Santoral del 12 de Febrero



INDICE


Eulalia de Barcelona, Santa Virgen y Mártir
Benito de Aniane, Santo Monje
Humbelina, Beata Abadesa
Tomás Hemmeford y compañeros, Beatos Presbíteros y Mártires
San MELECIO DE ANTIOQUÍA
San ANTONIO CAULEAS
San GOSLINO
Beato PABLO DE BARLETTA
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día
Modesto, Cándido, Damián, Julián, Ammonio, mártires; Melecio, Antonio, Benedicto, Gaudencio, obispos; Anastasio, monje.

SANTA EULALIA, Virgen y Mártir
Nosotros no ponemos la mira en las cosas visibles,
sino en las invisibles. Porque las que se ven son transitorias;
mas las que no se ven son eternas.
(2 Corintios 4, 18)


n. hacia el año 290 en España;
† martirizada hacia el año 304 en Barcelona, España
Patrona de marineros. Protectora contra las sequías y los inconvenientes en los viajes por mar.

Santa Eulalia, cuando apenas contaba 14 años, fue sometida al tormento del potro, a los azotes, a las uñas de hierro, al fuego, a la cal viva y al plomo derretido. Ella sufre impávida los tormentos: “Dios –dice– está conmigo”. No considera a los verdugos que la atormentan, sino a Jesucristo que la consuela; no presta atención a los suplicios que soporta, sino a la recompensa que espera de Dios que es el espectador de su martirio. Expira invocando a Jesucristo, y su alma emprende vuelo hacia lo alto en forma de paloma.
anta Eulalia, virgen y mártir, sufrió el martirio en Barcelona en tiempo de Diocleciano, 304. Eulalia significa: "la que habla bien" Eu = bien, Lal = hablar. Santa Eulalia es una de las santas más famosas de España. Los datos acerca de su vida y de su muerte los encontramos en un himno que en honor de ella se escribe el poeta Prudencio en el siglo cuarto. Y allí se cuenta lo siguiente: Cuando Eulalia cumplió los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo, y mandándoles que debían adorar a los falsos ídolos de los paganos. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno. Viendo la mamá que la jovencita podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida. Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían al verdadero Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos. Entonces el juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La hermosa cabellera de Eulalia se incendió y la jovencita murió quemada y ahogada por el humo.

MEDITACIÓN SOBRE LA PRESENCIA DE DIOS
I. Almas justas, Dios os ve cuando sufrís; ve vuestros combates y vuestras victorias; ¡qué consuelo en vuestras aflicciones! ¿Qué soldado no se expondría a la muerte bajo la mirada de su rey? Cuando gimo, cuando me impaciento, Dios me ve; ¿me atrevería a cometer esta cobardía en presencia de un hombre honrado? No basta que Dios me vea, es preciso que esté siempre presente a mi espíritu.

II. No solamente ve Dios nuestras aflicciones, sino que es Él quien nos las envía o quien permite que las tengamos. No te irrites, pues, contra la mano de tu perseguidor, ni te impacientes en tus enfermedades: Dios quiere que ellas te aflijan. En adelante recibe con entera resignación todos los males que te envíe, y dile a Dios con Jesús: ¡Padre mío, que se haga vuestra voluntad y no la mía!

III. Dios recompensará estos sufrimientos; si es su espectador lo es solamente para ser, Él mismo, la recompensa. “Yo seré –dice Él– vuestra recompensa”. Él será quien enjugue tus lágrimas; invócalo en la aflicción. Él consoló a Santa Eulalia y a tantos otros mártires en sus suplicios; Él colmaba de gozo a Job en su estercolero. Ten presente en tu espíritu, en tus sufrimientos, este pensamiento: Dios ve mis sufrimientos, Dios los recompensará; y tus dolores se disiparán, crecerá en ti el valor. Tienes a los ángeles y al Señor de los ángeles como espectadores en las luchas que sostienes contra el demonio (San Efrén).

El recogimiento.
Orad por los muertos.

ORACIÓN

Que la bienaventurada Eulalia, virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, Señor, ella que siempre os fue agradable por el mérito de la castidad y por su valor en confesar vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S.



San BENITO DE ANIANO. (c.750 - 821).

Martirologio Romano: En el monasterio de San Cornelio de Indam, en Germania, tránsito de san Benito, abad de Aniano, que propagó la Regla benedictina, confeccionó un Consuetudinario para uso de monjes y trabajó con empeño en la instauración de la liturgia romana Se llamaba Witiza y era visigodo de Aniano, en la Septimania (Languedoc); era hijo de Aigulf, conde de Maguelonne. Fue copero del rey Pipino el Breve y de Carlomagno, pero a los 20 años, tomó la resolución de entregarse a Dios. En el 774, mientras servía en el séquito de Carlomagno en su campaña de Italia contra los longobardos, estuvo a punto de ahogarse en el Tesin, cerca de Pavía, al intentar salvar a su hermano, hizo la promesa de retirarse del mundo por completo. De regreso al Languedoc se reafirmó en su resolución gracias al consejo de un ermitaño llamado Widmar y se retiró a la abadía de Saint-Seine cerca de Dijon, donde le nombraron ecónomo

Sus hermanos de religión le detestaban por severo (negaba el vino que concedía la regla), y los rigores de su ascesis parecían echarle en cara costumbres relativamente cómodas. Entonces Witiza decidió volver a su tierra natal del Languedoc, y allí junto al río Aninae, fundo una comunidad con una regla mucho mas estricta que la de san Benito, que a su juicio pecaba de condescendiente.

Se le unió el anciano y piadoso Guimer o Widmar. La suma pobreza, el trabajo durísimo y los implacables ayunos (sólo pan y agua) que hacían morir a los monjes de inanición frustraron su intento, y hacia el 782, Witiza rectificó: adopta el nombre de Benito así como su regla.&

El rey Ludovico Pío le ordenó asumir la vigilancia de todas las abadías de Languedoc, Provenza y Gascuña, y le encargó la reforma de todas las abadías francesas y alemanas; en 814 le nombró abad de Marmoutier, en Alsacia, y luego, más cerca de él, en Inden, donde con la ayuda de Ludovico Pío, fundó la abadía de Kornelimünster o Inden, cerca de Aquisgrán, como modelo de todas las abadías y que será el lugar de su muerte. En Aquisgrán presidió una reunión o concilio de todos los abades del Imperio (871) que marcó historia  entre los benedictinos. Fue el guía y maestro de la Europa civilizada, siempre con su férreo y característico talante absoluto, disciplinado y centralizador, sin más ley que la regla, que no debía interpretarse ni comentarse, sólo cumplirse. Reformador del monacato benedictino y es considerado como “el primer artífice de la unidad cultural y espiritual europea”.
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Santa EULALIA DE BARCELONA. M. c. 304.

Martirologio Romano: En la ciudad de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de santa Eulalia (Eulàlia, Laia), virgen y mártir. Por el modo valiente que tuvo de defender su fe la llamaron la "bien hablada". Su familia, sin duda cristiana, debió vivir en alguna quinta de los alrededores de Barcelona, en Sarriá. Siendo aún muy niña oyó hablar a su madre del valor de la virginidad y un día oró ante Jesucristo a la vez que le decía: "Señor, si me quieres feliz, consiente que muera en la cruz como tu".

La Passio o "Leccionario Barcinonense" dice de ella: "que amaba a Cristo con toda su alma y que era para las otras doncellas de su edad norma cierta de salvación por el ejemplo de sus virtudes". San Ambrosio de Milán comentando su vida dijo: "Su devoción y arrojo era mayor de lo que suponía su edad, y su virtud sobrepasaba cuanto cabía esperar de su débil naturaleza".

Al desatarse la persecución de Diocleciano y llegar a la ciudad el prefecto Daciano, se dijo a sí misma que la fe tenía que plantarle cara, abandonó de noche su casa, sin que lo supieran sus padres. Con 13 años (algún autor dice que tenía 25 años), tenía prisa en proclamar ante el siniestro Daciano: le aspetó su paganismo y su crueldad: “Juez inicuo, ¿de esta manera tan soberbia te atreves a sentarte para juzgar a los cristianos?”, Daciano le preguntó airado quién era, y ella contestó: "Soy Eulalia, sierva de Cristo, Rey de reyes y Señor de señores". Fue torturada cruelmente y ella sólo alababa a Dios, y ya muerta, su cuerpo desnudo expuesto en una cruz. La nieve caída la vistió de blanco símbolo de la pureza. Patrona de Barcelona.
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San MELECIO DE ANTIOQUÍA. M. 381.

Martirologio Romano: Conmemoración de san Melecio, obispo de Antioquía, que, por defender la fe de Nicea, fue exiliado varias veces y falleció mientras presidía el primer Concilio Ecuménico de Constantinopla. San Gregorio de Nisa y san Juan Crisóstomo exaltaron su figuraNació en Metilene en Armenia, en el seno de una familia aristocrática. Fue elegido obispo de Sebaste en el 358 en lugar del depuesto san Eustacio, pero la oposición de sus fieles, unidos a su predecesor le obligó a abandonar su sede, refugiándose en Alepo. Estuvo estrechamente unido, en el plano personal y doctrinal, a Acacio de Cesarea, jefe de los "homeos" (quienes distanciándose del arrianismo más radical, corregían la fórmula nicena de la consustancialidad trinitaria por la menos comprometida y, por ello, políticamente más conciliadora, fórmula de la semejanza: Cristo es "homoios", simplemente parecido al Padre). En el 360, Acacio lo eligió como patriarca de Antioquía, entonces dominada por la controversia arriana.

Melecio se enfretó contra los arrianos y pronunció una homilía en la que defendió sin dudas el Credoniceno
Tuvo que padecer destierros continuos de parte de los arrianos y por orden del emperador Constante.
Cuando subió al poder Juliano el Apóstata, los obispos exiliados pudieron volver a sus sedes. Melecio volvió a Antioquía. Aquí tuvo que hacer frente a una situación compleja, que llevó a la concomitancia de tres obispos en la misma sede: Melecio, el arriano Eudoxio y Paulino, obispo de los eustacianos, unidos a la figura de san Eustacio, destituido en el 330 por intervención de los arrianos. Aunque era un hombre dialogante se decía de él: "su amable disposición le ganó la estima tanto de católicos como de arrianos". San Atanasio de Alejandría intentó una aproximación con Melecio. E inutilmente este intento a su vez una reconciliación de la Iglesia antioqueña: la fórmula de fe sancionada por un concilio convocado por él en el 363 acabó por no contentar ni a los homeos ni a los eustacianos.

La situación cambió con la llegada al trono imperial del filoarriano Valente. Melecio fue desterrado dos veces de su ciudad por los arrianos (365 y 371). San Basilio el Grande lo apoyó como el gran defensor de la ortodoxia nicena. Cuando subió al trono Graciano, antiarriano, Melecio regresó definitivamente a Antioquía. Murió cuando presidía el I Concilio de Constantinopla, convocado para condenar dos brotes heréticos: el macedonísmo y el apolinarismo. San Gregorio de Nisa pronunció la oración fúnebre en sus funerales; elogiaron sus virtudes los santos Juan Crisóstomo y Gregorio Nacianceno.
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San ANTONIO CAULEAS. (c.826 - 901).

Martirologio Romano:& En Constantinopla (Estambul, hoy en Turquía), san Antonio, apellidado “Cauleas”, obispo, que en tiempo del emperador León VI trabajó denodadamente para asegurar la paz y la unidad en la Iglesia Natural de una localidad cercana a Constantinopla, donde sus padres se retiraron por temor a la persecución iconoclasta. Cuando murió su madre, Antonio, con apenas 12 años, ingresó en un monasterio de la capital bizantina, del cual fue elegido abad (hegúmeno), con el nombre de "Antonio el Cauleas". Su padre ingresó en este monasterio más tarde y recibió el hábito religioso de manos de su hijo. La Iglesia oriental vivía en un estado de gran confusión, después que el emperador había expulsado al legítimo patriarca constantinopolitano san Ignacio y en el 867 había impuesto en la sede al célebre Focio.

También éste fue obligado a dejar la cátedra patriarcal en el 886, probablemente obligado por el nuevo emperador León VI que quería esta sede para su hermano menor Esteban. Focio no opuso resistencia y se retiró a un monasterio, mientras los partidarios de san Ignacio no quisieron reconocer la legitimidad de Esteban, porque había sido ordenado diácono por el mismo Focio.

En este contexto, después de la muerte de Esteban en el 893, Antonio fue elegido patriarca de Constantinopla. De acuerdo con el papa Juan IX y el emperador León VI trabajó para eliminar el cisma que su predecesor había provocado y lograr la unidad entre los partidarios de Focio e Ignacio de Constantinopla. Persuadió al metropolita Stiliano Mapas, jefe de los ignacianos, para que pusiera fin al cisma. Su autoridad venía porque había recibido la ordenación en una época no sospechosa y por tanto era indiscutible la validez de su ministerio.
No está históricamente que haya intervenido en esta disputa el Papa, pero se sabe que sancionó la solución que presentó Antonio. El dato es que entre las dos Iglesias, sea la de Roma como la de Constantinopla, reconocieron "Ignacio, Focio, Esteban y Antonio" como auténtica y válida sucesión de los patriarcas de la sede bizantina. La paz se estipuló oficialmente en el 899 y Antonio murió poco tiempo después. Antonio fue reconocido por su mortificación, espíritu de oración y de penitencia. Fundó un gran monasterio en el que quiso ser enterrado. Celebran su memoria tanto la iglesia griega como la latina como luchador por la unidad de la Iglesia
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San GOSLINO. M. 1053.

Pertenecía a la noble familia turinesa de los Avari; fue educado e instruido en las letras y en las ciencias humanas. Pronto le surgió la vocación religiosa e ingresó entre los benedictinos. Su maestro fue el primer abad del monasterio de San Solutore en Turín, Romano; tuvo como compañero a Atanasio. Tuvo un gran respeto y obediencia por la Regla, no se concedió ninguna escusa, ni siquiera cuando estaba enfermo. Fue un hombre humildísimo, y nunca se sintió superior a sus cohermanos aunque fuera superior en instrucción y doctrina. El ayuno y las penitencias fueron sus armas para combatir las pasiones, mientras que su alimento para el alma era la lectura de libros espirituales. Fue verdadero modelo de perfección para los que le rodeaban y para todos los que frecuentaban el monasterio: su santidad fue conocida por todos

Fue elegido segundo abad benedictino de San Solutore (Turín) (1031-1053). En su nombramiento estuvieron todos los hermanos de acuerdo y él aceptó para cumplir la voluntad de Dios. Confió el cuidado de las cosas materiales a sus colaboradores mientras él se ocupó solamente de las cosas espirituales. La observancia de la Regla por parte de todos los monjes garantizaba el camino de la comunidad hacia la perfección evangélica y Goslino, el primero, era el modelo. Estuvo atento a los pobres, ya fueran los de los alrededores como los peregrinos, aunque ello supusiera el empobrecimiento de las rentas del monasterio. Socorrió al prójimo en las necesidades materiales y con ello en las necesidades del espíritu. En el monasterio nunca faltó lo necesario. El obispo Cuniberto le hizo nuevas donaciones (1048). Lleno de fatigas y sobre todo de méritos murió entre la veneración y el aprecio del pueblo y del clero.
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Beata HOMBELINA. (1092 - 1135/41).

Martirologio Romano: En el monasterio de July, en la región de Troyes, en Francia, beata Humbelina o Hombelina, priora, la cual, convertida por su hermano san Bernardo de una vida mundana, con el consentimiento de su marido abrazó la vida monástica Hermana menor de san Bernardo de Claraval. Fue criada entre seis hermanos varones, y como ellos tenía un temple caballeresco sin igual. No se dejó mimar por ser mujer. Con ellos competía en los torneos. Con ellos corría tras la presa hasta lograrla. Con ellos montaba los mejores corceles y juntos recorrían las extensas tierras de sus padres. "Tu eres Bernardo en mujer", le decían sus hermanos.

Se casó con un hombre rico, y su vida fue mundana, pero inquieta; buscó el designio que Dios quería de ella, porque había visto que sus hermanos, uno a uno, habían seguido el ideal cisterciense: ¿son felices sus hermanos en el monasterio? ¿cómo servir mejor a Dios?

Una visita a san Bernardo en Claraval produjo en ella una conversión religiosa, después de que sus hermanos se negaran a recibirla, por las galas que portaba y que había dejado de adornar su alma, Hombelina se dio cuenta de su situación y pidió perdón por ser tan vanidosa, entonces sus hermanos la recibieron

Al regreso a su castillo, obtuvo el consentimiento de su marido para hacerse religiosa y entró en las benedictinas negras del convento de Jully-les-Nonnais, cerca de Troyes, donde estaban su cuñada Isabel y su sobrina la beata Adelina. Humbelina sucedió a Isabel como abadesa, y a ella, la beata Adelina. Las tres competían en virtud y santidad. Para las monjas cistercienses fundó el convento de Tart, aunque ella permaneció benedictina negra en Jully. Bernardo eligió este lema para él y Humbelina: "Asociados en el servicio del Amor". "-Preveo que serás santa, Humbelina, le dijo un día Bernardo. -¿Cuáles son las señales de esta santidad? le preguntó su hermana. - La primera de todas es que has conservado intacto el buen humor. Sigues siendo capaz de reírte de ti misma. Buena señal. El infierno nunca ha producido el buen humor"

Humbelina rigió el monasterio con prudencia y con amor. Cuando el Señor la llamó a su seno, acudieron Bernardo y sus hermanos. Llamaron la atención los sollozos del abad de Claraval. Pensaba predicar, pero no pudo. "Ved cómo la amaba", comentaban los presentes.
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Beato PABLO DE BARLETTA. M. 1580.

Nació en Barletta (Italia). Ingresó muy joven en los agustinos y poco a poco creció en él el deseo de vivir una mayor perfección, tanta de alejarse de su patria para “ir donde ninguno lo conociera personalmente, sino solamente Dios”. Obtuvo licencia para trasladarse a la Provincia portuguesa de la Orden ya que en ella se vivía el voto de la Observancia.

Era de carácter jovial pero particularmente dedicado a la oración y penitencia, vivió intensamente el Misterio de la Pasión y muerte de Jesús. Fue enviado como misionero a la isla de San Thomé, en las Indias Orientales, donde trabajó incansablemente por la difusión del Evangelio.

Pero, a pesar de la estima que se creó entorno a su persona, no faltaron, a causa de malos entendidos, por parte del Prior del convento persecuciones que supo aceptar con paciencia y alegría evangélicas. Probada su inocencia, para rehabilitar su nombre, el mismo Prior escribió varias cartas de alabanza en la que resaltaba su gran virtud y paciencia. Aceptó con resignación su última enfermedad, que vivió como una purificación. Sabiendo que se acercaba la hora de su muerte se preparó con serenidad y alegría para el encuentro con el Señor. Les dio la noticia a su superior y cohermanos, pidiéndoles que le ayudaran a celebrar aquel momento importante de su vida.
Después de su muerte su fama de santidad creció entre los cristianos de San Thomé, pero también dejó un signo indeleble en la memoria de Barletta, que le dieron el título de beato, y su ciudad natal lo recuerda litúrgicamente.
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Beato TOMÁS HEMERFORD y compañeros. M. 1584.

Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beatos mártires Tomás Hemerford,Jacobo FennJuan NutterJuan Munden y Jorge Haydock, sacerdotes, que, como la reina Isabel I se arrogase el primado de las cuestiones espirituales, por mantener la fidelidad a la Iglesia de Roma fueron condenados a muerte y en Tyburn fueron descuartizados todavía vivos Tomás Hemerford. (c.1534 -  1584). Nació en Dorsetshire en el seno de una familia católica; estudió Derecho en Oxford. Estudió para ser sacerdote en Reims, fue ordenado presbítero en el colegio inglés de Roma en el 1583.

Al poco tiempo de regresar a Inglaterra, fue detenido y enviado a la cárcel londinense de Marshalsea y luego ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres. Jacobo Fenn. (c.1535 - 1584). Natural de Montacute, Somerset (Inglaterra); estudió en Oxford, en el colegio Corpus Christi, cuando reinaba la reina María. Al subir al trono Isabel I, se negó a prestar juramento de supremacía real, lo que hizo que se le negara la graduación y fuera expulsado.

Volvió a su pueblo y contrajo matrimonio, ganándose la vida dando clases particulares. Dejó el pueblo cuando vio que podía haber un peligro para él al no asistir al culto anglicano; al quedar viudo estudió en Reims donde fue ordenado sacerdote en el 1580.

Regresó a Inglaterra y durante un año estuvo ejerciendo su ministerio hasta que fue descubierto y arrestado y durante un tiempo fue enviado a la cárcel de Ilchester donde convivió con presos comunes, luego fue enviado a la cárcel londinense de Marshalsea, sin que los carceleros supieran su condición de sacerdote. Esto le permitió administrar los sacramentos a algunos presos e incluso celebrar la Eucaristía. También pudo recibir visitas con cierta libertad y hacer el bien a muchos con las limosnas que recibía.

Logró que se reconciliaran con la Iglesia algunos anglicanos. Fue descubierta su condición de sacerdote y cuatro años después fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres. Cuando era llevado al suplicio, su pequeña hija Francesca se adelantó hacía él llorando amargamente, y él con entereza y serenidad la consoló y la bendijo.

Juan Nutter (c.1550 - 1584). Nació en Reedley Hallows, en Lancashire (Inglaterra);  fue miembro del Saint John's College de Cambridge; una vez graduado se hizo católico. Estudió para el sacerdocio en Reims, y fue ordenado en 1582.
Al regresar a Inglaterra el viaje fue muy accidentado y le produjo una grave enfermedad, de la que intentó reponerse en el puerto de Dunwich (Suffolk), donde fue descubierto y encerrado en la cárcel londinense de Marshalsea. Su santidad, caridad y maneras francas le atrajeron el aprecio de los carceleros. Y su apostolado fue entre los presos, sosteniendo en la fe a los que eran católicos y convirtiendo a otros. Era hermano del también mártir beato Roberto Nutter.
Junto con sus compañeros, sufrió interrogatorio, se mantuvieron firmes en su fe y fueron condenados a muerte por traidores a la reina. Fueron ahorcados y descuartizados en la plaza londinense de Tyburn.

  Juan Munden (1543-1584). Nació en Coltely, Dorset, (Inglaterra); estudió en Oxford, pero fue expulsado cuando se supo que era católico. Fue profesor durante 14 años; después marchó a Reims y Roma para prepararse al sacerdocio y fue ordenado en el 1582.

Regresó a Inglaterra y durante medio año pudo ejercer su ministerio. Denunciado por un abogado fue apresado en Hounslow Heath y enviado a Londres, donde sufrió malos tratos, interrogatorios y prisión en la Torre de Londres.

Jorge Haydock. (1557-1584). Nació en Cottam Hall y decidió su vocación sacerdotal en vista de la situación religiosa de su país. Marchó a estudiar en los colegios ingleses de Douai y Roma; fue ordenado sacerdote en 1581 en Reims (Francia). Regresó a Inglaterra como misionero “seminarista”, como entonces se llamaban a los ingleses que salían de su país para estudiar en los seminarios católicos y luego regresar para convertir a sus paisanos. Llegó a Londres en 1582 pero pronto fue descubierto y encarcelado en la cárcel de Marshalsea, donde vivió en la oscuridad y la soledad durante un año y tres meses. Luego le aplicaron un régimen carcelario más suave y así tuvo la posibilidad de confortar y administrar los sacramentos con sus compañeros de prisión. Fue condenado a muerte por traidor junto con otros cuatro compañeros. Cuando los cinco condenados oyeron la sentencia, entonaron el Te Deum, agradeciendo a Dios el privilegio del martirio. Los cinco fueron ahorcados y descuartizados en Tyburn, Londres
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Damián de Roma . s. III. Es un mártir romano encontrado en las catacumbas de San Calixto, cuyos restos fueron enviados a Salamanca. También es un mártir romano encontrado en las catacumbas de Calipodio y cuyos restos fueron enviados a Fara Novarese en Italia y que ahora es uno de sus copatronos. Según estos restos parece que era un soldado romano. No tiene nada que ver con san Damián de África.

San Damián de África . s. III - IV.
Los bolandistas distinguen dos santos en esta festividad, un soldado mártir en África, probablemente en Alejandría, y que la leyenda le hace padre de santos Amonio y Modesto.


Santos Mártires de Abitina. M. 304.
Martirologio Romano:
En Cartago, ciudad de África, conmemoración de los santos mártires de Abitinia, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano, por haberse reunido para celebrar la eucaristía dominical en contra de lo establecido por la autoridad, fueron apresados por los magistrados de la colonia y los soldados de guardia. Conducidos a Cartago e interrogados por el procónsul Anulino, a pesar de los tormentos confesaron su fe cristiana y la imposibilidad de renunciar a la celebración del sacrificio del Señor, derramando su sangre en lugares y momentos distintos

Fueron sorprendidos en Abitina de Cartago, norte de África, durante la persecución de Diocleciano, durante la celebración de la Eucaristía en la mañana del domingo; los condujeron prisioneros ante el magistrado de la ciudad. Se confesaron cristianos y fueron enviados a Cartago, ante la presencia del procónsul Anulino. Su respuesta a los interrogatorios fue: “somos cristianos y no podemos vivir sin celebrar la fiesta del Señor”.

Los 49 nombres según la Pasión son estos: Saturnino que era el presbítero, y mandaba  la escuadra, ya que el obispo era "un traditor" por haber entregado las Escrituras. Fueron detenidos por "celebrar los misterios".
Entre estos mártires estaban: Saturnino y sus 4 hijos: Félix el Joven Saturnino el Joven-lectores-, María, joven consagrada y el niño Ampelio,Casiano,Cecilia, Ceciliano Daciano, Dante, Dativo, Emérito, Eva, Fausto, dos Félix I, Félix II, Givalio, Herectina, Honorata, Jenara I, Jenara II, Jenaro, Margarita, Martín,Matrona I, Matrona II, Mayor, Maximiano, Pelusio, Pomponia, Prima, Quinto,Regiola, Restituta, Rogaciano I, Rogaciano II, Rogaciano III, Rogato I, Rogato II, Saturnina, Secunda I, Secunda II, Tecla, Victoria, Victoriano, Victorino,Vincencio. El pequeño Hilarión, amenazado por el magistrado mientras los otros fueron torturados respondió: "Si torturadme también a mí; yo también soy cristiano". Parece que todos murieron en prisión. Sus Actas son auténticas.

San Benito Revelli. M. c. 900.
Nació en un pueblo de la costa ligur (Italia) no identificado. Parece que fue monje benedictino de Santa María delle Fonte, y vivió durante algún tiempo, junto con otros eremitas, en la soledad de la isla Gallinara, que está frente la ciudad de Albenga. En el 870, fue elegido obispo de Albenga. De su episcopado sólo sabemos que fue largo y lleno de curaciones milagrosas. Murió lejos de su sede, durante un viaje a Génova. Su cuerpo está enterrado en la iglesia de Santa Maria de Fontibus en Albenga. 

San Ludano M. c. 1202. Martirologio RomanoEn el lugar de Northeim, en Alsacia, junto al río Ill, san Ludano, oriundo de Escocia, que descansó en el Señor mientras peregrinaba al sepulcro de los santos apóstoles

Era hijo de un señor de la nobleza escocesa, el duque de Hildebold, al recibir la herencia paterna fundó un hospital. Se dice que se hizo peregrino, y que visitó Santiago de Compostela, las tumbas de san Pedro y san Pablo en Roma, y que murió en el camino, en Northeim, Alsacia, mientras regresaba de Jerusalén, después de visitar el Santo Sepulcro. Se recostó, agotado, bajo un árbol de tilo, cerca de la aldea de Nartz (hoy Nordhouse) y allí murió. Tal como lo cuenta la tradición oral, y como se plasma en un mural del siglo XVIII en el coro de la iglesia de San Ludano, un ángel descendió del cielo y le dio, en la soledad nevada, el Santo Viático, el cuerpo de Cristo resucitado. Entonces, según la antigua tradición, las campanas de las iglesias que rodean el lugar comenzaron espontáneamente a moverse y sonar. En el lugar de su muerte nació en pueblo de Saint Ludan. Sus restos descansan en la iglesia parroquial de Hipsheim.


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