Santoral del 2 de Noviembre



INDICE


Fieles difuntos 2 de noviembre, conoce el significado de las costumbres y tradiciones relacionadas con esta fiesta.
Margarita de Lorena, Santa Biografía
Santa WENEFRIDA. M. 660
Pio Campidelli, Beato Religioso Pasionista
Acindino y compañeros, Santos Mártires de Persia
Marciano de Siria, Santo Ermitaño
Malaquías de Armagh, Santo Obispo
San VICTORINO DE PETTAU. M. 304






CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS
Bienaventurados los muertos
que mueren en el Señor.
(Apocalipsis 14, 13)

Un santo ermitaño se cruzó en el camino con un monje de Cluny y le rogó dijese a San Odilón, abad de ese monasterio, que los demonios se quejaban por el número de almas que sus oraciones y la de sus religiosos libraban del purgatorio. En cuanto lo supo, el santo abad ordenó a toda su Orden que consagrara el segundo día de noviembre para orar por la liberación de las almas del purgatorio. Esto fue en el año 998. Esta costumbre, adoptada enseguida por otros monjes y por la diócesis de Lieja en 1008, se extendió gradualmente en todo el Occidente.

MEDITACIÓN SOBRE LAS ALMAS DEL PURGATORIO

I. Las almas del purgatorio sufren la pena de daño, porque están privadas de la vista de Dios. ¡Qué cruel es esta separación! La naturaleza y la gracia los impulsan violentamente hacia Dios, pero no pueden llegar hasta Él. Lo que les causa más pena es ver que su dicha es aplazada porque, en la tierra, gozaron de algunos leves placeres que les estaban prohibidos. Ten piedad de estas almas y, con tus mortificaciones, trabaja por retirarlas de esta triste morada.

II. Estas almas son atormentadas por el mismo fuego que atormenta a los condenados, su pena es la misma; la única diferencia está en que los condenados sufrirán toda la eternidad y las almas del purgatorio solamente un tiempo. Puedes abreviar este tiempo con tus oraciones, ayunos y limosnas. ¿Negarás esta caridad a tus padres, a tus hermanos cristianos que te la piden? Oye su queja: ¡Tened piedad de mí, tened piedad de mí, por lo menos vosotros que fuisteis mis amigos!

III. Estas santas almas, sin embargo, tienen consuelos en medio de sus suplicios, porque están resignadas a la voluntad de Dios que en ellas se cumple para purificarlas, y porque ven, por un lado, el infierno que evitaron, y por el otro, el cielo que las espera. Cristianos, aprended de ellas cómo hay que sufrir y pasad lo más que podáis vuestro purgatorio en esta vida; sufrid con la misma fortaleza y la misma esperanza que las almas del purgatorio. Señor, purificadme en esta vida, a fin de que después de esta vida escape de las llamas del purgatorio (San Agustín).

La devoción a las almas del purgatorio.
Orad por su liberación.

ORACIÓN

Oh Dios, Creador y Redentor de todos los hombres, conceded a las almas de vuestros servidores y servidoras, la remisión de todos sus pecados, a fin de que obtengan por nuestras humildísimas oraciones el perdón que ellas siempre han deseado. Vos que vivís y reináis en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.



CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS.


Martirologio Romano: Conmemoración de todos los fieles difuntos, en la que la santa Madre Iglesia, siempre solícita para celebrar con las debidas alabanzas a todos sus hijos que gozan en el cielo, cuida de interceder ante Dios por las almas de todos aquellos que nos han precedido en el signo de la fe y se han dormido en la esperanza de la resurrección y todos aquellos que, desde el inicio del mundo, sólo Dios ha conocido la fe, para que purificados de toda mancha de pecado, gocen de la visión de la beatitud eterna

Esta festividad ya aparece en el siglo IX, en continuidad con el uso monástico desde el siglo VII de consagrar un día a la oración por los difuntos. Amalario, en el siglo I, puso la memoria como lógicamente sucesiva a los santos que ya estaban en el Cielo, aunque ignoraba la fiesta del 1 de noviembre.

Sólo con el abad san Odilón de Cluny esta fecha del 2 de noviembre fue dedicada a la conmemoración de todos los fieles difuntos; ya san Agustín alababa la costumbre de rezar por ellos incluso fuera de sus aniversarios, precisamente para no olvidar a aquellos que no gozaban de sufragios. Fueron los dominicos de Valencia quiénes introdujeron la costumbre de celebrar tres misas para satisfacer todas las demandas de sufragios.

Este uso fue extendido después por Benedicto XV en 1915 a la Iglesia universal, en consideración con los muertos de la I Guerra Mundial, como fiesta de primera clase pero sin precedencia sobre el domingo. Tal precedencia, en cambio, fue establecida en 1969 en clave de plegaria que incluye la fe en la comunión de los santos, con textos reformados en sentido explícitamente pascual, suprimiendo los formularios de la angustia ante el terrible juicio de Dios, que había oscurecido la intensidad de la fe en la resurrección. SOLEMNIDAD.
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Beata Margarita de Lorena, religiosa
fecha: 2 de noviembre
fecha en el calendario anterior: 6 de noviembre
n.: 1463 - †: 1521 - país: Francia
canonización: Conf. Culto: Pío XI 21 mar 1921
hagiografía: Frate Francesco
En Argentan, de Normandía, en Francia, beata Margarita de Lorena, que primero fue duquesa de Alençon, y al quedar viuda, abrazó la vida religiosa en un monasterio de Clarisas que ella misma había edificado.
patronazgo: protectora de las embarazadas.

Margarita de Lorena, duquesa de Alençon, nació en 1463 en Vaudémont, Francia. Fue educada en la corte por el buen rey Renato de Avignón y su texto de estudio fue la «Leyenda Áurea» y las vidas de los santos, de los cual sacó tal provecho espiritual, que a los 10 años de edad soñaba con ser ermitaña. En 1480, cuando regresó de Lorena, su cuñada asumió el cargo de continuar su educación en forma igualmente piadosa. A los diez años, durante un paseo en el bosque, Margarita se ocultó con algunas compañeras de su edad, y despertó preocupación entre las personas del séquito. Cuando al anochecer la encontraron, confesó que había querido darse a la vida eremítica.

Era todavía adolescente cuando murió el abuelo. Habiendo regresado a Lorena, un año después se casó con el duque de Alençon, que también se llamaba Renato. La vida de los dos esposos no fue fácil, porque los desastres de la guerra de los 100 años angustiaban al pequeño ducado. Peor fue cuando murió Renato de Alençon, dejando a Margarita viuda a los 32 años, con tres hijos todavía de tierna edad. Desde entonces, como mujer fuerte, se dedicó a la educación de los tres huérfanos de padre, que sus parientes quisieron sustraer a su tutela. Pero ella supo hacerlos crecer entre los más prometedores y admirados jóvenes de sangre regia, y finalmente fueron óptimamente casados.

Una vez libre de la obligación para con sus hijos, Margarita de Lorena quiso también librarse del peso del ducado, llevado con escrupulosa abnegación durante los 22 años de viudez. De sus bienes personales hizo tres partes: una destinada a los pobres, otra para la Iglesia, y una tercera parte para su propio sustento. Luego se retiró al castillo de Essai, que se convirtió en un verdadero monasterio, en estrecho contacto con las clarisas de Alençon. El obispo de la diócesis debió de invitar a la duquesa a moderar su celo ascético, que la llevaba no sólo a pasar casi enteras las noches despierta en oración, llevando cilicios, ayunando largamente, sino también a disciplinarse con extremo rigor para probar algo de la Pasión de Jesús, como ella misma solía decir.

Cediendo a las exhortaciones del obispo, Margarita aceptó cambiar de método: se dedicó a curar las llagas de los enfermos en un dispensario abierto por ella en Mortagne. Finalmente ingresó entre las clarisas pobres de Argentan, deseosa de compartir la durísima vida de las hijas de Santa Clara. Después de dos años de ejemplar y austera vida franciscana, enfermó y se preparó para la muerte. Murió como una verdadera clarisa, el 2 de noviembre de 1521, a la edad de 58 años. Sobre el pecho se le encontró una cruz de hierro con tres puntas que se clavaban en su carne. Su culto fue aprobado por SS. Benedicto XV, el 20 de marzo de 1921.

fuente: Frate Francesco
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San MALAQUÍAS DE ARMAGH. (c.1094 - 1148).

Martirologio Romano: En el monasterio de Clairvaux, en la Borgoña, sepultura de san Malaquías, obispo de Down y Connor, en Irlanda, que restauró allí la vida de la Iglesia, y cuando se dirigía a Roma, en dicho monasterio, y en presencia del abad san Bernardo, entregó su espíritu al Señor
Natural de Armagh (Irlanda), había nacido en el seno de una noble familia, y su padre fue profesor de Teología en la escuela del monasterio de su ciudad. Pronto se puso a las ordenes de Imaro que le enseñó los caminos de la virtud. Enseguida fue ordenado diácono, y más tarde, con 25 años, sacerdote por san Celso. Recorrió toda Irlanda, predicando la vida cristiana y organizando la práctica sacramental del pueblo, sobre todo la confesión, la confirmación y el matrimonio regular. Fue tal su eficacia que en dos años renovó la iglesia irlandesa. Se trasladó primero al monasterio de Lismore, donde adoptó las costumbres benedictinas y romanas. En 1123 marcho al monasterio de Bangor donde ingresó como monje, con la intención de renovarlo, ya que hasta entonces estaba regido por laicos. El obispo del lugar le nombró abad para que reformase el monasterio.

A los 30 años, fue elegido obispo de Connor. Después de algunos años, la ciudad fue tomada y saqueada por el rey del Ulster; por lo que Malaquías junto con 20 discípulos, se retiró a Münster y allí construyó el monasterio de Ibrac; luego marchó a Lismore y posteriormente a Iveagh por un período de dos años como obispo sin sede. En 1127/32, fue nombrado arzobispo de Armagh, sucediendo a san Celso, y legado pontificio para Irlanda. Trabajó por restablecer la disciplina eclesiástica y consiguió sustituir la liturgia celta por la romana.

Primado de Irlanda. En el 1138, renunció a su sede y volvió a la de Connor e hizo una peregrinación a Roma, parándose durante un tiempo en Claraval, que estaba un su apogeo bajo el gobierno de san Bernardo; deseó quedarse en la abadía como monje, pero el Papa no se lo permitió, pero dejó algunos monjes irlandeses, que fundaron en 1142, la primera abadía cisterciense de la isla en Mellifont. Hizo una segunda peregrinación a Roma, y al regreso murió en Claraval, en los brazos de san Bernardo. Bernardo, gran admirador suyo, escribió su vida: "el mayor de todos sus milagros era él mismo". De Malaquías es esta sentencia: "Despreciar el mundo, para no despreciar a ninguno. Despreciarse a sí mismos y despreciar el ser despreciado; son estas las cuatro cosas buenas".
A él se le atribuyen las famosas profecías de los Papas, pura superchería del siglo XVI.
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San VICTORINO DE PETTAU. M. 304.

Martirologio Romano: Conmemoración de san Victorino, obispo de Pettau (hoy Ptuj), en Panonia, que redactó muchos escritos para explicar los libros de la Sagrada Biblia y fue coronado con el martirio en la persecución desencadenada por Diocleciano

San Jerónimo habla en términos elogiosos acerca de este exégeta. Se le considera el primer exégeta de la Iglesia occidental. Alban Butler resume sus palabras y dice que "las obras de Victorino eran sublimes por más que su latín no era muy bueno, ya que el autor había nacido en Grecia".

San Victorino era ya retórico cuando fue elegido obispo de Pettau, en el norte de Panonia. Escribió comentarios sobre varios libros del Antiguo y del Nuevo Testamento especialmente el Apocalipsis. San Jerónimo solía citarlos, pero no sin matizar la buena opinión que tenía del obispo. San Victorino hizo la guerra a diversas herejías de su época, pero él mismo fue acusado de "milenarismo", es decir, de esperar que en el año 1000 Cristo iba a establecer su Reino en la tierra. Se dice que el Santo obispo fue martirizado durante la persecución de Diocleciano. En una época, se creyó que había sido el primer obispo de Poitiers, debido a una latinización errónea del nombre de su diócesis.
No se conservan las actas del martirio de San Victorino; lo poco que sabemos de él, procede de ciertas referencias casuales que se encuentran en las obras de San Jerónimo, Optato de Milevis y Casiodoro.
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San ACINDINO y compañeros. M. 345

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Martirologio Romano: En Persia, santos Acindino, Pegasio, Aftonio, Elpidéforo, Anempodisto y muchos compañeros mártires, que, según se cuenta, padecieron durante el reinado de Shapor II<


Acindino sufrió el martirio en Persia juntamente con Aftonio, Anempodisto, Pegasio y Elpidéforo, y otros siete mil cristianos en tiempos del rey Shapor II (310-381) (con quién predicaba el Evangelio). Todos eran cristianos persas, anacoretas, presbíteros y clérigos.

Estos santos pertenecían a la corte de Shapor, y secretamente cristianos. Cuando el rey inició la persecución contra los cristianos, los paganos envidiosos los denunciaron. Convocados a la presencia de Shapor para el interrogatorio, los santos mártires confesaron su fe en la Santísima Trinidad valientemente. Entonces el rey ordenó que fueran castigados con latigazos.

Shapor decretó que Acindino, Pegasio, Anempodisto y Elpidéforo fueran decapitados, y que no se les permitiera a los cristianos enterrar sus cuerpos. Una notable muchedumbre, glorificando a Cristo, acompañó a estos santos cuando eran conducidos a las afueras de la ciudad para la ejecución. Entonces por orden de Shapor, los soldados masacraron a todos los cristianos en la procesión (aproximadamente siete mil), incluso san Elpidéforo.

Acindino, Pegasio, y Anempodisto fueron quemados al día siguiente con la madre del emperador. Unos cristianos, fueron de noche secretamente al lugar de la ejecución, y encontraron los cuerpos de los santos mártires indemnes, y los sepultaron dignamente.
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San MARCIANO DE CALCEDONIA. M. 387.

Martirologio Romano: Conmemoración de san Marciano, eremita, que, nacido en Cirro, se retiró al desierto de Calcedonia y allí, viviendo en una estrechísima caseta, sólo por la tarde se alimentaba de una módica cantidad de pan y agua, pero poniendo por delante del ayuno el amor fraterno

Nació en Cyrrho. Su padre pertenecía a una familia patricia. Dejó una brillante carrera militar para hacerse anacoreta en el desierto de Calcidia en Siria. Ahí escogió el rincón más escondido y se encerró en una estrecha celda, tan baja y tan reducida de tamaño, que no podía estar de pie ni acostado sin encogerse.

Teodoreto, obispo de Cyrrho, escribió sobre él en su “Historia de los monjes”. En su libro elogia el espíritu de penitencia de Marciano, exalta sus dotes sobrenaturales y sus místicas elevaciones: describe su vida ascética y recuerda la admiración que despertaba.

Tal soledad era como un paraíso para él, pues podía consagrarse enteramente al canto de los salmos, la lectura espiritual, la oración y el trabajo. Sólo se alimentaba de pan y aun eso en pequeña cantidad sin embargo, jamás pasaba el día entero sin comer, pues quería tener fuerzas para hacer lo que Dios le pedía que hiciera.

La luz sobrenatural que recibía en la contemplación, le dio un amplio conocimiento de las grandes verdades y misterios de la fe. No obstante su gran deseo de vivir ignorado de los hombres, su fama llegó a otros países y, al fin, tuvo que admitir por discípulos a san Eusebio y a Agapito. Con el tiempo, fue aumentando el número de sus discípulo y nombró abad a Eusebio.
Una vez fueron cinco obispos a visitarle, entre ellos, san Flaviano de Antioquía, y le preguntaron, pero él no respondió; ellos que habían llegado allí por curiosidad, le hicieron entender que el silencio era falta de humildad, entonces Marciano les dijo: "El Señor del universo, nos habla continuamente por medio de la creación, nos instruye por medio de las Sagradas Escrituras; nos enseña lo que debemos hacer... ¿Qué puede hacer Marciano a todo esto, si no escucha a Dios y sus consejos?".

Otro día le fue a visitar un ermitaño que vivía en el mismo desierto. Marciano le ofreció de comer, y el otro se escandalizó. Entonces nuestro santo le dijo: "No se debe querer ayunar más que la comida. Debemos querer sobre todo la caridad. La caridad a él le gusta y nos la manda. El ayuno en cambio es nuestra elección. No hay duda, debemos tomar con más honor el mandato de Dios que nuestra austeridad".

Marciano vivió hasta edad muy avanzada. En sus últimos años, sufrió mucho a causa de la importunidad de los que querían conservar su cuerpo cuando muriese. Algunos de éstos, entre los que se contaba su sobrino Alipio, llegaron incluso a construir capillas en diferentes sitios para darle sepultura. Marciano resolvió el problema al pedir a Eusebio que le enterrase en un sitio secreto. El sitio de su sepultura no fue descubierto sino hasta cincuenta años después de su muerte. Entonces se trasladaron sus reliquias a un sitio que se convirtió en lugar de peregrinación.
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Santa WENEFRIDA. M. 660.

Martirologio Romano: Junto a la fuente de Holywell, en Cambria, santa Wenefrida, virgen, a la que se venera como monja eximia
Nació en Holywell, en Gales y, según la tradición, era sobrina de san Beuno. Se cuenta que vivió - desde que era muy joven - asaltada por Caradog de Hawarden, un hombre que intentaba seducirla del modo que fuera. Cansado e irritado por no conseguir su objetivo de violarla, cuando iba un día a la iglesia, la siguió. Estando la joven sumida en su intimidad con el Señor mediante la oración, se acercó y le dio muerte, decapitándola. Del lugar en el que cayó su cabeza, nació una fuente, dando origen al pozo sagrado de Holywell, que desde entonces es lugar de peregrinación

Otra versión de la leyenda dice que la santa fue resucitada por su tío y llegó a ser abadesa de Gwytherin en Clwyd. Esta santa es un personaje histórico, pero su verdadera historia no puede ser reconstruida
En la Edad Media se propagó su culto por muchos sitios, debido, en parte, a la salida de los galeses de una parte para otra. Tanto Hoywell como Shrewsbury se han convertido en centros de peregrinación.
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Beato PÍO DE SAN LUIS (Luis Campidelli). (1868-1889).

Martirologio Romano: En Casale, de la provincia de Flaminia, en Italia, beato Pío de San Luis (Luis) Campidelli, religioso pasionista, el cual, siendo joven y víctima de cruel enfermedad, se conformó totalmente a la divina voluntad

Nació en Trebbio, Rímini en el seno de una familia de humildes agricultores, se quedó huérfano a los seis años, las dificultades económicas obstaculizaron su elección de la vida religiosa como pasionista, que a pesar de todo abrazó a los 14 años en 1882 en el convento de Nuestra Señora de Casale

Como novicio, fue siempre alegre y servicial; estaba dedicado al estudio de la Filosofía y la Teología, aunque le costaron bastante, porque no estaba dotado para el estudio. Tenía una gran devoción por la Eucaristía y por María. Era un chico enfermizo, pero con una gran vida interior, pensando sobre todo en las pequeñas cosas: “Obedeceré sincera y gozosamente”. “Evitaré aferrarme con exceso a mis propios criterios”. “Me mantendré siempre jovial con mis compañeros”.

Cuando recibió en Rímini las órdenes menores, se sintió indigno de ser sacerdote por su incapacidad, y le pidió la muerte a María, si no era digno para ello. Estaba para recibir el sacerdocio cuando se le manifestaron los primeros signos de tuberculosis; murió ofreciendo su vida por la Iglesia, los pecadores y su querida tierra natal de Romaña.
Conmemoración de los Fieles Difuntos-Vistorino, Teódoto, Vigor, Jorge, obispos; Amigo, Maura, Eustoquio, Domnino, Justo, Romualdo, confesores; Acíndino, Carterio, Estiriaco, Eudaxio, Agapio, mártires; Daría Bochana viuda; Marciano, Ernino, eremitas; Agauno, abad.
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