INDICE
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
San ARIALDO
Cirilo de Alejandría, SantoObispo y Doctor de la Iglesia
Sansón de Constantinopla, SantoPatrono de los médicos bizantinos
Santo TOMÁS TOAN
Beata MARGARITA BAYS
Beata LUISA TERESA DE MONTAIGNAC DE CHAUVANCE
OTROS SANTOS DEL DÍA
San Zoilo, Mártir -San Mtasmindeli, Abad -San Acisclo, Mártir -San Juan Chinon -Beato Bienvenido de Gubbio -Beata Francisca Lanel, Mártir -Beata Magdalena Fontaine, Mártir -Beata Teresa Fantou, Mártir -Beata Juana Gerard, Mártir - Crescente, obispo; Zoilo, Aniceto, Crispo, Crispiniano, Benedicta, mártires; Juan, Adelino, presbíteros; Ladislao, rey.
SAN LADISLAO, Rey y Confesor
Todo árbol bueno produce buenos frutos, y todo
árbol malo da frutos malos.
(Mateo, 7, 17).
Ladislao, primer rey de Hungría, unía a sus cualidades de héroe las virtudes de un santo. Fue padre para su pueblo sostén para la Iglesia, y protector para los desventurados. Consagraba todo su tiempo a los deberes de su cargo y a los ejercicios de piedad. Su reputación de sabiduría y de valentía hizo que se le encomendase el mando de la gran cruzada contra los sarracenos. En momentos en que se preparaba para ir a libertar la Tierra Santa, lo llamó Dios a la celestial Jerusalén, el año 1095.
MEDITACIÓN EL CRISTIANO
DEBE HACER MUCHAS BUENAS OBRAS
I. Hay árboles que producen hojas y flores, pero nunca frutos. Los hipócritas son semejantes a estos árboles: tienen una devoción de escaparate y de alarde. Todo lo que hacen, lo hacen únicamente para parecer virtuosos y atraerse las alabanzas de los hombres. El vicio es horrible bajo cualquier color que se presente: pero es infinitamente más horrible aun cuando se oculta bajo las exterioridades de la virtud. (San Jerónimo).
II. Algunos árboles no dan frutos o no dan sino malos. Son los cristianos que se entregan a sus pasiones, y no se preocupan en absoluto de corresponder a las gracias y a las inspiraciones que Dios les envía. Para hacerlos volver en sí, Dios los prueba mediante la enfermedad, los reveses de fortuna, la pérdida de un pariente o de un amigo. No te asombres si cada día eres más probado, pues cada día te haces más malo. (Salviano).
III. Hay árboles que dan fruto, pero en pequeña cantidad. ¿No eres tú del número de estos árboles mezquinos para con la mano que los ha plantado? ¿No es verdad, acaso, que no produces sino pocas obras buenas, que no haces sino aquello que estás obligado a hacer? y aun en esto faltas a menudo. ¿Dónde estarías tú si Dios te tratase del mismo modo? ¿Estaba obligado acaso a crearte, a conservarte, a redimirte, a colmarte de tantas gracias de elección? ¡Oh Dios mío, cuán generoso sois conmigo y cuán mezquino soy yo con vos! ¡Cómo si no fuese trabajar para nosotros mismos el serviros!
El celo de las buenas obras
Orad por el aumento
de las obras de caridad.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos dais un nuevo motivo de alegría con la solemnidad del bienaventurado Ladislao, vuestro confesor, haced que celebrando su nacimiento al cielo, imitemos sus obras. Por J. C. N. S. Amén.
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/junio27cirilo.mp3
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Martirologio Romano: Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el cual, manso y humilde de corazón, exaltado sobre la cruz, es fuente de vida y de amor, de la que se saciaran todos los pueblos.
En la Iglesia católica, el Sagrado Corazón es la devoción referida al corazón físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino. Metafóricamente, se refiere a la vida emocional y moral de Jesús, especialmente, a su amor por la humanidad.
HISTORIA:
Desde los primeros siglos, también, siguiendo el ejemplo de san Juan, ha sido costumbre meditar sobre el costado abierto de Cristo y el misterio de la sangre y agua, y se ha visto a la Iglesia como naciendo de esa herida, del mismo modo como Eva nació del costado de Adán (Cfr. San Ambrosio, “Expositio Evangelii secundum Lucam”, 2, 85-89; “Lumen Gentium”, 3; “Sacrosanctum Concilium”, 5, N.T.) Sin embargo, no existe constancia alguna de que durante los primeros diez siglos se haya rendido culto al Corazón herido.
No es sino hasta los siglos XI y XII que encontramos señales inconfundibles de alguna devoción al Sagrado Corazón, siendo los escritos de santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis de Helfta y la beata Ángela de Foligno los testimonios más antiguos. Parece ser que fue en el siglo XVI que la devoción avanzó y pasó del dominio místico al de la ascesis cristiana. Se convirtió en una devoción objetiva, con oraciones previamente formuladas y ejercicios especiales cuya práctica era muy recomendada a la par que su valor era apreciado. Esto lo sabemos gracias a los escritos de esos dos maestros de la vida espiritual, Lanspergius (+1539), de los Cartujos de Colonia, y Lois de Blois (Blosius, 1566), un monje benedictino y abad de Liessies, en Hainaut. A ellos se pueden añadir san Juan de Ávila (+ 1569) y san Francisco de Sales, éste último del siglo XVII.
Desde entonces todo pareció ayudar al temprano nacimiento de la devoción. Los autores ascéticos hablan de ella, especialmente los de la Compañía de Jesús. Y no faltan tratados especializados, como la pequeña obra del Padre Druzbicki, "Meta Cordium, Cor Jesu". Entre los místicos y almas piadosas que practicaron la devoción podemos contar a san Francisco de Borja, san Pedro Canisio, san Luis Gonzaga y san Alfonso Rodríguez, de la Compañía de Jesús. E incluso en ambientes jansenistas o mundanos. La Visitación parecía estar esperando a santa Margarita María. Su espiritualidad, algunas intuiciones de san Francisco de Sales, las meditaciones de Mère l'Huillier (+1692), todo ello preparó el camino. La imagen del Corazón de Jesús estaba evidente en todas partes gracias, en gran manera, a la devoción franciscana a las Cinco Llagas y a la costumbre jesuita de colocar la imagen en la página de títulos de sus libros y en los muros de sus templos.
A pesar de eso la devoción seguía siendo algo individual o, a lo mucho, privado. El hacerla pública, honrarla en el Oficio Divino y establecerle una fiesta estaba reservado a san Juan Eudes (1602-1680). El Padre Eudes fue, más que nada, el apóstol del Corazón de María, pero en su devoción por el Corazón Inmaculado había siempre una parte para el Corazón de Jesús. Poco a poco se fue separando la devoción por el Sagrado Corazón y el 31 de agosto de 1670 se celebró con gran solemnidad la primera fiesta del Sagrado Corazón en el Gran Seminario de Rennes. El 20 de octubre le siguió Coutances y desde entonces quedó unida a esa fecha la fiesta de los eudistas. De ahí pronto cundió la fiesta a otras diócesis e igualmente la devoción fue adoptada por varias comunidades religiosas. Y así llegó a estar en contacto con la devoción que ya existía en Paray, en donde las dos se fundieron naturalmente.
Cristo escogió a santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), una humilde monja visitandina del monasterio de Paray-le-Monial, para revelarle los deseos de su Corazón y para confiarle la tarea de impartir nueva vida a la devoción. Nada indica que esta piadosa religiosa haya conocido la devoción antes de las revelaciones, o que, al menos, haya prestado alguna atención a ella. Estas revelaciones fueron muy numerosas y son notables las siguientes apariciones: la que ocurrió en la fiesta de San Juan, en la que Jesús permitió a Margarita María, como antes lo había hecho con Santa Gertrudis, recargar su cabeza sobre su Corazón, y luego le descubrió las maravillas de su Amor, diciéndole que deseaba que fueran conocidas por toda la humanidad y que los tesoros de su bondad fueran difundidos. Añadió que Él la había escogido a ella para esta obra (27 de diciembre, probablemente del 1673). En otra, probablemente distinta de la anterior, Él pidió ser honrado bajo la figura de su corazón de carne.
En otra ocasión, apareció radiante de amor y pidió que se practicara una devoción de amor expiatorio: la comunión frecuente, la comunión cada primer viernes de mes, y la observancia de la Hora Santa (probablemente en junio o julio de 1674). En otra, conocida como la "gran aparición", que tuvo lugar en la octava de Corpus Christi, 1675, probablemente el 16 de junio, fue cuando Jesús dijo: "Mira el Corazón que tanto ha amado a los hombres... en vez de gratitud, de gran parte de ellos yo no recibo sino ingratitud". Y le pidió que se celebrase una fiesta de desagravio el viernes después de la octava de Corpus Christi, advirtiéndole que debía consultar con el Padre de la Colombière, por entonces superior de la pequeña casa jesuita en Paray. Finalmente, aquellas en las que el Rey solicitó solemne homenaje y determinó que fuera la Visitación y los jesuitas quienes se encargasen de propagar la nueva devoción. Pocos días después de la "gran aparición", en junio de 1675, Margarita María informó de todo al Padre de la Colombière y este último, reconociendo la acción del [[Espíritu Santo]], se consagró él mismo al Sagrado Corazón, dio instrucciones a la visitandina para que pusiera por escrito los detalles de la aparición y utilizó cuanta oportunidad tuvo para discretamente circular ese relato en Francia e Inglaterra. A su muerte, el 15 de febrero de 1682, se encontró en su diario de retiros espirituales una copia manuscrita suya del relato que él había solicitado de Margarita María, con unas breves reflexiones acerca de la utilidad de la devoción. Fuera de las Visitandinas, sacerdotes, religiosos y laicos abrazaron la causa. En especial un capuchino, los dos hermanos de Margarita María y algunos jesuitas, entre los que estaban los padres Croiset y Gallifet, quienes estaban destinados a desempeñar un papel importante en pro de la devoción.
La muerte de Margarita María, el 17 de octubre de 1690, no asfixió el entusiasmo de quienes estaban interesados en la devoción. Todo lo contrario. La pequeña narración que hizo el Padre Croiset en 1691 de la vida de la santa, como un apéndice de su libro "De la devotion au Sacre Coeur", sólo sirvió para aumentarlo. A pesar de todo tipo de obstáculos y de la lentitud de la Santa Sede, que en 1693 concedió indulgencias a las cofradías del Sagrado Corazón y que en 1697 otorgó a la Visitandinas licencia para celebrar la fiesta junto con la de las Cinco Llagas, pero que se negó a otorgar una fiesta común para toda la Iglesia, con Misa especial y oficio, la devoción se extendió, en particular entre las comunidades religiosas.
Quizás la primera ocasión para realizar una consagración solemne al Sagrado Corazón y un acto público de culto fuera de las comunidades religiosas la proporcionó la plaga de Marsella, en 1720. Otras ciudades del sur siguieron el ejemplo de Marsella y a partir de ahí la devoción se popularizó.
En 1726 se consideró oportuno acudir de nuevo a Roma para solicitar una fiesta propia, pero en 1729, de nuevo, Roma se negó. Mas por fin, en 1765, finalmente cedió y ese mismo año, a petición de la Reina, la fiesta fue aceptada semioficialmente por el episcopado francés. De todos los rincones del planeta llovieron las solicitudes a Roma, y a todas se dio respuesta afirmativa.
El padre Mateo Crawley-Boevey SS.CC. ideó un movimiento de regeneración de las familias y de la sociedad a través de una cruzada moral, y para ello fundó la Obra de la Entronización del Sagrado Corazón en los Hogares, con repercusiones en todo el orbe. Uno de sus intereses fue conseguir el establecimiento del Reinado Social.
A mediados del siglo XX, el capuchino Italiano san Pío de Pietrelcina y el beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús.
En su encíclica papal “Auctorem Fidei”, Pío VI mencionó la devoción al Sagrado Corazón.
Finalmente, gracias a las presiones de los obispos de Francia, el Papa Pío IX extendió la fiesta a la Iglesia Universal bajo la modalidad de rito doble mayor. En 1889 la Iglesia la elevó a rito doble de primera clase. En todos lados se realizaban actos de consagración y reparación junto con la devoción. En ocasiones, en especial después de 1850, grupos, congregaciones y hasta naciones enteras se han consagrado al Sagrado Corazón. En 1875 todo el mundo católico se consagró de esa manera. Aún así, el Papa aún no había decidido tomar la iniciativa o intervenir directamente. Siguiendo la revisión teológica, León XIII, en su encíclica “Annum Sacrum” (25 de mayo de 1899) dijo que la humanidad en su totalidad debía ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, declarando su consagración el 11 de junio del mismo año.
Pío XII desarrolla en su encíclica “Haurietis Aquas” el culto al Sagrado Corazón que queda en parte plasmado en el siguiente punto del Catecismo de la Iglesia Católica:
El Concilio Vaticano II, 1962-1965, hace referencia al Corazón de Cristo en varios documentos. Finalmente, el Papa Juan Pablo II incluyó el tema como parte del Catecismo de la Iglesia Católica, en 1992.
España y el Sagrado Corazón:
A través de los jesuitas, el culto y devoción al Sagrado Corazón llega a España (y a la América española).
Con la llegada de Felipe V de España, ésta se ve reafirmada por la carta que escribe a Benedicto XIII en 1727, pidiendo Misa y Oficio propio del Sagrado Corazón de Jesús, para todos sus Reinos y Dominios.
En Valladolid, el 14 de mayo de 1733, Bernardo de Hoyos, estudiante de Teología en el colegio San Ambrosio de los jesuitas (actual Santuario Nacional de la Gran Promesa), recibió la aparición sobrenatural de Jesús para revelarle la promesa de que: "Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes".
La consagración pública de España al Sagrado Corazón fue hecha primero por Carlos María de Borbón (pretendido Carlos VII de España) y después el rey Alfonso XIII lo hará de forma oficial en Getafe, en el Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la Península Ibérica.
El hermano de Carlos Mª, Alfonso de Borbón y Austria-Este publicó el 3 de junio de 1932 un Decreto sobre el escudo de España utilizado por sus partidarios carlistas, donde entronizó en él el Sagrado Corazón.
Durante la Guerra Civil española muchos soldados del bando nacional llevaban Sagrados Corazones de fieltro adheridos a la ropa y era devoción que servía para detener las balas enemigas; se les llamaba "detentes".
También fue muy utilizada (y lo sigue siendo en la actualidad) en España la imagen del Sagrado Corazón fijada a la puerta como símbolo de la condición católica de una casa. Una imagen sedente era con frecuencia entronizada en la principal sala de la casa acompañado de algún lema, del tipo “El Sagrado Corazón de Jesús reina en esta casa”.
Hispanoamérica y el Sagrado Corazón:
A la vez que la devoción al Sagrado Corazón se extendía por España, por mediación de los jesuitas y apoyados por la carta del Rey de España al papa, la devoción se vio impulsada por América y las Filipinas.
La República del Ecuador, el 25 de marzo de 1873, fue el primer país en el mundo que se consagró oficialmente al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María. Esto se hizo en la Presidencia del doctor Gabriel García Moreno. El Gobierno Nacional, determinó que en honor a esta consagración se construyera en Quito una gran basílica denominada Basílica del Voto Nacional.
En el Perú, la iglesia de San Pedro de los jesuitas (Basílica y Convento de San Pedro) es el Santuario Nacional del Corazón de Jesús.
El Sagrado Corazón de Jesús es además el patrono de la Armada de Chile y también el de los ferrocarrileros.
En Colombia el 22 de junio de 1902 se realizó la consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Hasta la reforma constitucional de Colombia en 1991, este país aparecía consagrado al Sagrado Corazón de Jesús en las primeras páginas de la antigua constitución.
En México para ser mas exactos en León (Guanajuato) se encuetra el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús; además la Catedral de Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas tiene al Sagrado Corazón como patrono. En casi todos los templos católicos de este país se le dedica una capilla. SOLEMNIDAD
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San CIRILO DE ALEJANDRÍA (c.370 - 444). Doctor de la Iglesia.Martirologio Romano: San Cirilo, obispo y doctor de la Iglesia, que elegido para ocupar la sede de Alejandría, en Egipto, trabajó con empeño para mantener íntegra la fe católica, y en el Concilio de Éfeso defendió los dogmas de la unidad de persona en Cristo y la divina maternidad de la Virgen María.
Nació en Mahalla, Alejandría, en el seno de una ilustre familia; sobrino del patriarca Teófilo de Alejandría. En su juventud parece que perteneció al círculo de los discípulos de san Isidoro de Pelusio y pasó algunos años con los monjes de Nitria. Estuvo presente en el famoso “conciliábulo de la Encina” (403), cuando san Juan Crisóstomo fue depuesto como patriarca de Constantinopla.
En el año 412, cuando sucedió a su tío Teófilo en la sede de Alejandría. Su actitud fue intransigente, poco simpática: expulsó a los judíos (fue el fin de la colonia judía de Alejandría) en el 414, cerró los templos donde había brotes de herejía, sobre todo novaciana. Estas acciones provocó las reacciones del prefecto Orestes, que fue violentamente contestado por los monjes de Nitria (cuyo miembro, Amonio, fue también víctima de la represión) que fueron favorables a Cirilo; como también lo fue de la célebre filósofa platónica Hypatía, degollada por venganza, sin que se pudiera atribuir (aunque sí moralmente) la responsabilidad del delito a Cirilo. Es cierto, en cualquier caso, que, incluso después del Concilio de Éfeso, san Isidoro de Pelusio dijo de Cirilo: “que sus enemigos le reprochaban ser muy obstinado en sus enemistades”. Evidentemente lo suyo no fue la diplomacia.
El gran favor que Cirilo gozó por parte de los obispos de Oriente y del mismo papa san Zósimo es testimonio de su gran celo por la fe y de su talento en ese primer periodo de su episcopado, en el cual escribió la mayor parte de sus obras exegéticas. Escribió contra el libro de Juliano el Apóstata: "Contra Galileos", su libro "Contra Julianum". También escribió "La Trinidad santa y consubstancial" para refutar el arrianismo y su "Comentario al evangelio de San Juan", es un tratado contra el arrianismo, el sabelianismo y el apolinarismo. Pero la actitud de Nestorio, monje y sacerdote de Antioquía que llegó a patriarca de Constantinopla (428), provocó, por su negación de la única persona de Cristo y por ende también de la divinidad de María (madre únicamente del hombre Jesús), la reacción de Cirilo que escribió "Contra las blasfemias de Nestorio". Después de escribir al papa san Celestino I y tras el sínodo romano celebrado por éste con los obispos occidentales, fue encargado de notificar a Nestorio las decisiones del Papa, so pena de destitución. La carta sinodal de Cirilo a Nestorio fue mal interpretada por aquellos que le acusaban de que él mismo caía en el error de Apolinar de Laodicea. De aquí la convocatoria del Concilio de Éfeso por parte del emperador Teodosio (431).
Cirilo pasará a la historia como el gran defensor de la maternidad divina de María. El papa san Celestino I le nombró presidente del Concilio de Éfeso. Tal vez fue mejor teólogo que obispo, aunque en la terminología que utilizó para la defensa de la maternidad divina de María parece favorable al monofisismo; y esta es la razón por la que los monofisistas coptos, sirios y etíopes lo veneran como su principal maestro. Pero antes de finalizar el Concilio, Cirilo escribió otra carta donde, sin dar lugar a dudas, expresó su total ortodoxia en sus famosos "Anatematismos" donde defendió a María "Teotokos" (Madre de Dios).
En los últimos años después de Éfeso, tuvo que sufrir no poco a causa de los antioqueños capitaneados por Juan de Antioquía; pero al fin Cirilo llegó a un compromiso, que, sin embargo, no logró la síntesis de ambas teologías. Parece que el sucesor de este Juan se reconcilió con nuestro santo antes de su muerte. Algún autor de la época ha dicho: "Cirilo fue un santo, pero no todas sus acciones fueron santas" y el cardenal Newman también dijo: "Cirilo, no estaría de acuerdo con que su santidad fuera juzgada en base a sus acciones".
A pesar de todo ellos, quedémonos con este pensamiento suyo que puede edificarnos: "Mi más ardiente deseo, ni única ambición, es padecer y morir por la fe de Cristo... Ningún insulto, ninguna persecución, ninguna contumelia, me conmueve con tal que la fe resulte sana y salva. Por la fe de Cristo y por lo que Él ha hecho por me he decidido ir al encuentro de cualquier clase de trabajo que me pueda sobrevenir y estoy dispuesto a soportar cualquier clase de tormento que el Señor me tenga preparado...". Se le conoce como el “Doctor de la Encarnación”. Patrón de Alejandría y Kiev. MEMORIA FACULTATIVA.
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San SANSÓN "el Hospitalario". M. c. 530/60.Martirologio Romano: En Constantinopla, san Sansón, presbítero, amigo de los pobres, que habiendo sanado de una enfermedad al emperador Justiniano, logró que éste levantase un hospital.
Nació en Roma de una familia noble, casi de rango imperial. Desde joven soñó con hacer los estudios de medicina con la finalidad de ayudar de forma gratuita a los pobres y abandonados. Cuando murieron sus padres, le vino un período de larga y profunda reflexión.
Después de este tiempo, optó por hacer algo nuevo. Vendió todo lo que tenían los padres y se lo dio todo, absolutamente todo, a los más pobres. Sin un céntimo, se largó lejos, a Constantinopla. Siguió con el mismo trabajo: cuidar a los enfermos sin cobrar nada.
En el 532, como consecuencia de un motín, se declaró un incendio y quemó su pobre alojamiento. Se libró de milagro.
Mientras tanto, el patriarca de la ciudad había oído hablar muy bien de él. Tras varias conversaciones en la más estricta intimidad, el patriarca le sugirió la idea de por qué no se ordenaba de sacerdote. Tenía entonces 30 años. Efectivamente, fue ordenado de sacerdote, y desde ahora, se dedicó a curar los cuerpos y las almas de los enfermos sin recursos económicos.
El emperador Justianiano cayó gravemente enfermo. Mandó que fuera a verlo Sansón. Lo curó en seguida. Le pidió en recompensa que edificara un hospital para los pobres y enfermos. Los médicos bizantinos lo reconocen como a su patrono.
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San ARIALDO. (c.1010 - 1066).Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, san Arialdo, diácono y mártir, que reprendía enérgicamente las costumbres de los clérigos simoníacos y depravados, y por su celo en favor de la casa de Dios fue asesinado cruelmente por dos clérigos.
Nació en Cucciago, Como, en el seno de una familia de terratenientes de la clase media. Recibió el diaconado en Milán después de realizar sus estudios en Varese. Viajó por diversas partes de Europa donde entró en contacto con las ideas de reforma que se habrían camino. Predicó en Varese durante 1056 y 1057, contra la corrupción de las costumbres del clero, obtuvo un gran éxito entre el pueblo y gran hostilidad entre el clero local. Siguió con su predicación en Milán, donde fue canónigo de la catedral, en 1057, allí se encontró con el movimiento reformardos de la Pataria, al que se adhirió; predicó contra el matrimonio y el concubinato del clero y la simonía, esto le trajo muchos valedores y muchos enemigos.
Viajó a Roma para recabar la ayuda de Roma, y volvió a Milán donde siguió su cruzada contra las inmoralidades del clero y la simonía; pidió al pueblo rechazar los sacramentos de manos de un sacerdote simoniaco, todo ello provocó las iras del alto clero milanense, que se cebaron con las propiedades de su familia. Volvió a Roma a pedir ayuda, y el papa le envió a san Pedro Damián, para que obligara al clero ambrosiano a abjurar de la simonía. Logró la excomunió del obispo Guido de Milán, y esto causó una revuelta popular en la que lo excomulgaron y fue martirizado por secuaces del obispo simoniaco de Milán, en una isla del Lago Maggiore, que no aceptaron las ingerencias de Roma.
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Santo TOMÁS TOAN. (c.1767 - 1840).Martirologio Romano: En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santo Tomás Toán, mártir, el cual, siendo catequista y responsable de la misión de Trung Linh, en tiempo del emperador Minh Mang sufrió, por su fe en Cristo, nuevos y terribles suplicios en la cárcel, hasta que falleció de hambre y sed.
Nació en Can-Phan, Vietnam. Catequista y administrador de la misión de Trung Linh en la ciudad de Nam Dinh, Tonkin. Terciario Dominico.
Denunciado por el médico del poblado que era pagano fue arrestado en 1839, y llevado a la cárcel de Nam-Dinh, donde fue sometido a las más crueles torturas para conseguir su apostasía. Se mantuvo firme y confesó la fe. Comparece por fin ante el gobernador en abril de 1840 y, al no apostatar, es encerrado en una celda estrechísima junto con dos renegados.
Éstos se dedicaron a procurar que también Tomás renegase, debiendo oír de ambos sujetos continuas obscenidades y blasfemias y soportar de ellos un continuo trato humillante. Le hacían ver, además, que la salvación de los dos apóstatas dependía de su propia apostasía. Debilitado y hundido moralmente, dijo que obedecería al gobernador.
Sacado de la celda, fue llevado a otra donde se encontró al dominico fray santo Domingo Trach (Doai), con el que se confesó y se arrepintió; cuando fue llevado al gobernador se negó a pisar la cruz y volvió a confesar la fe. Fue cruelmente flagelado, para luego ser expuesto durante 12 días al sol y a los insectos, sin comida ni agua hasta que murió en la cárcel en Nam-Dinh durante la persecución del emperador Minh Manh. Fue canonizado el 19 de junio de 1988.
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Beata MARGARITA BAYS. (1815-1879).Martirologio Romano: En el cantón de Friburgo, en Suiza, beata Margarita Bays, virgen, la cual, permaneciendo con su familia, trabajaba como sastra y atendía las necesidades del prójimo sin abandonar la vida de oración.
Nació en La Pierraz, parroquia de Siviriez (Friburgo de Suiza). Sus padres eran agricultores. A los 15 años aprendió el oficio de modista, que ejerció a domicilio y en las familias vecinas. Desde muy joven recibió como don del Espíritu Santo un gran amor a la oración: dejaba a menudo los juegos y los amigos para retirarse a su habitación a orar. Pasó su vida en la familia, dedicada a las tareas domésticas y a la costura, creando una atmósfera de buen humor y de paz entre sus tres hermanos y sus tres hermanas. Cuando se casó su hermano mayor, sufrió la hostilidad de su cuñada, que le reñía por el tiempo que pasaba en oración. No quiso ser religiosa y voluntariamente decidió santificarse en medio del mundo.
En la parroquia fue modelo de laica, llena de celo; dedicó su tiempo libre a un apostolado activo entre los niños, a los que enseñaba el catecismo de acuerdo con su edad, formándolos en la vida moral y religiosa personal. Preparaba con gran solicitud a las muchachas para su futura misión de esposas y madres; visitaba infatigablemente a los enfermos y moribundos. Los pobres hallaban en ella a una amiga fiel, llena de bondad. Introdujo en la parroquia las Obras misionales y contribuyó a difundir la prensa católica. Se hizo incansable apóstol de la oración, consciente de su importancia vital para todo cristiano. Amaba profundamente a Jesús eucaristía y a la Virgen. Vivía continuamente en la presencia de Dios. Se dice que fue Terciaria franciscana.
A los 35 años le sobrevino un cáncer en el intestino, que los médicos no lograron detener. Margarita pidió a la Virgen le cambiase estos dolores por otros que le permitieran participar más directamente en la pasión de Cristo. El 8 de diciembre de 1854, en el momento en que el papa el beato Pío IX proclamaba en Roma el dogma de la Inmaculada Concepción, le sobrevino una enfermedad misteriosa que la inmovilizaba en éxtasis todos los viernes, mientras revivía en el espíritu y en el cuerpo los sufrimientos de Jesús, desde Getsemaní hasta el Calvario. Recibió al mismo tiempo los estigmas de la crucifixión, que disimulaba celosamente a los ojos de los curiosos.
En los últimos años de su vida el dolor se hizo más intenso, pero lo soportó sin un lamento, abandonándose totalmente a la voluntad del Señor. Murió, según su deseo, en la fiesta del Sagrado Corazón.
SS Juan Pablo II la beatificó el 29 de octubre de 1995.
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Beata LUISA TERESA DE MONTAIGNAC DE CHAUVANCE. (1820-1885).Martirologio Romano: En Moulins, en Francia, beata Luisa Teresa Montaignac de Chauvance, virgen, que fundó la Pía Unión de las Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús.
Nació en Le Havre-de-Grâce (Normandía), en el seno de una familia numerosa. En la Navidad de 1827 Luisa descubre en el pesebre a un Dios pobre, pequeño y sufriente y empieza a amarlo con todo su corazón.
A los 13 años frecuentó el monasterio de la Congregación de Nuestra Señora en París, donde vivió la devoción al Corazón de Jesús como una verdadera renovación, bajo el impulso de los jesuitas. En 1843 hizo un voto de oblación al Corazón de Jesús, y comenzo su apostolado activo para poner en práctica la idea de su tía (que fue su educadora en la infancia): la Asociación de las mujeres cristianas, que se convertirán posteriormente en la Pía Unión de las Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús.
A los 28 años, Luisa radica en Montluçon, donde comienza un activo apostolado, mientras "la asociación de mujeres cristianas" maduraba lentamente rodeada de oración y salpicada con toda clase de contradicciones, sin faltar las incomprensiones y obstáculos de parte de aquellos mismos que deberían más bien ayudar a desarrollar el proyecto.
Para su intenso apostolado, Luisa Teresa encuentra colaboradoras incondicionales, quienes con su apoyo moral, financiero y personal hicieron posible responder a las necesidades de su tiempo a las que Luisa Teresa fue sensible: orfanatorios, catecismo, obras de las iglesias pobres, adoración reparadora, ejercicios espirituales para todos, visitas familiares y al hospital, actividades a favor de los soldados, apostolado de la oración, bibliotecas, construcciones de capillas, unión de sacerdotes diocesanos, obra de los Samueles... Ella decía: "Busquemos las obras sencillas que nadie quiere y que requieren poco personal. No me gusta la espuma en las obras de Dios".
Inmovilizada a los 34 años, mantuvo muchísima correspondencia con las oblatas de todo el mundo y poco a poco nacieron las oblatas religiosas. Se conservan, en Montluçon, más de 1500 cartas importantes, cumpliendo así su consigna de: "Ser mas que parecer".
A los 54 años, Luisa Teresa redacta la primera Regla de Vida de la Pía Unión de las Oblatas del Sagrado Corazón de Jesús. A los 55 años es electa Secretaria General del Apostolado de la Oración y este hecho le permite ampliar el horizonte de su correspondencia hasta América. A los 60 años Luisa Teresa comprende por fin que la Voluntad de Dios para la Pía Unión, es la autonomía. Un Instituto en el que se tiene la posibilidad de vivir su consagración en dos estilos de vida diferentes: religiosas en comunidad comprometidas en diversas obras según los carismas personales y sobre todo encargadas del aprovisionamiento espiritual de las Oblatas Seculares y de las mujeres casadas o célibes (Afiliadas) que armonizan las obligaciones familiares y profesionales con diferentes formas de apostolados. Todas unidas por la Oblación al Corazón de Jesús participan en una misma misión: "Ser en el mundo testigos de la ternura del amor de Dios".
La vida de Luisa Teresa estuvo sembrada de trigo y cizaña. Ella supo "leer" la Voluntad de Dios a través de las mediaciones: sus padres y familia, sus Directores Espirituales, los Obispos, los acontecimientos del país, su enfermedad, las contradicciones, los sufrimientos físicos y morales, los duelos, las amistades, las rupturas, los cambios de opciones, las alegrías, la vida entera. Luisa Teresa confió en Dios. Luisa Teresa permanece activa hasta el fin de sus días, da prioridad a la formación de aquellas que deben continuar su misión. Muere en Moulins a los 65 años de edad. Fue beatificada por SS Juan Pablo II el 4 de noviembre de 1990.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
Santa Gudena. M. 203.Martirologio Romano: En Cartago, santa Gudena, mártir, la cual, por orden del prefecto Rufino, fue sometida por cuatro veces al suplicio del potro, lacerada con garfios, vejada con varias pruebas en la cárcel y, finalmente, degollada.
Era una joven mártir en Cartago, durante la persecución de Septimio Severo. Murió por orden del procónsul Rufino, que mandó atormentarla cuatro veces en el potro, fue lacerada con garfios, vejada con toda clase de miserias en la cárcel y por fin decapitada.
San Zoilo de Córdoba. M. c. 304. Martirologio Romano: En Córdoba, en la provincia hispánica de Bética, san Zoilo, mártir.
20 mártires cordobeses ejecutados bajo Diocleciano (entre ellos se recuerda a Clemente, Acisclo, Fausto, Jenaro y Marcial, que se celebran en distintas festividades). Zoilo era hijo de una ilustre familia y manifestaba públicamente su fe. Fue detenido y en el interrogatorio que mantuvo con el prefecto Daciano eligió el martirio porque "será el fin de todos mis males y el principio de la felicidad". Destacaron por la dureza de su martirio, hasta que fueron decapitados.
Zoilo se ha celebrado tradicionalmente junto a un grupo de compañeros; de estos, aparecen los nombres de siete colocados en el mismo orden, tanto en las propias actas del santo, como en las «actas» espurias de santa Sinforosa, donde se afirma que aquellos siete fueron los hijos de la mártir de Tívoli, sacrificados junto con su madre, lo que hizo dudar de la realidad de los compañeros de Zoilo. El Martirologio actual lo celebra solo.
San Maggiorino de Acqui. s. IV.
Se piensa que fue el primer obispo de la ciudad de Acqui Terme y gobernó su diócesis durante 34 años y 8 meses hasta su muerte. Una antigua tradición dice que es uno de los 65 obispos ordenados por el papa san Silvestre y enviados por él, después del Edicto de Constantino, a gobernar nuevas Iglesias de la cristiandad, que finalmente dentro de los confines del Imperio romano estaban fuera de persecuciones.
Algunos hagiógrafos lo recuerdan como “intrépido en la predicación de la fe católica y conservador fiel de la verdad cristiana”. Desde el punto de vista histórico parece probable la presencia de Maggiorino entre los 300 obispos occidentales que participaron en el Concilio de Milán convocado por el emperador Constanzo en el 355 contra san Atanasio de Alejandría. Su cuerpo primero fue sepultado en la antigua catedral de San Pedro y luego fue trasladado a la nueva catedral de San Guido. Tiene culto en la diócesis de Acqui.
San Juan de Chinon. s. VI. Martirologio Romano: En Chinon, en la Galia Turonense, san Juan, presbítero, que, nacido en Bretaña, por amor de Dios se escondía de la mirada de los hombres, recluyéndose en una celda junto a la iglesia del lugar.
Natural de Bretaña, era presbítero y se hizo ermitaño en Chinon (Turena), donde fue consejero espiritual de la reina santa Radegunda. A pesar de que llevaba una vida de retiro, recibía a innumerables visitas y había adquirido una enorme reputación como curandero y vidente. Murió santamente y fue sepultado en su oratorio, cerca de la iglesia de San Máximo.
Este solitario, a quien se conoce también en Francia con los nombres de saint Jean de Moustier (Monasterii) y san Juan de Tours, tiene fijada su conmemoración en este día, en el Martirologio Romano, donde le insertó Baronio. Sin embargo, los bolandistas, en “Acta Sanctorum”, sitúan su fiesta el 5 de mayo. Aparte de lo que dice Gregorio de Tours en “De Gloria Confessorum” cap. XXIII, nada más sabemos sobre este santo.
San Fernando de Aragón. (1030-1082).
Estaba emparentado con la familia real de Aragón, que entonces reinaba en el reino de las Dos Sicilias, ya que era hijo de Sancho III y de Elvira, condesa de Castilla. Se dedicó a la vida espiritual y contemplativa. Llegó a Italia y se alojó en los bosques cercanos a Caiazzo; su “fama de santidad” llevó a los fieles a nombrarle el quinto obispo de Caiazzo, cátedra que estaba vacante desde la muerte Argisio en el año 1070. Mientras se encontraba en peregrinación en el territorio de Alvignano enfermó con fuertes fiebres y murió. Sus reliquias se conservan en la iglesia arciprestal de San Sebastiano Martire en Alvignano.
El hecho de que su episcopado no esté documentado en la diócesis de Caiazzo, hace sospechar, que este Fernando sea el mismo san Fernando III, venerado en este obispado, donde, quizás, fueron llevadas algunas reliquias y el error popular, como en otros tantos otros casos, en un obispo local.
Bienvenido de Gubbio. Beato. M. 1232. Martirologio Romano: En Corneto, cerca de Bovino, en la Apulia, beato Bienvenido de Gubbio, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que se conformó a la vida de Cristo por su humilde servicio a los enfermos.
Nació en Gubbio y fue un noble caballero, que se hizo franciscano lego en 1222, recibió el hábito del mismo san Francisco de Asís; le asignaron la enfermería donde atendió a los leprosos por propia petición. Alcanzó en este humilde trabajo las más altas metas de la santidad. Se distinguió por su grado de contemplación, el amor a la Eucaristía y por su paciencia en las largas y graves enfermedades que sufrió.
Su comportamiento era tan ejemplar, que nadie le hizo jamás un reproche o una reconvención. Sin embargo, en la reclusión de la vida religiosa hubiese pasado inadvertida o ignorada por el mundo su santidad, de no ser porque el cielo le había dotado con gracias sobrenaturales rarísimas que extendieron su fama hasta muy lejos. Murió en Corneto en Puglia.
Cuatro años después su muerte, los obispos de Venecia y de Amalfi solicitaron a la Santa Sede que sancionase su culto y, para apoyar su propuesta, presentaron una lista de milagros. El Papa Gregorio IX aprobó ese culto en las dos diócesis, y el papa Inocencio XII confirmó, en 1697 el culto «ab immemoriale».
Davanzato Poggibonsi. Beato. (c.1200 - 1295).
Pertenecía a la familia de los Davanzati di Poggibonsi. Fue ordenado sacerdote en la iglesia de Santa Lucia en Casciano, en Piviere di San Pietro en Bossolo. Fue el primer párroco Terciario franciscano, de la iglesia de Santa Lucia en Barbierino Val D'Elsa en la Toscana. Cuando murió todo lo donó a los pobres y su vida fue siempre un ejemplo de austeridad franciscana. Tuvo dones taumatúrgicos. Su sepulcro se encuentra en la iglesia parroquial de Santi Bartolomeo e Stefano en Barberino Val D'Elsa, de donde es patrón.
Recibió el título de beato por el culto popular, cuya confirmación se pidió el 26 de Junio de 1918, sin que hasta ahora se haya producido.
San Walhero. s. XII. Presbítero y mártir. (Ver) 23 de Junio.
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