Santoral del 1 de Noviembre



FIESTA DE TODOS LOS SANTOS
INDICE

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS
San BENIGNO DE DIJON
San AUSTREMONIO DE CLERMONT
San CESÁREO DE TERRACINA
San AUDOMARO DE THÉROURANNE
San HARALD I “Blaatand”
San PEDRO DEL BARCO
Beato RAINIERO ARETINO
San NUNO ÁLVAREZ PEREIRA
Beato AMADEO DE SILVA
Beatos PEDRO PABLO NAVARRO, DIONISIO FUJISHIMA, PEDRO ONIZUKA SANDAYU y CLEMENTE KIUYEMON
Santos JERÓNIMO HERMOSILLA, VALENTÍN BERRIOCHOA y PEDRO ALMATÓ RIBEIRA
Beato RUPERTO MAYER
Beato TEODORO JORGE ROMZSA
OTROS SANTOS DEL DÍA


FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Por la fe conquistaron reinos, ejercitaron la justicia,
obtuvieron el efecto de las promesas.
(Hebreos 11, 33)


Al comienzo del siglo VII, el santo Papa Bonifacio IV fue autorizado, por el emperador Focas, a cambiar el Panteón, erigido en honor de los falsos dioses a quienes los paganos festejaban juntamente, en iglesia que dedicó a la Santísima Virgen y a todos los mártires. Esta ceremonia tuvo lugar el 13 de mayo y su aniversario llegó a ser fiesta fija anual, que el Papa Gregorio IV transfirió al 1 de noviembre y extendió a todo el imperio, el año 835, durante el reinado de Luis el Bueno, convirtiéndola en fiesta de todos los santos.

MEDITACIÓ SOBRE LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

I. La vida de los santos ha estado llena de miserias: han sido perseguidos y atormentados por los enemigos de Jesucristo; Dios les ha enviado aflicciones para probarlos y purificarlos; en fin, ellos mismos se rehusaron a los placeres más inocentes y ejercieron sobre sus cuerpos grandísimas austeridades. ¿Quieres ir tú a donde están ellos? He ahí el camino, sigue sus huellas; estos grandes hombres tenían un cuerpo como el tuyo, pero más valor que tú. No han sido de naturaleza superior a la nuestra, sino de mayor vigilancia; no estuvieron exentos de pecados, pero hicieron penitencia (San Ambrosio).

II. Los santos a pesar de sus pruebas, siempre han estado alegres y contentos en esta vida, porque los consuelos que Dios derramaba en sus almas les quitaban todo sentimiento de los dolores del cuerpo. Míralos en el patíbulo y en los yermos: aquí, derraman lágrimas de consuelo; allí, están llenos de gozo en medio de las torturas. Dios es tan generoso que no quiere esperar la otra vida para recompensarlos, hasta lo hace en este mundo.

III. Si fueron consolados en esta vida, que era el lugar de exilio, de sus combates y sufrimientos, ¡de qué gozo no serán colmados en el cielo, su patria y lugar de su triunfo! Allí poseen todos los bienes que su corazón puede desear, porque poseen a Dios; no son afligidos por incomodidad alguna. Escucha lo que te dicen: “Para llegar al cielo no pienses encontrar un camino más cómodo que el que recorrimos nosotros en pos de Jesucristo. No busques aquí abajo lo que ningún santo ha podido encontrar, lo que Cristo mismo no ha encontrado”.

La imitación de los santos.
Orad por la Iglesia.

ORACIÓN
Omnipotente y eterno Dios, que nos concedéis que honremos en una misma solemnidad los méritos de todos vuestros santos, haced que, asistidos por tan numerosos intercesores, obtengamos cada vez más, según nuestros deseos, la multitud de vuestras gracias. Por J. C. N. S.

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS.


Martirologio Romano: Solemnidad de todos los santos unidos con Cristo en la gloria: hoy, en un único júbilo de fiesta la Iglesia todavía peregrina en la tierra venera la memoria de aquellos de cuya compañía exulta el cielo, para ser imitada por su ejemplo, alegrada por su protección y coronada por su victoria delante de la majestad divina en los siglos eternos

La solemnidad de todos los Santos es de origen probablemente celta, porque fue citada por Arnone, arzobispo de Salzburgo, en el concilio de Riesbach (798), de fecha 1 de noviembre. Arnone era discípulo de Alcuino y, hacia el año 800, recibió la felicitación de su maestro por haber fijado esta fecha en las calendas de noviembre, "como nosotros habíamos hecho". Tal vez la fecha del 1 de noviembre, que en los países celtas era una gran solemnidad, puede haber influido en la elección de esta fiesta, cristianizando ceremonias de gusto anglosajón.

En Siria se celebraba una fiesta común para todos los mártires de la tierra, para la cual san Efrén compuso un himno en Edessa, esta fiesta coincidía con el viernes después de Pascua: el 13 de mayo; en esta festividad pascual, en el año 609, el papa Bonifacio IV, transformó el Panteón en una iglesia, dedicándola a Santa María siempre Virgen y a todos los Mártires. En el siglo X, Roma comenzó a celebrar en esta fecha la festividad que era celebrada con ayuno y vigila. La vinculación con el tiempo pascual que recordaba el triunfo de los mártires, era evidente.

Esta fiesta hoy en día comprende la festividad de todos los santos que poseen la gloria del cielo, sean o no canonizados. San Bernardo dice al respecto: "... la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro, no suyo. Por lo que a mí respecta, confieso que, al pensar en ellos, se enciende en mí un fuerte deseo. El primer deseo que promueve o aumenta en nosotros el recuerdo de los santos es el de gozar de su compañía, tan deseable; de llegar a ser conciudadanos y compañeros de los espíritus bienaventurados... y, finalmente, de asociarnos y alegrarnos juntos en la comunión de todos los santos. Nos espera la Iglesia de los primogénitos, y nosotros permanecemos indiferentes; desean los santos nuestra compañía, y nosotros no hacemos caso; nos esperan los justos, y nosotros no prestamos atención".

El Concilio Vaticano II en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia en el cap. V. dice: "En la Iglesia todos están llamados a la santidad. Todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad". SOLEMNIDAD.
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San BENIGNO DE DIJON. s. II?.


Martirologio Romano: En Dijón, en la Galia Lugdunense, san Benigno, venerado como presbítero y mártir Alrededor de su sepulcro venerado en Francia, la imaginación popular ha bordado una bonita leyenda: apóstol legendario de Borgoña. Habría sido discípulo de san Policarpo de Esmirna, que lo envió a las Galias. Desembarcó en Marsella con san Andoquio y el diácono san Tirso. Un ángel lo condujo a Autun, donde bautizó al hijo de su anfitrión, san Sinforiano. Enseguida viajó a Langres, donde bautizó a los gemelos trillizos de Capadocia: santos Eltusipo, Melasipo y Espeusipo.

Al fin llegó a Dijon, donde el gobernador Aureliano ofrecía un sacrificio sobre el altar de Júpiter. Como se negó a participar en el rito, fue azotado con correas. Lo curó un ángel. Al día siguiente lo condujeron al templo por la fuerza y le hicieron tragar las carnes del sacrificio.

Él se puso a orar y enseguida los ídolos y el holocausto se convirtieron en humo. Entonces, el gobernador ordenó que le hundieran diez leznas calentadas al rojo vivo bajo las uñas de los dedos de la mano, y que después lo encerraran en compañía de doce perros hambrientos. Seis días después se lo encontró reposando tranquilamente en una cama; un ángel lo había curado y alimentado. Los verdugos que no sabían qué hacer con un supliciado tan invulnerable, le empotraron los pies con plomo fundido en un pilón de piedra, le partieron el cuello con una barra de hierro, y por último le atravesaron el pecho con dos lanzas entrecruzadas. En el momento en el que expiró, los cristianos de Dijon vieron volar hacia el cielo una paloma blanca. Y todavía se le atribuyó un milagro póstumo. Un niño había intentado apagar y hurtar un cirio que ardía en la cripta, ante su relicario, pero surgió un dragón para evitarlo. De esta ensalada de tópicos no hay un solo hecho histórico.
Tumba de S. Benigno
No debe confundirse con otro san Benigno, obispo de Angulema, que perdió su sede episcopal por los visigodos, y a quien, por otra parte, el santo de Dijon eclipsó completamente. Los hagiógrafos no se ponen de acuerdo acerca de la época de su vida. Unos lo sitúan en el siglo II, en tiempos de Marco Aurelio, otros en el siglo III. Pero ningún texto lo menciona antes del siglo VI, y no hay la menor prueba histórica de sus "Hechos". De hecho no se sabe quien es el personaje que encierra el sepulcro de Dijon, que ha sido objeto de veneración de parte del pueblo, y que incluso el obispo Gregorio de Langres (506-539), llegó a prohibir las peregrinaciones a este sepulcro que concedía bienes y era "benigno", después de una serie de signos se decidió santificar al cuerpo que contenía este sepulcro con el nombre de Benigno, ya que había santos mártires que también se llamaban de esta manera. Patrón de Dijon.
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San AUSTREMONIO DE CLERMONT. (250-300).


Martirologio Romano: En Arvernia (hoy Clermont-Ferrand), de Aquitania, san Austremonio, obispo, que, según la tradición, predicó en esta ciudad la palabra de la salvación

No sabemos con certeza sobre este santo sino que fue misionero en Armenia, y que se le venera como apóstol y primer obispo de Clermont. Los historiadores discuten hasta la época en que vivió. Según san Gregorio de Tours, fue uno de los siete obispos enviados de Roma a la Galia a mediados del siglo III. Su culto se popularizó gracias a una visión que tuvo un diácono junto al sepulcro del santo, en Issoire. Llevo el evangelio a la Auvernia, donde es más conocida la leyenda que la historia de este obispo; dicen que llegó a las Galias desde Roma en compañía de santos Baldo y Nectario (suceso improbable ya que estos dos santos vivieron en el siglo VI)

La leyenda de Austremonio se fue desarrollando a partir del siglo VI. Según ésta, el santo fue uno de los setenta y dos discípulos del Señor. Se asegura que recibió la misión apostólica de san Pedro, esto parece ser que fue para engrandecer la iglesia de Clermont. Fue asesinado por un rabino judío, a cuyo hijo había convertido. El rabino le cortó la cabeza y la arrojó en un pozo. Los cristianos lo descubrieron gracias al rastro de sangre que había dejado desde el sitio del asesinato hasta el pozo. Por ello se veneraba como mártir a Austremonio. Su cuerpo fue sepultado en Issoire. Patrón de Clermont Ferrand y de Issore cuya abadía benedictina está puesta bajo su advocación, y también la abadía de Mozart.
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San CESÁREO DE TERRACINA. M. 300.


Martirologio Romano: En Tarracina, en la costa del Lacio, san Cesáreo, mártir
Junto con Julián. Mártires en Terracina. Su devoción fue muy extendida en el último imperio y en el primer medioevo. No se sabe nada de ellos, sólo que había una iglesia en el Palatino (Roma) dedicada a Cesáreo el Africano. Dicen que Cesáreo era diácono en África, y que fue arrojado en Italia, en un saco al mar junto con el presbítero Julián.

Según la leyenda, Cesáreo nació en áfrica setemptrional y era hijo de un mercenario y de una mujer patricia, perteneciente a la Gens Julia. Para agradecer al emperador sus favores llamaron al niño Cesáreo. Sus antepasados se habían convertido al cristianismo y Cesáreo, queriendo ser “uno con Jesús” fue consagrado diácono.

Renunció a su herencia y se marchó con sus compañeros a Roma. La nave naufragó en las costas de Terracina. Allí conoció como los desheredados y enfermos eran marginados mientras los nobles gozaban del lujo de la forma más desenfrenada. Decidió cuidar a los enfermos junto a un sacerdote llamado Julián que será su maestro y su mejor amigo, con el que formó la primera comunidad cristiana terranicense. Enterró a las santas vírgenes Domitila, Teodora y Eufrosina, que habían sido quemadas.

Era costumbre en la ciudad hacer un sacrificio humano a Apolo y nuestros santos decidieron impedirlo. Cesáreo llegó hasta el lugar del sacrificio y habló al pueblo sobre la inutilidad de estos sacrificios. Fueron encarcelados y allí Cesáreo convirtió a los que estaban con él. Fueron torturados y por último ejecutados, lanzádolos por el monte dentro de un saco lleno de piedras.
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San AUDOMARO DE THÉROURANNE. (595-670).


Martirologio Romano: En el territorio de Théouranne, en Flandes, san Audomaro, que, siendo discípulo de san Eustaquio, abad de Luxeuil, fue elegido obispo de los Marinos y renovó allí la fe cristiana

Natural de Oval, cerca de Coutances, Normandía y no Constanza, Alemania. A la muerte de su madre, entró en el monasterio de Luxeuil (Luxovia), junto con su padre; fue discípulo de san Eustaquio, abad de Luxeuil. Dejó la abadía para dedicarse con sus compañeros santos Bertino y Mummolino, a la evangelización de la región de Morinie, cuya capital era Thérouanne. Obispo de Thérouanne (en aquella época comprendía el Paso de Calais, Flandes) y de Boulogne, nombrado por el rey san Dagoberto II hacia el 639.

La diócesis tenía una gran necesidad de evangelización, y para este fin contó con la ayuda de numerosos monjes que poblaron la zona de abadías; él personalmente fue cofundador de Sithu, junto con san Beltrán, san Mummolino, san Eloy y san Bertino, que fue el segundo abad sucediendo a san Mummolino. En torno a esta abadía surgió la ciudad llamada Saint-Omer. Fundó la iglesia de Saint Martin sobre el río Lys. En su política episcopal mantuvo relaciones de colaboración con san Audoeno de Rouen (en Rouen, Audomaro ordenó sacerdote a san Wandregisilio), y con san Lamberto de Lieja, con quién se encontró en el 667 para la traslación de las reliquias de san Vedasto de Arrás. Se le atribuyeron muchos milagros. Murió ciego y enterrado por san Bertino en el territorio de Wavrans. La leyenda dice que, como san Benito, se envolvía en una manta espinosa para vencer las tentaciones carnales.
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San HARALD I “Blaatand”. (c.910 - 985).


También conocido como Harald Dienteazul, nacido en Dinamarca. Tras la muerte de su padre, Gorm III, en el 940, le sucedió en el trono del reino de Jelling, el más importante de los territorios daneses en la península de Jutlandia. Luchó, en alianza con el duque Ricardo de Normandía, contra los monarcas franceses Lotario III, y Luis de Ultramar, lo que le condujo a ampliar su dominio del Mar del Norte hasta controlar gran parte del vecino reino de Noruega. Sin embargo, sus continuas ausencias fueron aprovechadas por Otón II, para arrebatarle la parte sur del reino de Jelling a favor del Sacro Imperio

Se convirtió al cristianismo en el año 960, e intentó que todos sus súbditos abandonasen las costumbres religiosas paganas para aceptar la nueva religión. Aunque la mayoría siguió su camino, parte de la aristocracia militar, recelosa de esta idea, se alzó en rebelión contra el monarca, y logró deponerle para instalar en el trono a su hijo, Sven I.

La última ofensiva de Harald, en el año 983, consiguió rendir a los rebeldes y recuperar el territorio del sur perdido ante Otón. Un nuevo levantamiento de su hijo Sven, en el año 985, acabó con la vida de Harald, tras lo cual Sven fue coronado rey e intentó erradicar el cristianismo y propugnar la vuelta al paganismo danés.

Baronio le atribuyó el titúlo de santo, aunque todavía no se había certificado la antigüedad de su culto. Giovanni Adolfo Cupreo en los  “Annales Episcoporum Sleviciensium” afirma que los antiguos daneses lo conmemoraban con rey santo el 1 de noviembre, aniversario de su muerte, y que sobre su tumba se habían realizado numerosos milagros. Los Bolandistas, aunque lo conmemoran el 1 de noviembre, se abstienen de darle el título santo o mártir.

Hay un hecho innegable que el cristianismo en Dinamarca triunfó bajo su reinado, y que se prodigó en la edificación de iglesias e incrementó la evangelización en el norte de Europa. El mísmo fue consciente que tenía que evangelizar a su pueblo como hizo en la famosa estela de Jelling, una de las muestras más preciadas de escritura rúnica, que ordenó su inscripción en homenaje a sus antepasados.
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San PEDRO DEL BARCO. (1088-1155).


Nació en Ávila, España. Educado muy cristianamente, desde la niñez dio muestras de sus virtudes. Al quedarse huérfano se retiró a un rincón de lo que es hoy la Ribera barcense. Empezó a roturar y a labrar estas tierras, así como a socorrer a los pobres y a enseñar a las gentes. Creció la fama de su virtud y el Obispo de Segovia le nombró canónigo de sus Catedral.

En el año 1149 regresó al Barco con su amigo Pascual, natural de Tormellas. Como estaba muy viejo buscó a un mozalbete para que lo ayudara. la tradición y la leyenda dicen que pidió al Señor que le diera a conocer el momento de su muerte. Le anunció que sucedería cuando el agua de la fuente en que bebía se convirtiese en vino. En octubre de 1155, san Pedro tuvo sed y pidió al muchacho le trajese un poco de agua, al probarla observó que era vino. A los 3 días murió

La tradición y la leyenda siguen contando: Como no hubo acuerdo sobre dónde enterrarle, se decidió montarle en una mula, a la que habían vendado los ojos; en el lugar donde se parase, allí se le enterraría. La mula partió de El Barco, pasó Piedrahíta y al llegar a Ávila, se dirigió a la Iglesia de San Vicente donde se paró y dejó marcada su huella, conservándose ésta actualmente. La mula cayó muerta y fue enterrada en el trozo de muralla más cercano a la iglesia, que conserva todavía el nombre de “Cubo de la mula”.

San Pedro fue enterrado en la iglesia y allí permanece, salvo el húmero que fue extraído para depositarlo en la ermita de San Pedro, en El Barco de Ávila. Actualmente está en el Museo de la Iglesia Parroquial.
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Beato RAINIERO ARETINO. M. 1304.


Martirologio Romano: En Borgo Santo Sepolcro, la de Umbría, beato Rainiero Aretino, de la Orden de los Hermanos Menores, que brilló por su humildad, pobreza y paciencia
El beato Rainiero libera a los pobres de la cárcel de Florencia
Nació en Valtiberina entre la Toscana y la Umbría. Sobre la pasión de Cristo moldeó su propia vida. Fue hermano lego franciscano, y se destacó en el pueblo de Borgo de Sansepulcro. Su vida transcurrió en el cumplimiento del humilde oficio de portero y limosnero, que le permitió estar en contacto con los más pobres, con la gente sencilla del pueblo y con todos los necesitados que llamaban a las puertas del convento en busca de algo de alimento. La muerte le sobrevino en la bodega, donde estaba realizando su trabajo para los hermanos de la fraternidad.

Pocos días después de su muerte el municipio, que ordenó embalsamar su cuerpo y recoger las relaciones de los milagros atribuidos a él, también hizo que construyeran un altar monumental en honor de Ranieri. En dicho altar, que aún existe en la iglesia de San Francisco de los conventuales de Sansepolcro,  se lee la siguiente inscripción en latín: "En el año del Señor 1304, en la fiesta de todos los santos, el santo Ranieri emigró al Señor. En dicho año el ayuntamiento del Borgo mandó hacer este altar para honra de Dios y magnificencia de dicho santo. Amén". En algunas biografías se le confunde con el beato Benito de Arezzo
Pio VII reconoció el culto en 1802, y su memoria litúrgica se celebra el 31 de octubre, un día antes de su muerte, por coincidir el 1 de noviembre con la solemnidad de todos los Santos. Su cuerpo reposa en la cripta de la iglesia de San Francisco de su ciudad natal.
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San NUNO ÁLVAREZ PEREIRA. (1360-1431).


Martirologio Romano: En Lisboa, de Portugal, san Nuno Álvarez Pereira, que primero fue puesto al frente de la defensa del reino y más tarde recibido entre los hermanos oblatos en la Orden Carmelitana, donde llevó una vida pobre y escondida en Cristo
Nació en Sernache de Bomjardim (Portugal). Su padre era don Álvaro Gonçalves Pereira, gran prior del priorato de Crato de la Orden de los caballeros de San Juan de Jerusalén (orden de Malta). Su infancia la pasó entre los soldados de su padre y, a los 13 años, fue admitido en la corte del rey Fernando para que se adiestrara en la milicia y, a pesar de su juventud, en ella dio muestras de gran valentía y por ello fue armado caballero, como escudero de la reina. A los 16 años, se casó con doña Leonor de Alvím de la que tuvo tres hijos. Dos de ellos murieron muy pronto y Beatriz, la tercera, casó con Alfonso, hijo del rey Juan I.

En aquella época, Portugal y Castilla, estaban en continuos litigios bélicos y durante ellos, Nuño, luchó con todas sus fuerzas por la independencia de su patria, demostrando gran valentía y destreza militar. Famosas fueron las batallas de Aljubarrota y Valverde en las que salió victorioso. Las contiendas militares, no le estorbaron su profunda vida cristiana que, para él, siempre fue lo primero. El Maestre de Avis, proclamado rey de Portugal, le nombró su Condestable, así a los 25 años era jefe supremo del ejército. Fue nombrado “héroe nacional”, y el común del pueblo le llamó el “santo Condestable”.

Era devotísimo del Santísimo Sacramento y de María a la que levantó la famosa iglesia del Carmen de Lisboa y otros muchos santuarios, como el monasterio de Batalha; también visitó numerosos santuarios marianos. Después de la muerte de su esposa (1387), ya no quiso contraer nuevas nupcias y siempre fue exigente con la moralidad de sus soldados y más aún con la suya propia. Era modelo, para cuantos le contemplaban, en todas las virtudes. En 1423, abandonó todas sus posesiones y honores y vistió el hábito carmelita como hermano donado en el convento de Lisboa, que el mismo había fundado, con el nombre de fray Nuno de Santa María. En el convento fue la admiración de todos por su gran humildad, servicio, caridad y piedad. Para alejarse más del mundo quiso irse a un convento lejos de donde le conocieran, pero no se lo permitieron. Sus gestas han sido cantadas por Camoens en su libro: "Os Lusiadas". Fue sepultado en el convento del Carmen de Lisboa.
Fue canonizado por Benedicto XVI en 2009 y la fecha de su culto se ha establecido el 1 de noviembre; en Portugal se celebra el 6 de noviembre y la Orden de los Carmelitas descalzos lo festeja el 1 de abril.
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Beato AMADEO DE SILVA. (1420-1482).


Nació en Ceuta en el seno de una noble familia portuguesa. Se llamaba Juan. Hermano de la beata Beatriz de Silva Meneses. A los 22 años se retiró al monasterio jerónimo de la Puebla de Guadalupe en Cáceres. Monje ejemplar que desempeñó los cargos más humildes, pero no se quedó allí, sino que fue a Granada, con la intención de morir mártir o convertir a los moros, pero sólo se ganó unos bastonazos, y volvió a Guadalupe. Pensó entonces de ir a África, pero una tempestad lo devolvió a Portugal. El 11 de diciembre de 1452 obtiene la obediencia del Prior, Gonzalo de Ilescas, para poder trasladarse a Asís, en donde cambia el hábito blanco por el pardo de los franciscanos, para poder ir de misioneros a cualquier selva del mundo.

Entendió entonces que el Señor le llamaba para otra vida que la que él había soñado y se puso en manos de la Providencia. Por obediencia fue a Perugia, Brescia y Milán. Por obediencia a los 39 años celebró su primera misa. Residió en Roma e inició su fundación en Catelleone di Cremona en 1464. Rechazado por los frailes de las demás familias, contó con el apoyo del ministro general Francisco della Rovere (1464-1469), del que parece que fue su confesor. Elegido papa con el nombre de Sixto IV, Della Rovere no dejó de favorecerlo, concediéndole la iglesia romana de San Pedro en Montorio y fuese su director espiritual. Impulsó la vida religiosa con altos deseo de observancia evangélica.

Fundó la Orden de los Amadeanos. De ese modo, los amadeitas se instalaron en Milán, Lodi, Génova, Foligno, Asis, en Italia central y septentrional y en España, pero no llegaron a tener más de treinta casas. Deseando hacer una visita a todos sus frailes, llegó al convento de Santa María de la Paz en Milán, donde murió. Su congregación permaneció siempre bajo la obediencia de los ministros generales y provinciales, hasta su supresión en 1568, que se unió a los franciscanos.

Su tumba, mandada a construir por el rey Luis XI de Francia, pronto comenzó a recibir visitas de muchos devotos, fueron cuatro siglos de culto ininterrumpido, hasta que su tumba fue destruida durante las invasiones francesas, aunque se conoce el sitio donde estaba.
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Beatos PEDRO PABLO NAVARRO, DIONISIO FUJISHIMA, PEDRO ONIZUKA SANDAYU y CLEMENTE KIUYEMON. M.1622.


Martirologio Romano: En Shimabara en Japón, beatos Pedro Pablo Navarro, sacerdote, Dionisio Fujishima y Pedro Onizuka Sandayu, religiosos, de la Compañía de Jesús, y Clemente Kiuyemón, mártires, quemados en la pira por odio a la fe cristiana
B. Pedro Pablo Navarro

En 1867, el mismo año en que se reanudó la persecución en Urakami, aunque no llegó al derramamiento de sangre, el papa Pío IX beatificó a 205 mártires del Japón. Por diversas causas (entre las que desgraciadamente nos vemos obligados a reconocer la de los celos nacionales y aun las rivalidades religiosas entre los misioneros de varias órdenes) el «shogun» Ieyasu Tokugawa decretó que el cristianismo tenía que ser abolido. La persecución se inició en 1614, y los beatos sufrieron el martirio entre los años 1617 y 1632. La persecución aumentó gradualmente en intensidad hasta 1622, cuando tuvo lugar la «gran matanza».

El beato Pablo Navarro fue quemado en vida en Shimabara, el l de noviembre del mismo año. Había nacido en 1560, en Laino Borgo (Basilicata, Italia); en el 1587, ingresó en los jesuitas y mientras todavía era estudiante fue enviado a la India, donde recibió el sacerdocio; de allí fue enviado al Japón. Llegó a dominar el idioma a la perfección, ejerció su ministerio con celo extraordinario en Nagasaki y otras partes y, durante veinte años, fue rector de la casa de los jesuitas en Amanguchi.

Con él fueron también quemados los jesuitas japoneses Dionisio Fujishima y Pedro Onizuka Sandayu (nacidos en 1584 y 1604 respectivamente), y el catequista Clemente Kiuyemon (nacido en 1574). Habían llegado al lugar del suplicio cantando las letanías de la Virgen. Muchos espectadores, entre ellos los cristianos, admiraban la fortaleza y serenidad de los testigos de Cristo. El rey Bungodono, contrario a la sentencia imperial de muerte, pero que no podía impedir, ordenó que fueran muchos los haces de leña para que los mártires, muriendo pronto, padeciesen menos, y que estuviesen muy cercanos a los postes en donde eran atados
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Santos JERÓNIMO HERMOSILLA, VALENTÍN BERRIOCHOA y PEDRO ALMATÓ RIBEIRA. M. 1861.


Martirologio Romano: En la ciudad de Hai Duong en Tonkín, hoy Vietnam, santos mártires Jerónimo Hermosilla y Valentín Berriochoa, obispos, y Pedro Almató Ribeira, sacerdote, de la Orden de Predicadores, decapitados por orden del emperador Tu Duc
Jerónimo nació en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), en 1800, en el seno de una familia pobre. Era el menor de 9 hermanos, y al morir su padre se fue a vivir con un benedictino, con el que estuvo cinco años, siendo su monaguillo, recadero y amanuense; el benedictino será su maestro, educador y preceptor. Pasó a Valencia con el obispo benedictino, Veremundo Arias, y allí pasó al seminario diocesano, regentado por los dominicos, en 1815.

En 1819 ingresó en la Orden de Predicadores. Su noviciado será largo a causa de las leyes religiosas dictadas por el Estado y porque, en 1821, tuvo que alistarse, obligado, en el ejército de Fernando VII contra Riego y obtuvo el grado de sargento. Acabada la contienda volvió al noviciado. Profesó en el real convento Santo Domingo de Valencia en 1823.

En 1824 fue enviado al convento de Santo Tomás en Manila a completar sus estudios; en la universidad de Santo Tomás de Manila terminó sus estudios teológicos y fue ordenado sacerdote. Llegó a Vietnam en 1829. Allí tendrá como vicario a san Valentín Berrio Ochoa, y como obispo a san Clemente Ignacio Delgado. Su primer trabajo fue aprender la lengua y luego formó una fuerte y sólida organización de catequistas. “La Casa de Dios” fue el nudo de esta evangelización, empezando por la formación de los catequistas.

Entre 1838 y 1839 comenzó una terrible persecución contra los cristianos tonkineses, y fray Jerónimo fue testigo de estos hechos, como así lo atestiguan sus cartas. En 1839 fue nombrado obispo, aunque sólo en 1841 pudo ser consagrado, sucediendo a Clemente Ignacio Delgado, que había sido martirizado. Su episcopado fue una dedicación plena a la organización de su territorio, en un momento menos cruel de la persecución. Consiguió grandes logros en la evangelización y organización de la Iglesia en aquellas tierras.

Con el rey Tu-Duc arreció de nuevo la persecución, y Jerónimo tuvo que vivir en la clandestinidad. Pidió ayuda a Valentín Berrio Ochoa y a san Pedro José Almató; los tres cayeron prisioneros a causa de la denuncia de un joven que se quería vengar de su padre, y lo denunció de amparar a los misioneros. Francia y España, enviaron tropas a Tonkin, que humillaron y expoliaron a las tropas de Tu-Duc, que se vengó en los misioneros. En 1861 fue apresado en la barca de un pescador que lo protegía, junto a su inseparable catequista san José Nguyen Duy Khang. Los tres misioneros fueron encerrados en una jaula. Mártir en Hai Duong, Tonkin. Fue degollado tras durísimos días de enjaulamiento.

Su festividad universal se celebra el 24 de Noviembre, junto con los 117 Mártires del Vietnam. Pero la diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño, celebra su festividad el 31 de Octubre, víspera de su ejecución.
Valentín nació en Elorrio (Vizcaya), en 1827, en el seno de una familia cristiana; su padre era carpintero. En su niñez y juventud estuvo relacionado con el convento de dominicas de su pueblo, donde hizo de acólito, y ya desde entonces tuvo admiración por la Orden dominicana. Durante su adolescencia tuvo que dedicarse al trabajo de carpintero, al mismo tiempo que estudiaba. Le gustaba el folklore vasco y mostró dotes musicales en la interpretación del chistu.

En 1842, después de unas misiones de un sacerdote, sintió la vocación sacerdotal; con la ayuda de otro presbítero, a los 18 años ingresó en el seminario de Logroño. En 1853 fue director espiritual del seminario de Logroño, siendo todavía tonsurado. Cuando supo que sus padres estaban haciendo un esfuerzo enorme para pagarle el seminario, decidió abandonarlo, pero se dio cuenta que su cargo, como director espiritual, le permitía pagarse sus estudios. En 1851, fue ordenado sacerdote en Calahorra. Sus primeros años de sacerdote los pasó en Logroño, donde se destacó como predicador y por su virtud

Más tarde pasó a ser novicio dominico en el convento de Ocaña, donde profesó en 1854 y se llamó Valentín Berriochoa de la Encarnación. Al salir de Ocaña dijo: “Voy a hacerme santo para que tenga uno Vizcaya”. Hizo el noviciado, fue de nuevo director espiritual del colegio y luego embarcó para ir a Filipinas. En Manila, en el convento de Santo Domingo, aprendió la lengua vietnamita.

En 1858 llegó a la misión de Vietnam con el nombramiento de obispo coadjutor de san Melchor García Sampedro, siendo consagrado en una choza de la aldea de Ninh-Cuong con el título de obispo de Centuria, con derecho a sucesión, a las pocas semanas Melchor fue martirizado. Se le conoció con el nombre de “Vinh” que significa “noble, distinguido”. Valentín se hizo cargo del vicariato apostólico de Vietnam central, sin residencia fija debido a la persecución, y no queriendo huir a Macao, se quedó en su zona pastoral. Escribió muchas cartas a su madre y a los dominicos donde narró la situación de persecución que estaban viviendo los misioneros y catequistas. Después de tres años de trabajo apostólico, en 1861, fue apresado, por una traición y condenado a muerte. Tras siete días de prisión, fue decapitado con el obispo Jerónimo Hermosilla y el sacerdote Pedro Almató en Hai Duong, Tonkin. Segundo patrón de Vizcaya.
Pedro nació en San Feliú de Saserra (Barcelona) en 1830. Ingresó en el seminario de Vich, donde se destacó por su dedicación al estudio; allí coincidió con san Antonio María Claret, a quien le pidió consejo y le animó a ingresar en la Orden de Predicadores. En 1847 ingresó en el convento dominico de Ocaña, que era el único convento abierto de España, en una época de cierre de los conventos religiosos, porque era el único que se dedicaba a formar a misioneros para Oriente.

Fue enviado a Manila, para completar los estudios y recibir el sacerdocio. Durante dos años se dedicó a ayudar en el trabajo pastoral de otras parroquias, aprender las lenguas orientales. En 1855, fue enviado al Vietnam como misionero; él ya sabía de la persecución religiosa, pero a pesar de ello quiso ir. No pudo dedicarse por entero a su misión, porque cayó enfermo y tuvo que conformarse con reducir su apostolado en una zona bastante tranquila. Cuando fray Jerónimo Hermosilla fue nombrado obispo del vicariato, le nombró su ayudante y a partir de entonces su vida se unió a la de su obispo, en huidas y correrías.

En octubre de 1861, fueron apresados por la denuncia de un cristiano traidor. Cargados de cadenas llegaron a la capital del reino, y allí, en el camino habían puesto un crucifijo para que fuera pisoteado, pero fray Pedro, se arrodilló y besó el crucifijo, de manera que tuvieron que retirarlo. Mártir en Hai Duong, Tonkin (Vietnam) junto con Jerónimo Hermosilla y Valentín Berriochoa. Lo tuvieron metido en una jaula donde se preparó para el martirio. Murió rezando el rosario. Fue el más joven del grupo de mártires dominicos del Vietnam.
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Beato RUPERTO MAYER. (1876-1945)


Martirologio Romano: En Munich, de Baviera, en Alemania, beato Ruperto Mayer, presbítero de la Compañía de Jesús, que fue celosísimo maestro de los fieles, ayuda para los pobres y obreros y predicador de la palabra de Dios. Sufrió persecución bajo el nefasto régimen nazi, siendo deportado primero a un campo de concentración y, después, recluido en un monasterio totalmente incomunicado con sus fieles
Nació en Stuttgart (Alemania); después de una juventud normal quiso ser jesuita, pero la Compañía estaba entonces expulsada de Alemania por orden de Bismark, por eso su padre se opuso a su ingreso. Realizó sus estudios filosóficos y teológicos en Friburgo, Munich y Tubinga, ordenándose sacerdote en Rottenburg en 1899. Después de una año como capellán parroquial, logró el permiso de su padre y del obispo para ingresar como novicio jesuita en el convento de Tisis, Austria. El lema de un sacerdote amigo: “no callar si hay que hablar, ni hablar cuando hay que callar”, le acompañaron toda su vida. Aprobada la Compañía, fue destinado a Munich donde desarrolló un gran apostolado entre los emigrantes del campo a la ciudad, ayudó a fundar el instituto religioso de Hermanas de la Sagrada Familia.

En la I Guerra Mundial pidió ser capellán; desarrolló tan bien su ministerio que le fue concedida la más alta condecoración: la cruz de hierro de primera clase (era la primera vez que se concedía a un capellán militar católico); le amputaron una pierna a causa de una granada; esto no impidió para que en la posguerra se dedicase en Munich, a la atención de todos. Y así, con una sola pierna, olvidándose de sí mismo, Ruperto, llegó a ser el gran "apóstol de Munich". En la posguerra había muchas heridas que curar, físicas y morales.

El padre Mayer trabajó sin descanso, para aliviar, consolar y socorrer. Fue nombrado responsable de Cáritas y en este cargo realizó una labor ingente. No era menor su trabajo en consolar e iluminar los corazones. Fue confesor del Nuncio en Baviera, Eugenio Pascelli, futuro papa Pío XII. Pasó horas enteras en el confesionario escuchando, absolviendo, estimulando. La muestra mejor la dieron los fieles, que, cuando el padre Mayer fue encarcelado, rodearon de flores su confesionario. Esta oración suya nos descubre su espíritu: "Señor, suceda lo que Tu quieras y como Tu quieras. Yo estoy pronto, hoy y siempre. Señor, lo que Tu quieras lo acepto. Lo que Tu quieras para mi es beneficio, basta que yo sea tuyo. Señor, porque Tu lo quieres, está bien, yo descanso en tus manos".

Una de las principales tareas de apostolado la realizó como director de las congregaciones Marianas de Munich. Bajo su guía la Congregación se convirtió en la fuerza católica más poderosa de la ciudad. Habló con valentía apostólica, sin miedo a las consecuencias, defendiendo la fe, la Iglesia, los derechos de los fieles. El choque con el nacionalsocialismo era inevitable. Rechazó públicamente el racismo, el antijudaísmo y la política inhumana del nazismo. La Gestapo le prohibió predicar, y hasta el cardenal le prohibió subir al púlpito, él lo aceptó, pero al hacer la profesión perpetua, su superiores le autorizaron la predicación y por esta razón fue detenido en 1936, liberado a los seis meses, el cardenal le volvió a imponer silencio y él aceptó de nuevo.

Al estallar la II Guerra Mundial, fue detenido por tercera vez, al negarse a decir a la policía las personas que habían ido a consultarlo, en el 1939 fue deportado al campo de concentración de Sachsenhause, Berlín, donde estuvo a punto de morir a causa de los malos tratos. En el 1940 fue confinado en la abadía de Ettal (Baviera), de donde intentó huir. Liberado en 1945, no predicó ni habló de su prisión, sino de reconciliación y perdón. Ayudo a los parados, prisioneros y repatriados, y mientras celebraba la misa murió de un ataque cerebral en Munich. Todos lloraron su muerte. San Juan Pablo II le beatificó el 3 de mayo de 1987.
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Beato TEODORO JORGE ROMZSA. (1911-1947).
Martirologio Romano: En la ciudad de Mukacevo, en Ucrania, beato Teodoro Jorge Romzsa, obispo y mártir, que, por mantener su fidelidad infatigable a la Iglesia en tiempo de persecución de la fe, mereció alcanzar la palma gloriosa
Nació en Velykyj Bychkiv, en la región subcarpática, en el seno de una famila modesta. En aquellos momentos la región estaba bajo el dominio del Imperio austro-húngaro. En 1930, su obispo lo envió a Roma para que realizase los estudios eclesiásticos. Vivió en el Colegio Germánico-húngaro y estudió en la Universidad Pontificia Gregoriana. En 1934 se trasladó al Pontificio Colegio Ruso porque decidió desarrollar su ministerio sacerdotal en Rusia. Fue ordenado sacerdote en 1936. En 1937 volvió a su país para realizar el servicio militar obligatorio.

En 1938 fue nombrado administrador de las parróquias de Bereszova y Alsóbisztra; en 1939, director espiritual del seminario de Ungvár y profesor de Filosofía de la Academia. En 1944 fue nombrado obispo auxiliar del administrador apostólico de Mukacevo, Ucrania. En 1946 fue nombrado administrador apostólico de esta circunscripción eclesiástica.

No se amedrentó frente a las graves amenazas de los comunistas, que no toleraban a la Iglesia greco-católica y estaban dispuestos a eliminarla, para que se adhiriera a la Iglesia ortodoxa rusa. El proyecto comunista se vio frenado por la firmeza del prelado. Después de muchas vejaciones físicas y morales, sufrió un grave atentado automovilístico. Fue ingresado en el hospital de Mukacevo, en el que murió envenado por su fidelidad a la Iglesia. Fue beatificado durante la visita pastoral de SS. Juan Pablo II a Ucrania en junio de 2001, junto al grupo de 25 mártires de rito greco-católico de Ucrania.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:


San Maturino de Larchant. M. 388.
Martirologio Romano: En Larchant, ciudad del Gatinais Aquitano, san Maturino, presbítero

Nació en Sens o en Larchant, cerca de Nemours en Gâtinais, se convirtió y fue ordenado sacerdote por Policarpo, obispo de la ciudad; él a su vez convirtió a sus padres y evangelizó la región con éxito. Fue reputado psiquiatra que tuvo como paciente a la hija del emperador Maximiliano, Teodora. Patrón de los locos; en la Edad Media, a los locos se les llamaba "maturinos". Su vida está plagada de leyendas

San Marcelo de París. M. c. 430.
Martirologio Romano: En París, en la Galia Lugdunense, san Marcelo, obispo
Parece que nació en París. El joven se entregó enteramente a la práctica de la virtud y a la oración, de suerte que, según su biógrafo (san Venanzio Fortunato), parecía completamente desprendido del mundo y aun del cuerpo.

Prudencio, el arzobispo de París, viendo el carácter serio de Marcelo y los rápidos progresos que había hecho en las ciencias sagradas, le ordenó de lector y más tarde le hizo archidiácono suyo. A partir de entonces, el santo realizó, según se dice, muchos milagros. Cuando murió Prudencio, Marcelo fue elegido unánimemente para sucederle. IX Obispo de París. Se dice que, con su autoridad y sus oraciones, defendió a su grey contra las invasiones de los bárbaros.

Según la leyenda liberó la ciudad de un dragón que estaba instalado en el féretro de una mujer adúltera, muerta sin haber tenido tiempo de arrepentirse. A la vista del obispo, el dragón, parecía que pedía perdón, y el obispo con el báculo le ordenó que no regresara. Su cuerpo fue sepultado en la catacumba de su nombre en la ribera izquierda del Sena; actualmente ese distrito es un suburbio de París y se llama Saint-Marceau. Patrón de la diócesis de París.


San Rómulo de Bourges. s. V
Martirologio Romano: En la ciudad de Bourges, en Aquitania, san Rómulo, presbítero y abad
Fundó en Gordon la abadía de Saint Satur (diócesis de Bourgers) de la que sería abad.

San Magno de Milán. M. c. 525.
Martirologio Romano: En Milán, de la Lombardía, san Magno, obispo
XXVº arzobispo de Milán (520-525); no se sabe nada más de él, sólo que pertenecía a la familia de los Trincheri. Sus restos reposan en la basílica de San Eustorgio en Milán.

San ;Vigor de Bayeux. M. c. 537.
>Martirologio Romano: En Bayeux, en la Galia Lugdunense, san Vigor, obispo, discípulo de san Vedasto
Nació en Artois, en la Francia septentrional, y vivió en la época de Childeberto I. Su padre le confió a san Vedasto de Arras para que le educase. Pero Vigor, temiendo que su padre no le permitiese ser sacerdote, huyó con otro compañero y se ocultó en el pueblecito de Ravière, cerca de Bayeux. Ambos amigos predicaron ahí e instruyeron al pueblo. Después de su ordenación, san Vigor extendió el campo de su ministerio.
El año 513, murió el obispo de Bayeux, y san Vigor fue elegido para sucederle. Viendo que algunos adoraban todavía a un ídolo de piedra en una colina de las afueras de la ciudad, el santo derribó el ídolo y construyó una iglesia en ese sitio, al que dio el nombre de Colina de la Unción. Cuando el conde Bertulfo se cayó del caballo y se rompió la nuca, el santo vio en ello un juicio de Dios, pues el conde había pretendido apoderarse de la colina.

El pueblecito de Saint-Vigueur-le Grand, en las proximidades de Bayeux, toma su nombre de san Vigor, quien construyó ahí la abadía de Cérisy la Forêt.

San Licinio de Angers (c. 540 - c. 616).
Martirologio Romano: En Anjou, en Neustria, san Licinio, obispo, a quien el papa san Gregorio I Magno encomendó los monjes que se dirigían a Inglaterra

Conde de Anjou durante el reinado de Chilperico; atraído por la vida religiosa pero preocupado también por el porvenir del condado, aceptó prometerse; cuando su futura esposa se vio súbitamente afectada por la lepra, vio en aquel acontecimiento una señal del Cielo y abandonó sus funciones para convertirse en monje en Châlonne, y en el 586, fue elegido obispo de Angers, recibiendo la ordenación de manos de san Gregorio de Tours y sucediendo a san Albino.

Dando pruebas de una incansable devoción, iba personalmente a consolar a los enfermos y a las mujeres a punto de parir. Deseaba renunciar al cargo pero el pueblo no se lo permitió. El papa san Gregorio Magno le encomendó a los monjes que marchaban a misionar en Inglaterra. Patrón de Angers.
Altar con los restos de S. Severino

San Severino de Tívoli. M. c. 699.
>Martirologio Romano: En Tívoli, en el Lacio, san Severino, monje Benedictino, vivió como ermitaño en Tívoli.

Corradino de Brescia. Beato. M. 1429.
Nació en Bornato (Brescia), ingresó en los dominicos de Padua en el 1413 y fue nombrado prior en Bolonia. Fue detenido dos veces por haber defendido al Papa.


Santos Juan y Jacobo M. 344. Mártires en Persia. (Ver) 23 de octubre.
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