Santoral del 9 de Junio





Efrén, Santo Diácono y Doctor de la Iglesia
San COLUMBA DE IONA
José de Anchieta, Beato Sacerdote
Beato JOSÉ IMBERT
Ana María Taigi, Beata Madre de familia
Columba de Iona, Santo Abad
Luis Boccardo, Beato Canónigo y Fundador
OTROS SANTOS DEL DÍA
Santa Pelagia de Antioquía, Mártir -San Ricardo de Andria -San Vicente de Agen, Mártir -Beata Cecilia -Beato Silvestre de Valdiseve-Siro, diácono y doctor; Jorge, Ricardo, Maximiano, obispos; Tecla, Mariana, Marta, Amai (o Enneim), Diómedes, Ananías, Cuadrado, mártires; Feliciano, Vicente, mártires; Julián, monje.



SANTOS PRIMO y FELICIANO, Mártires
Temed al que, después de haberos quitado la vida,
tiene el poder de arrojaros al infierno.
(Lucas, 12, 5).

San Primo y San Feliciano eran hermanos y se animaban mutuamente a la práctica de las virtudes cristianas. Fueron encarcelados por orden de Diocleciano y Maximiano; pero un ángel les abrió la prueba de la mazmorra. Apresados poco después nuevamente, fueron llevados ante el pretor. Éste los separó, esperando vencer así más fácilmente su constancia. Probó primeramente a Feliciano, pero sin éxito. En seguida, llamando a Primo, le dijo: "Imita la prudencia de tu hermano: ha obedecido a los emperadores, y ahora está colmado de honores. Un ángel, -respondió Feliciano-, me ha hecho saber lo que le ha sucedido a mi hermano. ¡Ojalá sea yo digno de participar de su martirio!" Irritado, el pretor los condenó a los dos a ser arrojados a los leones; pero éstos, olvidando su ferocidad natural, vinieron a hacerles fiestas. Finalmente los hizo decapitar; y estos dos hermanos, a quienes los tormentos no habían podido separar, fueron a gozar de la misma gloria en el cielo, alrededor del año 297.

MEDITACIÓN SOBRE TRES CLASES DE TEMOR

I. El temor de Dios es el principio de la sabiduría. Teme a Dios, porque es omnipotente, ve todo y es soberanamente justo. Te juzgará con justicia; y habrá de castigarte inapelablemente si incurriste en pecado. Temes a los hombres, no te atreverías a cometer un crimen en su presencia. ¡Cuán ciego eres! ¿No ves que a Dios es a quien has de temerse? El temor es la base de la salvación. (Tertuliano).

II. Teme el infierno y no digas que este temor conviene a los grandes pecadores, puesto que Jesucristo te lo propone como medio de excitarte a la virtud, y los santos, estimulados por él, han avanzado rápidamente, en el camino de la salvación. El temor del infierno es el que los desapegó del mundo y los condujo a la soledad. ¡Oh infierno, si a menudo se pensase en ti, cuán rápido poblaríase el paraíso! Después de todo, por santo que seas al presente, puedes caer en el pecado. Teme siempre hasta que estés en el cielo.

III. Teme el pecado, puesto que él te hace enemigo de Dios y víctima del infierno. Los santos habrían más bien elegido la pérdida de sus bienes, de la vida y hasta el infierno, si ello fuera posible, antes que el pecado. Es que aun el menor pecado es un mal más grande que los más espantosos entre todos los tormentos, puesto que esa falta leve ofende a un Dios infinito. ¿Posees estos sentimientos? Vuelve tu temor para el lado de Dios; todo temor que no tiene a Dios por objeto es temor malo. (San Bernardo).

La fidelidad a Dios
Orad por la conversión
de los pecadores.

ORACIÓN

Señor, dignaos concedernos la gracia de celebrar siempre la fiesta de vuestros santos mártires Primo y Feliciano, de tal manera que sus sufragios nos aseguren los efectos de vuestra protección. Por J. C. N. S. Amén
  San EFRÉN "el Sirio". (c.306 - 373). Doctor de la Iglesia.  Martirologio Romano: San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia, que primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la doctrina, pero cuando los persas invadieron Nísibe se trasladó a Edesa, en Osrhoene, donde, con los discípulos que le habían seguido, inició una escuela teológica, ejerciendo su ministerio con la palabra y los escritos. Célebre por su austeridad de vida y la riqueza de su doctrina, por los exquisitos himnos que compuso mereció ser llamado “cítara del Espíritu Santo”. Nacido en Nísibis de Mesopotamia (actual Irak) de familia cristiana (su padre no era sacerdote de ídolos, según controvertidas noticias históricas). Fue bautizado a los 18 años, aunque fuera educado desde la infancia en la meditación de las Sagradas Escrituras. Según relató Efrén a los monjes, fue acusado falsamente de estar en relación con unos salteadores, y al ver los instrumentos de tortura, sintió terror, y pidió a Dios que le salvara y que si cumplía sus deseos se haría monje. La Providencia le liberó no sin antes probar su fe. En su retiro vivió la oración, austeridad y estudio hasta que el obispo Santiago de Nísibis, su maestro, le encargó organizar la escuela de Nísibis, ciudad que había caído bajo el dominio de los persas (363) del rey Shapor II, después de la derrota de Juliano el Apóstata. Acudió a auxiliar a los cristianos perseguidos. Ordenado diácono en Edessa en el 325 por el obispo Santiago, fue consejero del obispo Narsete y tomó parte en la fundación de la escuela denominada de "los Persas" (367), que tuvo una orientación teológica más bien antioquena. Asistió al Concilio de Nicea, acompañando a su obispo. Se dedicó a la catequesis, especialmente entre los paganos y pecadores hasta su muerte. Aquí nació la literatura siriaca en su dialecto arameo. Escribió en prosa homilías y comentarios a las Sagradas Escrituras; y en verso himnos (Carmina Nisebina) que le han valido el título de ser llamado "arpa del Espíritu Santo" y "cantor de la Virgen Inmaculada". Fue el primero que concibió a María como Inmaculada y fue su primer cantor: "Tú y tu madre, Señor, sois los únicos perfectamente bellos... En tu madre no existe mancha alguna". En sus escritos hace referencia a los sacramentos: "A diario te abrazamos en tus sacramentos y te recibimos en nuestro cuerpo. Haznos dignos de sentir en nuestra persona la resurrección que esperamos. Poseemos, Señor, en nuestra propia persona tu memorial tomado en la mesa espiritual; haz que lleguemos a poseerlo en toda su realidad en la renovación futura". Quiso permanecer como diácono, haciendo vida eremítica en una gruta (algunos autores dicen que fue un santo estilita que vivió en el interior de una columna), y rechazó el episcopado que san Basilio “el Grande” le ofrecía. Se cuenta de él que se fingió loco para no ser nombrado obispo. Su ejemplo es el de la austeridad unida al estudio y a la caridad para los pobres y enfermos. En la carestía del 373 se prodigó hasta el agotamiento. MEMORIA FACULTATIVA. INDICE
San COLUMBA DE IONA. (c.521 - 597).  Martirologio Romano: En la isla de Iona, en Escocia, san Columba o Colum Cille, presbítero y abad, el cual, nacido en Hibernia (hoy Irlanda) e instruido en los preceptos monásticos, fundó, allí y en otros lugares, monasterios célebres por la observancia y por el cultivo de las letras, y ya anciano, esperando el supremo día, murió cuando estaba al pie del altar. Es el mayor y más popular de los santos escoceses; nació en Garton, en el condado de Donegal o Tyrconnel, quizás en el seno de una familia de príncipes; ingresó muy niño en los monasterios de Moville y Clonard o Cluainiraid, bajo la dirección de san Finiano. Abrazó la vida monástica en Glasnevin, fue ordenado presbítero en el 546; al parecer vivió quince años en Irlanda, predicando y fundando numerosos monasterios, entre ellos los de Derry y Durrow (550). Compuso una regla que implantó en los cientos de monasterios que había fundado en Irlanda y Escocia tomado principalmente de las antiguas instituciones monásticas. Se cuenta que era abad de un monasterio cuando el rey Diarmaid, no respetando el derecho de asilo hizo matar a un príncipe que Columba había protegido. El abad declaró la guerra al rey, movilizando a monjes y pueblo, venciéndolo con un saldo de 3.000 muertos. Un concilio lo excomulgó, y él se sometió a la penitencia. Hacia el 563, ya famoso por su piedad y su saber, marchó para evangelizar a los pictos paganos de Escocia, "queriendo, -dice su primer biógrafo-, ser un peregrino de Cristo". En unión de 12 discípulos recorrió las tierras escocesas y fundó el gran monasterio de Iona (Escocia), en la isla de I o Hy, en el archipiélago de las Hébridas, y que será el centro más importante de la historia cristiana de aquellas regiones.  Desde Iona -que servirá también de panteón de los reyes escoceses- su influencia se extendió por toda la Caledonia; ponía paz entre los enemigos, enseñaba a roturar las tierras, llevaba consigo la civilización y la fe, y durante más de 30 años fue, junto con san Constantino, el gran apóstol de los pictos, de los scotos y de los anglos del norte. Se hablaba de él como alguien "cuyo rostro irradiaba dicha interior", alegre, bondadoso y caritativo, y el pueblo le atribuyó dotes de profeta y taumaturgo. "El tenía una figura angélica, -escribe san Adamnan, su sucesor-, era de una naturaleza excepcional. Brillante en sus palabras, santo en sus acciones, grande en sus consejos". Tuvo tanta autoridad que ni el rey ni el pueblo hacían nada sin su consentimiento. Cuando el rey Aedhan sucedió a su primo Conall en el trono de Escocia en el 574, recibió la insignia real de san Columba. San Columba murió en Iona en un intento de copiar el Salterio, llegando al versículo que dice "Aquellos que buscan al Señor no les faltará ningún bien". Terminado el versículo, dijo: "yo me paro aquí. Otro escribirá el resto", entró en la iglesia y rodeado de sus monjes, murió; tras haber merecido por sus conquistas espirituales el sobrenombre de "soldado de la isla". Fue el primero que rezó maitines a medianoche. Su cuerpo fue enterrado en la isla de Hy, pero algunos años después se trasladó a Down en Ulter y fue depositado en un baúl con los restos de san Patricio y santa Brígida. INDICE
San JOSÉ DE ANCHIETA. (1534-1597).  Martirologio Romano: En Reritiba, en Brasil, san José Anchieta, presbítero de la Compañía de Jesús, que, nacido en las Islas Canarias, pasó casi toda su vida en las misiones de Brasil, trabajando denodadamente y con empeño. Nació en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife), en el seno de una familia burguesa. Sus primeros estudios los realizó con los dominicos de La Laguna, después su padre lo envió a estudiar al Colegio Real de Artes de Coimbra, Portugal, donde terminó sus estudios. En 1551 ingresó en los jesuitas en Coimbra, porque era de origen judío y quería marcharse como misionero a América; durante el noviciado le cayó una escalera encima que le afectó la columna vertebral con dolores constantes. Hizo los votos en 1553 y una semana después pasó con las naves portuguesas al Brasil, donde fundó la ciudad de Sâo Paulo, donde permaneció diez años, como catequista y profesor de latín y evangelizó el país a pie, convirtiendo a muchos indios, y sobre todo hugonotes. Aprendió la lengua de los indígenas. En una ocasión para lograr la pacificación entre los colonos portugueses y los indígenas tamoyos, se quedó como rehén, y como los indios querían darle una mujer, Anchieta ante la apurada situación hizo a María el voto de escribirle un poema, si conseguía ser fiel a la castidad y así nació "Cántico de la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios", escrito en latín y es el primer escrito realizado en Brasil. En 1565, el provincial lo envió como traductor de misionero, y así pudo asistir a la fundación de Río de Janeiro, donde edificó un colegio y un hospital. Luego marchó a Bahía para buscar refuerzos para combatir a los colonos franceses. Allí pudo terminar sus estudios teológicos y fue ordenado sacerdote. Con 32 años fue nombrado rector del colegio de Sâo Paulo. Redactó un léxico de lengua maromini; escribió autos sacramentales, obras de teatro y cantigas de catequesis y empezando una "Historia de los jesuitas en Brasil". En 1576 fue nombrado provincial del Brasil, y como tal realizó una gran labor visitando a los misioneros jesuitas personalmente; fundó los colegios de San Salvador de Río de Janeiro y San Pablo de Olinda, y envió misioneros a las reducciones del Paraguay. Después de 10 años en el cargo, fue nombrado superior de la residencia costera de Vitoria.  Se cuenta que llevó a la fe católica al jefe de los piratas hugonotes que asolaban el país; un hombre, condenado a muerte por sus muchos crímenes contra los campesinos portugueses tuvo que sufrir el error del verdugo a la hora de ahorcarlo: la cuerda se rompió por tres veces, los sufrimientos fueron espantosos, el padre José estaba presente y temió que la desesperación le hiciera abjurar de su fe recién adquirida, se adelantó y con sus propias manos, le puso una nueva cuerda al cuello y murió. Este hecho hizo que su beatificación se retrasase durante varios siglos: un clérigo no puede mezclarse en delitos de sangre. Pero sus virtudes fueron tantas y el momento histórico en el que vivió tan distinto que el papa Juan Pablo II no dudó en agilizar su proceso. Murió en Vitoria, o Retibiba (Brasil). Es el apóstol del Brasil. Fue canonizado en 2014 por SS Francisco por medio de la canonización equivalente. INDICE
Beato JOSÉ IMBERT. (1719-1794).  Martirologio Romano: En el brazo de mar frente al puerto de Rochefort, en Francia, beato José Imbert, presbítero y mártir, de la Compañía de Jesús, a quien, durante los difíciles tiempos de la Revolución Francesa, el papa Pío VI nombró vicario apostólico de Moulins, pero por odio a la Iglesia fue encarcelado en una nave-prisión, muriendo a consecuencia de la enfermedad que allí contrajo. Nació en Marsella. Fue sacerdote profeso jesuita, y fue destinado a la enseñanza y desempeñó su tarea docente, sucesivamente, en los colegios jesuitas de Chalon-sur-Saóne, Besançon y Grenoble, donde estaba cuando en 1762 fue suprimida la Compañía de Jesús. Entonces ejerció su ministerio al servicio de la diócesis de Moulins. Al inicio de la Revolución, cuando todos los obispos legítimos habían sido expulsados de Francia, el Papa Pío VI lo nombró como vicario apostólico de la iglesia local y su territorio. Los verdaderos fieles se unieron a él, pero el cargo no podía menos que atraerle el odio de los revolucionarios. Arrestado y encarcelado, consta su presencia en la cárcel de Moulins en julio de 1793. De allí, con otros ochenta eclesiásticos del departamento de l'Allter, fue llevado a Limoges ya de camino hacia la deportación. Aquí hubieron de presenciar la ejecución de un sacerdote. Luego, en Saintes, él compuso una letra misionera para la música de «La marsellesa». Llegado a Rochefort, fue embarcado en el barco “Les Deux Assonés”, luego de haber sido cacheado y despojado de sus pertenencias. Dio gran ejemplo de piedad, mansedumbre, caridad y celo por sus hermanos sacerdotes, y murió de una enfermedad incurable el 9 de junio de 1794, siendo enterrado en la isla de Aix. INDICE
Beata ANA MARÍA TAIGI. (1769-1837).  Martirologio Romano: En Roma, beata Ana María Taigi, madre de familia, que, víctima de la violencia de su marido, cuidó de él y de sus siete hijos, educándolos convenientemente, y además estuvo siempre atenta a las necesidades espirituales y materiales de los pobres y de los enfermos. Nació en Siena. Era hija de un farmacéutico sin mucha fortuna de Siena. Sus padres: Luis Giannetti y María Santa Masi. Se trasladó con su familia a Roma donde fue alumna del colegio de las Maestras Pías, pero apenas aprendió a leer pero jamás a escribir. Se colocó en casa de una señora que tenía un taller de ovillo en la que se mostró diestra. Cuando tenía 14 años presenció como su madre atendía y amortajaba el cuerpo llagado del peregrino san Benito José Labre, que con 35 años moría en las escalinatas de la iglesia Madonna dei Monti. Después trabajó como criada en el palacio Maccarani, donde también trabajaba su padre, y allí conoció a su futuro marido. A los 21 años (1790) se caso con Domenico Taigi, camarero de la familia romana de los Chigi, a quién le dio siete hijos, de los que murieron tres a tierna edad. Durante un breve período tuvo una vida frívola, amante de los vestidos y de las fiestas, hasta que un religioso la hizo observar su vanidad. Se hizo Terciaria trinitaria en 1808. La paga del marido era muy escasa para una familia, y Ana Maria tuvo que pensar, para tirar la prole adelante y mostrarse siempre amable hacia su marido, que solía tener un carácter insoportable. Su gran virtud consistió en mostrarse siempre serena y sonriente incluso en los momentos más difíciles. Si un niño rompía un plato decía: "Es necesario dar trabajo a los alfareros". Si el marido llegaba de noche tarde, ella estaba allí con la sopa caliente. El secreto de esta serenidad estaba en la oración. Pero confesaba que tenía tentaciones fortísimas y que las vencía con la ayuda de María. Al envejecer no disminuyó su ritmo de trabajo, a pesar de que sufría reumatismo, asma, gota y hernia. Cuando tenía momentos de éxtasis, le decía al Señor: "Déjame tranquila. Yo tengo mis ocupaciones. Soy una madre de familia". Sonreía siempre entre los sufrimientos diciendo "Las penas del purgatorio serán peores". Fue favorecida con el don de profecía, leía los pensamientos y describía sucesos que sucedían en lugares distantes. Su casa fue lugar de encuentro de cardenales y otros dignatarios que iban a pedirle consejo entre ellos se destaca a María Luisa de Borbón, los santos Gaspar del Búfalo y Vicente Pallotti. Sufrió fortísimos dolores de cabeza y meditaba la pasión de Cristo. Murió a los 68 años. En su proceso de beatificación su marido dijo: "Ella hacía continuamente milagros mirando por las necesidades de la familia. ¿Qué podría hacer yo con seis escudos al mes? Dejaba que ella hiciera, porque me había dado cuenta que cuando ella había pagado, la Providencia venía siempre en nuestra ayuda". Fue beatificada en 1920, y su sepulcro se encuentra en la iglesia de San Crisógono de los trinitarios en Roma. INDICE
Beato LUIS BOCCARDO. (1861-1936).  Martirologio Romano: En el Piamonte, beato Luis Boccardo, presbítero y fundador. Nació en Moncalieri (Italia). Era hermano del beato Juan María Boccardo. Fue ordenado sacerdote en 1884. Tras ayudar a su hermano un tiempo en la parroquia de Poncareli, pasó a Turín como director espiritual del convictorio de la Consolata, llamado por san José Allamano, cargo en el que hizo durante años un bien inmenso. En este convictorio trabó amistad con el rector san José Cafasso, época en que este centro de formación de sacerdotes alcanzó su mayor esplendor. Muerto su hermano se hizo cargo de su Congregación de las Hijas Pobres de San Cayetano. En 1919 el arzobispo de Turín le encomendó la dirección del Instituto para ciegos, que nadie quería aceptar a causa de la dificilísima situación económica en la que se encontraba. Don Luis no se amedrentó: saneó la economía de la Congregación y les construyó una nueva casa generalicia cerca de Turín. Además fundó la sección piamontesa de la Unión apostólica del clero. Escribió “Confesión y dirección”. A él se debe también la fundación de escuelas de religión, que dirigió y enseño, en un tiempo en el que el régimen de Mussolini había prohibido la enseñanza de esta materia en las escuelas públicas. En 1931, construyó y donó a su archidiócesis el santuario de Jesucristo Rey y Sacerdote, el primero en el Piamonte en difundir esta devoción propuesta por el Papa. Fundó una rama contemplativa, las Hijas de Jesús Rey, advocación del Señor al que dedicó un santuario. Sus caracteristicas más sobresalientes son: el amor al sacerdocio, la atención a los discapacitados, a los dos les dedicó una especial atención, en los que veía el Corazón de Cristo. Murió en Turín. Fue beatificado el 14 de abril de 2007 por SS Benedicto XVI. INDICE
OTROS SANTOS DEL DÍA: Santos Primo y Feliciano. M. 297.   Martirologio Romano: En Roma en el XVº miliar de la vía Nomentana, santos Primo y Feliciano, mártires. Eran dos ancianos hermanos romanos, que, según la leyenda, eran paganos y fueron convertidos al cristianismo por el papa san Félix I. Durante treinta años escaparon a las persecuciones, durante los cuales desplegaron todo su celo apostólico en obras de caridad. Fueron denunciados por algunos sacerdotes paganos. Les torturaron primero, a Feliciano lo clavaron de pies y manos; a Primo, le echaron plomo fundido en la boca, después les echaron a las fieras que no les hicieron nada. Fueron decapitados. Su sepultura fue lugar de grandes peregrinaciones, pero, al llegar la invasión lombarda, sus restos fueron trasladados desde el extrarradio de Roma, donde se encontraba el templo, al interior de la ciudad; parece ser que este es el primer caso de traslado de restos que se conoce. Se dice que murieron el mismo día que santa Fe de Angen y por ello fueron compañeros del mártir san Caprasio. Sus Actas no son dignas de fe y desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Las reliquias de Primo se conservan en Salzburgo.   San Vicente de Agen. M. c. 300.   Martirologio Romano: En Vernemet, de la región de Agen, en Aquitania, san Vicente, mártir, que, según cuenta la tradición, mientras el pueblo celebraba una fiesta en honor del sol, él consumó su martirio en nombre de Cristo. Era un diácono que vivía en Gascuña (Francia). Al parecer, tan sólo por haber interrumpido una ceremonia de los druidas galos, fue detenido en Agen y conducido ante el gobernador. Que ante su condición de cristiano mandó torturarle y decapitarlo. Sus restos fueron enterrados en Mas d'Agenais. San Gregorio de Tours y Fortunato de Poitiers afirman que durante los siglos VI y VII grandes multitudes acudían en peregrinación a su tumba, desde todos los puntos de Europa.   San Diómedes de Nicea. M. 300/11.   Martirologio Romano: En Nicea, de Bitinia, san Diomedes, mártir. Médico de Tarso de Cilicia, difundía el cristianismo con mucho celo, cuando arrestado y martirizado en Nicea de Bitinia, durante la persecución de Diocleciano.   Santa Tecla. M. 347.  Junto con Mariamne, Marta, María y Amai. Según cuentan las leyendas: algunos espias habían indicado que en una aldea (Kasaz, cercana a Arbela antiguo nombre de Arbil en Irak) había un sacerdote muy rico de nombre Pablo. Los soldados, rodearon la casa y se apoderaron de sus tesoros y se llevaron a Pablo, junto a cinco religiosas del lugar, ante el príncipe de la región, Narsai Tamsabur. Pablo compareció el primero y declaró que estaría dispuesto a adorar al sol después de recibir la promesa que sus bienes le serían restituidos. Por el contrario, las cinco religiosas se mantuvieron fieles a su credo y por ello, Tamsabur las condenó a muerte, e impuso a Pablo la obligación de asistir a la decapitación que sucedió el 31 de mayo del 347. Tamsabur queriendo las riquezas de Pablo, lo hizo estrangular la noche siguiente. Las religiosas fueron consideradas como mártires y su fiesta celebrada en los Sinaxarios orientales. No confundir esta Tecla con santa Tecla mártir y que se celebra en septiembre.   San Madrun. M. c. 440.  Viuda galesa que vivió en Cornualles, a quién se le han dedicado iglesias en Gales. No se conservan detalles de su vida, pero algunas iglesias de Gales llevan su nombre. Según la leyenda, la princesa Madrun era la hija mayor del rey Vortimer Fendigaid de Gwerthefyriwg. Madrun se habría casado, muy joven, con el príncipe Ynyr, un descendiente de Maximus Magnus emperador y, juntos, gobernaron el reino de Gales después de la muerte de su padre. Estaba presente cuando murió su abuelo Vortigern y se vio obligada a huir de su castillo en llamas de Tre'r Ceiri, al fuerte cercano en Carn Fadrun. Durante una peregrinación a Ynys Enlli (Isla Bardsey), Madrun y su sierva, Annûn, se detuvo por la noche en Trawsfynydd. He aquí que ambas tuvieron un mismo sueño en el que se les ordenaba construir un convento de monjas en el lugar donde dormían. Asombradas por la coincidencia, hicieron lo que se les ordenaba y hoy en día la iglesia del convento está dedicada a ellas. En los últimos años, la reina Madrun se estableció en Cerniw (Cornwall) con su hijo, san Ceido. Juntos evangelizaron la región, y fue aquí donde Madrun finalmente murió y fue enterrada.  San Maximiano de Siracusa. M. 594.  Martirologio Romano: En Siracusa, de Sicilia, san Maximiano, obispo, al que menciona a menudo el papa san Gregorio I Magno. Nació en Sicilia; fue benedictino en la abadía de San Andrés en el Colle Celio de Roma, cuando era abad san Gregorio Magno. Fue apocrisiario en Constantinopla con el papa Pelagio y con el papa Gregorio Magno, que lo llamó a Roma como su colaborador, y después le nombró obispo de Siracusa y legado apostólico para Sicilia (591), donde murió.  San Ricardo de Andria. M. d. 1196.   Martirologio Romano: En Andria, de la Apulia, san Ricardo, obispo, el cual, inglés de nacimiento y célebre por sus méritos, recibió con devoción las reliquias de los santos Erasmo y Ponciano. Religioso inglés que fue obispo de Andria en Puglia (Italia), elegido por el papa Adriano IV. Fue célebre por sus milagros y custodio de las reliquias de los santos Erasmo y Ponciano. Como obispo asistió al III Concilio Ecuménico de Letrán. Fallecido en su sede de Andria. Su culto fue confirmado con la canonización que efectuó el papa Bonifacio VIII el 23 de abril de un año cercano al 1300. Sus reliquias fueron llevadas al llamado «altar de la confesión» en la catedral, de donde desaparecieron luego para aparecer en 1438. Actualmente se conservan en una bella capilla de la catedral.  Roberto Salt. Beato. M. 1537.   Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Roberto Salt, mártir, monje de la Cartuja de esa ciudad, que en tiempo de Enrique VIII, por razón de su fidelidad a Iglesia, murió de hambre en la cárcel de Newgate.
Era hermano lego de la Cartuja londinense y fue uno de los diez monjes que, cuando el 18 de mayo de 1537 otros monjes de la comunidad hicieron el juramento cismático de acatar la supremacía religiosa de Enrique VIII, se negaron a separarse de la comunión del Papa y de la Iglesia. Por este motivo él y los demás monjes renuentes fueron arrestados y llevados a la cárcel de Newgate en Londres, donde se les sujetó con argollas y cadenas, y se les dejó morir de hambre. Una buena mujer intentó, y logró unos días, llevarles alimentos, pero, descubierta, no pudo volver a entrar y, dejados en inanición, los monjes prisioneros fueron muriendo uno tras otro. El hermano Roberto Salt murió el 9 de junio de 1537. Fue beatificado el 9 de diciembre de 1886. INDICE