Santoral del 3 de Febrero



INDICE


Blas, Santo Obispo y Mártir
Oscar (Ansgario) de Bremen, Santo Obispo de Bremen
Santos SIMEÓN y ANA
Santa WEREBURGA DE ELY
Santa BERLINDA
María de San Ignacio (Claudina) Thévenet, Santa Virgen y Fundadora
María Elena Stollenwerk, Beata Co-fundadora
María Ana Rivier, Beata Fundadora
Celerino de Cartago, Santo Mártir
Beato ALOIS ANDRITZKI
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día
VIDEOS Sacerdote y Mártir
Blas, Oscar (Anscario, Anskar), obispos; Celerino, diácono; Laurentino, Ignacio, Celerina, Hipólito, Félix, Sinfronio, mártires; Lupicino, Tigrido, Adrián, Remedio, presbíteros; Nitardo, Elinando, monjes; Azarías, profeta; Adelino, abad; Olivaria, Secundina, vírgenes y mártires; Vereburga, abadesa; Claudina Thévenet, fundadora.


SAN BLAS, Obispo y Mártir
Si vosotros no hacéis penitencia,
todos pereceréis.
(Lucas 13, 5)


n. en Armenia; † martirizado hacia el año 316
Patrono de las gargantas; veterinarios; animales; constructores; trabajadores de la construcción; escultores; tejedores. Protector contra las enfermedades de la garganta; tos; bocio; animales salvajes.
San Blas, Obispo de Sebaste, deja su obispado y se retira a una caverna para hacer en ella penitencia. Las bestias feroces acuden a él, y cuando lo ven en oración, esperan que haya terminado de hablar con Dios para pedirle su bendición. Los esbirros del gobernador van a arrancarlo de su gruta para hacerlo morir en los tormentos.

MEDITACIÓN SOBRE LA SOLEDAD

I. Haz penitencia; y a fin de que esta penitencia te sea más útil, busca la soledad a ejemplo de San Blas. Evita las ocasiones en las que te acuerdas que has ofendido a Dios, no sea que a las mismas causas sigan los mismos efectos. ¡Qué dulce es conversar a solas con Jesús! ¡Qué dulce apartarse de la muchedumbre! Gusta este placer y confesarás que todas las delicias del mundo nada tienen igual. ¡Ah! ¡cuán importuno resulta el bullicio del mundo para un alma que ha gustado la dulzura de la soledad! El mundo es para mí una prisión y la soledad un paraíso (San Jerónimo).

II. Si tu posición te retiene en el mundo, que ello no te impida tener la soledad del corazón. Cada año, por lo menos, reserva algunos días para pensar en tu alma; y todos los días dedica algunos momentos para lo mismo. A toda hora del día entra en ti mismo, piensa en lo que acabas de hacer y en lo que vas a hacer. ¿No querrás dar ese momento que Dios te pide? Esta soledad del corazón es absolutamente necesaria. ¿Para qué sirve la soledad del cuerpo sin la del alma? (San Gregorio).

III. Todas las noches, después que hayas terminado tus quehaceres, piensa en los pecados que hayas cometido, para pedir perdón de ellos, y en las buenas obras que hayas hecho, para agradecer a Dios por ellas. ¡Qué alegría si has empleado el día santamente! ¡Qué tristeza si no lo has aprovechado para hacer el bien! ¡Ay! tu vida pasará como este día, y acaso éste es el último de tu existencia. ¿Estás preparado para comparecer ante el tribunal de Dios?

La penitencia.
Orad por la paz.

ORACIÓN

Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de alegría con la solemnidad de vuestro mártir y pontífice San Blas, haced, por vuestra bondad, que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos aquí abajo los efectos de su protección. Por J. C. N. S.



San BLAS M. c. 316.
(Biagio, Blaise, Vasco, Blasco).
Blando de lengua. Charlador, tartamudo. Zambo.
Martirologio Romano: San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció en tiempo del emperador Licinio en la ciudad de Sebaste, en Armenia.

Las noticias históricas sobre él son muy escasas, porque la leyenda ha enriquecido esta biografía con muchos relatos prodigiosos, que han contribuido a hacer a este santo uno de los más populares de la Edad Media, cuyo culto se ha visto incrementado sobre todo por la difusión de sus reliquias. Lo realmente cierto es que era de origen armenio y que fue obispo de Sebaste (Sivas) Armenia. Mártir durante la persecución de Diocleciano, otros autores dicen que durante la de Licinio en el 316 y que parece ser la más segura, pues Licinio fue el que llevó la persecución a Oriente. La profesión médica tiene relación con su poder taumatúrgico.
La leyenda dice que nació en Sebaste y fue médico y que se entregó a toda clase de ejercicios que le deparaban su profesión para ejercer la caridad con cuantos acudían a él. Las Actas le presentan adornado de toda clase de virtudes cristianas: era humilde, caritativo, manso, piadoso, casto, inocente...

Quiso retirarse a la soledad para acabar sus días dedicados a la oración, pero la sede episcopal de Sebaste quedó vacante y la voz común de todos los cristianos era que Blas fuese su obispo. Por ello y, muy a pesar suyo, tuvo que aceptar el cargo. Durante la persecución de Licinio, se refugió en una gruta donde las mismas fieras acudían para que las curase. De vez en cuando abandonaba su escondite y bajaba a la ciudad para animar a los cristianos encarcelados.
Las Actas cuentan el caso de san Eustracio al que animó a perseverar en la lucha y aceptase el martirio con valor. Por fin llegó la hora de Blas, Agrícola, gobernador de Capadocia, mandó arrestarlo en su gruta, y Blas se entregó sin resistencia: "Vamos a derramar nuestra sangre por Jesucristo. Al fin se ven colmados mis ardientes deseos. Esta noche me ha comunicado el Señor que finalmente se digna a aceptar mi holocausto".
Fue a verlo una madre a la prisión y le rogó que auxiliase a su hijo, que se estaba asfixiando a causa de una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. El santo lo curó con una señal de la cruz y una oración. La condena a la decapitación coronó su martirio, otros hagiógrafos piensan que fue lacerado con un peine de hierro.
Su fiesta se observaba con gran solemnidad en Oriente y en Occidente, como abogado contra los males de garganta. Patrón de Saint Blasien en la Selva Negra. MEMORIA FACULTATIVA.
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San OSCAR. (c.801 - 865).
(Anscario, Ansgario, Ascario, Anschar. Al.: Ansgar von Bremen).
Dardo o lanza de la Divinidad.
Martirologio Romano: San Oscar, obispo de Hamburgo y después también de Bremen, en Sajonia, el cual, siendo monje del monasterio de Corbie, fue designado por el papa Gregorio IV como legado para todas las tierras del norte de Europa, anunciando el Evangelio a grandes multitudes de Dinamarca y Suecia y consolidando allí la Iglesia de Cristo. Después de superar con ánimo invicto muchas dificultades, desgastado por sus trabajos murió en Bremen.

Nació en Amiens, desde niño fue acogido entre los benedictinos de la Vieja Corbie en Picardía y allí fue educado bajo el abad san Adalardo y el maestro san Pascasio Radberto. En el 814 pidió su ingreso en la Orden Benedictina. Recibió algunas revelaciones místicas que soldaron más su alma en el ideal cristiano. Realizó sus estudió con gran pasión y se esforzó tanto en adquirir las virtudes cristianas que a los 18 años fue considerado lo suficiente maduro para estar al cargo de los niños oblatos.
Después de su profesión monástica fue trasladado en el 822, a fundar la Nueva Corbie, en Westfalia, donde fue profesor o escolástico. En el 826 fue enviado a tierras del norte, cuando Ludovico Pío decidió ayudar a Harald, aspirante al trono de Dinamarca. Fue capellán del rey Harald de Dinamarca, al quien bautizó. Su misión empezó abriendo una escuela para niños en el palacio real donde se les instruyó en el cristianismo, pero la misión fracasó por el ambiente de la corte y las pocas personas convertidas. Cuando Harald perdió su reino, Oscar tuvo que irse de Dinamarca y regresó a su abadía.
En el año 829, con 30 años, el rey de Suecia solicitó misioneros para su país, y el abad Wala envió otra vez a Oscar que embarcó en Schleswing con otros dos monjes: Autmaro y Gislemaro hacia la tierra de los vikingos. Atravesó Jutlandia. Cayó en poder de los piratas, que le robaron los libros, pero pudo evangelizar la región de Birka.

Fue nombrado primer obispo de Bremen-Hamburgo (831) se ocupó de la cristianización de toda Escandinavia, construyendo iglesias y un monasterio. Los misioneros fueron expulsados de Suecia, los normando devastaron Hamburgo y Carlos el Calvo se apropió de los bienes que le permitían subsistir a la sede episcopal. Había que volver a empezar: otra vez: los daneses, Suecia de nuevo... A pesar de sus milagros (según él, el mayor milagro que podía hacer Dios era convertirle en un hombre bueno), aparentemente no había conseguido nada, pero no pidió explicaciones a la Providencia y sin duda sabe que los grandes logros históricos no son nada vistos desde la eternidad. De regreso a Roma, Gregorio IV le nombró su arzobispo-legado para la región escandinava con el título de obispo de Hamburgo. Existe una carta en la que afirma que todos los éxitos apostólicos son de sus discípulos. La humildad invadirá su vida. Murió en Bremen cuya diócesis se había unido a la de Hamburgo. Es el apóstol de los países escandinavos. Patrón de Hamburgo y Bremen, de Dinamarca y Suecia. MEMORIA FACULTATIVA.
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Santos SIMEÓN y ANA s. I.
(Simeón “el Anciano”). El que obedece. Dios escucha.
(Ana “la Profetisa”). Gracia de Dios, benéfica, compasiva.
Martirologio Romano: En Jerusalén, conmemoración de los santos Simeón y Ana, el primero anciano justo y devoto, la otra viuda y profetisa: cuando el niño Jesús fue llevado al templo para ser presentado según la costumbre de la ley, ellos lo saludaron como Mesías y Salvador, beata esperanza y redención de Israel.

De Simeón dice el Evangelio de Lucas 2, 22-35 en la presentación de Jesús en el templo: "Había en Jerusalén, un hombre de nombre Simeón, persona justa y piadosa, que esperaba la consolación de Israel. Y sobre él estaba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto el Cristo el Señor. Fue al templo, guiado del Espíritu Santo, cuando sus padres llevaron al niño, para cumplir la ley, y él lo cogió entre los brazos, y bendijo a Dios, exclamando: “Ahora deja, oh Señor, que tu siervo se vaya en paz, según tu palabra; porque mis ojos ha visto tu salvación, preparada por Ti para todos los pueblos; luz para iluminar las gentes y gloria de tu pueblo Israel”. Esta oración de alabanza es conocida como el "Nunc dimittis" y que la Iglesia ha incorporado a la liturgia del anochecer.

“El padre y la madre se quedaron maravillados al oír estas cosas sobre el niño. Simeón lo bendice y dijo a María, su madre: este niño, está destinado a ser causa de ruina y de resurrección de muchos en Israel, y será signo de contradicción. A ti, una espada atravesará el corazón y así serán revelados los pensamientos de muchos corazones".
Simeón es la figura del justo del Antiguo Testamento que se abre a la acogida del Nuevo, la espera y el cumplimiento están uno frente al otro. El anciano Simeón ya puede morir tranquilo. Ha encontrado a Jesús, y la muerte ya no es como antes: es una muerte a la luz del cumplimiento. Sus reliquias se encuentran en Zara donde son veneradas.

Ana vivió en tiempos de Cristo, lo reconoció cuando fue presentado al templo de Jerusalén a los 40 días de su nacimiento (Lc 2, 36-39): “Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada, después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, dando culto a Dios noche y día en ayunos y oraciones.
Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret”; es todo lo que se sabe de ella.
El profesor J. R. Flecha Andrés, dice que Ana representa la Profecía y Simeón la Ley.
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San CELERINO. M. c. 250.
Veloz.
Martirologio Romano: En Cartago, ciudad de África, san Celerino, lector y mártir, que confesó denodadamente a Cristo en la cárcel, entre azotes, cadenas y otros suplicios, siguiendo las huellas de su abuela Celerina, anteriormente coronada por el martirio, y de sus tíos Laurentino, paterno, e Ignacio, materno, los cuales, habiendo servido en campamentos militares, llegaron a ser soldados de Dios, obteniendo del Señor palmas y coronas con su gloriosa pasión.

Perteneció a una familia de mártires; santa Celerina, que era su abuela; san Laurentino, su tío paterno y san Ignacio, tío materno, que en un tiempo estuvieron enrolados en el ejército. En el comienzo de la persecución de Decio y siendo aún muy joven, Celerino fue detenido como soldado de Cristo. Le llevaron al tribunal donde el mismo Decio debía de juzgarlo, por lo que se esperaba una sentencia muy severa. Sin embargo, el emperador, conmovido tal vez por la juventud, el valor y la audaz franqueza de Celerino, le concedió la libertad, después de diecinueve días de prisión y de torturas. El joven llevaba sobre su cuerpo las señales imborrables de sus tormentos.

Tuvo la pena de constatar la defección de su hermana Numeria. Para mitigar su dolor, lo compartió con uno de sus amigos, Luciano, que estaba prisionero en Cartago, escribiéndole una extensa carta con la funesta noticia. Esto aconteció poco después de Pascua. Hacia la mitad del otoño, cuando recibió la respuesta de su amigo, Celerino marchó a Cartago, donde Cipriano le ordenó lector de su iglesia, con otro confesor de la fe llamado Aurelio. Edificó a los fieles por su virtud. San Cipriano es el único que nos nombra su martirio.
Realmente no fue mártir, sino que sufrió martirio, es decir que confesó la fe sea bajo tortura o no. En Cartago se le dedicó una iglesia.


Santa WEREBURGA DE ELY. (650 - c.699).
(Werburga de Chester, Vereburga. ing.: Werburgh).
Martirologio Romano: En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, que fundó varios monasterios.

Hija de santa Ermengilda y del rey Wulfhere de Mercia. La santa princesa Wereburga descendía de una familia de santos. Veneradas come tales eran su madre, su tía santa Ercongota, su abuela materna santa Sexburga, las hermanas de esta última las santas: Etheldreda, Ethelburga y Withburga, también la hermanastra santa Setrida. Prima de santa Mildreda. Santas Etheldreda, Sexburga ed Ermengilda se sucedieron en el cargo de abadesa de Ely y la tradición quiere que después de éstas, fuera Wereburga en ocupar el prestigioso cargo.

Cuando en el 675 murió su padre, renunció a los fastos de la corte y se retiró a la abadía de Ely. El sucesor de su padre, su tío, Etelredo, la hizo regresar para confiarla un grupo de casas en los condados de la Inglaterra central, con el específico encargo de introducir una observancia más rígida. Entre estos monasterios estaba: el de Weedon en Nothamptonshire, en otro tiempo habitaciones reales que la santa tranformó en monasterio; Trentham en Lincolnshire, donde murió, y el de Hanbury en Staffordshire, donde deseó ser enterrada. Su vida está envuelta de muchas leyendas. Sus reliquias fueron trasladadas a Chester, probablemente para salvaguardarlas de las profanaciones durante las invasiones danesas. Patrona de Chester. Tiene culto local.
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Santa BERLINDA. M. 902.
(Berlinda de Meerbeke, Baralides, Berelendis, Berlendis, Bellaude).
Escudo del oso.
Martirologio Romano: En Meerbeke, en Brabante, santa Berlinda, virgen, que se distinguió en esa ciudad por su vida religiosa de pobreza y caridad.

Era hija de Odelardo, señor de Meerbeke en Ninova (Flandes oriental) y de Nona, hermana de san Amando de Elnone. Hacia el 880 durante la invasión normanda de Flandes, Odelardo fue encargado de la defensa de los territorios de Amberes y Condé. Durante la guerra, perdió a su hijo Eligardo, y después de la derrota de los normandos, en el 891, de regreso a Meerbeke, enfermó de lepra. Berlinda, entonces huerfana de madre, vivió con su padre cuidándolo con todo su amor. Pero un día Odelardo creyó notar en su hija, no se sabe si con razón o sin ella, cierto disgusto por su enfermedad, e irritado la desheredó en favor del monasterio de santa Gertrudis de Nivelles. Entonces Berelendis, abandonada por su padre, ingresó como benedictina en el convento de Santa María en Moorsel (Flandes, Bélgica), donde vivió varios años en extrema pobreza con las pocas monjas, que habían regresado después de la invasión normanda a Chévremont en Lieja, donde se habían refugiado.

Un día tuvo la revelación de la muerte de su padre, y, regresó a Meerbeke, se ocupó de sepultar a su padre en la iglesia del devastado monasterio de San Pedro. Cediendo a la solicitud de sus familiares, fue reclusa en Meerbeke, donde llevó una vida de austeridad, oración y caridad, junto con otras piadosas mujeres que se unieron a ella.
En su vida, además de numerosos milagros que se le atribuyen después de su muerte, también se le atribuyen otros muchos prodigios. Murió 27 años después de la muerte de su padre, y fue sepultada en la iglesia de San Pedro. Es una de las santas más veneradas en Bélgica. Tiene culto local.
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Santa MARÍA DE SAN IGNACIO THÈVENET(1774-1837).
(Claudina Thèvenet).
Martirologio Romano: En Lyon, en Francia, santa María de San Ignacio (Claudina) Thévenet, virgen, quien, movida por la caridad y con ánimo esforzado, fundó la Congregación de las Hermanas de Jesús y María, para la formación espiritual de las jóvenes, especialmente las de condición humilde.

Nació en Lyon, en el seno de una familia acomodada. Glady, como así la llamaban sus familiares, ejerció muy pronto un fuerte influjo sobre los suyos. En el internado de la abadía benedictina de Saint-Pierre-les-Nonnains recibió “una esmerada educación integral”. Vivió en su adolescencia los horrores de la Revolución y la quiebra de la industria familiar. Presenció el fusilamiento de sus hermanos y recibió de ellos la enseñanza del perdón para los violentos: “¡Perdona, Glady, como nosotros perdonamos!”, como así hizo cuando pasó aquel período histórico. El esfuerzo hecho en aquel día y las tragedias que vivió le produjeron una cefalea que persistió durante toda su vida, a la que solía llamar su "Terror".

En este tiempo, con 19 o 20 años, tuvo novio. Pero ahora la experiencia del perdón y de la fortaleza que brotaba del amor misericordioso de Dios cambió el rumbo de su vida. Convencida de que tanto odio era como consecuencia del desconocimiento de Dios, se preparó para la misión a la que la Providencia le había destinado: primeramente (1815-1818) como directora de un activísimo centro caritativo y de formación espiritual, constituido por la "Providencia de San Bruno" y la "Congregación de damas creadas en Lyon en honor del Sagrado Corazón de Jesús", centro animado por el sacerdote jesuita André Coindre (“Las providencias” eran instituciones benéficas creadas a principios del siglo XIX para acoger a los niños pobres, enseñarles el oficio y formales cristianamente).

En 1818, en compañía de un grupo de amigas y animada por el padre Coindre, a la aventura de reformar la sociedad en la educación de la juventud, especialmente maltratada, que a su vez crearan familias en cuyo seno nacieran futuras generaciones donde naciera la paz y el amor. Nació así la Congregación de las religiosas de Jesús y María, bajo la Regla de san Agustín y las Constituciones de san Ignacio en 1818. Claudina tomó el nombre de María de San Ignacio. En efecto, abrió inmediatamente en Fourvière un pensionado para jóvenes de familias acomodadas, y una Providencia para las huérfanas y jovencitas abandonas, a las cuales aseguró una esmerada educación religiosa y social y, además de un oficio, el de tejedoras de la seda (la industria de aquellos días de la ciudad de Lyon). Pronto la nueva fundación se extendió por todo el mundo. Los comienzos no fueron fáciles, pero Claudina tuvo una enorme confianza en la Providencia: “Dios proveerá” será una de sus frases habituales. “Comunicar la bondad operante de Dios” y “hacer conocer y amar a Jesús y a María”. La Congregación de Jesús María estaba bien fundada, así lo aseguró san Juan Bautista María Vianney. Murió en la misma ciudad diciendo “¡Qué bueno es Dios!”. Fue canonizada el 21 de marzo de 1993 por san Juan Pablo II.
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Beata MARÍA ANA RIVIER. (1768-1838).
(María Rivier, Ana María Rivier).
Martirologio Romano: En Bourg-Saint-Andéol, en la región de Viviers, en Francia, beata María Ana Rivier, virgen, la cual, durante la Revolución Francesa, que suprimió todas las órdenes y congregaciones religiosas, instituyó la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María, para educar en la fe al pueblo cristiano.

Nació en Montpezat (Francia) y, a consecuencia de una caída que sufrió a los 16 meses, se quedó inválida. Ana María padece igualmente de raquitismo: tiene el torso y la cabeza normalmente desarrollados, pero los brazos y las piernas son flacos y, una vez adulta, no sobrepasará un metro treinta y dos de estatura. Su madre la llevaba cada mañana una capilla y la colocaba a los pies de una imagen de María. Y allí durante cuatro años oraba sin cansarse "Virgen santa, cúrame y te traeré niñas, les daré clase y les diré que te amen". Sus oraciones fueron cumplidas y en 1774, pudo caminar con ayuda de muletas que antes no podía hacerlo. Fiel a lo prometido, primero en su casa, enseñando a los niños del pueblo el catecismo. En 1777 por otro milagro pudo caminar ya sin muletas. Estuvo interna en el monasterio de Nuestra Señora de Pradelles, regido por las religiosas de santa Juana de Lestonnac, quiso ingresar en esta Congregación, pero no la dejaron por su precaria salud. "Aquellos rechazos no hicieron sino inflamar mis deseos -nos confiará-, ¡ya que no quieren que entre en el convento, yo misma haré un convento!".

En 1786, regresa a Montpezat. Tiene dieciocho años, pero sigue siendo de corta estatura. Aunque ello no es impedimento para que le pida a su párroco que la ponga al frente de una escuela. El párroco encuentra ridícula su petición, pues considera que no será respetada ni obedecida por los niños. Ana María insiste y sigue insistiendo... No solamente quiere reunir a las jóvenes, sino que desea formar buenas madres de familia, convencida como está de la función evangelizadora de las familias y de la importancia de la iniciación religiosa desde la más tierna infancia. El párroco acaba cediendo, así que obtiene permiso para montar una escuela en una casa que pertenece a religiosas dominicas. La escuela abre sus puertas al principio de curso de 1786, poblada por hijas de gente notable, pero sobre todo por niñas pobres acogidas gratuitamente. La joven maestra es exigente, pero recibe ánimos por parte de sus alumnas, que comprenden que su firmeza redunda en beneficio suyo y que procede de su amor hacia ellas. Su método pedagógico es simple y lleno de sentido común. Es consciente de que la formación integral de un niño debe comprender una formación espiritual y doctrinal sólida y profunda.
1789: la revolución francesa estalla. Ana María hace todo lo que está en su mano para ayudar a ejercer su ministerio a los sacerdotes rebeldes, perseguidos por la ley a causa de su fidelidad al Papa. De día o de noche, según las circunstancias, reúne a los fieles para confesarse, oír Misa y comulgar. Cuando el sacerdote no puede acudir, es ella quien realiza la instrucción. No tarda en ser convocada ante el comisario revolucionario, quien le prohíbe presidir tales asambleas, bajo pena de ser encerrada en prisión y de ir a juicio. Pero aquella mujercita de un metro treinta y dos se mantiene firme y, sin desconcertarse, indica a personas de confianza que en adelante el lugar de reunión será la casa Rivier.

En 1794, el gobierno revolucionario vende la casa de las dominicas de Montpezat. Ana María y sus compañeras, que deben mudarse, piden a la Virgen una señal de ánimo: la estatua de María cobra vida y les sonríe. Reconfortadas por aquel milagro, se instalan en el pueblo de Thueyts, en otra casa también de las dominicas, fundando allí una escuela. La afluencia es tal que Ana María debe confiar a los muchachos a los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su ejemplo atrae a otras dos jóvenes, que aceptan ayudarla. Un día, reúne a sus cinco primeras compañeras y les declara de entrada: “¡Juntémonos y haremos un convento!”. Todas lo aceptan, así que la fundación se pone en marcha. El obispo concede las primeras autorizaciones y, el 21 de noviembre de 1796, en la festividad de la Presentación de María en el templo, Ana María y sus hijas se consagran a Dios y a la juventud, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de la Presentación. Fundó, en Thueyts, una Congregación: la Presentación de María, cuyo fin era catequizar, enseñar a Jesucristo resucitado. "La vida de una religiosa es la vida de Jesucristo. Nuestro vocación es la vocación de Jesucristo".
En 1801, el arzobispo Monseñor d'Aviau aprueba las reglas provisionales que la madre Ana María le ha presentado. ésta es confirmada como superiora de por vida y doce religiosas quedan consagradas. En 1815, la mayor parte de la comunidad se traslada de Thueyts a Bourg-Saint-Andéol, al enorme convento de las salesas, adquirido con dificultades por la fundadora. Pronto la Congregación se extendió por Europa y América. Murió en la casa generalicia. Fue beatificada en Roma por el papa Juan Pablo II, el 23 de mayo de 1982.
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Beata MARÍA ELENA STOLLENWERK. (1852-1900).
(Anna Helena Stollenwerk).
Martirologio Romano: En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwerk, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, tras haber cesado en la función de superiora, se entregó a la adoración perpetua.

Nació en Rollesbroich (Alemania). Se llamaba Anna Helena Stollenwek. Desde pequeña, estaba como poseída por el anhelo de ir a China como religiosa misionera para dedicarse al cuidado de los huérfanos pobres y abandonados. Pero en Alemania no existía ninguna congregación femenina que trabajase en países de misión, y mucho menos en China. En Helena, sin embargo, ardía un fuego que ningún impedimento humano era capaz de extinguir.

En noviembre de 1881 escribió a san Arnoldo Janssen, sacerdote alemán, que había fundado una Congregación Misionera masculina, la Sociedad del Verbo Divino en Steyl - Holanda: «Anhelo entregar toda mi vida y todo mi amor al servicio del Evangelio»
Al conocer al Janssen, se trasladó a Steyl, Limburgo (Holanda), y allí prestó sus servicios de lavandería y cocina de los religiosos del Espíritu Santo de forma voluntaria. Cofundadora de la congregación misionera de las Siervas del Espíritu Santo, junto con san Arnoldo Janssen. En 1894 hizo sus primeros votos. Superiora de la congregación recién fundada, envió hermanas a Argentina y Togo. «Cuando nos amamos unos a otros, la oración es más fácil y los trabajos y penalidades se sobrellevan mucho mejor.»

En 1898, pasó a la rama claustral de las Siervas del Espíritu Santo, fundadas por el beato Janssen en 1896. Hna. María Helena recibe entonces el nombre de hermana María Virgo: «Mi suerte es arder en amor a Dios, perseverar en oración y llevar una vida que es pobre e ignorada.»
La llamada que recibe Elena y que la marca desde su niñez, es la llamada a la misión. Se siente convocada a llevar calor, luz y la seguridad del amor de Dios a los niños abandonados de China. Sus anhelos de ir a la misión no se cumplieron jamás, pero hoy sus hermanas están repartidas por todo el mundo. Su vida religiosa se caracterizó por una relación viva y profunda con el Espíritu Santo y su entrañable amor a Jesús Sacramentado. Murió en Steyl (Holanda) de una meningitis tuberculosa. Fue beatificada el 7 de Mayo de 1995 por san Juan Pablo II.
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Beato ALOIS ANDRITZKI. (1914-1943).
(Luis Andritzki)
Famoso en la guerra. Sabio.
Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato Alois Andritzki, sacerdote y mártir, víctima de un régimen contrario a Dios.

Nació en Radibor, una pequeña población ubicada al oriente de Alemania limitando con Polonia. Su familia formaba parte de un pequeño porcentaje de católicos que vivía en ese lugar compuesto por inmigrantes de los países eslavos. De 1934 a 1937 estudió Teología y Filosofía en la Universidad de Paderborn. Después de su graduación, vivió en el seminario de la diócesis de Meissen en Schmochtitz, Bautzen.
Andritzki fue miembro de la asociación soraba de estudiantes de secundaria "Wlada" (sorabos: minoría étnica eslava de Alemania, que habita a unos 80 kilómetros al sureste de Berlín) y durante dos años fue su presidente. Durante sus estudios, fue editor del periódico estudiantil de los estudiantes sorabos "Serbski" y portavoz de los estudiantes de aquella etnia.

Alois Andritzki fue ordenado sacerdote en 1939. Fue capellán de la Hofkirche de Dresde (Catedral de la Santísima Trinidad). Allí se le encomendó la tarea de ser pastor de jóvenes, Prefecto de la Kapellknaben Dresdner y presidente del Dresdner Kolpingfamilie.
Alois Andritzki era incómodo para el partido y las autoridades nazis a causa de su sinceridad personal y la actitud negativa a la ideología nazi. Probablemente fue vigilado por los representantes de la supremacía racial, siendo que Alois Andritzki no negaba su pertenencia a la minoría eslava de los sorabos. En conferencias y reuniones denunció la persecución de sacerdotes y creyentes por parte de los nazis y criticó los escritos del ideólogo nazi Alfred Rosenberg.

En 1941 fue arrestado por la Gestapo. Después del interrogatorio, fue llevado a la prisión preventiva de Dresde y luego llevado a juicio acusado de "ataques violentos contra el gobierno y el partido" y condenado a una pena de prisión de seis meses. Dado que se negó rotundamente a cooperar con los nazis, fue trasladado de Dresde al campo de concentración de Dachau. Allí le asignaron el número 27829 y colocado junto a otros miembros del clero en el "bloque de sacerdotes".
Durante su tiempo de encarcelamineto, Andritzki trató, a pesar de las malas condiciones de detención, de vivir sus votos sacerdotales con la actitud y estilo de vida correspondientes a tal condición. Con otros sacerdotes, estudió la Biblia con regularidad y mantenían el ciclo litúrgico.
En diciembre de 1942, entre los prisioneros desnutridos del campamento de concentración de Dachau se propagó una violenta fiebre como resultado de las malas condiciones de higiene. Poco después de la Navidad de 1942, Alois Andritzki enfermo y fue atendido hasta el 19 de enero de 1943, después de que se recuperó, en la enfermería le pusieron una inyección letal. Su cuerpo fue arrastrado y después incinerado en el antiguo cementerio católico de Friedrichstrasse. Fue beatificado el 13 de junio de 2011 por Benedicto XVI.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Leonio. IV.
(León, Lienne de Poitiers).
Martirologio Romano: En Poitiers, en Aquitania, san Leonio, presbítero, que fue discípulo de san Hilario.
Presbítero que fue discípulo predilecto y confidente de san Hilario, obispo de Poitiers, al que acompañó en el exilio y fue siempre un amigo fiel, especialmente en los momentos má
s difíciles. Patrón de La Roche sur Yon. Tiene culto local.




Santos Teridio de Gap y Remedio de Gap. s. IV.
(fr.: Tigris et Remèze).
(Tigides, Tigidio, Tigido, Tigrido). Tigrino.
Remedio: Medicina, remedio.
Martirologio Romano: En Gap, en la región de Provenza, en la Galia, santos Teridio y Remedio, obispos.
Obispos de Gap en el Delfinado francés. Según la cronología de la diócesis de Gap, Teridio fue el segundo obispo y sucedió a san Demetrio, a quien una leyenda lo hace discípulo directo de los apóstoles, pero esto es cronológicamente imposible y parece provenir de una confusión con el megalomártir oriental llamado también Demetrio. Otras tradiciones afirman que Remedio sucedió a san Teridio en el 394. Se piensa que es una duplicación de san Remigio.
Lamentablemente, no hay testimonios de la obra episcopal ni de Teridio ni de Remedio, sólo sabemos que son citados por los antiguos breviarios locales, y celebrados juntos en esta fecha, de donde lo toma el Martirologio Romano. Las reliquias de ambos fueron trasladadas a Tulle, en la región de Limousin, en el siglo XIII.

San Lupicino de Lyon. s. V.
Lobezno.
Martirologio Romano: En Lyon en Francia, san Lupicino, obispo, en tiempos de la persecución de los vándalos.
Según los martirologios fue obispo de Lyon; a Lupicino, a menudo se le señala la fecha de su muerte en el 486, durante la dominación vándala. No se sabe nada él.



San Adelino de Celles. M. 696.
(Adalvino, Hadalino. fr.: Hadelin).
Martirologio Romano: En el monasterio de Celle, en Hanonia, san Adelino, presbítero y abad.
Natural de Gascuña. Abandonó la vida mundana y siguió a san Remaclo, primero en Solignac de donde fue abad, y más tarde en Cougnon y Stavelot. Fue ordenado sacerdote en Maastricht y, por consejo de su maestro, fundó el monasterio de Chelles-les-Dinant, en la diócesis de Lieja, y vivió como ermitaño cerca de Celles en el lago Lesse (Namur-Bélgica). Fue ayudado de modo especial por Pipino de Heristal.
En 1338, transformado el monasterio en colegiata, los restos de Adelino fueron trasladados a la iglesia de Vise, cerca de Lieja, donde están todavía. En el siglo X apareció en una «Vita Hadelini», atribuido a Noggero, pero lo más probable es que sea obra de Erigerio de Lobbes, y es de valor histórico cuestionable. Su memoria es el 3 de febrero, pero en Vise, de donde Adelino es patrono, también se celebra el 11 de octubre, aniversario del traslado de las reliquias. Tiene culto local.

Beato Helinando. (1160 - c.1230).
(Elimando, Elinando. fr.: Hélinand).
Martirologio Romano: En el monasterio cisterciense de Froidemont, en la región de Beauvais, en Francia, beato Helinando, monje, el cual, después de haber vivido como trovador itinerante, abrazó la vida humilde y escondida en el claustro.
Natural de Pronleroy (Beauvais); era hijo de una noble familia flamenca. Estudió en Beauvais y se distinguió por la viveza de su ingenio y riqueza imaginativa; con amor por la poesía y dotado de una hermosa voz, se convirtió pronto en trovador de corte donde adquirió gran fama. Con su talento ganó el favor del rey Felipe Augusto, y por cierto tiempo se dedicó a disfrutar libremente de los placeres mundanos. Abandonó este oficio y se hizo cisterciense en la abadía de Froidmont; se distinguió por su piedad y el fervor, lo que no le impidió dedicarse al cultivo de las letras. Tiene culto local.

Beato Juan Nelson. (1534-1578).
Dios es misericordioso. El que está en gracia de Dios. Admirable.
Martirologio Romano: En Londres, en Inglaterra, beato Juan Nelson, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que por haber negado la suprema potestad de la reina Isabel I en lo referente a la vida del espíritu, fue condenado a muerte y ahorcado en Tyburn.
Natural de Skelton (Inglaterra) en el seno de una familia católica. Con 39 años comenzó sus estudios eclesiásticos en Douai y recibió la ordenación en 1575.
Fue enviado a Londres donde se esforzó en consolidar a los fieles con la administración de los sacramentos y la predicación e igualmente con el intento de conversión de los anglicanos que no lo eran por convicción.
Fue encarcelado en Newgate y durante su interrogatorio confesó su fe, recusó las actitudes religiosas de la reina y negó que fuera legítimamente la cabeza de la iglesia de Inglaterra. Vuelto a la cárcel solicitó su ingreso en los jesuitas como así fue ordenado. Fue ahorcado y descuartizado en la plaza londinense de Tyburn. León XIII confirmó su culto el 29 de diciembre de 1886.
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