Santoral del 18 de Septiembre



INDICE


José de Cupertino, SantoReligioso Presbítero
Adriana de Prymnesso, SantaMártir
David Okelo y Gildo Irwa, beatosJóvenes mártires
Santa Ricarda, Emperatriz
Santo Domingo Trach, presbítero y mártir
San Eustorgio I de Milán, obispo
San Ferreol de Limoges, Obispo
San Ferréolo, mártir
Beato Carlos Eraña Guruceta, Religioso y Mártir
Beato José Kut, presbítero y mártir
Sofía, Irene, Terciano, Víctor, Almodia, Cástor, Teodora, Centina, Bonifacio, Fortunato, mártires; Eumenio, Eustorgio, Ferréolo, Justo, Masías, Sinerio, obispo; Jacobo, monje; Simón, eremita.

SAN JOSÉ DE CUPERTINO, Confesor
Armémonos, revistiendo por coraza la fe y la caridad, 
y por casco la esperanza de la salvaci6n. (I Tesalonicences, 5, 8).

Temprano declaró San José la guerra a la carne y al mundo. Mucho antes de su entrada en religión, llevaba un tosco cilicio y maceraba su cuerpo con diversas austeridades. Admitido como doméstico entre los Conventuales, fue después, a causa de sus eminentes virtudes, recibido entre los religiosos de coro. Ordenado sacerdote en 1628, se retiró a una incómoda celda, se despojó de todo lo que le había sido acordado por la regla y, arrojándose al pie del crucifijo: Señor, exclamó, heme aquí despojado de todas las cosas creadas, sé tú mi único tesoro; considero todo otro bien como un peligro, como la pérdida de mi alma. Para recompensar su generosidad, el Señor lo favoreció con numerosos éxtasis, y le concedió el don de milagros y profecía. Murió el 18 de septiembre de 1663.

MEDITACIÓN SOBRE LAS ARMAS DEL CRISTIANO

I. Hay circunstancias en las que el cristiano no triunfa sino mediante la huida. La castidad es uno de estos combates. ¿Quieres obtener en ellos una victoria. segura? Huye de las ocasiones, porque tienes a tu cuerpo contra ti; es un enemigo doméstico que está en inteligencia con el demonio, y que te traicionará. No tengas vergüenza de huir, si deseas obtener la corona de la castidad. (San Agustin)

II. No resistas a quienes te abruman de injurias y de burlas sangrientas, a quienes te desprecian, te calumnian o te maltratan de cualquier manera que fuere: cállate, no trates de confundirlos, no les devuelvas mal por mal. ¡Oh! ¡qué difícil es contenerse en tales ocasiones; mas, cuán agradable a Jesucristo es la victoria que obtienes sobre ti mismo! El divino Maestro nada respondió a las calumnias y a las burlas de los judíos; imítalo.

III. La fe, la esperanza y la caridad son las tres armas que San Pablo nos presenta para hacernos triunfar de nuestros enemigos. Considera con los ojos de la fe lo que ha sufrido Jesucristo, y tus sufrimientos te parecerán leves; eleva tus miradas al cielo, y la esperanza de obtener la corona sostendrá tu valor; ama a Dios, y sus mandamientos ya nada tendrán de penoso para ti. Donde hay amor, no hay pena, o si existe pena, hácese amable. (San Agustin)
La huida de las ocasiones
Orad por los que son tentados.

ORACIÓN
Oh Dios, que habéis querido que vuestro Unigénito Hijo, levantado de la tierra, atrajese todo hacia Él, haced, os lo suplicamos por los méritos del seráfico José, vuestro confesor, que elevados a su ejemplo por sobre todas las cosas terrenales, merezcamos llegar a ese mismo Jesucristo que vive y reina con Vos por los siglos de los siglos. Amén.




Fuente: www.EvangelioDelDIA.org
José de Cupertino, Santo Religioso Presbítero


Martirologio Romano: En Osimo, en la región Picena, en Italia, san José de Cupertino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, célebre, en circunstancias difíciles, por su pobreza, humildad y caridad para con los necesitados de Dios (1663).

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el papá, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado.-

A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.-

Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La mamá no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que lo recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.-

Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.-

Lo pusieron a estudiar para presentarse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa todo y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".-

Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes sí serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?" y por ahí estaba haciendo turno para que lo examinaran, el José de Cupertino, temblando de miedo por si lo iban a descalificar. Y se libró de semejante catástrofe por casualidad.-

Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Sabía que no tenía cualidades especiales para predicar ni para enseñar, pero entonces suplía estas deficiencias ofreciendo grandes penitencias y muchas oraciones por los pecadores. Jamás comía carne ni bebía ninguna clase de licor. Ayunaba a pan y agua muchos días. Se dedicaba con gran esfuerzo y consagración a los trabajos manuales del convento (que era para lo único que se sentía capacitado).-

Desde el día de su ordenación sacerdotal su vida fue una serie no interrumpida de éxtasis, curaciones milagrosas y sucesos sobrenaturales en un grado tal que no se conocen en cantidad semejante con ningún otro santo. Bastaba que le hablaran de Dios o del cielo para que se volviera insensible a lo que sucedía a su alrededor. Ahora se explicaban por que de niño andaba tan distraído y con la boca abierta. Un domingo, fiesta del Buen Pastor, se encontró un corderito, se lo echó al hombro y al pensar en Jesús, Buen Pastor, se fue elevando por los aires con cordero y todo.-

Los animales sentían por él un especial cariño. Pasando por el campo, se ponía a rezar y las ovejas se iban reuniendo a su alrededor y escuchaban muy atentas sus oraciones. Las golondrinas en grandes bandadas volaban alrededor de su cabeza y lo acompañaban por cuadras y cuadras.-

Sabemos que la Iglesia Católica llama éxtasis a un estado de elevación del alma hacia lo sobrenatural, durante lo cual la persona se libra momentáneamente del influjo de los sentidos, para contemplar lo que pertenece a la divinidad. San José de Cupertino quedaba en éxtasis con mucha frecuencia durante la Santa Misa, cuando estaba rezando los salmos de la S. Biblia. Durante los 17 años que estuvo en el convento de Grotella sus compañeros de comunidad presenciaron 70 éxtasis de este santo. El más famoso sucedió cuando 10 obreros deseaban llevar una pesada cruz a una montaña y no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con cruz y todo y la llevó hasta la cima del monte.-

El Papa Benedicto XIV que era rigurosísimo en no aceptar como milagro nada que no fuera en verdad milagro, estudió cuidadosamente la vida de José de Cupertino y declaró: "Todos estos hechos no se puede explicar sin una intervención muy especial de Dios".-

Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. La gente descubría donde estaba y corrían hacia allá. Entonces lo enviaban a otro convento más apartado aún. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio: "Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe".-

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años.
Que Dios nos enseñe con estos hechos tan maravillosos, que Él siempre enaltece
a los que son humildes y los llena de gracias y bendiciones.-

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San José Cupertino

Oración

Confesamos, Señor, que solo tú eres santo y que sin ti nadie es bueno, y humildemente te pedimos que la intercesión de San José Cupertino venga en nuestra ayuda para que de tal forma vivamos en el mundo que merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.-
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Autor: P. Felipe Santos
Adriana de Prymnesso, Santa Mártir
Martirologio Romano: En Prymnesso, de Frigia, santa Ariadna, mártir (s. inc.).

Etimología: Adriana = Ariana = Ariadna = castísima o santísima, viene del griego
Se sabe que esta joven fue una mártir del siglo I.

Se cuenta que fue una bella mártir por amor a Cristo en el siglo I. Se ve que asimiló muy pronto la profundidad de la vida encerrada en el Evangelio y, sin la menor duda, no tuvo reparos en entregar la propia existencia por una causa tan clave para toda su vida.

La historia dorada que hay alrededor de ella dice que era una esclava preferida del rey de Frigia. El hecho es que se convirtió al cristianismo y, por esta razón fue procesada.

Los jueces, antes de dictar el juicio premeditado, le permitieron que se fuera a pensar lo bien a solas a la montaña.
Cuando volvió, le preguntaron acerca de su última decisión. Era la misma. Entonces mandaron ejecutarla.
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Autor: P. Felipe Santos
Ricarda o Riquilda, Santa Emperatriz
Martirologio Romano: En Andlau, de la Baja Lotaringia (Alsacia), santa Ricarda, quien, siendo reina, despreció el poder terreno por servir a Dios en el monasterio fundado por ella misma (c. 895).

Etimología: Ricarda = fuerte en la riqueza. Viene de la lengua alemana.

Nació y murió en Alsacia, Francia, en el año 900. Era hija de Echanger, conde de esta ciudad.
Se casó con el conde Carlos el Grueso en el año 862. Era biznieto de Carlomagno, y en aquel tiempo, rey de los Francos de Ranania.

Carlos En el 881, con el apoyo del Papa Juan VIII, llegó a emperador de Occidente y, al mismo tiempo de Alemania, Francia, dueño de una parte de Italia y protector de Papado.
Pese a ello, abandonó al Papa cuando éste le llamó para que le ayudara. Al no acudir, el Papa fue masacrado a martillazos en el palacio de san Juan de Letrán.

Tras veinte años de matrimonio, Ricarda fue acusada de adulterio y repudiada, ella rechazó la acusación y fue sometida a la prueba del fuego para demostrar su inocencia, Dios demostró con un patente milagro su inocencia.

Y así acabó el inmenso imperio carlovingio. Sus siete hijos se repartieron cuanto quedaba.
Su padre murió al año siguiente . Y Ricarda no estaba a su lado en esos momentos cruciales para la vida de una persona.
Como no había seguido la vida Cristo en su estricto cumplimiento, nunca se sintió feliz a pesar de sus riquezas.
Se fue a la abadía de Alsacia, Andlau, para pasar allí sus últimos años.

En 1049, el Papa León IX vino a venerar sus restos y los colocó en el altar.
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Autor: . | Fuente: Vatican.va
David Okelo y Gildo Irwa, beatos Jóvenes mártires
Martirologio Romano: En la aldea Paimol, cerca de la misión de Kalongi, en Uganda, beatos David Okelo y Gildo Irwa, catequistas y mártires, que habiéndose ofrecido espontáneamente para anunciar el Evangelio al pueblo, fueron atravesados por lanzas, manifestando así en el martirio la fuerza de Cristo (1918).

Dos jóvenes catequistas ugandeses, David Okelo, de entre 16 y 18 años, y Gildo Irwa, de entre 12 y 14, fueron martirizados a golpes de lanza y cuchilladas en Palamuku, cerca de Paimol, aldea situada al norte de Uganda, en la cuenca del alto Nilo. Era el año 1918.

El ejemplo dado por estos dos jóvenes, unidos por una profunda amistad y por el entusiasmo de enseñar la religión cristiana a sus compatriotas, permanece como signo de coherencia de vida cristiana, fidelidad a Cristo y compromiso en el servicio misionero entre su pueblo.

La fecha de nacimiento de David y Gildo no se conoce con exactitud. Fueron bautizados el 1 de junio de 1916 y confirmados el 15 de octubre del mismo año. Pertenecían a la tribu Acholi, una rama del gran grupo Lwo, cuyos miembros viven aún en su mayor parte en el norte de Uganda, aunque también están presentes en el sur de Sudán, Kenia, Tanzania y Congo.

Los misioneros combonianos habían llegado en 1915 a la región de Kitgum, donde comenzaron su labor evangelizadora con la ayuda de algunos catequistas. Existían entonces muchas dificultades, algunas creadas por la primera guerra mundial, otras por la peste, la viruela y la situación de carestía. Para los brujos de la zona la llegada de la nueva religión era la causa de todas las desgracias. Por ello, surgieron movimientos anticristianos y anticolonialistas (los Adwi y los Abas) promovidos por los brujos y apoyados por los traficantes de marfil y de esclavos, que veían en el cristianismo un obstáculo para sus negocios. Además eran frecuentes las luchas tribales.

En este contexto de hostilidad y desconfianza se sitúa el testimonio heroico de los dos jóvenes catequistas, que no dudaron en trasladarse a Paimol para cubrir el vacío dejado en la obra de evangelización por la muerte de Antonio, el hermano de David. Cuando este pidió al padre Cesare Gambaretto sustituir a su hermano, juntamente con su amigo Gildo, el misionero intentó disuadirles, no sólo por su juventud, sino también por el peligro que corrían en aquella violenta zona. "¿Y si os matan?", preguntó entonces el misionero. "¡Iremos al paraíso!", fue la respuesta inmediata. "Ya está allí Antonio -añadió David-, no temo la muerte. ¿No murió Jesús por nosotros?".

Llegaron a su destino en noviembre de 1917 y once meses más tarde fueron asesinados por odio a la fe. Su martirio fue documentado por los habitantes de Paimol y ocho testigos oculares, entre los que se encontraba uno de los que les dieron muerte.

En Paimol, David y Gildo se dedicaban sin descanso a su misión de evangelización y ganaban su sustento trabajando duramente en los campos. Un catequista que enseñaba en una aldea dejó este testimonio: "Toda la gente del pueblo sin excepción les amaba por el bien que hacían (...). Murieron en el cumplimiento exacto de su enseñanza".

Al amanecer, David tocaba el tambor para llamar a sus catecúmenos a las oraciones de la mañana. Juntamente con Gildo, rezaba también el rosario. Enseñaba a los catecúmenos a memorizar las oraciones y las preguntas y respuestas del catecismo; durante las clases, para facilitarles el aprendizaje de las verdades fundamentales, les hacía repetir los textos también con la ayuda de cantos. Además, visitaba las aldeas vecinas, desde donde acudían sus catecúmenos, que durante el día ayudaban a sus padres en los campos o con el ganado. Cuando se ponía el sol, David llamaba a la oración en común y a rezar el rosario, concluyendo siempre con una canción a la Virgen. Los domingos, celebraba un servicio de oración, animado a menudo por la presencia de catecúmenos y catequistas de la zona.

Se recuerda a David como un joven de carácter pacífico y tímido, diligente en sus tareas como catequista y querido por todos. Nunca se vio involucrado en disputas tribales o políticas.
El padre Cesare Gambaretto, que había administrado los sacramentos a los dos jóvenes mártires, describía a Gildo como un joven de carácter dulce y alegre, muy inteligente. "Era de gran ayuda para David, y reunía a los niños para recibir la instrucción con su dulzura e insistencia infantil (...).
Había recibido el bautismo recientemente, cuya gracia preservó en su corazón y dejó traslucir con su comportamiento encantador".

Gildo estuvo siempre disponible y fue ejemplar en sus tareas como catequista-asistente. Espontáneamente, se mostró deseoso de ir con David a enseñar la palabra de Dios a Paimol.
Murieron atravesados por las lanzas de Okidi y Opio, dos Adwi (revolucionarios que se habían alzado en armas contra los jefes impuestos por las autoridades coloniales). Antes de matarles, los Adwi intentaron convencer a David y a Gildo para que abandonaran la región y la enseñanza del catecismo. Podrían haber salvado la vida, pero ellos rechazaron la oferta.

A Gildo se le dio la oportunidad de huir, pero él respondió: "Hemos trabajado en la misma obra; si es necesario morir, tendremos que morir juntos". Cuando les sacaron del pueblo para matarles, David lloraba. Fue entonces consolado por el pequeño Gildo: "¿Por qué lloras? Mueres sin motivo; no has hecho mal a nadie". Era poco antes del amanecer del 19 de octubre de 1918.

Los cristianos del lugar, acabada la furia homicida, no olvidaron a sus heroicos catequistas. El lugar del martirio, Palamuku, fue llamado desde entonces Wi-Polo ("En el cielo") para recordar el premio concedido por Dios a los dos adolescentes.

Fueron beatificados el 20 de octubre de 2002 por S.S. Juan Pablo II.
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Santo Domingo Trach, presbítero y mártir
fecha: 18 de septiembre
n.: 1772 - †: 1840 - país: Vietnam
canonización: B: León XIII 27 may 1900 - C: Juan Pablo II 19 jun 1988
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003

En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santo Domingo Trach, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, decapitado en tiempo del emperador Minh Mang por preferir la muerte a pisotear la cruz.
117 mártires de la persecución en Vietnam (1740 a 1883)
Nace en Ngai-Voi, Tonkín, el año 1792. En 1825 ingresa en la Orden de Predicadores donde hace la profesión religiosa. Ordenado sacerdote, ejercita su ministerio sucesivamente en Quam-Cong y en Luc-Thuy-Thuong, de cuyo seminario es nombrado director espiritual. Al estallar la persecución, se refugia en Tra-Lu, en casa de un amigo y en ella desarrolla cuanto trabajo apostólico puede, estando ya entonces muy debilitado por la tuberculosis. Fue a Nguong-Nhan a visitar a un sacerdote y allí fue arrestado y llevado a la cárcel de Nam-Dinh, donde convirtió a santo Tomás Toan, que había tenido la debilidad de apostatar. Ni amenazas ni torturas lograron de él que apostatara y pisoteara la cruz, y por ello fue condenado a muerte. Confirmada la pena por el rey, el 18 de septiembre de 1840 fue llevado al campo de las Siete Yugadas y allí decapitado. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.

fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
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San Eustorgio I de Milán, obispo
fecha: 18 de septiembre
†: a. 355 - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En Milán, en la Liguria, san Eustorgio, obispo, a quien san Atanasio elogia por confesar la verdadera fe contra el error arriano.

Es el noveno obispo de Milán. Atanasio en la «Epistula encyclica ad episcopos Aegypti et Lybiae» y Ambrosio en el «Sermo contra Auxentium» recuerdan a Eustorgio de Milán como uno de los más firmes e ilustres adversarios de la herejía arriana. No es cierto, sin embargo, que los dos concilios de Milán que vieron la condena de Fotino, obispo de Sirmio, autor de la herejía arriana, hayan ocurrido durante el episcopado de Eustorgio, sino más bien en el de su predecesor Protasio. Probablemente se debe a Eustorgio el inicio de los trabajos de construcción de la nueva catedral de Milán, de cinco naves, con una superficie de 2000 m2, llamada por san Ambrosio como «basílica nueva» o «basílica mayor intramuros», situada en la actual plaza de la catedral, e inaugurada, según parece, por el propio san Ambrosio.

Una leyenda muy posterior (parece que del siglo XI), presenta a Eustorgio como un griego enviado a Milán por el emperador en calidad de gobernador (haciéndolo de ese modo similar a san Ambrosio). A la muerte de Protasio, por unanimidad, fue elegido por los milaneses obispo de la ciudad. Se retiró a Constantinopla junto con los dirigentes de la ciudad para obtener la autorización del emperador para el nombramiento episcopal, y no sólo obtuvo eso, sino también una excención de impuestos para los milaneses, y un grandiosa arca de mármol con los cuerpos de los Magos. Una vez vuelto a Milán, habría erigido la basílica que tomó de él el nombre, en el lugar del bautisterio de la antigua comunidad cristiana, colocando allí el arca con las reliquias de los Magos; estas reliquias fueron luego llevadas a Colonia por Rinaldo, arzobispo de esa ciudad y canciller del Imperio, después de la destrucción de Milán en el 1162 por Federico Barbaroja.

Eustorgio murió un 18 de septiembre, poco antes del año 355, y fue sepultado en la basílica a él dedicada. Se le atribuyen diecisiete años de episcopado, pero el cálculo parece incorrecto, porque en el Concilio de Sárdica (343-44) participó su antecesor, Protasio, mientras que en el 355 ya estaba su sucesor, Dionisio. Eustorgio pertenece al grupo de cuatro obispos milaneses (él mismo, Dionisio, Ambrosio y Smpliciano) venerados inmediatamente con culto público; de hecho su misa en rito ambrosiano, a juicio de A. Paredi y C. Marcora, proviene del siglo V. Un documento del siglo XIV, el «Liber notitiae sanctorum Mediolani», reporta cinco iglesias en el territorio de la diócesis dedicadas a este santo obispo. No debe confundirse con Eustorio II, también santo y obispo de Milán, pero del siglo VI.

Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo de Antonio Rimoldi en Enciclopedia dei santi, que recogemos de Santi e beati.

fuente: Santi e Beati
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San Ferreol de Limoges, Obispo
Martirologio Romano: En Limoges, de Aquitania (hoy Francia), san Ferréolo, obispo, admirado por San Gregorio de Tours, que libró de un inminente peligro a Marcos, refrendario del rey Childeberto, a quien quería matar el populacho. c. 591.

Quinto obispo de Limoges. Asistió a los concilios de Macon (583) y Clermont. San Gregorio de Tours tenía por él una gran veneración, cuenta que Ferreol pacificó un tumulto que hubo en Limoges en el 579 y que hizo reconstruir la basílica de San Martín, mártir en Brive-la-Gaillarde (departamento de la Gorrèze), completamente destruida en un incendio en el 584. Se apoyó en una comunidad de canónigos para la difusión del cristianismo.

La Vita de san Yrieix de Limoges, cuenta que Ferreol recurrió a él cuando tenía una enfermedad y que volvía sano, además presidió las exequias del santo abad. Después de su muerte fue venerado como santo.
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Fuente: oremosjuntos.com
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San Ferréolo, mártir
†: s. III - país: Francia
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En el territorio de la Galia Vienense, san Ferréolo, mártir, que, según la tradición, gozando de la potestad propia de los tribunos rehusó detener a cristianos, por lo cual, apresado por mandato del prefecto, fue cruelmente azotado y encarcelado. Evadido y capturado de nuevo por sus perseguidores, finalmente fue decapitado, y recibió así la palma del martirio.
patronazgo: patrono de Marsella y de los prisioneros.

De acuerdo con la «pasión» de este mártir, Ferreol era un tribuno que vivía en la ciudad de Vienne, en las Galias. Era cristiano y practicaba en secreto su religión. San Julián de Brioude, natural de la misma ciudad, quien hizo pública profesión de fe, vivió en la casa de Ferreol. Cuando se inició la persecución y después de que san Julián había sido martirizado, Crispín, el gobernador de aquella parte de las Galias, mandó aprehender a Ferreol por haber desobedecido la orden de arrestar a los cristianos. Crispín hizo ver al tribuno que si el Estado le pagaba un sueldo como oficial militar, le correspondía dar a los demás un ejemplo de obediencia. El tribuno respondió: «Yo no tengo un aprecio desmedido por el dinero. Si se me permite vivir y servir a Dios, me doy por satisfecho y bien pagado. Pero si aun eso os parece demasiado, estoy dispuesto a renunciar a la vida, antes que abandonar mi religión». El juez mandó que fuese azotado y echado luego al pozo de la prisión en el que se vertían las aguas sucias de todo el establecimiento. Al tercer día, el poder de Dios rompió las cadenas que sujetaban sus brazos y sus piernas dentro del pozo, de manera que Ferreol escapó y pudo huír de la ciudad por la puerta que conducía a Lyon. A nado por las aguas del Ródano, consiguió llegar hasta la desembocadura del río Gére, que se une con el Ródano cerca de Vienne, pero ahí cayó de nuevo en manos de sus perseguidores, quienes le condujeron atado de pies y manos hasta el lugar donde iban a matarle. En las riberas del Ródano fue decapitado, y los cristianos de Vienne sepultaron su cadáver, con gran veneración, en las proximidades del río. En poco tiempo se levantó una iglesia en el sitio de su sepultura y, de ahí, trasladó san Mamerto sus reliquias, alrededor del año 473, a una iglesia construida especialmente para guardarlas, dentro de la ciudad de Vienne.

Al decir de Delehaye, Las actas de san Ferreol (impresas en el Acta Sanctorum, sept. vol. V), tienen poco valor, pero su martirio es auténtico y su culto, del que dan testimonio san Gregorio de Tours y Venancio Fortunato, es muy antiguo. Ver Comentario sobre el Martirologium Hieronymianum, pp. 517-518.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston,
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Beato Carlos Eraña Guruceta, Religioso y Mártir
Martirologio Romano: En Ciudad Real, en España, beato Carlos Eraña Guruceta, religioso de la Compañía de María y mártir, que, detenido por milicianos, fue fusilado sin juicio durante la violenta persecución contra sacerdotes y religiosos. (1884-1936).

Nació en Arechavaleta (Guipúzcoa). En 1899 solicitó el ingreso en la Sociedad de María, donde había ingresado su íntimo amigo y también mártir Miguel Leibar. En 1902 se trasladó al noviciado en Vitoria, y un año más tarde profesó.

Estudió Magisterio y dio clases en Ordiza, hasta que en 1908 fue destinado a Madrid; en 1916, fue destinado como director a Ciudad Real y allí se dedicó en cuerpo y alma a la dirección del Intituto Popular de la Concepción, fundación de la diócesis de Ciudad Real para la enseñanza gratuita de las clases populares. Fundó la Academía Popular de Magisterio, también gratuita, para la promoción de maestros; en 1927 marchó a Tetuán y en 1933 de nuevo en Madrid, al colegio del Pilar.

Fue hecho prisionero y, posteriormente liberado, detenido de nuevo en Alcázar de San Juan, otra vez liberado y vuelto a detener en Fonda Gómez de Ciudad Real; lo llevaron a la checa del seminario. Fueron doce días de prisión, sobrellevados con serenidad, en clima de oración y abandono a la Providencia.

Al amanecer le sacaron con otros seis seglares, antiguos alumnos suyos y los llevaron a Alarcos. Fueron fusilados.
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Fuente: oremosjuntos.com
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Beato José Kut, presbítero y mártir
fecha: 18 de septiembre
n.: 1905 - †: 1942 - país: Alemania
canonización: B: Juan Pablo II 13 jun 1999
hagiografía: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
En el campo de concentración de Dachau, cerca de Munich, en Baviera, de Alemania, beato José Kut, presbítero y mártir, que, oriundo de Polonia y sometido a dura custodia, bien cimentado en la fe, voló al cielo víctima de crueles tormentos.
Ver más información en:
108 Mártires polacos durante la ocupación nazi (1939 - 1945)

Nace en Slawin (Polonia) el 21 de enero de 1905. Hecho el bachillerato, ingresó en 1924 en el seminario diocesano de Poznan y se ordena sacerdote el 16 de junio de 1929. Es vicario, sucesivamente, de las parroquias de Chodziez y San Martín de Poznan, y en 1936 se le hace administrador de la parroquia de Goscieszyn. Llegada la guerra, su casa fue objeto de un brutal atentado por parte de un grupo de alemanes. Y como él no se retiró de la parroquia por ello, fue arrestado el 6 de octubre de 1941, siendo encarcelado y maltratado de forma indigna hasta su conducción al campo de exterminio de Dachau, donde fallecería de miseria y extenuación el 18 de septiembre de 1942. Había sido un sacerdote muy celoso y responsable. Beatificado el 13 de junio de 1999 por el papa Juan Pablo II.

fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
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