Santoral del 26 de Agosto



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Santa TERESA DE JESÚS JORNET E IBARS
San VÍTORES
Santa JUANA ISABEL BICHIER DES AGES
Beata MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO BAOUARDY
Beata MARÍA DE LOS ÁNGELES GINARD MARTÍ
Beata MARÍA CORSINI BELTRAME QUATTROCCHI
OTROS SANTOS DEL DÍA



SAN CEFERINO Papa y Mártir
Estáis llenos de deseos…
y no conseguís lo que deseáis.
(Santiago 4, 2)

San Ceferino, sucesor de San Víctor en la Sede Apostólica, resistió valientemente a los herejes y a los paganos. Durante la persecución del emperador Severo fue el sostén y el consuelo de los fieles; su caridad le hacía experimentar sus sufrimientos como si fueran propios. Murió hacia el año 217.


MEDITACIÓN  SOBRE CÓMO HAY QUE  ORDENAR LOS DESEOS
I. Nuestra felicidad en esta vida depende de la regla que impongamos a nuestros deseos. Aprende a limitarte en el deseo de los bienes naturales. Quisieras gozar de mejor salud, poseer más ingenio, más fuerzas, más hermosas cualidades naturales; este deseo es fuente de inquietudes. Conténtate con lo que Dios te ha dado, agradécele; acaso te condenarías si tuvieses los brillantes talentos que deseas. Aunque ahora tuvieras lo que deseas, no por ello estarías más contento. Sólo Dios puede colmar tus anhelos. Dedícate a hacer su voluntad y todos tus deseos serán satisfechos.

II. Conténtate asimismo con los bienes de fortuna que Dios te ha dado; no son las riquezas, ni los honores, los que te harán feliz. ¡Cuántas personas hay más pobres que tú y sin embargo son más dichosas, porque no desean sino lo que Dios quiere que posean! El pecador es infeliz, tenga o no tenga lo que él desea (San Próspero).

III. Un deseo te es permitido: es el llegar a un grado más alto de santidad; hasta debes imitar las heroicas virtudes que admiras en los santos, en la medida en que tu estado y condición te lo permitan. Examínate acerca de los deseos de tu alma; desea con ardor llegar a la santidad. Nada esperes, nada temas, y habrás reducido a la impotencia la cólera de tu enemigo (Boecio).

La resignación a la voluntad de Dios.
Orad por vuestra patria.

ORACIÓN

Pastor eterno, considerad con benevolencia a vuestro rebaño, y custodiadlo con protección constante por vuestro bienaventurado mártir y Sumo Pontífice Ceferino, a quien constituisteis pastor de toda la Iglesia. Por J. C. N. S.



Santa TERESA DE JESÚS JORNET E IBARS. (1843-1897).
Martirologio Romano
: En Liria, en España, santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, virgen, que, para ayudar a los ancianos, fundó el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Nació en Aytona (Lérida), en el seno de una familia de agricultores. En sus primeros años experimentó las durezas de la vida antes de diplomarse como maestra en Lérida, gracias a la generosidad de sus tíos, los Palau (padres del beato Francisco Palau y Quer). Ejerció el magisterio (obtuvo el título en Barcelona) en Argensola, Barcelona, pero como ansiaba su vida religiosa fuera del mundo, ingresó en el convento burgalés de Briviesca para hacerse clarisa; una postilla que le apareció en la frente, aconsejaron que dejara el convento por si fuera contagiosa. Su tío Francisco Palau intentó enfilarla en su fundación de Terciarias carmelitas, ella no se comprometió pero trabajará por esta fundación y fue nombrada visitadora de las escuelas que se iban abriendo. Murió el padre Palau y Teresa volvió a su casa. Su madre se hallaba enferma, y la hija la tuvo que acompañar al balneario de Estadilla (Barbastro); durante esta estancia, conoció, a Saturnino López Novoa, maestro de capilla de la catedral de Huesca, que le propuso la fundación de un Instituto dedicado al cuidado de los ancianos.

Así, en 1872, fundó en Barbastro las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, junto a diez jóvenes que se unieron al proyecto. Gracias a su profunda comprensión de las cosas religiosas, a su fuerza de ánimo, a su incansable trabajo y a su capacidad de resistencia fue capaz de abrir durante su vida más de 103 casas de la Congregación, todo ello sin ayuda económica, sino gracias a las limosnas. Fue ella quien inauguró la costumbre de colocar en la portería una estatuilla de san José con la muestra de lo que necesitaban en la casa: garbanzos, arroz, aceite, azucar..., para que los bienhechores conocieran las urgencias y las pusieran remedio.

A sus hijas les decía: "Hijas mías, recordad que los reyes de nuestras comunidades deben siempre ser los ancianos. Si vosotras tenéis vocación no es privilegio vuestro sino de los ancianos. Si no hubiera ancianos vosotras no estaríais en la casa de Dios ni seríais sus esposas... Luego todos vuestros afectos y desvelos deben estar cifrados en los ancianitos, a los que debéis amar como si fuera el mismo Jesucristo. Jamás digáis a ningún anciano: "Si quiere marcharse, la puerta está abierta". El Señor os ha llamado a nuestro Instituto para le sirváis a Él y a su Madre bendita mediante el servicio que prestáis a los ancianos y cuanto más pobres y necesitados de vuestra ayuda sean, tanto mejor...". Viajó por toda España, y entre los sacrificios más duros que tuvo que soportar fue la epidemia de cólera de Valencia de 1883, que se llevó por delante a 60 ancianos y 24 hermanitas en veinte días. Murió en Liria, Valencia, después de una larga enfermedad. Es la patrona de la ancianidad. Fue canonizada por el papa Pablo VI en 1974. MEMORIA FACULTATIVA.
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San VÍTORES. M. c. 743-960.
Martirologio Romano:
En Cesarea de Mauritania, san Vítores, mártir, que, según la tradición, condenado a muerte, fue crucificado en sábado.

Según su pasión compuesta en el siglo XV era un sacerdote español martirizado por los moros en el siglo IX o X, en Baeza y en otros lugares de Castilla, por ayudar a los cristianos perseguidos. Con él fueron decapitados Alejandro y Mariano.
El “Breviario Burgense” del año 1538 dice así: Nació Vitores en Cerezo, de la Diócesis de Burgos: y después de instruirse en las sagradas letras, y haber servido algún tiempo en el ministerio Sacerdotal, se retiró a la soledad de Oña, huyendo de las vanidades del mundo. Vivió allí siete años en una cueva, empleado en alabanzas divinas, y en todos aquellos años tuvieron los Moros puesto sitio a Cerezo, ciudad entonces grande. Pero apareciendo un Ángel a San Vitores, le dijo fuese a librar a su patria, que estaba ya para rendirse, y que él la libraría, y lograría la palma de martirio.

Vino el Santo a Cerezo, donde con dificultad fue conocido. Salió al campo de los enemigos y no sólo recobró para la fe a algunos cristianos que habían apostatado, sino que manifestando los errores de Mahoma, convirtió a muchos moros. El jefe Gaza (a quien intitulan Rey) mandó prender al Santo: y puesto en su presencia, le hizo Dios el beneficio de librarle de la enfermedad de gota (no de lepra, como algunos escriben) pero empeñándose en que abrazara la secta de Mahoma, empezó el Santo a enardecerse contra ella, y por tanto le hizo encarcelar. Allí mismo convirtió con su predicación muchas almas: lo que oído por el Rey, mandó le degollasen. El Santo pidió que primero le crucificasen, como lo hicieron. Tres días vivió en la Cruz, convirtiendo a muchos, y haciendo particulares milagros. Un infeliz burlándose del crucificado, le escupió: y anunciándole el Santo que moriría antes de volver a la Ciudad, se cumplió así.

Depusiéronle de la Cruz, y le degollaron: pero cogiendo el Santo su cabeza entre las manos, se fue a la Ciudad de Cerezo, y persuadió a los habitadores que diesen a una vaca el poco trigo que les había quedado, hasta hartarla, y que la echasen fuera al campo de los enemigos: los cuales la alancearon, y viendo que estaba llena de trigo, desconfiaron de rendirlos por hambre, y levantaron el sitio.
Esto es lo que imprimieron los “Padres Antuerpienses”: pero el “Breviario” prosigue diciendo que el mismo Santo señaló el sitio donde le habían de sepultar, y que dando su alma a Dios, subió a los cielos.
Documentos más antiguos demuestran que fue un mártir africano en Cesarea en Mauritania durante una de las primeras persecuciones.
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Santa JUANA ISABEL BICHIER DES AGES

. (1773-1838).
Martirologio Romano: En La Puye, cerca de Poitiers, también en Francia, santa Juana Isabel Bichier des Ages, virgen, que, durante la Revolución Francesa, ayudó a san Andrés Huberto Fournet cuando éste ejercía clandestinamente su ministerio. Restablecida la paz de la Iglesia, fundó la Congregación de las Hijas de la Cruz, para la educación de los pobres y la ayuda a los enfermos.

Nació en un castillo del Poitou francés en el seno de una noble familia; su padre era empleado del gobierno. A los 19 años Juana Isabel tenía varios pretendientes pero ella declaró a su madre que su deseo era dedicarse totalmente a buscar el reino de Dios y la salvación de las almas. En aquellos tiempos comenzó la Revolución Francesa. Perseguían a muerte a los propietarios de tierras. El hermano de Juana Isabel tuvo que huir al extranjero y la herencia del padre estaba en gran peligro. Ante la necesidad, Juana Isabel estudió para saber administrar los bienes y defenderlos. Lo hizo con tanto éxito que pudo también socorrer a muchas familias pobres. Los mismos estudios le ayudaron después al fundar una comunidad religiosa. Juana Isabel visitaba también a los sacerdotes y religiosas que la Revolución encarceló por negarse a renunciar a su fe. También mostró gran caridad con los carceleros de manera que estos trataban mejor a los presos. Al ser perseguidos los sacerdotes, organizó reuniones de fieles para el culto, hasta que conoció un cura no juramentado, san Andrés-Huberto Fournet. Juana Isabel quiso hablar con el sacerdote quien al verla tan elegante la puso a prueba: "Usted, aguarde, que antes debo atender a estas personas pobres". Ella aceptó con buena voluntad y después se acercó a confesarse con el padre. El fue desde entonces su director espiritual y entre ellos creció una santa amistad que los llevó a fundar una comunidad. Ella le pidió permiso para irse de monja a un monasterio trapense (de clausura). Pero él le aconsejó que más bien se quedara en el mundo ayudando a la juventud pobre y que se encuentra siempre tan desprotegida.

San Andrés-Huberto Fournet y Juana Isabel, con un grupo de muchachas piadosas, fundaron la comunidad de Hijas de la Cruz, para atender a la juventud pobre y abandonada. La santa se dedicó a fundar casas de su comunidad en diversos sitios de Francia. Cuando las vocaciones escaseaban ella redoblaba la oración y Dios enviaba vocaciones. El Padre Fournet le mandó a vestir de negro con tela ordinaria, lo cual disgustó a sus familiares ricos. Fundó más de 60 escuelas para niñas pobres. Con un entusiasmo parecido al de santa Teresa de Avila viajaba, dirigía y administraba. Hacía además agotadores trabajos, oraciones, ayunos y penitencias. Murió llena de méritos en Le Pay (Poitiers). Fue canonizada en 1947 por SS Pío XII.
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Beata MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO BAOUARDY

. (1846-1878).
Martirologio Romano: En la ciudad de Belén, en Tierra Santa, beata María de Jesús Crucificado (María) Baouardy, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas, que, colmada de carismas místicos, unió la vida contemplativa con una singular caridad.

Miriam Baouardy nació en Abellyn o I'billin (Cheffa-Amar, Galilea, Palestina) en el seno de una familia greco católica melquita. Tuvo una infancia y una juventud muy difícil, se quedó huérfana muy pronto, y un tío suyo la recogió trasladándola a Alejandría de Egipto, donde tuvo que huir de la casa de su pariente porque la querían casar en contra de su voluntad, cuando contaba 13 años, además la trató como una sierva. Pidió a un musulmán, que enviase una carta a su hermano Boulos, pero éste en un momento de furor religioso, porque no quería abrazar el Islam y convertirse en su segunda mujer, la hirió gravemente en el cuello con una cimitarra y, dándola por muerta, la envolvió en un gran lienzo y la abandonó fuera de la ciudad.

Curada milagrosamente por María que se le apareció en sueños, se puso a servir primero en Alejandría, después en Jerusalén, en Beirut donde sirvió a la familia Atallah, que le propuso trabajar con su hija en Marsella. Llegó a Marsella donde después de cuatro días de éxtasis ingresó en las Hermanas de San José de la Aparición en 1865; pero como sufría fenómenos místicos, entre ellos la estigmatización, no la admitieron la profesión en 1867, porque la consideraron más apta para la vida contemplativa que para la activa.

Posteriormente, sería recibida como hermana lega en el Carmelo de Pau y allí tomó el nombre de María de Jesús Crucificado; en 1870, fue enviada como cofundadora del Carmelo en Mangalore en la India; allí pronunció su profesión religiosa en 1871 y... le siguieron los fenómenos sobrenaturales que le crearon más problemas, con su director espiritual el vicario apostólico Efrén M. Garrelon, que lo consideraba diabólico. Volvió a Pau, y la expulsaron del Carmelo, no sin antes colaborar en la fundación del convento de Betarram para el servicio de las carmelitas; pero ella decidió fundar el Carmelo en Nazaret a pesar de la negativa del patriarcado de Jerusalén, y... lo consiguió, aunque tuvo la aprobación después de su muerte. Sor María era analfabeta, pero tuvo expresiones de fuerza y de lirismo: "No puedo ya más. El amor me abrasa, me consume, me quema. Mi corazón se funde, se derrite... El mundo duerme, todo duerme. Vayamos a despertarlo. Soy como un pájaro prisionero en la jaula. ¡ábreme la puerta para volar hacia Ti!". Murió en Belén de una grangena, después de haber profetizado su muerte. Su corazón le fue extirpado y enviado al Carmelo de Pau. Su médico descubrió que estaba traspasado por una lanza.
Conviene resaltar que María fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 13 de noviembre de 1983, el mismo día que también beatificaba a una mujer judía: Edith Stein. ¡Una árabe y una judía, beatificadas el mismo día!.
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Beata MARÍA DE LOS ÁNGELES GINARD MARTÍ

. (1894-1936).
Martirologio Romano: En la Dehesa de la Villa, Madrid, España, beata María de los Ángeles Ginard Martí, virgen y mártir.

Nació en Llucmajor, Mallorca (se llamaba Ángela) en el seno de una familia de funcionarios, su padre fue capitán de la Guardia civil. Su niñez transcurrió en Llucmajor, Palma y Benisalem. En este pueblo hizo su primera comunión, hecho que la influyó mucho en su vida de piedad. Su juventud la pasó en Palma de Mallorca, donde se puso a trabajar como bordadora y confeccionar sombreros de señoras para ayudar económicamente a su numerosa familia. Al mismo tiempo se ocupó de las labores de su casa y a enseñar los principios de la religión cristiana a sus hermanos menores. Se levantaba temprano para asistir a la Eucaristía y realizó otras devociones religiosas.

A los 20 años quiso ingresar en el monasterio de las jerónimas de San Bartolomé de Inca. Sus padres le aconsejaron que era muy joven, que se lo pensara bien y dejara la decisión para más tarde, Ángela comprendió que sus padres necesitaban el dinero que ganaba y decidió esperar. Transcurridos algunos años, la situación económica de la familia cambió, y con el permiso paterno, no sin disgusto, ingresó en el convento de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico de Palma de Mallora en 1921. Durante su estancia en el convento se caracterizó por su alegría, piedad, sencillez y caridad hacia sus hermanas. Se ocupó de bordar objetos litúrgicos y preparar a los niños para la primera comunión. Después de profesar y de cambiar su nombre por el de María de los Ángeles, fue destinada a Madrid, luego a Barcelona, y nuevamente a Madrid, donde fue administradora y procuradora del convento.
Al estallar la guerra civil, se encontraba en Madrid, cuando comenzó la persecución religiosa, y ella consoló a sus hermanas, deseando el martirio, antes de ver incendiados los conventos y las iglesias.

En 1936, las religiosas salieron del convento vestidas de seglares. A ella le tocó refugiarse en la vivienda de una familia en la calle Monte Esquinza número 24, pero fue acusada por el portero y los anarquistas la detuvieron a ella y a una hermana de la dueña de la casa, pero María de los Ángeles, llevada por la caridad les dijo: "esta señora no es monja, dejadla, la única monja soy yo". Así salvó a esta señora. La llevaron a la checa de Bellas Artes, al anochecer le dieron el "paseillo" a la Dehesa de la Villa, donde la fusilaron. Está enterrada en el convento de su Congregación en Madrid. Fue beatificada el 29 de octubre de 2005 por SS Benedicto XVI.
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Beata MARÍA CORSINI BELTRAME QUATTROCCHI. (1884-1965).


Martirologio Romano: En Roma, beata María Beltrame Quattrocchi, que, siendo madre de familia, ilustró de modo conspicuo a la familia de Cristo y a la sociedad, viviendo ejemplarmente su vida matrimonial y mostrando su comunión de fe y amor hacia el próximo.

Nació en Florencia, en el seno de una familia de la alta sociedad. Se casó con Luis Beltrame Quattrocchi, y tuvieron tres hijos, que se hicieron religiosos, y formaron un matrimonio modelo. Durante el parto de su última hija, se le presentó una grave patología, que pusieron en riesgo su vida, pero ella eligió seguir adelante con su embarazo, y después del parto, la dos, madre e hija, salvaron sus vidas.

Ella fue profesora y escritora de temas de educación, comprometida en varias asociaciones, como la Acción Católica femenina, y apasionada de la música. Uno de sus hijos dijo que sus padres no tenían una vida nada beata: "Todo se vivía en un clima de serenidad, de hospitalidad, amistad, de diversión, vacaciones y bicicletas. Pero lo más extraordinario es que supieron santificarse viviendo la vida ordinaria". Difundió junto con su marido la devoción del Sagrado Corazón. Después de la muerte de su marido, continuó con su apostolado, animada por su director espiritual el padre dominico Garrigou-Lagrangre, se adhirió al movimiento "Frente de la Familia", del que fue vicepresidenta del comité romano. Fue también responsable femenina del "Renacimiento cristiano", en el que trabajó intensamente. Murió en Serravalle. Fue beatificada junto a su marido el 21 de octubre de 2001 por SS Juan Pablo II.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:

Melquisedec. M. c. 2000 a. C. (Antiguo Testamento).
Martirologio Romano: Conmemoración de san Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, que saludó y bendijo a Abrahán cuando volvía victorioso, ofreciendo al Señor un sacrificio santo, una hostia inmaculada. Como figura típica de Cristo, ha sido interpretado rey de la paz y de la justicia y sacerdote eterno, aun falto de genealogía.
Rey y sacerdote de Dios. Honrado por Abraham. Su sacerdocio es símbolo del sacerdocio cristiano. Su historia se encuentra en el libro del Génesis 14,14-20. «Al oír Abram que su hermano había sido hecho cautivo, movilizó la tropa de gente nacida en su casa, en número de trescientos dieciocho, y persiguió a aquéllos hasta Dan. Y cayendo él y sus siervos sobre ellos por la noche, los derrotó, y los persiguió hasta Jobá, que está al norte de Damasco; recuperó toda la hacienda, y también a su hermano Lot con su hacienda así como a las mujeres y a la gente.

A su regreso después de batir a Kedorlaomer y a los reyes que con él estaban, le salió al encuentro el rey de Sodoma en el valle de Savé (o sea, el valle del Rey). Entonces Melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo, y le bendijo diciendo: "¡Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de cielos y tierra, y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó a tus enemigos en tus manos!" Y dióle Abram el diezmo de todo.»
Será mencionado, otras veces (en el salmo 110 y sobre todo en Carta a los Hebreos)

San Oroncio de Lecce. s. I.
Mártir junto con Justo y Fortunato. Se les cree contemporáneos de los apóstoles y según la leyenda, san Pablo envió de Corintió a Roma, a Justo, discípulo suyo. Este, habiéndose detenido casualmente en Salento, a causa de una marejada, fue hospedado por Oroncio, al que convirtió junto a su sobrino Fortunato. Regresaron los tres a Corintio, donde san Pablo habría ordenado a Oroncio como el primer obispo de Lecce y junto con sus compañeros murió mártir en Lecce en tiempos de Nerón. Su culto está extendido en toda la Lucania. Patrón de Lecce.
Se piensa que es el mismo san Aroncio que se venera en Potenza. En algunos Martirologios, está unido al de los Doce Hermanos, como Aroncio

Santos Simplicio, Constancio y Victoriano. M. 270/5.
Según el Martirologio Romano anterior a 1970, Simplicio y sus dos hijos fueron martirizados en Las Marcas durante la persecución de Aureliano, pero parece que en realidad eran tres mártires sin relación entre ellos, agrupados arbitrariamente por un hagiógrafo.
Hagamos un resumen de la leyenda: durante el imperio romano de Antonino Pío, en Borgoña, se convirtió al cristianismo una familia entera, que fue bautizada por san Genaro, y por ello la madre Gaudencia se retiró a un monasterio, mientras el padre Simplicio y sus hijos Constancio y Victoriano, tomaron la misión de propagar la nueva religión.

Mientras tanto fue enviado a la Galia el prefecto Poncio, con órdenes severas contra los cristianos. Los tres burgundios fueron arrestados y conducidos delante del tribunal, donde hablaron de la teología de la Trinidad y de la Redención. Fueron torturados y durante el tormento se sucedieron varios prodigios propios de estas leyendas.
Fueron enviados a Roma para que se les ejecutase y durante el camino también se produjeron toda suerte de milagros y prodigios. Fueron llevados a Marsica donde se encontraba el emperador Antonino Pío donde de nuevo hicieron muchos milagros. Al final fueron decapitados después que se les intentara dar muerte de otras formas.

San Maximiliano. M. 295.
Martirologio Romano:
En Roma, en el cementerio de Basila, en la vía Salaria Antigua, san Maximiliano, mártir.

San Segundo. M. 286-306.
Es un legendario soldado que formó parte de la Legión Tebana y fue martirizado en Vittimulo (hoy fracción de San Secondo di Salussola, en la provincia italiana de Biella).
Según su passio fue lugarteniente de la Legión Tebana y era nativo de la provincia de Tebas en el alto Egipto. Segundo fue martirizado antes que la Legión llegase a los Alpes. Se relata que después que se profesó cristiano, se le dio un ultimatun para que abjurase de su fe con la llegada a Vittimulo, estación de parada en la marcha hacia las Galias. Ante su negativa fue decapitado. Segundo fue el ejemplo de todos sus compañeros. Patrón de Ventimiglia.

San Guniforme. s. IV.
Oriundo de Escocia o Irlanda, para huir de las persecuciones, pasó a Alemania junto con su hermano Guniboldo y dos hermanas; sus hermanas fueron asesinadas. Al llegar a Como, fue asesinado su hermano y él solo marchó a Milán, y aquí fue herido por las flechas: creyendo que había muerto fue abandonado, y herido llegó a Pavía, donde fue acogido por una mujer cristiana y después de tres días de agonía murió en su casa. Su leyenda es parecida a la de san Ricardo rey.
Los estudiosos han buscado la forma de datar el martirio de Guniforme, pero hay divergencias entre ellos, provocada por la confusión que realiza la Passio entre paganos y herejes. Ferrari lo sitúa bajo el imperio de Constanzo, Dempster dice que murió mártir por los paganos pero durante el imperio de Teodosio; Tatti afirma que fue durante la persecución de Maximiano, esta última afirmación es aceptada por el bolandista Cuypers. Su festividad se celebra en la diócesis de Pavía el 26 de Agosto.

San Eleuterio de Auxerre. M. 561.
Martirologio Romano
: En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Eleuterio, obispo.
Obispo de Auxerre (532-561). No conocemos otros particulares de su vida.

Juan de Caramola. Beato. (c.1280-1339).
Nació en Toulouse y llegó a Italia, probablemente con ocasión del primer Año Santo, celebrado en 1300, estableciéndose en el territorio de Chiaromonte (Potenza). Se le describe como un hombre de profunda religiosidad, capaz de cualquier forma de austeridad y de una caridad sin límite.
Después de haber vivido la experiencia eremítica en varios lugares del territorio de Chiaromonte (eremo de San Saba, Romitorio del Beato Giovanni de Caramola), ingresó definitivamente como monje converso en la abadía cisterciense de Sagittario en Chiaramonte, donde llevó una vida de gran austeridad, observando un silencio absoluto hasta tal punto que se decía de él que era mudo. Tuvo dones taumatúrgicos y murió con fama de santidad. Su cuerpo se conserva incorrupto en la abadía donde es objeto de veneración en una capilla a él dedicada.

Joaquín Watanabe Jirozaemon. Beato. M. 1606.
Martirologio Romano:
En Yatsushiro, hoy Kumamoto, diócesis de Fukuoka, beato Joaquín Watanabe Jirozaemon, mártir, que murió en prisión a causa de los tormentos.
Joaquín pertenece a un grupo de once mártires de Kummamoto (en aquel momento Yatsushiro): seis eran de familias de samurais, muertos en 1603, y los cinco restantes eran sencilla gente del pueblo: tres catequistas, el propio Joaquín, Miguel y Juan, y los respectivos hijos de estos dos, Tomás y Pedro. Los cuatro últimos mueren decapitados el 11 de enero de 1609, pero Joaquín muere tres años antes, el 26 de agosto de 1606, en la cárcel, a causa de los tormentos, y por tanto su muerte es también martirial; tenía 55 años. Fue beatificado, junto con todo el grupo de esta persecución, el 24 de noviembre de 2008 por SS Benedicto XVI.

Ambrosio de Benaguacil (Luis Valls Matamales). Beato. (1870-1936).
Martirologio Romano:
En Valencia, en España, beato Ambrosio (Luis) Valls Matamales, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que por derramar su sangre durante la persecución mereció de ser partícipe del banquete eterno.
En el siglo, Luis Valls Matamales, nació en Benaguacil (Valencia). Profesó en la Orden Capuchina el 28 de mayo de 1891 y fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1900. La predicación, el ministerio de las confesiones y la dirección espiritual fueron sus actividades pastorales preferidas. Fue hombre de oración y de obras de caridad. Además, cultivó la liturgia y la divulgación de escritos de tema franciscano y mariano. Cuando la persecución religiosa lo obligó a dejar el convento de Massamagrell (Valencia), se dirigió a Vinalesa, y allí fue detenido en la madrugada del 24 de agosto de 1936 y conducido ante el Comité del pueblo para ser interrogado; una hora más tarde lo llevaron en coche al lugar de su martirio. Palabras suyas son: “El martirio es una gracia de nuestro Señor”. “El martirio de sangre es lo más hermoso, es un segundo bautismo”. Beatificado el 11 de marzo de 2001 por san Juan Pablo II con en el grupo de 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia.

Pedro de Benissa (Alejandro Mas Ginester). Beato. (1876-1936).
Martirologio Romano:
En Denia, en la región de Alicante, en España, beato Pedro (Alejandro) Mas Ginester, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y mártir, que, en la misma persecución, fue gloriosamente coronado al entregar la vida por Cristo.
Nació en Benissa (Alicante), y fue fusilado en la Alberca, del término municipal de Denia (Alicante). Hizo la profesión en la Orden Capuchina el 4 de agosto de 1894 y recibió la ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1900. Estaba empeñado en la pastoral juvenil y en la catequesis de los niños; era predicador y confesor. Cuando se vio forzado a abandonar el convento de la Magdalena de Massamagrell (Valencia), se refugió primero en casa de unos amigos y después en casa de una hermana suya en Vergel (Alicante). Lo detuvieron el 26 de agosto de 1936, y ya de noche lo hicieron subir a un coche que lo llevó al lugar del martirio. Murió agradeciendo a quienes le quitaban la vida el favor que le hacían: “Os perdono a todos; no sabéis el bien que me vais a hacer”. Beatificado el 11 de marzo de 2001 por san Juan Pablo II con en el grupo de 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia.

Lorenza Harasymiv. Beata. (1911-1952).
Martirologio Romano:
En el lugar de Kharsk, cerca de Tomsk, en la región rusa de Siberia, beata Lorenza (Leocadia) Harasymiv, virgen de la Congregación de las Hermanas de San José, que, subyugada su patria por los perseguidores de la fe, fue conducida a un campo de concentración, donde a la pureza de vida añadió la constancia de la fe en una muerte gloriosa.
Nació en Rudnyky (región de Lviv). En 1931 ingresó en la Congregación de las Religiosas de San José. En 1950 fue arrestada, junto con la beata Olimpia Bidá por sustituir la labor apostólica de los sacerdotes que habían desaparecido en los campos de concentración; fueron deportadas al campo de concentración de Kharsk. Antes de la deportación se había contagiado de tuberculosis, enfermedad que le causaría la muerte. Olimpia le asistió en su muerte. Tenía 42 años cuando falleció en el campo de concentración. Beatificada por san Juan Pablo II el 27 de junio de 2001.
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