INDICE
Justo y Pastor, Santos Niños Mártires
Santa ANA PALEOLOGINA
Transfiguración de Jesús Fiesta, nuestro Señor Mostró su gloria a tres de sus apóstoles en el monte Tabor
Octaviano, Beato Obispo
Beato MATEO DE BASCIO
Hormisda, Santo LII Papa
Beata MARÍA FRANCISCA DE JESÚS RUBATTO
Beata ISABEL REMIÑÁN CARRACEDO
OTROS SANTOS DEL DÍA
LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR
Tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a Juan
su hermano; y subiendo con ellos a un alto
monte, se transfiguró en su presencia.
(Mateo, 17, 1-2).
Tomó Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a Juan
su hermano; y subiendo con ellos a un alto
monte, se transfiguró en su presencia.
(Mateo, 17, 1-2).
Jesús, habiendo subido al monte Tabor con tres de sus apóstoles, se transfiguró en su presencia. Su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestiduras blancas como la nieve. Entonces aparecieron a su lado Moisés y Elías y conversaban con Él. San Pedro, extasiado por el esplendor insólito de su Maestro, le dijo: "Señor, bueno es estarnos aquí; si os parece, formemos aquí tres pabellones, uno para Vos, otro para Moisés y otro para Elías". Todavía estaba hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos, y oyóse una voz que dijo: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien he puesto todas mis complacencias: ¡escuchadle!"
MEDITACIÓN SOBRE LA TRANSFIGURACIÓN
DE JESUCRISTO
I. Jesús, para transfigurarse, se retira a la apartada montaña. ¿Quieres tú revestirte del hombre nuevo, que es Jesucristo? Huye de los estorbos y del tumulto del mundo. Además, recuerda que la obra de la conversión es una obra difícil; que hay que subir desde el fondo del abismo hasta las altas cumbres. Si quieres sanar de tus enfermedades y adquirir la verdadera sabiduría has de cambiar totalmente de vida; has de hacerte un hombre nuevo. (Salviano).
II. Cuando los Apóstoles estuvieron en el Tabor, sus ojos fueron iluminados y vieron a Jesucristo radiante de gloria. Cuando hayas comenzado seriamente la obra de tu conversión, te asombrarás de la ceguera en que vivías antes. Te llenarás de gozo en medio de tus dolores, porque siempre tendrás ante tus ojos a Jesús crucificado y porque imitando su paciencia en la tierra, te será dada la esperanza de su gloria en el cielo.
III. Jesús manifiesta su gloria a sus discípulos e inmediatamente después les habla de sus sufrimientos, a fin de animarlos a soportar los oprobios de su Pasión. Aprendamos de este misterio a sufrir por Jesús, con la esperanza de participar en sus recompensas; si nos niega los consuelos terrenales, lo hace para procurarnos más abundantes en el cielo. No nos extrañemos de las aflicciones que nos sobrevengan: no es en este mundo, sino en el otro, donde Jesucristo nos ha preparado la felicidad. ¿Qué te ha prometido Cristo? Si Él te ha prometido la felicidad de aquí abajo, tienes derecho a murmurar porque no te la dé. (San Agustín).
La mortificación
Rogad por los afligidos.
ORACIÓN
Oh Dios, que, en la gloriosa Transfiguración de vuestro Hijo unigénito, habéis confirmado los misterios de la fe en el testimonio de vuestros profetas, y que, mediante una voz celestial surgida de una nube resplandeciente, habéis anunciado de admirable manera la perfecta adopción de vuestros hijos, concedednos la gracia de ser coherederos del Rey de la gloria, y participar un día de su reino. Por J. C. N. S. Amén.
TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.
Martirologio Romano:Fiesta de la Transfiguración del Señor, en la cual Jesucristo, el Hijo Unigénito, el amado del Padre Eterno, delante a los santos apóstoles Pedro, Santiago y Juan, teniendo como testigos la ley y los profetas, manifestó su gloria, para revelar que nuestra humilde condición de siervos por él mismo asumida había sido por obra de la gracia gloriosamente redimida y para proclamar hasta los confines de la tierra que la imagen de Dios, según la cual el hombre fue creado, aunque corrupta en Adán, había sido recreada en Cristo La liturgia romana leía el párrafo evangélico referido al episodio de la transfiguración el sábado de la cuarta Témpora de Cuaresma, poniendo así en relación este misterio con la pasión. El mismo evangelista Mateo inicia el relato con las palabras: "Seis días después" (esto es después de la solemne confesión de Pedro y el primer anuncio de la pasión), "Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, su hermano, y los llevó aparte sobre el alto de un monte. Y se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos eran bláncos como la luz". Hay en este episodio una neta contraposición con la agonía del huerto de Getsemaní. La transfiguración, que forma parte del misterio de la salvación, es digna de una celebración litúrgica que la Iglesia, sea en Occidente como en Oriente, ha celebrado de distintas formas y fechas diferentes, hasta que el papa Calixto III la elevó a grado de Fiesta, extendiéndola a toda la Iglesia universal. FIESTA. INDICE
Santos JUSTO y PASTOR. M. c. 306.
Martirologio Romano:En Compluto (hoy Alcalá de Henares), en la Hispania Cartaginense, santos mártires Justo y Pastor. Todavía niños, corrieron voluntariamente al martirio, abandonando en la escuela sus tablillas de escolar y, detenidos por orden del juez e inmediatamente azotados, animándose y exhortándose mutuamente fueron degollados por su amor a Cristo Eran dos niños, hermanos en Alcalá de Henares; Justo tenía 7 años y Pastor tenía 9 años. Iban a la escuela cuando se enteraron del edicto de persecución contra los cristianos en la época del emperador Diocleciano. Se presentaron espontáneamente ante el prefecto Daciano, a su paso por Alcalá de Henares. Y se profesaron cristianos. No fue suficiente la terrible paliza de castigo que les infligieron en secreto los verdugos de Daciano. Los dos hermanos se animaron a mantenerse firmes hasta la muerte. Justo le decía a su hermano: “Hermano, no tengas miedo de la muerte del cuerpo y de los tormentos. Ante el golpe de la espada, mantén la serenidad. El mismo Dios que se ha dignado a elegirnos para tan grande gracia nos dará las fuerzas necesarias para soportar los sufrimientos que nos esperan”.
A lo que contestó Pastor: “Bien dicho, hermano mío. Te acompañaré con mucho gusto en el martirio, y contigo obtendré la victoria en este combate”. Para abreviar las repercusiones, que pudiera tener semejante crueldad entre la población, los llevaron a un lugar solitario, donde los decapitaron sobre una gran piedra. Patrones de Alcalá de Henares.
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San HORMISDA. Papa. (514-523). M. 523.
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Hormisda, papa. Abanderado de la paz, consiguió acabar con el cisma de Acacio en Oriente, y en Occidente hizo que se respetaran religiosamente por los nuevos pueblos los derechos de la Iglesia Nació en Frosinone, en el seno de una familia aristocrática. Antes de su ordenación sacerdotal, estuvo casado y tuvo varios hijos. Fue padre de san Silverio, que también fue papa en el 536. Hosmisdas tuvo un papel importante en la Iglesia romana durante el pontificado de san Símaco, de quien fue uno de sus más íntimos colaboradores, desempeñando importantes misiones y participando en concilios. Era viudo cuando fue elegido Pontífice, sucediendo a san Símaco. Luchó contra Eutiques y envió a san Germán de Capua al emperador Justiniano para que éste condenara la herejía eutiquiana y maniquea. Tuvo que enfrentarse con el cisma de Oriente, al que le puso fin por medio de la profesión de fe llamada "Formula de Hormisdas", que en el 519 fue aceptada en Oriente acabando de este modo el cisma monofisita de Acacio. Hormisdas para terminar con el cisma propuso: que se reconociese las formulaciones cristológicas del Concilio de Calcedonia, el primado del obispo de Roma, y la condena de Acacio y del monofisismo.
Su pontificado estuvo señalado por la pacificación con los emperadores bizantinos; la resolución del cisma entre el papa san Símaco y el antipapa Lorenzo; la pacificación con Teodorico y la organización de varias diócesis que en aquel momento se fundaron. También logró la pacificación de varios monasterios africanos, cuyas discordias eran continuas. Le sucedió san Juan I. Está sepultado en la basílica de San Pedro del Vaticano.
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Beato OCTAVIANO DE SAVONA. (c.1060 - 1132).
Martirologio Romano:En Savona, de la Liguria, beato Octaviano, obispo y hermano del papa Calixto II, que tanto en el claustro como en la cátedra buscó con ahínco servir a Dios y a los hermanos Nació en Quingey (Besançon); era hijo de Guillermo II, rey de Borgoña y hermano del papa Calixto II y del arzobispo de Besançon. Tenía la ilusión de ser monje de Cluny. El padre, sin embargo, que lo había reservado para que fuera su sucesor, le envió a estudiar a la universidad de Bolonia. Terminados sus estudios fue profesor. Tras la muerte inesperada de su padre se hizo monje en la abadía benedictina de San Pedro en Pavía; en esta abadía vivió por espacio de cuarenta y dos años, entregado a la oración y al estudio de la Palabra de Dios. Era una persona muy sociable y con unos talentos apropiados para tratar a todo el mundo como se merecía. Pudo conquistar los honores más altos, y, en verdad, se le presentaron a menudo. Jamás, sin embargo, los aceptó En el 1129 fue nombrado obispo de Savona porque no había candidatos. Fue un hombre entregado a los demás con gran generosidad y humildad. Durante este tiempo realizó varios milagros, el primero de los cuales fue la reforma de los canónigos. Les privó de sus prebendas mientras no cambiaran de conducta. Se encontró Savona dividida en varios bandos y trabajó cuanto pudo por el logro de la paz civil. También influyó para que el ordenamiento legal de la ciudad se ajustase a la justicia y a la razón, mirando por el bien de todos. Murió el 6 de agosto de 1132, sobreviviendo varios años a su hermano el papa, que había dado un fuerte impulso a la reforma con el concilio lateranense de 1123. Pío VI aprobó el culto, concediendo a Savona, el 6 de agosto de 1783, oficio y misa del beato.
Santa ANA PALEOLOGINA (Juana de Saboya). (1306-1365). (Iglesia ortodoxa).
Juana de Saboya, nació en Saboya y era hija del conde Amadeo V y María de Brabante. A los 18 años fue enviada a la corte de Constantinopla para casarse con el emperador Andrónico III Paleólogo, sellando así la alianza entre Bizancio y las potencias gibelinas de Italia septentrional. Debido a ello tuvo que convertirse a la fe ortodoxa, cambiando su nombre de Juana a Ana. Vivió con su marido durante 16 años, hasta que éste murió en 1341 y ella asumió la regencia en nombre de su hijo Juan V, embarcándose en una lucha contra Juan Cantacuceno para que aceptase a su hijo como el legítimo emperador. Llegaron a un acuerdo entre las dos partes, en la que ella tuvo que abandonar la regencia, en favor del gobierno conjunto de su hijo Juan y el otro Juan. Pero esto no significó la retirada de la escena política de la emperatriz, ya que se le concedió el gobierno de la ciudad de Tesalónica desde donde trabajó por los legítimos derechos de su hijo, cosa que consiguió con la retirada de su rival en 1354. Su gobierno en la capital macedonia le granjearon la admiración de los bizantinos. Aunque nació católica, apreció y se adaptó a la fe de sus subditos y favoreció la doctrina de san Gregorio Palamas. Al final de su vida, renunció al mundo y vistió el hábito monástico en la ciudad de Tesalónica, muriendo como una monja más. Junto con su marido san Andrónico III, fundó el monasterio de la Transfiguración, que todavía hoy celebra su festividad.
Beato MATEO DE BASCIO. (c.1495-1552).
El Papa Clemente VII le aprobó su requerimiento y por medio del mismo le permitió vestir un largo sayal de tejido áspero (como el de san Francisco, pero con una capucha más larga y puntiaguda), de observar rígidamente la regla en absoluta pobreza, de hacer vida eremítica y predicar libremente en cualquier lugar y tener seguidores. Algunos de los miembros de la observancia pidieron el permiso para unirse a Mateo, y el 3 de Julio de 1528 el Papa decretó la Bula “Religionis zelus”, por medio de la cual la nueva reforma era aprobada y colocada en la jurisdicción nominal de los Conventuales. El nombre “Capuchino” fue dado por la gente a los nuevos monjes franciscanos y luego adoptado oficialmente, en los decretos pontificales los seguidores de Bascio utilizaron varios estilos en la expresión “Capucini”, “Capuciati” “Capulati” y “Hermanos de la Observancia Capucinorum”. Sufrieron muchas persecuciones por parte de sus hermanos franciscanos que los consideraban heréticos, sufrieron cárcel y otras persecuciones.
En abril de 1529 la Orden tuvo su primera seccional en Albacina donde Mateo de Bacci fue electo por aclamación vicario general. Se elaboró un código a manera de constitución que servia de base a la reforma. Sin embargo, el humilde fundador no mantuvo su cargo por mucho tiempo. Después de visitar unos poblados deseo volver a tener su carrera apostólica y quizá también influido por el hecho de sentirse sin mayor poder contra las dificultades que se generaban por parte de problemas con los discípulos, renunció a su puesto, ya que aquella reforma no era la que él había querido y dentro de la nueva rama franciscana, algunos de sus cohermanos querían que abandonara su puesto. Desde entonces no tomó parte en el gobierno de la Orden y se retiró de ella ya que la deriva que estaba tomando (algunos de sus miembros más relevantes caerían en la herejía) no era la correcta. Aproximadamente en el año 1537 decidió retornar a la obediencia de los Observantes aún con el temor de incurrir en alguna censura eclesiástica, aunque este hecho no está probado.
En diferentes oportunidades y diferentes épocas habrían obtenido bulas y decretos contra la nueva reforma. Bascio predicó en todo el país de Italia y parte de Alemania. Murió en Venecia en medio de sus labores, en la casa del párroco de la iglesia de San Moisés, y en un primer momento fue enterrado en una fosa común. Luego fue enterrado en la Iglesia de San Francesco della Vigna de los Observantes de esa ciudad en presencia de una vasta concurrencia que había llegado al lugar atraída por su reputación como un santo. El siguiente texto de Arthur du Monstier se puede leer el Martirologio Franciscano y dice: “allí murió en Venecia el Santo Mateo, confesor, fundador de la congregación de los capuchinos. Sus continuos ayunos, vigilias y oraciones, su gran pobreza y ardiente celo por las almas, le confirieron una santidad extraordinaria y el don de los milagros hace que su memoria sea gloriosa”.
En 1552 los franciscanos del lugar empezaron un proceso sobre los presuntos milagros sucedidos entorno a su sepulcro. Pero la oposición del Nuncio pontificio Ludovico Beccadelli y de los ambientes inquisoriales romanos, secretamente tenidos al corriente del informador laico Girolamo Muzio, perjudicó el éxito de la operación de la canonización, y la reforma capuchina se queda sin un santo reformador.
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Beata MARÍA FRANCISCA DE JESÚS RUBATTO. (1844-1904).
Martirologio Romano:En Montevideo, de Uruguay, beata María Francisca de Jesús (Ana María) Rubatto, virgen, que en la ciudad de Loano, cerca de Savona, en Italia, fundó el Instituto de las Hermanas Terciarias Capuchinas y, habiéndose trasladado a América Latina, puso todo su empeño en el servicio a los pobres Ana María Rubatto nació en Carmagnola (Turín). Cuando tenía cuatro años, quedó huérfana de padre. A los diecinueve años perdió a su madre, tras lo cual fue a vivir a Turín. Dotada de una gran inteligencia, aunque no tenía estudios alcanzó un grado notable de cultura, que armonizó constantemente con la vida práctica. Cultivó desde pequeña una profunda espiritualidad. En la capital piamontesa entró al servicio de la noble Mariana Scoffone, de la que fue dama de compañía y colaboradora en la administración de su ingente patrimonio desde 1864 hasta 1882. Durante esos años Ana María se dedicó a las obras de caridad, a la enseñanza del catecismo a los niños, y a la visita a los enfermos del Cottolengo y a los abandonados. En el verano de 1883 se trasladó a Loano. Un día, al salir de la iglesia, oyó lamentos y llanto: una piedra se había caído de la construcción y había herido en la cabeza a un jovencísimo peón. Ana María socorrió al joven, lavó y curó la herida y, después de darle el equivalente a dos días de trabajo, lo envió a casa para que se recuperara. La construcción debía albergar a una comunidad femenina, para la cual se estaba buscando una directora: el padre capuchino Angélico de Sestri Ponente, que apoyaba esta iniciativa, pensó que Ana María Rubatto podía ocupar el cargo de directora.
Vistió el hábito religioso junto con otras cinco jóvenes el 23 de enero de 1885. Cambió su nombre por el de sor María Francisca de Jesús. Se convirtió, por mandato del obispo diocesano, en superiora, pero sobre todo en madre y formadora. Fue éste el inicio del "instituto de las Hermanas Capuchinas de la Madre Rubatto (luego, Terciarias o Hermanas Capuchinas de Loano). Tres años después, el instituto comenzó a dilatarse: Génova-Voltri, Sanremo, Génova-Centro... En 1892 fundó en Montevideo. Siguió la fundación en Uruguay y Argentina. Siete veces atravesó la fundadora el océano para estar al lado de las hermanas en los dos continentes. Abrió dieciocho casas en los veinte años de su gobierno. Durante los ocho años que duró en total su estancia en América, fueron incontables los viajes de Uruguay a Argentina y de una casa a otra.
Fundó también en Alto Alegre en 1899, pero 18 meses más tarde las religiosas fueron asesinadas con los misioneros capuchinos y muchos fieles. Después de organizar las casas de Italia, viajó a América para lo que iba a ser una visita pastoral de pocas semanas, pero que en realidad se prolongó por más de un año. Allí, en Montevideo, la sorprendió la muerte, donde descansan sus restos. San Juan Pablo II la beatificó el 10 de octubre de 1993
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Beata ISABEL REMIÑÁN CARRACEDO (María del Consuelo). (1876-1936).
María del Consuelo nació en Seavia de Coristanco, localidad de Amboade (La Coruña, España), en el seno de una familia de labradores de posición desahogada, católicos practicantes. «Persona de carácter, de constancia, de energía y decidida, sabe dejar la casa paterna e ir a Santiago a estudiar y prepararse para religiosa» (carta de su pariente Don Antonio Carracedo Viña, párroco de Sofán). María del Consuelo recibió la confirmación, como era preceptivo para iniciar la vida religiosa, y el 19 de noviembre de 1905 vistió el hábito en el noviciado de la Casa Generalicia de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, cambiando su nombre por Hna. Isabel. Emitió su profesión temporal el 12 de diciembre de 1907 y la perpetua el 15 de diciembre de 1912 también en la Casa Generalicia. Padecía escrofulismos, lo que le producía fístulas en la piel. El Señor la probó en sus últimos años con esta enfermedad, por lo que fue preciso que pasara a la enfermería de la Comunidad, y fue entonces el momento en que se vio más patente su humildad y su espíritu de sacrificio. Se sabía que se hallaba enferma, pero no por lo que se quejara (nunca se la oyó lamentarse), sino por lo que en ella se veía.
En marzo de 1936 ingresó en el Hospital de la Venerable Orden Tercera, ocupando la cama 2 en la sala Mártires, con el diagnóstico de lupus tuberculoso en la cara. Ante los disturbios políticos y revolucionarios que conmovían Madrid, se creyó que podría permanecer como una enferma más en el hospital de la V. O. T., pero de allí tuvo que salir con las otras religiosas, refugiándose en un piso que los Superiores habían dispuesto en la calle Arenal. Permaneció allí algún tiempo, pero los registros se sucedieron y creyendo estar mejor defendida en el hospital se encaminó hacia él; las turbas la reconocieron, se adueñaron de ella; según unos murió apedreada, aunque hay quien afirma que su cuerpo fue brutalmente destrozado atado parte a un camión y parte a otro.
Fue asesinada el 6 de agosto de 1936 en Madrid. Su cadáver apareció el 7 de agosto en el kilómetro 5 de la carretera de Perales del Río. Su tumba permanece en lugar ignorado mientras el testimonio de su vida rubricado con su sangre es un grito de fidelidad y entrega. Fue beatificada por SS Francisco el 13 de octubre de 2013.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
Santa Claudia . s. I San Pablo escribe a san Timoteo "Te saludan, Eubulo, Pudens, Lino, Claudia, todos hermanos" (2 Tim 4, 21). Es todo lo que sabemos de esta santa. Una leyenda dice que era una princesa inglesa, hija del rey Caractacus, que fue llevada a Roma siendo emperador Claudio. Esposa del senador san Pudente, había sido la madre de las santas Práxedes y Pudenciana, pero todo es leyenda. San Glisente de Brescia. M. 796. Eremita en los montes de Brescia, y amante de los animales, había sido soldado de Carlomagno; después de la batalla de Mortirolo, obtuvo del Emperador permiso para retirarse del ejército para evangelizar el valle; vivió como eremita en el monte de Berzo en Brescia, donde murió. Toda su vida parece una leyenda. Su fiesta hoy es celebrada solamente en la parroquia de Berzo en la iglesia a él dedicada.
Schetzelón Escelino, Gezzelino). Beato. M. 1138. Martirologio Romano: En el territorio de Luxemburgo, beato Escelino, eremita, que vivió en un bosque, sin techo y sin vestidos, confiado en el Señor Ermitaño que vivió en un bosque de Luxemburgo, sin techo ni vestido, a la intemperie, confiando en Dios. Parece que san Bernardo que estaba ocupado en la fundación del monasterio de Hemmerode en la diócesis de Tréveris, al oir hablar de la santidad de Escelino, envió a san Acardo, uno de sus monjes, para que lo saludase de su parte y le pidiera sus oraciones ante la nueva fundación.
El encuentro de san Acardo con el santo ermitaño fue muy fructífero. Según cuenta la leyenda Acardo asistió a su santa y prodigiosa muerte, rodeada de ángeles, y mandó trasladar su cuerpo en la iglesia de Notre-Dame del castillo de Luxemburgo. En su tumba sucedieron muchos milagros. El Martirologio belga distingue a san Scocelin, de otro ermitaño llamado Gisilain que murió en Munster y que cuando el monasterio fue destruido fue trasladado a Grunenwalde. En Luxemburgo se encuentra una localidad que lleva el nombre de nuestro ermitaño llamada Schetzelborg. En el pueblo de Slebusrode o Schelebusschrath (Colonia) se honra a un santo de nombre Gezzelino o Gitzelon (muerto hacía el 1141) que muchos hagiógrafos distinguen de nuestro ermitaño. Muy venerado en el Gran Ducado de Luxemburgo que celebra su festividad el 11 de agosto. Es celebrado también por la Orden Cisterciense y Benedictina.
Martirologio Romano: En las cercanías de Gandía, en Valencia, en España, beato Carlos López Vidal, mártir, que en tiempo de persecución de la fe alcanzó la gloria celestial Nació en Gandía en el seno de una familia cristiana. Fue congregante mariano. Al ser rechado para el servicio militar, obtuvo el puesto de sacristán segundo de la colegiata de Gandía, trabajo en el que se acreditó por su gran dedicación. Cuando vio la política antirreligiosa de la República, se ofreció como víctima por España al Sagrado Corazón. Era un hombre generoso que ayudaba a cuantos pudo, llegando a amparar a varias religiosas en su casa, cuando estas se vieron obligadas a dejar sus conventos.
En 1932, se casó con María Rosa Tarazona con la que no tuvo hijos. Cuando arreció la persecución religiosa y cerraron la colegiata, se marchó a casa de su madre, donde fue encontrado por los milicianos, que lo buscaban por pertenecer a la Acción Católica.
Fue fusilado en La Pedrera de Gandía, después de gritar “Viva Cristo Rey”. Su cadáver fue rociado de gasolina y le prendiron fuego, pero no ardió del todo; actualmente está enterrado en el Panteón de los Mártires del cementerio de Gandía. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en la ceremonia conjunta de los 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia de los años 1936-1939. ;
Martirologio Romano: Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Tadeo Dulny, mártir. Al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su fe en Cristo Nació en Kszczonowice (Cmielów), Polonia, en el seno de una cristiana y numerosa familia. A los 21 años ingresó en el seminario de Wloclawek. La invasión de los alemanes en Polonia le sorprendió en el seminario, pero él quiso continuar sus estudios.
En 1939 fue arrestado junto a sus profesores y demás alumnos del seminario, de momento fueron internados todos en el colegio salesiano de Lad, dedicado por los nazis a centro de detenidos. Aquí pudo reanudar sus estudios de forma clandestina y los profesores le aprobaron el quinto curso. Pero en 1940, fue llevado al campo de concentración de Sachhausen y tres meses más tarde a Dachau. Aquí las miserias, trabajos, hambre y malos tratos acabaron con su vida dos días antes de que cumpliera los 28 años. Este seminarista dio muchas pruebas de verdadera vocación. Era devoto, estudioso y buen compañero. Fue beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.