Santoral del 26 de Noviembre


INDICE

San SILVESTRE GOZZOLINI
San ALIPIO "el Estilita"
San CONRADO DE CONSTANZA
Beata DELFINA DE SIGNE
San NICÓN "Metanoite"
San BELINO
San HUMILDE DE BISIGNANO
Beato SANTIAGO ALBERIONE
San LEONARDO DE PORTO MAURIZIO
Santos TOMÁS DINH VIET DU y DOMINGO NGUYEN VAN XUYEN
Beata CAYETANA STERNI
OTROS SANTOS DEL DÍA


Siricio, Santo

n. en Alejandría, Egipto
† martirizado en el año 311 en Alejandría
Yo soy  camino, verdad y vida
nadie viene al Padre sino por Mi.
(Juan 14, 6)

San Pedro de Alejandría fue un verdadero imitador de Jesucristo. Imitó su humildad rehusando, aunque fuese patriarca, sentarse en la cátedra patriarcal, y su caridad, abrazando al verdugo que venía a decapitarlo. Decapitado, permaneció de rodillas todavía algún tiempo, como si hubiese continuado rezando a Dios por sus perseguidores. Murió en el año 311.

MEDITACIÓN SOBRE LA IMITACIÓN DE JESUCRISTO
I. Jesús es el camino por el cual debemos llegar al cielo; hay que seguir la huella de sus pasos. Es nuestra Cabeza; Él, primero, nos ha abierto el camino del cielo: este camino es el de las humillaciones y de los sufrimientos; me engaño, pues, si pretendo ir al cielo por otro camino. En adelante quiero, oh mi divino Maestro, seguiros a todas partes a donde vayáis, al Huerto de los Olivos, al Calvario y hasta a la Cruz.

II. Jesús es la verdad; hay que ser impío para dudar de la verdad de sus palabras. Ha dicho Él que los pobres, los afligidos y los perseguidos son bienaventurados: ¿lo crees tú? ¿No crees más bien al mundo, que dice lo contrario? Preciso es que uno u otro se equivoque y quiera hacernos equivocar. No sois Vos, oh Jesús mío; el mundo es el engañador, ¡y nosotros nos fiamos en él! O Cristo se equivocó, o el mundo está en el error (San Bernardo).

III. Jesús es la vida; ha venido a este mundo para darnos una vida feliz y rica en toda clase de bienes, no de esta tierra, sino del cielo. Sobre todo en el adorable Sacramento del altar es donde nos da esta vida. ¿Cómo te acercas tú a la santa Mesa? Si tanto trabajamos para prolongar nuestra vida algunos días, ¡qué no deberíamos hacer para vivir eternamente! (San Agustín).

La imitación de Jesucristo.
Orad por vuestro Obispo.

ORACIÓN
Dios omnipotente, mirad nuestra flaqueza; ved cómo el peso de nuestros pecados nos abruma, y fortificadnos con la gloriosa intercesión de San Pedro, vuestro pontífice mártir. Por J. C. N. S.


San SILVESTRE GOZZOLINI. (c.1177 - 1267).

Martirologio Romano: Junto a Fabriano, en el Piceno, de Italia, san Silvestre Gozzolini, abad, que habiendo calado hasta el fondo la vanidad de todas las cosas del mundo, a la vista de la sepultura abierta de un amigo, fallecido poco antes, se fue al eremo, cambiando varias veces de sitio para permanecer más oculto a los hombres, y por fin, en el desierto, junto al monte Fano, trazó las bases de la Congregación de los Silvestrinos, bajo la Regla de san Benito

Nació en Ósimo en Las Marcas, en el seno de una familia de la nobleza. Su padre era jurisconsulto. Estudió en Padua y Bolonia leyes, con la intención de ser abogado, tal como era la voluntad paterna. Pero al conocer a los estudiantes de Teología y las predicaciones de santos Domingo y Francisco, en vez de estudiar leyes, estudió Teología. El padre en cuanto lo supo, lo hizo volver a casa, y casi prisionero, estuvo trabajando para su progenitor, que dejó de hablarle. Pero diez años, después nos lo encontramos de presbítero entre los canónigos de la ciudad. Lo ordenó el obispo de Ósimo, que fue su protector.

Se dedicó a la predicación, y con sus sermones fustigó a la sociedad de su época, denunciando los vicios morales que eran muy profundas. También se dedicó a la pedagogía, abriendo escuelas de instrucción para adolescentes, para crear una nueva generación de hombres con sentido cristiano de la vida.
A los 50 años, tuvo una profunda crisis espiritual que le hizo cambiar de vida; viendo los estragos causados por la muerte en el cuerpo de un amigo recién fallecido, decidió dejar su canonjía. Pero parece que la razón verdadera fue que el nuevo obispo de Ósimo llevaba una vida irregular, impropia de un pastor, y Silvestre no estaba de acuerdo con ello, entrando en conflicto con su obispo.

Se retiró como ermitaño en Valdicastro y allí vivió un año. Tuvo un discípulo al que se le añadieron otros, entonces decidió marcharse al Monte Fano, donde vivió en soledad, pero otra vez el grupo de discípulos le alcanzó en este lugar y construyó para ellos, un pequeño monasterio dedicado a María, bajo la regla de san Benito. Cerca del primer monasterio fundó otros 12, y así se formó una nueva comunidad la Orden de San Benito de Montefano "silvestrinos" con una reforma de la regla benedictina, dedicados a la pobreza y al trabajo. Por todo ello es uno de los representante de la reforma del monacato benedictino en Italia. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales
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San ALIPIO "el Estilita". M. 640.

Martirologio Romano: En Adrianópolis, de Paflagonia, san Alipio, diácono y estilita, que murió casi centenario

Nació en la ciudad de Adrianópolis. Su cristiana madre enviudó muy joven y envió a su hijo a ser educado por el obispo Teodoro, entregó sus pertenencias a los pobres y comenzó a vivir como asceta y diaconisa cerca de la iglesia donde había enviado a su hijo. Desde muy temprana edad Alipio sintió el llamado a servir a Dios y a tener una vida solitaria pese a que el obispo Teodoro no se lo permitía.

Una vez, acompañando al obispo en un viaje a Constantinopla, Alipio vio en una visión a santa Eufemia quien le pedía que fundara una iglesia en su nombre en Adrianópolis. Con las contribuciones de los fieles de Adrianópolis, Alipio construyó una iglesia bajo la tutela de Santa Eufemia, en un antiguo templo pagano. Al lado del templo, donde existía un altar pagano, Alipio construyó una columna donde subía a rezar a a enseñas a los fieles que venían a él. Por cincuenta y tres años Alipio luchó contra Satanás en ese lugar, rezando y aconsejando a los cristianos que venían buscando su ayuda.

Se cuenta que una noche, los demonios comenzaron a arrojarle piedras mientras el oraba de pie en ese pilar. Alipio quería luchar contra los espíritus de la oscuridad y tomando lo que le servía como humilde techo se protegió de ellos. Por su perseverancia, los demonios abandonaron para siempre aquel lugar. Catorce años antes de su muerte, Alipio perdió la posibilidad de ponerse de pie. Tuvo que pasar ese tiempo recostado sobre uno de sus costados por la debilidad de sus piernas y soportó muy difíciles enfermedades con humilde gratitud.
Dos monasterios se levantaron alrededor de la columna levantada por el santo: uno para hombres y otro para mujeres. Alipio es recordado por haber introducido reglas monacales para ambos monasterios y los dirigió hasta su muerte. Durmió en el Señor a la edad de 118 años. El cuerpo de este venerable santo fue depositado en la iglesia que había fundado en honor de Santa Eufemia. Sus reliquias sanaron a aquellos que las veneraron con fe. Su historia es idéntica que la de san Estyliano.
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San CONRADO DE CONSTANZA. (c.900 - 975).

Martirologio Romano: En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres
Nació en una familia de hondas raíces güelfas. Recibió su formación en la escuela catedralicia de Constanza, fue introducido, aún bajo su predecesor Notingo, en los oficios vinculados con el cargo.

Fue nombrado obispo de Constanza (934-975), en Suiza, por consejo de san Ulrico, obispo de Augsburgo, del que fue amigo toda su vida. La diócesis tuvo tiempo de experimentar la virtud de su pastor: su paciencia y su sabiduría, su templanza y su prudencia. Construyó iglesias y monasterios, como la iglesia abacial de San Mauricio siguiendo el modelo del Santo Sepulcro. Se deshizo de sus bienes y se los entregó a los pobres. Peregrinó tres veces a Tierra Santa. Era ya viejo cuando fue a Italia, junto con el emperador Otón I (962). En una época en la que la mayor parte de los prelados estaban envueltos en la política secular de su tiempo, él fue capaz de ocuparse solamente de los intereses eclesiásticos. Murió en Constanza y fue sepultado en la iglesia de San Mauricio. En el 1526 los luteranos arrojaron sus reliquias en el lago Constanza. Patrón de Constanza, de Friburgo.
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Beata DELFINA DE SIGNE. (c.1285 - 1360).

Martirologio Romano: En Apt, de la Provenza, beata Delfina, esposa de san Eleazaro de Sabran, con el cual prometió guardar la castidad, y después de su muerte permaneció en la pobreza y en la oración
Nació en Puy-Michel en los montes del Luberón, Francia, de la noble familia Glandèves. Hija única de los condes de Marsella. A los 12 años la prometieron, pero ella ya había hecho voto privado de virginidad. Casada con san Eleazaro de Sabrán. Fue un matrimonio blanco ya que eligieron los dos la castidad como el más alto medio espiritual de perfección. Se hizo Terciaria franciscana. Toda su vida la dedicaron a la asistencia a los más necesitados a los que distribuyeron su fortuna. Delfina mendigaba como alforjera por las calles de Apt. Cuando san Eleazaro fue enviado a su ducado de Ariano como embajador en el reino de Nápoles, la actividad benéfica de los dos esposos continuó en un ambiente todavía más difícil.

En medio de tumultos y rebeliones, los dos santos fueron embajadores de concordia, de caridad, de oración. Continuaron sus buenas obras multiplicando sus propios esfuerzos y sacrificios hasta conquistarse la admiración del pueblo. Eleazaro murió poco después en París, y tuvo la gracia de ver a Eleazar en los altares.

Cuando Delfina se vio viuda su principal deseo fue desprenderse de todos sus bienes y posesiones tanto los de Nápoles como los de Provenza, lo que no consiguió facilmente pues muchos juzgaron su actitud como una locura. Por ello tuvo que hacer varios viajes en los cuales se negó vivir en los palacios que le ofrecían, queriendo vivir en mayor pobreza. Ella vivió dedicada a la oración y la pobreza en su retiro de Apta Julia donde murió.
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San NICÓN "Metanoite". M. 998.

Martirologio Romano: En Lacedemonia, del Peloponeso, san Nicón, monje, que después de una vida cenobita y eremítica transcurrida en Asia, trabajó con celo evangélico para llevar a la vida cristiana a los habitantes de la isla de Creta, recién liberada del yugo de los sarracenos, y luego recorrió Grecia predicando la penitencia, hasta que falleció en el monasterio de Esparta, fundación suya
Nació en Ponto (actualmente Armenia) en el seno de una familia acomodada. En su juventud, se escapó de su casa y fue monje en el monasterio armenio de Khrysopetro (Piedra de Dios), donde hizo penitencia austera y humilde oración durante 12 años. La pureza de su amor a Dios hizo que sus superiores le enviaran a predicar la palabra de Dios como misionero, primero en Armenia y posteriormente en Creta, cuando fue liberada de los sarracenos; volvió a Grecia a predicar la penitencia, hasta que murió en el monasterio de Esparta, que había fundado; se le conoce como "metanoite" porque predicaba la "metanoia" (conversión), es decir la penitencia siempre fue el tema de su predicación.

A imitación de san Juan Bautista, iniciaba cada sermón con una llamada a la conversión y a la necesidad del sincero arrepentimiento y la penitencia. Enseñó que la oración ferviente, la mortificación, la limosna y la meditación sagrada eran necesarias para la conversión. La dulcura con la que Nicón recomendaba las máximas más severas del Evangelio, hizo que la fe cristiana fuera aceptada por los mismos musulmanes. Su palabra fue confirmada con muchos milagros.
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San BELINO. M. 1151.

Martirologio Romano: En el lugar llamado Fratta Polesine, en el territorio de Rodigo, en la región véneta limitando con Venecia, muerte de san Belino, obispo de Padua y mártir, defensor eximio en Iglesia, que cruelmente malherido por unos sicarios, murió a consecuencia de las lesiones recibidas
Nació en el lugar llamado Fratta Polesine, en el territorio de Rodigo (Veneto), en el seno de la familia paduana de los Bertaldi. Desde que fue ordenado presbítero se puso al lado del Papado que luchaba, por aquel entonces contra el derecho de investidura de los emperadores.

Obispo de Padua; fue eminente por su santidad e ingenio. Se dedicó en cuerpo y alma en defender la reforma gregoriana. Procuró recuperar los bienes de las iglesias y monasterios que se habían perdido durante la lucha entre Papado e Imperio. Defendió su posesión jurídica y además, en lo que fue posible, consiguió más bienes; se distinguió por su independencia feudal y procuró tratar directamente con las distintas parroquias.

Favoreció el desarrollo parroquial con el nombramiento de párrocos dedicados a la cura de almas en sus distritos. Promovió la unión de estos sacerdotes en la Fratelea capellanorum. Durante su episcopado, y gracias a su influencia, surgieron las primeras escuelas, se multiplicaron las emancipaciones de los siervos de la gleba, no solamente de los feudos episcopales sino también de los señores feudales.

Su energía demostrada en defensa de los derechos de la Iglesia le atrajo la animadversión de algunos potentados. Mientras viajaba hacia Roma, en el bosque de Fratta Polesine fue asesinado por unos sicarios a sueldo de la familia paduana de los Capodivacca. Está enterrado en la basílica de San Bellino en Padua.
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San HUMILDE DE BISIGNANO. (1582-1637).

Martirologio Romano: En Bisignano en Calabria, san Humilde (Lucas Antonio) Pirozzi, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, insigne por su espíritu de profecía y los frecuentes éxtasis
Lucas Antonio Pirozzi nació en Bisignano, Cosenza (Italia), en el seno de una familia de campesinos. Desde su niñez mostró una profunda piedad e ingresó, en su adolescencia, en la Cofradía de la Inmaculada Concepción. Con 26 años ingresó en el noviciado de los franciscanos del convento de Mosoraca, (Crotona). Emitió sus votos religiosos en 1610, tras superar, por intercesión de María, no pocas dificultades y se cambio el nombre por el de Humilde. Fue hermano converso, y como tal ejerció con toda diligencia los oficios de limosnero, atender al servicio de la mesa de la comunidad, cultivar el huerto.

Desde el noviciado multiplicó las prácticas ascéticas y su caridad causó admiración a todos los que tuvo contacto: los frailes, el pueblo y los pobres, a quienes ayudó distribuyéndoles cuanto recibía de la Proviencia. Los dones carismáticos que tuvo los empleó para la gloria de Dios. Desde su juventud tuvo el don de continuos éxtasis, hasta el punto de ser llamado “fraile estático”. Estos éxtasis le ocasionaron grandes dificultades y humillaciones, a los que le sometieron sus superiores con el fin de tener la certeza de que realmente eran de origen divino y no diabólicos. Con gran paciencia salió airoso de todas ellas y acrecentó su fama de santidad. Tuvo también los dones de discernimiento de espíritus, de profecía, taumatúrgicos y, sobre todo, la ciencia infusa, aunque era analfabeto. Varias veces tuvo que soportar procesos inquisitoriales y fray Humilde respondió siempre con tanta sabiduría que sorprendió a sus examinadores.

Fray Benigno de Génova, Ministro General de la Orden, lo llevó de acompañante en su visita canónica de los franciscanos de Calabria y Sicilia. Gozó de la confianza de los papas Gregorio XV y Urbano VIII, que lo quisieron en Roma, por su virtud; se sirvieron de su oración y consejo. Permaneció bastantes años en Roma, en el convento de San Francisco a Ripa, y algunos meses, en el de San Isidoro. Luego vivió algún tiempo en el convento de la Santa Cruz de Nápoles, donde se prodigo difundiendo el culto al beato Juan Duns Scoto. Su vida fue una “oración incesante por todo el género humano”. Su confesor narró que un día le preguntó qué era lo que le pedía al Señor durante la oración y él respondió: “Lo único que hago es decir: ¡Señor, perdóname mis pecados y haz que te ame como estoy obligado a amarte! y perdona los pecados a todo el género humano, y haz que todos te amen como están obligados a amarte”.

Soportó los últimos años de su vida una dolorosa enfermedad con gran sencillez y entereza, que le llevó a la muerte en Bisignano.
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Beato SANTIAGO ALBERIONE. (1884-1971)

Martirologio Romano: En Roma, beato Santiago Alberione, presbítero, que, solícito por la evangelización, se dedicó enteramente a poner al servicio de la sociedad humana los instrumentos de comunicación social para promover la verdad de Cristo, fundando, además, la Congregación de la Pía Sociedad de San Pablo Apóstol
Nacido en San Lorenzo di Fossano (Cúneo, Italia) en el seno de una familia campesina.

A los 16 años, Santiago es admitido en el seminario de Alba y enseguida se encuentra con quien le será padre, guía, amigo y consejero durante 46 años: el canónigo Francisco Chiesa.

Al término del Año Santo 1900, habiéndose sentido interpelado por la encíclica de León XIII “Tametsi futura”, Santiago vive la experiencia determinante de su vida. La noche del 31 de diciembre de 1900, el joven seminarista reza cuatro horas seguidas ante el Santísimo Sacramento y proyecta en la luz de Dios su futuro. Una “luz especial” le vino de la Hostia, y desde aquel momento se siente “profundamente obligado a prepararse para hacer algo por el Señor y por los hombres del nuevo siglo”: “obligado a servir a la Iglesia” con los nuevos medios que el ingenio humano presentaba.

El itinerario del joven Alberione prosigue intensamente durante los años del estudio de la Filosofía y la Teología. El 29 de junio de 1907 es ordenado sacerdote. Sigue una breve pero decisiva experiencia pastoral en Narzole (Cúneo), como vicepárroco. Allí encuentra al jovencito el beato Timoteo Giaccardo. Y también allí, el P. Alberione madura la comprensión de lo que puede hacer la mujer implicada en el apostolado.

En el seminario de Alba desempeña el cargo de Padre espiritual de los seminaristas, y da clases de varias asignaturas. Dedica asimismo mucho tiempo al estudio sobre la situación de la sociedad civil y eclesial de su tiempo y sobre las nuevas necesidades que se entrevén.

Comprende que el Señor le guía a una misión nueva: predicar el Evangelio a todos los pueblos, en el espíritu del apóstol Pablo, utilizando los medios modernos de comunicación. Atestiguan tal orientación dos libros suyos: “Apuntes de teología pastoral” (1912) y “La mujer asociada al celo sacerdotal” (1911-1915).

Dicha misión, para tener carisma y continuidad, debe ser asumida por personas consagradas, pues “las obras de Dios se hacen con los hombres de Dios”. Y así, el 20 de agosto de 1914, mientras en Roma muere el papa san Pío X, en Alba el P. Alberione da inicio a la “Familia Paulina” con la fundación de la Pía Sociedad de San Pablo. El comienzo es pobrísimo, de acuerdo con la pedagogía divina: “empezar siempre desde un pesebre”

La familia humana -en la que el P. Alberione se inspira- está compuesta de hermanos y hermanas. La primera mujer que sigue al P. Alberione es una muchacha veinteañera de Castagnito (Cúneo): Teresa Merlo. Con su aporte, Alberione da comienzo a la congregación de las Hijas de San Pablo (1915).

En diciembre de 1918 se produce una primera partida de “hijas” hacia Susa (Turín). Este camino parece interrumpirse en 1923, cuando el P. Alberione enferma gravemente y el diagnóstico de los médicos no deja esperanzas. Pero el Fundador reemprende milagrosamente el camino: “San Pablo me curó”, comentará después. Por entonces aparece en las capillas paulinas la frase que, en sueño o en revelación, el divino Maestro dirige al Fundador: “No temáis - Yo estoy con vosotros - Desde aquí quiero iluminar - Caminad en continua conversión”.

Al año siguiente viene a la vida la segunda congregación femenina: las Pías Discípulas del Divino Maestro, para el apostolado eucarístico, sacerdotal, litúrgico. A guiarlas en la nueva vocación, el P. Alberione llama a la joven Hna. Ma. Escolástica Rivata, que morirá a los noventa años en olor de santidad.

En el campo apostólico, el P. Alberione promueve la impresión de ediciones populares de los “Libros Sagrados”, y con las publicaciones periódicas se lanza a las formas más rápidas para hacer llegar el mensaje de Cristo a los lejanos. En 1912 ya había aparecido la revista “Vida Pastoral” destinada a los párrocos; “El Domingo”, hojita semanal para la animación de la liturgia dominical, sale en 1921; en 1931 nace “Familia Cristiana”, revista semanal con la finalidad de alimentar la vida cristiana de las familias. Seguirán: “La Madre de Dios” (1933), “para desvelar a las almas las bellezas y las grandezas de María”; “Pastor bonus” (1937), revista mensual en latín; “Camino, Verdad y Vida” (1952), revista mensual para dar a conocer y enseñar la doctrina cristiana; La Vida en Cristo y en la Iglesia (1952), con el fin de hacer “conocer los tesoros de la Liturgia, difundir cuanto sirve a la Liturgia, vivir la Liturgia según la Iglesia”. El P. Alberione piensa también en los muchachitos: para ellos empieza a publicar en 1924 “Il Giornalino”

Se pone mano asimismo a la construcción del gran templo dedicado a san Pablo en Alba. Seguirán los otros dos a Jesús Maestro (en Alba y Roma) y el santuario a la Reina de los Apóstoles (Roma). En 1926 nace la primera Casa filial en Roma, seguida en los años sucesivos por muchas fundaciones en Italia y en otras naciones.

Entretanto crece el edificio espiritual: el Fundador inculca el espíritu de entrega mediante “devociones” de fuerte dinamismo apostólico: a Jesús Maestro y Pastor “Camino y Verdad y Vida”, a María Madre, Maestra y Reina de los Apóstoles; a san Pablo apóstol. Es precisamente la referencia al Apóstol lo que califica en la Iglesia a las nuevas instituciones como “Familia Paulina”. La meta ansiada por el Fundador como primer empeño, es la conformación plena con Cristo: acoger todo el Cristo Camino y Verdad y Vida en toda la persona, mente, voluntad, corazón, fuerzas físicas. Orientación codificada en el librito “Donec formetur Christus in vobis” (1932).

En octubre de 1938 el P. Alberione funda la tercera congregación femenina: las Hermanas de Jesús Buen Pastor o “Pastorcitas”, destinadas al apostolado pastoral directo en auxilio de los Pastores.

Durante el obligado paréntesis de la segunda guerra mundial (1940-1945), el Fundador no se detiene en su itinerario espiritual. De ello son testimonio los “Cuadernillos espirituales”, en los que anota las inspiraciones y los medios que adoptar para responder al proyecto de Dios. En esta atmósfera espiritual nacen las meditaciones que cada día dicta a los hijos e hijas, las directrices para el apostolado, la predicación de incontables retiros y cursos de ejercicios (recogidos en sendos opúsculos). El empeño del Fundador es siempre el mismo: hacer comprender a todos que “la primera preocupación en la Familia Paulina será la santidad de la vida, la segunda la santidad de la doctrina”. A la luz de esto hay que entender su Proyecto de una enciclopedia sobre Jesús Maestro (1959).

En 1954, recordando el 40 aniversario de fundación, el P. Alberione aceptó por primera vez que se escribiera de él en el volumen “Mi protendo in avanti”, y consintió en facilitar algunos apuntes suyos acerca de los orígenes de la fundación. Surgió así el librito “Abundantes divitie gratie sue”, que se considera como la “historia carismática de la Familia Paulina”. Familia que fue completándose entre 1957 y 1960, con la fundación de la cuarta congregación femenina, el Instituto Regina Apostolorum para las vocaciones (Hermanas “Apostolinas”), y de los Institutos de vida secular consagrada: San Gabriel Arcángel, Virgen de la Anunciación, Jesús Sacerdote y Santa Familia. Diez instituciones (incluidos los Cooperadores Paulinos), unidos todos ellos por el mismo ideal de santidad y de apostolado: la reafirmación de Cristo “Camino, Verdad y Vida” en el mundo, mediante los instrumentos de la comunicación social.

A lo largo de los años 1962-1965, el P. Alberione es protagonista silencioso pero atento del Concilio Vaticano II, a cuyas sesiones participa diariamente. Entre tanto, no faltan tribulaciones y sufrimientos: la muerte prematura de sus primeros colaboradores, san Timoteo Giaccardo y Tecla Merlo; la preocupación por las comunidades en países con dificultades y, personalmente, una martirizadora escoliosis, que le atormentaba noche y día. Sus últimas horas se vieron confortadas con la visita y la bendición del papa Pablo VI, que nunca ocultó su admiración y veneración por el P. Alberione el 26 de noviembre de 1971,  semi ciego y de una bronconeumonía en Roma, despues de haber recibido la absolución de Pablo VI. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 27 de abril de 2003.
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San LEONARDO DE PORTO MAURIZIO. (1676-1751)

Martirologio Romano: En Roma, en el convento de San Buenaventura, en el Palatino, san Leonardo de Porto Maurizio, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, desbordante de celo por las personas, empleó casi toda su vida en la predicación, en la edición de libros de piedad y en dar más de trescientas misiones en la Urbe, en la isla de Córcega y por toda Italia septentrional
Se llamaba Paolo-Girolamo de Casa-Nuova y había nacido en Porto Maurizio, Liguria (actualmente Imperia). Formado en Roma, en el Colegio Romano, ingresó en los franciscanos cuando vio a dos franciscanos descalzos, humildes y modestos. Se quedó prendado y los siguió, como atraído por una fuerza misteriosa. Realizó el noviciado en el convento de Santa María de las Gracias, en Ponticelli in Sabina, cambiando su nombre por el de Leonardo; cuando emitió sus votos solemnes fue destinado al convento de San Bonaventura al Palatino, para prepararse para el sacerdocio. Quiso ir de misiones, por su deseo de martirio, pero se dedicó a las misiones populares por toda Italia. Ordenado sacerdote en 1702, ejerció como profesor de Filosofía, pero una tuberculosis hizo que lo destinaran a Nápoles y después a su pueblo natal para su restablecimiento. Recobró la salud gracias a la intercesión de María, y le prometió dedicarse por entero a la conversión de las almas.

Empleó su tiempo en convertir a los demás. Fue un ejemplo por su oración y su vida de penitencia. La pasión de Cristo era el centro de sus homilías y prédicas; y la práctica de piedad más recomendada el Vía Crucis, que gracias a él se hizo devoción universal, y propagó la adoración perpetua del Santísimo Sacramento. Dejó escritas obras de naturaleza homilética, ascética y mística.

Nunca entró en polémicas, como gustaban los religiosos de su tiempo, contra las nuevas ideas que se acercaban. Su campo de acción fue principalmente la Toscana y Córcega, donde fue enviado a restablecer la disciplina en los conventos de la Orden, donde llegó a ser guardián. San Alfonso María de Ligorio dijo que "es el más grande misionero de nuestro siglo". Fue llamado a Roma y allí en el 1750, preparó el clima espiritual para el Jubileo, plantando una cruz en el Coliseo y así salvarlo de su destrucción. Fue él quien propuso la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, mediante una consulta epistolar con los pastores de la Iglesia. Está enterrado en la iglesia de San Buenaventura de Roma, donde murió. Fue canonizado en 1867 por Pío IX.;Es patrono de los misioneros en los países católicos.
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Santos TOMÁS DINH VIET DU y DOMINGO NGUYEN VAN XUYEN. M.1839

Martirologio Romano: En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Tomás Dinh Viét Du y Domingo Nguyen Van Xuyên, presbíteros de la Orden de Predicadores y mártires, que por decreto del emperador Minh Mang fueron degollados al mismo tiempo
Tomás Dinh Viet Du había nacido en Phu-Nhai hacia 1783. Siguió la vocación sacerdotal y se ordenó sacerdote, ingresando a continuación en la Orden de Predicadores, en la que profesó en 1814. Llevó adelante su trabajo apostólico hasta que en 1839 la persecución se hizo más fuerte y en mayo de ese año un espía denunció su presencia.

Una madrugada rodearon el pueblo de Sien-Die los soldados, despertaron a la población, y procedieron al registro de la casa. Él se vistió de labrador y se puso a trabajar en el huerto, pero el espía lo reconoció y fue arrestado. Una vez admitido ante el gobernador su sacerdocio, fue brutalmente apaleado. Luego fue llevado a la prisión de Nam-Dinh y aquí se le torturó de todos los modos posibles para lograr su apostasía. Pero perseveró en la fe y animaba a hacer lo mismo a todos los que le visitaban. El 7 de noviembre de aquel año se lanzó contra él la sentencia de muerte, que fue posteriormente confirmada y ejecutada.

Domingo Nguyen Van (Doan) Xuyen nació en Hung-Cap, cerca de Nam-Dinh, hacia 1786. El santo obispo Clemente Ignacio Delgado lo recibió cuando era niño en la Casa de Dios y lo preparó al sacerdocio, que recibió en 1819 cuando tenía 33 años de edad. Poco después, el 20 de abril de 1820, hizo la profesión en la Orden de Predicadores. Celoso e infatigable, recorrió su distrito ejerciendo su ministerio, atendiendo con gran amor a los pobres. Se le encargó la parroquia de Ke-men, donde convirtió a muchos a la fe cristiana. Cuatro años después pasó a Dong-Xuyen, donde trabajó con fruto durante 13 años. Posteriormente fue enviado al seminario de Ninh-Cuong como ayudante de san José Fernández, y año y medio más tarde el citado san Clemente Ignacio Delgado se lo llevó como secretario y lo sustituyó en la parroquia de Kien-lao.

Una vez arrestado el vicario apostólico en mayo de 1838, le siguió en su arresto en Ha-linh. El 18 de agosto de 1839 compareció ante el mandarín de Xuan Truong que lo envió a Nam-Dinh, al gobernador de la provincia. Fue severamente atormentado. Llevado ante una cruz para que la pisoteara, se arrodilló ante ella. Llegó a echar sangre por la boca a causa de las palizas y perdió el conocimiento en medio de las torturas, pero se mostró firme y mantuvo la fe. El 25 de octubre de 1839 fue condenado a muerte y, una vez confirmada la sentencia, fue ejecutado. Fueron canonizados el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.
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Beata CAYETANA STERNI. (1827-1889)

Martirologio Romano: En Passano, cerca de Vicenza, en Italia, beata Cayetana Sterni, religiosa, que, habiendo enviudado siendo aún joven, se entregó al servicio de los pobres, fundando la Congregación de las Hermanas de la Divina Voluntad, para atender a los menesterosos y enfermos
Nació en Cassola (Padua), en el seno de una familia acomodada. Cuando tenía 8 años, la familia se trasladó a Bassano del Grappa en Vicenza. Algunas vicisitudes cambiaron la vida de la familia, la muerte del padre, de su hermana mayor y la marcha de la casa de otro hermano, dejaron a su madre en gran penuria económica. Estos hechos marcaron la vida de Cayetana. Fue una mujer de profunda vida espiritual, con una viva personalidad y buen sentido

A los 16 años se casó con Liberale Conte, de quien tuvo cuatro hijos. Tuvo el presentimiento de la pronta muerte de su marido, a quien amaba profundamente, y así ocurrió, como la prematura muerte de uno de sus hijos. Vivió estos momentos en completo abandono en la Providencia. La familia de su esposo le hizo la vida imposible con sospechas, incomprensiones y calumnias, hasta llegar a separarla de sus tres hijos y alejarla de su hogar. A los 19 años, Cayetana regresó a casa de su madre. No obstante estas injusticias, Cayetana, supo perdonar y lograr la reconciliación con los familiares de su esposo.

Le pidió a Dios el camino a seguir y vio la vocación religiosa y hacer de Dios su único esposo. Ingresó en las Canosianas de Bassano, pero a los 5 meses de noviciado, donde era feliz, murió su madre, y tuvo que regresar a su casa para hacerse cargo de sus hermanos menores. Siguiendo la voluntad de Dios se entregó a los pobres, sobre todo a los huérfanos del hospicio de su ciudad, donde permaneció 36 años hasta su muerte, entregada en profunda caridad hacia los más pobres. A los 33 años hizo voto de estar “dispuesta a aceptar lo que Dios quiera disponer de ella”

Fundó las Hijas de la Divina Voluntad en 1865, entregándose a los pobres del hospicio, a la atención de los enfermos pobres a domicilio y a todas las obras de caridad, según las necesidades del momento. Murió en Vicenza en olor de santidad
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

San Siricio Papa (383-399). M. 399.
Martirologio Romano: En el cementerio de Priscila, en la vía Salaria Nueva de Roma, san Siricio, papa, a quien alaba san Ambrosio como verdadero maestro, ya que, consciente de su responsabilidad sobre todos los obispos, les dio a conocer los documentos de los Padres, confirmándolos con su autoridad apostólica
Natural de Roma. Fue lector y diácono bajo el pontificado de san Liberio, y permaneció como diácono con san Dámaso. Sucedió en el pontificado a san Dámaso, por aclamación del pueblo romano.

Contribuyó a la evangelización en época de invasiones vandálicas y al desarrollo de la autoridad papal: un ejemplo es su carta al arzobispo Imerio de Tarragona, que ha sido considerada como el primer decretal que es un instrumento bastante importante para reafirmar el primado de Roma e imponer el respeto hacia las leyes de la Iglesia. En el 386, convocó un sínodo en Roma, cuyas decisiones fueron comunicadas a la Iglesia de África con otros decretales. San Jerónimo escribió contra él, ya que este Papa, no le dio el apoyo que le había dado su predecesor. En cambio encumbró a san Ambrosio de Milán con el que mantuvo una intensa correspondencia. Después de una revisión de su vida, el papa Benedicto XIV, observó en 1748, que este Pontífice, había sido sobre todo un Papa moderado y moderador, en contra del carácter intempestuoso de san Jerónimo. Murió en Roma y está sepultado en el cementerio de Priscila.

  San Básolo (555-620).
Natural de Limoges; se hizo monje en Verzy (Reims) y después ermitaño en Champaña que ha dado nombre a la ciudad de Dombasle, vivió durante 40 años en una colina. Fue célebre como taumaturgo. Según la leyenda un jabalí perseguido por cazadores fue a refugiarse junto al ermitaño cuyos pies lamió. Murió en el monasterio de Verzy

San Conrado de Constanza. (c.900 - 975).
Martirologio Romano: En Constanza, de Suabia, en Germania, san Conrado, obispo, óptimo pastor de su grey, el cual hizo generosa providencia de sus bienes en favor de la Iglesia y de los pobres

Nació en una familia de hondas raíces güelfas. Recibió su formación en la escuela catedralicia de Constanza, fue introducido, aún bajo su predecesor Notingo, en los oficios vinculados con el cargo. Fue nombrado obispo de Constanza (934-975), en Suiza, por consejo de san Ulrico, obispo de Augsburgo, del que fue amigo toda su vida. La diócesis tuvo tiempo de experimentar la virtud de su pastor: su paciencia y su sabiduría, su templanza y su prudencia. Construyó iglesias y monasterios, como la iglesia abacial de San Mauricio siguiendo el modelo del Santo Sepulcro. Se deshizo de sus bienes y se los entregó a los pobres. Peregrinó tres veces a Tierra Santa. Era ya viejo cuando fue a Italia, junto con el emperador Otón I (962). En una época en la que la mayor parte de los prelados estaban envueltos en la política secular de su tiempo, él fue capaz de ocuparse solamente de los intereses eclesiásticos. Murió en Constanza y fue sepultado en la iglesia de San Mauricio. En el 1526 los luteranos arrojaron sus reliquias en el lago Constanza. Patrón de Constanza, de Friburgo.

Poncio de Faucigny. Beato. M. c. 1178.
Martirologio Romano: En el monasterio Sixt de Canónigos Regulares, en Saboya, beato Poncio de Faucigny, que fue primero abad en Abbondance y, renunciando al cargo, quiso morir como un sencillo religioso

Nació en Saboya, a los 20 años ingresó en los Canónigos Regulares de Premontré en Abondance; fundó y gobernó el monasterio de San Sixto; regresó a Abondance donde fue abad; renunció a su cargo para morir como simple religioso. Fue muy venerado por san Francisco de Sales.

Hugo Taylor, Marmaduco Bowes. Beatos. M. 1585.
York en el s. XVI

Martirologio Romano: En York, en Inglaterra, beatos mártires Hugo Taylor, presbítero, y Marmaduco Bowes, de los cuales, el primero, aún joven, por haber entrado en Inglaterra siendo sacerdote, y el segundo, en cambio, ya anciano, por haberle ayudado, fueron llevados al suplicio del patíbulo, en tiempo del reinado de Isabel I

Hugo Taylor era natural de Durham, pero no se tienen noticias de su familia y juventud. Luego de hacer los estudios en el colegio inglés, se había ordenado sacerdote en 1584 y había vuelto a Inglaterra, donde ejercía su ministerio cuando fue arrestado por orden de Lord Envers en 1585. Fue juzgado el 24 de noviembre de ese año. Se le aplicó el estatuto 27 de Isabel y fue condenado a muerte por traidor. Al día siguiente de su condena pudo decir misa y en ella se ofreció al Señor pidiéndole la gracia de morir un viernes como el Redentor.

Mamarduco Bowes era natural de Angram Grange, cerca de Appleton, en Cleveland; era un rico terrateniente, estaba casado y tenía varios hijos. Sus vecinos lo estimaban por sus buenas cualidades. Era católico de corazón, aunque para evitar las consecuencias tremendas de confiscación de sus bienes disimulaba su catolicismo y aparecía como protestante. Pero tenía para sus hijos un maestro católico y albergaba sacerdotes en su casa. El maestro apostató y denunció a Mamarduco. Arrestado y llevado ante el tribunal, confesó la fe, se arrepintió de haberla disimulado y ofreció su muerte como satisfacción por este disimulo. La beatificación tuvo lugar el 22 de noviembre de 1987 por el papa Juan Pablo II.
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