Santoral del 1 de Junio


INDICE

Justino, Santo Mártir
Santos Caridad, Caritón, Evelpisto, Hierax, Liberiano y Peón
San CAPRASIO DE LERINS
San ÍÑIGO DE OÑA (Enecón)
San TEOBALDO ROGGERI
Beato JUAN STOREY.
Beatos ALFONSO NAVARRETE, FERNANDO DE SAN JOSÉ AYALA y LEÓN TANACA
Beato JUAN BAUTISTA VERNOY DE MONTJOURNAL
Aníbal María Di Francia , Santo Fundador
Juan Pelingotto, Beato Terciario Franciscano
Juan Bautista Scalabrini, Beato Obispo Fundador
Iñigo de Oña, Santo Abad
OTROS SANTOS DEL DÍA
Esteban, Benito, Juvencio, Felino, Gratiniano, Tespesio, Firmo, mártires; Gerardo, Conrado, Gaudencio, obispos; Floro, Cándida, Claudio, Zenón, confesores; Iñigo, abad; Juan, soldado.




SAN CAPREO,Abad
Cuando hubieres de orar, entra en tu aposento
y, cerrada la puerta, ora en secreto
a tu Padre, y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
(Mateo, 6, 6).


San Capreo tenía tanto amor por la oración que, para entregarse a ella más libremente, dejó el mundo y se retiró a la soledad. Todas sus delicias eran platicar con Jesús. El brillo de sus virtudes no tardó en atraerle discípulos. Entre otras personas a quienes condujo a la perfección cuéntase a San Honorato, que fue después obispo de Arlés. El Señor le envió a San Hilario, a San Maximino y a San Miguel para advertirle que se preparase a morir. Mas, en seguida se está preparado para morir cuando se ha dejado el mundo y se ha servido a Dios durante la vida. Murió el santo en el año 430, en la isla de Lerins.

MEDITACIÓN SOBRE LAS TRES DISPOSICIONES
REQUERIDAS PARA LA ORACIÓN MENTAL


I. ¿Quieres gustar la dulzura que hay al conversar con Dios en la oración? Evita las reuniones mundanas: la voz de este divino Esposo no se hace oír en las plazas públicas; habla al corazón sólo en la soledad. Huye de los hombres y de sus vanas conversaciones y encontrarás a Dios en la oración. Habla a mi corazón, divino Maestro mío; en adelante estará sordo para todas las creaturas para no escucharos más que a Vos.

II. Sosiega el tumulto de tus pasiones, si quieres orar a Dios con atención y recibir sus santas inspiraciones. Mientras tu alma esté turbada por las tempestades que en ti excitan el odio, el amor, el deseo de hacerte notar, no experimentarás jamás las dulzuras de la oración; ahora bien, ¿quieres un secreto para domar pronto tus pasiones? Ama la soledad. Las pasiones son vencidas sin lucha cuando la soledad secunda a la gracia. (Casiodoro).

III. Acostúmbrate poco a poco a pensar en Dios: mantén tu espíritu recogido lo más que puedas, y no te costará mucho trabajo orar a Dios sin distracción. Para lograrlo, es menester que toda tu vida sea casi una oración continua. Ah señor, es tan dulce y tan consolador conversar con Vos en todo tiempo; en todo lugar puedo yo gozar de esta dicha y no hago caso de ella; cuando haya gustado la dulzura de la conversación con Dios, la sociedad de los hombres me disgustará. Desolada está la tierra, porque no hay quien reflexione en su corazón. (Jeremías).

La devoción
Orad por vuestro obispo.

ORACIÓN

Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del santo abad Capreo nos haga agradables a vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S. Amén.

San JUSTINO "el Filósofo". (c.100 - c.165). Martirologio Romano: Memoria de san Justino, mártir, que, como filósofo que era, siguió íntegramente la auténtica sabiduría conocida en la verdad de Cristo, la cual confirmó con sus costumbres, enseñando lo que afirmaba y defendiéndola con sus escritos. Al presentar al emperador Marco Aurelio, en Roma, su Apología en favor de la religión cristiana, fue conducido ante el prefecto Rústico y, por confesar que era cristiano, fue condenado a la pena capital. Filósofo romano, nacido en Flavia Neépolis de Samaria (la antigua Siquén y es la actual Nablus) en el seno de una familia pagana (tal vez de origen romano), aunque él se declaraba samaritano, por haber nacido en aquella región. Buscó incansablemente la verdad en los más diversos sistemas filosóficos (estoicismo, peripatetismo, pitagorismo, platonismo) hasta que terminó encontrándolo, a los 30 años, en Éfeso cuando un sabio le encaminó al estudio del Antiguo Testamento al reprocharle: "Tú eres amante del bien hablar, pero no un amigo de la acción y de la verdad". Se convirtió al cristianismo y consideró su obligación dar a conocer aquel tesoro que tanto le había costado encontrar. "El fuego se apoderó inmediatamente de mi alma y me invadió el amor de los profetas y de los hombres que son amigos de Cristo". Otro motivo de su conversión fue el heroísmo demostrado por los mártires defendiendo la fe. Escribió después de su conversión un discurso llamado "Oratorio a los Griegos", con el fin de convencer a los paganos. Después escribió "Exhortación a los Griegos". A partir del año 130 marchó a Roma, donde abrió una famosa escuela, que tuvo por oyente, entre otros, a Taciano (futuro apologista). Escribió sus celebres "Apologías de la fe cristiana" dirigidas a los emperadores Antonio y Marco Aurelio y al mundo pagano, y su "Dialogo con el judío Trifón" para el mundo judío. Famosa fue ordenado su frase: "Poseer la verdad, poderla decir y callarla, es atraerse la ira de Dios". Es uno de los principales apologistas del cristianismo. Escribió: “La filosofía es el conocimiento de lo que existe, y un claro entendimiento de la verdad; y la felicidad es la recompensa de un conocimiento y un entendimiento así”. Luchó con su filosofía contra la sectas gnósticas, y puso las bases para que se formara el canon del Nuevo Testamento.  Fue acusado de impiedad y ateísmo por el filósofo cínico Crescencio. En su proceso, el prefecto Junio Rústico, le preguntó: "-¿Qué ciencia has estudiado? -He estudiado sucesivamente todas las ciencias, y he terminado por pararme en la doctrina de los cristianos. - ¿cuál es esta doctrina?. - Es la doctrina que los cristianos siguen religiosamente. - Tu piensas que irás al Cielo para recibir esta recompensa? - Yo no lo pienso, yo lo sé y estoy segurísimo de no dudar lo más mínimo". Murió decapitado junto con santos Caridad, Caritón, Evelpisto, Hierax, Liberiano y Peón, por negarse a abajurar de su fe. MEMORIA OBLIGATORIA. INDICE < div style="text-align: center;">
Santos Caridad, Caritón, Evelpisto, Hierax, Liberiano y Peón. M. c. 165.  Martirologio Romano: En el mismo lugar, santos Caridad y Caritón, Evelpisto e Hierax, Liberiano y Peón, mártires, que, discípulos del mismo Justino, recibieron junto a él la corona de la gloria. Mártires en Roma, con san Justino “el Filósofo”. Evelpisto dijo en su interrogatorio cuando fue preguntado sobre lo que era respondió: "también yo soy cristiano, libertado por Cristo, y, por la gracia de Cristo, participo de la misma esperanza que estos". Liberiano en su proceso le preguntaron: "¿Y tú qué dices? ¿También tú eres cristiano? ¿También tú tienes religión?. Liberiano respondió: -También yo soy cristiano; en cuanto a mi religión, adoro al solo Dios verdadero." Peón, afirmó en su interrogatorio que su fe cristiana la había recibido de sus padres. INDICE
San CAPRASIO DE LERINS. M. 430. Martirologio Romano: En la isla de Lérins, en la Provenza, san Caprasio, solitario, que, juntamente con san Honorato, se retiró allí y dio comienzo a la vida monástica. Natural de la Galia, y renunciando a las grandes perspectivas que le ofrecía el mundo, se retiró a vivir como eremita en la isla de Lérins (Costa Azul en Francia); allí junto con santos Honorato de Arles y Venancio de Lerins, visitó las colonias monásticas de Oriente.  El viaje fue muy duro ya que tuvieron grandes privaciones, y apenas llegaron a Grecia, san Venancio murió. Los otros dos regresaron a la Galia y, durante algún tiempo, se refugiaron en las montañas que circundan Fréjus, y después volvieron a Lérins, con la finalidad de imitar la vida de los padres del desierto. Pronto se les unieron otros discípulos y fue necesario formar una comunidad como la de Tabenna en Egipto, inspirándose en la regla de san Pacomiodo, donde un gran número de pequeñas casas religiosas adoptaron una regla común y un único superior. Parece históricamente acertado afirmar que Caprasio nunca fue oficialmente el superior de la comunidad monástica, quizás porque era muy anciano o porque san Honorato tenía mayor carisma como administrador, pero de todas formas Caprasio está considerado como fundador y primer abad de Lérins, en cuanto director espiritual de Honorato y de todo el complejo monástico. San Hilario de Arles también fue monje este tiempo en Lérins. Caprasio cultivó la humildad con tenacidad. La santidad de Caprasio fue exaltada por san Euquerio, obispo de Lyon y por san Hilario de Arles, quienes estuvieron presentes cuando murió. En un panegírico que éste último entregó a san Honorato, alude a Caprasio como a un santo que ya está en el cielo. Todo lo que sabemos sobre él, proviene de esa «laudatio» de san Hilario de Arles. INDICE
San ÍÑIGO DE OÑA (Enecón). M. 1068.  Martirologio Romano: En el monasterio de Oña, en el territorio de Burgos, de la región de Castilla, en Hispania, san Enecón (o Iñigo), abad, varón pacífico, cuya muerte fue llorada también por judíos y musulmanes. Nació en Calatayud, en el seno de una familia mozárabe. En 1034, ya desde hacía muchos años, vivió en soledad en los montes aragoneses, dedicado a una durísima penitencia a la oración y contemplación.  Monje cluniacense en el monasterio benedictino de San Juan de la Peña. Movido de su prestigio, Sancho el Mayor, consiguió del abad de San Juan de la Peña, que Íñigo fuera destinado al monasterio de San Salvador de Oña como abad (tal como lo pedían los monjes de aquella nueva fundación burgalesa), aunque él en un principio mostró una gran resistencia a aceptar el gobierno del monasterio. Durante 35 años, dirigió sabiamente el monasterio y las muchas iglesias a él encomendadas.  Y su presencia apareció frecuentemente junto al rey navarro García, hijo de Sancho el Mayor, tanto en las tierras riojanas de Nájera -donde había establecido la corte-, como en la fratricida batalla de Atapuerca, donde sucumbió traidoramente Don García, que vino a morir en los brazos de Íñigo. Íñigo no se separó de su rey ni de su monasterio, al cual engrandeció con su santidad y bien hacer. Fue un gran defensor de la convivencia y de la paz. Sustentó a los pobres y asistió a los enfermos, solícito siempre al bien de los demás. A su muerte le lloraron ya fueran cristianos, árabes o judíos. Patrón de Calatayud y de Oña. INDICE
San TEOBALDO ROGGERI. (1100-1150)
Martirologio Romano: En la ciudad de Alba, en el Piamonte, san Teobaldo, que por amor a la pobreza dio todo su dinero para socorrer a una viuda y, trabajando como mozo de cuerda, por humildad llevó las cargas de los demás. Nació en Vicoforte, actualmente Vico, en la provincia de Asti, en el seno de una familia de la pequeña nobleza local.  Parece que cuando contaba 12 años, se quedó huèrfano, dejó Vico y se trasladó a Alba donde se ocupó del taller de un zapatero para aprender el oficio, se estableció con la familia de su patrón para vivir una vida humilde entre los pobres. Después de la muerte de su benefactor, que había esperado verlo casado con su hija Virida, Teobaldo dejó Alba no sin procurar medios necesarios para vivir a la familia con la que había vivido durante casi diez años.  Peregrinó a Santiago de Compostela, mendigando de puerta en puerta. Regresó a Alba y eligio el oficio de barrendero, considerado el oficio más humilde y lo poco que ganaba se lo daba a los más pobres que él. Arrepentido por reaccionar indignado ante una ofensa recibida, quiso expiar su mal humor durante toda su vida, por ello se fue a dormir sobre la escalinata de la iglesia de San Lorenzo donde sirvió como sacristán en las horas libres que le dejaba su trabajo de mozo. Una noche que había ido a visitar a la viudad del zapatero, tuvo un fuerte dolor que le llevó a la muerte. Según sus deseos fue sepultado en el espacio comprendido entre las dos iglesias de San Lorenzo y San Silvestre. Su tumba fue meta de peregrinaje y de varios milagros, pero con el transcurrir del tiempo fue olvidada. Pero en 1429 fue descubierta por inspiración por el obispo de Alba, Alerino dei Rembaudi y en 1841, su culto fue reconocido oficialmente por la Santa Sede. INDICE
Beato JUAN PELINGOTTO. (1240-1304) Martirologio Romano: En Urbino, del Piceno, en Italia, beato Juan Pelingotto, de la Tercera Orden de San Francisco, que, siendo comerciante, procuraba favorecer más a los otros que a sí mismo, y viviendo recluido en una celda, solamente salía para atender a pobres y enfermos. Nació en Urbino, hijo de un mercader; como no le gustaba el trabajo de mercader al que le había destinado su padre, le pidió permiso para dejarlo y dedicarse a obras del espíritu, el padre aceptó con la condición de que no ingresase en una orden religiosa, Juan aceptó. Ingresó en los Terciarios franciscanos en la iglesia de Santa María de los Ángeles y se dedicó toda su vida a la oración y a la obras de caridad, especialmente con los enfermos.  Algunos pensaron que estaba loco porque siendo rico, vivía en la pobreza, pero parece que a él estas críticas no le importaban. Con sus oraciones y ejemplo logró que un hermano suyo cambiara de vida, ya que estaba en un camino muy licencioso y poco edificante. El amor por los pobres lo movía a privarse aun de lo necesario para socorrerlos; humildísimo, al caer en la cuenta de que sus conciudadanos lo tenían en grande estima, para despistarlos se hizo el loco, pero mientras más procuraba ocultarse, más manifiestas hacía Dios sus virtudes. Peregrinó a Roma para el jubileo del año 1300, decretado por Bonifacio VIII. Era la primera vez que iba a la ciudad eterna y no era conocido por nadie; sin embargo, un desconocido al encontrarse con él, lo señaló a sus compañeros diciendo: "¿No es este aquel santo hombre de Urbino?". Otros varios hechos manifestaron claramente que el Señor quería hacer conocer su santidad. De regreso a su ciudad natal, intensificó su vida espiritual deseando ardientemente la patria celestial. Fue atacado por una gravísima enfermedad que lo redujo pronto a las últimas, y lo hizo perder hasta el habla, que recuperó completamente sólo en los últimos días de su vida terrena. Supo ser imitador de san Francisco de Asís incluso en el dolor. Toda su vida vivió el estado de pobreza y humildad que marcaba el estilo franciscano. El demonio no cesaba de molestar con horribles tentaciones a este terciario penitente que siempre había guardado intacta la pureza de su alma. Andaba repitiendo: "¿Por qué me molestas? ¿Por qué me echas en cara cosas que nunca he cometido y en las cuales nunca he consentido?". Y abandonándose confiado en los brazos de la misericordia divina, con voz fuerte dijo: "Y ahora, vamos con toda confianza!". Uno de los presentes dijo: "Padre, ¿adónde vas?". "¡Al Paraíso!", respondió. Dicho esto, su rostro se puso bellísimo, sus miembros se distensionaron y, poco después expiró serenamente. Cuando murió en Urbino, el pueblo le tuvo como santo, porque su vida había edificado a todos. El culto al Beato Juan Pelingotto fue confirmado en 1918. INDICE
Beato JUAN STOREY. (1504-1571). Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Juan Storey, mártir, hombre de leyes y fidelísimo al Romano Pontífice, que después de haber sido encarcelado y exiliado, por su fe católica fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn, alcanzando así los goces eternos. Nació en el norte de Inglaterra y estudió en Oxford, donde se doctoró en Derecho y fue nombrado presidente de Broadgate Hall y primer real profesor de Derecho civil. Después de 1547 se casó y fue elegido miembro del parlamento representando a Hindon en el condado de Wiltshire. Había jurado el Acta de Supremacía de Enrique VIII pero se opuso al acta de uniformidad y a las reformas litúrgicas de inspiración protestante de Eduardo VI y se permitió repetir en el Parlamento el versículo del Eclesiastés de que pobre el país que tiene por rey a un niño, lo que le valió la prisión en la Torre de Londres, de la que salió a los pocos meses. Emigró a Lovaina y no volvió hasta que subió al trono María Tudor. Fue nombrado canciller del obispado de Londres y del de Oxford, actuando de procurador en el juicio contra Cramer.  Se opuso, bajo Isabel I, al Acta de Supremacía, lo que le valió ser arrestado dos veces, logrando fugarse en 1563 y pasando a Lovaina. Fue nombrado censor de libros por Felipe II y, admitido como súbdito suyo, subía a las naves inglesas que llegaban a Amberes para revisar los libros que traían; pero los espías de la reina Isabel le siguieron, lo raptaron y devolvieron a Inglaterra, donde fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres, con una falsa acusación de traición. Su apelación de ser subdito del rey de España no le sirvió. El papa León XIII lo beatificó en 1886. INDICE
Beatos ALFONSO NAVARRETE, FERNANDO DE SAN JOSÉ AYALA y LEÓN TANACA. M. 1617. Martirologio Romano: En Ômura en Japón, beatos mártires Alfonso Navarrete, de la Orden de Predicadores, Fernando de San José de Ayala, de la Orden de los Eremitas de San Agustín, sacerdotes, y León Tanaca, religioso de la Compañía de Jesús, que por odio a la fe cristiana, por edicto del comandante supremo Hidetada, juntos fueron decapitados. Los dominicos, llegados al Japón en 1602, establecieron su campo de misión en la isla de Kyóshó. Cuando llegaron ya se había promulgado el edicto de persecución contra los cristianos, a pesar de las torturas y los tormentos antes de la ejecución que practicaban los japoneses, los misioneros católicos no se detienen. El primero que llegó fue el madrileño padre el beato Francisco Morales, junto con otros cinco dominicos que se asentaron primero en Koshiki y extendieron su campo de acción por otras partes del Japón, fueron llegando nuevos misioneros, y se fueron convirtiendo los indígenas. Gracias a la relativa calma que hubo en primera década del siglo XVII fundaron las iglesias de Kyoto y Osaka. Pero en 1616 se inició una nueva persecución mucho más fuerte, y las cárceles se fueron llenando de misioneros y cristianos indígenas. Por privilegio especial los dominicos encarcelados podían admitir a la Orden, mediante la profesión, a cristianos de probada fidelidad y de piedad; dado el fervor religiosos que se respiraba en la cárcel, la cárcel parecía más un convento que una prisión. Todos compartieron la oración y el testimonio apostólico. Alfonso Navarrete nació en Logroño en 1571. Ingresó en los dominicos en el convento de San Pablo de Valladolid y trabajó primero como misionero en Filipinas (1596) donde trabajó en la provincia de Cagayán pero una enfermedad le obligó a regresar a España para restablecerse; allí se dedicó a reclutar misioneros para el Extremo Oriente. En 1611 fue enviado a Miyako, Japón, de ahí a Nagasaki, de donde fue desterrado en 1614. Fue nombrado vicario provincial y promovió la Cofradía del Rosario, que dio a la Iglesia numerosos mártires, y la Hermandad de la Caridad para atender a los enfermos. Se dice que convirtió al cristianismo a muchas personas. Se le conoció como “el san Vicente de Paúl” del Japón, porque se dedicaba a rescatar a los niños abandonados. En 1617 fue a Ômura, donde predicó abiertamente el evangelio, por lo que fue detenido y llevado de una parte a otra de la bahía de Ômura, hasta ser decapitado en Tkashima junto al agustino Fernando de San José Ayala. Es el protomártir de los dominicos en el Japón. Fernando de San José nació en Ballestero, en la diócesis de Toledo en 1575. Ingresó en los agustinos en Montilla y en 1603 fue enviado a Méjico y después al Japón (1605) como vicario provincial. Trabajó con mucho éxito en Oxaka hasta que fue capturado y ejecutado en Ômura. León Tanaka nació en el seno de una familia cristiana japonesa. En su adolescencia fue acogido por los misioneros jesuitas y lo prepararon para ser catequista tanto de niños como de catecúmenos. Profesó como jesuita. Como catequista trabajó para el beato jesuita Juan Bautista Machado de Tavora, como era costumbre de asignar a cada misionero un catequista; le acompañó en todas su correrías apostólicas, llegando a la isla de Goto, donde fueron arrestados. León se negó a separarse del misionero. Fueron encerrados en la prisión de Ômura. El padre Machado fue martirizado el 22 de Mayo, y a León se le ofreció la vida y la libertad si apostaba, pero no quiso. Fue decapitado en Ômura. INDICE
Beato JUAN BAUTISTA VERNOY DE MONTJOURNAL. (1736-1794). Martirologio Romano: En una nave-prisión anclada ante el puerto de Rochefort, en Francia, beato Juan Bautista Vernoy de Montjournal, presbítero y mártir, que era canónigo de Moulins, y por el hecho de ser sacerdote fue encarcelado, muriendo a consecuencia de la enfermedad que contrajo en prisión. Llegada a Rochefort de un grupo de sacerdotes deportados Nació en Moulins, Francia, de donde su padre, Juan Bautista, era presidente-tesorero. Habiendo sentido la vocación eclesiástica, hizo los estudios, se ordenó sacerdote y el 22 de febrero año de 1763 fue investido como canónigo de la catedral de Notre Dame de Moulins, siendo nombrado dos años más tarde colector del trigo perteneciente al cabildo. Llevó una vida honesta y piadosa, cumpliendo con sus obligaciones como canónigo, con fama de muy buen sacerdote y excelente director de conciencias hasta que, llegada la Revolucion, su cabildo fue suprimido tal como los demás. Permaneció en Moulins y cuando se le ordenó prestar el juramento de acatamiento a la Constitución Civil del Clero, se negó firmemente alegando que era contrario a la fe católica y a su conciencia. Por ello las autoridades del departamento de l'Allier le mandaron arrestar en 1793, figurando en la lista de los que se negaban a prestar el juramento de libertad-igualdad (18 de mayo de 1793). Llevado a la cárcel alegó enfermedad para no ser deportado, pero no le sirvió. Hubo de dejar Moulins en el convoy de noviembre por las costas de la Charente inferior. En abril del año siguiente consta que estaba detenido en el barco “Borée”, pasando luego al llamado “Les Deux Associés”, donde murió de miseria y enfermedad el 1 de junio de 1794, siendo una de las primeras víctimas de Rochefort. Fue beatificado con sus compañeros mártires el 1 de octubre de 1995. INDICE
Beato JUAN BAUTISTA SCALABRINI. (1839-1905). Martirologio Romano: En Piacenza, en Italia, beato Juan Bautista Scalabrini, obispo, quien trabajó incansable por el bien de su iglesia, mostrado un especial interés por los sacerdotes, agricultores y obreros. En favor de los emigrantes a los países de América fundó dos Pías Sociedades del Sagrado Corazón. Nació en Fino Monasco, Como. Fue ordenado sacerdote en 1863. Fue primero profesor y luego rector del seminario de San Abundio, y en 1870 lo nombraron párroco de San Bartolomé. El beato Pío IX lo nombró obispo de Piacenza, en 1876. Realizó cinco visitas pastorales a su diócesis, sin importarle los riesgos de los caminos y las distancias de las parroquia. Fue un pastor excelente: fomentó el culto eucarístico, las vocaciones sacerdotales y religiosas y dio al seminario un nuevo plan de estudios en la línea que luego marcaría el papa León XIII; insistiendo en la necesidad de coherencia y unidad en el seno de la Iglesia. Practicó de forma heroica la caridad asistiendo a enfermos del cólera, visitando a los enfermos y a los encarcelados, socorriendo a los pobres y a las familias en desgracia, y siendo generoso en el perdón. Salvó del hambre a miles de campesinos y obreros, despojándose de todo, vendiendo sus caballos, así como el cáliz y la cruz pectoral que le regaló el Papa Pío IX. Fue muy notable su labor social. Creó un instituto para sordomudos, numerosas cajas rurales, asociaciones y cooperativas obreras y sociedades de ayuda mutua. Comprendió la importancia del catecismo, celebró el primer congreso italiano de catequesis en 1889 y fundó el primer periódico catequístico de Italia. Pío IX lo definió «apóstol del catecismo », porque hizo lo posible para que lo enseñaran en todas las parroquias bajo forma de escuela, incluso para los adultos. Llamado en Italia “padre de los emigrantes”, dedicó su vida a la protección de los millones de italianos que abandonaron su patria a finales del siglo XIX para buscar fortuna en América, a veces en condiciones de semiesclavitud. Apoyó las iniciativas de santa Francisca Javier Cabrini. Fundador en 1887 de la Congregación de los Misioneros de San Carlos (Escalabrinianos), para la asistencia material y espiritual de los emigrantes, ocho años después creó la Orden de las Hermanas Misioneras de San Carlos. Su intensa actividad episcopal tenía su origen e inspiración profunda en una fe ilimitada en Jesucristo. Su programa era: «Hacerme todo a todos para ganarlos a todos para Cristo». Estaba profundamente enamorado de la Eucaristía: pasaba horas en adoración delante del Santísimo; durante la jornada le hacía muchas visitas y hasta quiso ser sepultado con todo lo necesario para la celebración de la santa misa. Sentía gran pasión por la cruz y una tierna devoción a la Virgen, que se manifestaba en sus homilías y peregrinaciones a santuarios marianos. Este amor le llevó a entregar las joyas de su madre para la corona de la Virgen. Falleció en Piacenza el 1 de junio de 1905, fiesta de la Ascensión del Señor. Sus últimas palabras fueron: «¡Señor, estoy listo. Vamos!». Fue beatificado por SS. Juan Pablo II el 9 de noviembre de 1997. INDICE
San ANÍBAL MARÍA DI FRANCIA. (1851-1927).  Martirologio Romano: En Messina, de Sicilia, en Italia, san Aníbal María Di Francia, presbítero, que fundó la Congregación de los Rogacionistas del Corazón de Jesús y las Hijas del Celo Divino, para rogar al Señor que dé santos sacerdotes a su Iglesia. Nació en Messina (Italia), en el seno de una familia de la nobleza; era hijo de los marqueses de Santa Catalina de Jonio. Fue ordenado sacerdote en 1882, cuando ya sus dos vocaciones específicas estuvieron bien definidas: la oración por las vocaciones sacertotales y la opción por los pobres.  Cuando tenía 17 años, estando orando, tuvo una iluminación acerca del mandamiento de Jesús: “Rogad al dueño que envíe operarios a su mies” (Mt 9, 38). Y decidió ser apóstol del “Rogate ergo”, de la oración por las vocaciones. Y además el encuentro con un ciego en los barrios pobres de Messina, le decidió dedicarse al apostolado con los más pobres. Con el consentimiento de su Obispo, fue a habitar en aquel «gueto» y se comprometió con todas sus fuerzas en la redención de aquellos infelices, que, se presentaban, ante su vista, según la imagen evangélica, como «ovejas sin pastor». Fue una experiencia marcada por fuertes incomprensiones, dificultades y hostilidades de todo tipo, que él superó con grande fe, viendo en los humildes y marginados al mismo Jesucristo y realizando lo que definía: «Espíritu de doble caridad: la evangelización y la ayuda a los pobres».  En 1882 abrió un orfanato de niñas, y en 1883, el de niños, que los puso bajo el patrocinio de san Antonio de Padua. Empezó a recoger limosnas en su favor, el Pan de San Antonio. En 1886, pudo colocar el Santísimo en la humilde capilla del suburbio. Después de pasar el día mendigando para los pobres, se pasaba la noche en adoración ante el Santísimo. Para difundir la oración por las vocaciones promovió numerosas iniciativas, tuvo contactos epistolares y personales con los Sumos Pontífices de su tiempo; instituyó la Sagrada Alianza para el clero y la Pía Unión de la Rogación Evangélica para todos los fieles. Fundó el periódico “Dio e il Prossimo” que tuvo gran difusión, dedicado a pedir por las vocaciones gracias a la mediación de los santos patronos locales.  Después de varias visicitudes en las que no encontró la respuesta que esperaba de los consagrados para iniciar su ideal, en 1887, fundó los Rogacionistas del Corazón de Jesús y las religiosas Hijas del Divino Celo, promoviendo entre los fieles la conciencia de rezar intensamente por las vocaciones sacerdotales y la atención de lo pobres, especialmente en la obra asistencial para socorrer a los dañados del terremoto de 1908. Grande fue el amor que tuvo por el sacerdocio, convencido que sólo mediante la obra de los sacerdotes numerosos y santos es posible salvar a la humanidad. Se comprometió fuertemente en la formación espiritual de los seminaristas, que el arzobispo de Messina confió a sus cuidados. Fue él mismo, el primero, en ser buen obrero del Evangelio y sacerdote según el corazón de Dios. Su caridad, definida «sin cálculos y sin límites», se manifestó con connotaciones particulares también hacia los sacerdotes en dificultad y las monjas de clausura. Ya durante su existencia terrenal fue acompañado por una clara y genuina fama de santidad, difundida a todos los niveles, tanto que cuando el 1 de junio de 1927 falleció en Messina, la gente decía: «Vamos a ver el santo que duerme». Fue beatificado por SS Juan Pablo II en 1990 y canonizado por el mismo pontífice el 16 de mayo de 2004. INDICE
OTROS SANTOS DEL DÍA: Santos Amón, Zenón, Tolomeo, Ingenes y Teófilo. M. 249. Martirologio Romano: En Alejandría de Egipto, santos mártires Amón, Zenón, Tolomeo, Ingenes, soldados, y el viejo Teófilo, los cuales, presentes en el proceso, buscaron con gestos faciales animar a un cristiano atemorizado ante los suplicios y que estaba a punto de renegar de su fe; se levantó contra ellos el clamor de la gente, ellos, confesaron que eran cristianos: así, en su victoria triunfó el mismo Cristo, que había dado a sus fieles tal firmeza de ánimo. Mártires en Alejandría. Amón era el tribuno encargado de mantener el orden durante una sesión de martirio, y junto con sus compañeros, todos soldados, menos Teófilo, que era un anciano del público, al ver que uno de los mártires dudaba, pusieron las cosas en su orden dándole ánimos y compartiendo su misma suerte. San Isquirión y cinco soldados. M. 250.  Martirologio Romano: En Asyut, en Egipto, santos mártires Isquirión, comandante del ejército, y otros cinco soldados, que, por orden del prefecto Arriano, bajo el emperador Decio fueron ejecutados por su fe en Cristo con distintas formas de martirio. Se piensa que es el mismo san Isquirión que se celebra el 22 de diciembre y que murió el mismo año en Alejandría de Egipto. San Próculo de Bolonia. M. c. 304. Martirologio Romano: En Bolonia, ciudad de la Emilia, san Próculo, mártir, que por su fe cristiana fue crucificado. Soldado romano, nacido en Iliria, crucificado en Bolonia, durante la persecución de Diocleciano. Parece que es una duplicación del santo del mismo nombre que fue obispo de Bolonia. Además se celebraban en otras fechas un Próculo de Ravena, soldado hacia el 300, y un Próculo de Terni, obispo hacia mediados del 500. Tanta coincidencia dio pie a que se investigaran con más minuciosidad las tradiciones, y el resultado -al menos hasta la edición actual del Martirologio- es que parece que los cuatro no son sino el mismo, un mártir de inicios del siglo IV. San Floro de Lodéve. M. 389.   Martirologio Romano: En Auvernia, en Aquitania, san Floro, que dio nombre al monasterio que se edificó sobre su tumba, así como a la ciudad y a la sede episcopal. Primer obispo de Lodève. Apóstol del Languedoc. Según la leyenda fue uno de los 72 discípulos de Cristo. Una tradición que parte desde el siglo XIV dice que Floro fue el primer obispo de Lodève: era un discípulo de san Pedro, que evangelizó la Alta Auvernia y murió en el actual pueblo de Saint-Flour. Puede que sea una duplicación de san Floro. Patrón de Auvernia y de la diócesis de Saint-Flour San Fortunato de Montefalco. M. c. 400.  Martirologio Romano: En Montefalco, en la Umbría, san Fortunato, presbítero, de quien se dice que, siendo pobre, con su trabajo constante ayudó a los desvalidos, y que entregó su vida en favor de los hermanos. Nació presumiblemente en Montefalco. Presbítero en Torrita cerca de Montefalco en la Umbría. Según la tradición trabajaba la tierra, y se encontró dos monedas que guardó en su bolsillo. Al llegar a casa un pobre le pidió dinero, y vio las dos monedas relucientes y de gran valor, entonces le entró la tentación de guardárselas, y como viera en ello avaricia, se las entregó al pobre. Para sus vecinos fue siempre ejemplo de trabajador y de caridad fraterna. Murió decapitado. Patrón de Montefalco. San Ronan de Quimper. s. VI.  Martirologio Romano: En Bretaña Menor, san Ronón (Ronan, Ronano), obispo, el cual, oriundo de Hibernia (hoy Irlanda), vivió como solitario en los bosques de la región. Antiguo obispo que trabajó en Cornualles y Bretaña; parece ser que pudo ser un anacoreta irlandés que evangelizó la zona. Fue discípulo de san Patricio y obispo en Irlanda, pero deseando mayor perfección, dejó su sede y desembarcó en Armórica donde vivió en soledad, dedicado a la oración y penitencia. Patrón de Quimper. San Wistan. M. c. 850. Martirologio Romano: En la región de Leicester, en Inglaterra, san Wistan, mártir, que, perteneciente a la estirpe real de Mercia, por oponerse al matrimonio incestuoso de su madre fue asesinado por la espada del tirano. Príncipe de la casa real de Mercia. La leyenda afirma que fue decapitado, cuando todavía era adolescente, en Wistantostow in Shroposhire, por su primo hermano Berhtric, que quería casarse con la madre de Wistan, la regente Elfreda, a lo cual él se negaba. Simeón de Tréveris. Beato. M. 1035.  Martirologio Romano: En Tréveris, de la Renania, en Lotaringia, san Simeón, el cual, nacido de padre griego en Siracusa, después de llevar vida eremítica en Belén y en la montaña del Sinaí, finalmente se recluyó en la torre de la Puerta Negra de esa ciudad, donde murió. Nació en Siracusa, después de estudiar en Constantinopla, se fue en peregrinación a Tierra Santa, donde conoció al arzobispo de Tréveris, san Ponón. Vivió como ermitaño en la orilla del Jordán; se unió a la comunidad de Belén, pero la dejó para vivir en el monte Sinaí como ermitaño. El abad de la comunidad le envió como misionero ante el duque de Normandía, y después de varias aventuras se estableció en Tréveris donde el arzobispo san Ponón de Tréveris le ordenó observar la obediencia del abad benedictino de San Martín, y le concedió vivir como recluso en la torre de Porta Negra, la antigua puerta romana de Tréveris; fue este abad quién le asistió en su muerte y escribió su vida, que está llena de leyendas fantásticas. San José Tuc. (1842-1862). Martirologio Romano: En la ciudad de Hung Yen, en Tonquín, san José Tuc, mártir, joven campesino que se negó a pisar la cruz, por lo cual le encarcelaron y martirizaron varias veces, hasta que en tiempo del emperador Tu Duc fue degollado. Nació en Hoang-Xa, Tonkin. Joven agricultor, que mostraba un gran interés por mejorar su cultura. Acusado de ser cristiano fue arrestado y pasó por las cárceles de Hung-Yen y de Dong-Ket, en las que pasó hambre, sed, cargado con la canga y cadenas, y donde estuvo cuatro meses, hasta que le regresaron a Hung-Yen, donde se negó a pisar la cruz y apostatar, pese a su juventud y a que fue amenazado de muerte, no se volvió atrás. Fue decapitado por orden del emperador Tu Duc. Fue canonizado el 19 de junio de 1988. INDICE