Santoral del 19 de Julio


INDICE

San SÍMACO. Papa (498-514)
San DIOS "El Taumaturgo"
Santa ÁUREA DE CÓRDOBA
San JUAN PLESSINGTON
Beatos AQUILES PUCHALA y HERMAN STEPIEN
OTROS SANTOS DEL DÍA



SAN ARSENIO, Anacoreta
Quien diere a uno de estos pequeñuelos un vaso de agua fresca
solamente por razón de ser discípulo mío,
os doy mi palabra que no perderá su recompensa.
(Mateo 10, 42)

San Arsenio, monje anacoreta del siglo V, es famoso por sus refranes. Muchos acudían a el caminando desde muy lejos para escuchar sus consejos.

Cuando el emperador Teodosio el Grande buscaba un tutor para sus dos hijos, el Papa San Dámaso le recomendó a Arsenio quien era miembro de una noble familia romana y muy instruido. Llegó al palacio imperial en Constantinopla el 383. Durante unos once años vivió en el palacio imperial como educador de los dos hijos del emperador, Arcadio y Honorio. Pero allí sentía cada vez mas que Dios lo llamaba a dejarlo todo para dedicarse a la oración. Oyó una voz que le decía: "Apártate del trato con la gente y ve a la soledad" Tenía unos 40 años cuando se embarcó secretamente para Alejandría y fue al desierto de Scetis.

Los monjes del monasterio, sabiendo que Arsenio había vivido mucho tiempo en palacio, le pusieron a prueba. El superior lo recibió fríamente y a la hora de comer lo tuvo de pie, junto a su mesa. En vez de pasarle un plato de comida, le lanzó una tajada de pan al piso y le dijo secamente: "Si quiere comer algo recoja eso". Arsenio se inclinó humildemente recogió la tajada de pan y se sentó en el suelo a comer. El superior, al observar este comportamiento admirable, comprendió que tenía la humildad requerida para un monje.

A pesar de su humildad, Arsenio conservaba algunas pequeñas costumbres mundanas pero con prontitud aprendió a corregirse.

San Arsenio hacía penitencias extraordinarias. En una ocasión le comunicaron que un senador riquísimo le dejaba en herencia una gran fortuna. El santo renunció a todo a favor de los pobres y exclamó: "Antes de que él muriera en su cuerpo, yo morí en mis ambiciones y avaricias. No quiero riquezas mundanas que me impidan adquirir las riquezas del cielo".

Con frecuencia pasaba toda la noche en oración. Hacía estrictos ayunos y penitencias por su propia conversión, por los pecadores y la extensión del reino de Dios. Aún mientras trabajaba no dejaba la oración. Tal era su devoción que derramaba lágrimas.
Aunque tenía la tendencia de ser conversador, prefirió el silencio y la oración. Un día su superior le amonestó por no tratar mas con las muchas personas que acudían a consultarle. El respondió: "Dios sabe que los quiero con toda mi alma y que gozo inmensamente charlando con ellos, pero como penitencia tengo que abstenerme lo más posible de las charlatanerías. El Señor me ha dicho que si quiero santificarme tengo que hacer la mortificación de apartarme del trato con las gentes".
Algunos de sus dichos:

"Siempre he sentido temor a presentarme al juicio de Dios, porque soy un pecador".

El religioso debe preguntarse frecuentemente: "¿Para qué abandoné el mundo y me hice religioso? y responderse: Me hice religioso porque quiero santificarme y salvar mi alma. Si esto no lo consigo, he perdido totalmente mi tiempo". San Bernardo tenía esta frase escrita en su habitación: "Bernardo: ¿a qué viniste a la vida religiosa? - Quiero salvar mi alma y santificarme".

San Arsenio pedía consejos espirituales a monjes con menos formación que el. Le preguntaron por qué lo hacía y respondió: "Yo sé idiomas, literatura, filosofía y política, pero en lo espiritual soy un analfabeto. En cambio estos religiosos que no hicieron estudios especiales son unos especialistas en espiritualidad y de ello saben mucho más que yo".

Un religioso le preguntó por qué los sabios del mundo que conocen tantas ciencias y han leído muchos libros son tan ignorantes en lo que se refiere a la santidad y en cambio tanta gentecita ignorante progresa tan admirablemente en lo espiritual. El santo respondió: "Es que la ciencia infla y llena de orgullo, y en un corazón orgulloso Dios no hace obras de arte en santidad. En cambio los humildes conocen su debilidad, su ignorancia y su insuficiencia y ponen toda su confianza en Dios, y en ellos sí hace prodigios de santificación Nuestro Señor".
Murió en el año 450 con mas de 90 años de edad, en Troe, Egipto.


MEDITACIÓN SOBRE EL AMOR AL PRÓJIMO
I. Dios promete recompensar a los que dieren por amor a Él un vaso de agua al prójimo. ¡Qué recompensa no dará a los que hayan hecho grandes limosnas y aliviado a sus hermanos en sus necesidades temporales y espirituales! ¡Cuántas ocasiones dejamos escapar de ejercer la caridad! Jesucristo nos pedirá cuenta de ello en el día del juicio. Parece que nuestra salvación depende únicamente del bien o del mal que hubiéramos hecho a nuestro prójimo.

II. Jesucristo mira como hecho a Él mismo todo el bien o todo el mal que hacemos a nuestro prójimo. Todos los cristianos forman un cuerpo cuya cabeza es Cristo; quien hiere los miembros hiere también la cabeza. ¡Cuál no sería tu dicha, si pudieses dar de comer a Jesucristo, vestirlo y consolarlo! Todo esto haces cuando realizas tus obras de caridad para con los pobres. Aviva tu fe a fin de ver siempre a Jesucristo en la persona de tu prójimo. Fácil te será entonces amarlo, honrarlo y hacerle el bien.

III. Parece que Dios ha querido hacernos dueños de nuestro destino cuando dijo, en varios lugares del Evangelio, que se nos tratará como nosotros hayamos tratado a nuestro prójimo. Se nos juzgará como hayamos juzgado a los demás; se nos dará si damos; se nos perdonará como hayamos perdonado. Así, pues, sobre nosotros mismos recaerá todo el bien o el mal que hacemos a los demás. ¡Cuán extraño, dice San Agustín, es ver a los hombres maltratarse recíprocamente! ¿Las otras creaturas no proporcionan ya bastantes ocasiones de sufrir?

La caridad para con los pobres.
Orad por las Conferencias Vicentinas.
ORACIÓN
Oh Dios, que para evangelizar a los pobres y realzar el brillo del sacerdocio cristiano, habéis revestido al bienaventurado Vicente de una caridad y una fortaleza verdaderamente apostólicas, haced, os lo suplicamos, que honrando sus méritos, seamos fortificados por el ejemplo de sus virtudes. Por J. C. N. S.




San SÍMACO. Papa (498-514). M. 514.
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san Símaco, papa, a quien los cismáticos amargaron la vida y murió como un auténtico confesor de la fe.

Nació en Cerdeña, aunque vivió casi toda su vida en Roma. Era diácono cuando fue elegido Papa en el 498, sucediendo a san Anastasio II, cuya política filobizantina había causado una escisión en el clero romano. Símaco fue elegido por la mayoría del clero contrario a cualquier apertura a Bizancio, todavía dividida la sede romana por la cuestión del cisma acaciano. Su pontificado estuvo marcado con las luchas con el antipapa Lorenzo (elegido el mísmo día que Símaco) y que dio origen al cisma laurentino.

Los desórdenes y las luchas intestinas hizo que los dos contendientes apelaran al rey Teodorico, aunque fuese arriano. Teodorico convocó un a ambos contendientes en Rávena y, en un primer momento, se reconoció la elección de Símaco, y Lorenzo aceptó la decisión y se le nombró obispo de de Nócera. A su vuelta a Roma, Símaco, convocó en el 499 un importante sínodo en Roma, de gran importancia histórica, ya que puso las bases de la individuación y reconstrucción de los diversos títulos romanos. La paz duró poco, ya que Símaco impuso la celebración de la fecha de la Pascua según el uso romano, y no del alejandrino; los partidarios de Lorenzo comenzaron la lucha acusando al Papa de desorden moral. Teodorico volvió a intervenir que convocó un concilio en el que se decidió que el Papa podía ser juzgado por un tribunal laico.

En el 502, Símaco convocó un concilio, pero la situación no cambió, y el propio Papa tuvo que refugiarse en San Pedro. En estos años se dio origen a la elaboración del "Liber Pontificalis". El cisma y la tumultuosa situación concluyó en el 506, cuando por intervención de dos diáconos (Enodio y Dióscoro) Lorenzo aceptó la elección de Símaco.
Símaco ejerció su pontificado con celo y energía. En la Galia restableció los derechos primaciales de la sede de Arles y envió por primera vez el palio a un obispo de fuera de Italia, a san Cesáreo de Arles. En Roma construyó, restauró y embelleció numerosas iglesias y construyó albergues para peregrinos y los pobres. Expulsó de Roma a ciertos maniqueos y socorrió a los obispos africanos exiliados en Cerdeña y destinó importantes cantidades de dinero para el rescate de prisioneros ligures. Le sucedió san Hormisdas. Murió en Roma y está enterrado en la basílica de San Pedro del Vaticano.
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San DIOS "El Taumaturgo". M.c.430.
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Dios, por sobrenombre “Taumaturgo”, archimandrita, natural de Antioquía, que fue ordenado sacerdote en esta ciudad y en ella fundó un monasterio bajo la regla de los acemetas.

Nació en Antioquía de Siria en el seno de una familia cristiana. Desde su juventud se distinguió por su templanza y ascesis. La Providencia le concedió los dones del desapego de las cosas mundanas y los taumatúrgicos. Según cuenta la leyenda, por una visión divina marchó a Constantinopla donde vivió en un lugar apartado donde pudo vivir en oración y vida ascética. No le faltaron las grandes tentaciones del Maligno. Su fama de santidad atrajo a las gentes que iban a pedirle consejo y para que los curase. Dios obró toda suerte de milagros con las curaciones y todo los que le ofrecían lo repartía entre los pobres y abandonados.

Cuentan que el emperador Teodosio el Joven y el patriarca de Constantinopla, Ático, se acercaron al lugar de su habitación, allí el emperador le ofreció los medios para que construyera un monasterio y el patriarca lo ordenó sacerdote y lo nombró hegúmeno del futuro cenobio. Pudo fundar su monasterio bajo la regla de los acémetas (los que no duermen) y le siguieron muchos monjes. No dejó de obrar milagros que le hicieron cada vez más famoso. Fue admirado por sus virtudes y la sabiduría de su juicio por el patriarca Ático y el patriarca de Antioquía, Alejandro. Murió silenciosamente en su monasterio donde fue enterrado.
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Santa ÁUREA DE CÓRDOBA. M. 856.
Martirologio Romano: En Córdoba, en la provincia hispánica de Andalucía, santa Áurea, vírgen, hermana de los santos mártires Adolfo y Juan, la cual, en una de las persecuciones realizadas por los musulmanes fue llevada ante el juez y, asustada, negó la fe, pero luego, arrepentida, se presentó de nuevo ante el mismo juez y, repetido el juicio, se mantuvo firme, venciendo al enemigo al derramar su sangre por Cristo.

Natural de Córdoba, aunque su familia era originaria de Sevilla, hija de musulmán y de cristiana. Al morir su padre, entró juntamente con su madre Artemia, en el monasterio de Cuteclara (Córdoba), de donde llegaría a ser superiora y dio ejemplo de todas sus virtudes. Sus hermanos santos Adolfo y Juan, fueron martirizados.

En su retiro conventual, Áurea vivió el ideal de una vida consagrada a Cristo durante 30 años, aunque cuando salía ante el público usaba ropas árabes y aquellas de su rango, ya que siendo hija de un matrimonio mixto no podía ser cristiana. Pero aquel ocultamiento se vio interrumpido por la llegada de unos parientes musulmanes a Sevilla que la delataron al magistrado musulmán. El juez queriendo salvarla, le presentó la conveniencia de compaginar su religión con su raza árabe. Ante aquella buena intención, Áurea aceptó volver al Islam, y no confesar a Cristo: quizás como dice su biógrafo san Eulogio, fue para salvar la fortuna de la familia, o por miedo. Pero ella no obedeció al juez, pues su promesa no la considera válida, pero más tarde le vino la duda si había cometido apostasía. Sin embargo, aquel engaño no la dejaba dormir. Por eso, con su vida fue demostrando que no había dejado de ser cristiana y para reparar el escándalo anunció a grandes gritos su fe: se presentó ante el público con sus verdaderas ropas de monja y visitaba abiertamente las iglesias cristianas. Fue delatada de nuevo. La llevaron a juicio y ella declaró: "Yo jamás me separé de mi Señor Jesucristo. Cuando me alejé de aquí, lloré mi culpa con ríos de lágrimas. Quítame la vida o déjame libre".
El juez en atención a su alta alcurnia, solamente la encarceló pero le comunicó la situación al emir Mohamed II y este mandó que la matasen. Le cortaron la cabeza, la colgaron por los pies en un palo, y la arrojaron al río Guadalquivir.
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San JUAN PLESSINGTON. (1635-1679).
Martirologio Romano: En Chester, en Inglaterra, san Juan Plessington, presbítero y mártir, que habiendo sido ordenado sacerdote en Segovia, al volver a Inglaterra fue condenado por ello a la horca, siendo rey Jacobo II.

Nació en Dimples (Inglaterra). Su lugar de nacimiento es ahora un distrito rural de Blackburn en la carretera de Bamber Bridge. Todavía niño, fue enviado a Scariscbrick a una escuela privada de los jesuitas dirigida a la educación de los jóvenes católicos. Luego marchó a Flandes al colegio de Saint Omer. Decidida su vocación sacerdotal estudió en el colegio inglés de Valladolid donde fue ordenado sacerdote en 1662.
En 1663 volvió a Inglaterra. Su primer campo de trabajo fue Holywell, donde se hizo querer por todos sus fieles y luego, trabajó en la misión de Cheshire.

Cuando en 1678 tuvo lugar el suceso de Titus Oates que acusó a los católicos de urdir una conspiración contra Carlos II para poner en el trono al futuro rey Jacobo II, se tomaron fuertes medidas para arrestar a los sacerdotes católicos acusados de intervenir en el complot. Fue entonces cuando arrestaron a Juan aplicándosele como acusación el llamado "Estatuto 27" de Isabel I. Preso en el castillo de Chester fue condenado a muerte. No había otra acusación contra él que el que era sacerdote.
Su ejecución tuvo lugar en Gallows Hill, ahora Barrel Well Hill en Chester. Antes de morir se le permitió hablar y dijo que no había cometido ningún crimen o haber sido traidor. Recordó que no era un dogma de fe que el Papa tuviera poder para deponer a los reyes que él ponía. Reconoció ser un pecador y se acogió a la misericordia de Cristo Redentor, declaró que profesaba toda la fe católica y por eso moría. Deseó todo el bien para el Rey y su familia, así como al pueblo. Y terminó diciendo: “Oh Jesús, sé Jesús para mi”. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de Burtin-Wirral, a donde los católicos acudieron en peregrinación.
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Beatos AQUILES PUCHALA y HERMAN STEPIEN. M. 1943.
Martirologio Romano: En el pueblo de Borowikowszczyzna en Polonia, beatos Aquiles Puchala y Herman Stepien, sacerdotes de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártires, que, durante la ocupación de Polonia por un régimen extranjero, fueron ejecutados por odio a la fe.

José Puchala nació en Kosina junto a Lancut en 1911. Sacerdote profeso, franciscano conventual desde 1927, al tomar el hábito cambio su nombre por el de Aquiles. Fervoroso pastor de almas, cuando la Gestapo, en venganza por las acciones militares de la resistencia, arrestó a numerosas personas, él se dejó arrestar con sus feligreses para que no se vieran privados de la asistencia pastoral en la prisión. A un militar que quiso facilitarle la fuga, le respondió: «Los pastores no pueden abandonar a su gente». Fue asesinado en Borowikowszczyzna.

Carlos Stepien nació en Lodz, Polonia en 1910. Sacerdote profeso, conventual desde 1919, al tomar el hábito cambio su nombre por el de Herman. Se distinguía por su fe y devoción. Colaborador del P. Aquiles Puchala, se dejó arrestar con él y con sus parroquianos para darles asistencia espiritual en el peligro de muerte. Fue asesinado con ellos en Borowikowszna.
Posteriormente las cenizas y restos de huesos de ambos sacerdotes fueron enterrados junto a la iglesia parroquial de Pierszaje. Fueron beatificados por SS Juan Pablo II en su viaje apostólico a Polonia, el 13 de junio de 1999.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Epafras. s. I.
Martirologio Romano: Conmemoración de san Epafras, que trabajó mucho en Colosas, Laodicea e Hierápolis en la divulgación del Evangelio, y a quien san Pablo llama carísimo consiervo, concautivo y fiel ministro de Cristo.
Es el "querido compañero del ministerio" de san Pablo (Col 1,7). Era originario de Colosas y allí conoció a Pablo que le confió la predicación de su propia ciudad; según la tradición fue el primer obispo de Colosas, nombrado por Pablo. Acompañó a Pablo a Roma, durante su cautiverio, y según la tradición fue martirizado en su ciudad natal. Se dice que fue el primer obispo de Pafos.


Santos Macedonio, Teódulo y Taciano. M. c. 362.
Martirologio Romano: En Meros en Frigia, en la actual Turquía, santos Macedonio, Teódulo y Taciano, mártires, que, bajo el emperador Juliano el Apóstata, fueron puestos por el gobernador Almaquio, después de muchas torturas, sobre hierros ardientes y afrontaron exultantes su martirio.
Mártires en Mevos (Frigia), asados en una parrilla, por orden del prefecto Almaquio, por irrumpir en un templo y quemar los ídolos durante la restauración del paganismo del emperador Juliano el Apóstata.



San Diodoro y 3 compañeros (Santos Inocentes de Milán). M. 367.
En el libro XXVII de la obra “Storie” del historiador italiano Ammiano Marcellino se nos hace referencia al martirio de estos cuatro funcionarios imperiales milaneses: en el 367, el emperador Valentiniano I ordenó la muerte de estos funcionarios imperiales porque expresaron su descontento con el mandato imperial que había llevado a la ejecución del “ex comes largitionum” del Illirico, Diocles, y de otras personas de humilde condición, a los que se había condenado a ser quemados vivos, por delitos leves, ley que había sido injusta. Estas cuatro personas fueron el “agens in rebus” Diodoro y de tres funcionarios subalternos del “vicarius” de Italia que fueron acusadas ante el emperador por el “comes” por apelar al derecho frente a los abusos; pronto recibieron culto popular del pueblo milanés que los tuvo como mártires. “Su memoria hoy todavía se recuerda en Milán por los cristianos que llaman al lugar donde fueron enterrados “Ad Innocentes”.

En el lugar de su enterramiento fue construida una capilla. En el Calendario ambrosiano, aprobado en el 2008, la memoria de san Diodoro y compañeros ha sido fijada, sólo para la basílica de Santo Stefano, el 19 de julio. Las reliquias de los cuatro Inocentes se encuentran en la iglesia de Sant’Ambrogio en Sant’Ambrogio Olona, donde son solemnemente expuestas los día 19 y 20 de julio de cada año.

Santa Macrina "la Joven". (c.327 - 379).
Martirologio Romano: En el monasterio de Annesis, cerca del río Iris, en el Ponto, santa Macrina, virgen, hermana de los santos Basilio Magno, Gregorio de Nisa y Pedro de Sebaste, gran conocedora de las Sagradas Escrituras, que abrazó la vida solitaria y fue ejemplo admirable de amor a Dios y de alejamiento de las vanidades del mundo.

Natural del Ponto. Hija mayor de santos Basilio "el Viejo" y Emelia; entre sus nueve hermanos destacan santos Basilio el Grande, Gregorio de Nisa y Pedro de Sebaste. Ayudó a sus padres en la educación de sus 10 hermanos. Sufrió un cancer del que fue curada milagrosamente. Dotada de una gran belleza, defendió su virginidad de numerosos pretendientes; después se hizo monja basilia, llegando a ocupar el cargo de abadesa en un monasterio que fundó junto a su madre y hermanos. San Gregorio dijo que su hermana le enseñó la humildad y el amor a las Escrituras.

Bernoldo de Utrecht. Beato. M. 1054.
Martirologio Romano: En Utrecht, de Güeldres, en Lotaringia, san Bernoldo o Bernulfo, obispo, que libró del dominio de los señores laicos a las iglesias y a los monasterios de su diócesis, fundó nuevas iglesias e introdujo los usos y costumbres cluniacenses en los monasterios.

Bernoldo era presbítero en la corte de Conrado II, conocido por su discreción. Parece que fue nombrado obispode Utrech por el emperador Conrado II en 1027. Bernulfo consolidó la diócesis de Utrecht y, al amparo de la protección regia, amplió los territorios y liberó a las iglesias y monasterios del poder de los laicos. Creó cuatro iglesias: de San Juan Bautista, de San Pedro, de San Pablo y de San Lebuino, y murió de muerte natural en 1054. Fomentó las costumbres cluniacenses en los monasterios.
Sus reliquias fueron encontradas en 1656, en una nave de la iglesia de San Pedro, donde se encuentra el epitafio en latín que resume el «cursus vitae» del obispo, desde su ascención al episcopado, como quedó dicha, la fundación de iglesias y su muerte. No es posible constatar la autenticidad de esas reliquias.

Stilla de Abenberg. Beata. M. c. 1141.
Martirologio Romano: En el monasterio de Marienburg en Franconia, en Alemania, beata Stilla, virgen consagrada, sepultada en la iglesia que ella misma fundó.
Hija del conde Wolfango II de Adenberg y hermana del arzobispo Corrado I de Salzburgo. Hizo donaciones al convento de Heilsbrunn y parece que emitió voto de celibato ante la presencia del obispo de Bamberg, san Otón. Fundó la iglesia de San Pedro en Abenberg (Nürenberg), donde llevó una vida piadosa y dedicada a las obras de caridad, junto a otras dos jóvenes. Fue enterrada en esta iglesia.
La tumba de Stilla se convirtió en un sitio de peregrinación. En 1897, el obispo de Eichstätt demostró que el culto de la beata databa cuando menos de 1534. Dicho culto fue oficialmente confirmado en 1926.


Pedro Crisci. Beato. M. 1323.
Martirologio Romano: En Foligno, de la Umbría, beato Pedro Crisci, el cual, distribuidos todos sus bienes entre los pobres, se puso al servicio de la catedral y llevó vida humilde y penitente en la torre de las campanas.

Natural de Foligno. Hasta los 30 años había tenido una vida tempestuosa; decidió dejarlo todo: se vendió él mismo como esclavo, prometiendo dedicación absoluta a su patrón. El hombre que lo compró, lo dejó prácticamente libre y solamente le pidió que rezara por él, y lo hizo por toda la vida. Su casa era la catedral de Foligno donde hacía trabajos de limpieza y vivía en el campanario. Su actitud trajo la atención de la Inquisición que le sometió dos veces a proceso y en las dos ocasiones fue declarado ortodoxo. Murió en Foligno con fama de santidad.
Aunque por la aprobación del culto y por la propia inscripción en el Martirologio le corresponde el título de beato, es común nombrarlo como santo, e incluso en una bula del 1400 emitida por el papa Bonifacio IX así lo nombra, aunque no ha sido nunca canonizado formalmente.

Santos Isabel Qin Bianzhi y Simón Qin Chunfu. M. 1900.
Martirologio Romano: En el pueblo de Liucun junto a la ciudad de Renqin siempre en Hebei, santos mártires Isabel Qin Bianzhi y su hijo Simón Qin Chunfu, de catorce años, que en la misma persecución, fuertes en la fe, vencieron todas las crueldades de los enemigos.

Mártir con su hijo Simón Qin Cunfu, aunque toda la familia fue martirizada, para la beatificación sólo se eligió a Isabel y a su hijo. Isabel era viuda y madre de cinco hijos, y desde su viudedad se dedicó al cuidado de sus padres. Isabel y su familia se escondieron al saber la llegada de los bóxers, procurando salvar su vida pero ofreciéndose al martirio si era la voluntad del Señor. A sus padres los envió a otro pueblo mientras ella y sus hijos cambiaron de escondite. Cuando fueron descubiertos, Isabel animó a los suyos al martirio. Murieron con gran crueldad de los verdugos en Lioun-Tsounn (China) o en Pei-Lao. Tenía 54 años. Fueron canonizados el 1 de octubre de 2000 por san Juan Pablo II.

San Juan Bautista Zhou Wurui. M. 1900.
Martirologio Romano: En Lujiazhuang, pueblo cercano a Yingxian, en la provincia china de Hebei, san Juan Bautista Zhou Wurui, mártir, que, joven aún, confesó con franqueza ante los seguidores del movimiento de los Yihetuan que era cristiano, por lo cual, después de amputarle varios miembros, le remataron a golpes de hacha.
Joven de 17 años, discípulo de san León Ignacio Mangin, fue enviado a espiar a los bóxers como protección de los cristianos.
Cumplía su encargo cuando, junto con otros compañeros, fue descubierta su identidad porque llevaba un escapulario. Fue atormentado para que apostatase pero se mantuvo firme en su fe. Murió mutilado en varios de sus miembros y por fin decapiado en Tchou-Kai-Ho, China. Fue canonizado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000 junto con los demás mártires de China.

San Arsenio "el Grande". (c.354 - c.449). Es uno de los fundadores del monacato y de los llamados “padres del desierto”. (Ver) 8 de Mayo.

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