INDICE
Beatas ESPERANZA DE LA CRUZ (Teresa Subirá Sanjaume) y MARÍA REFUGIO DE SAN ÁNGELO
Beatos PRUDENCIO DE LA CRUZ (Prudencio Gueréquiz y Guezuraga) y SEGUNDO DE SANTA TERESA
Beata SIDONIA SCHELINGOVÁ
Beatas DANIELA DE SAN BERNABÉ (Vicenta Achurra Gogenola) y GABRIELA DE SAN JUAN DE LA CRUZ
San JUSTINO DE JACOBIS
Beato EVERARDO HANSE
Beato JUAN COLOMBINI
San GERMÁN DE AUXERRE
San IGNACIO DE LOYOLA
OTROS SANTOS DEL DÍA
SAN IGNACIO DE LOYOLA, Confesor
Haced todo a gloria de Dios.
(1 Cor. 10, 31)
(1 Cor. 10, 31)
n. 1491 en Loyola, España;
† 31 de julio de 1556 en Roma, Italia
Patrono de los jesuitas y de la Compañía de Jesús;
retiros espirituales; soldados.
La lectura de la vida de los santos inspiró a San Ignacio el amor a la santidad. Renunció a la gloria de las armas para alistarse bajo el estandarte de Cristo, y para trabajar por la gloria de Dios y la salvación de las almas. Se retiró a la gruta de Manresa, en la que llevó una vida muy austera. Fue allí donde compuso su admirable libro de los Ejercicios espirituales. Comenzó a estudiar la lengua latina a la edad de 33 años, y durante su permanencia en la Universidad de París, atrajo a varios compañeros con los que echó las bases de la Compañía de Jesús. Murió en el año 1556.
MEDITACIÓN SOBRE LA VIDA DE SAN IGNACIO
I. San Ignacio, en la soledad de Manresa, había trazado el plano del edificio espiritual que debía edificar durante toda su vida. Su libro de los Ejercicios espirituales es un resumen de lo que debe hacerse y de lo que él mismo hizo para llegar a la perfección. Comenzó por llorar sus pecados y expiarlos mediante ruda penitencia. Es el primer paso: lavar nuestros pecados con lágrimas. Así procedieron todos los santos; ¿los imitamos nosotros? Aunque no hubiésemos cometido sino un solo pecado mortal, sería suficiente para llorar hasta la muerte.
II. El segundo paso hacia la perfección, dice San Ignacio, es la imitación de Jesús que obra y sufre para la gloria de Dios y la salvación de los hombres. San Ignacio ha seguido paso a paso a este Modelo de los predestinados: después de su conversión llevó primero una vida escondida como Él; después se consagró por entero a la salvación del prójimo, sufriendo a causa de esto injurias, calumnias y prisión. ¿Cómo imitamos nosotros la vida oculta de Jesús, sus trabajos y sus sufrimientos? Sigamos la divisa de San Ignacio: Todo para la mayor gloria de Dios.
III. El tercer paso hacia la perfección, que tan alto elevó la santidad de San Ignacio, es la unión perfecta con Dios. Para llegar a ella, hay que desasirse del temor de todo lo que no sea Dios y darse enteramente a Él. Tenemos amor para las cosas de este mundo y no lo tenemos para Dios. ¡Todo amamos, todo buscamos, sólo Dios nada vale ante nuestros ojos! (Salviano).
El celo por la gloria de Dios.
Orad por las órdenes religiosas.
ORACIÓN
Oh Dios, que, para la mayor gloria de vuestro Nombre, habéis dado por el bienaventurado Ignacio un nuevo socorro a vuestra Iglesia militante, haced, que después de haber combatido en la tierra, siguiendo su ejemplo y bajo su protección, merezcamos ser coronados con él en el cielo.
Por J. C. N. S.
San IGNACIO DE LOYOLA. (1491-1556).
Martirologio Romano: Memoria de san Ignacio de Loyola, sacerdote, que, nacido en el Pais Vasco en España, vivió en la corte del rey y estuvo en el ejército, hasta que, gravemente herido, se convirtió a Dios; terminados los estudios teológicos en París, unió a sí a los primeros compañeros, que después constituyeron la Compañía de Jesús en Roma, donde desarrolló un fructífero ministerio, dedicándose a la redacción de obras y a la formación de los discípulos, a mayor gloria de Dios.
Iñigo López nació en Loyola, en el seno de una noble familia vasca. Fue designado al sacerdocio por ser el último hijo, incluso a los 14 años recibió la tonsura, pero él no mostraba ninguna inclinación al sacerdocio, y se hizo crecer el pelo. Tras una permanencia juvenil en el ambiente de la corte de Castilla y una juventud inquieta ("metido en cosas de mujeres, en galas, en revueltas y juegos de armas") en la que sufrió un grave proceso (en 1515) por violencia, siguió una formación militar en Arévalo (Ávila) y, como caballero del duque de Nájera, Virrey de Navarra, defendió el castillo de Pamplona, atacado por Francisco I (que quería separar Navarra de Castilla, 1521). En el asedio fue herido en la pierna por los franceses. Durante la convalecencia en Loyola, leyendo ocasionalmente la “Vida de Cristo” del Cartujano, y la “Leyenda Áurea” de Santiago de la Vorágine, porque en su casa no había libros de caballerías, dejó la carrera militar para convertirse en seguidor de Cristo. Para hacer los primeros entrenamientos de santidad marchó a Aránzazu.
La vida siguiente de Ignacio puede dividirse en siete etapas. La primera transcurrió en Cataluña, donde se detuvo para hacer una vela de armas ante la Virgen de Montserrat (1522); desde allí se dirigió a Manresa, donde en una cueva escribió las primeras notas del futuro libro de los “Ejercicios espirituales”. La segunda etapa fue de peregrinación a Jerusalén (1523), donde no fue acogido como huésped permanente de un convento franciscano, según habría deseado.
En la etapa sucesiva lo encontramos estudiando en España (1524-1527), primero en Barcelona, donde fue confundido, a causa de su hábito de penitente, con un "alumbrado" (secta de iluminados) y fue encarcelado; una vez liberado, pudo ir a Alcalá y luego a Salamanca, donde asimismo fue arrestado, aunque por poco tiempo (al confundirlo con un "espiritual"); por fin se trasladó a pie París. Aquí, en la cuarta etapa, permaneció desde 1528 a 1535 como estudiante y luego como maestro ("magíster artium"); reunió algunos compañeros (el beato Pedro Fabro, san Francisco Javier, Diego Laínez, Salmeron, Nicolás Bobadilla y Rodrigues), y con ellos, en Montmatre, en la capilla de los mártires, hizo profesión de los tres votos religiosos, con un voto común de ir a Tierra Santa o de ponerse a disposición del Papa para combatir la herejía protestante.
En la quinta etapa lo encontramos en su patria de Azpeitia (1535) para reponerse; en la sexta etapa fue a Venecia (1535-1537), pasando por Bolonia como mendigo. La séptima etapa fue Roma (1537-1556), y en el viaje, casi a las puertas de la ciudad (iglesia de la Storta), tuvo una visión (de la que proviene el nombre de la Compañía de Jesús). En Roma, Ignacio fue ordenado sacerdote (1538). Así, en 1540, en el baptisterio de San Pedro, la Compañía de Jesús recibió su bautismo con la bula papal, en espera de las constituciones definitivas, aprobadas en 1550.
Para sí no pidió nada, ni honores ni reconocimientos, ni reposo, ni recompensas. No pensaba más que a sus hijos religiosos, lejanos de él "Les amo tanto -decía- que quisiera saber el número de pulgas que los devoran". "Buscar la presencia de Cristo en todas las cosas" les decía. "¡Qué vil me parece la tierra cuando contemplo el Cielo!" exclamó. Un día al final de julio de 1556, se sintió mal: estaba aquejado de litiasis biliar y cirrosis hepática. Comprendió que la muerte era cercana. Siguió la disciplina de la vida en común, andando al refectorio. Rogó a su secretario de pedir al Papa la bendición en "articulo mortis". El secretario molesto, le dijo que iría al día siguiente. Aquella noche se lo encontraron agonizando, murió sin la bendición papal. "Ad maiorem Dei gloriam" fue el lema que eligió para su Compañía. Está enterrado en la iglesia de San Ignacio de Roma. Fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV, y Pío XI le proclamó patrono de los ejercicios espirituales y retiros. MEMORIA OBLIGATORIA.
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San GERMÁN DE AUXERRE. (c.380 - 448).
Martirologio Romano: En Ravena, en la vía Flaminia, tránsito de san Germán, obispo de Auxerre, defensor de la fe de los británicos contra la herejía pelagiana, que habiendo acudido a Ravena para obtener la paz de la región de la Armórica, fue recibido triunfalmente por los emperadores Valentiniano y Gala Placidia, y, estando allí, subió al reino celestial.
Nació en Auxerre, en el seno de una familia aristocrática; estudió Derecho civil en Roma. Gobernador de las provincias de Armórica y, más tarde de Auxerre, estaba casado, se convirtió al cristianismo, y a partir de entonces vivió con su esposa como si fuera su hermana. Buscó la pobreza distribuyendo sus bienes entre los pobres. Fundó un monasterio a las orillas del Yonne, donde se retiró.
Su obispo san Amador, tuvo una visión en la que veía que iba a morir y le sucedía Germán. Noticioso de este hecho, en un principio se negó por no considerarse digno, pero al final abrazó el estado religioso y fue consagrado obispo de Auxerre en 418, y renunció al matrimonio y sus bienes. Tuvo relaciones con la iglesia de Britania (429 y 447); en uno de estos viajes, en misión con san Lupo de Troyes, consiguieron la desaparición del pelagianismo, y al pasar por Nanterre, cerca de París, consagró a Dios a la pequeña santa Genoveva. San Patricio se formó junto a él, y lo acompañó en la evangelización de Inglaterra. Su figura se caracterizó por un riguroso ascetismo, quizá no ausente de la influencia del cenobio de Lerins, ya que tuvo amistad con san Hilario de Arles y san Lupo de Troyes. Fundó un monasterio en Auxerre.
En una segunda misión a Britania, junto a san Severo, futuro obispo de Tréveris, terminó con la herejía pelagiana en la isla. Ayudó a los britanos, parece que junto con san Hilario (444) en la obtención de su victoria sobre los sajones, llamada la "victoria del Aleluya", aunque esto pertenece a la leyenda. Hizo un viaje a Rávena donde conoció a santa Camila de Auxerre, quien le siguió, junto con sus cuatro hermanas, hasta Auxerre. Ejerció misiones diplomáticas en varios lugares de la Galia que finalizaron con éxito. Gozó de dones taumatúrgicos. Murió en Auxerre durante una misión que estaba llevando a cabo en favor de su pueblo. Le sucedió san Censurio. La emperatriz Gala Placidia hizo embalsamar su cuerpo que fue devuelto a la población de Auxerre por santa Magnancia.
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Beato JUAN COLOMBINI. (1304-1367).
Martirologio Romano: En Acquapendente, de la Toscana, tránsito del beato Juan Colombini, rico comerciante que, dejándolo todo, abrazó la pobreza. Con los que le siguieron fundó la Orden de los Jesuatos, a quienes quiso pobres de Cristo y desposados con la dama Pobreza.
Nació en Siena, en el seno de una acomodada familia de mercaderes. Él ejerció como mercader, y fue primer magistrado de la ciudad; estaba casado con Biaghia de Messer Giovanni di Niccoló con la que tuvo dos hijos. Se le describe como un hombre ambicioso, ávido y de mal carácter. Tenía 50 años, cuando un día, teniendo prisa para comer, tuvo que esperar que la comida se hiciera, entonces, la mujer le dejó un libro de santos para que lo leyera, pero él enfadado lo tiró, pero recapacitó y cogiéndolo de nuevo, lo leyó, y leyó la vida de santa Maria Egipciaca, esto le convirtió de tal manera que, en la ciudad de Siena, donde vivía, liquidó sus negocios (dejando gran parte de sus bienes a los pobres, primero se deshizo de los bienes ganados ilícitamente, y luego el resto lo distribuyó entre su familia, y entregó un gran patrimonio al hospital de la Scala de Siena y a la Compañía de María Virgen), y el resto a su familia, retirándose del mundo.
Junto con otro noble, Francisco Vicenti, fundó los "Pobres de Cristo" porque intentaban imitar a Jesús en su humildad y sufrimiento, se les conoceré como los Jesuati porque iniciaban y acaban sus sermones con “Viva Jesús, Alabado sea Jesús” y que hicieron penitencias públicas que pudieran parecer histriónicas, sobre todo en una comunidad de conversos, la mayoría noble, que quiso cambiar de vida. La presencia de mujeres en su primera fundación, y sus estrechas relaciones con las monjas de Santa Bonda, dieron ocasiones de envidias y críticas, que obligaron al exilio a Juan y a su grupo en 1363. Tuvo problemas con los franciscanos y con el clero secular que los confundían con los heréticos “fraticelli”. Era el momento del regreso del Papado de Aviñón, y después de ir a Roma y entrevistarse con el papa el beato Urbano V, y luego de duras investigaciones, fueron aprobados, pero sin regla. Durante este tiempo tuvo que sufrir el abandono de algunos de sus seguidores. Fundaron monasterios. Murió en Acquapendente cuando marchaba a Siena.
Está enterrado en el convento de Santa Bonda de Siena, y la ciudad le dio todos los honores que no recibió en vida.
El culto del beato fue aprobado en 1583, y en 1606 se aprobó el ingreso de sacerdotes en la congregación, pero por abusos, fue suprimida por completo en 1668 y los religiosos que permanecieron se unieron a la Orden de los Jerónimos. La rama femenina subsistió hasta fines del siglo XIX.
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Beato EVERARDO HANSE. (c.1545 - 1581).
Martirologio Romano: En la ciudad de Londres, en Inglaterra, beato Everardo Hanse, presbítero y mártir, que desde el día en que abrazó la fe católica fue siempre fiel a ella, la propagó entre sus conciudadanos y, siendo reina Isabel I, confirmó su fe con el martirio en Tybourn.
Natural de Northampton. Hijo de protestantes estudió en Cambridge y fue pastor anglicano. Su crisis espiritual se produjo a partir de 1579 cuando, analizando, a raíz de una grave enfermedad, sus convicciones religiosas, encontró falto de fundamento bíblico el anglicanismo. Pensando que se iba a morir, llamó a su hermano Guillermo, que era sacerdote católico, y le pidió que le recibiera en el catolicismo. Inmediatamente renunció a los beneficios anglicanos.
Cuando, fue ordenado sacerdote en Reims (1581). Volvió enseguida a Inglaterra, pero su lealtad al catolicismo le valió la prisión, pues acudió a la cárcel de Marshalsea a visitar a varios católicos detenidos. Fue detenido y encarcelado en Newgate en 1581. Se intentó en vano durante los interrogatorios confundirlo y hacerle decir lo que no decía, pero sorteó todas las insidias dejando en claro que no era rebelde a la reina en cuanto a asuntos temporales y que por cuestión de conciencia religiosa no aceptaba la supremacía religiosa. Pocos meses más tarde fue martirizado en Tyburn, Londres. Al morir se le oyó exclamar “¡Oh día feliz!”. El día antes de morir escribió a su hermano Guillermo una conmovedora carta, en la que terminaba recordando las palabras de Cristo en la cruz. Ahorcado estuvo muy poco tiempo pendiente de la cuerda, por lo que estaba vivo cuando empezaron a descuartizarlo. Su corazón, arrancado del pecho y echado a la hoguera, saltó de ella.
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San JUSTINO DE JACOBIS. (1800-1860).
Martirologio Romano: En el valle Alighede, en Etiopía, san Justino de Iacobis, obispo, de la Congregación de la Misión, manso y lleno de caridad, que se entregó al apostolado y a la formación del clero indígena, teniendo que sufrir pronto hambre, sed, tribulaciones y la cárcel.
Nació en San Fele (Potenza) y era hijo de una familia numerosa; fue célebre por su ferviente piedad; ingresó en la congregación de la Misión o de los padres paúles. Fue ordenado sacerdote en Brindisi en 1824. Lo destinaron a las misiones populares y en la epidemia de cólera de 1836 se distinguió por su caridad y asidua asistencia a los contagiados, sin miedo a las consecuencias.
En 1838 se ofreció para las misiones. Junto con el padre Montuori partió para Abisinia. Los orígenes de la misión abisinia están unidos al padre Sapeto, C.M., y a los dos seglares D’Abbadie, que se le unieron en El Cairo en 1837 para una misión científica y les acompañaron. Puestos los tres en contacto con los sacerdotes de San Gabriel, éstos manifestaron deseos de una unión con Roma, y al saber la Congregación de Propaganda Fide la puerta abierta a la Iglesia de Abisinia fue cuando la Congregación de Propaganda Fide eligió como prefecto apostólico para Abisinia a Justino de Jacobis. Tenía jurisdicción sobre Etiopía y países limítrofes.
En el 1838 marchó junto a otros compañeros al territorio de su misión; allí adoptó el estilo de vida del país y trabajó con gran celo a pesar de la persecución, la prisión y las torturas; fundó nuevas misiones, organizó el clero indígena convirtiendo a 200.000 personas entre ellos a san Ghebra Miguel, que después de un viaje juntos a Roma visitaron Tierra Santa, volviendo satisfechos y ungidos a Etiopía. En el 1849 fue obligado a aceptar el título de vicario apostólico y la ordenación episcopal. Fue consagrado obispo por el famoso misionero capuchino monseñor Massaia en 1849. Fue el gran apóstol de Abisinia y el verdadero fundador de esta misión. Trabajó en Tigré, Adua y Guala, fundó un seminario para el clero nativo.
El abuna u obispo abisinio de Salama se llenó de indignación por esta consagración episcopal y logró que se le encarcelase junto con algunos sacerdotes católicos. Se produjo entonces el martirio del beato Ghebra Miguel. Pero el propio Salama rogó al rey que se respetase la vida del abuna Jacob, seguro de la santidad de su vida. Puesto en libertad, trabajó hasta su muerte por la fe católica en el país y con los demás misioneros paules estableció sólidamente el catolicismo en el país. Tras 20 años de intenso trabajo murió en el valle de Alighedé, siendo enterrado en Hebó. El 26 de octubre de 1975 fue solemnemente canonizado por SS Pablo VI.
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Beatas DANIELA DE SAN BERNABÉ (Vicenta Achurra Gogenola) y GABRIELA DE SAN JUAN DE LA CRUZ (Francisca Pons Sardá). M. 1936.
Daniela nació en 1890 en Berriatúa (Vizcaya). A los 20 años optó por la vida religiosa en las Carmelitas Misioneras, ingresó en el noviciado de Gracia-Barcelona en 1915. Inició la vida religiosa el mismo año. Emitió su profesión en 1916 y los votos perpetuos en 1921.
A la Hna. Daniela sus compañeras la recuerdan así: “era entregada, sencilla, humilde, con gran espíritu de sacrificio”, jovial, alegre, bondadosa, gran trabajadora, buena compañera, piadosa (Sus devociones preferidas eran el Sagrado Corazón y la Virgen del Carmen).
En su agenda de servicios y apostolados figuran: Las Corts (Frenopático), el Seminario de la Diócesis de Barcelona, el Asilo de Badalona, la asistencia a los invidentes en el Amparo de Santa Lucia (Barcelona) y finalmente la Casa Madre de Barcelona donde residió sus últimos años y desde la que ejercía su asistencia de enfermos a domicilio.
La Hna. Daniela, tenía su pequeño campo de trabajo en Pedralbes, la asistencia de una enferma grave. De Gracia a Pedralbes y de Pedralbes a Gracia viajaba, junto con Hna. Gabriela, en tranvía. Ahí camino del deber, la sorprendió el martirio. Fue detenida, junto con Hna. Gabriela por el "Comité Rojo" y con ella asesinada, acribillada por las balas, en La Rabassada (Barcelona).
Gabriela nació en 1890 en Espluga de Francolí (Tarragona). Joven de 26 años ingresó en el noviciado de las Carmelitas Misioneras de Gracia-Barcelona en 1907. Inició la vida religiosa en el mismo año, donde profesó al año siguiente, y emitió los votos perpetuos en 1913.
Gabriela era alegre, muy libre y muy determinada, fraterna y caritativa. En tiempos duros y de crispación antirreligiosa (la semana trágica de Barcelona 1909, la segunda república, el clima incendiario y de persecución religiosa, 1936), la familia le invitaba al regreso temporal a casa. El refugiarse en el hogar para ponerse a salvo, tuvo siempre la misma respuesta: “Que estaba dispuesta a dar la vida y a morir con las Hermanas... . Que si Dios la tenía destinada al martirio, Él le daría la gracia necesaria”.
Durante sus 28 años de vida religiosa pasó por varias actividades, labores artístico-litúrgicas y apostolados. Hizo el recorrido de varias casas: Hospital de Tárrega, Asilo de Invidentes de Santa Lucía (Barcelona), Santa Coloma de Queralt, Seminario Diocesano (Barcelona), Las Corts (Frenopático). Estuvo unos años en Villa Mercedes, Argentina, y finalmente, en 1936 en la Casa Madre de Gracia-Barcelona, destinada al apostolado de la enfermería a domicilio, junto con Hna. Daniela.
Las dos Hermanas asistían a una enferma grave en Pedralbes. De Gracia a Pedralbes y de Pedralbes a Gracia viajaban en los tranvías azules. Travesía arriesgada, esos últimos días. En esto estaba cuando, junto con Hna Daniela, fue denunciada como religiosa, por un empleado de los tranvías, detenida por el "Comité Rojo", y asesinada con ella, acribillada por las balas, en La Rabassada (Barcelona).
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Beatas ESPERANZA DE LA CRUZ (Teresa Subirá Sanjaume) y MARÍA REFUGIO DE SAN ÁNGELO (María Roqueta Serra). M. 1936.
Esperanza nació en Ventolà (Gerona), diócesis de la Seo de Urgell en 1875. Fue bautizada con el nombre de Teresa Subirá Sanjaume, y así se llamará hasta hacerse Carmelita Misionera.
Joven todavía, Esperanza se enrola en el servicio del Hospital de Bagur, regido entonces por las Carmelitas Misioneras. A sus veinte años ingresa en el noviciado de las Carmelitas Misioneras de Gracia-Barcelona, en 1895, iniciando la vida religiosa el mismo año. Emite la profesión al año siguiente, y los votos perpetuos en 1902, a los 27 años.
Trabajó primero con los enfermos desde las comunidades de Tárrega y de Alayor (Menorca) Mas tarde es destinada al campo de la enseñanza, primero en el Colegio de Sans (Barcelona), luego en el de Vilarrodona (Tarragona). Afronta las dificultades de la docencia en tiempos recios, en torno a los años 1930. Como Superiora de la comunidad aprende a equilibrar las pesas en la vida comunitaria: bondad a fondo perdido, comprensión, amor fraterno, servicio.
A medida que el horizonte político se crispa en Vilarrodona y en toda España, se dispone al martirio. En 1936 siendo Superiora en la Casa-Colegio de Vilarrodona fue detenida, junto con Hna. Refugio por el "Comité Rojo", sufrió vejaciones y fue asesinada, acribillada a tiros, al lado de la carretera en La Rabassada (Barcelona).
María Refugio nació en Gabarra (Lérida), diócesis de la Seu de Urgell en 1878. Ingresó en el noviciado de las Carmelitas Misioneras de Gracia-Barcelona en 1897. Inició la vida religiosa el mismo año. Joven de 20 años hacía su profesión religiosa en 1898 emitiendo los votos perpetuos en 1904.
A partir de ese momento, Hna. María Refugio cubre una serie de servicios comunitarios, destinada en Barcelona y Vilarrodona (Tarragona). Pero más que su itinerario de casas y puestos de trabajo, interesa su estilo de hacer, su manera de ser: “el aire de su vuelo”. Podría definírsela, como otras santas carmelitas,una joya de transparencia y sencillez. Así la recuerdan sus compañeras de vida religiosa: orante, sencilla, comunitaria. “Temerosa y acobardada ante el peligro de martirio, pero dispuesta a lo que Dios quisiera”. Los últimos episodios, ocurridos en la iglesia de Vilarrodona, en clima martirial, la prepararon para el gran día.
Hna. Maria Refugio, Vicaria de la comunidad del colegio de Vilarrodona, al lado de Hna. Esperanza, la Superiora, fue detenida, junto con ella por el "Comité Rojo". Sufrió vejaciones y fue asesinada, acribillada a tiros, al lado de la carretera en La Rabassada (Barcelona).
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Beatos PRUDENCIO DE LA CRUZ (Prudencio Gueréquiz y Guezuraga) y SEGUNDO DE SANTA TERESA(Segundo García y Cabezas). M. 1936.
Prudencio Gueréquiz Guezuraga (1883-1936) nació en Rigoitia (Vizcaya). Sintiendo la vocación trinitaria, fue aceptado en la comunidad de Algorta; allí realizó su noviciado, iniciado en 1898, emitiendo su profesión simple en 1899, y la solemne en La Rambla (Córdoba) en 1903. Enfermó siendo joven, y la enfermedad fue su compañera constante de por vida, sobrellevándola con alegría y aceptación de la voluntad divina; esta enfermedad (cuyo diagnóstico desconocemos) se manifestaba en forma de frecuentes y abundantes hemoptisis (hemorragia de origen pulmonar), que lo dejaban muy debilitado. Recibió la ordenación sacerdotal en Córdoba, en 1905.
En el convento de La Rambla se dedicó a la enseñanza de los niños. Durante tres años fue conventual de Madrid. Después fue enviado a Córdoba, como profesor de teología de los jóvenes coristas trinitarios, de donde pasó al Santuario de la Cabeza, su definitiva conventualidad.
Se señaló por su devoción a Jesús Sacramentado, pasando largas horas de oración ante el sagrario, incluso de noche, hasta tal punto que, cuando alguien le buscaba, era cosa corriente que los frailes respondieran: «Estará en el coro». Y es que pasaba la mayor parte del tiempo en la iglesia, en el coro, en el confesonario.
El 26 de julio de 1936, los milicianos conminaron a los religiosos a abandonar el Santuario hasta que se acabara la Guerra. El superior replicó: «No podemos abandonarlo si antes no se hace un inventario de todo lo que posee el Santuario, ya que es propiedad del Obispado». Se oyó oír por respuesta: «Esto ya no es del Obispado, esto es nuestro; y ahora mismo se cierra el Santuario y se depositan las llaves en el Ayuntamiento».
Sin embargo, el abandono del Santuario no tuvo lugar hasta el 28 de julio. Ese día se presentaron tres camiones cargados de escopeteros, que rodearon el Santuario, mandando llamar al superior. El jefe le preguntó: «¿Qué han pensado ustedes? ¿Están dispuestos a abandonar el Santuario y bajar a Andújar?». «Si ustedes se empeñan y nos obligan, lo dejamos». Al oír estas palabras, el jefe hizo una señal, y los escopeteros dejaron de apuntarle; según supo después, había dado orden de disparar si se negaba.
Antes de salir del Santuario, los frailes consumieron las especies eucarísticas, y pidieron permiso para despedirse de Jesús y de la Virgen de la Cabeza. Se rezó la estación y se cantó la Salve Regina... ¡sorprendente escena! Los mismos milicianos respondían, a coro, a los rezos y cantos de los religiosos.
Viniendo al martirio, quedan ya explicadas las circunstancias de la disolución de la comunidad trinitaria del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Los milicianos, al disponerse a acompañar a los frailes hacia Andújar, les dijeron que se quitaran los hábitos y fueran vestidos de seglares. El único que se negó fue el Padre Prudencio, y de hecho bajó a Andújar con su hábito trinitario. Uno de los milicianos le insistió, diciéndole: «Póngase el traje de paisano, pues si lo ven así en el pueblo verá lo que le va a pasar». Él le contestó con tranquilidad: «No importa, si por eso nos matan, estamos muy conformes de morir como religiosos». Iba silencioso, rezando por lo bajo en el camión.
El P. Prudencio fue acogido, junto con el beato P. Segundo de Santa Teresa, en casa de un abogado de Andújar. No dejaba de rezar el rosario y el breviario. El 31 de julio un piquete de milicianos se presentó en la casa donde estaban alojados, procediendo a la detención, «con pretexto de que iban a prestar declaración». Eran las 11,30 de la mañana. Al pasar por la calle del Hoyo, a la altura de la fábrica de gaseosas, los milicianos gritaron al vecindario que se metieran en sus casas y cerraran puertas y ventanas. Sin mediar más palabras ni contemplaciones, a una orden del jefe los milicianos hicieron una descarga con las escopetas, disparando por la espalda a los dos religiosos y otros tres detenidos. «Cayeron muertos instantáneamente», afirma un testigo presencial, «permanecieron varias horas los cadáveres en el suelo, su sangre quedó en la calle mucho tiempo. Obligado, trasladé los cadáveres al Hospital Municipal, en un camión». Al cadáver del P. Prudencio le fueron encontrados un rosario y un breviario que llevaba en la mano en el momento del martirio.
Del Hospital Municipal, donde se simuló una práctica de autopsia, los cadáveres de ambos religiosos fueron colocados en una caja ordinaria y sin pintar, y fueron enterrados en una fosa común del cementerio municipal de Andújar. Diez años después de la muerte los restos mortales del los padres Prudencio y Segundo fueron sacados con los demás de la fosa, perdiéndose definitivamente sus trazas.
Segundo García Cabezas (1891-1936). Nació en Los Barrios de Nistoso (diócesis de Astorga y provincia de León). A temprana edad sintió la vocación religiosa, prefiriendo la Orden Trinitaria. Ingresó en el convento de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde vistió el hábito en 1906; la profesión simple la realizó en el mismo convento en 1907. Siendo notable por su inteligencia y aplicación en los estudios, los superiores lo enviaron al convento de San Carlino de las Cuatro Fuentes, en Roma. Cursó brillantemente la Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana entre 1907-1910, alcanzando el doctorado con la máxima calificación. Durante tres años estudió Teología en la misma Universidad, no pudiendo acabar por haber enfermado. En 1910 hizo su profesión solemne en San Carlino. Como queda dicho, una enfermedad hizo que tuviera que interrumpir sus estudios teológicos, cuando ya estaban en la recta final. Vuelto a España, recibió la ordenación sacerdotal en Madrid, en 1914.
Fue destinado a la fundación de Dalmacio-Vélez (Córdoba), primera casa de los trinitarios en Argentina, para ser profesor de primeras letras en la escuela de niños. El P. Segundo quedó como director de la escuela hasta 1919. En Argentina se prodigó con celo apostólico, no sólo en la enseñanza, sino también en la parroquia de Dalmacio- Vélez y en muchas poblaciones de la Pampa. En 1919 volvió a España, siendo nombrado profesor de Teología del convento de La Rambla (Córdoba), donde permaneció hasta 1922. Entre 1922 y 1923 fue vicario de la incipiente comunidad de Barcelona, dedicándose a la enseñanza en un colegio de primaria que abrieron los religiosos. Entre 1923 y 1928 fue profesor en el aspirantado de Algorta (Vizcaya). Profesor de filosofía en Villanueva del Arzobispo, entre 1928 y 1931, se destacó por su ferviente devoción hacia la Virgen de la Fuensanta, empujando con entusiasmo el proyecto de su coronación canónica, que no llegó a ejecutarse; tuvo en mente escribir y publicar una historia del Santuario, que finalmente no pudo llevar a cabo. En 1931 fue nombrado profesor de Filosofía para el Santuario de la Virgen de la Cabeza, donde quedó definitivamente como conventual.
El P. Segundo fue articulista asiduo de la revista «El Santo Trisagio». Sus colaboraciones rezuman profunda cultura filosófica y teológica, buen conocimiento de las circunstancias sociales. Se advierte en estos artículos una especial sensibilidad hacia los sufrimientos de los pobres. Fue buen músico, y se dedicó con maestría a la interpretación musical en el órgano del Real Santuario de la Cabeza. Fue, ante todo, un hombre sencillo, servicial como pocos. Fue buen predicador, y sus homilías marianas. A propósito de oratoria, tradujo del italiano al español un libro sobre el arte de la predicación para uso de los estudiantes trinitarios. Fue así mismo muy caritativo.
Cuando los frailes fueron expulsados del Santuario, en las circunstancias que quedan descritas, al decir los milicianos que la República no admitía religiosos, el P. Segundo contestó: «¿Qué va a ser de esta sociedad, de un régimen que no admite religiosos? ¿No sabéis que los religiosos han sido los más grandes bienechores de la humanidad en todos sus ramos y los más amigos de los pobres y trabajadores?». En el domicilio particular en que fueron acogidos los padres beato Prudencio de la Cruz y Segundo, éstos no dejaron de rezar y prepararse a la muerte, que veían segura. A un conocido suyo, el P. Segundo le entregó una máquina fotográfica de su uso «para que, si le mataban, la conservase y entregase al convento». Cuando el día 31 de julio fue sacado del domicilio particular en que se encontraba alojado con el P. Prudencio, saludó con amabilidad a los milicianos, diciéndoles que estaba a su disposición; fumador empedernido, repartió un cigarrillo a cada uno de aquellos mismos que lo asesinarían breves instantes después. Cuando reconocieron su cadáver, además de dos cajetillas de tabaco, con la petaca y unas gafas, llevaba «un libro de piedad y un rosario».
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Beata SIDONIA SCHELINGOVÁ. (1916-1955).Martirologio Romano: En la ciudad de Trnava, en Eslovaquia, beata Sidonia (Cecilia) Schelingová, virgen de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz y mártir, que en tiempos difíciles para la Iglesia de su país, con motivo de proteger a un sacerdote, sufrió mucho de cuerpo y alma, y, contraida una enfermedad, se mostró testigo alegre y constante de Cristo.
Nació en Krivá, en Orava (Eslovaquia), en el seno de una familia de campesinos. En 1929 comenzó una colaboración con las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz, en la que ingresó como religiosa, para entregarse más y mejor a Dios y al prójimo. En Podujajské Biskupice realizó estudios de enfermería y luego un curso de especialización en radiología. En 1937 emitió su profesión perpetua, escogiendo el nombre de Zdenka (Cecilia).
Se destacó por su entrega y amabilidad a los demás. La amistad espiritual con Cristo marcó su vida religiosa y su trabajo de enfermera. Trabajó como enfermera en Humenné. En 1942, invitada por la dirección del hospital del Estado, fue a trabajar a Bratislava, en la sección de radiología, como ayudante de laboratorio. Se dedicó a los enfermos siempre con una sonrisa y profesionalidad. Para sus compañeros de trabajo era “modelo de religiosa y de enfermera profesional”.
En 1948, el partido comunista tomó el poder e inició la persecución contra la Iglesia católica, las comunidades religiosas fueron disueltas y sus miembros condenados a trabajos forzados. En 1952 ayudó a huir a un sacerdote detenido que se encontraba en el hospital para ser curado después de una sesión de torturas. Zdenka ofreció su vida por la suya: “Jesús, te ofrezco mi vida por la tuya. ¡Sálvalo!”. Fue detenida en 1952. Sufrió crueles interrogatorios, con grandes humillaciones y torturas, y fue condenada a 12 años de cárcel por alta traición y diez años de pérdida de los derechos civiles.
En 1952 fue trasladada a la cárcel de Rimavská Sobota y luego, un año después, como castigo por no colaborar con los guardias, a la cárcel de Pardubice, mucho más dura. Su vía crucis prosiguió por varias prisiones y hospitales de cárceles, pues a causa de las torturas se le produjo un tumor maligno en el pecho y se agudizó la tuberculosis. Hasta los últimos momentos de su vida terrena soportó los sufrimientos con paciencia heroica, dispuesta a morir por su fe y el bien de la Iglesia, y sin ningún rencor hacía los que le habían causado tanto sufrimiento. Mientras era golpeada casi hasta la muerte, susurró: “El perdón es lo más grande de la vida”. En 1955, las autoridades comunistas previendo su próxima muerte le concedieron la amnistía y fue puesta en libertad, pocas semanas antes de su muerte, por sus sufrimientos se la considera mártir. Murió en Trnava. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II en Eslovaquia, el 14 de septiembre de 2003.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
Calimero de Milán. M. c. 190. Martirologio Romano: En Milán, en la región Transpadana, san Calimero, obispo.
Era griego de origen, y había sido discípulo, en Roma, del papa san Telesforo (también griego). Este Papa lo agregó al clero de milanés, y después de algunos años fue consagrado obispo.
Durante medio siglo, fue un infatigable evangelizador, multiplicando las conversiones en la Val Padana. Durante la persecución de Marco Aurelio, debió soportar prisión, tortura y exilio. No murió, y terminada esta persecución volvió a asumir sus funciones de pastor. Era muy anciano, cuando una nueva persecución, la de Cónmodo, fue arrestado, torturado y decapitado.
Santos Demócrito, Segundo y Dionisio. s. III-IV. Martirologio Romano: En Sinnada en Frigia, en la actual Turquía, santos Demócrito, Segundo y Dionisio, mártires.
Fueron martirizados, según algunos, en Frigia, según otros en África; en realidad no se sabe nada concreto.
San Fabio "El portaestandarte". M. 298.
Martirologio Romano: En Cesarea de Mauritania, san Fabio, mártir, que, por haberse negado a llevar la bandera presidencial en una junta de la provincia, fue encarcelado y, como permaneciese fiel en la confesión de Cristo, condenado a muerte por el juez.
Fue un joven oficial del ejército, con residencia en Cesarea de Mauritania (Cherchell, Argelia), encargado de llevar las insignias del gobernador. Cuanto más arreciaba la persecución se hizo cristiano. Y por dar testimonio de su conciencia (al no querer enarbolar el estandarte que portaba la imagen del emperador divinizada), fue encarcelado y sometido a interrogatorios, Fabio no desistió a sus propósitos, por lo que fue decapitado en Cesarea de Mauritania, durante la persecución de Diocleciano y Maximino, no por ser cristiano, sino por la insubordinación a causa de su fe cristiana, su cuerpo fue arrojado al mar y milagrosamente recuperados.
San Tertulino. s. IV.
Martirologio Romano: En Roma, en la vía Latina, san Tertulino, mártir.
Santa Elena de Skövde. M. 1160. Martirologio Romano: En Skövde, en Suecia, santa Elena, viuda, a quien se considera mártir por haber sido injustamente asesinada.
Su vida es atribuida a san Brynolfo Algotsson, santo obispo de Skara, en Suecia. Nació en Skövde, Suecia, en el seno de una noble familia, era hija de Jarl Guthorm. Cuando su esposo murió permaneció viuda, dedicándose a la caridad y a la piedad; las puertas de su casa estaban siempre abiertas para los necesitados, y la iglesia de Skövde fue casi enteramente construida a sus expensas.
Una hija suya se casó con un hombre que la maltrataba, y tanto molestó a los servidores de la casa que acabaron matándolo. Sus familiares, deseando vengar su muerte, examinaron a los sirvientes. Estos admitieron el crimen, pero afirmaron falsamente que habían actuado por instigación de Elena.
Se creó una situación tan tensa que Elena decidió peregrinar a Tierra Santa, para ver si con su ausencia se calmaban los ánimos. Pero a su regreso fue bárbaramente asesinada por los familiares de su yerno en Gothene. Su cuerpo fue llevado a Skövde para ser enterrado, y muchas curaciones maravillosas sucedieron por su intercesión.
Catalina de Lovaina. Beata. s. XIII.
Nació en el seno de una familia judía de Lovaina; se llamaba Raquel. El capellán del duque de Bravante la visitaba e menudo y la pequeña le escuchaba con atención, cuando defendía la fe cristiana ante los ataques de su padre; a los 12 años dejó a escondidas se casa y recibió el bautismo; ingresó en el convento cisterciense de Parc-aux-Dames (Lovaina) donde vivió hasta su muerte. Al profesar tomó el nombre de Catalina.
Su padre intentó poniendo todos los medios restituirla al hogar familiar, y parece que lo consiguió gracias al dinero y al apoyo de personas notables, entre ellas el obispo de Lieja, mientras encontró una fuerte oposición de otros, como el abad de Viviers. Nació entonces una áspera y larga disputa, en la que participó el arzobispo de Colonia, san Engelberto; hasta que prevaleció la justicia y Catalina pudo pasar en paz el resto de su vida, durante la cual tuvo éxtasis, visiones y tuvo dones taumatúrgicos.
Nicolás Nagawara Keyan Fukunaga. Beato. M. 1633. Martirologio Romano: En la colina Nishizaka, Nagasaki, beato Nicolás Nagawara Keyan Fukunaga, hermano jesuita, mártir.
De familia de samurais japoneses, hermano jesuita, se dedicaba a la predicación y catequesis. Son numerosos los detalles de su vida que se encuentran en los documentos de la época. Es el primer misionero que murió en el tormento llamado de la fosa: colgado, con la cabeza metida en un hoyo, durante varios días. Murió durante el tormento (28-31 de julio de 1633) en la colina de Nishizaka predicando e invocando a la Virgen; tal vez, según testigos, experimentando una aparición o locución de María. Tenía 63 años.
Juan Francisco Jarrige de La Morelie de Breuil. Beato. (1752-1794). Martirologio Romano: En el mar ante Rochefort, en Francia, beato Juan Francisco Jarriges de la Morelie du Breuil, presbítero y mártir, que durante la Revolución Francesa, cuando la persecución contra la Iglesia se hacía sentir más intensa, fue encerrado en una vieja nave destinada al trasporte de esclavos, en la que murió tísico.
Nace en Saint-Yrieux en el seno de una familia muy religiosa. Estudia en Angers y Poitiers y en octubre de 1776 entra en el seminario de Limoges para prepararse al sacerdocio, que recibe al poco tiempo. Consigue una canonjía en el cabildo de su pueblo natal, del que era decano su tío. Con los demás canónigos, en 1790 protestó cuando los cabildos eclesiásticos fueron suprimidos. Se negó a prestar el juramento a la Constitución Civil del Clero pero a causa de su mala salud no emigra. Para evitar la deportación, presta el juramento de Libertad-Igualdad, pero se retracta al poco, lo que le vale el arresto y la ida a Limoges, donde es detenido en La Regle.
Es condenado a la deportación como sacerdote refractario y parte para Rochefort el 29 de marzo de 1794. Embarcado en “Les Deux Associés”, muere el 31 de julio de 1794 a causa de las miserias padecidas, y es enterrado en la isla de Aix. Murió tuberculoso, luego de cuatro meses de languidecer en el barco-hospital entre muertos y moribundos. Soportó con gran paciencia y entereza de alma su enfermedad y dolores, muy arrepentido de haber prestado el citado juramento, pero confiando en la misericordia de Dios. Fue beatificado por san Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995.
Santos Pedro Doan Công Quy y Emanuel Le Van Phung. M. 1759.Martirologio Romano: En la localidad de Cay Mét cercana a Saigón en Conchinchina, hoy Vietnam, santos Pedro Doan Công Quy, sacerdote, y Emanuel Le Van Phung, mártires, que, después de unos siete meses de cárcel, fueron decapitados por Cristo bajo el emperador Tu Duc.
Pedro nació en Bung (Vietnam).
Fue ordenado sacerdote diocesano durante la persecución que siguió a la expedición hispano-francesa a la Conchinchina.
Estaba prohibido ser cristiano en Tonkin y mucho más estaba prohibido ser sacerdote o catequista. Contra éstos últimos se dirigió la feroz persecución del rey Tu-Duc, una vez hubo acabado con los misioneros extranjeros, cuya nueva remesa terminaría también hasta que el acuerdo con Francia en 1862 pusiera fin a esta cruel situación contra la libertad religiosa.
Este sacerdote, apresado y conducido ante los jueces, dio su testimonio, y por esta razón fue decapitado en Chaudoc o Cay Mec, junto con Emanuel Le Van Phung. (Ver) 13 de Julio.
Dionisio Vicente Ramos y Francisco Remón Játiva. Beatos. M. 1936. Martirologio Romano: En la ciudad de Granollers cercana a Barcelona en España, beatos mártires Dionisio Vicente Ramos, sacerdote, y Francisco Remón Játiva, religioso, de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, que durante la persecución contra la fe siguieron con su martirio las huellas de Cristo.
Dionisio había nacido en Caudé (Teruel). Ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales en Montalto Marche (Italia) en 1886. Hizo los estudios de Filosofía en Bagnoregio y la Teología en el colegio de San Nicolás de Tolentino en Roma, ordenado sacerdote en 1894. Ejerció el apostolado y la docencia en la Provincia Romana. Penitenciario en Loreto de 1905 a 1912. En España, guardián de Granollers y rector del seminario. En 1930-1932, profesor y maestro de novicios en Brescia. Fusilado en Granollers con fray Francisco Remón Játiva.
Francisco nació en Caudé (Teruel). Ingresó a la Orden de los franciscanos conventuales en 1906, hizo el noviciado en Asís, y allí mismo la profesión solemne, como hermano no sacerdote; de 1914 a 1935 fue sacristán en la Basílica de Asís, apreciado artista del Pesebre de Navidad.
Santiago Buch Canals. Beato. (1889-1936). Martirologio Romano: En Valencia, en España, beato Santiago Buch Canals, religioso de la Sociedad Salesiana y mártir, que murió durante la persecución, confesando a Cristo.
Nació en Bescanó, provincia de Gerona. Al cumplir los 14 años se colocó en la Granja Escuela de San Isidro, de Gerona-Pont Major. En 1909 entró en la congregación salesiana. Hecho el noviciado y la profesión religiosa, en 1914 se le envió a Alicante como parte del grupo fundacional del colegio de esta ciudad. Aquí estuvo hasta que, proclamada la República en abril de 1931, al mes siguiente la casa salesiana era entregada al fuego por los enemigos de la Iglesia.
En 1934 fue enviado a Valencia y aquí estaba cuando se declaró la guerra el 18 de julio de 1936. Fue encarcelado junto con los demás religiosos y puesto en libertad el día 29 de aquel mes. No halló una familia que lo acogiera, y por fin se reunió con otro compañero en la clínica de un exalumno. A la mañana siguiente salió a buscar comida, llevando la documentación del compañero, en la que figuraba la condición de sacerdote. Sólo se sabe que su cadáver fue llevado al cementerio de Valencia con la identidad del compañero. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en el acto de beatificación de los 233 mártires de la persecución religiosa de Valencia de los años 1936-1939.
Miguel Ozieblowski. Beato. (1900-1942). Martirologio Romano: Cerca de Munich, ciudad de Baviera, en Alemania, en el campo de concentración de Dachau, beato Miguel Ozieblowski, presbítero y mártir, el cual, ocupada Polonia, su patria, por un régimen político contrario a la religión, fue expatriado y encarcelado por su fe, y en prisión, donde fue torturado, alcanzó el martirio.
Nació en Izdebno, Polonia, en el seno de una familia obrera. Ingresó en el seminario, pero la tuberculosis estuvo a punto de impedirle continuar. Tras varios años de cuidados médicos pudo volver al seminario y fue ordenado sacerdote en Varsovia en 1938. Fue enviado como coadjutor a la parroquia de San Lorenzo de Kutno con el también mártir beato Miguel Wozniak, ambos pudieron trabajar juntos, incluso cuando la ocupación alemana.
Fueron detenidos en 1941. Muy poco tiempo estuvo en el campo de concentración de Lad, pues en seguida fue llevado al de Dachau, donde su salud delicada no soportó el hambre, el trabajo y los malos tratos, muriendo de agotamiento nueve meses más tarde.
Era un sacerdote humilde, que se dedicó a su ministerio sacerdotal con gran entusiasmo a pesar de las dificultades. Hombre de oración, muy devoto de María. Fue beatificado por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.
Francisco Stryjas. Beato. (1882-1944). Martirologio Romano: En Kalisz, en Polonia, beato Francisco Stryjas, mártir, que durante la persecución, pasando por terribles tormentos, voló triunfador al encuentro del Señor.
Nació en Popowo (Iwanowice), Polonia, en el seno de una familia de arrendatarios campesinos. Durante su niñez y parte de su juventud trabajó con su padre. Se casó con Josefa Kobylka, con la que tuvo siete hijos, pero pronto se quedó viudo cuando sus hijos eran todavía muy pequeños. La necesidad de que alguien les atendiera le hizo casarse de nuevo con Josefa Leiman, ya viuda, y con la que no tuvo hijos. Buscando mejorar su situación económica se trasladó a vivir a Chelmce y luego a Takomysle.
Cuando la ocupación nazi de su país, vio la necesidad de dar catequesis a los niños, ya que las parroquias habían sido cerradas y la mayoría de los sacerdotes arrestados. A pesar del peligro, organizó en su casa, y luego posteriormente, en varios centros de catequesis para los niños en distintos pueblos; así trabajó durante tres años en los que preparó a 300 niños para la primera comunión. Era amable, servicial y de una religiosidad íntegra y sincera.
En 1944 fue detenido por la policia alemana y fue sometido a tales torturas que murió en la prisión de Kalisz, Polonia, diez días más tarde al de su detencion. Está enterrado en la parroquia de Godziesze. Fue beatificado por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999.
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