INDICE
Tarsicio, Mártir Mártir
Asunción de Nuestra Señora
Alipio de Tagaste, Santo Obispo
Alfredo, Santo Obispo
San JACINTO DE CRACOVIA
Estanislao de Kostka, Santo Seminarista
Claudio (Ricardo) Granzotto, Beato Religioso Franciscano
Carmelo Sastre Sastre, Beato Presbítero y Mártir
José María Peris Polo, Beato Presbítero y Mártir
Luis Batis Sáinz, Santo Presbítero y Mártir
Manuel Morales, Santo Laico Mártir
Salvador Lara Puente, Santo Laico Mártir
David Roldán Lara, Santo Laico Mártir
Isidoro Bakanja, Beato Mártir Laico
OTROS SANTOS DEL DÍA
Nuestra Señora del Alcázar, de Begoña, de la Paloma, de Los Reyes, del Alba.
Alipio, Arnulfo, Juan, obispos; Alicia (= Adela), Margarita, monjas,
LA ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
María ha elegido la mejor parte,
de la que jamás será privada.
(Lucas 10, 42)
María ha elegido la mejor parte,
de la que jamás será privada.
(Lucas 10, 42)
La vida de la Santísima Virgen, después de la Ascensión de Jesucristo, no estuvo exenta de sufrimiento. Sufrió al verse separada de su Hijo muy amado, y sin cesar suspiraba por el día en que podría reunirse con Él. Aumentaba su mérito al infinito mediante la práctica constante de las más heroicas virtudes. Llegó, por fin, el dichoso día de su muerte y su alma se separó de su castísimo cuerpo, sin dolor ni violencia. Mas, la noche siguiente al día en que se depositó ese cuerpo en el sepulcro, su alma descendió del cielo, reuniose con él y fue a colocarse en el cielo a la derecha de Jesucristo, en el trono que le había sido preparado.
MEDITACIÓN SOBRE EL TRIUNFO DE MARÍA
I. La Santísima Virgen muere sin dolor y sin temor, con inefable deseo de ir a juntarse con su adorable Hijo. El amor divino es quien desprende su hermosa alma de su envoltura mortal. Tú también morirás; pero, ¿cómo morirás? ¿En el dolor y en el temor? Aprende de María a vivir bien para morir bien. Pídele la gracia de morir santamente. Ella la concede a sus servidores; y cuando te halles en ese terrible momento, dile con Justo Lipsio: Santa María, socorre a mi alma en lucha con la eternidad.
II. La Santísima Virgen resucita algún tiempo después de su muerte; ese cuerpo castísimo que había llevado a Jesucristo no debía sufrir la corrupción del sepulcro. ¡Oh, Virgen Santísima, qué alegría me causa el favor que se os ha acordado! Cuerpo mío, tú también resucitarás un día; pero, ¿será para la gloria o para los sufrimientos eternos? Lo ignoro, o más bien, sé que seré predestinado si soy un servidor fiel de María. Ningún servidor de María perece eternamente (San Bernardo).
III. ¡Cuán admirable es el triunfo de María! Entra en el cielo con cuerpo y alma; los ángeles salen a su encuentro; el Padre eterno la reconoce como Hija, Jesucristo como Madre, el Espíritu Santo como Esposa. Es elevada sobre los coros de los Ángeles y colocada en un trono al lado de su Hijo. Valor, ¡alma mía!, nada hay que no puedas obtener por medio de la Madre de Dios. Su poder es infinito y su amor es igual a su poder. ¿Qué hice hasta ahora para merecer su protección y sus favores?
La devoción a la Sagrada Familia.
Orad por la Iglesia.
ORACIÓN
Perdonad misericordiosamente, Señor, las faltas de vuestros servidores, y, dada la impotencia en que nos encontramos de agradaros por nuestros propios méritos, concedednos la salvación por la intercesión de Aquélla que Vos elegisteis para que fuera la Madre de vuestro Hijo, Nuestro Señor, que, siendo Dios, vive y reina con Vos
en unidad con el Espíritu Santo.
Martirologio Romano (1956)
15 de agosto
http://www.aciprensa.com/podcast/santo/agosto15-07arnulfo.mp3
LA ASUNCIÓN DE MARÍA.
Martirologio Romano: Solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950. La fiesta de la dormición (koisimis) de María, impuesta en el siglo VI por el emperador Mauricio a todo el Imperio romano, fue celebrada en Roma en tiempos del papa Sergio, en el siglo VII, con el nombre de "Pausatio", junto con las demás fiestas marianas (purificación, anunciación, natividad). Sólo en el siglo VIII recibió el título de Asunción de la bienaventurada virgen María en el sacramentario gregoriano ("Sufrió la muerte, pero no estuvo sujeta a sus lazos").
Aunque en el siglo V los relatos apócrifos sobre el "Tránsito de María" trataban de describir cómo sucedió la muerte de María, sólo la tradición ininterrumpida de la Iglesia, testimoniada por Gregorio de Tours y luego por los demás padres (san Modesto de Jerusalén), es corroborada por el hecho de que nunca fue venerada en la antigüedad una verdadera reliquia del cuerpo de María. Ni siquiera en Éfeso, donde parece más probable que ocurriera su muerte, tanto más cuanto que en el Concilio celebrado allí se hizo una alusión indirecta a su culto. La creencia universal de este acontecimiento ha sido confirmada por la respuesta afirmativa de todo el episcopado católico consultado en el 1946 por Pío XII, que autenticaba el "sensus fidelium" con la definición dogmática del 1 de noviembre de 1950 (“Munificentissimus Deus”): "Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma de revelación divina que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste". SOLEMNIDAD.
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San TARSICIO. M. 257.
Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, conmemoración de san Tarsicio, mártir, que por defender la santísima Eucaristía de Cristo, que una furiosa turba de gentiles intentaba profanar, prefirió ser inmolado, muriendo apedreado antes que entregar a los perros las cosas santas. Parece que era acólito de las catacumbas de San Calixto. La leyenda dice que "después de participar en la misa de las catacumbas de Calixto, llevaba oculto devotamente en su pecho, el Sacramento de la Eucaristía. Sus pocos años facilitaban esta visita a los cristianos en las cárceles.
Su comportamiento llamó la atención de unos muchachos que jugaban en la vía Apia, en la proximidad de la puerta a la Urbe. Intentaron descubrir su secreto. Y Tarsicio prefirió aguantar los puñetazos de ellos y morir del golpe mortal de un cabecilla que dejarles su tesoro". La realidad histórica hace pensar que en vez de un niño sea un adulto, además un diácono que sorprendido por un tumulto en una calle de Roma, aceptó la muerte antes de perder el tesoro que apretaba contra su pecho. San Dámaso en la inscripción que hace en su tumba en las catacumbas de San Calixto dice: "Tarsicio llevaba los misterios de Cristo, cuando una mano criminal intentó profanarlos. El prefirió dejarse masacrar, antes que ceder aquellos perros rabiosos el cuerpo del Señor". Este es el único documento histórico que tenemos sobre él. Murió durante la persecución de Valeriano.
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San ALIPIO DE TAGASTE. (d.345 - 430).
Martirologio Romano: Conmemoración de san Alipio, obispo de Tagaste, en Numidia, que en un tiempo fue discípulo de san Agustín y, posteriormente, compañero suyo de conversión, colega en el ministerio pastoral, camarada en la lucha contra los herejes, para, finalmente, también ser partícipe con él de la gloria del cielo. Nació en Tagaste, en el seno de una familia pagana acomodada. Sabemos que era pequeño de estatura sufrido y amigo de los buenos libros; que cursó la carrera de leyes y llegó a abrirse paso en la administración del Imperio. En el desempeño de su cargo dio muestras de probidad, renunciando a servirse de él para satisfacer su afición a la lectura y oponiéndose a los atropellos de un senador muy poderoso. Se narra de él que un día le invitaron a una pelea de gladiadores, pero él, que no estaba de acuerdo, no quería ir, pero al final para no quedar mal con sus amigos, decidió acudir, pero cerró los ojos para no ver el espectáculo, pero en un grito del público, abrió los ojos, y se quedó prendado de los juegos; desde ese día hasta el de su conversión, fue el más ferviente defensor de las luchas de gladiadores. En su madurez, su sentido de la justicia le impulsó a combatir la esclavitud.
Consta que era más joven que san Agustín, que además fue su maestro en Tagaste y en Cartago. Como san Agustín, su amigo, fue maniqueo. Marchó a Italia, como maestro de Retórica, donde se encontraron. Fue en un jardín de Milán, cuando Agustín, en compañía de Alipio, sintió la voz de un niño que le decía: "Toma y lee" y encontró la carta de san Pablo que dice: "No en las fiestas, ni en las juergas, no en la lujuria y en la impureza, no en las disputas y en los celos, sino que revestíos del Señor Jesús y no os hagáis servir de la carne y de la concupiscencia". La conversión fue mutua. Y fue en el retiro de Cassiciaco, que Alipio y Agustín fueron bautizados por san Ambrosio de Milán en el 387. Después regresaron a África, donde fue ordenado sacerdote, y junto con Agustín durante tres años ensayaron un tipo de vida monástica que dejaría profunda huella en la vida religiosa de Occidente. Fue peregrino en Tierra Santa donde hizo una visita a san Jerónimo, y finalmente fue nombrado obispo de Tagaste en el 395, antes que lo fuera Agustín de Hipona. Como obispo colaboró con Agustín en la reconstrucción de la iglesia africana, duramente probada por el donatismo y otras herejías. Participó en el concilio de Cartago del 411 que puso fin al cisma donatista. También fue valiosa su intervención en la disputa de Tubursico (397), en la que libró a Agustín de una situación embarazosa. Luchó contra arrianos y pelagianos. Murieron los dos el mismo año.
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San ALFREDO DE HILDESHEIM. (800 - 874).
Martirologio Romano: En Hildesheim, de Sajonia, en Alemania, san Alfredo, obispo, que construyó la iglesia catedralicia y favoreció la construcción de monasterios. Nació en Colonia, en el seno de una rica e ilustre familia. Muy joven sintió la llamada a la vida religiosa y libremente ingresó como benedictino. Se formó para ser sacerdote en la abadía de Fulda; cuando fue ordenado ejerció su ministerio en Corvey, junto a Minden en Westfalia, edificando a todos con su predicación y santidad de vida; atacó duramente los vicios de la sociedad de su tiempo. Director de la escuela de la abadía benedictina de Corbey en Sajonia. Fue el cuarto obispo de Hildesheim, en Hannover, Sajonia, siendo consagrado hacial el año 845, se ganó gran fama por pacificar las distintas facciones carolingias enfrentadas en aquellos momentos por controlar el imperio.
Fundó la abadía de Essen, origen de la ciudad actual de Essen, con su propio peculio y en un campo de su propiedad, y una bella basílica con un convento anexo de benedictinas. Fue amigo de Luis el Germánico. Gran constructor, como todos los benedictinos, fundó abadías y monasterios. Se le atribuye el inicio de la construcción de la catedral dedicada a la virgen María en Hildeseheim. Junto a la catedral construyó un convento de sacerdotes dedicados al servicio religioso de la catedral y vivían en común según la regla de san Benito. A su actividad de constructor fue un gran forjador de almas sacerdotales apostólicas y director espiritual de su pueblo. Fue sepultado en la iglesia de la abadía de Essen.
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San JACINTO DE CRACOVIA. (c.1185 - 1257).
Martirologio Romano: En Cracovia en Polonia, san Jacinto, sacerdote de la Orden de Predicadores, que fue designado por santo Domingo para propagar la Orden en aquella nación y junto a los compañeros el beato Ceslao y Enrique el Germánico predicó el Evangelio en Bohemia y en Silesia. Se le conoce como el "apóstol de Polonia". Jacobo nació en el castillo Kamién de Silesia en el seno de una noble familia: los Odrowaz. Estudió en Cracovia, Praga, Bolonia y París hasta doctorarse en Derecho y Teología, apoyado por un tío suyo, Ivo, que era canónigo y que vio en él una vocación religiosa. En 1218, ingresó como canónigo del capítulo de la catedral de Cracovia. Fue ordenado sacerdote en París o Roma, una vez concluidos sus estudios, hacia 1217.
Fue vicario general de la diócesis de Cracovia, regida por su tío Ivo. Su obispo dispuso que le acompañase a un viaje a Roma, junto a su hermano el beato Ceslao y sus compañeros Enrique de Moravia y Hermán el Teutónico, y allí quedaron atónitos ante las palabras de santo Domingo de Guzmán. Y fue tal la impresión que decidieron hacerse dominicos, y el mismo santo Domingo les impuso el hábito en 1220. Unos meses después, se creó la provincia dominica de Hungría y fueron enviados al norte para fundar nuevos conventos en Praga, Olmütz (Moravia), Polonia (lo hizo en la misma Cracovia), Prusia, (dando origen a la ciudad de Danzing), Suecia y Noruega, Rusia, Grecia, Bulgaria y Hungría (también se dice que viajó en misión apostólica por el Turquestán, el Tíbet y norte de China); predicó, durante 40 años, con gran fuerza taumatúrgica la unidad de todos los cristianos en torno al Pontífice y de la devoción a María. En el capítulo de la Orden de 1228 en París, Jacinto, gracias a su gran labor apostólica en nuevas fundaciones, se erigieron las provincias de Dacia, Tierra Santa y Grecia. Entre 1224 y 1236 fue misionero en Polonia y Rusia, donde se convirtió en prior de un monasterio de Kiev. Según cuenta la hagiografía dominica, que está plagada de leyenda, hizo huir a los tártaros que sitiaban la ciudad de Kiev, por medio de una crucifijo y una estatua de María. Se dice que curó la de ceguera a la hija del príncipe Vladimiro de Rusia, pero años después por razones políticas el príncipe le invitó a abandonar Kiev. Regresó a Cracovia en 1231, Después de dos años, visitó sus conventos entre los daneses, los suecos, los prusianos, los moscovitas y otras naciones. En 1257 regresó a Cracovia donde murió. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Patrón de Cracovia y Wróclaw (Breslau). La canonización de san Jacinto tuvo lugar en 1594 por el papa Clemente VIII.
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San ESTANISLAO DE KOSTKA. (1550-1568). Martirologio Romano: En Roma, san Estanislao de Kostka. Polaco de origen, con el deseo de entrar en la Compañía de Jesús huyó de la casa paterna y se dirigió a pie a Roma, siendo admitido allí en el noviciado por san Francisco de Borja y, consumado en breve tiempo realizando los mas humildes servicios, murió resplandeciente de santidad. Nació en el castillo de Rostkow (Przasnysz, Polonia), su padre era senador y gobernador del castillo Zakrozym. Estudió en Viena, en el colegio de los jesuitas; todo el mundo esperaba que cambiase su piedad hacia una actitud más liberar, ya que tenía una especial aversión a la blasfemia, de forma que si alguien decía alguna blasfemia o palabra soez en su presencia, sufría temblores seguidos de desvanecimientos. Terminados sus estudios, estuvo pensionado en casa de un luterano, el senador Kimberker, que le hizo sufrir lo suyo.
Estaba con él, su hermano Pablo, el cual le hacía la vida imposible, llamándole “tonto” en cualquier parte. Estanislao sufrió muchísimo. Se dice que su salud era frágil a causa de las muchas penitencias que se infligía propias de la época, y que María lo salvó de una grave enfermedad y que le dijo: “Hijo mío, ya está curada tu enfermedad más acuérdate de que la voluntad de Jesús y la mía es que ingreses lo más pronto posible en la Compañía de Jesús”. Decidió hacerse jesuita, pero su padre se opuso radicalmente y, los religiosos del colegio, para no incurrir en las iras del padre, no le quisieron aceptar en el noviciado, ya que el poder de los Kostka era mucho y no querían ver la desaparición de los jesuitas. Estanislao no dudó en seguir su vocación, dejó Viena, se quitó la ropa que llevaba y se la regaló a un mendigo; se disfrazó de campesino, y recorrió en un mes 800 kms por Austria, Alemania, Suiza e Italia; primeramente a pie como un peregrino, después con los medios más inesperados. En Tréveris se encontró con san Pedro Canisio, provincial de los jesuitas en Alemania, que aprobó su vocación, y en el colegio de Dilinga se incorporó como criado: limpiar los cuartos del internado y ayudar en la cocina. Así, a los 17 años, solicitó la entrada en la Compañía de Jesús. San Pedro Canisio lo envió a Roma con una carta, y así evitar los furores de la familia de nuestro santo; y allí lo recibió san Francisco de Borja, el superior general que para admitirle como aspirante a la Compañía, no sólo le examinó su vocación sino también su devoción a la Virgen. Ingresó en el noviciado en el 1567. Cultivó de un modo especial la obediencia, que sabía matizar con esta definición: "Más vale hacer cosas pequeñas por obediencia, que cosas grandes siguiendo la propia voluntad". Fue un gran devoto de María: "¿No la he de amar, si es mi Madre?". Diez meses llevaba en su noviciado; cuando a sus 17 años, el día de san Lorenzo de 1568, acudió a comulgar con una carta al pecho dirigida a la Virgen, en la que le pide "pasar con Ella, la fiesta de la Asunción". Y tras una tuberculosis, otros autores dicen que malaria, murió a los 18 años el mismo día de la Asunción. Su vida fue ejemplarmente silenciosa, modesta, obediente y radicalmente humilde. Está enterrado en San Andrés del Quirinal. Patrón de Varsovia y de los novicios jesuitas. San Estanislao fue canonizado en 1726 por el papa Benedicto XIII y se le venera como patrono menor de Polonia.
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Beato ISIDORO BAKANJA. (c.1880 - 1909).
Martirologio Romano: En el pueblo de Wenga junto a Busira en el Congo Belga, hoy República Democrática del Congo, beato Isidoro Bankaja, mártir, que, joven iniciado en el cristianismo, cultivó con diligencia la fe y testificó con gran coraje durante su trabajo; por esto, por odio a la religión cristiana fue sometido a continuos latigazos por parte del director de la compañía colonial y murió pocos meses después, perdonando a su perseguidor. Era miembro de la tribu Boangi, en el antiguo Congo Belga, y nació en Bokendela en el seno de una familia animista. Hacia 1905, una empresa de obras públicas de Mbandaka le contrató como peón de albañil por tres años. Al mismo tiempo hacía el catecumenado con los monjes trapenses de la misión de Bolokwa-Nsimba. En 1906 recibió el bautismo, y tenía tanto amor a María, que le fue entregado el escapulario de la Virgen del Carmen. Este mismo año recibió la confirmación y la comunión. Sobre su vida en Coquilhatville tenemos solamente este testimonio directo: “Bakanja tenía un carácter dulce. No discutía jamás. Era un cristiano buenísimo”.
Era siempre afable con todos, blancos y negros, rezaba siempre. Siempre ostentó el escapulario valientemente como signo de testimonio cristiano y de piedad hacia María. Se puso a trabajar en una empresa de caucho que dirigía como gerente un belga blanco llamado Longange Van Cauter. Éste tenía odio declarado a todo lo que fuera religioso o cristiano, ya que igualaba a blancos y negros, y había prohibido que se rezase y que se llevasen signos externos de religión. Un día vio a Isidoro con el escapulario y le dijo que se lo quitara, pero Bakanja no lo hizo, por ello fue azotado. Su piedad fue tal que lo eligieron catequista entre los trabajadores Longange, quería matarlo y ordenó que lo golpearan con una cachiporra y ordenó su muerte; Bakanja se presentó a él y le dijo: “No te he robado. No me he acercado a tu mujer ni a tus concubinas... He hecho cuanto me has mandado... ¿Por qué quieres matarme?”. El belga ordenó que lo azotasen con un látigo para domar a los elefantes, lleno de clavos sobre el cuero. Aunque los azotes tuvieron lugar en febrero, subsistió durante cerca de seis meses, padeciendo un intenso dolor por las heridas abiertas y empozoñadas que cubrían su espalda; además cuando el tirano se enteró que venía un inspector, ordenó encerrarlo en un calabozo, donde lo comían las ratas y recibió nuevos golpes y malos tratos. Un día dejaron la puerta abierta y consiguió huir y se encontró con un criado del inspector, quien quedó profundamente impresionado.
Bakanja le dijo: “Si ves a mi madre, si vas a casa del juez, si vas a la residencia del padre, diles que muero porque soy cristiano”. Tras recuperarse, fue nuevamente azotado por el propio Longange, y encerrado en un calabozo. Como hubiera una nueva inspección, para que no se enterasen de lo que sucedía, se lo llevaron a Isako para que el inspector no lo descubriera; de nuevo consiguió escaparse y tuvo que estar escondido en un pantano, donde se lo comía el pus y los gusanos. Por fin lo encontraron unos misioneros, con los que se confesó, recibió la eucaristía y la extremaunción, y murió perdonando a su verdugo. Murió en Wenga o Busira, diciendo “Ciertamente, oraré por él (refiriéndose a su verdugo). Cuando esté en el cielo, oraré mucho por él”. Van Cauter fue expulsado de la compañía y llevado ante los tribunales, que castigaron su inhumano proceder. SS. Juan Pablo II lo proclamó beato en 1996.
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Santos LUIS BATIS SÁINZ, MANUEL MORALES, SALVADOR LARA PUENTE y DAVID ROLDÁN URIBE. M. 1926.
Martirologio Romano: En la localidad de Chalchihuites en el territorio de Durango en Méjico, santos mártires Luis Batis Sáinz, sacerdote, Manuel Morales, padre de familia, Salvador Lara Puente y David Roldán Uribe, ejecutados por odio a la fe durante la persecución mejicana. Luis Batis nació en San Miguel del Mezquital (Zacatecas, Méjico) en 1870. A los 12 años ingresó en el seminario de Durango y en 1894 fue ordenado sacerdote. El año de su ordenación fue nombrado párroco de San Juan de Guadalupe, y en 1902 pasó a la parroquia de San Diego de Alcalá en Canatlán donde estuvo veinte años; estableció un hospital para pobres y un colegio de niños, fomentó las asociaciones católicas y reparó el templo parroquial. En 1922 es nombrado director espiritual del seminario y le otorgaron la capellanía del Santuario de Guadalupe de Durango. Párroco de San Pedro Chalchihuites (Zacatecas) en 1925.
Celoso sacerdote en todos sus ministerios, tuvo especial dedicación a los jóvenes. Fue para ellos un guía y padre bondadoso que de diversas formas les hacia crecer espiritual y culturalmente, y les ayudaba a superarse hasta en lo material. Especialmente supo difundir en la juventud el espíritu de heroísmo cristiano para probar su fe. Fundó una rama de la Acción Católica de la Juventud Mejicana, la A.C.J.M. y apoyó y colaboró en la "Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa" fundada en 1925. Puso en marcha un taller de obreros católicos y una escuela para niños. La catequesis para niños y adultos era una de sus tareas prioritarias Obedeciendo la orden gubernamental, dejó la parroquia el mismo día del cierre de las iglesias y se fue a vivir a una casa particular. Pero sin esconderse, porque estaba dispuesto al martirio. En una reunión con la Acción Católica, preguntó a sus militantes quién esta dispuesto a dar su vida por la fe. Inmediatamente le respondieron tres: Manuel Morales, Salvador Lara y David Roldán.
Manuel Morales nació en 1898 y era natural de Mesillas (Zacatecas-Méjico) y era hijo de madre soltera. Desde pequeño vivía con sus abuelos y por eso se trasladó a Chalchihuites. Fue seminarista en Durango, pero tuvo que abandonarlo para trabajar y mantener a su familia pobre. Se colocó como depediente de una tienda y después montó una panadería. En 1921 contrajo matrimonio con Consuelo Loera, con quien tuvo tres hijos. Era miembro de la Acción Católica y presidente de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, asociación que por medios pacíficos trataba de obtener la derogación de las leyes antirreligiosas, también se inscribió en el círculo obrero León XIII. Cuando se cerraron las iglesias, y supo del arresto del párroco fue a liberarlo, pero también a él lo arrestaron. Su esposa al conocer el arresto pidió su liberación y para ello llevó a uno de sus hijos pequeños, que pudo abraza a su padre, pero a pesar de las promesas no lo liberaron. Cuando les llevaron al Puerto de Santa Teresa el párroco intento salvar la vida de Manuel alegando que era padre de familia, a lo que Manuel respondió: "Padre, Dios es Padre y velará por ellos". Fue fusilado mientras gritaba vivas a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe.
Salvador Lara nació en 1905 en El Súchil (Durango-Méjico), en el seno de una familia cristiana; su nombre era José Salvador, pero utilizaba el segundo nombre. Sintió pronto la vocación sacerdotal e ingresó en el seminario de Durango, pero tuvo que dejarlo por necesidades familiares. Trabajó en la mina El Conjuro. Trabajó estrechamente en su parroquia y era el presidente de la Acción Católica de la que fue presidente y secretario de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, y colaborador asiduo con el párroco y Luis Batis en las tareas de pastoral. Todos le apreciaban como joven integro lleno de bondad y entregado a hacer el bien. Cuando supo de la persecución, no quiso huir sino que estuvo pronto a afrontar el martirio.
David Roldán nació en Chalchihuites (Zacatecas-Méjico) en 1907. Al año de nacer quedó huérfano de padre. Estudiaba en el seminario de Durango, cuando las necesidades familiares le hicieron dejar los estudios y el seminario y trabajar en la mina “El Conjuro”, donde era muy apreciado por sus jefes y compañeros, de manera que llegó a ser secretario del patrón. Se enamoró de la hija de su patrón y le pidió matrimonio, pero no llegaron a casarse porque a él lo mataron antes. Pertenecía a la Acción Católica, de la que fue presidente en 1925, y vicepresidente de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa y por sus ideales religiosos fue detenido junto con su párroco Luis Batis Sainz, su amigo Manuel Morales y su primo Salvador Lara Puente. Su patrón Gustavo Windel, fue a pedir su liberación, e incluso les ofreció dinero, pero como pasara con la madre de Salvador, y la esposa de Manuel, les dijeron que no les iban a matar sino solamente querían interrogarlos. Todo un engaño. Fue ejecutado junto con su primo Salvador por su defensa de los ideales de la Acción Católica. Antes de morir solicitó que lo mataran a él y no a sus dos compañeros, porque uno estaba casado y el otro era el único sostén de su anciana madre.
El 29 de Julio de 1926, siguiendo las instrucciones de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, el párroco organizó un encuentro, con la ayuda de los militantes de la Acción Católica. Fue en la plaza de Chalchihuites. El objetivo era informar a los feligreses de sus derechos y deberes como ciudadanos y como cristianos. Esta reunión fue falsamente interpretada, de manera que el general Eulogio Ortiz, conocido por su odio a la Iglesia, decidió darles un escarmiento. Envió a unos soldados, a las órdenes del teniente Blas Maldonado, que con un pelotón de soldados detuvieron al párroco y lo condujeron a la Oficina de Recaudación de Rentas. Al enterarse, Salvador Lara, convocó una reunión de la A.C.J.M. para estudiar el modo de liberar al sacerdote. Los soldados interrumpieron la reunión y detuvieron a Salvador Lara, Manuel Morales y David Roldan, y los llevaron a la Presidencia Municipal, amenazándolos con colgarlos, pero el pueblo se puso de parte y dijeron que los iban a trasladar a Zacatecas. Los sacaron de la cárcel y los condujeron en tres automóviles y cuando llegaron al puente de Santa Teresa, bajaron los presos, de dos en dos. Primero, don Luis y Manuel Morales, que fueron fusilados de inmediato. Luego David y Salvador, a quienes hicieron dar un paseo, durante el cual no cesaron de gritar "Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe". Irritados los soldados les dispararon a bocajarro. Un tiro de gracia destrozó el rostro de Salvador, de quien dijo uno de los verdugos impresionado por su heroísmo cristiano: "¡Qué lástima haber matado a este hombre tan grande y fan fuerte!". Los restos de los mártires se veneran en la parroquia de Chalchihuites.
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Beato CARMELO SASTRE SASTRE. (1890-1936).
Martirologio Romano: En el pueblo de Palma de Gandía en el territorio de Valencia, España, beato Carmelo Sastre Sastre, sacerdote y mártir, que en la misma persecución, siguiendo las huellas de Cristo, alcanzó por su gracia el premio de la vida eterna. Nació en Pego (Valencia). Ingresó en el seminario de Valencia, de donde salió ordenado sacerdote en 1919. El primer pueblo que se le encomendó fue Margarida, pasando al poco tiempo a Villalonga, en donde realizó una extraordinaria labor apostólica de captación, especialmente a los niños, que fueron el principal objeto de sus muchos desvelos. Más de cuatro años estuvo en Villalonga desplegando su tenaz actividad apostólica. Tabernes de Valldigna fue luego el escenario de sus virtudes, población en la que estuvo dos años y allí encontró la capilla a medio construir y tuvo que recurrir a funciones teatrales y a recaudar limosnas hasta terminarla. Posteriormente desempeñó una vicaría en Oliva, en la Parroquia de Santa María, durante cuatro años. Por último, fue nombrado párroco de Piles, en donde sus actividades apostólicas se vieron llenas de dificultades por el ambiente hostil que imperaba hacia todo lo que significara Religión.
Muy pronto se dio a conocer por sus virtudes sacerdotales. Organizó grupos de formación y oración. Promovió los retiros espirituales y se entregó de lleno a la catequesis. Al poco de llegar a Piles organizó una procesión para llevar la Unción de los enfermos, incluso a los que vivían alejados del pueblo, algunos de ellos muy distantes en medio del campo. De su predicación traslucía un encendido amor a la Eucaristía y a María. A partir de las elecciones de febrero de 1936 comenzó a vivirse en Piles una situación violenta contra la Iglesia. La revolución en Piles inició con el cierre de la iglesia, la quema de objetos religiosos y la persecución de los católicos. Al estallar la revolución de 1936, el beato, mantuvo el ánimo sereno y se confió en las manos de la Divina Providencia, viviendo su condición sacerdotal. Fue detenido por ser sacerdote y lo mataron en Palma de Gandía. Fue beatificado el 11 de marzo de 2001 por el papa Juan Pablo II en la ceremonia conjunta de los 233 mártires de la persecución religiosa en Valencia de los años 1936-1939.
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Beato JOSÉ MARÍA PERIS POLO. (1889-1936).
Martirologio Romano: En el pueblo de Almazora cercano a Castellón de la Plana en la costa española, beato José María Peris Polo, sacerdote de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y mártir, que, ejecutado en el cementerio, consiguió en la misma persecución la palma del martirio. Nació en Cinctorres (Castellón) diócesis de Tortosa, en el seno de una familia humilde. A los 11 años ingresó en el colegio de vocaciones de la Hermandad de Sacerdotes Operarios diocesanos de San José de Tortosa en el que siguió todos sus estudios sacerdotales. En 1912 ingresó en la Hermandad, pero ya antes había sido nombrado prefecto de alumnos, cargo que desempeñó durante cuatro años. Ordenado sacerdote en 1914 y fue enviado a Valencia para perfeccionar sus estudios de música. En 1916 regresó a Tortosa como director del colegio y lo fue durante diez cursos. En 1926 marchó a Córdoba, como rector del seminario donde estuvo hasta 1932. En 1933 se le nombraron rector del seminario de Barcelona hasta su martirio. Hizo normal el trato personal con los seminaristas. Tenía fama de santo. Se encontraba en su pueblo de Cinctorres, porque había ido a llevar a una sobrina que había estado hospitalizada en Barcelona; estando en su pueblo fue requerido por el Comité junto con su hermano Daniel, donde éste fue amenazado de muerte si el sacerdote desaparecía. Por ello se negó a irse al refugio que le tenía preparado su hermano por miedo a las represalias. Poco tiempo después fue detenido, pero su hermano consiguió huir. Como los milicianos tenían miedo de que si lo mataban allí, el pueblo se sublevara, se lo llevaron y fue fusilado, a los 46 años en el cementerio de Almanzora (Castellón).
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Beato CLAUDIO GRANZOTTO. (1900-1947).
Martirologio Romano: En Padua, beato Claudio (Ricardo) Granzotto, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que el ejercicio de la profesión religiosa unida a su trabajo de escultor alcanzó en pocos años la perfección en la imitación de Cristo. Se llamaba Ricardo, y nació en Santa Lucia de Piave, Treviso, (Italia), en el seno de una familia modesta. La naturaleza le dotó de una voluntad tenaz y de una exquisita bondad, que lo hacía amable a todos. El duro trabajo del campo y, posteriormente, los oficios de carpintero y albañil templaron su carácter y le formaron en el sacrificio y la generosidad. A los 15 años quiso ser escultor, arte que se convirtió en su pasión. En 1918 fue enrolado como soldado en la I Guerra Mundial. A los 22 años, ingresó, con grandes sacrificios, y admirable constancia, en la Academia de Bellas Artes de Venecia, donde alcanzó la máxima nota como profesor de escultura. En 1933 ingresó en los franciscanos, en el convento de San Francisco del Desierto en la laguna véneta. Al presentarlo al ministro provincial de los Frailes Menores de Venecia, el arcipreste de Santa Lucía di Piave escribía: "La Orden consigue no sólo un artista, sino también un santo".
Comienza su subida al monte santo de Dios, es un recorrido marcado por un inmenso amor a Dios; un total abandono en sus manos; una oración hecha vida y que lleva con frecuencia a fray Claudio a la adoración ante el Sagrario; al amor a todos, especialmente a los pobres y enfermos; una extraordinaria y suave humildad; una obediencia pronta y generosa; y una radiante castidad. Su práctica heroica de todas las virtudes se alimenta de una piedad eminentemente eucarística y reparadora y de una devoción filial a María Inmaculada. Amó de corazón a la Madre del Señor, hasta el punto de poder afirmar: "¡Soy esclavo de la Virgen!... La Virgen quiere mi salvación, porque desde hace mucho tiempo estoy consagrado a su Corazón inmaculado, cuyo esclavo me considero". Por amor a la Virgen de Nazaret, construyó cuatro Grutas de Lourdes, una de las cuales, la de Chiampo, es de proporciones idénticas a las de la Gruta de Massabielle, en Francia. Fray Claudio, que había escrito: "Señor, cuando me concedas el don de las espinas tendré la certeza de que has aceptado el sacrificio de mi vida", no rehuyó el don conclusivo con que Cristo quiso mostrarle su predilección. Atacado por un tumor cerebral, en el hospital civil de Padua se encontró para siempre con Aquel a quien había confesado: "Quiero vivir y morir diciéndote y demostrándote que te amo más que a todos los tesoros del cielo y de la tierra". La Reina de los ángeles, a quien había venerado y honrado con todo el corazón, lo acogía en la morada celestial el día de la solemnidad de su Asunción, atendiendo así el deseo de su siervo: "El día de la Asunción me voy". Sus restos mortales descansan en Chiampo, al pie de la gruta de Lourdes, convertida, según su promesa, en "lugar de oración y de encuentro con Dios para tanta gente". Fue beatificado el 20 de noviembre de 1994 por SS Juan Pablo II.
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OTROS SANTOS DEL DÍA:
San Neópolo. M. c. 300. Mártir en Alejandría. Su festividad, por orden de Napoleón se cambió al 15 de Agosto, para recordar el natalicio del emperador y se cambió su nombre con el de Napoleón, pero cuando cayó el tirano, volvió a su fecha tradicional y a su nombre tradicional. El ficticio san Napoleón fue precedido en la iconografía cristiana por un niño del mismo nombre, muerto o desmayado por una coz de caballo y resucitado por santo Domingo. Santos Estratón, Felipe y Eutiquiano. M. c. 301. Martirologio Romano: En Nicomedia en Bitinia, en la actual Turquía, santos Estratón, Felipe y Eutiquiano, mártires. Ciudadanos de Nicomedia quemados en la hoguera; en la mayoría de los manuscritos añaden un cuarto mártir llamado Cipriano. Sus Actas no tienen valor histórico.
San Arduino de Rímini. M. 1009. Nació en Rímini y fue discípulo del rector de la iglesia de San Gregorio, Venerio. Sacerdote en Rímini, ejemplar por su piedad. Fue ordenado por el obispo de Rímini, Uberto, conocido simoniaco, que había conseguido la consagración a cambio de oro; pero Arduino supo mantenerse al margen de las luchas de su tiempo y fue siempre un hombre entregado a su prójimo. Deseosos de llegar a una mayor santidad y grado de perfección, Venerio y Arduino se trasladaron a la llanura de Rávena, encontrando refugio en la solitaria iglesia de Sant’Apollinare in Classe. Arduino fue un celoso sacerdote, que caso raro en aquel tiempo, celebraba diariamente la Eucaristía. Su ejemplo fue admirado por todo el pueblo. Combatió la corrupción y entregaba a los pobres las limonas que le entregaban, viviendo solamente con lo que sobraba. Tuvo muchas tentaciones y para vencerlas se tiraba desnudo entre las ortigas. Cuando Venerio llegó a la ancianidad, Arduino le aconsejó que aceptase el cargo de abad benedictino de la abadía de San Godendo y Arduino fue su útil y fiel ayudante. Terminó sus días en el monasterio de San Godendo, sin emitir los votos, aunque los benedictinos lo consideran monje de esta Orden, Arduino nunca fue monje.
Aymón Taparelli. Beato. (1398-1495).
Martirologio Romano: En Savigliano en Piamonte, beato Aymón Taparelli, sacerdote de la Orden de Predicadores, incansable defensor de la verdad.
Nació en Savigliano en el Piamonte en el seno de la familia de los condes de Lagnasco. Ingresó en los dominicos, con 50 años, después de la muerte de su mujer y sus hijos. Fue grande en el aprovechamiento en el saber y todavía más en la virtud. Parecía que sólo era sensible a las cosas del Cielo. Por su continuo contacto con Dios, sobresalió en la caridad, sin cansarse nunca. Fue profesor de la Universidad de Turín, después predicador y fue nombrado capellán del beato Amadeo de Saboya. Cuando murió el beato Bartolomé de Cervere, le sucedió como Inquisidor general de Lombardía Superior y Liguria. Fue un inquisidor más defensor de la verdad que contra los herejes. Para preservar la fe de la herejía, que infectaban aquellas regiones, no ahorró fatigas y peligros. Fue incansable en su celo por reconducir y confirmar la disciplina regular en el seno de la Orden, tanto que se le considera uno de los más ardientes reformadores del siglo XV. Fue muchas veces prior del convento de Savigliano y vicario provincial de su Provincia. Murió centenario, después de predecir su muerte, recibir todos los sacramentos. Mientras recitaba el “Oficio Divino”, apretando en su corazón un crucifico expiró santamente. Sus restos se encuentran en el convento de San Domenico en Turín.
Juliana Puricelli de Busto Arsizio. Beata. (1427-1501).
Martirologio Romano: En Pallanza junto a Novara, beata Juliana de Busto Arsizio, virgen de la Orden de San Agustín, insigne por su inquebrantable fuerza de ánimo, la admirable paciencia y la asidua contemplación de las realidades celestes. Nació en Busto-Verghera (Varese), en el seno de una familia humilde; fue la primera compañera de la beata Catalina de Pallanza en el Sacro Monte de Varese. Fue insigne por su invicta fortaleza de ánimo, por su admirable paciencia y por su contemplación asidua de las cosas celestiales. En el 1460 se les añadieron otras compañeras. Después de varias tribulaciones e incompresiones, en el 1474, el papa Sixto IV con una bula autorizó la erección de la Orden, en la que se profesaba la regla de San Agustín, observando las constituciones de San Ambrosio y el oficio según la liturgia ambrosiana. La beata Catalina murió en 1478, dejando la pequeña comunidad un testamento de caridad y de obediencia a la voluntad de Dios. Juliana, “llegando la noche de la Asunción de la Virgen María, quiso ser depositada sobre la tierra desnuda y espiró”.
Domingo Hurtado Soler (Domingo María de Alboraya). Beato. (1872-1936).
Martirologio Romano: En Madrid, beato Domingo (Agustín) Hurtado Soler, sacerdote de la Tercera Orden de San Francisco de los Capuchinos de la Virgen de los Dolores y mártir, que por haber testificado a Cristo recibió la corona de la gloria. Nació en Alboraya (Valencia), hijo de Vicente y Antonia. En 1889 ingresa en el Instituto de los Terciarios Capuchinos de la Virgen de los Dolores (amigonianos), ordenado sacerdote en 1890. Alterna los estudios eclesiásticos y literarios con los de armonía y composición. Varias veces superior, consejero y secretario general. Poseía gran don de gentes y carisma especial para la reforma de la juventud extraviada. Compositor, magnífico orador, animador de la vida fraterna. Al estallar la guerra civil está en la Escuela de Reforma de Santa Rita, Madrid. Se refugia en casa de un abogado amigo. Detenido y llevado preso a Bellas Artes, fue asesinado cerca al parque del Retiro en Madrid.
Jaime Bonet Nadal. Beato. (1884-1936).
Martirologio Romano: En la ciudad de Tárrega cercana a Barcelona siempre en España, beato Jaime Bonet Nadal, sacerdote de la Sociedad Salesiana y mártir, que, como fiel discípulo, en la sangre de Cristo mereció la salvación. Nació en Santa María de Montmagastrell (Lérida). Era primo hermano de don José, nueve años mayor que él, Mártir también en 1936. Salesiano en 1909, sacerdote en 1917. Como su primo, trabajó muchos años en el Colegio e Iglesia de calle Rocafort (Barcelona), con gran sencillez y humildad. En verano de 1936, habiendo visto que tampoco en su pueblo había seguridad, al querer regresar a Barcelona fue detenido en Térrega, donde murió.
Luis Masferrer Villa y 19 compañeros. Beatos. (1912-1936).
Martirologio Romano: En Barbastro, cercano a Huesca en Aragón en España, beatos Luis Masferrer Vila, sacerdote, y diecinueve compañeros, mártires, que, religiosos de la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de María, durante la persecución contra la Iglesia, ofrecieron su vida a Cristo y abrazaron en la gloria de Dios a sus cohermanos ejecutados en día antes en el mismo lugar. Nació en San Viçens de Torelló (Barcelona), en el seno de una familia de colonos campesinos. En 1929, profesó como claretiano en Vich. Fue habilidoso para los trabajos manuales: carpintería, encuadernación, electricidad. Era piadoso, abnegado, infatigable. En 1936 fue ordenado sacerdote en Barbastro. Tenía como ideal marcharse de misionero a Guinea.
En una carta a sus padres manifestó su total disposición para morir mártir. Dio, a escondidas, la absolución a los hermanos argentinos, “por lo que pudiera ocurrir”. Mártir. Era la Asunción de María, aniversario de profesión de la mayoría. Los mártires fueron: Alfonso Sorribes Teixidó, acólito, Eduardo Ripoll Diego, lector, Faustino Pérez García, Hno. Francisco Castán Meseguer, Francisco María Roura Farró, lector, Jesús Agustín Viela Ezcurdia, lector, José Figuero Beltrán, José María Amorós Hernández, José María Badía Mateu, lector, José María Blasco Juan, acólito, José María Ros Florensa, Juan Baxeiras Berenguer, Luis Escalé Binefa, Luis Lladó Teixidor, Hno. Manuel Martínez Jarauta, Miguel Massip González, Rafael Briega Morales, Ramón Illa Salvia, Sebastián Riera Coromina.
María del Sagrario de San Luis Gonzaga Moragas Cantarero (Elvira). Beata. (1881-1936).
Martirologio Romano: En Madrid siempre en España, beata María del Sagrario de San Luis Gonzaga (Elvira) Moragas Cantarero, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas y mártir en la misma persecución. Nació en Lillo, Toledo, en el seno de una familia de farmaceúticos. Se licenció en farmacia, siendo una de las primeras mujeres que tuvo este título en España. Tuvo como director espiritual a san José María Rubio. En 1915 ingresó en el convento de las Carmelitas descalzas de Santa Ana y San José de Madrid, del que años más tarde fue priora. Tuvo un gran espíritu de oración y de amor a la Eucaristía. Durante la guerra civil, fue martirizada, gracia ansiada por ella, por ser religiosa, en la Pradera de San Isidro de Madrid.
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