícrates en defensa de su posición es san Sagaris: «»Y en Esmirna, Policarpo, obispo y mártir. Y Traseas, obispo asimismo y mártir, que procede de Eumenia y reposa en Esmirna. ¿Y qué falta hace hablar de Sagaris, obispo y mártir, que descansa en Laodicea...?» (H.E. V,24,4-5). Gracias, entonces, a esta disputa de los obispos de Asia con el de Roma, sabemos hoy este minúsculo dato adicional sobre san Sagaris, que posiblemente no nos hubiera llegado de otro modo: que adhería a la tradición apostólica que se fundaba en Juan, y celebraba la Pascua en la fecha judía.

La fuente es, como vimos, la Historia Eclesiástica, en los párrafos citados. La referencia sobre la cuestión de los cónsules la tomé de las notas de D. Argimiro Velasco Delgado, edición BAC, 2008.
Fuente:
El Testigo fiel
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San Ywio, monje
†: c. 704 - país: Francia
otras formas del nombre: Yvi, Ivi, Stivi (por Saint Ivi)
canonización: culto local
hagiografía: Santi e Beati
En Bretaña Menor, san Ywio, diácono y monje, discípulo de san Cutberto, obispo de Lindisfarne, que pasó de Inglaterra a esta región, donde vivió entregado a las vigilias y ayunos.

Según una leyenda local, Ywi fue un diácono y monje, discípulo del gran san Cutberto (obispo de Lindsfarne o Isla Santa), en el Mar del Norte, donde en el siglo VII se habían establecido los misioneros de Iona. Ywi emigró en el 625 a Britannia (o Bretaña, en el norte de Francia). Su nombre aparece el 8 de octubre en los antiguos calendarios ingleses, y sobre todo en el «Salterio de Bosworth», donde se lo asocia normalmente a la abadía de Wilton, cerca de Salisbury (Inglaterra), que alrededor del año 1000 afirmaba poseer las reliquias del «obispo Ywig».

De su vida no sabemos más que fue monje de gran espiritualidad, apóstol de la región, alerta en las verdades de la fe. Su culto era y es profesado en Inglaterra y Francia, dando da su nombre a cuatro parroquias. En la misma Francia, en Bretaña, se acostumbra empapar la camiseta de los pequeños en un manantial que fluye bajo el altar de San Ywi, para la curación de los cólicos infantiles.

Traducido para ETF de un articulo de Antonio Borrelli.

fuente: El Testigo fiel
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Beato Francisco Hunot, presbítero y mártir
n.: 1753 - †: 1794 - país: Francia
canonización: B: Juan Pablo II 1 oct 1995
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
Frente a Rochefort, en el litoral de Francia, beato Francisco Hunot, presbítero y mártir, que, por su condición de sacerdote, durante la persecución contra la Iglesia fue encarcelado en una vieja nave anclada, donde murió víctima de las fiebres.
Ver más información en:
64 mártires de la Revolución Francesa en Rochefort
Nace en Brienon-l'Archevéque el 12 de febrero de 1753. Se sabe que se ordenó de subdiácono en 1775 pero se ignora la fecha de su ordenación sacerdotal. El 13 de abril de 1766, ya tonsurado, había tomado posesión de un canonicato en la iglesia colegial de su población de origen. Llegada la hora de la Revolución, prestó el juramento constitucional (30 de enero de 1791) pero alegando que entendía que con ello no se separaba de la Iglesia católica y, por eso, cuando el papa Pío VI condenó la constitución civil del clero retractó su juramento, fue el 15 de julio de 1792. Esta retractación lo convirtió en objeto de la continua vigilancia de la municipalidad y se le impuso la obligación de devolver sus sueldos. Lo hizo, y a continuación fue presionado y amenazado acerca de lo que le esperaba, de forma que tuvo la debilidad de volver a decir que se atenía a su primer juramento. Sin embargo, era ya demasiado tarde pues la máquina de la represión estaba en marcha contra él.

El 16 de abril de 1793 dictó sentencia contraria a él un tribunal de lo criminal alegando que su conducta era inconsecuente y que tenía que ser privado de sus medios de subsistencia. Fue llevado a la casa de reclusión de Auxerre el 30 de octubre de 1793. Desde ella pide se le paguen sus sueldos, lo que se le deniega, y se le tiene por refractario. El 27 de abril se fija su marcha para Rochefort. El 19 de junio está ya a bordo del Washington. Consumido por la fiebre y el escorbuto murió el 6 de octubre de 1794, no sin antes haber recibido con gran fervor el sacramento de la penitencia y haber manifestado de forma persistente que quería morir en plena comunión con la Iglesia católica y, para ello, retractaba de la forma más absoluta el juramento de adhesión que hiciera a la constitución civil del clero. Sus primos Juan y Sebastián compartieron su detención y también murieron en Rochefort, Fue beatificado el 1 de octubre de 1995.

fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
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San Renato de Sorrento, obispo
†: c. s. V - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En la ciudad de Sorrento, en la Campania, san Renato, obispo.
patronazgo: patrono de Sorrento; para pedir por un buen parto, y contra los dolores de cadera.

Algunos estudiosos de la Iglesia de Sorrento, dicen que fue el segundo obispo de la ciudad, otros, que el primero. Probablemente fue uno de aquellos ermitaños, como Castello de Castellammare o Antonino de Sorrento, que vivieron entre los siglos VI y IX, en las colinas de la península sorrentina.

El sermón sobre el santo, compuesto a fines del siglo VIII, no le da el título de obispo, ni es mencionado como tal en la «Vida» de san Antonio Abad, del siglo IX, donde se narra que Renato se le aparece -bajo la forma de un venerable anciano, sin pelo y con barba, junto con los santos patronos de Sorrento, Antonio, Atanasio, Bacoli y Valerio- al noble napolitano Sergio Pipino en la víspera de la batalla contra los sarracenos del 846.

La ermita de Renato parece haberse convertido en la primera catedral de Sorrento y fue confiada a los benedictinos de Monte Casino, ya desde el siglo VIII, quienes en 1603 construyeron una gran basílica junto a la antigua capilla. Durante los trabajos salieron a la luz reliquias atribuidas a los santos Renato y Valerio.

El culto se difundió mucho en la Campania, y en Sorrento hay una capilla dedicada a él en la Catedral, y se lo celebra con el título de confesor. En el Monte Faito, en la ciudad de Vico Equense, había ya en 1340 una pequeña iglesia dedicada a San Renato, que se convirtió en el centro de su culto. Varios lugares se le dedicaron en Nápoles, menciona en documentos de julio de 1276 y marzo 1367, y en Capua, Sarno, Nola, en el siglo XIV.

El intercambio frecuente que entre los siglos XIII y XV hubo entre la Campania y Provenza, bajo la dominación de Anjou en Nápoles, llevó a la confusión de la figura de san Renato de Sorrento, con la de san Renato obispo de Angers, quien -según la leyenda-, se retiró a la vida eremítica en Sorrento, y fue llamado a ser obispo de la ciudad.

Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli.

fuente: Santi e Beati
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OTROS SANTOS DEL DIA

San Francisco Tran Van Trung, mártir
n.: c. 1825 - †: 1858 - país: Vietnam
canonización: B: Pío X 2 may 1909 - C: Juan Pablo II 19 jun 1988
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En An-Hoa, en Annam, san Francisco Tran Van Trung, mártir, que, siendo soldado, resistió enérgicamente las propuestas de apostatar de la fe cristiana, por lo cual el emperador Tu Duc le hizo decapitar.
Francisco Phan Van Trung (o Francisco Tran) era cabo del ejército real y tenía 28 años al tiempo de su martirio. Fue arrestado no por ser cristiano sino por intentar sobornar a quien tenía que examinarlo en orden a su ascenso. No se le dio mayor importancia pero se le exigió que reafirmara su fidelidad al rey Tu-Duc, siendo una de las pruebas la de pisar la cruz en señal de que se estaba de acuerdo en la política anticristiana del soberano. Francisco dijo entonces que él era cristiano, que no pisaba la cruz y que estaba dispuesto a pelear por su soberano pero no a renegar de su religión. Se le amenazó, se le halagó, se le torturó en orden a conseguir su apostasía, pero todo fue en vano. El joven militar mostró una admirable constancia y se negó a renegar de Jesucristo, entonces fue condenado a muerte. La condena fue confirmada por el rey y el mártir de Cristo fue decapitado en An-Hoa el 6 de octubre de 1858. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.

fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003


San Juan Xenos, Monje y FundadorMartirologio Romano: En Azogyrea, en la isla de Creta, san Juan, apellidado Xenos, que propagó en la isla la vida monástica. s. XI.

Nació en la isla de Creta. Desde joven abrazó la vida solitaria. Fundó santuarios y monasterios por toda la isla, siendo el primero el de Myriokefalos, al que dotó de propiedades. Murió un en Azogyrea (Creta)


San Pardulfo de Guéret, AbadMartirologio Romano: En Guéret, en la región de Limoges, en Aquitania, san Pardulfo, abad, del cual, ilustre por su santidad de vida, se cuenta que hizo huir de su iglesia a los sarracenos que retrocedían ante Carlos Martel. (c.658 - c.738).

Nació en Sardent (Limoges); al principio vivió como ermitaño, y después ingresó en la abadía benedictina de Guéret de donde fue abad.

Cuando la invasión musulmana se quedó solo en el monasterio, que se salvó por sus oraciones, cuando los sarracenos huían de la derrota por Carlos Martel. Al final de su vida se quedó ciego.

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