Fiesta: 23 de julio
Brígida nació en Suecia, aproximadamente en el año 1300.
Proveniente de la familia de la realeza, nunca se sintió identificada con el
estilo de vida presuntuoso de los ricos y poderosos, por ello toda su vida
intentó inculcar buenos valores en quienes le rodeaban.
Antes de cumplir catorce años, contrajo matrimonio con Ulf
Gudmarsson, tuvieron cuatro hijos y cuatro hijas, una de las cuales es venerada
con el nombre de santa Catalina de Suecia, y que fue su fiel colaboradora hasta
el final. Durante algunos años, Brígida llevó la vida de la época, como una
señora feudal. Tras la milagrosa curación de una grave enfermedad de su esposo,
ambos prometieron consagrarse a Dios en la vida religiosa. Santa Brígida se
quedó en Alvastra cuatro años apartada del mundo y dedicada a la penitencia.
Desde entonces, abandonó los vestidos lujosos para vestir una burda túnica
ceñida con una cuerda anudada. Luego fundó un monasterio en Vadstena y reformó
otro en Bolonia.
Lo que hizo famosa a santa Brígida fueron las visiones y revelaciones que tenía
constantemente desde mucho antes de ser religiosa. Las profecías y revelaciones
de Brígida se referían a las cuestiones más candentes de su época, y por ellas
tuvo que viajar por diferentes lugares e intervenir entre los poderosos por los
asuntos más complicados de la política, la Iglesia y la sociedad.