Santoral del 5 de Julio


INDICE

Antonio María Zacarías, Santo Sacerdote y Fundador
Atanasio el Atonita, Santo Abad
Marta, Santa Laica
San Domicio, el médico
Beatos MATEO LAMBERT, ROBERTO MEYLER, EDUARDO CHEEVERS y PATRICIO CAVANAGH
Beatos JORGE NICHOLS, RICARDO YAXLEY, TOMÁS BELSON y HUMFREDO PRITCHARD
OTROS SANTOS DEL DIA



SANTA CIRILA, Virgen y Mártir
† martirizada alrededor del año 300
Al que escandalizare a alguno de estos pequeñitos que creen en mí,
mucho mejor le fuera que le ataran al cuello una piedra y lo echaran al mar.
(Marcos 9, 41)

Admira la fe y la caridad de Santa Cirila. El temor aun de parecer que sacrificaba en honor de los ídolos, siendo así motivo de escándalo para los demás, la hizo mantener con mano firme e inmóvil ante los carbones encendidos mezclados con incienso. Este ejemplo de heroica firmeza convirtió a un gran número de paganos que, también ellos, soportaron los más crueles tormentos por el nombre de Jesucristo.


MEDITACIÓN SOBRE EL ESCÁNDALO
I. No seas, para el prójimo, motivo de escándalo, de lo contrario serás culpable del pecado de tu hermano. Por tu vida escandalosa, precipitas al infierno a un alma redimida al precio de la sangre de Jesucristo. Examina bien tus acciones y tus palabras; y si has escandalizado a tu hermano, esfuérzate por reparar el mal causado y por darle buen ejemplo en lo futuro.

II. Evita las acciones indiferentes que pudieran ser motivo de escándalo para las almas débiles. Si comiendo carne, escandalizo a mi hermano, decía San Pablo, nunca la comeré. No descuides tus prácticas de piedad porque los malos se escandalicen de ellas: ¡si el sol se pone no es por temor de incomodar a las lechuzas! Oh mi amable Jesús, habéis muerto en la cruz, sabíais, sin embargo, que la cruz sería motivo de escándalo para los judíos. Es preferible ocasionar un escándalo antes que ocultar la verdad (Tertuliano). 

III. No te escandalices fácilmente del mal, verdadero o aparente, que ves. Excusa los defectos ajenos en cuanto puedas; excusa la intención, si el acto es evidentemente malo. Desvía la vista de los malos ejemplos que te den; ¿por qué imitas siempre lo que hay de malo en los demás? Los sabios y los insensatos contribuirán, si tú quieres, a tu formación. El sabio y el insensato sirven para formar al hombre prudente: aquél le enseña lo que debe hacer, éste lo que debe evitar (San Euquerio).

El buen ejemplo.
Orad por la propagación de la fe.


ORACIÓN
Que la bienaventurada Cirila, Virgen y mártir, implore por nosotros vuestra misericordia, oh Dios nuestro, ella que siempre os fue agradable por el mérito de su castidad y por su valentía en confesar vuestro santo Nombre. Por J. C. N. S.


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San ANTONIO MARÍA ZACCARÍA. (1502-1539).   
Martirologio Romano: San Antonio María Zaccaria, presbítero, fundador de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo o Barnabitas, para la reforma de las costumbres de los fieles cristianos, y de las Hermanas Angélicas de San Pablo. Voló al encuentro del Salvador en Cremona, ciudad de la Lombardía. Nació en Cremona. Su padre, Lázaro Sacaría, descendía de una noble familia genovesa. Fue educado en la fe por su madre, Antonieta Pescaroli, que había quedado viuda con sólo 18 años, y que había rechazado las segundas nupcias para dedicarse a su hijo único. En su juventud hizo voto de celibato y luego renunció a los bienes paternos en favor de su madre; estudió con 15 años, Filosofía en Pavía y, por indicación de su madre, Medicina en Padua. Aquí tuvo como amigo a Serafín de Fermo, famoso canónigo lateranense. Volvió en 1524 a Cremona como médico para dedicarse así al servicio de los enfermos, ejerció la medicina durante cuatro años y en el tiempo libre se dedicó al apostolado catequético en la iglesia de San Vital. Aquí nació un grupo de amigos para la difusión del Evangelio.

Cuando vio las enfermedades de las almas en aquellos tiempos del paganismo renacentista y del protestantismo, su director espiritual, el dominico fray Bautista de Cremona, le aconsejó que estudiase Teología y se le ordenó sacerdote a los 26 años (1528) en la iglesia de San Vital, teniendo ya un beneficio en la iglesia de San Jorge. Dedicado por entero a su ministerio sacerdotal, comenzó a juntar en torno a sí a seglares deseosos de más intensa vida cristiana. Fue a Milán en 1530 en el séquito de la condesa Luisa Torelli, de la que fue capellán; y allí encontró la sociedad de la "Eterna Sabiduría" que ocupaba el centro de la religiosidad milanesa pretridentina, y junto con otros dos compañeros laicos: Bartolomé Ferrari y Antonio Moriglia, fundó, en el mismo año, un movimiento renovador que culminaría en Trento: la nueva congregación de la Orden de Clérigos Regulares de San Pablo (Barnabitas) en el convento de San Bernabé de Milán. La congregación fue reconocida por Clemente VII en 1533, y tenía por finalidad la promoción de la reforma del clero y de los laicos.

Fundó junto con la condesa de Guatalla, Luisa Torelli, la congregación femenina colateral, llamada de las Angélicas de San Pablo Convertido, que tenía por finalidad la reforma de todos los monasterios femeninos, bajo la regla de san Agustín, y aprobada por Pablo III e 1535; fueron las primeras monjas autorizadas para salir de la clausura y realizar su apostolado entre las mujeres. También fundó una institución para laicos casados, llamada los Laicos de San Pablo, cuyo fin era reformar la sociedad, santificar los matrimonios y elevar espiritualidad de las familias. Las constituciones de la congregación masculina fueron formuladas definitivamente en 1579 y revisadas por san Carlos Borromeo, tras varias tentativas para no anexionarla a los jesuitas o al Oratorio de san Felipe Neri. Antonio no quiso fundar una congregación ni de monjes ni de religiosos, sino de apóstoles (a modo de san Pablo) destinados a predicar y administrar los sacramentos, con la pretensión de contrarrestar a la propaganda luterana. Supo superar con valentía las incomprensiones y persecuciones, hasta ser rehabilitado después de dos procesos incoados contra él (1534-1537), que acompañaron los primeros pasos del Instituto. Las críticas le llevaron a decir “Deberíamos amar y sentir compasión por quienes se nos oponen, dado que se dañan a sí mismos y a nosotros nos hacen bien…”.

Molestaba sus penitencias públicas, y sobre todo que fueran hechas por hijos de nobles. No faltaron algunas absurdas insinuaciones de falsa piedad, superstición y herejía de la que se tachaba de doctrina de fray Bautista de Cremona al que seguían. En 1537, el cardenal de Milán, Ridolfi, lo envió en misión reformadora a los monasterios, cárceles y hospitales de Vicenza, donde reformó el monasterio de las Arrepentidas de Santa María Magdalena, el de las benedictinas de San Silvestre. A Zaccaría se le puede considerar como el precursor de san Carlos en la reforma católica. Cuando Carlos Borromeo entró en Milán en 1569, encontró ya a los barnabitas en plena actividad desde hacia años. Decía: "Es propio de los grandes de corazón, querer servir sin recompensa, combatir sin dinero y seguridad". "Avanzad siempre. Aspirar a lo más perfecto". "Consagrad todo vuestro tiempo libre a entreteneros con el crucifijo. Hablad a Jesús en la cruz de todo lo que os pasa, y pedirle consejo, para vosotros y para los otros". También Antonio será conocido como el gran apóstol de la comunión frecuente y de las 40 horas eucarísticas de adoración. Murió a los 37 años en Cremona, entre los brazos de su madre. Fue canonizado en 1897 por el Papa León XIII. MEMORIA FACULTATIVA.
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San DOMICIO "el Médico". M. 362.
Martirologio Romano:
Conmemoración de san Domicio, de sobrenombre “Médico”, eremita en el monte Quros, de Armenia.

Monje persa o frigio que se hizo ermitaño en el monte Quros en la región de los sabinos en Italia; lapidado durante la persecución de Juliano el Apóstata.
También se dice que fue un eremita capadocio que vivió con sus compañeros Mar Sabai y Mar Abai en una gruta del Kurus Dagi (antiguamente Qurus o Qouros), una montaña del Kurdistán a 45 kms de Mardin, hacia el Tigris.

Una tradición siriaca, cuenta que Domicio, todavía pagano, estaba al servicio del emperador Valente, una noche se le apareció un ángel y le regañó por sus sentimientos hostiles a los cristianos, profecitándole graves tribulaciones junto a nuevas pruebas de la divina misericordia. Ante este hecho, dejó el servicio del emperador, se acercó al monte Quros para pedirle la curación del alma al venerable eremita Sabai. Recibió el bautismo y, después de algunos días, la perfecta salud, y permaneció en aquella montaña para llevar vida eremítica durante 30 años. Varios milagros confirmaron su santidad y su fama se difundió por aquella región. Algunos médicos celosos quisieron matarlo pero no lo consiguieron. Murió en aquella gruta asistido por un ángel y fue sepultado allí, y en este lugar luego surgirá un monasterio que llevaría su nombre.
Algunos hagiógrafos le hicieron mártir en la época de Juliano el Apóstata, pero es una confusión con el mártir persa celebrado el 23 de Marzo.
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Santa MARTA. M. 551. 
Martirologio Romano: En el monte Admirable, en Siria, santa Marta, madre de san Simeón Estilita el Joven. Nacida en Antioquía. Aunque había hecho votos de virginidad, por obediencia a sus padres tuvo que contraer matrimonio con Juan, originario de Edesa; a lo que siguió una revelación de san Juan Bautista, que le anunció el nacimiento de su hijo, e incluso el nombre que debía llevar. Cuando murió su marido, después de algunos años, ella se dedicó con celo a la educación de su hijo, san Simón Estilita el Joven, que llegaría a ser famoso por su vida y su actividad ascética en el Monte Admirable, en Antioquía. En el siglo siguiente un autor, probablemente un monje del convento de san Simón, escribió una vida de Marta que supera, en imaginar maravillas, a la vida de su hijo, que aparecerá más tarde. El escrito es rico, sobre todo, en lugares comunes sobre la virtud, en continuas apariciones de san Juan Bautista, de ángeles, así como de numerosos milagros.

El autor hace realizar a su santa acciones inverosímiles, y entre otras escenas, la muestra llevando una cruz en la cabeza en la procesión de instalación de su hijo en la columna. Un ángel le anunció con un año de anticipación la fecha de su muerte, y ella informó a Simón, y le pidió ser enterrada en el cementerio de extranjeros en Daphne, en Antioquía. Luego de los funerales, se respetó su voluntad sobre el lugar de entierro. Pero advertido Simón de la muerte de su madre, mandó a buscar su cuerpo y lo enterró en el ábside de la iglesia de la Santísima Trinidad, a la derecha de su columna. Pero Marta se le apareció para reclamarle que le construyera un sepulcro en al parte meridional de la iglesia, donde fue construida una capilla a la cual fue transferido el cuerpo con mucha solemnidad, y donde ocurrieron muchos milagros.
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San ATANASIO DE ATHOS. (c. 920 - 1005). Martirologio Romano: En el monte Athos, san Atanasio, hegúmeno, humilde y pacífico, que estableció la vida cenobítica en la Gran Laura. Nació en Trebisonda. Era hijo de un antioqueño y recibió en el bautismo el nombre de Abraham. Hizo sus estudios en Constantinopla, donde; llegó a ser profesor. Cuando ejercía en dicha ciudad el oficio de maestro, conoció a Miguel Maleinos y a su sobrino Nicéforo Focas. Este último había de convertirse en su protector, al ocupar el trono imperial. Abraham tomó el hábito en el monasterio que Miguel gobernaba en Kimina de Bitinia y recibió el nombre de Atanasio.

Ahí vivió hasta el año 958, más o menos. El monasterio de Kimina era una "laura", es decir, una serie de celdas aisladas, construidas alrededor de una iglesia. Cuando murió Miguel Maleinos, Atanasio, previno que iban a elegirle abad, y huyó al Monte Athos. Ahí le reservaba Dios una responsabilidad todavía más pesada que el cargo de abad que había rehuido. Con las ropas de un rudo campesino y con el nombre de Doroteo, Atanasio se retiró a una celda en los alrededores de Kairés. Pero su amigo Nicéforo Focas no tardó en descubrirle. El emperador Nicéforo que estaba a punto de emprender una expedición contra los sarracenos, pidió a Atanasio que le acompañase a Creta a organizaría y que le apoyase en la empresa con su bendición y oraciones. (Como es bien sabido, los contemplativos son con frecuencia grandes hombres de acción, lo cual, por lo demás, no tiene nada de extraño). Atanasio, venciendo su repugnancia a volver al mundo, acompañó a su amigo. Después de la victoria de la expedición, Atanasio pidió permiso al emperador para retirarse de nuevo al Monte Athos. Nicéforo Focas se lo concedió, pero no sin haberle regalado una importante suma para que fundase un monasterio.

El santo construyó el primer monasterio propiamente dicho en el Monte Athos, a comienzos del año 961 y la iglesia dos años más tarde. Atanasio dedicó el monasterio a la Santísima Madre de Dios; pero actualmente se le conoce con el nombre de "San Atanasio", o simplemente de "Laura", es decir, el Monasterio. Temiendo que el emperador le llamase a la Corte, Atanasio se refugió en Chipre para huir de los honores y cargos. Pero Focas, que descubrió nuevamente su escondite, le dijo que volviese a gobernar en paz su monasterio y le dio más dinero para que construyese el puerto de Athos. Adoptando para su monasterio el sistema de las "lauras", Atanasio, que no estaba de acuerdo con las ideas monásticas de san Basilio y san Teodoro Estudita, volvió en cierto sentido a la tradición monástica de Egipto.

Los monjes de Atanasio debían alejarse del mundo lo más posible. (Aun actualmente los monjes del Monte Athos, por regla general, "rompen todo lazo con el mundo").  Atanasio tuvo muchas dificultades con los solitarios que ocupaban desde antiguo el Monte Athos y consideraban, no sin razón, que la precedencia les daba ciertos derechos de ocupación; dichos solitarios veían con malos ojos la construcción de monasterios, iglesias puertos y se oponían a las reglas que Atanasio quería imponerles. El santo estuvo a punto de ser asesinado en dos ocasiones. Sabiendo e la violencia es capaz de corromper la mejor de las causas, el emperador Juan Tzimesces intervino, confirmó las donaciones que había hecho Nicéforo Focas, prohibió la oposición a Atanasio y reconoció su autoridad sobre todo el territorio y los habitantes del Monte Athos. En esa forma, el santo quedó constituido en superior general de cincuenta y ocho comunidades de ermitaños y monjes, además de los monasterios de Ivirón, Vatopedi y Esfigmenú, que él mismo fundó y que se conservan todavía. Atanasio murió a consecuencia del derrumbamiento de la bóveda de la iglesia en la que se hallaba trabajando con otros cinco monjes. El nombre de "Atanasio el lauriota" o "Atanasio de Trebizonda" se menciona en la preparación de la liturgia bizantina.
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Beatos MATEO LAMBERT, ROBERTO MEYLER, EDUARDO CHEEVERS y PATRICIO CAVANAGH. M. 1581.
Martirologio Romano:
En Wexford en Irlanda, beatos Mateo Lambert, Roberto Meyler, Eduardo Cheevers y Patricio Cavanagh, mártires, que, panadero el primero, marineros los otros, fueron ahorcados y después descuartizados bajo la reina Isabel I por su fidelidad a la Iglesia de Roma y la ayuda prestada a los católicos.

Mateo Lambert era panadero, dueño en realidad de una modesta panadería, con la que se ganaba la vida. Los otros tres eran pescadores. Los cuatro fueron arrestados bajo la acusación de haber ayudado al vizconde Baltinglass y a su capellán jesuita el P. Robert Rochford en lo que fue un intento desafortunado de dejar el país por el puerto de Wexford cuando Baltinglass cayó en la cuenta de que no podía mantener su revuelta contra la Reina. El intento de ayuda fue desafortunado.

Los cuatro fueron a parar a la cárcel, probablemente al calabozo del castillo de Wexford. Parece que su juicio y el de otros acusados comenzó el 10 de junio de 1581 y estaba concluido ya a primeros de julio. Había interés por parte del diputado regio en dar algún castigo ejemplar. Mateo Lamben fue interrogado y, según parece, torturado también. Se le preguntó por su lealtad al Papa y a la Reina. Él dijo que era católico, que creía en lo que la Iglesia cree, y que él no entraba en controversias religiosas. Esto lo dijo y lo repitió ante el tribunal. Pero desde la deposición de Isabel I por el papa Pío V en 1570 la lealtad al Papa era considerada deslealtad a la Reina, y en consecuencia él fue condenado a muerte como traidor. Los otros tres fueron igualmente torturados y, pese a la presión de sus familias, perseveraron en decir que eran católicos tanto en los interrogatorios como delante del tribunal. Y de ahí vino su condena a muerte como traidores.
Los cuatro fueron ahorcados, destripados y descuartizados en Wexford en el mes de julio, pero no se sabe con certeza la fecha, pareciendo la más probable la del 5 de julio, en que los conmemora el Martirologio Romano. Fueron beatificados el 27 de septiembre de 1992.
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Beatos JORGE NICHOLS, RICARDO YAXLEY, TOMÁS BELSON y HUMFREDO PRITCHARD. M. 1589.
Martirologio Romano:
En Oxford en Inglaterra, beatos mártires Jorge Nichols, Ricardo Yaxley, sacerdotes, Tomás Belson, destinado al sacerdocio, y Humfredo Pritchard, que, condenados bajo la misma reina, los primeros por entrar en Inglaterra como sacerdotes, los otros por ayudarlos, sufrieron el suplicio del patíbulo.

Jorge Nichols era natural de Oxford y se sabe que estudió en el Brasenose College, y que en 1581, deseando ser sacerdote, marchó a Reims en cuyo colegio inglés hizo los estudios y fue ordenado sacerdote por el cardenal Guisa, el 24 de septiembre de 1583. Un año más tarde volvía a Inglaterra y se le asignaba, como sitio de apostolado, su propia ciudad de Oxford y sus entornos. Pudo hacer, a lo largo de seis años, un sustancioso apostolado, logrando reconciliar muchas personas con la Iglesia. Era hombre de mucha virtud, agrado y cultura, cualidades que puso al servicio de la misión católica.

Ricardo Yaxley o Jaxly pertenecía a una familia del Suffolk. Había nacido en Boston, Lincolnshire, probablemente el año 1560. Marchó a estudiar a Reims, donde se ordenó sacerdote el 21 de septiembre de 1585 y cuatro meses después volvía a Inglaterra con otros tres sacerdotes. Se unió a su antiguo compañero de estudios, Roberto Dibdale, y posteriormente se asoció al P. Nichols en su misión de Oxford, aunque no se ha determinado la fecha asociaron su apostolado, o quizás el motivo de estar con él en la misma posada era que había ido a verle por asuntos de dirección espiritual.

Tomás Belson era natural de Brill, junto a Ayslebury. Había sido seminarista en Reims, cuyo colegio dejó el año 1584. Estaba en la posada de Oxford para ver al P. Nichols, que era su confesor.

Hunfredo Pritchard era galés y vivía en Oxford; era criado de Catalina Welsh, la viuda católica dueña de la fonda en donde los cuatro fueron arrestados. Era un alma simple y honesta que durante doce años había prestado los más eficaces servicios a los católicos perseguidos.

El arresto se produjo a media noche, sin duda porque alguien avisó a la autoridad de la presencia de varios sacerdotes. Los tres huéspedes y el criado fueron arrestados -también lo fue la dueña del hostal pero no fue sometida a juicio- y llevados ante el vicecanciller, ante quien reconocieron que eran católicos. Él preguntó si había algún sacerdote entre ellos. El P. Nichols se presentó como tal y tuvo lugar seguidamente una discusión religiosa con el vicecanciller hasta que éste, dialécticamente acorralado, prefirió concluir. Enviados los sacerdotes a una cárcel y los seglares a otra y encadenados en ellas, un grupo de teólogos protestantes vino a dialogar con ellos e intentar su paso al protestantismo. El vicecanciller los interrogó de nuevo y quiso sacar de ellos con quiénes habían tratado. Pero mantuvieron su confesión católica con firmeza y no delataron a nadie.

Fueron llevados a Londres y presentados a Walsingham, quien les dijo que no sólo eran traidores sino perturbadores del orden público en el país, a lo que ellos replicaron que difundir el evangelio no podía ser calificado de desorden ni sedición. Fueron torturados con la intención de averiguar los nombres de las otras personas católicas, pero ninguno de ellos dijo nada. Entonces, fueron reenviados a Oxford para ser juzgados y condenados. El juicio tuvo lugar en el castillo de Oxford. Los cuatro, al oír la sentencia de muerte, dieron gracias a Dios y se abrazaron entre sí. Un ministro protestante le dijo a Hunfredo que era un pobre ignorante y que no sabía qué era ser católico. El dijo que sí lo sabía aunque no fuera capaz de explicarlo.

Para la ejecución pública concurrió mucha gente. Escarmentados de la capacidad del P. Nichols para explicar su fe católica, no se le dio permiso para hablar antes de ser ejecutado. Lo fue en primer lugar. Una vez ahorcado lo bajaron y el P. Yaxley se dirigió hacia el cadáver, lo abrazó y le dio gracias en público por haberlo guiado en el ministerio y haber sido para él un verdadero padre espiritual, y se encomendó a él en aquella hora tremenda. La conducta del joven sacerdote impresionó vivamente a la multitud. Seguidamente fue ahorcado, y al ser bajado, el siguiente mártir besó su cuerpo y se encomendó a él. Era Belson, que mostró en aquella hora una gran fortaleza y serenidad. Por último subió al patíbulo Pritchard con rostro sonriente y dijo a los presentes que los ponía como testigos de que no moría por otra cosa que por su fe católica. Las cabezas de los cuatro mártires fueron expuestas en el castillo de Oxford, mostrando serenidad y compostura en sus rostros, tanto que se mandó fueran expuestas en sitio menos público. Según la práctica habitual, fueron ahorcados, luego destripados y descuartizados. Fueron beatificados el 22 de noviembre de 1987.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Esteban de Nicea. s. I.
Martirologio Romano:
En Reggio, de Calabria, san Esteban de Nicea, obispo y mártir. Parece que fue ordenado primer obispo de Reggio Calabria por el mismo san Pablo y que murió mártir durante la persecución de Nerón. Es patrón de la ciudad.


San Astio de Durazzo. M. c. 117.
 Mártir junto con Luciano, Pompeyo, Esiquio, Papio, Saturnino, Germán y Peregrino. Astio era obispo de Dyrrachium (Durazo) en Macedonia y fue crucificado en esta ciudad durante la persecución de Trajano; los otros eran italianos que habían huido de la persecución de Macedonia pero fueron capturados porque mostraron su simpatía por Astio. Cargados de cadenas fueron arrojados al mar


Santa Ciprila de Cirene. M. 300.  
Martirologio Romano: En Cirene, en Libia, santa Ciprila, mártir, la cual, según cuenta la tradición, durante la persecución bajo Diocleciano retuvo en sus manos durante mucho tiempo carbones ardiendo junto con el incienso, para que no pareciese, si los tiraba, que ofrecía culto a los dioses, y despedazados luego cruelmente sus miembros, su alma, decorada con su sangre, voló al encuentro del Esposo. Viuda de Cirene. Parece que se acercó al obispo san Teodoro para que la cura de un violento y crónico mal de cabeza. Teodoro estaba en libertad vigilada, la curó y la puso a su servicio junto a otras dos devotas mujeres: Aroa y Lucía. Después del martirio del santo obispo nuestra santa fue encarcelada. Mártir en Cirene (Libia) durante la persecución de Maximino y Diocleciano. Fue obligada a sacrificar a los dioses, pero al negarse su martirio fue atroz y murió en la tortura que consistió en mantener sobre sus manos carbones ardiendo con incienso para que pareciera que arrojando las ascuas estaba ofreciendo a los dioses, como retuvo en sus manos los carbones impidiendo así que se pensase que ofrecía incienso a los dioses, murió fue despedaza, con ella murieron otros muchos.


Santa Febronia. s. IV.
Natural de Patti (Salerno), pertenecía a una familia acaudalada de origen pagana, conoció el cristianismo y fue bautizada por el obispo san Agatón en una fuente, que después fue milagrosa, situada en una localidad conocida por esto “Acqua Santa”. La joven Febronia, abandonó el paganismo, se consagró a Cristo haciendo voto de virginidad y, a causa de esta elección, sufrió insultos de todo tipo por parte de su padre, que tenía para ella otros proyectos de vida. Para huir de la cólera paterna se escondió en las grutas del Mons Iovis, en la actual localidad de Mongiove. Pero su padre su padre la descubrio y cegado por el odio hacia la fe cristiana, la asesinó tirando el cuerpo al mar, durante la persecución de Diocleciano. Venerada en Patti (Salerno).



San Atanasio de Jerusalén. M. 452
 
Martirologio Romano: Conmemoración de san Atanasio de Jerusalén, diácono de la iglesia de la Santa Resurrección y mártir, que fue atrozmente atormentado por el monje hereje Teodosio por reprobarle su impiedad y por haber defendido el Concilio de Calcedonia contra quienes lo impugnaban. Diácono de la iglesia de la Resurrección de Jerusalén; denunció al monje hereje eutiquiano Teodosio, que había suplantado al católico Juvenal en la sede de Jerusalén, por censurar su impiedad y defender el concilio de Calcedonia, y por este acto fue capturado y decapitado por los soldados enviados por Teodosio.


Guillermo de Hirsau. Beato. M. 1091.  Monje de Saint Emmeran en Ratisbona, donde compuso sus escritos "De astronomia" y "De música". Entabló amistad con san Ulrico de Cluny (que pronto se convirtió en famoso con el apodo de Zell), y que como él ingresó el monasterio, auque luego se trasladó a Cluny. En 1069 fue nombrado abad de la abadía de Hirsau en Württemberg, reformada recientemente, donde introdujo la observancia cluniacense y tuvo el privilegio de protección imperial, al que siguió otro papal, evitando así las injerencias de los obispos.

Fundó la escuela monástica, reorganizó el "scriptorium", proveyó a la educación y bienestar de los siervos de la abadía. Marchó a Roma y apoyó a san Gregorio VII contra Enrique IV; fundó siete nuevas abadías con la nueva reforma compiladas en las "Consuetudines Hirsaugienses", en las que introdujo la “institución de los conversos”, según la cual los hermanos laicos no hacían ninguna profesión, se diferenciaban también exteriormente de los monjes y se alojaban en lugares separados de ellos. Durante su mandato la reforma se trasladó a todos los monasterios de Alemania, pero no pudo conseguir una federación según el modelo de Cluny. Murió en Hirsau, donde fue venerado hasta la supresión del monasterio en 1535.


Santo Tomás de Terreto. M. c. 1100. 
Martirologio Romano: En el monasterio de Santa María de Terreto, cerca de Reggio Calabria, santo Tomás, abad. Fue monje y abad basiliano (hegúmeno) bizantino de la antigua abadía de Santa María Theotokos de Terreti en Reggio Calabria (Italia). En la tradición popular se le recuerda por su piedad. Transcurría muchos días en retiro espiritual y penitencial en algunas de las grutas escavadas que todavía hoy se pueden ver en la parte norte de Terreti sobre la carretera que va hacia Santa Domenica.


Santas Teresa Chen Jinxie y Rosa Chen Aixie. M. 1900
Martirologio Romano: Junto a la aldea de Huangeryin cercana a Ningjinxian en la provincia de Hebei en China, santas hermanas Teresa Chen Jinxie y Rosa Chen Aixie, vírgenes y mártires, que, durante la persecución desencadenada por los boxers, por conservar el honor de la virginidad y su fe cristiana se opusieron con coraje a la depravación y a la bárbara crueldad de los perseguidores y fueron por ellos traspasadas a golpe de lanza.

Ambas pertenecía a la comunidad cristiana del pueblo de Tong-Kia-Tchoang. Cuando tuvieron noticias ciertas de las atrocidades que cometieron los bóxers, un grupo de fieles de esta comunidad, entre ellas estas dos hermanas, se montaron en un carro y salieron en dirección a Tan Kyu, la población que los misioneros habían fortificado en un intento de defender a los cristianos. Durante el viaje una banda de bóxers rodeó el carro y exigió que las jóvenes bajaran del mismo. Protestó uno de los que iban en el carro y le costó la vida en el acto. Entonces ambas muchachas bajaron y se pusieron de rodillas, rezando en voz alta. Un bóxer mató de un golpe de lanza a Rosa y otro a Teresa que quedó tendida en tierra desangrándose. Seguidamente los bóxers se marcharon. Recogidos los cadáveres y a Teresa que estaba herida, el carro prosiguió su marcha, pero Teresa expiró poco después. Tenía 25 años. Ambas fueron canonizadas el 1 de octubre de 2000.

  • En Cremona de Lombardía,
    san Antonio-María Zacaría,
    Confesor, que fue Fundador de los Clérigos Regulares de san Pablo y de las Vírgenes Angélicas; e insigne en todas las virtudes y en milagros, fue canonizado por el Papa León XIII. Su cuerpo se venera en Milán, en la Iglesia de san Bernabé.

  • En Roma, santa Zoé, Mártir, mujer del santo Mártir Nicóstrato; la cual, en tiempo del Emperador Diocleciano, orando delante del sepulcro de san Pedro Apóstol, fue apresada por los perseguidores y  encerrada en una oscurísima cárcel; después, colgada de un árbol por el cuello y los cabellos, y haciéndole debajo una horrible humareda, en la confesión del Señor entregó su espíritu.

  • En Jerusalén, san Atanasio, Diácono, que, por defender el santo Concilio de Calcedonia, fue preso por los herejes, los cuales, después de hacerle probar todo género de tormentos, le acabaron la vida con el hierro.

  • En Siria, el triunfo de san Domicio, Mártir, que con sus milagros dispensa, muchos beneficios a las gentes de aquella tierra.

  • En Sicilia, los santos Mártires Agatón y Trifina.

  • En Tomis de Escitia, los santos Mártires Marino, Teódoto y Sédofa.

  • En Cirene de Libia, Santa Cirila, Mártir, la cual, en la persecución de Diocleciano, retuvo mucho tiempo en la mano los carbones encendidos con incienso, porque no pareciese que al arrojar los carbones ofrecía incienso a los ídolos; después, horriblemente despedazada, hermoseada con su propia sangre, voló al Esposo.
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