Santoral del 26 de Julio


INDICE


San JOAQUÍN y Santa ANA
Beatos EDUARDO THWING y ROBERTO NUTTER
Beato ANDRÉS DE PHU YEN
Beatos MARCELO GAUCHER LABIGNE DE REIGNEFORT y PEDRO JOSÉ LEGROING DE& LA ROMAGÈRE.
Beatas MARÍA MARGARITA DE SAN AGUSTÍN BONNET y compañeras
Santa BARTOLOMEA CAPITANIO
Beato MARIANO DE SAN JOSÉ
Beatos VICENTE PINILLA y MANUEL MARTÍN SIERRA
Beato TITO BRANDSMA
Beata JOSEFA MARÍA DE MICHELI (María Pierina)
San JORGE PRECA
OTROS SANTOS DEL DÍA:

SANTA ANA, Madre de la Santísima Virgen María
Por el fruto se conoce el árbol.
(Mateo, 12, 33).

Santa Ana, después de veinte años de infecundidad, obtuvo del Cielo, por sus lágrimas, sus ayunos y oraciones, el favor de ser madre. Educó a la Virgen María como a hija que le había concedido el Cielo para algún gran destino. Cuando la niña cumplió tres años, Ana la condujo al Templo y la ofreció al Señor. Poco tiempo después murió con la muerte de los justos, tan preciosa siempre ante los ojos de Dios.

MEDITACIÓN SOBRE TRES CONDICIONES
REQUERIDAS PARA QUE NUESTRAS ORACIONES
SEAN EFICACES

I. Sólo después de veinte años de súplicas y de mortificaciones, Santa Ana fue escuchada. No te desanimes si Dios no te concede de inmediato lo que le pides: persevera en la oración, obtendrás, siempre que pidas cosas buenas y que lo pidas con humildad y confianza. Aplazas el escuchar, oh Dios mío, a fin de enseñarnos a pedir; finges no oír, a fin de que perseveremos. (San Anselmo) .

II. Un ángel vino a anunciar a Santa Ana que su oración había sido acogida, y ella creyó sin titubear Nuestro Señor mismo ha dicho que todo lo que pidieres en su nombre, te será concedido; ¡y todavía lo dudas! Dios puede y quiere concederte las gracia que le pides; no carece de Poder ni de voluntad para esto, puesto que es omnipotente y más vivamente quiere hacernos don de sus mercedes que lo que nosotros mismos queremos tenerlas. Ruega, pues, pero hazlo con fe viva e inquebrantable; pide por los méritos de Jesucristo. ¿No es verdad, acaso, que te diriges a Dios sólo después de haber agotado todos los medios mundanos?

III. Santa Ana, agradecida por el favor que el cielo le había acordado, ofreció a Dios en el Templo, a la hija que le había dado. ¿Has agradecido tú las gracias que de Él has recibido? ¿Tal vez las has olvidado, acaso has abusado de ellas Para ofender a Dios tu bienhechor? No es digno de recibir nuevos beneficios quien no agradece los que ha recibido. (San Bernardo).

La mortificación
Orad por la perseverancia de los buenos.

ORACIÓN
Oh Dios, que os dignasteis conceder a Santa Ana la gracia de dar al mundo a la Madre de Vuestro Unigénito Hijo, haced, Por vuestra misericordia, que nos ayude junto a Vos la intercesión de aquélla cuya fiesta celebramos. Por J. C. N. S. Amén.


http://www.aciprensa.com/podcast/santo/julio26-07joaquinyana.mp3





San JOAQUÍN y Santa ANA. s. I.
Martirologio Romano: Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a tradición de los cristianos. Una antigua tradición, datada ya en el siglo II, (las noticias sobre ellos, sólo nos han sido transmitidas mediante el apócrifo “Evangelio del Pseudo Mateo”, “Evangelio de la Natividad” y “el Protoevangelio de Santiago” atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Virgen María. El culto aparece para Santa Ana ya en el siglo VI y para San Joaquín un poco más tarde. La devoción a los abuelos de Jesús es una prolongación natural al cariño y veneración que los cristianos demostraron siempre a la Madre de Dios. La antífona de la misa de hoy dice: "Alabemos a Joaquin y Ana por su hija; en ella les dio el Señor la bendición de todos los pueblos".

Santa Ana, nació en Belén. El culto de sus padres le está muy unido. El nombre Ana significa "gracia, amor, plegaria". La Sagrada Escritura nada nos dice de la santa. Todo lo que sabemos es legendario y se encuentra en el evangelio apócrifo del “Protoevangelio de Santiago”, según el cual a los veinticuatro años de edad se casó con un propietario rural llamado Joaquín, galileo, de la ciudad de Nazaret. Su nombre significa "el hombre a quien Dios levanta", y, según san Epifanio, "preparación del Señor". Descendía de la familia real de David. Moraban en Nazaret y, según la tradición, dividían sus rentas anuales, una de cuyas partes dedicaban a los gastos de la familia, otra al templo y la tercera a los más necesitados. Llevaban ya veinte años de matrimonio y el hijo tan ansiado no llegaba. Los hebreos consideraban la esterilidad como algo oprobioso y un castigo del cielo. Se los menospreciaba y en la calle se les negaba el saludo.

En el templo, Joaquin oía murmurar sobre ellos, como indignos de entrar en la casa de Dios. Joaquín, muy dolorido, se retira al desierto, para obtener con penitencias y oraciones la ansiada paternidad Ana intensificó sus ruegos, implorando como otras veces la gracia de un hijo. Recordó a la otra Ana de las Escrituras, cuya historia se refiere en el libro de los Reyes: habiendo orado tanto al Señor, fue escuchada, y asi llegó su hijo Samuel, quien más tarde seria un gran profeta. Y así también Joaquín y Ana vieron premiada su constante oración con el advenimiento de una hija singular, Maria. Esta niña, que había sido concebida sin pecado original, estaba destinada a ser la madre de Jesucristo. Desde los primeros tiempos de la Iglesia ambos fueron honrados en Oriente; después se les rindió culto en toda la cristiandad, donde se levantaron templos bajo su advocación. Aunque el culto de la madre de Maria se había difundido en Occidente, especialmente desde el siglo XlI, su fiesta comenzó a celebrarse en el siglo siguiente. MEMORIA OBLIGATORIA.
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Beatos EDUARDO THWING y ROBERTO NUTTER. M. 1600.
 Martirologio Romano: En Lancaster en Inglaterra, beatos Eduardo Thwing, de la Orden de Predicadores, y Roberto Nutter, sacerdotes y mártires, que, después de grandes fatigas en la viña del Señor, fueron condenados por su sacerdocio, sufrieron un glorioso martirio bajo la reina Isabel I. Eduardo Thwing nació en Heworth, junto a York, en 1565. Marchó al colegio inglés de Reims, de donde cinco años más tarde pasó a Roma. Motivos de salud le obligaron a volver a Reims, y fue ordenado sacerdote en Laon en 1590. Los cuatro años siguientes los empleó como profesor del colegio y luego se le autorizó a volver a Inglaterra como misionero. Se sabe que los años siguientes hasta su detención en 1600 ejercitó su ministerio, pero se desconocen los detalles de este tiempo, aunque sí consta que por prudencia usó diferentes alias. Arrestado a comienzos de 1600, fue detenido en el castillo de Lancaster y llevado a juicio en julio de aquel año junto con Roberto Nutter. No ocultó que a sus ojos la ley que castigaba a los jesuitas y sacerdotes de los seminarios era injusta. Fue condenado por haber sido ordenado sacerdote en el extranjero y vuelto al país.

 Roberto Nutter había nacido en Clifheroe, en el Lancashire en 1556 y se educó con un maestro católico. Fue al colegio inglés de Reims en 1579 y dos años más tarde era ordenado sacerdote en Soissons. Volvió a Inglaterra y, protegido por un alias, trabajó apostólicamente por los alrededores de Londres y en los condados de Londres y Hampshire. Arrestado en Oxford en 1584, estuvo en la Torre y fue torturado y coincidió su prisión con la ejecución de su hermano, el beato Juan Nutter. Esta detención terminó en destierro en 1585 y volvió de esta forma a Reims. Unos meses más tarde él y otros sacerdotes se embarcan de nuevo con destino a Inglaterra, pero su barco es interceptado y terminan en la cárcel de Marshalsea.

Quiso defenderse de la acusación de haber quebrantado la pena de destierro diciendo que iba realmente a Escocia, y quizás por ello no se le condenó por entonces a muerte. En 1588 fue trasladado a la prisión de Wisbech, donde pasaría los últimos doce años de su vida. Estando en ella solicitó y obtuvo licencia para profesar en la Orden de Predicadores, lo que hizo en presencia de otros sacerdotes. En marzo de 1600 intentó escapar con otros cinco, pero fue rápidamente apresado de nuevo, y condenado a muerte. El 26 de julio de 1600, en Lancaster, tuvo lugar la ejecución. Esta ejecución fue presenciada por muchos católicos, quienes, dando prueba de una gran valentía, comenzaron a apoderarse de las ropas, los cabellos y aun los dedos de los mártires antes de que los verdugos concluyesen su trágica tarea. Ambos fueron beatificados el 22 de noviembre de 1987 por el papa Juan Pablo II.
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Beato ANDRÉS DE PHU YEN. (1626-1644). 
 Martirologio Romano: En Phû Yên, pueblo de Annam, beato Andrés, catequista, que al exacerbarse la persecución contra la enseñanza de la doctrina cristiana, fue hecho prisionero y después condenado a muerte, derramando su sangre por Cristo, siendo el primer mártir de la Iglesia de ese país. Nació en Ran Ran (Phu Yen) en Vietnam, en el seno de una familia pagana. Era fisicamente endeble pero muy inteligente y bondadoso. El y su madre fueron bautizados en 1641, por el jesuita Alejandro de Rhodes. Un año más tarde fue uno de los más estrechos colaboradores del padre Rhodes; después de recibir una mayor formación religiosa y cultural, fue admitido en la asociación de catequistas llamada “Casa de Dios”, en la que se comprometían de por vida dedicarse a esta misión y a la ayuda de los misioneros. En 1643 hizo voto de castidad.

 Un año más tarde empezó la persecución de los cristianos de la provincia de Quang Nam, porque gracias a la predicación del padre Rhodes había muchos cristianos. El jesuita fue conminado a abandonar el país, y apresaron a Andrés para justificar que habían cogido al alguién. Le amenazaron con quitarle la vida si no apostataba, a lo cual se negó, entonces el mandarín Ong Nghé, ordenó que le pusieran la canga al cuello y que lo llevaran a la cárcel, allí se encontró con otro catequista también llamado Andrés y que era muy anciano. El catequista anciano fue condenado a prisión de la que luego saldría por la edad, pero Andrés fue condenado a muerte. Cuando iba a ser ejecutado, el padre Rhodes solicitó que se le permitiera poner una alfombra debajo del mártir, pero Andrés se negó, porque quería que su sangre regase la tierra como lo había hecho la de Cristo. Se arrodilló y recibió la bendición del padre Rhodes y comenzó a pronunciar el nombre de Jesús. Un soldado con una lanza le atravesó varias veces el costado izquierdo, y cayó al suelo. Entonces se acercó otro con una cimitarra para cortarle la cabeza. Andrés al verlo, exclamó “Jesús” y murió.

En ningún momento perdió la serenidad y la firmeza. Su cuerpo fue llevado a Macao por el padre Rhodes. Murió en Ké Cam. Es el protomártir de la iglesia vietnamita. Fue beatificado san Juan Pablo II el 5 de marzo de 2000.

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Beatos MARCELO GAUCHER LABIGNE DE REIGNEFORT y PEDRO JOSÉ LEGROING DE& LA ROMAGÈRE. M. 1794.
 Martirologio Romano: En una sórdida galera atracada en la costa delante de Rochefort en Francia, beato Marcelo Gaucher Labigne de Reignefort, de la Sociedad de la Misión, y Pedro José Legroing de La Romagère, sacerdotes y mártires: el primero era del territorio de Limoges, el otro de Bourges, durante la revolución francesa fueron encarcelados por odio a la fe en una inhumana prisión, muriendo agotados por el hambre y la enfermedad. En el puerto de Rochefort, Francia, donde estaban detenidos en las peores condiciones de vida que es posible imaginar, consumaron el martirio, muriendo de miseria y abandono estos dos sacerdotes, beatificados con sus compañeros de prisión y martirio el 1 de octubre de 1995 por el papa Juan Pablo II.

 Marcelo Labigne había nacido en Limoges en 1751. Después de ser ordenado presbítero, se hizo miembro de la Compañía de Misioneros de Limoges. Al no ocupar ninguno de los cargos eclesiásticos que se consideraron en la Revolución cargos de funcionarios públicos, él no tenía obligación alguna de prestar el juramento de la “Constitución Civil del Clero”. Y sin embargo fue arrestado y llevado a la prisión de La Regle con los sacerdotes refractarios. Luego de muchos meses de encarcelamiento fue condenado, juntamente con su hermano Pedro-Gregorio, a la deportación como refractario a la ley del 14 de agosto de 1792, y debió dejar Limoges el 25 de febrero de 1794 en el primer convoy de sacerdotes limusinos. Estaba en Rochefort el 12 de abril siguiente, en que era registrado. Embarcado en “Les Deux Associés”, enfermó a comienzos de julio y fue llevado a una goleta que servía de hospital, donde murió el 25 de julio, siendo enterrado en la isla de Aix, y ocultándose su muerte a su hermano durante unos días, por entonces también gravemente enfermo.

Este hermano sería el que luego contase todos los padecimientos sufridos por los que esperaron en Rochefort, recibiendo tantos de ellos la muerte a causa de las insanas condiciones de vida. Consta que Marcelo era una sacerdote lleno de piedad y virtud, notable por la dulzura de su carácter, y que llevó con suma paciencia las penalidades de una detención tan arbitraria como la suya. Pedro José Le Groing nació en 1752 en Saint-Sauvier, Allier, Francia, en una familia aristocrática. Hizo estudios en París, donde obtuvo en 1780 la licenciatura en Teología, siendo ya para entonces sacerdote de la Sociedad de Navarra. Dos meses más tarde, el obispo de Bourges, mons. Phelypeaux, lo nombraba su vicario general. Dos años más tarde fue nombrado canónigo de la Santa Capilla, y cuando el cabildo protestó por la supresión de los cabildos, él se sumó a la protesta, que no sirvió de nada pues la Revolución mantuvo por la fuerza su decisión.

Se quedó un tiempo en Bourges pero luego se va a Saint-Sauvier, donde él, su hermano sacerdote Matías y otros sacerdotes refractarios celebraban misa en una capilla dispuesta por el padre de Pedro José. Pero el cura juramentado de Saint-Sauvier se propuso ponerles dificultades y así la municipalidad cerró el 7 de mayo de 1792 la capilla y se les abrió expediente. En el verano siguiente pidió que se les dejara de hacer objeto de vejaciones. Por fin, en marzo de 1793, es arrestado y conducido a Moulins y encerrado en la prisión de Santa Clara. Consta su nombre en la lista de condenados a la deportación en noviembre de 1793, y se sabe que ya estaba en Rochefort el 13 de abril de 1794 en el barco “Borée”, de donde pasa a “Les Deux Associés” y allí muere el 26 de julio de 1794, un día antes del 9 Termidor en que tuvo lugar la caída de Robespierre. Se le enterró en la isla de Aix. Carácter firme y persona de gran vida interior, mostró una gran serenidad y conformidad en medio de la tragedia. Su hermano estuvo a su lado en los días finales, dándole todo el ánimo que pudo y admirando su fe y resignación cristianas. Su hermano Matías sobrevivió a la detención en Rochefort y fue obispo de Saint-Brieuc entre 1819 y 1841.
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Beatas MARÍA MARGARITA DE SAN AGUSTÍN BONNET y compañeras. M. 1794.
 Martirologio Romano: En Orange, en Francia, beatas María Margarita de San Agustín Bonnet y cuatro compañeras, que sufrieron el martirio en la misma persecución. Sus nombres eran: Catalina de Jesús de Jastamont, Ana de San Basilio Cartier, Clara de Santa Rosalía du Bac e Isabel Teresa del Corazón de Jesús Consolin. Entre las religiosas martirizadas en Orange en el período del Terror de 1794 se cuentan las cinco religiosas cuyo martirio conmemora hoy el Martirologio Romano. Llevadas a la plaza de Orange para ser guillotinadas, cantaron el Te Deum y dieron su vida por la fe; fueron beatificadas con las demás víctimas de Orange el 10 de mayo de 1925 por SS. Pío XI. Sus datos sucintos son: Margarita Bonnet, nacida en Sérignan, en 1719, y que en su juventud ingresó en el monasterio de las sacramentinas de Bolléne, tomando el nombre de sor San Agustín, y perseverando en la vida monacal hasta que la Revolución interrumpió esta vida y la obligó a dejar su monasterio, siendo llevada a Orange. María Magdalena De Justamont, nacida en Bolléne en 1714, cuando en su juventud sintió la llamada a la vida religiosa, ingresó en el monasterio de las Ursulinas de Pont-St-Esprit, donde profesó con el nombre de sor Catalina de Jesús y donde perseveró hasta que fue arrestada por la Revolución. Ana Cartier, nacida en Livron, Valence, en 1733, se había decidido en su juventud por la vida religiosa y había obtenido ingreso en el monasterio de las Ursulinas de Pont-St-Esprit, donde hizo la profesión religiosa con el nombre de sor San Basilio, profesión que guardó fielmente hasta que la Revolución la arrancó de su monasterio.

 María Clara Du Bac, nacida en Laudun, Nimes, en 1727. Siguió la llamada de Dios a la vida religiosa e ingresó siendo muy joven en el monasterio de las Ursulinas de Bolléne, donde hizo la profesión religiosa con el nombre de sor Clara de Santa Rosalía. También perseveró en la vida religiosa hasta que fue arrancada violentamente de su claustro. Isabel Teresa Consolin, nacida en Courthezon en 1736, al optar por la vida religiosa eligió el monasterio de las Ursulinas de Sisteron, y años después de profesar como sor Corazón de Jesús fue elegida superiora del convento de Bolléne. El día 25 de marzo de 1794 se negó a prestar el juramento que se le proponía, lo que le valió pasar cuatro meses en la cárcel de Orange. Delante de los jueces afirmó con plena entereza su adhesión a la Iglesia y su firme fe católica.
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Santa BARTOLOMEA CAPITANIO. (1807-1836). 
 Martirologio Romano: En Lovere, de la Lombardía, santa Bartolomea Capitanio, virgen, fundadora junto con santa Vicenta Gerosa del Instituto de las Hermanas de la Caridad de María Niña. Murió a los veintisiete años, atacada por la tisis o más bien consumida por su caridad. Nació en Lovere (Brescia), era hija de la modesta familia Capitanio. Todavía niña soñó en dedicarse hacer obras de caridad por el prójimo. "Quiero ser santa, gran santa, pronto santa". Obtuvo el diploma de maestra. Abrió una escuela en torno a la cual organizó una asociación para los jóvenes. Todos aquellos que la trataron dicen que contagiaba el celo espiritual. En 1832, santa Vicenta Gerosa, la pidió que fuera la ecónoma del hospital que había abierto en la ciudad de Lovere. Bartolomea se volcó en socorrer a todos los enfermos.

 Pronto las dos mujeres, Vicenta más madura y Bartolomea jovencísima, pensaron en dar vida a una comunidad femenina de corte vicentino, pero los conventos de San Vicente de Paúl dependían de París, mientras que la Lombardía estaba bajo el poder político de los Austrias, y para evitar problemas de tipo político, decidieron nacer autónomos: serán las Hermanas Italianas de Caridad de Lovere, conociéndose como Instituto de María Bambina (María Niña). Bartolomea murió al poco tiempo de la fundación a los 26 años por una tuberculosis. Nos ha dejado sus “Scritti spirtuali” donde se descubre la profundidad de su alma y sus temores: "No hago otra cosa que hacer las cosas del Diablo". "Creedlo, si yo algo alguna cosa, lo hago nada más que por soberbia".

 En esta continua lucha purificativa se pasó su vida, pero no perdió jamás la fe y la esperanza, y fue en la oración diaria y en la caridad donde ella se abandonó para no dejarse envolver por la angustia que le suponían lo que llamaba sus pecados. Fue canonizada el 18 de mayo de 1950 por SS Pío XII.
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Beato MARIANO DE SAN JOSÉ (Santiago Altolaguirre Altolaguirre). (1857-1936).
 Santiago Altolaguirre Altolaguirre nació en el pueblo de Yurre (Álava). Pronunció sus votos solemnes como Trinitario en el año 1875; en 1880 recibió la ordenación sacerdotal. Fue superior de algunos conventos y definidor general de su Orden. En el tiempo en que sufrió el martirio se ocupaba principalmente en la oración y en la administración del sacramento de la penitencia en el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta. El día 21 de julio de 1936 subió al Santuario un numeroso grupo de milicianos; reunieron a la comunidad, conminándoles a «que entregaran las armas». Los frailes respondieron que ellos no tenían armas. Acompañados de los padres José y Matías, los milicianos registraron el convento, buscando el pretendido armamento, que no encontraron. Así las cosas, procedieron a abandonar el Santuario, amenazando a los frailes con que sufrirían las consecuencias de su negativa, si no se decidían a entregarles las armas. Al día siguiente, 22 de julio, por la mañana, volvieron a subir los milicianos al Santuario.

Reunieron a la comunidad en la portería, y dieron a los padres por detenidos; fray Lázaro se encontraba en el pueblo, haciendo las compras. En un camión bajaron a los cuatro padres a los grupos, 13 escolares, habilitados como cárcel. Allí fueron objeto de burlas, amenazas y palizas. Así pues, el Padre Mariano tenía 79 años cuando fue apresado el 22 de julio de 1936. Fue durante los días siguientes duramente torturado. El religioso trinitario Pedro Aliaga Asensio, natural de Villanueva del Arzobispo, ha escrito un libro, titulado “Entre palmas y olivos”, donde describe las torturas que recibió el Padre Mariano. El Padre Aliaga narra que “primero le ataron con sogas las muñecas de las manos, obligándole a adoptar una actitud orante, mientras le daban puñetazos y lo golpeaban con las culatas de los fusiles, apaleándolo sin piedad.

 Después, arrancando astillas de madera del suelo de la iglesia, se las introducían debajo de las uñas de los dedos de la mano derecha; se oyó gritar al Padre Mariano varias veces: “¡No, por Dios; no, por Dios!”, mientras sufría esta dolorosa tortura. A continuación, con la misma soga, lo ataron del cuello; echando la soga por encima de la verja que por aquel entonces cerraba el presbiterio, lo izaron en el aire, dejándolo caer a continuación. Así, atado, lo arrastraron por las naves de la iglesia. Después lo subieron a las cámaras del convento, donde lo volvieron a atar, de forma que quedase de rodillas sobre unos palos; lo descalzaron y le dieron una paliza en la planta de los pies con unas tablas del antiguo entarimado del presbiterio de la iglesia, que había sido retirado. El anciano fraile fue conducido después a las escuelas del pueblo, que servían de cárcel y allí fue fusilado el 26 de julio de 1936. Su cadáver fue sepultado en el cementerio municipal de Villanueva. En 1945 fue exhumado, y trasladados sus restos al camarín de la Virgen de la Fuensanta, donde reposan. Beatificado el 28 de octubre de 2007.
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Beatos VICENTE PINILLA y MANUEL MARTÍN SIERRA. M. 1936. 
 Martirologio Romano: En el pueblo de Motril cercano a Granada en la costa española, beatos Vicente Pinilla, de la Orden de los Agustinos Recoletos, y Manuel Martín Sierra, sacerdotes y mártires, que, desalojados de la iglesia, fueron fusilados un día después del martirio de otros cinco compañeros. Vicente nació en Calatayud, Zaragoza. Agustino recoleto. Misionero en Filipinas, donde trabajó en las islas periféricas y sufrió las persecuciones de la revolución. Luego trabajó en Brasil y por último destinado a Motril, Granada. Se distinguió por su sencillez, su jovialidad, su asiduidad al confesionario, su devoción a la Virgen de la Consolación y el amor a los niños.

Con cierta frecuencia le bailaba en el corazón la idea del martirio, y entonces no lograba reprimir sus ansias de fecundar con su sangre sus trabajos apostólicos. Mártir en Motril. Le sorprendió el tiro de gracia en actitud de bendecir a sus perseguidores. Los testigos afirman que afrontó la muerte “con animo sereno y tranquilo”, con un crucifijo en la mano y repitiendo las palabras de Cristo: “Perdónales porque no saben lo que hacen”. Uno de los asesinos exclamó emocionado: “Ya no mataré más a nadie. Si es verdad que hay santos, éste es uno”.

 Manuel nació en Churriana de la Vega. Ingresó en el clero diocesano de Granada tras haber realizado sus estudios en los escolapios. Fue ordenado sacerdote en 1915, y siguió sus estudios hasta alcanzar el título de doctor en Teología. Durante un tiempo fue profesor del seminario de Granada, cargo que simultaneó con el de capellán de religiosas.

 En 1929 fue nombrado párroco de la Iglesia de la Divina Pastora de Motril y en ella seguía al estallar la guerra civil. Fue un sacerdote ejemplar, pendiente siempre de sus feligreses. Vivía pobremente para poder socorrer mejor a los necesitados. Era notorio su celo apostólico y capacidad de trabajo, además era un hombre humildísimo. Tuvo ocasión de huir, como lo hizo su familia, pero no lo hizo alegando que un pastor debía quedarse con sus ovejas. Junto con las religiosas Hijas de la Caridad que trabajaban en el hospital, se refugiaron en el templo parroquial, allí fue buscado y encontrado, y se le conminó a que blasfemara. Se mantuvo firme y en el atrio de la parroquia lo fusilaron junto con el agustino aragonés, Vicente Pinilla.
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 Beato TITO BRANDSMA. (1881-1942). 
 Martirologio Romano: En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, de Baviera, en Alemania, beato Tito Brandsma, presbítero de la Orden de los Carmelitas, mártir, holandés de nacimiento, que por defender la Iglesia y la dignidad del hombre sufrió con ánimo sereno toda clase de quebrantos y vejaciones, dando ejemplo de una caridad sin límites, tanto en favor de sus hermanos concautivos como de sus mismos verdugos. Nació en Bolsward en Frisia, Holanda y se llamaba Anno Sjoerd. Desde su niñez sintió la vocación religiosa, se educó con los franciscanos pero ingresó en los carmelitas: "El espíritu del Carmelo me ha fascinado". En 1899. emitió sus votos religiosos, y desde entonces se entregó de lleno a su sólida formación intelectual y dio señales de su futura vocación: el periodismo.

Realizó sus estudios en los conventos de Boxmeer, Sendereen y Oss. En 1905, fue ordenado sacerdote y al año siguiente llegó a Roma para graduarse con gran brillantez en Filosofía y Sociología y doctorarse en Filosofía en 1909. De regreso a su patria, comenzó una labor que todos juzgarían de extraordinaria. Fue nombrado regente de estudios de su Provincia. Era casi imposible que fuera capaz de llevar tantas cosas y tan bien llevadas: daba clases, escribía, predicaba, ayudaba a los necesitados, no faltaba nunca a los actos de comunidad. Igual se le veía con una escoba en la mano que dirigiendo la marcha de la universidad católica de Nimega de la que fue rector. Era de carácter apacible pero firme. Destacó por su fe viva, por su inmensa confianza en el Señor y por su exquisita caridad. Siempre estuvo dispuesto a ceder ante las ordenes de sus superiores, aunque no comprendiera las razones que le daban. Alguien dijo de él: "Es puro como un niño de primera comunión".… En 1906, fundó la revista “Van Neerlands Carmel” y en 1012, dirigió “Carmerozen”.

 Desempeñó el cargo de redactor jefe del periódico “De Stat Oss”. Colaboró en la traducción al holandés y la edición de las obras completas de santa Teresa de Jesús. A los 44 años, fundó la Unión de Escuelas Católicas y fue su presidente hasta su muerte. Periodista profesional, a sus 54 años, fue nombrado consejero eclesiástico de los periodistas católicos de Holanda. Fundó el Instituto de Mística. Visitó diversos países: Brasil, Irlanda, Estados Unidos, España, con el fin de estudiar los textos de santa Teresa y las relaciones con la espiritualidad española y la holandesa. Cuando en 1940, Holanda fue invadida por los nazis se levantó su voz contra ellos por su fe, su amor a la libertad, su amor a los judíos, y el respeto de los derechos humanos y para ello escribió en “De Gelderlander” diversos artículos contra el nazismo. Se negó, en calidad de presidente de la asociación de escuelas secundarias católicas y capellán de los periodistas católicos, a cerrar las escuelas confesionales a los estudiantes judíos y a publicar en la prensa la propaganda nazi.

 Fue arrestado en 1942, en el convento de Nimega y conducido a la cárcel de Scheveningen, en La Haya, y desde allí escribió una defensa de la Iglesia un diario que tituló “Mi celda” y otros textos. Luego fue trasladado a la cárcel de Amersfoort, Holanda, donde trabajó como leñador y pelador de patatas durante todo el día, bajo las torturas de sus guardianes. Sufrió disentería con hemorragias, y fue enviado a la enfermería donde ayudaba a todos con heroica caridad. Se reunía con los presos y hacían tertulias religiosas, literarias. Fue trasladado de nuevo a Scheveningen, para recibir nuevo interrogatorios y luego le condujeron al campo de concentración de Dachau, en Alemania, pero antes pasó por la prisión de Kleve, Alemania, donde sufrió una agonía espiritual, atormentado por las dudas acerca de lo acertado de su conducta y de cuál era la voluntad de Dios. En el campo de Dachau, sufrió todo tipo de tormentos, por los terribles trabajos que tuvo que realizar; fue trasladado a enfermería y fue sometido al experimento de los flemones artificiales. Entre humillaciones y sufrimientos sin fin, murió asesinado con una inyección de ácido fénico.

 La enfermera que lo mató había sido educada católica, pero había abandonado la fe. Preparándose para la muerte, el padre Tito le dio su rosario. Ella le dijo que había olvidado las oraciones, pero él le dijo que podría de todos modos decir las últimas palabras: “Ruega por nosotros pecadores”. Pasada la guerra, ella no sólo volvió a la Iglesia, sino que habló en el proceso de beatificación. Su cuerpo fue incinerado en el horno crematorio y sus cenizas arrojadas a la fosa común. Fue beatificado el 3 de noviembre de 1985 por san Juan Pablo II. 
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Beata JOSEFA MARÍA DE MICHELI (María Pierina). (1890-1945).
 Martirologio Romano: En Centonara d’Artò, Madonna del Sasso, beata Josefa María (María Pierina) de Micheli, religiosa de las Hermanas de la Inmaculada Concepción. Nació en Milán (Italia) Josefina De Micheli. En Milán, cerca de la casa de la familia De Micheli, en 1912 se establece una comunidad de la congregación “Hijas de la Inmaculada Concepción”, venida de la Argentina, a la que el párroco de San Pietro in Sala le confía el oratorio femenino. En 1913, a la edad de 23 años, Josefina ingresa a esta Congregación. Al año siguiente, en la ceremonia de la vestición religiosa, recibe el nombre de María Pierina. Cuatro años después de emitir los primeros votos, es destinada con otras compañeras a la Casa Madre de la Congregación, en Buenos Aires. Allí, en 1921, se consagra para siempre, con la emisión de los votos perpetuos, y en noviembre del mismo año, vuelve a Milán. Luego de ser durante varios años Superiora de Milán, en 1939 pasa a Roma como Superiora de una nueva casa y en 1940 recibe el nombramiento de Superiora Regional. Con la bendición y el aliento de Pío XII, acuña y difunde la medalla que la Santísima Virgen le había pedido.

La Madre Pierina comunica al Papa que, el 31 de mayo de 1938, mientras oraba en la Capilla de Milán, tuvo una visión en la que la Virgen María le mostraba un escapulario formado por dos retazos de tela blanca: uno con la imagen del Divino Rostro y a su alrededor el texto "Illumina, Domine, vultum tuum super nos" (Ilumínanos con tu rostro o Señor), y sobre el otro lado una Hostia resplandeciente y a su alrededor el texto "Mane nobiscum Domine" (Estás con nosotros Señor). Ese escapulario, reemplazado luego por la medalla, será “un arma de defensa, un escudo de fortaleza, una prenda de amor y misericordia que Jesús quiere dar al mundo”. Promete a los que la lleven y hagan los días martes una visita al Santísimo Sacramento, “ser fortificados en la fe, prontos a defenderla y a superar todas las dificultades internas y externas” y además “una muerte serena bajo la mirada de su Divino Hijo”. Después de muchas penalidades y gozos murió en “Santo Volto” (Santo Rostro) en Centonara D´Artò, provincia de Novara, donde habían trasladado el Noviciado. 
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San JORGE PRECA. (1880-1962). 
 Martirologio Romano: En La Valetta, capital de la isla de Malta, san Jorge Preca, presbítero, que se entregó amorosamente a la formación catequética de los niños y fundó la Sociedad de la Doctrina Cristiana, cuya misión es ser testigos de la Palabra de Dios y propagarla. Nació en La Valletta, Malta. En 1888 la familia se trasladó a la ciudad de Hamrun, cercana a La Valletta. Ingresó en el seminario y fue ordenado sacerdote e 1906. Durante algunas semanas sólo salió de casa para celebrar misa; el resto de tiempo lo pasaba en oración y contemplación. Algunos lo definieron “el san Felipe Neri de Malta”. Recién ordenado sacerdote comenzó a reunirse con algunos jóvenes de Hamrun para formarlos en la lectura de la Escritura. Así nació en 1907 la Sociedad de la Doctrina Cristiana, al servicio de la catequesis, de la que él fue el fundador. Al inició llamó a su asociación “Societas Papiduum et Papidissarum”, pues quiso que tuviera una devoción especial al Papa. Luego escogió la palabra “Museum” -museo para conservar la palabra de Dios- palabra que el convirtió en el acróstico: “Maestro, ojalá que todo el mundo siga el Evangelio”.

 Este fue el gran anhelo que impulsó a don Jorge a lo largo de toda su vida. En 1910 fundó la rama femenina. La Sociedad atravesó momentos de dificultad y prueba. En 1909 recibió la orden de cerrar todos los centros, y obedeció sin quejas. Ante la protestas de los párrocos el obispo revocó la orden. En los períodicos de los años 1914-1915, fueron criticados con artículos infamantes, pero don Jorge pidió a sus socios que los aceptaran con mansedumbre y serenidad. Escribió numerosos libros de dogmática, ascética y moral. Fue un gran consejero espiritual y fue también apóstol del misterio de la Encarnación. Tomó como lema para su fundación: “Verbum Dei caro factum est” (Jn 1, 14). En los momentos de prueba se encomendó a María. En 1918 se inscribió en la Tercera Orden Carmelitana, eligiendo, al profesar, el nombre de fray Franco. Además quiso que todos los miembros de su comunidad, llevaran el escapulario del Carmen. Tuvo una devoción especial por Nuestra Señora del Buen Consejo y divulgó con empeño la medalla milagrosa. Después de una vida entregada al apostolado murió con fama de santidad en su casa en Santa Venera, Malta. Es el primer santo de la isla de Malta. Fue canonizado por SS Benedicto XVI el 7 de junio de 2007.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
 San Erasto. s. I. 
 Martirologio Romano: Conmemoración de san Erasto, tesorero de la ciudad de Corinto, que prestó sus servicios al apóstol San Pablo. Era el tesorero de la ciudad de Corintio (Rm 16, 23), convertido por san Pablo, al que ayudó en su apostolado (At 19, 22), especialmente en Corintio (2 Tm 4, 20). La tradición griega afirma que fue el primer obispo de Apamea de Siria; la tradición latina dice que fue obispo de Filipos de Macedonia y que fue mártir.


 Santos Benigno y Caro de Malcesine. s. VIII-IX. Fueron dos eremitas que vivieron entre los siglos VIII y IX en la zona de Malcesine, en la orilla veronense del lago de Garda.

De sus hechos humanos no se sabe nada, se piensa que quizás fueron dos eremitas agustinos. Sus restos reposan en la iglesia de Santo Stefano de Malcesine donde son venerados. 


San Simeón de Polirone. M. 1016. 
 Martirologio Romano: En el monasterio de San Benito, junto al río Po, en el territorio de Mantua, san Simeón, monje y ermitaño. Armenio que después de vivir durante un tiempo como ermitaño, en el 982 peregrinó a Jerusalén y Roma. En la Ciudad Eterna fue acusado de herejía, pero el papa Benedicto VII, que mandó examinar su doctrina, le declaró ortodoxo. El santo viajó algún tiempo por Italia, hizo peregrinaciones a los santuarios de Santiago de Compostela y San Martín de Tours y retornó a Lombardía. Fue conocido por los milagros que hizo durante sus viajes. Los habitantes de Mantua quedaron admirados al ver a san Simeón jugando tranquilamente con el león de un circo. El santo ingresó finalmente en el monasterio benedictino de Polirone, de la reforma cluniacense, en el que pasó el resto de su vida. Los milagros que se atribuían a san Simeón llamaron la atención de la Santa Sede, y el Papa Benedicto VIII aprobó oficialmente su culto.

  San Austindo de Auch. M. 1068. 
 Martirologio Romano: En Auch, ciudad de Aquitania, san Austindo, obispo, que construyó la iglesia catedral de esta ciudad, mejoró las costumbres del pueblo y fue modelo en la casa de Dios. Natural de Burdeos; abad de Saint-Orens en Auch, donde introdujo la observancia cluniacense; en el 1041, fue elegido arzobispo de Auch (Francia), defendió los derechos de la Iglesia contra las costumbres simoniacas. Mejoró los estudios de la iglesia catedral, perfeccionó las costumbres y mejoró la casa de Dios. Fundó la ciudad fortificada de Nogaro en Armañac.





  Evangelista y Peregrino. Beatos. M. c. 1250. 
Martirologio Romano: En Verona, en los confines de Venecia, beatos Evangelista y Peregrino, presbíteros. Nacieron en Verona y fueron amigos de escuela, juntos se hicieron agustinos y los dos tuvieron el don de hacer milagros y murieron con pocas horas de diferencia. Su culto fue aprobado en 1837.

  Hugo de Actis. Beato. M. c. 1290. 
 Martirologio Romano: En Sassoferrato, del Piceno, en Italia, beato Hugo de Actis, monje de la Congregación de los Silvestrinos de la Orden de San Benito. Nació en Serra San Quirico (Camerino) y era hermano de José, el sucesor del beato Silvestre Gozzolini en llevar las riendas de la Orden de los silvestrinos; estudió en Bolonia y recibió el hábito monástico de manos de san Silvestre Gozzolini de quién fue un devoto discípulo de su Orden de los benedictinos silvestrinos. Su vida estuvo dedicada a las obras de misericordia y a la edificación de los fieles mediante el ministerio de la predicación. Murió en el monasterio de San Giovanni de Sassoferrato. Está sepultado en la iglesia de Santa María del Piano en Sassoferrato. Patrón de Sassoferrato.

  Camila Gentili. Beata. M. 1486. 
 Martirologio Romano: En Septémpeda (hoy San Severino Marche), también del Piceno, beata Camila Gentili, martirizada por su propio esposo. Natural de San Severino (Macerata, Italia); sus padres fueron Luca Gentili, perteneciente a los Señores de Rovellone, y Brandina, de la noble familia de los Grassi. Por deseo de la familia, se casó con el noble Battista Santucci, un hombre que era un bruto. El marido de Camila, desde siempre, había sentido un profundo odio hacia la familia de los Grassi y esto fue la causa que la maltratara de forma brutal; ella siempre le respondió con bondad. Inculpado del asesinato de Pierozzo Grassi, en el 1482, Battista salvó su vida gracias a las oraciones de Camila y porque intervino personalmente en su liberación.

A pesar de esto, su rencor hacia los Grassi no se aplacó, si no que creció de tal manera que prohibió a su mujer tener contactos con su madre Brandina. Cuando supo que su prohibición no había sido respetada, Battista con fingida ternura invitó a Camila para que lo acompañara a Uvaiolo, localidad donde poseía unas tierras, para pasar algunas horas en la tranquilidad del lugar. Camila aceptó sin darse cuenta que la estaba conduciendo a la muerte, ya que su marido con un puñal la mató, mientras ella le pedía a Dios su perdón y le manifestaba su amor. Battista se quedó confundido y paralizado, de tal manera que al no poder huir, fue descubierto y arrestado. Su cuerpo se encuentra en la iglesia de San Domenico de San Severino. En Italia se la venera como mártir.

  Jorge Swallowell. Beato. M. 1594. 
 Martirologio Romano: En Darlington, en Inglaterra también, beato Jorge Swallowell, mártir, condenado a muerte el mismo año en que había vuelto a la Iglesia católica, y aun cuando al ser atrozmente atormentado fue presa de gran pavor, permaneció firme en la fe católica aceptando los crueles suplicios a que fue sometido. Nació en Durham, en el seno de una familia anglicana; fue pastor anglicano y maestro de escuela en Houghton-le-Spring. Se convirtió al catolicismo después de unas conversaciones que tuvo con un detenido al que visitó en la cárcel y con el que trató lealmente los problemas religiosos de su tiempo.

Convencido de la verdad del catolicismo, no dudó en anunciarlo a su feligresia desde el púlpito. Fue arrestado y llevado ante la cárcel de Durham, donde estuvo durante un año antes de su juicio. Compareció ante el juez acompañado por los beatos Juan Boste y Juan Ingram, que fueron senteciados a ser ahorcados y descuartizados. Jorge se aterrorizó al oir la sentencia y sin pensarlo le pidió al juez que le dejara prestar el juramento de reconocimiento de la supremacía religiosa de la reina. Pero san Juan Boste le hizo ver que cambiaba la vida eterna por la temporal y le animó a arrepentirse de aquella debilidad. Las palabras surgieron efecto, pues Jorge manifestó que era y quería morir católico. Fue condenado a muerte por haberse reconciliado con la Iglesia católica y fue ajusticiado en Darlington.

  Juan Ingram. Beato. (1565-1594). 
 Martirologio Romano: En Gateshead, pueblo cercano a Newcastle, a orillas del río Tyne, en Inglaterra, beato Juan Ingram, presbítero y mártir, que siendo inglés de nacimiento, una vez ordenado en la basílica Lateranense ejerció su ministerio en Escocia hasta que, habiendo pasado a Inglaterra, fue ahorcado por ser sacerdote, en tiempo de la reina Isabel I. Nació en Stoke Edith, Hereford, (Inglaterra), en el seno de una familia anglicana; estudió en Oxford, en el New College, y al convertirse al catolicismo fue expulsado de la universidad. Decidido a ser sacerdote marchó Reims, después a Pont-à-Mousson y Roma, donde fue ordenado en 1585.

 En 1591 regresó a Inglaterra; trabajó en Escocia con notable éxito, y luego huyendo de sus perseguidores se marchó a Wark en Inglaterra. Pero regresó pronto a Escocia y allí fue capturado y encarcelado en las cárceles de Berwick y York, desde la que fue enviado a la Torre de Londres; aquí fue torturado cruelmente por el bárbaro Topcliffe quería sacarle los nombres de los católicos. No delató a nadie. Para el juicio se le envió a York, Newcastle y Durham. Fue acusado y condenado como traidor por haberse ordenado fuera de Inglaterra y ejercer el ministerio sacerdotal. Para su ejecución fue llevado a Newcastle y ahorcado frente a la casa de la familia Riddells, donde se habían celebrado misas.

  Guillermo Webster. Beato. (1560-1641). 
 Martirologio Romano: En Londres, también en Inglaterra, beato Guillermo Webster, presbítero y mártir, que después de haber ejercido el ministerio a lo largo de más de veinte años en diversas cárceles, durante el reinado de Carlos I fue apresado por ser sacerdote y consiguió la gloria del martirio en el patíbulo de Tyburn.
Nació en Thornby (Inglaterra). Aunque usó el apellido Ward, su verdadero apellido era Webster, y nació en el seno de una familia católica. Estudió en Douai donde fue ordenado sacerdote (1608).

Volvió a Inglaterra pero el barco por una tempestad fue lanzado a las costas de Escocia, donde fue detenido sospechando que era sacerdote católico. Estuvo tres años en prisión, y después puesto en libertad. Pasó entonces a Inglaterra e inmediatamente fue detenido de manera que en su trabajó en la misión inglesa durante 30 años, veinte de los cuales transcurrieron en prisión. En cuanto dependió de él trabajó con gran dedicación en mantener la fe católica y extenderla, a pesar de todas las veces que estuvo en la cárcel. Mantuvo siempre gran paciencia y fortaleza de espíritu, con una profunda espiritualidad sacerdotal.

Por ello cuando en 1641 ante la orden general de que los sacerdotes católicos debían abandonar la isla, él no quiso abandonar a sus muchos fieles.
Fue detenido y encarcelado en Newgate, siendo procesado y condenado por traidor. Subió serenamente al patíbulo convencido de su inocencia y de la buena causa por la que moría. Fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres. Fue beatificado en 1929 por SS Pío XI.
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