Grazio Forgione, su padre y Giuseppa di Nunzio su madre
En 1903, a los dieciséis años entra al noviciado de Marcone. El 22 de enero toma el hábito de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, pasando a llamarse Fra Pío (Fra por Fratello/Hermano).
El 22 de enero de 1904, finaliza el año de noviciado y hace la Primera Profesión de los Consejos Evangélicos de Pobreza, Castidad y Obediencia. Entra al convento de la provincia monástica y estudia para ordenarse sacerdote. En 1907 después de tres años de los votos temporales hace su profesión perpetua o votos solemnes y el 10 de agosto, sobreponiéndose a sus graves problemas de salud, es ordenado sacerdote en la capilla del Arzobispo de Benevento, pero por sus problemas de salud debe residir con su familia, por largos periódos, hasta el 1916.
ESTIGMAS
El 28 de julio de 1916 llega al Convento de San Giovanni Rotondo y permanece allí hasta su muerte.
En agosto de 1918 una transverberación del corazón (experiencia mística de ser traspasado en el corazón, que indica la unión de amor con Dios) le causa heridas visibles en su costado.
El 20 de septiembre de 1918, mientras reza, luego de la Misa, aparecen los estigmas de forma visible y permanente, lo acompañarán por los próximos 50 años y le convertirá en el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la Iglesia.
En 1968, el 23 de septiembre, fallece en su celda a las 2:30 de la madrugada, sin los estigmas que sufrió por 50 años y cuyo sufrimiento ofreció a Dios por la salvación de las almas. Sus últimas palabras fueron "Gesú e Maria".
El 26 de septiembre, el cuerpo del Padre Pío fue sepultado en una cripta en la Iglesia de Nuestra Señora de las Gracias.
Canonización
La ceremonia de canonizazión del Padre Pío, se llevó a cabo el 16 de Junio de 2002 en la Plaza San Pedro, ciudad del Vaticano en Roma.
El Papa Juan Pablo II eleva al Padre Pío a los altares de la santidad en presencia de 350.000 fieles, convirtiéndose en la ceremonia de canonización más concurrida de la historia.
Plaza San Pedro el día de la canonización
Decreto Papal
San Pío de Pietrelcina,
tú pasaste tu vida haciendo el bien en la tierra
y ahora lo haces desde el cielo.
Por favor, alcánzame de Dios cuánto te pido!
Tú fuiste hombre de oración y caridad,
amigo de los enfermos,
testigo de la misericordia de Dios
para cuantos acudieron a tu confesionario.
Ven ahora en mi ayuda... !
Te lo suplico por Jesucristo
nuestro Señor...
Amén.