Pelagia de Antioquía, SantaUna mujer disfrazada de ermitaño
Felix de Como, SantoObispo
Hugo de Génova, SantoReligioso
Otros Santos y BeatosCompletando el santoral de éste día
Santa Tais, la Penitente
San Simeón, el Justo
San Demetrio, procónsul
- Santa Brígida, Viuda, cuyo tránsito se conmemora el 24 de Julio, y su Traslación el día de ayer.
- El mismo día, la dichosa muerte del santo viejo Simeón, de quien se lee en el Evangelio que recibió en sus brazos a nuestro Señor Jesús, al ser presentado en el templo, y profetizó acerca de él.
- En Laodicea de Frigia, san Artemón, Presbítero, que por el fuego recibió en tiempo de Diocleciano la corona del martirio.
- En Salónica, san Demetrio, Procónsul, que, por haber convertido muchísimos a la fe de Cristo, por orden del Emperador Maximiano cosido a lanzadas, consumó el martirio.
- En el mismo lugar, san Néstor, Mártir.
- En Sevilla de España, san Pedro, Mártir.
- En Cesarea de Palestina, el suplicio de santa Reparata, Virgen y Mártir, que en el imperio de Decio, porque no javascript:void(0);quiso ofrecer sacrificio a los ídolos, fue con varios géneros de suplicios atormentada, y por último degollada. Su alma en figura de paloma fue vista salir del cuerpo y subir al cielo.
- En territorio de Laón, santa Benedicta, Virgen y Mártir.
- En Ancona, las santas Palaciata y Lorenza, las cuales, en la persecución de Diocleciano y presidiendo Dión, deportadas al destierro, se consumieron de trabajos y fatigas.
- En Rúan, san Evodio, Obispo y Confesor.
- En Jerusalén, santa Pelagia, apellidada la Penitente.
R. Deo Gratias.
SANTA BRÍGIDA, Viuda
Fiel es esta palabra:
Si hemos muerto con Él
también con Él viviremos.
(2 Timoteo, 2,)
Fiel es esta palabra:
Si hemos muerto con Él
también con Él viviremos.
(2 Timoteo, 2,)
Santa Brígida, noble dama sueca, nacida en 1302, pronto dio muestras de una gran devoción a la Pasión de Jesucristo. Después de un sermón relativo a sus padecimientos, se le apareció el Salvador ensangrentado. De tal modo la conmovió este espectáculo, que desde entonces no podía oír hablar de la Pasión sin verter abundantes lágrimas. Todas las noches se levantaba para orar a Dios ante su crucifijo. Dejó a la posteridad sus maravillosas Revelaciones. Contrajo matrimonio con Ulf, del que tuvo ocho hijos. Fundó después una Orden que lleva su nombre; entró de religiosa en ella y su marido en la Orden del Cister. Visitó Jerusalén y murió en Roma el 23 de julio de 1373.
MEDITACIÓN SOBRE LA MORTIFICACIÓN
I. Debes alejar de ti, mediante la mortificación, todo lo que pueda llevarte al pecado mortal; no es éste un consejo, es un verdadero precepto. Si te ex pones a las ocasiones de ofender a Dios, en ellas perecerás. El Evangelio te manda arrancarte el ojo y la mano que te escandalicen, es decir, dejar aquello que más quieras, cuando sea para ti ocasión de ofender a Dios. ¿Lo haces?
II. En la medida en que puedas, abstente de los placeres permitidos. Cuanto más te despegues de las consolaciones de la tierra, tanto más gustarás los gozos del cielo. Esta mortificación te impedirá caer en pecado. Un momento de sufrimiento en esta vida me librará de largos días de dolor en el purgatorio: ¿por qué, pues, he de amar mis comodidades al punto de no querer sufrir nada? Sed al mismo tiempo sacerdotes y víctimas, perseguidores y mártires. (San Eusebio).
III. Aun cuando la mortificación no me ofreciese más ventaja que la de hacerme semejante a mi Salvador crucificado, ¿no sería suficiente para hacérmela amable? Ella me hace recordar lo que Él ha sufrido por mí. ¡Oh alma mía! ¿dónde está el amor que tienes por Jesús? Si lo amas, debes asemejarte a Él; si rehúsas participar de sus padecimientos, no esperes participar de su gloria. ¿ Tan poco amor tengo por ti, oh Dios que tanto me amasteis, que puedo vivir sin dolor viéndote en la cruz? No puedo estar sin heridas cuando te veo cubierto de llagas. (San Buenaventura).
La mortificación
- Orad por la conversión de los cismáticos.
ORACIÓN
Señor Dios nuestro, que, por vuestro Unigénito Hijo, habéis revelado a Santa Brígida los secretos del cielo, haced, por su piadosa intercesión, que vuestros servidores un día se regocijen eternamente en la posesión de vuestra gloria. Por J. C. N. S. Amén.
NUESTRA SEÑORA DEL REMEDIO. Patrona de la Orden Trinitaria.
La palabra Remedio viene del latín: “Remedium”, que etimológicamente significa “medicina, medio de curar y sanar”, lo que restablece la salud; y en sentido figurado indica cuanto sirve para las enfermedades del alma. La advocación de Nuestra Señora del Remedio, conserva y retiene ese doble significado.
HISTORIA:
Los datos propiamente históricos más antiguos que se tienen sobre éste título son del siglo XV, pero posiblemente el nacimiento del mismo se ubica un siglo antes. Es muy corriente que imágenes antiguas de la Virgen María, sin título especial, lo recibieran en tiempos más modernos.
No se tienen noticias históricas específicas de la devoción a la Virgen del Remedio en los primeros tiempos de la Orden, pero se sabe que desde muy antiguo los trinitarios han expresado una predilección hacia la misma.
Según una tradición de la Orden, posiblemente producto de la piedad popular de los trinitarios del siglo XVI y del deseo de comprobar que desde los orígenes se ha venerado a la Virgen con el título del “Remedio”; en un momento en que san Juan de Mata se encontraba haciendo una redención, no podía rescatar a todos los cristianos, pues le hacía falta dinero. Se encomendó a la Madre de Dios y ella misma, se le apareció en persona y le entregó una bolsa de monedas con las que pudo comprar a todos los esclavos y luego darles la libertad en tierras cristianas.
Una leyenda más tardía, asegura que fue la misma Virgen quien le ofreció a san Juan de Mata y a san Feliz de Valois el escapulario de la Orden de la Santa Trinidad.
Independientemente de lo subjetivas que puedan llegar a ser estas leyendas, han sido ellas las que han marcado en gran parte la iconografía de la Virgen del Remedio.
Cuando comenzó la batalla de Lepanto, en muchos santuarios y varias advocaciones fue invocada la Virgen María para que intercediese ante Dios en favor de la Cristiandad amenazada por los turcos, la más popular de todas es la de Nuestra Señora del Rosario, cuya celebración es el 7 de octubre. Obviamente los trinitarios valencianos y sus amigos y bienhechores, se encomendaron a su patrona: la Virgen del Remedio.
Don Juan de Austria, general de las tropas cristianas, el día 7 de octubre de 1571, momentos antes de dar la batalla a los turcos en el golfo de Lepanto, y por indicación de Miguel de Moncada, virrey de Valencia y patrón del convento trinitario, invocó a la Virgen del Remedio. Al obtener la victoria, agradeció a la Virgen, donando 200 doblas de oros y una riquísima aljuba turca al convento de los trinitarios. El papa Gregorio XIII el 3 de septiembre de 1575, concedió a esa iglesia la celebración para el 7 de octubre.
DEVOCIÓN Y EXPANSIÓN:
Después de la victoria de Lepanto, se aumentó el entusiasmo por la advocación del Remedio. Por influencia, especialmente del convento de Valencia, se fueron multiplicando las capillas y cofradías en las iglesias de la Orden.
Con el tiempo, la devoción se afianzó y tomó cuerpo en la Orden. Desde 1620, a la cofradía que normalmente se llamaba de la SS. Trinidad se le añadió: y del Buen Remedio. Comienzan a redactarse devocionales, manuales, novenas e historias de la advocación. Es en este contexto donde nacen las leyendas sobre la aparición de la Virgen a san Juan y san Felix.
En el capítulo general de Roma del 18 de mayo de 1688, el nuevo ministro general fr. Antonio Pegueroles (hasta entonces provincial de Aragón), definió a la Virgen del Remedio como Patrona de la Orden Trinitaria. A su vez se convirtió en patrona de la Provincia de Aragón.
Con fecha del 12 de julio de 1727, alcanzaron los trinitarios calzados de la S. Congregación de Ritos, facultad para rezar el oficio de Nuestra Señora de las Nieves en honor de la Virgen del Remedio el segundo domingo de octubre. Aunque por un pleito con los Mercedarios, se revocó el documento que daba tal autorización, los trinitarios siguieron celebrando la fiesta en sus conventos, de manera particular el 7 o el segundo domingo de octubre.
Los trinitarios se encargaron de transmitir la devoción fuera de los propios conventos, e implantaron su culto en muchos lugares, por medio de la cofradía de la SS. Trinidad y de la Virgen del Buen Remedio, llegándose a venerar en Bélgica, Aragón, Italia, Andalucía, Castilla y Francia.
Los Trinitarios descalzos y la Virgen del Remedio
Recordemos que a partir de 1599, la historia de la Orden se divide entre los trinitarios de la antigua observancia (calzados) y los trinitarios descalzos (de san Juan Bautista de la Concepción en España). Los trinitarios descalzos veneraban a Nuestra Señora de Gracia, en vez de la Virgen del Remedio, que se había popularizado entre los calzados.
Cuando se unieron a la descalzos españoles, los conventos de Livorno y Turín, en Italia, y el Foucon en Francia, pertenecientes hasta entonces a los descalzos franceses, se encargaron de transmitir al resto de los conventos descalzos (en Italia) el culto de la Virgen del Remedio que ellos ya veneraban fervorosamente, anteponiéndole el adjetivo Buen (hacia el siglo XVII).
Con la restauración de la Orden en Italia, se va tomando como cosa propia esta devoción a la virgen del Remedio, especialmente a partir de 1920. En España curiosamente comenzó un proceso de fusión entre las dos advocaciones, llamándola indistintamente, Nuestra Señora de Gracia y del Remedio.
Patrona de la Orden de la Santa Trinidad
Luego de tanto esfuerzo por conseguir su patrocinio de la Sede Apostólica, Nuestra Señora del Remedio ha sido declarada Patrona Principal de la Orden, junto con Santa Inés, virgen y mártir, por el papa Juan XXIII en 1961, accediendo a una petición que había hecho el Capítulo General de 1959.
En la actualidad los trinitarios celebran la Fiesta de Nuestra Señora del Remedio con rango de Solemnidad el día 8 de octubre y el No 52 de nuestras Constituciones dice ...”honren a la Virgen María con afecto filial y con verdadera devoción, fomenten su culto, venerándola, según una antiquísima tradición de la Orden, bajo el título de bienaventurada Virgen María del Buen Remedio, Patrona principal de nuestra Orden, rezando el rosario mariano y celebrando la misa votiva y la Liturgia de las Horas el sábado, según las rúbricas”.
Finalmente, las representaciones más comunes (existiendo muchas y variadas) de la Virgen del Remedio son aquellas en las que se encuentra vestida con el hábito trinitario, con una de sus manos sostiene una bolsa de monedas, mientras con la otra carga al Niño quien tiene en sus manos el escapulario trinitario. Si la imagen se representa sin el niño, suele ser la Virgen quien lleva los escapularios.
http://meditacionestrinitarias.blogspot.com.es
Santa REPARADA. M. c. 250.
Martirologio Romano: Conmemoración de santa Reparada, que es venerada en muchos lugares como virgen y mártir Mártir en Cesarea de Palestina, durante la persecución de Decio, con 12 años. Las “Actas” apócrifas hablan este día de una santa niña, de Palestina, martirizada durante la persecución de Decio, afirman que «la joven tenía doce años y era de carácter muy vivaz. Acusada de ser cristiana, compareció ante el prefecto de la ciudad, el cual, movido por su belleza, trató de ganársela con palabras amables. Pero Reparata se defendió valientemente y fue sometida a diversos tormentos. Como nada lograse vencer su constancia. Enfurecido, el prefecto gritó a los guardias: "Cortad la cabeza a esa insoportable charlatana para que no vuelva yo a verla". Reparata cantó las alabanzas al Creador cuando marchaba al sitio de la ejecución. Los guardias vieron volar su alma al cielo cuando el verdugo le cortó la cabeza.» (Butler)
En el caso de santa Reparata (o Reparada), su culto puede rastrearse hacia el siglo IX, en un santoral denominado «Martirologio de Beda», que recoge distintas versiones de la historia, referida siempre a una santa que habría vivido hacia el 250. Su culto está muy extendido en Italia, especialmente en la zonas de Florencia, Atri, Nápoles y Chieti; en el arte florentino se le han dedicado algunas representaciones. Patrona de Niza y Ajaccio.
San HUGO DE GÉNOVA. (1168-1230).
Martirologio Romano: En Génova, de la provincia de Liguria, san Hugo, religioso, que, después de haber luchado largo tiempo en Tierra Santa, fue designado para regir la Encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén en esta ciudad, y se distinguió por su bondad y su caridad hacia los pobres
Nacido en Castellazzo Bormida en Alessandria (Italia), se convirtió en un caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén. Después de largas campañas en Tierra Santa, fue elegido Maestro de la Encomienda de San Juan en Génova (Italia) y trabajó en la enfermería más cercana y su hospital alcanzó mucha fama durante su administración. Eso no le impidió ser un religioso ejemplar, logrando "el ejercicio de la religión hacia Dios y sus vecinos". De acuerdo a un retrato escrito en sus tiemmpos sabemos que Hugo era delgado, con un rostro ascético, y pequeño en estatura. Era también capellán de la Orden.
Fue un presbítero modesto y con fama de taumaturgo cuyos milagros entran en la leyenda, pero cuyo mayor milagro fue su paso por este mundo sembrando la caridad y la modestia como modo de vida. él era bastante gentil y amable con todos. Su mortificación no resultaba una malestia para los demás. Practicó casi todas las formas de ascetismo físico y espiritual de acorde con las costumbres de la época. Destacó por su modestia. Todos los días recitaba el oficio y oía Misa con tal fervor que muchas veces cayó en éxtasis y se elevaba del suelo a la vista de todos. Su oración era, evidentemente, continua, y Dios le recompensó por ello con un don de poder realizar milagros. Fue famoso por poderes milagrosos sobre los elementos naturales. Se cuenta que con la oración hizo brotar el agua en las lavanderías del hospital, para que hubiera ropa blanca para los enfermos. Fue sepultado en la iglesia de los Caballeros de San Juan en Génova. La diócesis de Génova celebra su culto el 19 de octubre.
Beato MARCIO. (1210-1301).
Nació en Pieve de Compresseto, pedanía de Gualdo Tadino, diócesis de Nócera Umbra, en el seno de una simple familia del pueblo. Trabajó durante un tiempo como albañil y en el tiempo libre se dedicaba a la asistencia de los enfermos y socorriendo a los necesitados.
Con 31 años abandonó el mundo imitado por sus tres hermanos y otros; devotísimo de san Francisco de Asís, que había muerto 15 años atrás, se retiró a un eremo en Gualdo Tadino abandonado por los franciscanos. Tomó el hábito de los Terciarios franciscanos y durante 60 años, se dedicó a una vida de intensa unión con Dios, en condiciones de austeridad y pobreza eremítica.
Edificó con la palabra y el ejemplo a las poblaciones de los alrededores, obteniendo conversiones importantes; en sus últimos años se quedó ciego, enfermedad que soportó con admirable paciencia; murió en extrema pobreza a los 91 años. La noticia de su muerte atrajo a numerosos fieles que dieron testimonio de prodigios, aumentando así su fama de santidad. Está enterrado en la iglesia de San Roque a las afueras de Gualdo. Su culto no está confirmado. Se celebra en el Martirologio Franciscano.
Beatos JUAN ADAMS, ROBERTO DIBDALE y JUAN LOWE. M. 1586.
Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beatos Juan Adams, Roberto Dibdale y Juan Lowe, sacerdotes y mártires, que, condenados a muerte en Tyburn por ejercer en distintos lugare su ministerio para el pueblo católico, bajo el reinado de Isabel I, alcanzaron tras atroces suplicios el reino celeste
Convento de los Mártires de Tyburn. Londres
Juan Adams. Nació hacia el 1543. Era ministro protestante, pero luego se convirtió, yendo a Reims en 1579, donde fue ordenado sacerdote. Volvió a Inglaterra el mes de marzo de 1581. El padre William Warford, quien lo conoció personalmente, lo describe como un hombre de «alrededor de cuarenta años, de estatura promedio, con una barba oscura, una mirada fija y ojos negros. Fue un controversialista muy bueno, directo, muy piadoso y hombre de trabajo duro. Trabajó muy vigorosamente en Winchester y en Hampshire, donde dio bastante ayuda, especialmente a la clase pobre». Fue encarcelado en 1584 y expulsado con otros setenta y dos sacerdotes en 1585; pero al volver, de nuevo fue arrestado, y ejecutado, con John Lowe y Robert Dibdale.
Roberto Dibdale nació en fecha desconocida, hijo de John Dibdale. Según parece era católica toda la familia, que contaba con otros tres hijos. Fue ordenado sacerdote en la catedral de Reims en marzo de 1584. Usando el seudónimo de Palmer, volvió a Inglaterra en agosto de ese año, de donde ya había sido expulsado por su fe católica. Fue arrestado en Londres, en julio de 1586 y ahorcado el 8 de octubre junto con los beatos conmemorados hoy.
Juan Lowe nació en Lodres en 1553, hijo de Simon and Margaret Lowe o Low. Ingresó al English College de Roma, en 1581, y fue ordenado diácono en 1582, pero no se conserva registro de cuándo y cómo fue ordenado presbítero. Aunque vive en Roma, en 1583 se dirige a Reims, y desde allí a participar en la Misión a Inglaterra. En mayo de 1586 es denunciado como católico y apresado, sufriendo, como los otros compañeros, el martirio el 8 de octubre de ese mismo año en la prisión y patíbulo de Tyburn. Los tres fueron beatificados por SS. Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1987.
OTROS SANTOS DEL DÍA:
Santas Palaciates y Lorenza. M. 302.
Palaciates era una matrona de Ancona, que fue convertida por su esclava Lorenza; fueron martirizadas, durante la persecución de Diocleciano, en Fermo de Ancona.
Santa Pelagia de Antioquía. M. c. 284/311.
Martirologio Romano: En Antioquía, de Siria, santa Pelagia, virgen y mártir, a la que san Juan Crisóstomo dedica grandes alabanzas
Mártir en Antioquía. Tenía 15 años y era discípula de san Luciano de Antioquía; cuando fueron a detenerla, pidió permiso para coger su manto y se arrojó por la ventana para evitar ser violada. San Juan Crisóstomo que la alabó mucho atribuyó su gesta a inspiración divina. Su nombre aparece en la Plegaria Eucarística de la misa ambrosiana.
Santa Tais de Alejandría. M. c. 348. Era meretriz de Alejandría. Según cuenta la monja Roswitha, el monje san Pafnucio, que fue expresamente a esta ciudad para convertirla. Él entró secretamente en su habitación y fue reconocido por Tais, que quiso expulsarlo; Pafnucio le dijo: "Si es de Dios de quién tienes miedo, en ningún lugar podrás esconderte a sus ojos". Y añadió: "¿Tu sabes que existe un Dios? ¿Por qué entonces eres la causa de la caída de tantas almas?". Tais cayó de rodillas pidiendo tres horas para librarse de la mujer que había sido hasta entonces. En esas tres horas, quemó su palacio y todos los regalos recibidos por sus clientes y se retiró al desierto para hacer penitencia, donde estuvo tres años hasta que se la permitió vivir en comunidad con otras monjas.
Su leyenda se confunde con la de María Egipciaca y Pelagia y los escritores modernos afirman que esta historia es un relato moral sin ningún fundamento histórico. Patrona de Alejandría.
San Félix de Como. M. c. 390.
Félix y Carpóforo
Martirologio Romano: En Como, en la provincia de Liguria, san Félix, obispo, que, ordenado por san Ambrosio de Milán, fue el primer obispo de esta sede de Como
Todo indica que Félix le era muy conocido y querido a San Ambrosio y que éste le había conferido la ordenación episcopal, seguramente el 1 de noviembre de 386. Lo había enviado a Lodi a consagrar la basílica de los Santos Apóstoles, edificada por san Basiano, obispo de la ciudad, el cual anhelaba la presencia de Félix.
Primer obispo de Como. Cuando tomó posesión del episcopado se dedicó a evangelizar a sus gentes ya que muchas eran paganas, de manera que llegó a ser una de las diócesis más activas. Dependía directamente del obispado de Milán, que por aquel entonces regia san Ambrosio, que lo propuso como obispo de Como; ambos eran íntimos amigos.
En una carta, posiblemente del año 387, San Ambrosio da gracias a Félix por un regalo que le ha enviado y le dice que echa de menos que lo visite con frecuencia. Se le atribuye la apertura de la primera iglesia cristiana de Como, dedicando a San Carpóforo, sobre un antiguo templo pagano dedicado al dios Mercurio. En esta iglesia fue enterrado, conservándose ahora sus reliquias en la iglesia de Santa Brígida, donde sigue teniendo culto popular.
San Evodio de Rouen. M. 550.
Martirologio Romano: En Rouen, en la Galia Lugdunense, san Evodio, obispo
Formado desde muy joven al servicio de la catedral de Rouen, su ciudad natal, recibió las órdenes sagradas de manos del obispo san Victricio. Fue elegido arzobispo de Rouen. Su labor como obispo fue consolidar la iglesia de su diócesis recién salida de las persecuciones. Patrón de la colegiata de Saint Yved de Braine, cerca de Soissons, donde trasladaron sus reliquias.
Santa Ragenfreda. s. VIII.
Martirologio Romano: En el monasterio de Denain, en el Hainaut, santa Ragenfreda, abadesa, que con sus bienes fundó ese cenobio y lo presidió dignamente
Hija de santa Regina de Denain. Abadesa y fundadora del monasterio de Denain. Curó a santa Avia de Denain de su ceguera.