Santoral del 13 de Marzo



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Beata DULCE LOPES PONTES DE SOUZA BRITO
Santa EUFRASIA DE NICOMEDIA
San PIENTIO DE POITIERS
San ELDRADO DE NOVALESA
Santos RODRIGO DE CÓRDOBA y SALOMÓN
Beato PEDRO II DE CAVA
Beato AGNELO DE PISA
OTROS SANTOS DEL DIA
Santos: Ansovino, obispo; Cristina, vírgen; Macedonio, Patricia, Modesta, Teuseta, Horres, Teodora, Ninfodora, Marco, Arabia, Sabino, Máximo, Marcial, Silvano, Basilio, Felicidad, Lorenza, mártires.



SANTA EUFRASIA, Virgen
Cuando ayunéis no os pongáis caritristes como los
hipócritas, que desfiguran sus rostros
para mostrar a los hombres que ayunan.
En verdad os digo que
ya recibieron su galardón.
(Mateo, 6, 16).


Esta santa despreció un brillante casamiento que el emperador le ofrecía, para consagrarse a Jesús en el claustro. Comía sólo una vez al día, y con frecuencia permanecía toda una semana sin tomar ningún alimento. Pidió a Dios que con un año de anticipación le hiciese conocer el día de su muerte; pero Dios, que la veía presta en todo tiempo, le advirtió sólo quince días antes de llevarla al cielo.

MEDITACIÓN SOBRE EL AYUNO

I. La vida de Santa Eufrasia, llamada también Eufrosina, fue un ayuno perpetuo y riguroso. Jesucristo y todos los santos han ayunado; debes imitarlos en la medida en que tus fuerzas lo permitan, a fin de expiar, mediante esta mortificación, tu sensualidad en el beber y en el comer. ¿Eres más delicado que un niño de siete años? A esta edad, la santa comenzó su penitencia. No son las fuerzas corporales sino la buena voluntad y el valor los que te faltan.

II. Debes ayunar para impedir que la carne se rebele contra el espíritu; la virtud se fortifica a medida que el cuerpo se debilita. Tu mayor enemigo es tu cuerpo; no podrías tratarlo tan duramente como se merece. Si los santos, después de haber castigado sus cuerpos por medio del ayuno, la disciplina y el cilicio, experimentaron sin embargo las rebeliones de la carne, ¿qué será de ti que la tratas con tanta molicie?

III. Si tu salud no te permite ayunar, puedes, por lo menos, mortificar tus ojos y tu lengua; ello contribuirá grandemente a tu santificación, sin dañar en nada tu salud. ¡Cosa extraña! ¡los santos que son inocentes, hacen crueles penitencias, y nosotros que somos pecadores, no queremos hacerlas! Que los enfermos busquen los remedios que emplean los sanos, y que viendo a los santos llorar sobre sus imperfecciones, lloren los pecadores sobre sus crímenes. (San Eusebio).

La mortificación corporal
Orad por los enemigos de la Iglesia.


ORACIÓN
Oh Dios, Nuestro Señor. escuchadnos y haced que la solemnidad de Santa Eufrasia. regocijando nuestra alma. desarrolle en ella los sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.

http://www.aciprensa.com/podcast/santo/marzo13eufrasia.mp3
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Beata DULCE LOPES PONTES DE SOUZA BRITO. (1914-1992).
Martirologio Romano: En San Salvador, Bahía, Brasil, beata Dulce (Maria Rita) Lopes Pontes de Souza Brito, virgen, de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, que fundo varias obras sociales para la atención de los más necesitados.

Nació en Salvador, capital del estado nororiental de Bahía y bautizada como María Rita Lopes Pontes, la religiosa, de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, puede convertirse en la primera santa nacida en el Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo.

Una de sus inspiraciones para el discernimiento de su vocación fue la vida de santa Teresita del Niño Jesús: "Creo que soy como el pequeño amor de mi pequeño corazón, que por más amor que tenga es poco para un Dios tan grande", escribía la hermana Dulce cuando ingresó al convento. "A ejemplo de santa Teresita, creo que deben ser agradables al Niño Jesús todos los actos pequeños de amor por menores que sean", dijo aquella vez.
Sus pequeños actos de amor, se tradujeron en grandes obras sociales: La hermana Dulce fundó la unión de trabajadores de San Francisco, un movimiento cristiano de obreros en Bahía. Luego comenzó a refugiar personas enfermas en casas abandonadas en una isla de Salvador de Bahía. Después fueron desalojados y ella trasladó este lugar de refugio a un antiguo mercado de pescado, pero el Ayuntamiento la obligó a dejar este lugar.

El único sitio donde podía recibir a más de 70 personas que necesitaban asistencia médica fue el gallinero del convento donde vivía. Este se convirtió rápidamente en un hospital improvisado. Así comenzó la historia de otra de sus fundaciones: el hospital San Antonio, el cual fue inaugurado oficialmente en mayo de 1959 con 150 camas. Actualmente recibe 3.000 pacientes cada día.
Por su obra, en 1988 fue candidata al Premio Nobel de la Paz y, en octubre de 1991, cinco meses antes de su muerte, recibió en su lecho de enferma la visita del hoy beato Juan Pablo II, durante la segunda visita del pontífice a Brasil.

En sus últimos 30 años de vida, la salud de la hermana Dulce estaba muy debilitada. Sólo tenía el 30% de la capacidad respiratoria. En 1990 ésta comenzó a empeorar, y por 16 meses permaneció hospitalizada. Luego fue trasladada al convento de San Antonio donde murió el 13 de marzo de 1992. Miles hombres y mujeres en condiciones de extrema pobreza, se congregaron para darle el último adiós ante sus restos mortales.

Las Obras Sociales "Hermana Dulce", que continúan con el legado de la inminente beata, incluyen el Complejo Roma, una red de hospitales y centros de salud para los más pobres que atiende en Bahía a cinco millones de personas al año y el Centro Educativo San Antonio. Adicionalmente, la organización gestiona varios centros de salud del Municipio de Salvador.

Hoy sus fundaciones se conocen con el nombre de Obras Sociales de la Hermana Dulce, y las siglas OSID (Obras Sociais Irmã Dulce, en portugués). Funciona como una entidad privada de caridad bajo las leyes brasileñas, acreditadas por el Estado federal y registradas por el Consejo Nacional de Bienestar y el Ministerio de Educación. Dentro de estas obras también se encuentra el Centro de Educación de San Antonio, ubicado en la región de Simões Filho, también en el estado de Bahía.
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Santa EUFRASIA DE NICOMEDIA. M. 303.

Nació en Nicomedia en una familia ilustre. Era una cristiana y llamativa por su belleza. Durante la persecución de los cristianos por Maximiano, los paganos intentaron obligar a Eufrasia a ofrecer sacrificios a los ídolos. Cuando rechazó, la golpearon, y después fue dada a cierto bárbaro que la violara. La santa rogó al Señor para que ella preservara su virginidad, y Dios oyó su ruego.

Prefiriendo perder la vida antes que la castidad, puso en acto, aquello que los hagiógrafos llaman “la estratagema de la virgen” y que es común en alguna otra santa muerta del mismo modo:
Prometió al bárbaro que se acerco a ella que tenía un engüento para hacerse invulnerable. Sugirió al bárbaro que si él no la profanaba, ella le daría una hierba especial que lo protegería de las armas enemigas y contra la muerte. Pero este engüento, ella sostuvo con energía, solamente cuando estaba en manos de una virgen tenía poder; además para reforzar lo que decía le dijo que lo probaría en sí misma. El bárbaro le creyó y fue con ella al jardín.

La santa virgen escogió la hierba, después ofreció demostrar su energía. Ella colocó la hierba en su cuello y dijo al hombre que la golpeara con su espada. Con un golpe poderoso, él cortó su cabeza. Así su ruego fue recompensado, y la virgen ofreció su alma a Dios, salvaguardando su pureza corporal.
El episodio aparece relatado en la “Historia Eclesiástica” de Nicéforo Calixto. Los “Sinaxarios” bizantinos conmemoran el 19 de Enero a santa Eufrasia virgen de Nicomedia, la misma santa viene recordada en otros “Martirologios” entre ellos el “Romano” el 13 de Marzo.
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San PIENTIO DE POITIERS. M. 564.

Martirologio Romano: En Poitiers, en Aquitania, san Pientio, obispo, que mucho ayudó a la beata Radegunda en la fundación de cenobios.

El hecho, sin duda, más importante en la vida del santo, y por el que ha sido recordado elogiosamente, fue la valiosa ayuda que brindó a santa Radegunda, reina, esposa de Clotario y luego religiosa ella misma, para fundar el famoso monasterio de la Santa Cruz, que fue modelo para el monaquismo en la Edad Media, al ser uno de los primeros de casa doble, es decir, de varones y mujeres, en estricta clausura. El propio Pientio se volcó por completo en la nueva fundación.
Fue el IVº obispo de Poitiers. La muerte de san Pientio está rodeada de una leyenda: navegando cerca de la isla de Maillezais, en el actual País del Loira, naufragó junto con los marineros, varios de los cuales perecieron. Pientio pidió ayuda al cielo, e hizo voto de construir un monumento en memoria del hecho, si se salvaba. Así ocurrió, y llegó hasta Maillé, una parroquia vecina a la isla. En ese territorio hizo construir un templete votivo, y allí mismo murió, un 13 de marzo de un año que se suele calcular, en el 564.
A pesar de que su historia ha quedado bien conservada en diversas fuentes, el culto sólo se perpetuó localmente en el oratorio de Maillé, que durante unos diez siglos llevó su nombre y fue meta de peregrinación, hasta que el paso del tiempo y el olvido lo convirtieron en ruinas, y las reliquias de Pientio fueron trasladadas a la parroquia de Maillé.
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San ELDRADO DE NOVALESA. M. 840.

Martirologio Romano: En el monasterio de Novalesa, a los pies del Monte Cenisio, en el valle de Susa, san Herald, abad, que, muy interesado por el culto divino, enmendó el salterio y cuidó de construir nuevas iglesias.

Natural de Lambesc en Provenza, era de buena familia y gastó su patrimonio en buenas obras; marchó en peregrinación a Roma y Santiago de Compostela. Por otros peregrinos oyó hablar de la abadía benedictina de Novalesa, Piamonte, donde ingresó (c. 810) y fue abad durante 30 años. Cuidó la biblioteca; fue un estudioso del culto divino, enriqueciendo el salterio y fue un gran constructor: erigió un hospicio en Moncenisio. El emperador Lotario le donó el monasterio de Pagno, en Cúneo.

Fue celoso en el culto al Señor, se distinguió como constructor de nuevas iglesias, entre las cuales está la de San Pedro en su nativa Lambesc, como las cuatro en Monestier-les-Bains y el grandioso campanario de la abadía de Novalesa; además fue revisor del “Salterio” (recogió, del texto hebreo, los salmos en 6 libros); le preocupaba las imprecisiones y los errores que encontró en el libro de los “Salmos” copiados por copistas ignorantes, que generaban más ignorancia. Decidió ofrecer a los celebrantes y a los fieles los textos bíblicos en su total pureza en versión latina y para este trabajo se lo encomendó a Floro, un doctísimo diácono de origen español, que vivía y enseñaba en Lyon.

Así Herald y Novalesa, ofrecieron a los cristianos de toda Europa un “Salterio” revisado “según la regla de la verdad”. Vehículos importantes de esta difusión fueron los peregrinos que llegaban a la abadía, participando de la vida litúrgica: y que difundieron en sus países la versión correcta de los “Salmos”. Entre sus méritos está su capacidad para tutelar los derechos de la abadía, en aquel tiempo en su máximo explendor y de construir un nuevo monasterio en Monestier, en Francia.
Su presencia está documentada, como abad de una de las 16 abadías más importantes de la época, esto es Novalesa, posiblemente entre los años 820-825 y 840-845. Pero el testimonio más claro de su santidad, es la existencia en el interior de la abadía, de una iglesia que lleva su nombre. Murió en Novalesa y sus reliquias están en la iglesia parroquial de este pueblo.
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Santos RODRIGO DE CÓRDOBA y SALOMÓN. M. 857.

Martirologio Romano: En Córdoba en Andalucía en España, pasión de los santos Rodrigo, sacerdote, y Salomón, mártires: el primero, al rechazar creer que Mahoma fuese el verdadero profeta enviado por el Omniponente, fue encarcelado, donde encontró a Salomón, que anteriormente y por algún tiempo se había adherido a la religión mahometana, y juntos llevaron gloriosamente hasta el final su prueba con la decapitación.

Rodrigo era natural de Egabra (Cabra, Córdoba) y allí cursó estudios eclesiásticos y recibió la ordenación sacerdotal. Como tantas familias cordobesas tenía un hermano ferviente musulmán y otro ferviente cristiano. Un día que estaban peleándose, Rodrigo, ya sacerdote, quiso separarlos y poner paz entre ellos; el hermano musulmán después de propinarle un puñetazo, en venganza dijo que Rodrigo, viéndose a las puertas de la muerte, se había convertido al Corán, y fue proclamándolo por toda la ciudad de Córdoba. Rodrigo se retiró a una localidad vecina donde ejerció su ministerio. Un día marchó a Córdoba para hacer unas diligencias y allí se encontró con su hermano musulmán y al verle la tonsura eclesiástica fue arrestado por su hermano no porque fuera cristiano sino por haber traicionado el Corán al que se creía que se había convertido.

En la cárcel se encontró con Salomón, al que no conocía y se hicieron íntimos amigos. Salomón estaba en la cárcel por haberse hecho cristiano, ya que antes había sido musulmán. Rezaban juntos, se animaban el uno al otro, se ayudaban en todo. El cadí ordenó su separación en la cárcel y les impidió cualquier contacto, para minar así su fe, pero no consiguió nada. El juez quiso atraérselos con promesas, pero Rodrigo respondió "haz propuestas, así, a quiénes buscan antes conveniencia de esta tierra que felicidad eterna; nosotros sólo vivimos en Jesucristo; y morir por El es la mejor ganancia". Murieron en Córdoba, primero fue decapitado Rodrigo delante de Salomón, para que así abjurase, pero fue en vano y Salomón también murió decapitado y sus cuerpos fueron arrojados al Guadalquivir, pero sus restos fueron recuperados milagrosamente. Están enterrados en la basílica de los Santos Cosme y Damián de Córdoba. Patrón de Córdoba.
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Beato PEDRO II DE CAVA. M. 1208.

Martirologio Romano: En el monasterio de Cava, en la Campania, beato Pedro II, abad.

Fue el noveno abad benedictino de la abadía de La Cava (Salerno) (1195-1208), sucediendo al beato abad Benincasa; se le ha definido como "enemigo de contiendas", elogio admirable para aquel tiempo. Pero la sucesión no ocurrió sin oposición: en un primer momento una fracción de la comunidad eligió como abad a un tal Rogerio, pero luego la fracción más comprensiva y obediente prevaleció, y así, al final de 1194, se reconstituyó la paz y la armonía, con Pedro II como abad.

Su gobierno ocurrió en circunstancias políticas convulsas en todo el sur de Italia; él procuró ganar la benevolencia del emperador Enrique VI, hijo de Federico Barbarroja, que se mostró generoso con la abadía; de hecho, con una cédula de septiembre de 1195, confirmó al monasterio los bienes que poseían, y los privilegios concedidos por sus predecesores. Sin embargo sufrió una disputa con el arzobispo de Salerno y con el obispo de Capaccio, y varios abusos de los barones locales, que trajeron pérdidas de muchos bienes feudales y varios derechos de naturaleza económica. Sin embargo, en 1201 se produjo la fundación del hospital de Vietri sul Mare, que formó, con su puerto, uno de las más útiles dependencias de la abadía madre.

Después de 13 años de gobierno, Pedro II murió. Para prevenir disturbios, designó él mismo su sucesor, el beato Bálsamo. Su cuerpo fue depositado en la «Cripta Arsicia», la cueva del primer eremitorio del fundador de la abadía, san Alferio; pero ahora las reliquias reposan bajo uno de los altares de la magnífica basílica abacial.
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Beato AGNELO DE PISA. (1194 - 1235/75).

Martirologio Romano: En Oxford, en Inglaterra, beato Agnelo de Pisa, presbítero, que, enviado por san Francisco a Francia y después a Inglaterra, estableció allí la Orden de los Hermanos Menores y promovió las ciencias sagradas.

Conoció a san Francisco de Asís en Venecia y fue admitido en la Orden por el mismo san Francisco en ocasión de su estancia en Pisa. Fue enviado desde el primer momento a Francia, con un grupo de frailes para fundar la Orden en París. Será el primer guardián de la provincia parisina. Sus virtudes y dotes de buen gobierno fueron óptimas, por ello en el Capítulo general de 1223, Francisco le confió la misión de Inglaterra y le nombró primer provincial en la isla. Agnelo desembarcó en Dover con otros seis franciscanos en 1224. Fieles a los preceptos de san Francisco, no tenían dinero y los monjes de Fécamp pagaron los pasajes a los nueve hermanos hasta Dover.

Era el invierno de 1224 y los frailes sufrían grandes incomodidades y penurias, especialmente en vista de que su comida diaria era pan y un poco de cerveza, tan espesa, que era necesario diluirla para poderla tragar. Sin embargo, nada abatió sus espíritus y su piedad sencilla. Su jovialidad y su entusiasmo les conquistaron pronto muchos amigos.

 Lograron obtener del papa Honorio III una carta de recomendación, de modo que el arzobispo de Canterbury, Stephen Langton, les dijo al saludarles: «Algunos religiosos han venido a mí llamándose a sí mismos Penitentes de la Orden de Asís, pero yo los llamo de la Orden de los Apóstoles». Por este nombre fueron conocidos, al principio, en Inglaterra y, cuando algunos de los franciscanos iban a ser ordenados acólitos en Canterbury, cuatro meses después de su desembarco, el archidiácono invitó a los candidatos a adelantarse con estas palabras: «Acercáos, vosotros, hermanos de la Orden de los Apóstoles». Al final de aquel año ya habían fundado dos conventos: uno en Cornhill, cerca de Londres, y otro en Oxford.

En los años sucesivos, las casas franciscanas en Inglaterra se multiplicaron más allá de toda previsión; también fundó el convento de Canterbury. Como san Francisco, Agnelo no era sacerdote, sino diácono. A pesar de ello, él entendió la importancia de los estudios y de la enseñanza universitaria para el futuro de la Orden y de su Provincia. Oxford, donde había fundado su convento, fue el mayor centro universitario de Inglaterra, allí fueron invitados los franciscanos a impartir Teología, junto con los dominicos. Pronto la escuela franciscana de Oxford, tendrá una gran importancia en la filosofía medieval. Fray Agnelo, en su humildad tuvo que aceptar ser ordenado sacerdote, pero no quiso enseñar en la universidad, a pesar de las propuestas que tuvo, ni ser consejero del rey Enrique III.

Se asegura que su amor por la pobreza era tan grande, «que jamás autorizó la ampliación de un jardín o la construcción de una casa, si no era estrictamente necesario». Se cuenta en especial la historia de que él construyó el hospital de Oxford «con hechura tan modesta, que el grueso de las paredes era menor que el ancho de un hombre». Durante la misa y cuando se decía el oficio divino, derramaba lágrimas constantemente, «empero de tal manera, que ni por el ruido de gemidos, ni por cualquier gesto de la cara podría saberse que lloraba». Se mostraba severo en contra de cualquier quebrantamiento de la regla, pero debido a su delicadeza y tacto, lo escogieron, en 1233, para intentar un arreglo con el rebelde conde alguacil del distrito. Se dice que su salud se resintió por los esfuerzos para cumplir con esta misión, pero sobre todo debido a un penoso viaje por tierra a Italia. A su regreso, fue atacado de disentería y murió en Oxford, después de haber estado exclamando continuamente durante tres días: «Ven, dulce Jesús». El culto al beato Agnello se confirmó en 1892.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Sabino de Egipto. M. 287.
Martirologio Romano: En Hermópolis, en Egipto, san Sabino, mártir, que después de varios suplicios terminó siendo arrojado al río.
Noble egipcio que fue ahogado en el Nilo, durante la persecución de Diocleciano.
Sabino, también llamado Babino o Abibo, es mencionado en diversas fuentes tanto griegas como latinas. De los “meneis” (santorales) griegos nos llega la fecha y el nombre; también fue inscripto en el “Martirologio Hyeronimianum”, de donde pasó a los demás martirologios históricos.

Era un cristiano que por rechazo al paganismo que lo rodeaba se había retirado fuera de la ciudad, y vivía en el desierto, en una choza junto con otros ermitaños, en lo que sería una primitiva forma de monaquismo. Un tal Menandro, pagano al que acogió en su celda, lo denunció a Ariano, presidente del tribunal en la Tebaida, quien mandó comparecer a Sabino a la ciudad de Hermópolis, a orillas del Nilo. Como este se negara a sacrificar a los dioses, fue, luego de varios tormentos, atado a una piedra y arrojado al río.
Se conserva sobre el mártir un dístico griego que dice: «Arrojado Abibo al río con una piedra / su vida navegó lentamente por el agua.»

Santos Macedonio, Patricia y Modesta. M. c. 304.
Martirologio Romano: En Nicomedia de Bitinia, en la actual Turquía, santos mártires Macedonio, sacerdote, Patricia, su mujer, y Modesta, su hija.
Es un grupo de tres mártires, marido, mujer e hija, que el antiguo Martirologio ubicó en Nicomedia de Bitinia. En otros martirologios formaban parte de un grupo de 22 personas.

Santa Cristina de Persia. M. 559.
Martirologio Romano: En Persia, santa Cristina, mártir, que, azotada con las vergas, recibió la corona del martirio bajo el reino de Cosroes I de Persia.

San Ramiro y compañeros. M. 554-630.
Martirologio Romano: En el monasterio de san Claudio, en la ciudad de León, memoria de san Ramiro y sus doce compañeros, monjes y mártires, que perecieron a manos de los arrianos.
Ramiro era prior del monasterio de San Clodio en León; dos días después de la muerte de su abad, san Vicente de León.

Ramiro había quedado como superior del monasterio y estaba dispuesto a seguir los pasos de su superior. Pero no sabía la disposición de los demás monjes. Había notado diversas actitudes y estaba preocupado. En tan críticas circunstancias, les habló de una doble posibilidad. Los que se sintieran fuertes, habían de prepararse para el martirio, los pusilánimes podían retirarse a las montañas. Se retiraron casi todos los monjes a las montañas de Galicia y, Ramiro con doce hermanos religiosos, se pusieron en oración. No se hicieron esperar, los fanáticos arrianos, se presentaron en el monasterio dispuestos a terminar con todos ellos. Los monjes se pusieron a cantar con fervor el símbolo niceno, poniendo especial entusiasmo en las palabras que afirman la divinidad de Cristo. Todos fueron acuchillados.

San Ansovino de Camerino. M. 840.
Martirologio Romano: En Camerino, del Piceno, en Italia, san Ansovino, obispo.
Natural de Camerino, Umbría. Cuando recibió la ordenación sacerdotal, se retiró a un lugar solitario de Castel Raimondo, cerca de Torcello, donde no tardó en adquirir renombre por su santidad y los milagros que obraba. A raíz de su fama, el emperador Luis el Piadoso escogió al padre Ansovino como su confesor y luego, promovió su nombramiento para ocupar la sede episcopal de Camerino. Aceptó el cargo con la condición de que su sede estuviera exenta de la obligación del servicio militar, obligación impuesta por la mayoría de los obispos en su calidad de señores feudales, por considerar que ese suministro era inadecuado y contrario a las leyes de la Iglesia.

Desde que asumió el cargo, Ansolvino demostró ser un pastor sabio y prudente. Su extraordinaria liberalidad para socorrer a los pobres le procuró el amor de todos y, su fama de obrar curaciones y otros milagros, le valió la veneración general. Se hallaba en Roma cuando le atacó una fiebre que, desde un principio, él mismo calificó de fatal. Al sentirse enfermo, insistió en volver a su sede para morir con sus fieles. A caballo viajó hasta Camerino y aún pudo impartir su postrera bendición y recibir el viático, antes de expirar serenamente.

Francisca Tréhet. Beata. (1756-1794).
Martirologio Romano: En Erenée, de la región de Mayenne, en Francia, beata Francisca Tréhet, virgen de la Congregación de la Caridad y mártir, que se entregó con toda diligencia a la instrucción de los niños y al cuidado de los enfermos, y durante la Revolución Francesa fue guillotinada, completando así su glorioso martirio por Cristo.
Nació en Saint-Mars-sur-la-Futaie (Francia), en el seno de una familia de granjeros. De jovencita ingresó a la Congregacó de Hermanas de la Caridad, que se dedicaban la enseñanza de los niños y obras de misericordia. Fue destinada a Saint-Pierre-des-Landes, y pronto fue conocida por sus virtudes. Era de carácter enérgico y muy buena organizadora.

Cuando llegó la Revolución, una ley del 17 de abril de 1791 impuso que todos los maestros debían jurar la Constitución Civil del Clero. Ella se negó y perdió su cargo de maestra, pero continuó ejerciendo como catequista y visitando los enfermos. En la escuela tenía como compañera la beata Juana Véron, que sería martirizada pocos días después que ella. Ambas fueron detenidas a finales del mes de febrero de 1794. El día 13 de marzo compareció ante la comisión revolucionaria, que la acusó de haber acogido sacerdotes refractarios, de haberse negado a jurar fidelidad a la patria y de haber alimentado y protegido los soldados vandeanos. No quiso alabar la República y dijo que como cristiana ayudaba a todos, porque todos somos hermanos de Cristo. Fue condenada a muerte y guillotinada ese mismo día.

San Leandro de Sevilla. (c.540 - c.600). Arzobispo de Sevilla. En España se celebra su festividad el 13 de noviembre. (Ver) 13 de noviembre.
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