Terencio de Todi, SantoMártir
San VICENTE DE PAÚL. (1581-1660)
San ELZEARO DE SABRÁN. (c.1285 - 1323)
Beatos JOSÉ FENOLLOSA ALCAYNA y FIDEL CLIMENT SANCHÍS. M. 1936
Beatas FRANCISCA JAVIER FENOLLOSA ALCAYNA y HERMINIA MARTÍNEZ AMIGÓ. M. 1936
Beatas MARÍA DEL CARMEN, MARÍA ROSA y MAGDALENA FRADERA FERRAGUTCASAS. M. 1936
OTROS SANTOS DEL DÍA
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SANTOS COSME y DAMIÁN, Mártires
Curad enfermos, resucitad muertos,
limpiad leprosos, lanzad demonios,
dad gratuitamente lo que gratuitamente habéis recibido.
(Mateo, 10, 8).
Curad enfermos, resucitad muertos,
limpiad leprosos, lanzad demonios,
dad gratuitamente lo que gratuitamente habéis recibido.
(Mateo, 10, 8).
Los dos hermanos, Cosme y Damián, originarios de Arabia, fielmente observaron este consejo divino. Médicos, cuidaban gratuitamente a los enfermos, y su fe, mucho más aun que su ciencia, obraba curaciones maravillosas, espirituales y corporales. Cuando estalló la persecución de Diocleciano, fue imposible para hombres tan eminentes y distinguidos escapar a las investigaciones. Fueron detenidos por orden de Lisias, gobernador de Cilicia, y, después de diversos tormentos, fueron decapitados, sin duda en el año 303.
MEDITACIÓN CADA CUAL EN SU POSICIÓN
DEBE TRABAJAR POR EL CIELO
I. Cada cual quiere descollar en su posición; para lograrlo no hay trabajo que se ahorre; si no alcanza para ello el día, se trabaja durante la noche. En cambio, en la profesión de cristiano, ¡cuán raro es este celo! ¡Cuántos hay, asimismo, que tienen miedo de parecer cristianos; que retroceden, no delante de las amenazas de un perseguidor, sino ante los sarcasmos de cristianos como ellos! ¡Extraña ceguera! ¡El artesano ejerce públicamente su oficio por humilde que sea, y no se avergüenza de su dignidad de cristiano! Nadie reconoce en ti a un cristiano. (Tertuliano)
II. Debes cumplir tus deberes de estado cristianamente, es decir, de la manera como Dios lo quiere. Para esto, ofrece a Dios, por la mañana, el trabajo de todo el día, protestando que por obedecerle vas a trabajar. Si eres fiel a esta práctica, te cuidarás durante el día de no manchar con el pecado el trabajo que has consagrado al Señor.
III. No te contentes con ofrecer tus acciones a Dios, esfuérzate por hacer todos los días alguna cosa por Él, con la única mira de agradarle. Trabaja en la gloria de Dios o en el alivio de los pobres: no hay profesión ni oficio que no nos brinde ocasiones para ello. Da a los pobres a fin de darte a ti mismo: lo que les des no lo perderás, lo que les rehúses pasará a mano de otro. (San Pedro Crisólogo).
La caridad
Orad por los pobres.
ORACIÓN
Haced, os lo suplicamos, Dios omnipotente, que honrando el nacimiento al cielo de vuestros santos mártires Cosme y Damián, nos veamos libres por su intercesión de todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S. Amén.
San VICENTE DE PAÚL. (1581-1660)
Martirologio Romano: Memoria de san Vicente Paúl, presbítero, que lleno de espíritu sacerdotal y entregado en París al servicio de los pobres, veía el rostro del Señor en cada persona doliente. Fundó la Congregación de la Misión (Paúles), al modo de la primitiva Iglesia, para formar santamente al clero y subvenir a los necesitados, y con la cooperación de santa Luisa de Marillac, fundó también la Congregación de Hijas de la Caridad
Nació en las Landas en el Pouy (hoy Saint-Vicent-de Paul), en el seno de una familia de humildes labriegos (él mismo se denominaba por humildad "un porquerizo, un harapiento"). Estudió en Dax, Zaragoza y Toulouse, y fue ordenado sacerdote a los 20 años, esperando que el oficio eclesiástico le sirviese para medrar socialmente. Mientras estudiaba actuaba también como tutor de varios hijos de nobles. Se estableció en París (1608) en busca de un beneficio, después de haber estado, durante dos años, prisionero por unos piratas sarracenos, en Túnez, y de convertir a un renegado, su patrón de esclavitud, huyeron juntos hasta llegar a Aviñón donde su convertido ingresó en un convento de hermanos hospitalarios.
El vicelegado papal Montorio se lo llevó a Roma (1608), donde estudió en la Sapienza. Volvió a Francia con una misión secreta ante Enrique IV, sin que tuviera ni éxito ni provecho. En la situación social de aquel tiempo, azotado por la peste y el hambre, Vicente fue aconsejado por el padre De Bérulle (gran teólogo y luego cardenal), que lo guió en el camino del espíritu, para que asumiera primeramente la cura pastoral de la parroquia de Clichy junto a París (1612), donde reunió en torno suyo no a parientes, sino a un grupo de jóvenes (entre los que se encontraba su primer seguidor, Antonio Portail); y luego que se hiciera capellán (preceptor) de una familia de alta aristocracia (Felipe Emmanuel de Gondi). Permanecerá con los Gondi doce años, durante los cuales sufrió interiormente por cuatro años una grave tentación contra la fe, que tuvo cierto influjo sobre su vida de perfección, que consiguió superar, descubriendo en París, en el hospital fundado por María de Médicis, la existencia y necesidad de los más pobres, a cuyo servicio hizo voto de dedicarse de por vida. Tenía un carácter irascible que le acompañará toda su vida, pero que él supo transformar.
En 1617, se produjo un viraje que marcará su vida de misionero de los campesinos pobres, huyó de París (hecho que todavía no tiene explicación), y se marchó como párroco en Chatillon-les-Dombes, en Saboya, donde convirtió a un conde, duelista empedernido; pero sobre todo, tuvo la posibilidad de intuir, en el lecho de un pobre moribundo, que se moría de hambre y sin ayuda espiritual, que era necesario organizar una ayuda social para estas gentes. Para ello reunió a grupos de asistencia, que fueron las confraternidades de la Caridad, de las que luego saldrá la Compañía de las Hijas de la Caridad. Su magisterio se resumirá en estos dos lemas: "No me basta amar a Dios si no amo a mi prójimo". "Los pobres son mi peso y mi dolor". En 1618, con el título de capellán real, desempeñó un intenso apostolado entre los hombres que trabajaban en los navíos, descendiendo a las bodegas de aquellas cárceles flotantes y junto con la célebre "Compagnie du Saint-Sacrament"trató de confortarlos. En 1619, conoció a san Francisco de Sales y a santa Juana de Chantal, y se convirtió en superior de los monasterios de la Visitación de París (desde 1622) hasta su muerte.
En 1625, reunió a los primeros compañeros para que le ayudaran en las misiones en favor de los campesinos, y sentó las bases de la congregación de la Misión, formada por sacerdotes y hermanos, que tuvo el reconocimiento pontificio en 1633, estableciéndose más tarde en el priorato de Saint-Lazare. Los sacerdotes de la Misión, a quiénes el pueblo llamará "lazaristas" por su barrio de residencia. Tuvieron que dedicarse también a la preparación del clero, carente de formación intelectual y sobre todo moral. En 1633, reunió a las primeras doce jóvenes en torno a una penitente suya, santa Luisa de Marillac, a fin de dar forma más estable y mejor organizada a la confraternidad de las Dames de la Charité, para la atención de las masas proletarias de la ciudad especialmente durante la terrible guerra de los Treinta Años. En lugar de estar en el claustro, debían acudir a las casas de los enfermos. "Por monasterio, tendréis las salas de los enfermos, por clausura, las calles de la ciudad, por rejas el temor de Dios y por velo la santa modestia".
Su fama era conocida en París, hasta el punto de que la regente Ana de Austria lo nombró miembro del consejo de conciencia (que se ocupaba de los nombramientos eclesiásticos, con el cargo de ministro de la caridad; pero luego abandonó este cargo por la oposición, primero de Richelieu y luego del mismo Mazarino). Luchó contra el jansenismo y logró que el papa Alejandro VII en 1653, condenase la herejía. Además de las dos principales instituciones ya nombradas, añadió a las damas de la Caridad también la rama masculina de los Siervos de los Pobres. Fue calumniado, y una vez cogió la pluma para defenderse, pero la tiró lejos diciendo: "Miserable Vicente: tu pierdes el tiempo en defenderte, mientras Jesús murió indefenso en la cruz". Murió paralítico a los 80 años en su casa de Saint Lazare, diciendo su última palabra “Confido”.
Clemente XI le canonizó en 1737, y León XIII proclamó a ese humilde campesino patrono de todas las asociaciones de caridad. Entre éstas se destaca la Sociedad de San Vicente de Paul, que Federico Ozartam fundó en París en 1883, siguiendo el espíritu del santo. Su cuerpo permanece incorrupto y descansa en la Iglesia de San Lázaro, en París. MEMORIA OBLIGATORIA.INDICE
San ELZEARO DE SABRÁN. (c.1285 - 1323).
Martirologio Romano: En París, en Francia, san Elzearo de Sabrán, conde de Arian, que viviendo la virginidad y todas las virtudes con su esposa, la beata Delfina, murió en la flor de la edadNació en Ansouis, cerca de Aviñón. Barón de Anzonis en la Provenza. Conde de Arian en Francia. Recibió una sólida formación religiosa en el monasterio de San Víctor de Marsella, del que era abad su tío Guillermo. Se casó con la beata Delfina de Signe, vivieron un matrimonio blanco, ya que había prometido la castidad en el celibato como medio para santificarse, también vivieron en gracia y alegres dentro del mundo de la diplomacia napolitana. Los dos se dedicaron a las buenas obras.
A la muerte de su padre, Elzearo marchó a Nápoles para hacerse cargo de sus posesiones, mientras su esposa quedó en Provenza, tuvo que ganarse la voluntad de sus vasallos que no querían ser mandados por un noble, pero con su prudencia y diplomacia lo logró. Cuatro años después volvió a Provenza y con su esposa se hicieron Terciarios franciscanos. Multiplicaron sus obras de caridad y muy especialmente se distinguió Elzearo, por su amor a los leprosos a los que visitaba diariamente. Fue padrino de Guillermo de Grimoard, el futuro beato Urbano V, que lo canonizará.
Llamado por el rey Roberto de Anjou, volvió a Nápoles para capitanear las tropas que ayudaban al Papa para librarle del cerco de Roma al que le tenía sitiado el emperador Enrique VII. Eleazar cumplió su tarea y el emperador tuvo que levantar el sitio. El rey le confió la embajada ante el rey de Francia para pedirle la mano de la princesa María de Valois. Fue preceptor del príncipe Carlos; ejerció cargos importantes en la casa de Anjou, sembrando siempre la paz y la concordia entre un pueblo que estaba en contra de la dinastía anjoina. Los dos esposos toda su vida la dedicaron a la asistencia a los más necesitados. Elzearo murió joven en París, antes que su esposa y Delfina tuvo la gracia de ver a su marido en los altares. La leyenda le atribuye muchos milagros. Fue sepultado junto a su esposa en Apt.
El papa Urbano V, quien fue su ahijado, en 1369, firmó el decreto de su canonización cincuenta años después de su muerte.
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Beatos JOSÉ FENOLLOSA ALCAYNA y FIDEL CLIMENT SANCHÍS. M. 1936
Martirologio Romano: En Sagunto en España, beatos mártires José Fenollosa Alcayna, sacerdote, y Fidel (Mariano) Climent Sanchís, religioso de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, que, durante la persecución contra la fe, esparcieron su sangre por Cristo José nació en Rafelbuñol, Valencia en 1903. Se educó muy cristianamente en una modesta familia de labradores. Ingresó en el Colegio de Vocaciones y después fue colegial de Santo Tomás, de Valencia. Doctor en Teología, fue ordenado sacerdote en 1926. Primero fue párroco de Espadilla y encargado de Valdobrado, desarrollando una amplia labor apostólica y social; luego pasó de párroco a Gilet; y luego a la capellanía del Asilo de San Eugenio, de Valencia; también fue profesor del Seminario, vice-secretario del arzobispado. Destacó por su sencillez y humildad. Canónigo de la colegiata de San Bartolomé de Valencia.
Llegada la revolución de julio de 1936, pasó a su pueblo natal con sus padres y allí ejercía el ministerio a favor de los fieles que se acercaban a él. Fue arrestado el 23 de agosto y llevado a Massamagrell. Al poco tiempo fue arrestada su hermana María (beata Francisca Javier Fenollosa), religiosa, y fueron encerrados en la misma habitación. Sacados en coche, creyeron llegada la hora del martirio, pero se les devolvió a su casa. Como subsistía el peligro de detención, José se escondió con otros sacerdotes en la bóveda de la iglesia, pero a los ocho días fueron de nuevo arrestados y obligados a realizar trabajos como barrer y regar las calles, etc., aunque se les permitía dormir en casa. Por fin el 27 de septiembre se lo llevaron con otras 17 personas, y en las tapias del cementerio de Sagunto fueron todos ellos fusilados. Él exhortó a sus compañeros a perdonar y murió gritando vivas a Cristo Rey.
Mariano Climent nació en Puzol (Valencia) en 1856. Al estar haciendo el servicio militar tuvo que participar en la guerra carlista, y, terminada ésta, decide la entrada en la Orden capuchina. Hecho el noviciado profesó el 14 de junio de 1881 con el nombre de fray Fidel de Puzol y en calidad de hermano lego. En 1884 hizo la profesión perpetua. Se distinguió por su espíritu de oración, su austeridad, su caridad fraterna y su fidelidad en todo.
Al cerrarse el convento de Valencia, tuvo que buscar refugio en casa de familiares suyos en Puzol. Como tenía ya 82 años y estaba mal de la vista, no salía de la casa. El día 27 de septiembre los del Comité local fueron por él, dijeron que lo llevaban al asilo pero lo condujeron al cortijo «Laval de Jesús» y a la entrada lo mataron. Fue bárbaramente asesinado. Allí quedó insepulto dos días. Fue enterrado en fosa común del cementerio y sus restos no han podido ser identificados. Fueron beatificados por san Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001
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Beatas FRANCISCA JAVIER FENOLLOSA ALCAYNA y HERMINIA MARTÍNEZ AMIGÓ. M. 1936.
Martirologio Romano: En el pueblo de Gilet en el territorio de Valencia, siempre en España, beatas mártires Francisca Javier (María) Fenollosa Alcayna, religiosa de la Tercera Orden de las Capuchinas de la Sagrada Familia, y Herminia Martínez Amigó, madre de familia, que, en la misma persecución, confirmaron con su sangre la fidelidad al Señor
María nació en Rafelbuñol, Valencia, hija de José Fenollosa y María Rosa Alcayna, campesinos terciarios franciscanos. Eran 10 hijos, familia cristiana, piadosa. Devota de la Sma. Virgen, perteneció a la Asociación de las Hijas de María, a diario rezaba el Rosario y leía el Evangelio, en medio de sus ocupaciones domésticas. Para hacerse religiosa debió vencer la oposición de su madre, que la consideraba su brazo derecho en el hogar. Ingresó en la Congregación de Hermanas Terciarias Capucuhinas en 1921, profesó en 1924. Enseñaba música a las niñas de la casa-familia y al mismo tiempo era maestra de novicias. Afable, simpática, alegre y devota. Se distinguía por su prudencia, ecuanimidad, simplicidad y humildad. Respetuosa de todos y de iniciativa. Cuidadosa en el cumplimiento de sus deberes, dada a la oración silenciosa, devota de la Eucaristía y de la Sma. Virgen. Aprovechaba las vacaciones en familia para hacer algún apostolado entre los jóvenes.
Al estallar la guerra civil española el 18 de julio de 1936, las hermanas fueron obligadas a abandonar el convento y refugiarse en casas particulares. Consciente del peligro manifestó a su madre el miedo a la muerte, y su misma madre la animó a ser fiel a Cristo, que seguramente le daría la fuerza para enfrentar lo que se presentara. Detenidas el 21 de agosto de 1936, fueron sometidas a trabajos forzados, malos tratos y vejaciones. Después de haber sido sometida a humillaciones y sufrimientos, detenida con su hermano José el 27 de septiembre, fue fusilada al día siguiente en el Cementerio de Gillet (Valencia). Antes de morir, dijo a sus asesinos: "Que Dios les perdone, como les perdono yo". Y murió aclamando: "¡Viva Cristo Rey!".
Herminia nació en Puzol, Valencia, en el seno de una familia acomodada. En 1916 se casó con Vicente Martínez Ferrer, matrimonio que no tuvo hijos. Ella se dedicó al cuidado y servicio de los más pobres, empezando por las personas que servían en su casa, asimismo visitaba el hospital atendiendo a los enfermos y comprándoles de su propio peculio: medicinas, alimentos, ropas y gastos médicos. Llegó a vender algunos de sus bienes para poder atender a los pobres. Participó en las tareas parroquiales como militante de la Acción Católica y era catequista.
Detuvieron a su marido, a ella y a su hermano Eduardo, por lo que ella intercedió diciendo que no habían hecho nada malo. Fue entonces cuando le dijeron que mataban a curas y beatos y ella respondió que ella no renegaba de su pertenencia a la Iglesia católica, y le dijeron que la iban a matar por ser persona de Iglesia. Llevados a Gilet, cuando se vio ante el pelotón de fusilamiento animó a sus compañeros para que se pusieran en manos de Dios y perdonó a sus verdugos.
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Beatas MARÍA DEL CARMEN, MARÍA ROSA y MAGDALENA FRADERA FERRAGUTCASAS. M. 1936.
María del Carmen. (1895-1936). Nació en Riudarenes (Gerona). Ingresó en la Congregación de las Misioneras del Corazón de María en 1921 en el Noviciado de Mataró (Barcelona). Emitió los votos de pobreza, castidad y obediencia en 1923 en Mataró. Ambas celebraciones las presidió como delegado del Sr. Obispo, el párroco, Josep Samsó, que sería martirizado en 1936.
La Hermana Carmen tuvo como primer destino el Colegio de Mataró, quedándose como encargada de las párvulas menores de cinco años. Todos admiran su dedicación docente realizada con paciencia, caridad y gran cariño. Se distinguió por su amor a Jesús que manifestaba en su cercanía y delicadeza.
Como medida de seguridad y prevención ante la caótica situación de España y los sucesos ocurridos en Julio de 1936, la Congregación dispuso que las religiosas salieran de los Colegios y se dirigieran a sus domicilios paternos o de familiares, vestidas con traje seglar.
Las Hermanas María del Carmen, María Rosa y Magdalena Fradera Ferragutcasas llegaron a Riudarenes, a casa de sus queridos padres, que las reciben con los brazos abiertos y con gran emoción. No les faltará el cariño familiar y podrán seguir las prácticas piadosas, rezando el Oficio Parvo y haciendo meditación y lectura espiritual, a la vez que colaboran en las tareas de la casa y agrícolas de su familia.
María Rosa. (1900-1936). Nació en Riudarenes (Gerona). Ingresó en el Noviciado de las Misioneras del Corazón de María de Olot en 1922. Vistió el hábito de la Congregación en 1923 en Olot (Gerona). Emitió los votos de pobreza, castidad y obediencia, en 1924.
Inició su misión apostólica como educadora en Olot. Años más tarde en Santa Coloma de Farners, fue dando testimonio de la cercanía y ternura de Dios, trabajando con los más pequeños. Dentro de sus rasgos personales más característicos sobresalía su alegría, serenidad y sencillez. Con su buen carácter y afabilidad gozaba de la simpatía de todas las hermanas.
Magdalena. (1902-1936). Nació en Riudarenes (Gerona). Ingresó en el Noviciado de las Misioneras del Corazón de María de Olot en 1922. Vistió el hábito de la Congregación en 1923, en Olot. En esta misma ciudad emitió los votos de pobreza, castidad y obediencia en 1924. Desarrolló sus primeros trabajos pastorales con gran entusiasmo y amor en Camprodon.
En Cassá de la Selva, en su vivencia comunitaria y en el apostolado destacó por su generosidad y entrega. En todo lo que hacía tenía el don de irradiar paz, alegría y acogida. En su labor docente y en la catequesis sabia trasmitir con sus actitudes la dimensión mariana del carisma.
Fue brutalmente asesinada por varios milicianos –por el hecho de ser religiosa- el 27 de Septiembre de 1936, en el término municipal de Lloret de Mar (Gerona).
El 25 de Septiembre de 1936 unos cuantos milicianos armados se dirigieron a la casa paterna para realizar un registro y llevarse en dinero “una contribución para la guerra”. Para las hermanas fue el primer aviso. El 27 de Septiembre de 1936, con nocturnidad y alevosía, de madrugada, varios milicianos, armados, se acercaron al domicilio manifestando que iban a buscar a “aquellas”, en nombre del Comité de Gerona, para prestar declaración. Los padres y hermanos hicieron a los milicianos algunos reproches, pero cedieron al fin, a la vez que las tres hermanas religiosas manifestaron: “Si vienen por nosotras abridlos, estamos dispuestas a morir por Cristo.”
Rezaron y se asearon pues “para presentarse ante Dios hemos de ir limpias de cuerpo y de alma”, según afirma Magdalena. Añadiendo después “No nos engañáis, vamos contentas a dar la sangre por nuestro Dios.” A continuación se despidieron de sus familiares y salieron de su casa. Rodeadas por los milicianos, fueron empujadas a un taxi camino del martirio. Las condujeron a un lugar de bosque de encinas llamado Els Hostalets, del término municipal de Lloret de Mar (Gerona) y allí después de numerosas vejaciones y brutalidades, pero defendiendo y conservando su fidelidad a Dios y su virginidad consagrada fueron cruel y vilmente asesinadas a tiros de fusil y de pistola, el 27 de Septiembre de 1936.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Cayo de Milán. M. 85.
Martirologio Romano: En Milán, en la Galia Traspadana (margen izquierda del Po), san Cayo, obispo
Según la tradición fue el primer obispo de Milán, discípulo de san Bernabé, apóstol; pero ésta es una historia inventada por los herejes patarinos, que tenían en Milán su centro, y querían que tuviera la misma antigüedad que Roma. Lo que si es posible es que el Cayo histórico, como segundo obispo de Milán, viviese hacia el año 200, aunque la tradición le hace mártir en el 85, durante la persecución de Nerón (que sólo se produjo en la ciudad de Roma), después de haber bautizado a los mártires san Vidal y a sus hijos santos Gervasio y Protasio. Cayo, después de recibir martirio no murió como tal sino que milagrosamente fue curado.
S. Florentino |
Santos Florentino Hilario
Martirologio Romano: En Sedunum (hoy Brémur), entre los eduos, en la Galia (hoy Francia), san Florentino, que, según la tradición, fue degollado por los vándalos juntamente con san Hilario
Eran dos ermitaños franceses, martirizados en Brémur en la Galia por los bárbaros. Cuando Croco, rey de los vándalos, quiso hacerle adorar a sus dioses, Florentino respondió con audacia: “Soy caballero del rey de los cielos”. Entonces el monarca furioso, le hizo romper los dientes, y cortar la lengua y luego lo decapitó. Tiene una iglesia en Amboise.
San Sigeberto de East Anglia. M. 635.
Fue el primer rey cristiano de Anglia oriental. Se bautizó en Francia y con la ayuda de santos Félix de Dunwich y Furseo, introdujo el cristianismo en su reino. Se hizo monje, pero sus súbditos le obligaron a dejar el claustro. En la batalla contra el rey Penda de Mercia, murió, y como sus adversarios eran paganos está considerado como mártir.
Otros autores dicen que era hijos del rey Dagoberto, y que reinó en Austrasia entre el 633 y 656, confundiéndole con san Sigeberto III. Benefactor del monasterio de Saint Martin en Metz, donde fue enterrado.
Santa Hiltrudis. M. c. 790.
Martirologio Romano: En el cenobio de Liesse, en Hannonia, de Austrasia (hoy Bélgica), santa Hiltrudis, virgen, que vivió piadosamente retirada con su hermano Guntando, abad
Era hija de Ada, una noble franca y de Wiberto, conde de Poitiers, que poseía tierras entre los ríos Sambre y Mosa, entre Francia y Bélgica; era hermana de Gundrad o Gontardo, primer abad de Liessies. Fue prometida a Hugo, conde de Borgoña, pero ella prefirió consagrarse a Dios, recibiendo, en el 768, el velo de las vírgenes, con la bendición del obispo de Cambrai; fue acogida por su hermano, que la alojó en una celda, detrás de la capilla de su monasterio de Liessies. En este lugar vivió como reclusa, durante 17 años, participando de la vida litúrgica de la abadía. Al morir fue sepultado en dicha abadía.
Santos Adolfoy Juan de Córdoba. M. 824
Martirologio Romano: En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santos mártires Adolfo y Juan, hermanos, que por Cristo fueron coronados con el martirio durante la persecución musulmana, en tiempo de Abd ar-Rahman II
Eran de raza árabe y habían nacido en Sevilla. El padre era musulmán y su madre, Artemia, cristiana en Sevilla. Hermanos de santa. Al quedarse viuda Artemia, educó a sus hijos en el cristianismo, y esta fue la causa de su martirio, ya que los hijos de un matrimonio mixto tenían que ser musulmanes. Se les invitó a volver al Islam, a lo cual se negaron. Mártires en Córdoba, durante el emirato de Abderramán II. San Eulogio presentó al mundo su ejemplo: “Sus gestos brillan como astros en el cielo, para gloria de la santa Iglesia y ejemplo de los débiles”.
San Bonfilio de Foligno. (1040-1125).
Martirologio Romano: En Fara, cerca de Cingoli, en el Piceno, de Italia, san Bonfilio, que, siendo obispo de Foligno, estuvo diez años en Tierra Santa y, al regresar a Italia, se retiró al monasterio de Storaco, del que había sido abad, muriendo finalmente en soledad
Natural de Ósimo de Piceno. Entró en el monasterio benedictino de Santa María de Storaco en el que fue abad. Como obispo de Foligno, ayudo a la formación de una de las Cruzadas, y fue a Tierra Santa como peregrino y penitente, y se quedó durante 12 años. Cuando volvió a su sede se encontró que había otro obispo que la gobernaba en su lugar, juzgó que lo hacía muy bien, y se retiró a ocupar su puesto de abad en el monasterio. Algunos de sus monjes no aceptaban su honestidad en el cumplimiento de la regla, e intentaron deshacerse de él, del modo más indigno y desagradable, y fue cortarle las patas de la silla que estaba colocada en la letrina, con lo cual Bonfilio, cayó al pozo negro, aunque luego lo sacaron. Siempre más inclinado a la vida de penitencia, se retiró en la soledad de Santa María de Fara, en la diócesis de Cingoli.
Lorenzo de Ripafratta. Beato. M. 1457.
Martirologio Romano: En la ciudad de Pistoia, de la región de la Toscana, en Italia, beato Lorenzo de Ripafratta, presbítero de la Orden de Predicadores, que vivió fielmente durante sesenta años la vida regular con dedicación asidua a la pastoral sacramental de la Penitencia
Nació en Toscana en el castillo de Ripafratta, y su vida tiene gran interés desde el momento que desde su convento de Santa Catalina en Pisa, se unió a san Juan Domenico para la reforma de la Orden de Predicadores. Observó fielmente la vida regular durante toda su vida; trabajó infatigablemente en la administración de la penitencia. Fue enviado a Cortona como maestro de novicios, y allí instruyó a los beatos Antonino Pierozzi y Juan de Fiesole (fray Angélico). Sin temor a ser contagiado, auxilió a enfermos durante la plaga que azotó a las ciudades de Pistoia y Fabriano.
Por su sapiencia, el pueblo lo llamaba el "Arca de la Ciencia". Dio ejemplo a sus hermanos de congregación y feligreses con su vida de oración, ayuno, penitencia y devoción. Sufrió una herida en la pierna, la cual dolorosamente le acompañó el resto de su vida. Por el ejemplo de su silencioso y paciente sufrimiento -el cual ofreció a Dios-, se incrementaron la admiración y el cariño de los religiosos y del pueblo. Murió en Pistoya y su cuerpo se venera en la iglesia de Santo Domingo. En 1851 el papa Pío IX confirmó su culto.
Juan Bautista Laborier du Vivier. Beato. (1734-1794).
Martirologio Romano: En una decrépita nave anclada frente a Rochefort, en el litoral norte de Francia, beato Juan Bautista Laborier du Vivier, diácono y mártir en tiempo de persecución contra la Iglesia, que, a causa de su estado clerical, fue condenado a cruel cautividad y murió consumido por grave enfermedad
Nació en Mâcon (Saône-en-Loire) en una familia de clase media. Habiendo optado por la vida clerical fue nombrado canónigo de la catedral de San Vicente de Mâçon. Como tal canónigo, podía haberse ordenado presbítero pero tenía un profundo sentido de humildad y le resultaba una dignidad demasiado alta para el concepto que él tenía de sí mismo y por ello prefirió quedar como diácono
Como no tenía obligación de prestar el juramento constitucional, una vez sobrevenida la Revolución y disueltos los cabildos catedralicios se quedó con confianza en su propia ciudad. Sin embargo fue arrestado el 8 de marzo de 1794 y encerrado en el exconvento de las ursulinas. No sirvió que un grupo de ciudadanos, alegando que no era sacerdote, quisieran evitarle la deportación. Fue enviado a Rochefort y embarcado en “Les Deux Associés”. Mostró una gran paciencia y humildad en todo el tiempo de su detención y murió piadosamente el 27 de septiembre de 1794. Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.
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